Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXXIV.

Aizawa Shouta supo que ese año iba a ser interesante, más que nada porque sorprendentemente todos sus alumnos sin excepción mostraron potencial para ser héroes, cosa que no se daba desde... Prácticamente nunca.

Era la primera vez que quedaba tan maravillado con la cantidad de niños con que demostraban ser excepcionales. Aquello lo alegro mucho.

Eran las seis de la mañana cuando llego a la Yuuei, con su hijo alado que se notaba la misma cara de mal humor, hermosa herencia Aizawa.

Acaricio el cabello morado de su hijo con cariño.

Sabía que al niño le costaba despertarse temprano, siendo que quería ser un héroe subterráneo como el, cosa que como a todo padre lo preocupo.

Los héroes subterráneos estaban en más peligro que los diurnos, debido a que si le tocabas los huevos al villano incorrecto podían ser capaces de desaparecer a tu familia sin mucho drama y sin la necesidad de llamar la atención de los medios.

Eso era aterrador. Los diurnos posaban y arrestaban a criminales poco conocidos, que apenas lograban hacer un pequeño eco. En cambio los subterráneos, al estar más en contacto con pandillas callejeras, asaltantes drogados y pervertidos de callejón, tenían el doble de acción por la noche.

El quería que su bebé persiguiera sus sueños, lo apoyaría incluso si quería cambiarse de sexo, volverse travestí o si resultará ser Gay. Aquello no tenía nada de malo, porque no afectaba a nadie, pero siendo héroe subterráneo basta un pequeño error o conocer a la persona equivocada y ya estabas en su mira.

Suspiró con cariño, mientras veía la suave sonrisa asomarse en la comisura de los finos labios del peli-morado.

Caminaron hasta que llegó al salón de maestros, donde dejó un par de papeles que debía revisar sobre sus nuevos retoños. Que incluida el rendimiento académico de sus antiguos colegios, comportamiento, nombre, edad, quirk's, tutores y un largo etc.

El oji-morado se despidió de su padre con un suave abrazo, para ir directo al salón de clases a intentar dormir un poco.

Anoche había tenido un ataque de insomnio, donde no pudo dormir hasta que pasaron las 03:00 AM, por lo tanto estaba más que cansado, con ganas de dormir aún que sea una hora antes de empezar las clases.

Ingreso al salón de clases, soltando un sonoro bostezo, sorprendiéndose de inmediato al notar que no era el único que se encontraba dentro.

Dos curiosas cabezas amarillas estaban roncando suavemente, despertando algo de su curiosidad.

Con cuidado se acercó al primer rubio, que tenía un rayito en su cabello. Se asustó un poco cuando vio que tenía los ojos abiertos, pero cuando se acercó más suspiró de alivio en cuando noto que era un cubre-ojos.

De igual manera se acercó al otro rubio, quien se tambaleaba sobre la silla con la cabeza colgando y algo de baba escurriendo de sus labios, dándole algo de risa, pues una vez había pillado a su padre durmiendo de esa manera.

Se sentó detrás del rubio babeante, acomodo su mochila sobre su pupitre y durmió con el dúo de rubios, quienes ni siquiera notaron cuando las personas empezaron a llegar al salón, mucho menos las miradas raras dirigidas al trío durmiente.

Así paso la hora, hasta que el salón estuvo completamente lleno de alumnos, que no paraban de murmurar para no despertar al trío.

—¡Bakugou-kun, Kaminari-kun y Shinsou-kun! —El trío ni caso hizo a los alaridos de Iida, que estaba por echar humos por las orejas.— ¡¡Bakugou-kun, Kaminari-kun y Shinsou-kun!! —Hablo más fuerte, despertando levemente a Hitoshi, mientras que sus otros compañeros guardaban silencio.

—¿Que mierda quieres? —Murmuro con somniolencia, pues estaba soñando que se volvía un árbol de manzano en la época de los dinosaurios, mientras montaba un conejo verde que comía Marihuana.

—¡¡Es una total falta de respeto que esten deshonrando está prestigiosa academia!! ¡¡Echándose una siesta como unos maleducados sinvergüenza!! —Estaba más que enojado. Ellos venían para aprender de los maravillosos maestros que venían a darle clases, no a dormir.

