15 | «Pensaba en Melody»
Salgo de la cama lentamente buscando no despertar a Melody y una vez estoy fuera de la habitación descuelgo la llamada de Abraham.
—¿Qué pasa? —Despego el celular de mi oreja solo para confirmar que es demasiado temprano como para que me esté llamando.
—Lena y yo estamos en el bar —dice y de fondo la escucho reírse—. Levanta a Mike, pasen a buscar a Phebe y vengan.
—¿Para qué nos quieres? —Comienzo a bajar las escaleras escuchando a Lena gritar algo que no logro entender.
—John le mandó a Lena un archivo con posibles feats y tenemos que decidir qué canciones ofrecerles. Además tenemos que ponerle orden a las canciones para comenzar a grabarlas la semana que viene y hay que mandarle la lista a los de la discográfica cuanto antes.
—¿No podías llamarme a otra hora que no sean las siete la mañana? —pregunto con tono enojado y sin darle tiempo a responder, cuelgo la llamada.
—Buen día —La voz de Sam me toma por sorpresa y me giro hacia la sala con brusquedad.
—No te había escuchado —suelto acercándome a ella para saludarla.
Se yergue un poco en el sofá para darme un beso en la mejilla y acto seguido le pone pausa a la película que estaba viendo en la televisión.
—¿Todo bien? —Baja la mirada a mi celular y yo asiento con la cabeza.
—Cosas del trabajo —Lleno mis pulmones de aire y luego lo suelto poco a poco.
—¿Melody sigue dormida? —pregunta y yo vuelvo a asentir—. Gracias por acompañarla.
—Le dije que iba a estar para ella siempre que me necesitara y no mentí.
—Lo sé y por eso no me preocupa que se quede en la ciudad —sonríe de lado—. A Fausto no le agradó nada saber que iba a regresar aquí, si no envió personal de seguridad encubierto es porque confía en ti.
—Yo creí que me odiaba —bromeo riendo.
—No va admitirlo jamás, no textualmente, pero le caes bien —asiente sin quitar la sonrisa de sus labios—. Como dicen... te ganaste a la familia.
Sonrío señalando las escaleras con mi pulgar—. Voy a despedirme de Melody.
Subo las escaleras y me meto otra vez en la habitación. Melody sigue dormida así que dejo un beso en su cabeza, levanto a Booboo que está tirada en el suelo y vuelvo a abandonar la habitación con el mismo sigilo que más temprano. Me despido de Sam y salgo de la casa con una sonrisa boba en mis labios.
Le envío un mensaje a Mike y a Phebe antes de encender el auto y ni bien responden que están saliendo para allá me pongo en marcha yo también. Mientras conduzco hacia el bar, de mi mente no se despega las imágenes que fue guardando durante la noche. Acabé durmiéndome mucho más tarde de lo que debería, pero no me arrepiento, cada segundo despierto lo vale; abrir los ojos y verla ahí, durmiendo libre de preocupaciones, vale el cansancio que siento ahora.
Estaciono el auto frente al bar aprovechando que la cuadra entera está libre. Ni bien entrar al establecimiento diviso a Abraham y Lena, no me es dificil dar con ellos porque básicamente son las únicas personas aquí dentro.
—¿Por qué tardaste tanto? —pregunta Lena cuando la saludo—. ¿Mike no viene contigo?
—Estaba saliendo de casa hace como diez minutos, le quedan como diez más todavía.
—¿Se pelearon? —Abraham me mira con el ceño fruncido y yo niego con la cabeza.
—Yo ya estaba en la ciudad, por eso no venimos juntos, pero está todo bien...
—¿En casa de Emily? —Lena entrelaza sus dedos con los de Abraham encima de la mesa.
—Menos pregunta Dios y más perdona, ¿no? —suelto mientras me siento frente a ellos haciendo una seña con mi cabeza hacia sus manos—. ¿Oficial?
Ya que estamos insistentes con las preguntas no veo por qué no puedo hacerles una yo también.
—Casi —dice Lena y mis ojos recaen sobre Abraham que me mira completamente serio.
—Delante de nuestros seguidores no podrán decirlo —Alzo el brazo sonriendo en busca de captar la atención de Nick que está en la barra—. Regla número uno de las bandas: Hay que mantener la ilusión de poder tener algo con el vocalista.
—Eso aplica para cualquier integrante —dice Abraham volteando a ver hacia Nick que se acerca—. Pero sí, concuerdo con Harry. No podemos decir nada ni demostrarlo porque no nos conviene.
Lena frunce un poco el ceño y aparta la mano de la de él lentamente. Miro a Nick con incomodidad y no puedo evitar sentir pena por ella, ha pasado media vida enamorada de Abraham, siempre con la ilusión de que él va a amarla de la misma forma. Desde siempre hemos deseado que abra los ojos y avance, pero ahora me doy cuenta de que cuando eso pase va a dolerle demasiado.
—Hola, Harry —saluda Nick—. ¿Qué vas a pedir?
—Tres café, dos con azúcar y uno con edulcorante, y doce donas solo con azúcar—miro a los chicos—. ¿Ustedes van a pedir algo?
—Ya desayunamos —Lena sonríe—. Estamos aquí desde que abrieron.
—Literalmente —Nick agranda los ojos anotando mi pedido en su libreta de comandas—. Apenas estaba abriendo la puerta y ya los tenía detrás de mi.
—Pasamos la noche entera deambulando por la ciudad —dice Lena metiendo mano en su bolso para sacar su celular que acaba de sonar—. Phebe está aparcando. Lo que decía... Pasamos la noche entera vagando por ahí y no encontramos ningún comercio abierto. Estábamos muriendo de hambre.
—Se comieron dos hamburguesas completas cada uno —Nick vuelve a agrandar los ojos dándose vuelta para marcharse—. No es necesario que digan que se estaban muriendo de hambre para que les creamos.
Cuando Nick está lo suficientemente lejos como para no escucharnos miro a Abraham completamente serio y ladeo mi cabeza esperando a que confiese, pero no lo hace, así que presiono.
—¿Abraham? —En mi tono es clara la advertencia.
Él baja la mirada y eso lo delata.
—Abraham. No puedes meterte en eso otra vez —continuo con el mismo tono serio.
—Solo fue un poco —dice y su mirada pasa a algo a mis espaldas.
Como si todo se hubiera cuadrado para encontrarnos los cinco en una situación incómoda, Phebe y Mike entran en el bar riendo y al llegar a la mesa se enserian completamente.
—¿Murió alguien? —pregunta Mike sentándose a mi lado mientras Phebe se hace lugar junto a él.
—Abraham está metiéndose cosas otra vez —digo y Lena me fulmina con la mirada—. Dice que fue poco, pero pidieron cuatro hamburguesas para desayunar y Lena apenas llega a comerse una completa.
Cuando pasamos por esto a los quince lo acompañé cada maldito segundo. No dejé que tocara fondo y lo haría mil veces más, pero ahora tenemos muchas cosas en juego y no podemos permitirnos jugar a esto.
Mike le da un golpe en la oreja con la mano abierta que nos toma a los cuatro por sorpresa y permanecemos atónito viéndolo mientras le habla a su hermano.
—¿Eres estúpido? ¿Quieres acabar como el tío Innmat? Sabes que después de que entras en esa mierda cuesta salir, ¿lo sabes? —Abraham asiente—. ¿Entonces por qué mierda estás volviendo a ella? ¡Voy a hablar con papá! —lo sentencia con el dedo—. Es diferente fumarte un porro a meterte cosas. No creas que voy a dejar que nos arruines los sueños. O dejas las drogas, o te buscamos un reemplazo, tú decides.
Mis ojos viajan a la barra, precisamente a Nick que nos mira de reojo y que al notar que lo he descubierto se pone a arreglar vasos con una torpeza que delata sus nervios.
—¿Quieres que nos conozcan por tener al vocalista que va drogado todo el día? ¿Tienes idea de cómo le va afectar eso a mamá? ¡Por una puta vez piensa en alguien más que no seas tú mismo! ¡O la dejas o nos dejas y no quiero volver a repetírtelo! —le da otro golpe en la oreja y voltea a verme a mí respirando agitado—. ¿Nos pediste algo para desayunar?
Yo asiento y él sonríe. Nick parece sentir la tensión y se apresura con el pedido. Desayunamos los tres en silencio, un silencio un tanto incómodo en el que Abraham nos evita la mirada y, por el contrario, Lena nos fulmina con la suya. Al acabar la última dona, es Phebe la que propone comenzar a ordenar las canciones para después decidir a quienes contemplar para cada feat.
—«A part of us» tiene que ir primero, es una canción para nuestros fans y tiene que ser la que abra el disco —digo y los cuatro asienten.
—Quizá «We'll die young» pueda seguirle —Phebe forma una sonrisa en sus labios—. Ya tengo el feat en mente.
—Por ley va «Broken boy dreams» después —Abraham alza la cabeza y al terminar de hablar traga grueso—. Pongamos la de Melody cuarta.
Phebe anota todo en su libreta y una vez tenemos el orden definitivo, pasamos a elegir a los cantantes que trabajan con Empire a los que le enviaremos las canciones. Phebe propone que «We'll die young» vaya para Kilian y como a ninguno se le ocurrió un mejor feat que con él, aceptamos. «Princess» con Melody. «Compliment» con una tal Luisa Mclaren que no conocíamos, pero resultó tener cuatro millones de seguidores. «Under suspicion» con América Amen. Y «Don't play again» con Alex Dexter.
Lena le envía un correo a John con toda la información y ni bien apaga la pantalla de su celular, Mike se pone de pie avisando que debe marcharse.
—Voy a aprovechar que estamos aquí para visitar a mi novia —hace una reverencia hacia nosotros que nos deja viéndolo perplejos sin entender de dónde vino el gesto—. Nos vemos a la noche, Harry.
Sale del bar poniéndose la chaqueta de la banda. Phebe regresa la vista a nosotros negando con la cabeza y con una clara expresión de asco puesta en su rostro.
—Debe de transpirarle hasta el culo, el cuero y el calor no se llevan bien —Me mira y cuando hacemos contacto visual señala la puerta con un pequeño movimiento de su cabeza—. ¿Vas a quedarte?
Yo niego con la cabeza poniéndome de pie, doy suave golpes con el puño en la mesa y luego fijo la mirada en Abraham—. Ve a terapia. No te sigas inyectando, no va a terminar en nada bueno y lo sabes.
Él asiente. Sigo a Phebe camino fuera del bar hasta el auto de mamá y cuando la veo subirse frunzo el ceño.
—Mike me pasó a buscar y se fué solo, te toca llevarme a casa —dice y yo alzo las cejas.
—¿Me toca sacar la basura de Mike? —pregunto entrando al auto y me gano un golpe suave en la cabeza.
—Escucha... ¿Puedes llevarme a Los Ángeles el jueves? —ladea la cabeza haciendo puchero con sus labios y yo imito su mueca de asco de hace algunos minutos—. Por favor, es el cumpleaños de Kilian.
—Sabes que voy a llevarte —me encojo de hombros poniendo el auto en marcha—. No necesito explicaciones.
—Le dije que no podría ir porque tenía que hacer algunas cosas para la banda, pero esperaba que tu me llevaras y darle una sorpresa...
—Tienes que alcanzarme comida hasta donde esté estacionado —la sentencio con el dedo viéndola de reojo.
—No será necesario, porque estás invitado... Todos los chicos en realidad, pero no voy a decirles...Solo a Mike.
Volteo a verla y regreso la vista a la calle riendo—. ¿Cuándo piensas decirles que sales con él?
—Quiero mantener mi reputación de odiosa que se niega al amor —suspira apoyando el dorso de su mano en su frente.
—Preguntaba en serio.
Su suspiro ahora es genuino, sin nada de drama en él—. Había pensado decírselos cuando cumpliéramos un año, lo mismo con mamá y Jefferson... Quiero darnos el tiempo necesario para cada cosa, somos jóvenes, no hay que apresurar nada, no estamos perdiendo tiempo.
—Y si lo pierden pueden recuperarlo —sonrío con la imagen de Melody sentada sobre la encimera de la cocina.
—¿Por qué sonríes así? —vuelve a golpearme, pero ahora en el brazo que sostengo el volante—. ¿Te has dado cuenta de que solo sonríes así cuando ves algo que te gusta? ¿En qué piensas?
—¿Cómo estoy sonriendo? —Y aunque quiera evitarlo, vuelvo a sonreír.
—No sé, tus labios van para abajo, es raro, pero siempre lo haces cuando hablas de tus sueños o de tu familia así que llegué a la conclusión de que solo aparece cuando de verdad quieres algo. ¿En qué pensabas?
—Pensaba en Melody.
Da un golpe de palmas que me hace saltar en el asiento y voltear a verla con los ojos desorbitados.
—¿Qué pasa, loca? —pregunto temiendo la respuesta.
—Tráela a Los Ángeles con nosotros —chilla golpeando el tablero del auto con las palmas de sus manos.
—¿A Kilian no va a molestarle? —Me gusta la idea, la adoro, pero si alguien que no conozco aparece en mi cumpleaños y encima trae acompañante no voy a tomármelo bien.
—¡Ay, Harry, por favor! —rueda los ojos—. De las quinientas personas que habrán en esa fiesta, Kilian conocerá como mucho a veinte. Créeme que va a gustarle saber que puede hablar con alguien más en completa confianza porque cuando se de vuelta no va a ir a contarle esa interacción al primer periodista que se cruce.
—¿Y entonces por qué no le dices a Lena y Abraham que también vayan? Le va a gustar tener gente de confianza...
Entorna los ojos y abre la boca como si la hubiera ofendido—. ¿Por qué no le dices a Melody quién eres?
Ladea la cabeza y yo arrugo la nariz apartando mi mirada de ella—. Golpe bajo.
—No busques si no soportas —se encoge de hombros sonriendo con suficiencia.
—Quiero que vuelva a enamorarse de mi —Lo he dicho tantas veces que ya me suena a una frase vacía—. Por eso no le digo quien fui.
Ella agranda los ojos rascándose los labios—. Es un lujo que solo los lindos pueden darse.
—Supongo que tengo suerte —me encojo de hombros y vuelvo a ganar un golpe, esta vez con más fuerza.
—Anda, acelera que debo llegar a casa y no tengo todo el día.
Enciendo la radio y como ordenó, acelero.
Holiiii
Saben, hoy les traigo un fun fact de origen de nombres, ah.
Me preguntaron en un tik tok si Abraham se llamaba así por uno de la biblia, no gente, Abraham se llama así por el Abraham de The Walking Dead asjjajsjajs. Estoy obsesionada con la serie desde bastante chica y dio la casualidad de que cuando estaba armando la banda pasé por la muerte de Gleen y Abraham tonce dije, listo, te bautizo santa criatura y le quedó.
Otra cosa, Phebe en sus comienzos era PHOEBE que es como se escribe el nombre, pero esa O me hacía ruido visual y la saqué porque quería y podía, ah.
Bueno, nada, se terminan los fun facts.
Me despido con el Abraham no bíblico y la Phebe sin O, nos vemos el otro domingo, beso en la kola.
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