Capítulo XXXVII.
Leer porfavor;
No soy una experta en “enfermedades mentales”, así que no esperen un trabajo excesivamente detallado sobre algo complejo como lo son los futuros transtornos en los que pienso apoyarme para detallar a Katsuki.
Me disculpo si es que llega a ser ofensivo, y les pido porfavor amablemente que me corrijan si es que algo llega a estar errado.
No busco ofender a nadie, es mero entretenimiento.
Gracias por vuestra atención. ( ◜‿◝ )♡
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Olvidó a todos.
Solo recordaba las caricias de su papá, los gritos y maltratos de su madre, los sobre-nombres horribles con los que era llamado por su progenitora cuando esté era aún más pequeño.
Aún que intentará recordar más, no podía hacer nada, su mente era cubierta por una especie de pesada nebulosa que le impedía ver más allá de lo que se supone que debía ver.
Regreso su vista de túnel.
¿Donde estaba?
Era un edificio casi en ruinas, con un frío horrible que calaba desde su mojada ropa hasta los huesos.
¿Que llevaba puesto? ¿Para que eran estás enormes granadas que tenía en su muñeca?
Sin saber que más hacer, las desabrochó y dejo aún lado, dando una suave patada para alejarlas de su cuerpo.
¡El no quería esas cosas feas consigo!
Conservaría las curiosas granadas que tenía en sus caderas, pues quedaban geniales como un cinturón.
Sus manos temblaban.
¿Donde estaba? ¿Papá estaba bien?
Se levantó del sucio suelo, agradeciendo que su ropa sea gruesa y hasta algo calentita apesar del frío, caminando con cuidado por aquel descuidado edificio.
¿Papá querrá que jugarán de nuevo a las escondidas?
Recordaba que solían esconderse en casas descuidadas para que mamá no los encontrarán.
Algunas veces se escondían por horas y cantaban canciones infantiles, mientras mamá vagaba por toda la ciudad buscándolos.
Pero este no era el edificio donde el recordaba esconderse con papá.
¿Papá estará escondido en otro lugar? ¿Oh estarán jugando a las escondidas por separado? Papá de seguro querria que lo buscará, así que podría ir a vagar un rato y ver si podía encontrarlo.
Empezó a vagar por los pasillos cubiertos de moho y mugre, escuchando una fuerte tormenta fuera del lugar.
¿Les abra agarrado la lluvia mientras caminaban a la casa? Eso tendría sentido, por eso es que papá le abría dejado en aquel descuidado lugar para refugiarse.
¿Quizás por eso no reconocía este nuevo lugar? ¿Estaban ocultándose de la lluvia en un nuevo edificio abandonado del barrio? El interior era diferente de lo que llegaba a recordar, pues ninguna casa que recordara era tan extensa como está.
¿Y si salía a echar un vistazo? Podría ser que reconociera el barrio para volver a la casa, ¡Incluso papá podría premiarlo con un caramelo de limón! Los caramelos de limón sin lugar a dudas era uno de los mejores.
Con aquel pequeño pero orgulloso descubrimiento, entre vagar y vagar pudo llegar a lo que se suponía era la entrada del edificio, donde por suerte podría salir a explorar el exterior.
¡La ropa era muy útil! Apesar de estar empapado, podía sentir como de a poco era secada, soltando algo de vapor blanco que salía de su traje.
Abrió la puerta con cuidado, sorpresivamente podía alcanzar el picaporte, siendo algo consciente de su altura.
¡El era un niño! ¿¡Cómo es que era tan alto de la nada!?
Aún con la sorpresa, abrió la puerta.
Todo estaba desierto, no había un alma en el lugar.
Con curiosidad camino un par de pasos al frente, mirando a ambos lados.
No había nada ni nadie.
¡Ni siquiera pasaba un auto! Era como estar en un pueblo fantasma.
Un escalofrío recorrió su espalda, empezando a caminar por la empapada acera.