De la nada, su mente quedó en blanco, ya no pudo seguir hablando.

—Ve a sentarte y no molestes hasta que llegue el maestro. —Ordeno el peli-morado.

El peli-azul obedeció, llendo a sentirse tal y como le habían indicado, mientras que la amatista seguía durmiendo.

Sus compañeros veían aquello incrédulos, debido a que su compañero había utilizado su quirk fuera del horario establecido.

Jirou chasqueo la lengua, acercando sus Jacks a ambos varones. Con bastante fuerza incrustó uno en el cuello del rayito y otro en el zombie, quienes calleron de sus asientos en un golpe sordo.

—Obedezcan que está por llegar el maestro. —Sonrio con malicia, escuchando los quejidos bajos del niño con cubre-ojos.

—Jirou-chan, esa no es la forma correcta de despertar a nuestros compañeros. —Le regañó levemente la niña con cara de rana.

—¡¡Le juro que no me acosté con su hijo!! —Respondio Kaminari fuera de contexto.

Todos vieron extrañados aquella oración, menos un oji-rubi que acababa de despertar.

—Como chingan. —Gruño, quitándose el cubre-ojos amarillo que tenía puesto.

Se volteo curioso, encontrando aún peli-morado tirado en el suelo, con una expresión que detonaba irá pura, y un rubio desorientado en el suelo.

—¿Que mierda acaba de pasar? —Exigio la respuesta, levantándose y tronando todos los huesos de su espalda, provocando que el niño con brazos extra tuviera un fuerte escalofrío.

—Estaban durmiendo en el salón. —Kyouka señaló lo obvio.

—¿Y? El aire es libre, si no te gusta vete a la clase B, allí de seguro encajaran niñas tan nefastas como tu. —Se levantó y le extendió la mano al peli-morado, que prácticamente estaba aun paso.

El niño lo tomo con duda, firmando un “gracias” de forma inconciente, que sorprendentemente fue correspondido por Katsuki. “No es nada.” Le devolvió la firma, encaminándose en dirección de Denki.

Le quito el cubre-ojos de forma brusca, dejando ver los asustados orbes dorados del rayito.

Sin decir nada le extendió la mano, cosa que fue correspondida de inmediato.

—¿Que acaso nadie va a regañarla? —Señalo a Jirou, cruzándose de brazos.

—¿Porque deberíamos? Asui-san ya lo hizo —Dudo una niña de cabello castaño.

Katsuki simplemente chasqueo la lengua, insatisfecho.

Volvió a su puesto sin decir nada, ya si tenían un entrenamiento en conjunto se aseguraría de enseñarles a todos el significado de ser héroe.

—Lamento mucho lo que ocurrió Kaminari-kun, Shinsou-kun. —Se disculpo por su compañera la peli-verde (Asui.)

—Tu no deberías de disculparte. —Hitoshi frunció su ceño.— Quien debería de disculparse es ella. —Señalo a Jirou, quien tenía una mueca de repugnancia en su rostro.

Iban a seguir discutiendo, pero el maestro ingreso al aula con un par de papeles en mano. El peli-negro levantó una ceja, mientras que los niños se acomodaban en sus puestos.

De esa manera iniciaron las clases mañaneras, donde dieron clases de matemáticas, historia, arte, etc. Todo lo que debería de darse en un colegio normal.

A la hora del almuerzo todos salieron casi pisoteando a otros con tal de poder llegar a la cafetería, como si se tratase del oasis más grande del desierto.

Bakugou simplemente suspiró, encaminándose a la cafetería a paso lento, importandole poco y nada si es que alcanzaba a probar algún postre picante.

Una vez llego pidió algo de soba, pues el resto de la comida ya estaba a nada de terminarse, y la soba al parecer era lo que más había.

Cogió su bandeja y fue a una mesa vacía, agradeciendo mentalmente al desgraciado que diseño tremendo edificio monstruoso.

Se sentó con calma, hasta que el conocido rayito se sentó a su lado.

—¿Que comes Bakugou-kun? —Pregunto con curiosidad.

—Soba... —Dio un pequeño bocado a su comida.— Soba frío. —Aclaro.

Sin decir nada un peli-rojo hizo acto de presencia, acompañando al dúo de rubios.

—¡Buenos días Bakugou-kun, Kaminari-kun! —Saludo, degustando su almuerzo.

—Ya pasan las doce, ahora son tardes. —Aclaro Katsuki.

—¡Cierto! No me había dado cuenta. —Rio nervioso el de dientes puntiagudos.

Conversaron un poco, haciendo preguntas básicas y triviales para conocerce.

El almuerzo fue bastante ameno, compartiendo pequeñas sonrisas y algún que otro gusto en común.

—¡Y así fue como los bomberos me rescataron del árbol! También aprendí a nunca más perseguir a los gatos en lugares altos. —Termino su narración el Kaminari, al igual que su almuerzo.

—¡Wow! Esa historia estuvo de locos. —Sonrio Kirishima, apartando su bandeja vacía.

Bakugou asintió, pues le resultó divertido escuchar cómo su ahora amigo quedó atascado a seis metros de altura en un parque público por perseguir al gatito de su vecina.

La campanilla sonó, así que el trío se encaminó de nuevo al salón de clases, donde los mas burbugeantes compartían una cálida charla trivial.

Se sentaron en sus puestos, cuchicheando como viejas chismosas.

—¿Creen que el rumor de que All Might es maestro sea cierto? —Pregunto Kaminari, visiblemente ansioso.

Ambos varones se encogieron de hombros, curiosos sobre su siguiente asignatura.

—¡Estoy entrando como una persona normal! —Escucharon ingresar al más conocido rubio de Japón, dejando a todos los adolescente estupefactos.

Todos empezaron a gritar emocionados, algunos incluso se levantaron a aplaudir al símbolo de la paz.

—¡Muy bien niños! Iniciemos con la clase heroica de hoy. Pero primero... —El rubio presiono un botón, para que de la pared junto a la ventana salieran unos maletines con números.— Tomen sus trajes y vallan a cambiarse, los esperaré en el campo Gamma. Dentro de sus maletines está un pequeño mapa del como llegar. ¡Hasta luego jóvenes! —Tan rápido como había llegado se había ido.

Todos entusiasmados fueron a por sus trajes de héroes y fueron a cambiarse.

Bakugou y Kaminari decidieron cambiarse en los baños para hombres, bastante apartados para que nadie los juzgará.

Una vez terminaron dejaron sus maletas en sus casilleros y siguieron el mini-mapa, donde la mayoría de hombres y mujeres ya se estaban reuniendo.

Katsuki había cogido una libreta de su mochila junto aún bolígrafo, así que se acercó al símbolo de la paz sin pena.

—¿Me lo firmaría? —Pregunto sin pelos en la lengua.

All Might dio un pequeño salto, pues no había escuchado al niño llegar a su lado. Era extremadamente silencioso.

—¡Por supuesto joven Bakugou! ¿Es para usted? —Pregunto con su característica sonrisa.

—Si, y me gustaría una aparte para mí hermano. —All Might obedeció, dedicándole una firma al adolescente con la fecha.

—Dígame joven, ¿Cómo se llama vuestro hermano? —Paso página, dispuestos dedicarle unas palabras al hermano de su alumno.

—Midoriya Izuku. —El rubio mayor lo firmo sin problema, entregándole la libreta al joven.— Gracias.

—¡Lo que sea por mis alumnos! —Se dirigió al resto de niños, que presumían sus vestimentas entre ellos.— ¡Se ven fabuloso jóvenes! Ya lucen como todos unos héroes. —Levanto su pulgar, entusiasmando a todos.— Lo que aremos aquí afuera será vuestro primer ejercicio heroico... —El símbolo de la paz saco un guión de su bolcillo, mientras unas cuantas gotitas se formaban en la cien de sus alumnos.

Procedió a explicar el contexto junto a las reglas, además de formar equipos completamente al azar, poniendo nerviosos a la mayoría de adolescentes.

