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Capitulo IV.

Midoriya bajo las escaleras y dejo extendida la toalla del cenizo sobre uno de los sillones individuales, estaba algo flojo y no quería caminar hasta el área de lavandería.

Fue a la cocina, pero estaba completamente desierta.

—¿Kacchan? —Intento llamarlo.— ¿Estás bien? ¿Donde estas?

Suspiró. «De seguro quiere estar solo.» Pensó y se acercó a la cocina, sacando las verduras eh ingredientes necesarios para preparar un rico katsudon picante.

Inicio su labor, poniendo algo de música de su estación de radio favorita, ignorando el echo de que arriba el adolescente estaba por tener un ataque de pánico.

¿Su niichan no noto que estaba solo? ¿Estaba realmente pendiente de el? ¿Y si decide abandonarlo?

Su respiración era errática, así que por acto de reflejo cogió una de las chaquetas de su hermano y la abrazo contra su pecho, intentando apasigüar el dolor que iba creciendo.

«Recordar.»

«Sentir.»

«Preveer.»

«Vivir.»

Nada tenía sentido, pero sabía que no debía salir del armario, el armario era un lugar seguro, un espacio donde el puede hacer lo que quiera y nadie le dirá nada.

El armario era un lugar donde nadie puede lastimarlo.

Sujeto su cabeza y empezó a arañar su cuero cabelludo y parte de su cuerpo, sacando pequeños montículos rojos dejando de sus uñas.

«Callense.»

«Silencio.»

«Tranquilidad.»

«Relajación.»

No entendía, aquellas voces repetían lo que el quería pero no hacían caso a lo que le decía, quería algo de paz en su espacio especial.

«Especial.»

«Duradero.»

«Momentáneo.»

Los sollozos incontrolables escapaban de sus labios y el sabor metálico en su boca no había disminuido en ningún solo momento.

—Niichan...

No sabía que hacer, solo quería que su hermano le hiciera compañía.

—¡Niichan...!

Su hermano mayor puede sacarlo de allí, el puede hacer que las voces se detengan.

—¡¡Niichan...!!

El puede ayudarlo, el sabía cómo callar las voces, el siempre sabe que hacer en momentos como este, donde duele todo el cuerpo por sus arañazos y el frío suelo le hacía temblar hasta los huesos.

—¡¡¡Niichan...!!!

Eso bastó para escuchar los acelerados pasos del joven adulto subir las escaleras lo más rápido que sus piernas pudieran.

—¿¡Kacchan!? —Llego corriendo a la habitación con un mandil con el dibujo del traje de la era de plata del símbolo de la paz.

Midoriya, completamente alarmado se acercó al armario y abrió ambas puertas con bastante prisa, revelando aquella imagen que se esforzó toda su vida por no querer que vuelva a pasar.

El adolescente sentado, en una esquina de su armario abrazando su ropa, llamándolo cubierto de arañazos. Las raíces de su cuero cabelludo cubierto por una fina capa de sangre y sus labios delineados por aquel mismo líquido escarlata.

«¿Tu me salvarias?»

Se agachó y extendió su mano, esperando pacientemente a que el pequeño tomara su mano, pero no espero que se tirará sobre su pecho.

El golpe los hizo caer a ambos, pero no importaba el poco dolor, lo importante era hacer que el pequeño cenizo se sintiera mejor.

—Lo sien-to niichan. —Se aferró a sus ropas y enterró su rostro en el su pecho.

Se le formó un nudo en la garganta al sentirlo tan frágil entre sus brazos, como si al más mínimo toque fuera a quebrarse y ya no pudiera saber cómo repararlo.

—No te disculpes, ya está Kacchan, ya estás asalvo. —Beso su melena, dando masajes suaves en su espalda mientras el niño enredaba sus piernas alrededor de sus caderas.

Para cualquier persona enferma eso sería visto como el inicio de un acto sexual, pero este no era el caso.

Bakugou Katsuki es un niño herido.

Y Midoriya Izuku es quien tiene que ayudarlo a sanar.

Suspiró y se trago el nudo de su garganta, levantándose sin problemas con el peso extra entre brazos.

Lo sujeto de los muslos y lo acomodo lo mejor posible para que no sintiera incomodidad, saliendo de la habitación y bajando con cuidado las escaleras para llegar al piso de abajo.

Los sollozos en ningún momento se detuvieron, mojando el pijama del pecoso.

No importo, pues fue a ver qué tal estaba llendo la comida para que ambos pudieran disfrutar de algo delicioso antes de ir a la cama.

Utilizo su quirk para darle vueltas al caldo y asegurarse de que no se pegue a la olla, sin soltar en ningún momento aquel “koala” que se aferraba a su cuerpo como si fuese el último árbol de eucalipto del país.

Contuvo la risa un momento.

