Epílogo
"... Cada vez que pienso que puedo sacarte de mi cabeza, tú nunca me dejas olvidarte. Justo cuando creo que te has ido, escucho nuestra canción en la radio"
—Our Song, de Anie Marie y Niall Horan.
Por Asher James (19 años)
Alguien en los dormitorios de al lado reproduce Out of my league a todo volumen, escucho un poco hasta que me levanto de la cama con una de mis almohadas, y luego de localizar el sonido, la lanzo por la ventana de habitación, hasta que choca con el responsable del sonido, y luego cae a la calle.
Pero ya es tarde, para cuando veo mi habitación, ella ya esta en mi mente.
Y me siento como un imbécil, por toda la mierda que hice.
Todo lo que le hice.
Pienso que ojalá solo hubiera esperado 40 días y 40 noches por alguien como Ema.
Si solo...
El hecho de que espere 467 días y 488 noches para volver a verla.
No fuera más que una mentira.
Y odiaba las mentiras.
Era irónico, porque era el peor de los mentirosos.
Observó la habitación.
Veo el pequeño estante que esta por encima del escritorio, y analizo los objetos de izquierda a derecha. En primer lugar, dos pequeños libros, el primero es el que Ema me regalo hace dos años, el segundo es un anuario, uno que Eliot consiguió, para ser más específico (Yo ni quisiera pude ir a la graduación), el cual fue un obsequio. Sigue un portarretrato con una foto de mi mamá, donde tiene la sonrisa más enorme y brillante que halla visto jamás, y al final esta una estatuilla de oro, el primer lugar de "PREMIERS RIDDLER MUSIC INTERNACIONAL", que gano "All we are" el año pasado.
Justo después de "Eso", me entere que había sido seleccionado. No me atreví a recibir el premio en persona, mi productor lo hizo.
Hecho un vistazo al resto de la habitación, justo donde había estado hace menos de 3 semanas y admito que no extrañaba mucho el lugar.
Esta el reloj de pared junto a la cama, que papá me regalo en cuanto supo que había entrado a la universidad. En las cajas del suelo regadas por todo el espacio están todos mis discos, Before yesterday, All those nights, Archy Mells, todos están ahí. También la guitarra de aquella vez que fui a Ephemeral, luce en la pared como una reliquia. Y al volver mi vista a la cama, el desorden que habita en esta me hace recordar...
Me coloco los audífonos, se supone que debía trabajar en una melodía cuando recién llegara, sin que mi ordenador este conectado a internet para no verme tentado a buscar mi nombre.
Las cosas se han calmada desde entonces, no como quisiera pero supongo que debería conformarme. Después del incidente, si es que se le puede llamar así. Mi identidad fue expuesta, por lo que me vi obligado a permanecer escondido por un tiempo, compré una casa en las afueras de la ciudad de Riddle stard, y terminé las clases de mi último año de la peor manera posible, trato de no pensar mucho en eso.
Eliot, unos meses después de haberme ido de la ciudad, apareció con mi papá. En uno de sus viajes a Insane, dijo que de repente invadió su auto, y decidió no hacer preguntas.
Recuerdo que esos 6 meses habían sido los peores de toda mi vida, Liam pasaba cada fin de semana con nosotros pero yo extrañaba mi vida, mi vida antes de que todo pasara, la ciudad, a mi mejor amigo, por Dios, extrañaba a Ema.
Extrañaba a la persona que era con ella en mi vida.
Tenía tiempo de más para preguntarme si había tomado buenas decisiones, si algo hubiera cambiado algo.
Si había la posibilidad...
Era idiota desperdiciar el tiempo en eso. Lo que debía pasar, paso, no hay vuelta atrás.
Por mas que de vueltas en mi cabeza.
Eliot ayudo un poco cuando se mudó con nosotros, no se que opino su padre, pero cuando note que no lo visitaba, y le hacía una llamada cada quien sabe cuánto, no creí que fuera relevante, y me alegré que mi mejor amigo viniera hacia mi.
Después de todo el desastre, las cuentas de internet explotaron, hubieron protestas, querían que volviera "All we are" y he de admitir que la idea me aterraba. Me sentía cada vez como un niño pequeño, acorralado y en situaciones que era incapaz de controlar.
Lo peor de todo es que era tarde, estaba metiendo hasta el fondo. La gente me reconoció en las calles, el internet exploto con mi nombre, incluso varios programas de televisión e invitaron a su programas, otras empresas se interesaron en mi, con el pequeño detalle de mostrarme al público, y aprovecharse de eso.
Veían el escándalo como una oportunidad, querían explotar lo que quedaba de mi, lo que no había explotado aún.
Todo eso era algo a lo que tenía que enfrentarme, así que en diciembre del año pasado, el programa volvió a estar en transmisión. Más que nada porque ya no querían que volviera, exigían e incluso llegaron a causar daños graves en los edificios oficiales de SLPFP para que lo hiciera. Lo que no le pareció nada gracioso a mi productor.
Él cuál amenazó en no ayudar ni un poco si no le daba soluciones.
Me levanto del escritorio porque el día de hoy, al parecer, concentrarme será bastante complicado.
Observo un segundo hacia la ventana, y voy hasta ella, parece que hoy será un día soleado.
Admito que una de las cosas que más me gusta de los dormitorios de la universidad es la vista. La calle principal se extiende hasta mas allá de donde alcanza la vista, invaden los arboles y arbustos al lado izquierdo, los atardeceres son algo digno de ver.
Abro la ventana, para dejar que alguna mariposa entre a la habitación, en busca del néctar de las plantas que compre, por si algún día Ema...
Es estúpido pensar en eso.
El dormitorio es grande, tiene una cocina, 3 baños, una sala de estar de buen tamaño. También las habitaciones están separadas, por enorme puertas de cristal con algún tipo de tapiz que impide ver a los demás cuartos.
Abandono mi habitación, pretendiendo comer algo antes de irme a las clases.
Entonces a mi izquierda, se puede observar a la persona que dejo la puerta abierta y parece estar media muerta, uno de los compañeros con los que comparto habitación, su nombre es Josh por Joshua Paterson y ha elegido uno de los peores horarios que se puede imaginar, a penas es el primer día y seguro se muere antes del primer mes.
Es hijo de uno de los productores de cines más importantes del país, incluso he visto algunas de las producciones más reseñadas. Y no es nada de broma que Merle Paterson sabe lo que hace, le rogaria a ese señor para que me de trabajo, y bueno, pretende dejar a su hijo para continuar el legado.
Lo cual algunos días le parece la mejor decisión de su padre, y bueno, otros tantos...
—Yo, definitivamente no amo tanto el cine—. Pronuncia entre diversos balbuceos.
Bueno, otros días pasa eso.
—Si, si, claro. El cine es lo peor que existe.
—Acabo de corregir un puto guion que era una mierda...— Levanta un poco el rostro de su almohada, y luego se deja caer de nuevo. Es un dramático de primera —Ni siquiera pude decirle, yo solo reescribí un poco y me dije que dejara su trabajo descansar. Que los grandes autores eso hacían.
—Sinceridad aunque a veces duela, Josh.
—El cine es una mierda.
—Duerme un rato.
Cierro la puerta de Josh, y me dirijo hasta la cocina para preparar algo cercano a un desayuno, como tenía planeado en primer lugar.
Me detengo ante otra puerta abierta , frente a mi, en la habitación vacía y llena de desorden, bueno esa es la que pertenece a Eliot Alister, el cual ya está en su primera clase.
Cuando veo que se me hace tarde dejo todo y voy a bañarme. Después de una ducha de 20 minutos, me cambio. Es el primer día de clases, y no estoy interesado en impresionar a nadie.
Me echo un vistazo en los enormes espejos de la pared de mi cuarto, llevo un pantalón suelto de color color negro, una camisa simple blanca, y encima otra camisa negra ancha, de botones que llevo sueltos, tomo mi reloj de la mesita junto a la cada y me lo coloco.
Acomodo mi cabello hasta que me agrada como se ve. Mi clase comienza a las 11, y desde los dormitorios son 15 minutos caminando. Podría ir a busca mi auto, pero me temo que Liam se lo ha llevado cuando me ayudó a dejar mis cosas ayer. (Y las de Eliot)
Así que faltan 30 minutos, aprovecho a guardar algunas libretas y lápices en mi mochila, también el cuadernos con las letras de mis canciones, dueño del desorden en la cama.
Le aviso a Josh que ya me voy, él gruñe como despedida y me hecho a andar, con mis audífonos puestos.
Suena Where's my love
Y no se porque he escogido está playlist, me hace pensar demasiado.
El campus es grande, enorme, monstruoso. Bueno después de todo está universidad es de personas ricas. Y no es una broma, literalmente cada persona de aquí al menos es hijo de algún productor, músico, escritor, arquitecto, cualquier cosa que tenga fama y dinero. Realmente a veces me siento como un bicho raro, llegue aquí por mérito de mi productor, y por la empresa de radio escucha.
Hasta hoy, me gano miradas que no logro descifrar cada vez que avanzó a mi destino, pero las ignoro, sea como sea, estoy aquí, y lo merezco al igual que cada uno de ellos.
Al llegar a uno de los tantos edificios principales, donde se correspondía llevar la clase de "Proceso creativo", y que según informaba mi plan de estudios, era necesaria para desenvolver la creatividad y desarrollar todas tus potencialidades artísticas.
Ya podía imaginar que se trataba de una clase general.
Me adentro en la monstruosidad arquitectónica, hasta encontrar el elevador. Avanzó a pasos prudentes y al entrar marco el cuatro. Algunas personas se unen a mi, así que opte por quitarme los audífonos y prestar atención, o podría bajarme en el piso equivocado.
Para mi suerte la mayoría bajo en ese, revise mi horario en mi teléfono, el aula era la 403. Así que seguí por el pasillo, al tiempo que buscaba el numero correspondiente.
Aun de un tiempo aquí, todavía me sorprende lo enorme de estos edificios, y los diseños únicos. Incluso me hace pensar que las personas que los diseñaron y constriñeron si les gustaba su trabajo.
Cuando llegó, me enfrento con las enormes puertas de cristal, avanzo hasta abrirla del todo, y me encuentro con algunas miradas curiosos, murmullos que son similares al ruido de los molestos mosquitos.
Y cuando siento el impulso de salir justo por donde acabo de entrar.
Veo cómo alguien me extiende el brazo y lo mueve de manera exagerada, no que queda mas que suspirar, e ir hasta la persona.
—Hazte a un lado.
Cuando se mueve, tomo asiento junto a ella.
—Así que decidiste venir.
Sus rizos definidos y largos caen en su espalda, tiene la piel morena y unos ojos muy muy negros, al igual que su cabello. Es brillante, a veces me dan ganas de cerrar los ojos cuando esta muy cerca.
—Con mucha voluntad no.
—No creo que alguien venga el primer día de clase con voluntad.
Y le doy la razón. Alisha Walker, hija de un cirujano, y de una modelo muy reconocida. Nos conocimos el periodo pasado, resulta que teníamos dos clases juntos, y aunque la evite por mucho rato, terminamos por entablar una amistad.
Una en contra de mi voluntad.
—Hay una chica nueva—. Me susurra.
Y si, había visto como lo mencionaban en los grupos de clase, una chica que había ganado un concurso internacional de escritura creativa, era una mierda así.
Leí eso en contra de mi voluntad, no me interesaba demasiado.
—Ah, ¿Si?
Empiezo a buscar uno de mis cuadernos, y un lápiz cualquiera para anotar algo, o fingir que lo hago.
—Dicen que se ganó la beca completa. Debió escribir algo realmente interesante ¿No lo crees? Intente buscarlo pero no se ha revelado al publico aun, siempre exageran todo. Y que es realmente hermosa... Escuche el rumor de que podría ser extranjera.
—Bien por ella... ¿Si sabes que también eres extranjera, Alisha?—. Le doy una sonrisa pequeña, casi nada, es realmente una idiota.
Pero a veces eso es divertido.
—Eso es diferente—. Sus mejilla se acaloran un poco. —Ella...
No veo a donde va esta conversación, pero no me interesa mucho. Así que cambió de tema.
—Tus vacaciones, ¿Qué tal?
Y su mirada se ilumina, le gusta mucho hablar de ella.
—Estuve en...
Su voz, puedo apostar que suena en todo el edificio.
Pero para mi, cada vez es mas y mas suave.
Porque algo pasa, algo extraño.
La puerta se abre con un sonido hueco, y no entiendo porque todo voltean.
Pienso que son idiotas, que talvez en sus cabezas no hay nada, eso hasta que los pequeños golpes de unos zapatos altos se acercan, y contra todo impulso de razón, giro.
Y entonces llega a mi vista.
Rizos que invaden parte de su rostro, en un tono rojo. Definidos y cortos, muy cortos, arriba de sus hombros. Una piel blanca donde se asoma un tatuaje de mariposa, que no se aprecia lo suficiente desde esta distancia.
Lleva puesto un pantalón recto, que la hace verse jodidamente bien. Una camisa que además de mostrar un poco de su cintura, deja los hombros al descubierto, todas esas pecas, todas esas hermosas pecas.
Incluso más de las que recordaba ¿Alguien puede tener más pecas en 1 año y 3 meses? no las observe con tanto detalle como debería la última vez.
No logro ver claramente su rostro, a penas noto en sus ojos una mirada profunda, y sus labios en un color que quien sabe que color es, pero que se le ve precioso, es ella... Claro que es ella.
Es...
Ema Charles.
Ella estaba aquí, y todas las canciones que llevaban su nombre invadieron mi cabeza.
Estaba aquí y seguía tan preciosa, seguía despertando todo en mí.
Nota de autora: Este es el fin de "Las canciones que somos"
Pero no es el fin de Ema y Asher.
"Una canción que será la ultima" ¡Pronto!
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