—¡Muy bien! —Hablo el oji-azul mayor (All Might) desde la cabina de control.— Que el primer equipo, ¡Comience!

Aoyama Yuuga y Mineta Minoru eran los villanos que custodiaban la bomba, mientras que Shinsou Hitoshi y Kaminari Denki eran héroes.

—¿Cual es tu quirk? —Pregunto Kaminari, adentrándose al edificio lo más alerta posible.

—Labado de cerebro, solo funciona si alguien me contesta después de hacer una pregunta. —Aviso.

El traje de héroe de Shinsou era completamente negro, con unos ligeros toques púrpura. A los costados de sus caderas tenía pequeños suministros médicos (su padre le había aconsejado que siempre llevará suministros consigo) y el arma de captura idéntico a su pregenitor alrededor de su cuello.

—Mi quirk me permite generar descargas eléctricas, pero si me pasó con los bolteos quedó algo atontado. —Rio nervioso.

—Bien... —Murmuro.— Esto es lo que aremos... —Explico entre susurros.

Kaminari subió al segundo piso primero, mientras que Shinsou iba a tres metros de distancia.

Kaminari iría al frente, donde interceptaria a cualquier ser que se cruzara en su camino. Si Kaminari no lograba incapacitarlo del todo Shinsou utilizaría su lavado de cerebro para hacer hablar a su enemigo.

Subieron al tercer piso, donde notaron cómo es que el cabello de su compañero chaparro se encontraba pegado de forma cuidadosa por todo el suelo del lugar. Ambos jóvenes disparejos caminaron con cuidado de no tocarlos, hasta llegar al final del pasillo.

¡Boom!~

Un rallo celeste casi había impactado en Kaminari, pero lastimosamente dio de lleno a Shinsou, derribando lo sobre el cabello.

—¡Shinsou-kun! —Grito preocupado.

—Estoy bien. —Gruño en voz baja.— Las pelotas amortiguaron mí caída.

—Bien. —Murmuro.

¡¡Boom!!~

Un segundo rallo apareció, pero está vez alcanzó a darle en la pantorrilla al rayito.

—Mierda. —Gruño, mordiendo su lengua por el dolor.

Denki se refugio detrás de una pared cerca de las escaleras, que era la dirección de dónde les estaban disparando. Sonriendo con ingenuidad ante una vaga idea que cruzo su cabeza.

—Pss Shinsou-kun... —Murmuro lo suficientemente bajo como para que solo su compañero escuchará.

—¿Que? ¿No me vas a ayudar? —Gruño.

—Shh.~ —Puso uno de sus dedos contra sus propios labios.— Di en voz alta que te rindes.

—¿Que? Pero aún no acaba...

—Di te rindes. —Le ordenó.

El peli-morado suspiró, obedeciendo.

—Oigan villanos, me rindo. —Digo lo suficientemente fuerte como para que el resto escuchará.

—Gritalo. —Ordeno.

—¿Eh? Pero...

Que lo grites. —Por un momento, temió por aquellos orbes cobrizos.

—¡¡Me rindo villanos!! ¿Alguien podría venir por mí? —Intantaba forcejear, pero aquella cosa morada era demasiado resistente.

De la nada, un enano morado bajo las escaleras con una sonrisa de superioridad.

—¡Muy bien héroe...! —El “villano” había caído en la trampa.

—Quitame estás porquerías y dime dónde está tu compañero. —Ordeno.

—Esta al final de las escaleras. —Respondio mientras despegaba las bolas del cuerpo de su “enemigo.”

Shinsou asintió en dirección de Kaminari, a lo que esté subió corriendo las escaleras.

Al llegar se asomo cuidadosamente, hasta que observo a rubio de láser, que por poco le dio de lleno en la cara con si quirk.

Contuvo el aliento por un momento, consentrado la mayor cantidad de voltios que pudo.

Descarga indiscriminada... —Murmuro con sus ojos cobrizos bastante brillosos por la electricidad.— ¡10.000 voltios!

—¡Laser naval! —Ambos ataques chocaron, pero lastimosamente el láser no pudo hacerle frente a una constante descarga eléctrica, por lo tanto apenas acabó la potencia de su quirk quedo inconciente por el duro ataque de su enemigo.

