El hospital me vuelve a dar la bienvenida, ya no es tan atemorizante como antes, pero sigue existiendo un feo olor-típico de todos los hospitales. Las personas siguen llorando por sus familiares en los asientos, otros saltan de felicidad y se abrazan y otras como yo solo esperamos que nos llamen para entrar en la consulta. Mi cabeza sigue conectada con lo que anoche paso, en como Kori me llevo en su auto a mi casa y antes de yo bajarme me beso, volver a probar sus labios sabor chocolate me da mil años de vida. Aunque bueno, ahora quisiera saber si todo seguirá así entre nosotras.

-Samantha Rolo-me llama la recepcionista dándome una sonrisa, mucho más cálida que las anteriores, supongo que de verme ya sabe quién soy.

Entro por esa puerta y esperaba encontrarme con un médico con mala cara, con una cabellera blanca y con un tic nervioso reflejado en el entrar y salir de la punta de su bolígrafo, pero, en cambio de eso; me encuentro con una doctora, cabello negro y una sonrisa jovial. Me invita a que me siente y ella se levanta a abrir las ventanas-en mi presencia nunca las habían abierto.

-Buenos días-me sonríe-Como vera no soy el doctor García, creo que es obvio-se palmea en su frente con su mano diciendo lo último bajito-Estaré atendiéndote hoy

Mi cabeza se inclina un poco, como los perros cuando miran a un humano hablarle como si fuera un bebé.

-Su doctor habitual está en una importante reunión y no pudo venir, para que no se perdieran los turnos lo estoy cubriendo-suspira-Y también ganarme puntos para la plaza de trabajo en este hospital-se vuelve a palmear la frente con su mano-Olvida eso-me muestra una fila de dientes perfectamente alineados y su cara dice "Di algo o seguiré haciendo el ridículo"

-Hola-es lo único que digo ante su atenta mirada, ella sigue sonriendo sin decir nada, es como si se hubiera tomado cinco tazas de café seguidas-¿Entonces me va a atender usted?

-Bueno-tamborilea sus dedos sobre la mesa de madera-Puede esperar al doctor si quiere-se encoje de hombros-Lo que llegara sobre las seis de la tarde y no creo que usted quiera esperar hasta las seis de la tarde, digo, si quieres esperar hasta las seis de la tarde puede esperar, pero le tocaría esperar mucho porque apenas son las nueve de la mañana y él llega a las seis de la tarde y...-toda su verborrea más rápida que Usain Bolt rompiendo records olímpicos fue interrumpida por mis ganas de dejarla de escuchar, marea un poco.

-Mejor me quedo y empezamos la consulta-ella asiente frenéticamente, en algún momento pensé que su cabeza se iba a desencajar de su cuerpo.

Saca una carpeta de una gaveta, se pone a ojearla y se levanta hasta un estante en búsqueda de otros papeles. Se vuelve a sentar en el asiento mientras se pone sus espejuelos y su mano arreglan su pelo. Me vuelve a sonreír, me he dado cuenta que lo hace porque está nerviosa. Juguetea con su bolígrafo y se me queda mirando. Yo la observo, parece que no tiene muchas ganas de trabajar hoy.

-¿Vamos a empezar? -le cuestiono y ella se me queda mirando, creo que está en un viaje astral porque está mirando un punto detrás de mi cabeza, con mi mano la paso delante de su cara hasta que ella reacciona y se me queda mirando sonriendo-¿Empezamos? -vuelvo a preguntar

-Si-ella asiente y me entrega unos papeles-Empecemos con lo básico-me dice mientras se sube las mangas de la bata blanca-¿Cómo estás? ¿Cómo has estado en el último mes? -mira los papeles analizando la información y se me queda mirando en busca de respuestas.

-Pues bien, entre lo que cabe-suspiro y me acomodo el pelo.

-¿Físicamente cómo va todo? ¿Malestar, fiebre, dolor de cabeza, vómitos? -sus manos se envuelven en el papel fuertemente y yo solo niego.

-Solo un poco de dolor de cabeza.
Ella se queda en silencio y apunta cosas en una agenda, palabras extrañas quedan apuntadas en ella. La doctora se quita los lentes y suspira, mira el reloj de la pared y vuelve a mirarme. Traga saliva y sonríe.

-Veras ahora viene un tema un poco incómodo-me cuenta-¿Tienes alguna pareja sexual? -yo me quedo callada sin responder, no tengo, pero no sé porque no respondí-Veras el VIH es algo que se contagia entre otras cosas por las relaciones sexuales. La transmisión se produce por el contacto de secreciones infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona-yo asiento-Pues en estos casos lo mejor es usar siempre condón y tener cuidado con el sexo oral.

El día se ha ido rápido, la consulta no fue nada mal, la doctora no es tan pesada como el papa de Kori, fue muy agradable conocerla. Hoy toca el último ensayo, será en casa de Alvin. Su casa es espaciosa, hace un tiempo estábamos ensayando en su casa, pero al final se nos hizo más cómodo en la universidad, pero de nuevo, volvemos a retornar a nuestros orígenes. Alvin vive solo con su papá, su mamá falleció hace unos años y son solo ellos dos, casi siempre que ensayábamos estaba el solo, raramente estaba el papá.

-Entra-Alvin me abre la puerta y me deja entrar.

-Traje comida-le muestro la bolsa con donas y él sonríe y se la muestra a los demás.

La casa es muy linda para ser solo dos hombres que viven solos, casi todos los muebles son en tonos negros y blancos, algunos adornos grises y rojos terminan de darle forma. El papá de Alvin le hizo algo muy genial, ya que Alvin toca la batería, era algo muy molesto para los vecinos entonces el insonorizo una habitación bastante grande, literal puedes hacer mucho ruido y nadie se entera.

Entramos todos a la habitación, el ensayo acaba de comenzar y por primera vez tocaremos una canción en español. La vibra de ella es totalmente distinta a la de todas las canciones que hemos tocado. Siento la música traspasar mi cuerpo, atravesar mis huesos y tocar directo al corazón; porque así es esto. La música es vida y amor. No sé cuánto tiempo estamos tocando, tal vez dos horas o apenas cinco minutos, pero cuando menos me doy cuenta estamos tomando un descanso.

-Yo abro-grita Paulo mientras camina hacia la puerta, esta está siendo golpeada-Sam, tu amigo llegó -por la puerta entre un sonriente Sebastián y se sienta a mi lado en el sofá.

-Ya pedí pizza-dice Claudio sentándose en la otra esquina de la sala y poniendo sus piernas sobre la mesa mientras bebe cerveza.

A los pocos minutos la puerta principal es abierta y por ella entran dos chicas muy sonrientes. Camille y Kori se acercan a saludar y mi quijada casi toca el piso cuando Kori saluda a Sebastián muy sonriente y se sienta a mi lado. Ella me mira y sonríe, sus ojos verdes están muy brillantes, acerca sus brazos y me rodea el cuello con ellos. Yo le devuelvo el abrazo y siento como me susurra en el oído "te extrañaba", no puedo evitar sonreír y todos nos están mirando. Nos separamos y el primero es romper el hielo es Alvin.

-Chicas están invitadas mañana a vernos tocar-observa a Sebas y le da un vaso de refresco-Tú también eres bienvenido-le dice y el chico solo asientes.

-Aunque no me lo dijeras iba a ir-Alvin suelta una carcajada y Sebas sonríe cruzando los pies mientras bebe de su refresco.

-Si quieres te podemos pasar a recoger-le propone Kori y yo no sé en qué momento le ha empezado a caer bien Sebas.

-Hecho-el chico le sonríe y coge una rebanada de pizza que acaban de poner sobre la mesa-Sé que van a ganar-todos asienten y yo no estoy tan segura de eso, pero no pierdo la fé.

¿Qué les está pareciendo la historia?Espero que les guste.

Pd:Feliz mes 🏳️‍🌈