Prólogo 2
"Pones las tinieblas, y es la noche; en ella caminan todas las bestias de la selva."
—Salmos, capítulo 104: 20.
En el año de 1476, cuatro hombres-bestia lucharon juntos contra las fuerzas de las tinieblas, no para proteger a los humanos, sino a todos en general, incluido a las criaturas tachadas de monstruos. Pese a ser de tribus diferentes, los cuatro unieron fuerzas al compartir una misma motivación. Y tras cumplir sus metas, salvando a más de un mundo en el acto, se separaron para crear el puente entre todas las tribus de bestias: crear una organización, encargada de cumplir el sueño de su más grande maestro, su único rey, su dios encarnado, el Dios de las Bestias.
Todas y cada una de las culturas del mundo, siempre se ha referido a la raza de esos cuatro hombres-bestias como las "Bestias de Dios". Por supuesto la parte "Dios", aunque hoy en día se le suele atribuir al Primordial Israelita, en realidad es ambiguo.
En el pasado al decir "Bestias de Dios", aplicaba para cualquier Territorio Mortal, de manera que la palabra "Dios" se usaba más para referirse al Dios Supremo del Panteón que gobernaba ese territorio, o en menor grado a otros dioses del Panteón que gobernaba el Territorio Mortal. De esta forma jamás se podía saber a cuál "dios" en realidad hacían referencia.
No obstante esta perspectiva ambigua del término, venía de los humanos. Porque cada vez que se decía "Bestias de Dios", se hacía referencia a un dios que protegía la tierra y todas sus criaturas: el dios que vivió como los animales, evolucionó como las bestias y trascendió como un Dios Verdadero. Este era el que llamaban "Shere Khan" (Rey Tigre,) y también el que llamaban "Pashupati" (Señor de las Bestias).
Era el Rey de la Selva y Dios de las Bestias, Rudra Shere Khan.
Un majestuoso e imparable ser, considerado como un "Hermano Mayor" por los Padres Fundadores de la Sociedad Humana, como el "Señor de las Bestias" por los demás Reyes Bestias, y también como el "Rey de la Selva" por los propios animales. Un ser del que se ha hablado en todo el Mundo Mortal bajo innumerables apodos, y del que han surgido tantos mitos como leyendas, aunque muy pocas se acercan a la realidad.
Más allá de todo eso, él es solo un padre tratando de proteger su hogar y a quienes considera como hijos y hermanos. Sufrió como muy pocos han sufrido, y amo como casi nadie ha podido amar. Tuvo que cometer errores atroces, antes de entender y comprender lo que no podía ver con sus ojos. Y también necesito la ayuda de muchos otros para evolucionar, tanto en el exterior como en el interior.
Él es una fuerza imparable; la encarnación de los conceptos biológicos que rodean la evolución, y de los peligros impredecibles dentro de toda la naturaleza. Pero como todos los seres que han dejado su vida en la tierra, brinda su poder a un individuo que será su reencarnación entre los mortales. Es la regla que él mismo se autoimpuso, para evitar catástrofes como la que él mismo causó milenios atrás en las tierras eslavas, cuando descendió para buscar a la reencarnación de la Madre Loba que le enseñó a volver a amar.
Pero también ha estado reencarnando para saldar una última cuenta pendiente, que dejó antes de trascender a la inmortalidad: terminar de liberar al mundo del más grande mal, que la propia raza humana ha engendrado. Y aunque tuvo éxito en el 1475, ese mal provocó el nacimiento de otro, que continuaría la guerra entre el Rey de la Selva y el Príncipe de las Tinieblas.
Un mal que permaneció dormido por cuatrocientos años, y cuyo despertar inició una plaga de terror, desorden y maldad en nueve localizaciones.
Hasta ahora la Sociedad Sobrenatural ha logrado hacerse con tres piezas generadoras de la plaga. Y se han encontrado pistas de la posible ubicación de otras dos. Una se encuentra en un destacado lago de Escocia, famoso por historias y leyendas acerca de monstruos marinos y criaturas del pasado prehistórico. Y la otra está en otro mundo, conocido como el "País de las Maravillas", aunque de "maravillas" tenía muy poco en realidad.
Solo era cuestión de tiempo, para que todas las sociedades empezaran a darse cuenta de la plaga demoníaca que estaba surgiendo. Y una vez que lo descubrieran, también saldría a la luz la verdad sobre el despertar del Príncipe de las Tinieblas, junto con la revelación sobre el renacer del Dios de las Bestias.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro