Tiro de Melody hacia el medio de la pista sonriendo. He estado esperando a que este momento llegara desde que entramos a la fiesta, ansiaba tomarle la mano y perdernos en nuestro mundo, pero cada vez que volteaba a verla o ella a mí, estábamos ocupados. Empire Records organizó una fiesta por el lanzamiento del disco y, como era de esperarse, invitaron a cada revista de chisme, influencers y persona que esté dentro del mundo de la música. Los chicos y yo pasamos mitad de la noche sonriendo a gente que no conocíamos, fingiendo considerar cada propuesta que nos hicieron y saludando a socios de Empire de los cuales jamás habíamos oído hablar. Al final de todo ganó la foto en el lago, se convirtió en la portada del disco y del álbum y, de verdad, no puede verse más perfecta.

—Aquella mujer quería que le comparta mi rutina de limpieza facial —comenta Melody haciendo una mueca de asco—. No soy la persona indicada para darle consejos, apenas me lavo el rostro cuando me levanto.

La miro con los ojos entornados sabiendo que el baño de su casa está lleno de cremas, mascarillas y menjunjes iguales a los que llevó al hotel.

—No me mires así —sonríe como si pudiera leerme la mente—. Si me pongo algo es por diversión, no porque lo necesite.

Me encojo de hombros a la vez que miro al DJ asintiendo con la cabeza. Tuve que darle cien dólares para que accediera a poner esta canción justo en el momento en que nosotros entráramos a la pista.

Can I be him de James Arthur empieza a sonar a la vez que mi mano viaja a la cintura de Melody atrayéndola hacia mi cuerpo. Giramos una, dos, tres veces y luego permanecemos bailando en el medio de la pista, solos nosotros dos porque, a pesar de que hay mucha gente a nuestro alrededor, solo importamos ella y yo.

—Lo de las canciones del otro día me hicieron pensar en algo —suelto y ella se aparta un poco para verme con el ceño fruncido—. Esta es la canción que cruzó por mi cabeza cuando te conocí.

—¿Quién querías ser? —pregunta, haciendo referencia al título de la canción.

—Quería ser el chico del que estuvieras enamorada.

—Lo eres —me da un beso corto—. Eres la musa de todas las canciones que he escrito este mes entero.

—¿Yo? —alzo las cejas.

—No creas que solo escribí una canción —La hago girar y ella sonríe—. Hay muchas más y estoy seguras de que habrán muchas otras.

—Yo no sé escribir canciones, no es justo —suelto en un quejido.

—Sí sabes, pero no necesito que me escribas canciones para saber que me amas —me da otro beso—. Con que me mires así es suficiente, los ojos no pueden mentir.

Entonces, por el rabillo del ojo, capo una cabellera rubia bailando entre la gente y ella parece notarlo porque frunce el ceño.

—Parece que has visto un demonio, Harry, ¿qué pasa?

—Mi padre está bailando con su esposa.

—¿Cuál es? —ahora es ella la que me hace girar, pero gira conmigo dejándome de espaldas a donde está él—. ¿No quieres que te vea?

—No tenemos la mejor relación —balbuceo sin dejar de bailar.

Es una hermosa noche, la he pasado bien con mis amigos y estoy con la chica que amo. No puede aparecer aquí como si tuviera el derecho de hacerlo y cagarme la noche, no puede ser tan hijo de puta. Si al menos me quisiera un poco, aunque fuera una cantidad insignificante, y tuviera un poco de sentido común, no estaría aquí.

—No sé por qué vino... —admito—. Yo no lo invité.

Mi familia entera está en esta fiesta, desde la abuela Evelyn hasta el tío Gabriel, literalmente están todos. La familia entera se reunió por el lanzamiento del disco y si a él no le llegó una invitación es porque nadie lo quería presente. Poca vergüenza tiene en la cara para aparecer sin más, no importa si no ha venido por mí.

—Solo ignorémoslo —dice sonriendo y luego me da un beso corto en los labios—. Sabes, he estado trabajando en mi nuevo álbum y creo que ya sé que nombre le pondré.

—¿Cómo?

—Agapē.

—la miro frunciendo el ceño y ella sonríe—. Es una palabra griega que significa la forma más pura del amor y como este perdura sin importar lo que pase. Las canciones hablan sobre nosotros, sobre lo que recuerdo y todo lo que me gustaría recordar...

—¿Podría decir que me estás dedicando un álbum completo? —subo y bajo las cejas.

—Debo seguir el legado Corbyn —su sonrisa se ensancha—. Lo de dedicar álbumes enteros corre por mis venas.

Bailamos dos canciones más y luego regresamos a la mesa donde están Abraham y Lena. Al preguntar por Mike, Giulia, Phebe y Kilian, Lena nos dice que han se han ido al hotel a dormir. Melody los alienta a que nos acompañen en la pista y tras eso pasamos otra media hora bailando.

Los cuatro estamos en la barra cuando siento que Abraham me palmea el hombro y para cuando lo miro tiene una expresión de horror en su rostro.

—¿Estás bien? —pregunto a la vez que él hace una seña con su cabeza hacia mis espaldas.

Miro por encima de mi hombro y no hace falta mucho más para reconocer a la figura que se acerca con cada paso y un inmenso sigilo. Melody parece notarlo, toma mi mano y me sonríe.

—Suerte, hermano —dice Abraham ladeando los labios antes de abandonarme con Lena siguiéndole el paso.

Sé que es incómodo verme hablar con Landon, pero como amigos que son deberían poder soportarlo.

—No me dejes solo —le pido a Melody.

—Aquí estoy —besa mi mejilla—. No pienso irme a ninguna parte.

Landon se sienta en un taburete a mi lado y le encarga al chico detrás de la barra tres de sus mejores trago. Melody le sonríe, supongo que devolviéndole el gesto y entonces siento como él posa su mano en mi hombro. La repugnancia me abraza y me zafo de su agarre con rapidez.

—Hijo —pronuncia y yo trago grueso.

Me molesta, demasiado, que me llame así. No soy su hijo, jamás lo he sido, no tiene derecho a llamarme así y nunca lo tendrá.

—Mi nombre es Harry —comento viéndolo a los ojos—. Aunque preferiría que no, si vas a hablarme llámame por mi nombre.

—Bien —noto como suspira—. Harry, ella es mi esposa, Franchesca.

Una mujer de cabello castaño claro se acerca a mí y me da un beso en la mejilla posando su mano en mi espalda. No reacciono a tiempo como para devolverle el saludo, pero sí le sonrío cuando se aparta.

—He oído hablar mucho de ti, Harry —dice ella y mi mirada recae sobre Landon—. Mi hijo Dylan es gran fan de tu banda, está emocionado por poder conocerlos.

—Será un gusto —le aseguro sonriendo.

Mamá tiene razón. Franchesca y su hijo no tienen la culpa de que Landon sea detestable, ellos no merecen mi indiferencia.

—Estábamos pensando en invitarte a cenar alguna noche a casa —dice él y yo niego con la cabeza.

—No he compartido una cena contigo en veinte años, no quiero hacerlo ahora, Landon —Siento como Melody aprieta mi mano y volteo a verla sonriendo.

—¿Melody Corbyn? —pregunta Franchesca desviando la tensión—. ¿Cómo es que no te reconocí antes, niña. El novio de Dylan se conoce todas tus canciones, ¿podemos tomarnos una foto? Morirá cuando sepa que estuve contigo.

Melody le sonríe a la vez que asiente. Franchesca saca su celular y se toman una selfie sonriendo mientras Landon y yo las contemplamos. Me molesta que vea a Franchesca con tal brillo en los ojos, me jode porque sé que jamás vio a mamá de la misma forma y no le importó lo que pudiera llegar a sentir cuando se marchó.

—Vimos Friday with Rockstars —comenta Franchesca mientras Landon asiente—. Sepan que apoyo su ship, la campaña que han hecho con él me parece fantástica.

—Vas a por el correcto —Melody vuelve a apretar mi mano y sonríe de lado.

—¿Son novios? —pregunta ella con la mandíbula rozándole el suelo.

—Llevamos juntos casi medio año —compartimos miradas sonrientes.

Que mentirosa.

—En ese caso, la invitación se extiende a ti también —dice ella y mi humor vuelve a decaer—. No puedes perderte la cena, ni tampoco la primera fiesta que daremos el viernes para estrenar la nueva casa.

—Me encantaría, pero no creo que podamos —Melody niega con la cabeza apretando los labios—. Con el trabajo y demás casi no estamos en Barstow, y cuando sí aprovechamos a dormir y descansar.

—Ya será luego —dice Landon haciendo una seña con la mano hacia la multitud.

Sigo la dirección de su seña y encuentro a un fotógrafo acercándose.

—No quiero que nos tomen una foto juntos —le susurro a Melody—. Todos van a hablar de él y no me gusta.

—Les daremos algo más de qué hablar —susurra ella encogiéndose de hombros.

Franchesca se pone junto a Melody y Landon se acerca más a mí. El tipo de la cámara nos alumbra con el flash y al segundo siguiente Melody me toma por la mandíbula y gira mi rostro para besarme.