—¡La bomba está en el sexto piso! —Escucho el grito del peli-morado, así que con toda la energía que le quedaba corrió por la enorme variedad de pasillos y escaleras, hasta llegar al piso indicado, donde sin mayor dilatación cogió la bomba.

—¡El equipo de héroes gana el primer encuentro! —Escucharon en los altavoces, soltando un sonoro suspiró de alivio.

Bajo las escaleras hasta donde había dejado a Aoyama inconciente, cogiendolo entre brazos hasta una camilla que fue llevada por robots, siendo acompañado por ambos peli-morados.

—Bien echo. —Kaminari le extendió el puño a Shinsou, quien escondió su sonrisa detrás de su “bufanda.”

—¡Díganme jóvenes! ¿¡Quien creen que debería de tener puntos extra!? —Pregunto con entusiasmo.

—Kaminari-san. —Respondio una peli-negra que tenía una colega alta.

—¿Se podría saber porque joven Yaoyorozu? —Pregunto con genuina curiosidad.

—Debido a que Kaminari-san fue quien enfrentó la situación de frente, ideó un pequeño plan en un corto periodo de tiempo. Apesar de que fue descuidado al dejar que su compañero saliera herido pudo ser capaz de enfrentar a Aoyama-kun sin problemas sin importar estar herido. Por el contrario Mineta-kun se dejó llevar al pensar que tenía la victoria asegurada, mientras que Aoyama-kun apesar de dar todo de si de igual manera perdió. Shinsou-kun al no estar atento completamente a su entorno había caído herido, además de usar de escudo humano a su compañero. —Termino su narración, dejando al símbolo de la paz sudando la gota gorda.

—¡M-muy bien joven Yaoyorozu! Esa fue una esplendida demostración de tus habilidades analíticas. —«¡Ella dijo todo!» Pensó alarmado.— Tampoco tenemos que hacer menos el esfuerzo de sus compañeros, ¡Recuerden! Lo que estamos viendo ahora mismo son vuestras bases, no el pináculo del entrenamiento. Con más práctica de que podrán ser mejores y se podrán autosuperar concreses. ¡Vamos más allá!

—¡Plus ultra! —Gritaron al unísono todos los estudiantes, bastante motivados.

Cuatro adolescente salieron de la cabina en dirección a otro edificio. Pasaron los minutos y los niños ya se encontraban en sus puestos.

Los villanos eran Yaoyorozu Momo y Hagakure Tooru, mientras que los héroes eran Iida Tenya y Kirishima Eijirou.

—Dime Hagakure-san, ¿Puedes ir al piso de abajo a espiar a nuestros adversarios? —Pregunto educadamente la niña rica.

—¡Por supuesto Yaoyorozu-chan! —Aseguro con un suave sonrojo, que obviamente no fue notado por su invisibilidad.

—Esta bien... —Se su cuerpo empezaron a salir matrioska's, una un poco más grande que otra.— Llévate estás... Cuatro. —Le entrego dos matrioska's algo pequeñas con un anillo semejante al de las granadas y otras dos el doble de grande.

Hagakure paseo la cabeza curiosa... Aún que no pudo ser vista.

—¿Que contienen? —Quizo abrir la más grande, pero de inmediato Yaoyorozu se lo impidió.

—Son bombas segadoras. —Aclaro.— Escondete en una esquina... —En su mano se formó unos lentes extremadamente oscuros.— Quiero que se los lances cuando los veas, asegúrate de tener puesto estos lentes para eso. —Se lo entrego.— Si no quedan ciegos después de eso puedes lanzar la grande, contiene una granada aturdidora, no los lastimara, solo quedarán conmocionados unos segundos.

—Das miedo Yaoyorozu-chan... —Murmuro algo asustada Hagakure.

—¿Que esperabas? —Movio su cabello como toda mujer empoderada.— Somos villanas. —Sonrio con malicia fingida.

La niña invisible se despidió de su compañera y fue al piso de abajo con bastante prisa, escondió los objetos en una esquina y espero a que sus compañeros aparecieran.

