Querida esposa :

Si mis cuentas no fallan después de que mi cordura haya sucumbido presa del anhelo, hoy nuestros hijos cumplen cuatro años. He recibido pocas noticias de vosotros, pero he recibido suficientes para saber que estáis bien. Me han dicho que Evelyn es hermosa, como tú, pero que conserva mis rasgos en los suyos. Los rasgos James. También me han dicho que Rodrigo muestra fascinación por las armas y la lucha. Menudo orgullo, será un gran guerrero, lo sé. He sabido que la rubia Diangell y tu primo están a nada de traer a una nueva Subak al mundo...Es una idea agridulce, pero me alegra que poco a poco tu familia se vaya reconstruyendo. Me ha costado mucho enviarte cartas desde la última vez, en el reino que estoy visitando han sabido que soy exiliado y no me quitan el ojo de encima...Ando con el rabo entre las piernas para poder mantener a flote mi negocio de armas. Quiero pedirte de nuevo, princesa, que reconsideres mi exilio. Sé que te hice daño, soy consciente de que mi reinado no fue lo que esperabas, ni yo tampoco. Pero quiero estar contigo y con nuestros hijos de nuevo, nada más ocupa mi mente. Sé que, tal vez, tampoco te hagan llegar esta carta...ni ninguna de las que envié. Pero tú mereces que lo intente, y yo merezco escribirlas para no caer en la locura.

Espero volver a verte algún día , reina.

Tu esposo,
Guillermo James.