Miraba siempre a ambos lados antes de cruzar, ¡Tal y como le había enseñado su papá!
Vago un poco en línea recta, golpeando der vez en cuando algunas puertas, pues necesitaba indicaciones de como volver a su casa debido a que no recordaba en donde se encontraba.
¿Porque no había nadie?
Sus piernas empezaron a temblar del miedo.
¿Donde estaba todo el mundo?
—¿Papá? —Murmuro, intentando llamarlo.— ¿¡Papá!? —Intento llamarlo más fuerte.
Roto su cuerpo, intentando buscarlo.
—¿¡Papá!? ¡¿¡Donde estas!?! —Grito, empezando a asustarse.
Se echo a correr, soltando lágrimas de desesperación por encontrar aun que sea una persona, ¡Solo una por dios!
Sollozo, tropezando con un pequeño desnivel en el suelo, callendo y raspando su ropa, que al parecer era bastante resistente.
—Pa-papá...~ —Murmuro entre lloriqueos infantiles, intentando llamar la atención de cualquier alma que se atravesara por el camino...
Lastimosamente sus plegarias fueron escuchadas.
—Oye niño, ¿Estás perdido? —Escucho una voz femenina a su espalda.
Se volteo bruscamente, con sus ojos empapados en lluvia y lagrimas, junto aún pequeño hilillo de mocos que chorreaba por su nariz.
La muchacha estaba vestida con una chaqueta de cuero, una camiseta de tirantes blanca semi-transparente que dejaba ver la zona de sus pechos, shorts cortos y media red, que dejaba a la vista su bronceada piel, junto a si cabello corto de un despampanante escarlata, acompañado de una mirada plata brillante cargada de malas intenciones.
Sin saber que más hacer, se levantó y corrió en dirección de la muchacha, pero antes de que está sacará su arma, ya estaba envuelta en los temblorosos brazos del niño en cuerpo de adolescente.
—A-ayudeme. —Murmuro entre hipos.— Me per-dí y no encu-entro a mí pa-pá. —Sollozo como todo un infante, apretando más de lo debido a la fémina.
—¿¡Eh!? ¡Aléjate maldito! —Intento alejarlo con todas sus fuerzas, pero este era superior, ¿¡Que carajos le daban de comer a los chicos de hoy en día!?
Con bastante enfado, dio un rodillazo en los bajos del cenizo, quien chillo bastante fuerte, solo para caer al suelo y ser resivido por varias patadas en su espalda, estómago y cara, atrayendo la atención de más gente indeseada.
—Veo que encontraste algo. —La voz de un hombre a sus espaldas llamo su atención.
—A-ayudeme. —Suplico, mientras que las lágrimas eran mezcladas con la sangre de su labio roto y saliva, camufladas por el agua.
—¿Porque debería ayudar a una porquería tan insignificante como tu? Asqueroso aspirante a héroe. —El sujeto rodeo su puño del metal de una farola cercana, mordeandolo en forma de manopla.
—Disfrutare mucho arrancarte la piel de los huesos. —Se giro de nuevo, observando a otro sujeto que parecía controlar el agua a su alrededor.
«¿¡Usarán sus quirk's para lastimarme!?» Con bastante terror, las finas gotas de agua empezaron a formar agujas en el aire.
—Eso es lo de menos. —Uno más apareció colgado de un edificio, al parecer podía controlar las sombras para darle forma de objetos filosos.
—¿Y si nos divertimos primero con ese pequeño perrito? —Otro más apareció, tenía una larga lengua y piel verde, con ojos bañados en lujuria.
—N-no po-porf-porfavor. —Empezo a temblar.
¿¡Que se supone que hiciera!? ¡Solo era un niño! No podía ir y lastimar a adultos, su madre le había dejado muy en claro que debía obedecer todo lo que le pidieran... Incluso en las cosas que odiara.