Pasaron unos pocos minutos y pudo ver una armadura brillante asomarse entre entre las escaleras.

Sin importar nada se puso los lentes y arrojó la primera matrioska pequeña, pero lejos de cegar a Iida lo hizo reír.

—¡Jajaja! ¡No podrás conmigo villano! —Rio “heroicamente” debajo de su máscara, buscando con la mirada a alguna de sus compañeras.

Tooru chasqueo la lengua, y lastimosamente aquello llamo la atención de una cabellera roja que se asomó entre las escaleras.

—Viejo, creo que Hagakure-san está aquí... —Murmuro para Iida.— Ve por la bomba, yo me quedo a combatir a Hagakure-san.

—No mi fiel compañero. —Palmeo el hombro de Kirishima.— La combatiremos juntos.

Antes de que pudieran seguir con su charla motivacional, una granada aturdidora los golpeó a ambos, pero en lugar de dejarlos dolorosamente desorientados más bien quedaron abrumados.

De la nada (literalmente) una cinta blanca rodeo el cuerpo de ambos varones, que por el mareo provocado por la bomba calleron al suelo.

—¡Los villanos ganan! —Anuncio All Might desde la cabina de control.

Hagakure desató a sus compañeros, mientras que Iida podía esconder su sonrojo de vergüenza, Kirishima ni siquiera podía apartar la mirada del suelo, debido a que si se quedaba viendo un punto fijo su compañera fémina podría interpretarlo como acoso...

Entre los cuatro se dieron la mano y fueron a reunirse con el resto de compañeros.

Al llegar encontraron a Aoyama hablando con Kaminari y Mineta ostigando a Shinsou sobre algo de que tenía que ver con la popularidad y chicas lindas.

—¡Lo hicieron excelente jóvenes! Recuerden que el tropiezo de hoy es el triunfo del mañana. —Les sonrío, mientras que Katsuki levanto su mano.— ¿Algo que comentar joven Bakugou?

—¿Usted ve telenovelas mexicanas? —Y como si fuera un interruptor de vergüenza para Toshinori, este se puso rojo.

—No deberías molestar al maestro Bakugou-chan, Kero. —Le hablo la niña rana.

—Solo es curiosidad. —Se encogió de hombros.— Uno de mis padres nos suele obligar a verlo los fines de semana con el. —Un pequeño escalofrío recorrió su espalda, mientras que recordaba como Keigo mandaba a todos a usar mascarillas negras, verdes, amarillas, azules, etc. Junto aún buen periquiur y maniquiur.

—¡Bien pequeños héroe! —Ignoro aquel breve momento de vergüenza.— Díganme, ¿Quien se desempeño mejor en esta prueba?

—La chichona. —Señalo Bakugou.

Momo en reflejo intento cubrirse sus pechos, sonriendo algo de vergüenza.

—¿Le gustaría dar su opinión del porque usted cree eso? —Segun el libro “Educacion para tarados” debía dejar que todos los niños que quisieran dieran su opinión.

—Fue la líder. —Respondio simple.— La burra... —Hagakure apesar de ser completamente invisible desfiguró su rostro en una mueca profundamente ofendida.— Aún que hizo bien su trabajo, pudo notar por las cámaras que pelos de mierda. —Kirishima río entre dientes por el apodo.— Noto su presencia, quizás hizo ruido, no lo sé. —Se encogió de hombros.— El intento de Sonic y pelo pincho tuvieron un desempeño mediocre. —El peli-rojo (Kirishima) se vio notablemente avergonzado por eso, siguido de su compañero peli-azul que se había sacado el casco.— Debieron de a verse separado a la primera oportunidad. Sonic debió de ir a inspeccionar las habitaciones con su velocidad, y la roca en caso de emergencia debería de a ver sido avisado si habían complicaciones, actuando solo en caso de emergencia con su quirk. Aún que no lo culpo, la invisibilidad es un arma de doble filo. —Concluyo de forma simple, sacándole una sonrisa a Yaoyorozu.

—¡Excelente observación joven Bakugou! Pero debería ser más cuidadoso al utilizar sus palabras. —Lo acuso el héroe.

—¿De que sirve endulzar una crítica? —Levanto una ceja.