El fotógrafo mira la foto sonriente, sabiendo perfectamente lo que tiene en sus manos, la primicia por la que van a darle dinero y al tratarse de Melody, sabe que no serán migajas. Toma algunas más, pero no importa; ya no importa que salga sonriendo junto a Landon en una foto, nadie va prestarle atención a eso después de ver la del beso.

—Fue un placer conocerte, Franchesca —le dice Melody dándole un beso en la mejilla—. Me encantaría seguir hablando, pero tenemos que irnos.

Le sonrío a Franchesca antes de tomar la mano de Melody y tirar de ella fuera de ahí. Caminamos entremedio de la gente y no nos detenemos sino hasta que estamos fuera del hotel.

—Gracias por no marcharte —le digo mientras desaceleramos el paso.

—Me pediste que no lo hiciera, no iba a hacerlo —se estira para besar mi mejilla—. ¿Qué pasó con tu padre?

—No me gusta llamarlo así, para mí es Landon —Ella asiente.

—¿Qué pasó con Landon? —vuelve a preguntar.

Suelto un suspiro alzando la vista al cielo.

—Mi madre quedó embarazada con dieciocho años y desde entonces él fue una mierda con ella. La engañaba, no la apoyaba en nada, casi siempre la dejaba sola... Era una pésima persona. Luego, cuando yo nací, se quitó toda responsabilidad de encima. Mis tíos ayudaron a mamá en todo lo que necesitó, pero él no estuvo ahí... A pocos días de haber cumplido cuatro años él se marchó sin decirle nada a nadie, se fue a Italia con mi abuelo y nunca supimos nada más de él, o al menos fue así hasta ahora.

—¿Lo odias? —me encojo de hombros.

—No lo odio, solo no quiero tenerlo cerca de mí ni de las personas que amo porque a todas las ha lastimado de una u otra forma.

—¿Esas personas lo perdonaron? —asiento apretando los labios—. ¿Tu madre lo perdonó? —vuelvo a asentir—. ¿Entonces por qué tu no puedes perdonarlo?

—La lastimó demasiado, la dejó sola, dejó que me criara sola...

—Y ella lo perdonó —niega con la cabeza—. ¿Sabes lo que daría por poder hablar con mi padre? ¿Por conocerlo? Haría cualquier cosa por verlo aunque fuera un solo segundo...

—No es lo mismo, Melody —trago grueso—. Tu padre no quería abandonarte, al mío le dio igual.

—Ha pasado mucho tiempo desde entonces, Harry. Las personas cambian.

—Puedo perdonarlo por haberse ido, pero no por el daño que le hizo a mamá...

En el fondo sé que mi desagrado hacia él es por eso. Me da igual que se haya marchado, pero la lastimó, sacó lo peor de ella y aunque mamá lo haya perdonado, para mí no es tan fácil hacerlo.

—Vicky es feliz con Ander, ambos dejaron todo en el pasado, deberías hacer lo mismo —se detiene y me abraza—. No tomes decisiones de las que luego puedas arrepentirte —susurra contra mi pecho—. El tiempo pasa como loco y quizá algún día te despiertes añorando haber tenido una mejor relación con Landon.

—No creo que ese día llegue jamás —sonrío acariciándole el cabello.

—Piénsalo, ¿sí? —me mira a los ojos—. No tienes que estar dispuesto a quererlo ahora, pero quizá sí algún día.

—Quizá algún día —suspiro—, pero uno muy lejano.

Rueda los ojos y yo ensancho mi sonrisa.

—¿Volvemos a la fiesta? —Antes de que responda tira de mí de regreso al enorme salón.

—¿Podemos marcharnos? —pregunto arrugando la nariz—. Estoy cansado.

—Cómo quieras —asiente—. ¿A quién le diste tu copia del disco?

—Lo tiene Sara —suelto y ella cambia la dirección de nuestros pasos tirando de mí hacia la mesa en la que se encuentra mi familia.

Al llegar, le pido el disco a Sara y tras avisarles que nos marcharemos volvemos a encaminarnos fuera del salón tomados de la mano.

Restándole algunas partes, esta noche fue perfecta.

Holiiiii, EL PRÓXIMO DOMINGO ES LA MARATÓN MI GENTE LATINO Y NO LATINO. 

Ya quiero que puedan leer todo lo que se viene, va a ser todo tan lindo que les juro que van a sentirse orgulloso de todos estos cachivaches. Dios, que hermoso.

Les dejo el disco acá y voy a subirlo a pinterest (diidii27) pa que tengan la experiencia completa, ah.

Bueno, no tengo mucho más que decir, nos vemos en el final.

TKM MUGROSOSSSS.