¿Eso quería decir que se tenía que dejar lastimar? ¿Debía dejar que le tocaran hasta hacerlo sangrar? El no quería eso, no quería sentir dolor de nuevo, quería que su papá volviera de dónde sea que estuviera y así poder ir juntos a la casa, donde podría escucharlo de cantar de nuevo y contar estrellas a espaldas de su madre.
¿Donde estaba papá?
Mientras que Katsuki tenía que lidiar con villanos, en la casa Midoriya se estaba armando una guerra campal.
—¡¡¡DEBO IR POR MI HIJO!!! —El grito de la enjaulaba bestia se escuchó por casi todo el barrio, mientras levitaba los muebles de la casa.
—¡¡¡TAMBIEN ES MI MALDITO HIJO!!! —Seguido del grito de la otra bestia.
—¡¡¡ES MI HERMANO!!! —No olvidemos a la rubia de colmillos.
—Touya entiende, no entramos todos en la motocicleta. —El pecoso intento hacerlo razonar.
Después de ahorrar bastante, Touya por fin se había podido comprar una motocicleta, debido a que odiaba viajar en tren.
—¡Me vale! Iré usando mí Quirk. —El vigilante sin vergüenza salió al patio, donde el héroe subterráneo utilizo su quirk para detenerlo.—¡¡Deja de estorbar!! ¡¡¡KATSUKI PUEDE ESTAR TENIENDO UN MALDITO NUEVO TRAUMA Y NOSOTROS ESTAMOS PERDIENDO EL TIEMPO COMO IMBECILES!!! —Escupio, al borde del colapso nervioso.
—¡Ya lo sé maricón! ¡¡Ya lo sé!! —Le devolvió el grito, apunto de entrar en cólera.— ¡Tu y Miko-chan vallan en la moto, yo iré utilizando mí quirk! —Propuso.
—¡¡Vamonos ya!! —Escucharon el grito de la única fémina de la casa.
Himiko se encontraba con un traje similar al que utilizaría un vigilante, con cuchillos escondidos en su ropa y dos pistolas de un color plateado con apodos grabados en el metal del arma.
Touya chasqueo la lengua y subió a la motocicleta, agarrando firmemente la ya no tan delgada cintura de su hija adoptiva, con el rostro bañado en seriedad.
Izuku en cambio de un salto pudo empezar a levitar, con el inicio de una suave migraña que solo se extendía cada vez más al fruncir su ceño.
—Los iré guiando por los edificios, les aviso que violaremos la ley y la seguridad de nada mas y nada menos que una de las mejores escuelas para héroes del país, ¿Están seguros de esto? —Pregunto el pecoso por última vez antes de iniciar el asalto.
—Ah la familia no se le abandona. —Con el último rugido del motor, la rueda trasera rodó, levantando polvo y algo de humadera del caucho quemado, para luego soltar el freno eh iniciar el recorrido al colegio del rubio menor de la casa.
—Ya rugiste Okaasan. —La sonrisa destellante de adrenalina de Himiko avivó las llamas del Midoriya, solo para que el trío de anormales iniciará aquella tortuosa carrera a contra reloj, en busca de patear traseros y salvar al niño que dio inicio a aquella familia disfuncional tan hermosa de la que todos eran parte.
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Buenos días/tardes/noches gente bonita :'D
Esta mierda se prendió :v
En un futuro sabrán que le ocurrió a Katsuki, pero algunas que otras personas creo que ya lo tendrán claro que le sucede.
Cómo había dicho, no soy una experta, todo lo que se leerá partir de aquí es a base de mí propias investigaciones, si algo está errado háganmelo saber porfavor.
Yamaha yzf r6. (la motocicleta de Dabi.)
No sé si estoy escribiendo correctamente el personaje de Katsuki debido a que es “complejo”, mientras que Izuku es algo más “simple.”
Cuídense mucho.
Laven se las manos.
Tomen awa.
Usen alcohol (y no para tomar.)
Sayonara.🌺
Escrito: 24/09/21 (1677 palabras.)
25/09/21 (1795 palabras.)
Publicado: 25/09/21
Editado: ¿?
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