Sobrevivir en un ambiente inestable lo había echo más tosco de lo que le abría gustado, pero no podía hacer nada. Con esa lengua filosa nació y con esa lengua filosa va a palmar.

All Might tocio suavemente, dispuesto a seguir con su clase.

Le preocupo un poco la confrontación de Bakugou. Se supone que ningún niño debería tener un carácter tan marcado a tan corta edad. El carácter se debería de formar apartir de su niñez y parte de la adolescencia. ¿Cómo es que su alumno está tan marcado? ¿Debería preocuparse? Paso un par de minutos, donde el siguiente grupo fue a su puesto.

—¡Muy bien jóvenes! ¡¡Comiencen!!

El tercer combate dio inicio, siendo los villanos Ashido Mina con Jirou Kyouka y los héroes Tokoyami Fumikage junto a Todoroki Shouto.

—Dark Shadow puede alzarte hasta el segundo piso si así lo deseas. —La sombra de Tokoyami hizo acto de presencia.

Todoroki asintió, a lo que la sombra con cuidado lo subió hasta el segundo piso.

—Quedate donde estas. En cuanto veas que el edificio está completamente cubierto ingresas. —Le ordenó fríamente.

—Esta bien. —Confirmo.

El bicolor, con una clara demostración de poder congeló todo el edificio, desde adentro para afuera.

En la cabina, All Might casi se traga su propia lengua, al igual que un conocido rubio cenizo de ojos rubí.

El niño prácticamente tenía su puta edad, ¡Y el desgraciado congeló un edificio sin sudar!

«Por fin, un digno oponente.» Sonrío con una competitividad abrumadora. «¡¡Nuestra batalla será legendaria!!»

De vuelta con los participantes, Todoroki estaba caminando tranquilamente al piso de arriba, mientras que Tokoyami iba un piso por debajo.

Shouto camino a su ritmo, disfrutando de su prematura victoria.

Estaba por doblar en una esquina cuando...

¡Psss!~

El asido había caído en su lado izquierdo.

Disparó su hielo en dirección del techo, pero no había nadie.

—Tokoyami, estate alerta. —Aviso por el comunicador.

Copiado. —Contesto.

Siguió avanzando, observando a todos lados cada vez que estaba por doblar una esquina.

Llego hasta una curva que daba a unas escaleras pasa el siguiente piso, pero una onda de choque le dio de lleno, mandándolo contra un muro.

Shouto chasqueo la lengua, para después congelar la entrada de la escalera.

Otro golpe de sonido y el cristal se quebró en pedazos, dejando a Shouto frente a una temblorosa Kyouka.

—T-te te-tengo héroe. —Murmuro mientras le temblaba la quijada.

—Aqui está Jirou-san. —Aviso Todoroki por el comunicador.

—¿Necesitas apoyo? —Pregunto Tokoyami, acercándose a una ventana.

—No, solo te aviso para que prepares tu cinta. —Mando una avalancha de hielo sobre la fémina, quien del miedo quedó literalmente congelada en un bloque irregular de hielo.

Observo al niño-cuervo asomarse por una ventana con ayuda de su quirk, quien después de derretir el hielo que tenía aprisionada a la niña la saco por la ventana para que no sufriera más frío.

Fumikage al salir del edificio dejo a Kyouka en la sombra de un edificio, con su capa cubriendo el pálido cuerpo de la peli-morada.

—N-no pedí t-tu ayuda. —Murmuro enojada.

—Esto no es solo ayuda. —Se encamino de nuevo al edificio.— Se llama ser caballeroso.

Todoroki siguió su camino, hasta que el asido empezó a caer de nuevo sobre su cuerpo, cortesía de Ashido.

Patinaron un poco sobre el suelo, donde Shouto tenía la mayor parte del control sobre la pelea.

Después de tres minutos Mina no pudo seguir debido a las bajas temperaturas, así que Shouto cogió la bomba.

—¡Los héroes ganan! —Se anuncio por los altavoces.

Los niños debieron cargar a las niñas hasta la enfermería, debido al cambio de clima tan brusco por el ejercicio, donde tuvieron que descansar hasta que la chica de recuperación les diera el permiso de volver a las clases.

—Ah ver jóvenes, ¿En esta ronda quien se lleva los puntos extra? —All Might volteo a ver a sus alumnos.

—Todoroki-kun.

—El niño-cuervo.

—...

Ambos jóvenes, mujer y hombre se vieron desafiantes.

—¿Tu porque dices que ganó el bastardo de las mitades? —Bakugou escupió rabia.

—Fue quien confronto la situación primero, desafío a las villanas como todo un hombre, utilizo correctamente su quirk, también...

—Allí te equivocas. —Le corto el hilo, mientras que las brazas de la superioridad brillaban en sus rubíes.

—¿Porque? Ah ver. —Se cruzo de brazos, resaltando su busto.

—El desgraciado hizo todo menos utilizar correctamente su don. —Empezo a señalar los errores.— ¿Que atacó a las villanas? Por supuesto, pero no mídio el rango de ataque, daño a sus enemigos y la estructura del edificio. —Gruño, barajeando sus cartas con una sonrisa hambrienta.— Dime querida, —Clasqueo la lengua.— ¿Que hubiera pasado si el niño-cuervo no hubiera ayudado al cable auxiliar? —Yaoyorozu abrió los ojos, comprendiendo un punto obvio.— Exacto, abría podido sufrir de hipotermia, incluso si pasaba pocos minutos bajo una temperatura tan baja y sin protección contra el frío podría perder sus dedos. —Sonrio, tronando su cuello.— ¿Y si su compañero tuviera una debilidad contra el frío? Abrían estado en una clara desventaja a la hora de luchar, pero obviamente no pensó primero en sus compañeros, mucho menos el como podría afectar el frío a sus enemigos. —Puso sus brazos sobre su cadera.— Solo es un primer vistazo al estupido mundo heroico, no una verdadera lucha contra villanos.

Yaoyorozu se avergonzó por ignorar lo obvio, pero un pellizco en si mejilla la devolvió al mundo.

No sabía en qué momento el rubio cenizo se había acercado, pero sin vergüenza le había tocado la mejilla, cosa que la sonrojo hasta las orejas.

—Seras una buena heroína si llegas a desarrollar buen ojo en las peleas, pero debes ver a todos con un ojo neutro si son combates entre compañeros. Si te dejas llevar por tu admiración te equivocadas en más de una ocasión. —Le aconsejo.

El estaba acostumbrado que su hermano le diera un suave jalón de cabello o le prellizcara las mejillas como a Keigo cuando entrenaban, así que no sabía que otra forma debería de expresar el contacto físico. En especial con su hermana, que cuando quería llamar su atención mordía sus brazos o su cuello.

Pero el no debía morder a una chica desconocida, aquello podría malinterpretarse de forma horrible enfrente de tanta gente.

—¡Excelente demostración de compañerismo jóvenes! Siguiente combate.

Los villanos eran Bakugou Katsuki junto a Shoji Mezo, mientras que los héroes eran Ojito Mashirao y Sato Rikido

~🌺~🌺~🌺~🌺~🌺~

Buenos días/tardes/noches gente bonita :'D
Este capítulo cuenta como dos en uno, debido a que literalmente tiene más de 4800 palabras
En mí puta vida había escrito alto tan largo :v

Lamento que sea tan flojo, lo había escrito rapidito con sueñito.

El porque Momo parece tan floja es porque recién está saliendo de su cuna de oro, no porque en el anime allá salido perfecta desde el inicio con uno de los quirk más rotos en este fic va a ser lo mismo, van a evolucionar se apoco.

Hitoshi es oficialmente hijo de Shouta (al menos en este fic) en algún futuro se va a explicar el porque no lleva el apellido “Aizawa.”

No sé si estoy escribiendo correctamente el personaje de Katsuki debido a que es “complejo” eh Izuku es un poco más “simple.”
Cuídense mucho.
Laven se las manos.
Tomen awa.
Usen alcohol (y no para tomar.) 
Sayonara.🌺

Escrito: 24/07/21
Publicado: 25/07/21
Editado: ¿?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro