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12. Es que ojo de loca

Por Ema Charles

Sabía que esto pasaría.

Y no me preparé ni un poco.

Bueno, digamos que lo pensé unas 200 veces, pero solo fue un pensamiento casual. Una ligera y fugaz situación que me negaba a enfrentar.

—¿Te gusta este? —. Pregunto Lara frente a mí con un bolso color café.

Le juro que creí que me estaba enseñando el mismo, luego de ver el segundo bolso café. Al parecer este era de otra marca, aún más cara que el anterior.

—Es lindo... Supongo

¿Cómo terminé aquí? Comprando ropa con mi mejor amiga Lara O'Donnell.

Claro que podría irme por la historia larga, con detalles y todo. Pero no les haré tanto daño, así que lo voy a resumir muy bien. (No se fíen, seguro lo hago del asco)

Ey, al menos lo intentaré.

Lara me dijo que Eliot la había invitado a una fiesta el viernes, y aquí a la persona más inteligente del mundo (nótese el exceso de ironía, porque si, hay mucha) se le salió mencionar que ella también iría, y aún peor, decir que Asher James la había invitado.

Lo que terminó en un inocente "Compremos un vestido" o algo así, muy inocente. Super inocente.

Pobre e ilusa Ema Charles, has caído directo en su trampa. Llevamos más o menos 2 horas aquí, y conociendo a esta chica nos faltan unas 3 más.

—¡Oh Dios! —. Di un salto en mi lugar gracias al gritó de Lara. —Esto se te verá precioso.

Sostuve el vestido corto color lila, que no había terminado de asimilar si odiaba o amaba.

—¿Por qué hacemos esto? —. Pregunté cuando ella agrego otra prenda a mis brazos.

—Tengo un presentimiento aquí, Ema—. Señalo el lado derecho de su pecho y solté una carcajada.

—¿Qué? En el pulmón derecho ¡No puede ser! —. Me dio un golpe, casi tire todas las prendas.

—No seas idiota, habló del corazón. Tengo el presentimiento de que ese chico guapo con el que pasas tanto tiempo...

Fruncí el ceño.

—¿Hablas de Asher?

—¡Si! Eso es, siento que Asher se te va a declarar pronto.

Uff. Si supieras amiga.

Claro que lo hará.

Seremos novios, pero agregando un "falsos" después del término.

—No lo creo—. Eso es Ema, activa el modo loca.

Eso mismo que haces cuando te encuentran leyendo libros no aptos para tu edad. Igual no sé porque los clasifican, soy una adolescente de 16 y medio libre, no independiente pero casi libre.

Qué puede leer lo que quiera. (Y no es una excusa).

—¡Habló enserio chica! Que lo veo en sus ojos.

—Si aja—. Tome una camisa corta verde que llamó mi atención y la agregue al resto.

—Alla tú... Ya te acordarás de mí.

—Es que ojo de loca...

—No se equivoca.

En fin, tomamos las 300 prendas de Lara, y algunas que yo escogí para ir a los vestidores.

(...)

Solo había cuatro paredes pequeñas, pintadas en color crema, y un perchero donde podías colocar las prendas. Ese era todo el vestidor, e igual que ese había unos 9 o 10 más.

—¿Cómo pasó? —. Pregunto Lara que estaba en el vestidor siguiente al mío.

—¿Qué cosa? —. Me probé unos Jeans que en definitiva me llevaría a casa.

Me quedaban increíbles.

—Ya sabes... Lo de Asher y tú.

Me detuve en seco. Pensé en esta pregunta. No para responderle a mi mejor amiga, pero si la pensé mucho.

Para cuando empezarán los rumores en la escuela. Por si alguien más preguntaba. Quería estar prevenida.

Porque las mentiras casi siempre necesitan una base, consta de algo que logre sostenerlas que ya no pueda más y todas se derriben, dejando solamente restos de ellas. Y también verdades.

—El día que me suspendieron... Me lo encontré en un salón y de alguna manera todo surgió, muy natural... Con el tiempo conectamos.

Si aja.

Y no saliste corriendo por tu vida. En ese primer encuentro tan maravilloso y encantador.

—¿En serio? No parece del tipo de chico hablaría sin más con una extraña—. Escucho a Lara dudar, y en su lugar haría lo mismo.

Asher si es del tipo que no hablaría con una extraña.

Creo que no le gustaba hablar conmigo.

O con las personas en general.

—No lo es... Y no sé ¿Sabes? Es un poco difícil hablar con él. Pero una vez guardas silencio, tiene mucho que decir... Me gusta—. Hice una larga pausa. —¿Es extraño?

Me apoye en la pared del pequeño vestidor. Me hubiera gustado que así fuera, y no que Asher estuviera o más bien sintiera que me debe algo solo porque descubrí lo de su programa.

Jamás sería capaz de contar nada. No cuando esto parece tan importante para él.

Se identificar cuando algo es sumamente especial, y esto es así para él. No sería capaz de revelar nada. Esa decisión le pertenece a él.

—Para nada Em... Creo que es más bien una historia ¡Única! —. Pongo los ojos en blanco, aunque creo que tiene razón.

—Te quiero Lara O'Donnell—. Sale del vestidor y al escuchar el golpe de la puerta hago lo mismo.

—Te mataré si dices mi apellido de nuevo. Y también te quiero Ema Charles—. Me da un vistazo rápido antes de abrazarme. —Tienes que llevarte esos pantalones.

Asiento y se me escapa algo. —¿Y tú con Eliot?

—Te vas a reír un montón...

Me sorprende su expresión relajada, y esa sonrisa tan brillante. Me perdí muchísimo al parecer.

—No entiendo, creí que había algo entre ustedes.

Fruncí el ceño y al separarme presto atención a lo que traía puesto. Tenía un vestido rosado de tirantes, con una abertura en la pierna derecha. Se le veía de maravilla.

—Eliot es gay... Y básicamente le gusta el chico que dirige la orquesta del instituto—. Abrí la boca un poco.

Ugh, no me esperaba algo como esto.

Entonces Asher se refería a eso. Interesante giro.

—¿Reece Winter? ¿El chico de lentes? ¿El mismo del rumor sobre el tatuaje del año pasado?

—Ese mismo... Dijo algo de que le gusta desde hace unos meses. ¿Y es cierto lo del tatuaje?

—¿Me estas jodiendo? Creí que incluso había tenido novias... Lo vi con chicas, bueno eso dicen en la preparatoria.

—Pues no. No siempre puede ser verdad lo que dicen de alguien Charles... Creí que sabías eso—. Me golpeó la frente con dos de sus dedos.

Me queje, estoy segura que el lugar ya se tornó rojo. Pero lo merecía, juzgar a las personas sin conocerlos debería ser considera un acto de cobardía pura, igual y es una cosa de idiotas.

—¿Y todo el mundo lo sabe? No entiendo—. Lleve mi mano a mi frente.

—Él dijo algo como "No es que las personas heterosexuales anuncien su sexualidad, ¿Por qué debería yo tener que anunciar que me gustan los chicos? Eso es algo que solo debe importarme a mi"... La verdad tiene razón.

—Si que la tiene—. Pensé un poco más.

Supongo que luego ya me perdería tratando de comprender por completo lo que quiso decir.

—Y... ¿Le gustó Asher? —. Me sentí estúpida preguntando eso.

Pero lo cierto es que el chico es increíble. Y Eliot creo yo, ha pasado más tiempo en su vida que cualquier particular.

Talvez... Solo talvez.

—No es como que me haya contado toda su vida Ema—. Anuncio Lara al abandonarme e ir hasta el espejo más cercado.

—Bueno... Supongo que no...

—¡Era broma! Claro que me dijo sobre eso. Aunque talvez mientras yo lo veía como interés amoroso, él ya fantaseaba con que fuera su mejor amiga.

Amigos, mi vida amorosa es como:

Perdón Lara, pero era una broma que no me iba a guardar.

—¿Y entonces? —. Pregunté, y miré por completo el atuendo tan genial que me había puesto.

—Dijo que si... Y que más o menos hace dos años se lo dijo. Y pues no resultó porque Asher, pues... Le gustan las chicas.

Suspiro.

Y yo solté el aire que había retenido.

¿Por qué me sentía tan aliviada?

Todos lo sabemos Ema.

—¿Es un buen chico, cierto?

—Es increíble, pero dudo que vaya a hacer algo por acercarse a Reece... Y creo que se va a sentir solo si sigue así—. Lara desvió la mirada, de alguna forma era consciente de que, pues, ella tenía razón al preocuparse.

Y como una buena amiga tenía que actuar. Aun dando consejos que luego jodieran todo.

—¡Oh, Dios! Entonces haz algo querida Lara O'Donnell.

—No Ema. No puedo interponerme, cuando nadie ha pedido mi ayuda.

—Era solo un decir.

—Ya, ya... Pero ¿Es cierto lo del tatuaje de Reece?

—¿Es de su espalda? No sé, talvez Eliot lo sepa luego—. Lara sonrió.

—Mal chiste Ema, ahora anda... Quiero verte ese vertido verde.

—Voy, voy.

Al final volvimos juntas. La mayoría de lo escogido terminó en mi armario, y media tienda en el de Lara.

Estoy nerviosa.

Querido viernes... No llegues nunca.


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