Pasaron dos días donde Smile (Risa) y Greenfire estuvieron vigilando de día y noche la florería, donde al parecer no llegaba el dichoso camión exportador.

Estaban algo frustrados, sus superiores de igual manera no tenían noticias sobre el supuesto camión transportados, y aquello no hacía más que darle mala espina al joven adulto pecoso.

Suspiró, eran las 02:32 AM, muy de madrugada para andar jodiendo con los descarados traficantes.

Risa estaba escuchando música mientras comía unos sandwiches vegetarianos, en cambio el había ido a comprar durante el día unas brochetas para sus salidas nocturnas con su compañera.

—¿Cuánto más crees que deberian de tardar? —Murmuro la peli-azul (Risa) mientras terminaba sus sandwiches y guardaba los papeles.

—No lo se... Está situación me está preocupando mucho. —Susurro, jugando con una moneda entre sus dedos mientras que con la otra mano acariciaba su francotirador.

Ambos suspiraron, estaban calmados pero la paciencia no era una virtud para las personas hambrientas de acción.

Estuvieron observando el lugar, hasta que porfin llego una camioneta blanca, distinta a la que habían visto en las fotografías, desconsertando a ambos subterráneos.

Se estacionó en frente de la florería, para luego empezar a bajar enormes cajas de madera, logrando que ambos héroes sonrieran, dispuestos a querer saltar y combatir a los malos.

—Aqui equipo delta. La abeja acaba de aterrizar en la flor. —Murmuro Smile.

—¿No podrías escojer otro juego de palabras mejor? —Murmuro el pecoso con una media sonrisa.

—Entonces hazlo tu. —Susurro mientras veían como las cajas eran bajadas y uno de los traficantes hablaban con el líder.

—¿Para que si ya lo hiciste tu? —Del otro lado de la línea Baby y compañía escuchaban la discusión con una media sonrisa.

—Bien. Procedan como siempre. —Escucharon a su jefa en la otra línea.

—Copiado.

Smile bajo del techo, acercándose al equipo de traficantes con su mascarilla puesta, en cambio su compañero la cubría desde las alturas.

—¡Buenas noches caballeros! —Saludo energéticamente mientras los trabajadores detenían su trabajo, observando a la fémina de pies a cabeza.— ¿Podrían platicarme en donde queda la ruta más rápida?

—Pss~ jefe, ¿A ella también? —Murmuro uno de los trabajadores.

—¿A dónde quieres ir preciosa? —Se acercó uno de los mastodontes, con sus ojos bañados de lujuria y perversión.

—Ah bailar sobre tu tumba. —De un solo disparó le atravesó el cráneo.

Los demás trabajadores se alarmaron, activando sus quirk lo más rápido posible, pero un disparo en la cabeza acompañado de un toque de Smile caían como moscas.

En un abrir y cerrar de ojos la mayoría de trabajadores ya estaban muertos, menos el floristas que tenía su cuerpo paralizado del terror.

—Ahora querido. —El pecoso descendió del techo con el francotirador en su espalda.— Hablemos de tu jefe.

El señor callo de rodillas sollozando terriblemente.

—¡Porfavor no me asesinen! —Chillo con horror grabado en su rostro.— ¡Les pagaré lo que quieran! ¡Les daré las chicas más hermosas y los hombres más guapos como sus exclavos! ¡Pero porfavor no me hagan nada!

El desagrado en los rostros de ambos jóvenes adultos no se comparaba a nada, así que que Smile (Risa) lo cogió del cuello, estrellando la espalda del traficante contra la pared de ladrillos.

—Eh dicho que hablemos de tu jefe. —El tono gelido en la voz de Smile (Risa) le causaría pesadillas a cualquier sobreviviente... Si es que la fémina estaba del suficiente buen humor como para dejar sobrevivientes.

—Y-y-yo... —Sollozo mientras temblaba en el suelo, intentando buscar alguna ruta de escapatoria.

—Ni pienses en huir, a mí amigo le encanta jugar a las dianas con los villanos... —Smile (Risa) piso fuertemente la mano del traficante, rompiéndola en el proceso.— Pero tu no eres un villano. No, no, no. —Rio entre dientes, escuchando los gritos del hombre.— Tu eres un ser mucho más repugnante que un simple villano. —Acerco su rostro a la víctima, quien le observaba con terror.— Eres un mal-nacido que vende señoritas, y eso es algo que ni el, mucho menos yo toleramos. —No dudo y lo agarro del cuello, acercando el rostro del hombre a la mano en llamas del pecoso.

Midoriya estaba disfrutando tanto trabajar en conjunto con su compañera, pues al principio creyó que era una niña que apenas podía dar buenos golpes, pero resultó ser que la desgraciada podía no solo dar buenos golpes, si no también romperte los huesos con sus golpes.

—¿Crees que si le incendio los huevos hablara? —Pregunto vagamente, acercando su mano al brazo del hombre, escuchando su piel burbujear por el calor.

—Que obsesión la tuya con querer quemarle los huevos a todo hombre que se te acerca. —Murmuro la heroína, escuchando al hombre suplicar piedad.

—Que te digo. —Se encogió de hombros mientras pasaba sus dedos por la piel del hombre, chamuscado lo peor posible.— Son gajes del oficio.

—¡¡Está bien hablaré!! —Sollozo, logrando que la mano del pecoso sea retirada de su piel.— No co-nozco al fabri-cante. —Intento hablar, pues el dolor le quitaba la concentracion.— Pe-ro en el bajo mun-do hay un hom-bre... —Gimio cuando Smile (Risa) lo jalo del pelo, dejando que su cabeza quedé viendo al cielo.— Un hom-bre que se hace lla-mar Gi-ran. —Temblo.— El tie-ne con-tactos peli-grosos... Es algui-en de te-mer.

—¿Que más sabes de los sujetos? —Smile (Risa) estaba jalando tan fuerte su cabello, que era cuestión de tiempo para arrancarselo.

—N-no se nada más. ¡Lo juro!

—¿Que hay del trigger? ¿Que puedes decirnos sobre el? —El pecoso estaba por apoyar su mano sobre el hombre de nuevo, pero este soltó la ansiada información.

—¡¡No sé nada más!! E-el trigger ape-nas está haci-endo eco en los sub-terráneos, por lo que escu-che el pro-veedor está inten-tando hacer que su mer-cancía sea ven-dida. —Chillo, sintiendo algo de alivio al ver como el pecoso alejaba su mano.— E-es un chico nuevo, na-die sabe dón-de vive ni las ba-ses de las fór-mulas de sus drogas. —Smile (Risa) aflojó su agarre.— E-es una per-sona celo-sa, no quie-re chis-mosos cer-ca de su equipo...

—¿Hay alguna otra droga que nos quieras hablar? —Sonrio de medio lado el peli-verde, pero el sujeto no lo podía ver.

—Ha-hay... —Murmuro inseguro.— Está ocurri-endo un eco, dicen que los pe-ces grandes están traba-jando en una fór-mula anuladora de quirk.

Ambos jóvenes adultos se vieron a los ojos, pues no necesitaron palabras para describir el horror grabado en ellos.

—Dinos más sobre eso. —Ordeno la peli-azul (Risa.)

—Bu-bue-bueno... —Sollozo.— D-dejenme junto a las ca-jas, allí hay algo que pue-den inte-resar-les.

Ambos jóvenes obedecieron, manteniendo sus ojos abiertos y sentidos agudizados en caso de que sea una trampa.

El sujeto con su huella dactilar abrió una de las cajas, revelando algo de marihuana y cocaína.

Ellos vieron desinteresados, pero una vez que el sujeto removió algunas bolsas reveló aquellas balas rojas que despertaron la curiosidad en la pareja.

—E-es trigger. —Murmuro nervioso.

—Efectos secundarios, tiempo de duración, cantidad correcta a ser digerida, lugar de tráfico y precio. Ahora. —Exigio el peli-verde con su ceño fruncido.

Smile (Risa) al tener una fuerza monstruosa de un cabezazo le rompió la nariz al hombre, pidiendo que se apurara.

—¡N-n-no lo se! Es experi-mental y este es el pri-mer carga-mento. —Escupio sangre.— Los peces gor-dos no nos dije-ron nada más allá de que debí-amos ven-derlo to-do.

Ambos asintieron, llamando a la policía para que se hiciera cargo del cargamento.

—Debo deshacerme de la evidencia. —Murmuro el pecoso, levitando los cuerpos y calcinando los, sin dejar rastro de tan siquiera las cenizas.— ¿Tu crees que nos crean si decimos que la sangre es de este cerdo? —Pregunto a su compañera.

—Deja que lo arrastro un poco. —Lo sujeto de los cabellos de su nuca, arrastrando su rostro ensangrentado por el cemento.

—Esta bonita tu obra de arte. —Levanto su pulgar en aprovación, observando el rostro desfigurado del sujeto apunto de caer inconsciente.— Oe, oe, oe. Nadie te dio permiso de desmayarte.

Las patrullas llegaron, encerrando al sujeto mal-herido en una de las patrullas con bastante vigilancia.

—Inspeccionen el área. —Ordeno uno de los líderes, mandando un pequeño escuadrón dentro de la florería mientras el dúo de héroes subterráneos ayudaban a bajar lo que quedaba de la carga para transferirlo a algún laboratorio.

—¿Crees que lo que dijo sea cierto? —Murmuro Smile (Risa.)

—¿Sobre la droga borradora? No estoy seguro. —Suspiro mientras de su volcillo sacaba dos cigarrillos, compartiendo uno con su amiga.— Últimamente las cosas raras se vienen de amonton. No me sorprendería si en algún momento nos encontramos con algún Clark Ken oscuro con ganas de destruir la humanidad.

—Tus referencias a cómic apestan. —Rio a lo bajo, dejando que su compañero le prendiera el cigarro con el meñique.— ¿Alguna vez te había dicho que cuando haces eso parece muy elegante?

—¿De verdad? No me había dado cuenta. —Sonrio de medio lado, observando los enormes cargamentos.— Lo extraño es que no hayamos encontrado ninguna niña, ¿Será que están en el otro camión rumbo a la agencia del corrupto o ya fueron transladadas a los compradores del bajo mundo?

—No lo se. —Exalo la nicotina.— Pero esto es muy raro.

—Opino lo mismo. —Murmuro con los ojos entrecerrados.— Está misión se supone que sería clasificada como rango A con posibilidades de subir a una S, pero esto parece una de rango B. —Gruño, aspirando la mayor cantidad de nicotina que antes.

—Es demasiado sencillo. —Gruño.

Ambos jóvenes adultos una vez que terminaron de fumar, pisaron lo que les quedaba del cigarrillo y se dirigieron dentro del camión, intentando de alguna u otra forma obtener respuestas del porque la supuesta misión estaba siendo demasiado fácil.

—Oe Risa. —Le llamo el pecoso, quien estaba inspeccionando el interior del asiento del conductor, mientras Smile (Risa) la del copiloto.— ¿Sabes porque se le cortan los cables a los camiones? —Señalo un cable amarillo y otro azul rasgado, echando chispas.

—No. —Murmuro curiosa, observando las chispas salir de los cables.— No a menos del interior.

Ambos salieron confundidos, sin encontrar nada relevante aparte de un par de condones usados y algunas monedas sueltas.

Estaban por girar para dar su reporte a la policía, pero el indiscutible sonido de una bala chocando con una superficie metálica los distrajo.

El tanque del camión había sido agujereado.

Midoriya, en un acto de reflejo uso parte de su telekinesis, alejando a todos los policías cercanos al camión al igual que parte de la droga, pero lastimosamente no pudo huir a tiempo de la segunda bala que impacto en su cuerpo, seguida de una la tercera bala, provocando una chispa, siendo consumido por la mayor parte de la explosión.

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Buenos días/tardes/noches gente bonita :'D
Espero que les haya gustado el cap.
Les soy honesta, no sabía cómo carajo escribir este capítulo.
Siento que quedó pasable pero no decente.

Algunos se preguntarán el porque el traficantes hablo tan rápido, pero posta; ¿Quien aguantaría tanto tiempo después de que asesinaran a su grupo en menos de 5 min, para después sentir que sus brazos están siendo lentamente cocinados? Nadie posta, nadie a menos que le hayas jurado lealtad hasta la muerte a algún sujeto poderoso random, obviamente este traficantes no lo hizo.

Midoriya trabajando con Smile (Risa) son muy sanguinarios, eso lo quería plasmar en este capítulo... Siento que al menos hice algo bien :')

En el siguiente capítulo ya estaremos enteramente con Katsuki, ustedes paciencia.

No sé si estoy escribiendo correctamente el personaje de Katsuki debido a que es “complejo” eh Izuku es un poco más “simple.”

Cuídense mucho.
Laven se las manos.
Tomen awa.
Usen alcohol (y no para tomar.)
Sayonara.🌺

Escrito: 29/06/21 (435 palabras.)
01/06/21 (2009 palabra.)
Publicado: 08/07/21
Editado: ¿?