El pequeño koala mal-humorado aferrado aún árbol con recelo no se despegaria de su mente por bastante tiempo.

Pasados los minutos las lágrimas fueron escaseando de apoco, hasta que simplemente todo se volvió silencioso, con el único sonido de fondo la estación de radio.

Una vaga idea cruzo por su mente, así que alzo un poco más al adolescente hasta que estuviera sus piernas enrrollada en su abdomen y no es su cadera.

Haciendo buen uso de sus músculos lo acomodo mejor, y empezó a balancearse con la música de fondo, bailando con el koala pegado a su cuerpo.

—¿Te gusta esa música? —Murmuro suavemente mientras daba vueltas alrededor de la cocina con ese suave balanceo.

No resivio una respuesta verbal, solo un suave asentimiento sobre su hombro.

Continuo “bailando” un rato más, hasta que el adolescente aflojó el agarre de sus piernas, pisando con sus pies descalzos justo sobre las pantuflas con el rostro de All Might.

Al Midoriya no podía importarle menos, así que siguió con su pequeño vaivén, enseñando al adolescente como mover los pies en  silencio.

Una vez Katsuki se acostumbro quito sus pies de las pantuflas y siguió el ritmo por su propia cuenta, envolviendo sus brazos alrededor del cuello del pecoso mientras las manos del mayor estaban sobre su cintura.

—No quiero ser la niña. —Murmuro en un gruñido ronco.

—Bien.~ —Cambiaron de posición, teniendo ahora Katsuki sus manos sobre la cintura de Izuku, eh Izuku sus brazos alrededor del cuello del rubí.

Siguieron el balanceo, donde Midoriya al ver la oportunidad le hizo dar una doble vuelta al adolescente.

Bakugou gruño pero no reprocho, le pareció divertido.

Una vez termino el baile, Katsuki estaba rodeando el cuello de su guardián mientras que Izuku tenía los brazos alrededor de su cintura, inclinando al peli-cenizo hacia atrás, como en las películas de romance que su hermano mayor le obligaba a ver.

—Carajo, te dije que no quería ser la niña. —Fruncio el ceño, sorbiendo los mocos.

—Mientras seas una cabeza más bajo que yo seguiremos bailando de esta manera. —Le saco la lengua de forma juguetona, volviendo a la posición normal de siempre.

Katsuki olfateó el aire, profundizando su ceño fruncido.

—Algo se quema. —Señalo la olla.

—¡Mí katsudon! —Chillo y fue a ver qué tan mal se encontraba su comida, encontrando la mayor parte interior de la olla quemada.— Mí katsudon... —Inclino la olla lo suficiente como para que Katsuki desde su posición pudiera ver la carne quemada.

—¿... Y si pedimos pizza? —Propuso conteniendo por poco la risa que quería escapar de su garganta.

—Pidela tu, yo llevaré los refrescos a la habitación y acomodare la cama. —Sollozo retirándose.

Katsuki cogió el teléfono de casa y siguió a su hermano, ni de chiste quería quedarse solo.

Fueron al piso de arriba mientras el peli-cenizo pedía la pizza y ayudaba a su hermano mayor a acomodar todo, encendiendo la pantalla central de la computadora, buscando alguna película para ver.

Mientras llegaba la pizza Izuku curo lo mejor que pudo los arañazos que tenía su hermano menor, observando con receló aquellos puntos que no deberían de existir.

Una vez llegó la pizza y pagaron fueron a la habitación a disfrutar de su cena, divirtiéndose con un programa de comedia que encontraron por ahí.

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Buenos días/tardes/noches gente bonita :'D
Espero que les allá gustado el cap y no se allá visto forzado el “baile” de Katsuki eh Izuku.

Intento escribir lo mejor posible a Katsuki, ya que es un personaje “complejo” eh Izuku un personaje más “simple”

Algunos se querrán arrancar el cabello por dejar que Katsuki allá pisado las pantuflas con forma de cabeza de All Might de Izuku, pero pónganse a pensar; Katsuki estaba teniendo un ataque de pánico, y cuando alguien entra en pánico lo mejor es intentar relajarla y de ser posible alejar los malos pensamientos que atosigan a la persona... La experiencia a hablado.

Intento plasmar lo menor posible la ansiedad de Katsuki, ya que por un tiempo yo también tuve ataques de ansiedad por la madrugada, en la calle, colegio y convivo desde mí infancia con personas que sufren de ansiedad, depresión y otras enfermedades base degenerativas bastante feas.

No sé si lo hago bien, denme su opinión porfavor.

Cuídense mucho.
Tomen awa.
Laven se las manos.
Usen alcohol (y no para tomar.)
Sayonara.🌺

Escrito: 24/06/21 (600 palabras)
25/06/21 (1488 palabras)
Publicado: 27/06/21
Editado: ¿?

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