Capítulo XXIX: Amistad, Amor o Instinto
"¡La sangre de los Rosenthal es sangre de valientes!"
—Los Tigres de Mompracem, de Emilio Salgari.
https://youtu.be/9OYhCbXxwdY
[Barco Draco Wang].
Antes la licántropo blanca, la ricitos de oro y la sirenita mestiza eran solo conocidas de la dhampiresa bruja, la harpía cisne, la princesa esgrimista y la bultungin. Pero ahora estaban profundizando más en su amistad, conociéndose las unas a las otras. Esta vez se conocieron mejor, compartiendo datos extras entre ellas, como la particularidad de que las bestias permanecen teniendo aspectos jóvenes por varias décadas.
—Claro que algunos envejecen más rápido que otros —prosiguió Caroline—. Y las hembras bestia suelen aparentar más edad y envejecer más rápido que los varones bestia, al contrario que en la raza humana que las hembras humanas suelen envejecer más lento y vivir más que los humanos varones. Por otro lado en nuestro caso, las bestias hembras, podemos hacer crecer nuestro cabello mucho más que el de una hembra humana promedio y alterar nuestros pómulos, para aparentar más edad.
—Ventajas de tener una segunda "piel" que funciona como mecanismo de camuflaje —agrego Erzuli con una sonrisa divertida.
—Mamma mía... Ustedes las bestias son una raza increíble —dijo Amitiel atónita con todo lo que escuchaba—. Tal vez no sean la raza más inteligente o con civilizaciones más avanzadas. Pero las cosas que pueden hacer son una locura. Y lo más asombroso es que no tiene que ver con magia; es solo su capacidad natural de evolución.
—Y el Pináculo de la Evolución es el Rey Bestia que ahora reside en el alma de cierto chico-tigre, que está atraído por cierta chica-loba alfa ¡Je, je! —dijo Clarisse con una pequeña risa y moviendo las cejas, queriendo volver al tema anterior que la dejo con ganas de saber más.
—No empieces otra vez, Clarisse —dijo Caroline cerrando los ojos, sonriendo y negando con la cabeza.
—¡Ja, ja! ¡Vamos Caroline! Acéptalo. Probablemente seas la única mujer capaz de montar a un hombre-tigre semidios como él —decía Clarisse con humor divertido.
—Ya han oído suficiente de los hombres-bestia como para saber que si buscan bien y sin ser demasiado quisquillosos, podrían conseguir una hembra sin problemas. Además, en cuanto toda la Sociedad Sobrenatural sepa que Gabriel es el nuevo avatar de Rudra, él será perseguido por cientos de hembras. Estará bien sin mí.
—Por si no lo sabías, el Rey Tigre Rudra no es alguien que acepta a cualquier hembra como pareja —decía Erzuli—. Siendo el pináculo de nuestra raza, tiene el sentido de selección natural más estricto de todos. Y una vez que se complete la "asimilación", Gabriel compartirá su misma preferencia por hembras muy específicas.
—¿En serio? —preguntó Caroline, todavía con dudas y, muy en el fondo, sintiendo esperanza.
—¡Por supuesto, chica-loba alfa! —contesto Erzuli con tanta seguridad que contagiaba su confianza—. Y tú no eres cualquier hembra. Eres inteligente, valiente, feroz, determinada, maternal, amable, honorable, competitiva, ambiciosa, divertida, y como plus tienes excelentes genes, un cuerpo bien dotado y ejercitado, un carácter fuerte como les gusta a los hombres-bestia, y tienes talento como maestra. Otro punto a tener en cuenta es que, como mujer-loba que eres, por instinto buscas a un macho poderoso e inteligente de tu nivel, para ser tu "pareja alfa".
—Erzuli tiene muy buenos argumentos —estuvo de acuerdo Elsa chasqueando los dedos de una mano—. Es normal que una mujer-loba tan poderosa y de buena genética como tú sienta atracción por el avatar del Rey Tigre. Si ustedes dos pensaran más como auténticas bestias y menos como humanos, ya habrían comenzado a tener hermosos bebés-tigre y bebés-lobo.
—No exageres, Elsa —dijo Caroline ganando un sonrojo que la hizo lucir adorable.
—Elsa no está exagerando. Ha acertado mucho —prosiguió Erzuli también sonriendo y moviendo las cejas—. Con una sola pelea y una cacería conjunta, las bestias se ahorran como mil rituales de cortejo de los humanos. Después de todo, los puños pueden transmitir más sentimientos que las palabras. Para nosotros los lazos más fuertes se forjan a través de una pelea.
»Es nuestra forma de cortejo y comunicación, porque es algo que solo nosotros las bestias podemos entender. Y por eso, para nosotros, solo se necesita una pelea para saber quiénes son amigos, o con quien podemos compartir nuestra vida. Ustedes dos ya llevan más de cuatro meses conociéndose. Debieron tener muchos encuentros y combates en los que pudieron familiarizarse muy a fondo...
Mientras la mujer-hiena explicaba la comunicación y cortejo en las bestias, Caroline procesaba en silencio su vida con el baghatma hasta ahora; aquel improbable encuentro en esa noche, aquella surrealista noche en que revelaron sus caras y pudieron verse por primera vez con sus verdaderos ojos. Esos ojos tan verdes como las hojas a la luz del sol.
Caroline perdió la cuenta de la cantidad de veces que ha mirado sus ojos verdes solo porque le gustan, y también las veces que ha intercambiado golpes con él en cada entrenamiento y pelea real. La alegría que sentía ella al pelear y entrenar con él era muy difícil de describir; era como si solo ellos dos existieran en todo el universo.
Cada vez que sus puños chocaban, los sentimientos de ambos se conectaban, y entonces las palabras sobraban.
El joven-tigre fue el primero en el mundo exterior al Bosque Oscuro con el que ella pudo relacionarse, y fue el primer chico-bestia con el que ella tuvo una conexión emocional. Además él la motiva a hacerse más fuerte, la motiva a superar su pánico escénico y es quien la hace emocionarse tanto al pelear que quiere seguir peleando con él.
Otro aspecto que le gustaba a Caroline, era el lado paternal y protector que Gabriel escondía detrás de una pared de humor ácido y furia explosiva; ella había visto este lado en las veces que él se detenía en la calle para ayudar a un gato pequeño, y también en su rutina de cuidar a Kumal.
—Chicas, ustedes no llevan mucho tiempo siendo mis amigas, y ya se están inmiscuyendo demasiado en mis malditos problemas personales, como en mi relación con el tigre bobo —dijo Caroline frunciendo el ceño, cruzándose de brazos y tensando la mandíbula con clara ira.
—Tratamos de ayudarte, porque en nuestra raza no existe el "romance". Solo selección natural e instinto reproductivo —dijo Erzuli adoptando una actitud severa—. Caroline Rosenthal, si tienes la más mínima sospecha de que tu instinto reproductivo eligió al avatar de Rudra como tu compañero de por vida, deberás confirmarlo tarde o temprano, porque de lo contrario acabarás sufriendo mucho. Luchar contra tus instintos naturales no es nada saludable para tu cuerpo y mente de bestia; te debilitara y traerá mucho daño. Te lo digo yo que soy una bestia que creció en un pueblo de bestias.
—Estoy de acuerdo con Erzuli —dijo Angela con una sonrisa seca—. Chica loup-garou (licántropo), a mí también me molesta que se inmiscuyan demasiado en mis asuntos. Sin embargo, todas aquí tratan de ayudarte a resolver un conflicto, del cual obviamente careces de experiencia, y que puede traerte muchos problemas de salud física y psicológica por tu condición de bestia. Así que deberías agradecer que intenten ayudarte.
—Uhhh... Tienes razón. Perdónenme chicas —dijo Caroline relajándose con un suspiro, y arrepintiéndose por haber contestado de aquella forma.
https://youtu.be/C7Z-IP2onYQ
Las chicas no tenían malas intenciones. Solo querían ayudarla en su conflicto interno respecto a la relación entre ella y el baghatma. Sin embargo la licántropo blanca todavía estaba un poco enojada y cansada de la persistencia de ellas en ese dilema en particular. Sentía que debía resolverlo por sí misma, sin molestar a nadie más.
Aunque tampoco podía negarles la razón en que no tenía experiencia en temas como buscar y elegir un compañero de por vida. Su padre no tuvo tiempo de explicarle al respecto, y su madre hizo un pésimo trabajo en tratar de educarla en las relaciones amorosas.
Pero lo que sí sabía, y de parte de la maestra Kondo, es que si una bestia lucha y retiene demasiado sus propios instintos, con el tiempo sufrirá terribles consecuencias en su rendimiento físico y mental. Después de todo una cosa era controlar los instintos naturales dejándolos fluir con libertad, y otra cosa era luchar contra ellos pretendiendo que no "existen". Fue de las primeras lecciones que la maestra Kondo le dio antes de empezar el entrenamiento en Chi.
—Pero ¿qué tal si Gabriel solo quiere dejar nuestra amistad tal como está? —preguntó Caroline mirando a la mujer-hiena africana, ahora más preocupada y nerviosa que molesta—. No puedo obligarlo a que sienta lo mismo que yo.
—¿Quién dice que no? —pregunto Erzuli entrecerrando los ojos y esbozando una gran sonrisa juguetona.
—Maestra Erzuli... —dijo Raven casi soltando una pequeña risa.
—¡Solo bromeo! Chistes de bestias hembras. ¡Je, je! —dijo Erzuli riéndose de nuevo con un humor chistoso y jovial.
—No es gracioso —dijo Caroline volviendo a fruncir el ceño, pero manteniendo un tono amable y respetuoso—. Yo realmente apreció mucho la amistad que tengo con Gabriel. Y me da miedo arruinarla con un pésimo y forzado romance con él.
—Loba monstruo, la señorita Erzuli ya te lo ha dicho: cursilerías dramáticas como el "romance" no existen para las bestias. Solo tienen esa locura salvaje y animal del instinto reproductor, los combates de cortejo y selección natural —dijo Angela dando un suspiro, exasperada de la inseguridad y negativa que estaba demostrando ahora la licántropo blanca respecto al tema.
Le costaba creer que alguien de apariencia ruda y segura con una mentalidad tan valiente, determinada y feroz como la licántropo blanca, albergara muy en el fondo un lado tan inseguro y temeroso. Era una prueba de que hasta los más valientes pueden tener problemas de inseguridad.
—Pero según escuche, los padres de Azrael y Raziel se enamoraron siendo muy jóvenes, y antes de que el padre de ellos fuese convertido en un hombre-leopardo —dijo Caroline, recordando ese detalle que escucho de la historia de los hermanos leopardo.
—Lo que pasó con ellos no era "amor romántico" —proseguía Erzuli, ahora con una actitud más seria por el tema del que iba a hablar—. La madre de Azrael y Raziel creció entre humanos, y adoptó de ellos sus concepciones romantizadas de los instintos primarios. Cuando conoció al padre de Azrael y Raziel, lo que creyó sentir que era amor, en realidad fue simple admiración y comprensión, mezclado con su instinto depredador, el cual la motivaba a manipular a su presa para distanciarlo de otros humanos, y entonces matarlo.
—Eso es... horrible —dijo Elsa sorprendida y perturbada de escuchar eso.
—Esa es la forma natural y tradicional de cazar de la especie de Azrael y Raziel; se infiltran en las poblaciones humanas, aprovechan sus propios encantos o juegos psicológicos para atraer una presa digna, en cuanto la consiguen la apartan de otros humanos, y entonces la retan a un duelo para ganar y devorarla. Lo sé porque mi pueblo es el rival natural de las bestias leopardo, y hemos aprendido sobre sus métodos de caza para robarles sus presas.
—Entonces, si el padre de Azrael y Raziel jamás se hubiera convertido en hombre-leopardo, ¿la señora pantera lo habría matado? —preguntó Clarisse sorprendida de eso.
—Tal vez sin intención de hacerlo. Pero si los dos hubieran intentado aparearse, siendo el padre de Azrael y Raziel todavía humano, los instintos de la señora pantera tomarían el control y la llevarían a convertir la luna de miel en la luna de sangre.
—O sea matarlo y comérselo, por si necesitas que te lo digan de una forma más clara, loba monstruo —dijo Angela de forma directa e insensible, mirando a la horrorizada licántropo blanca.
—¿De verdad eso es lo que habría pasado? —preguntó Caroline, todavía teniendo problemas para creerlo, considerando que en el principio ella creyó que el baghatma era humano, hasta esa noche en que ambos se revelaron como bestias.
—Sí —contestó Erzuli rápido y claro—. Y eso habría sucedido con total certeza, porque las bestias hembras somos mucho más salvajes y entregadas a nuestros instintos que las bestias varones. El convertirse en hombre-leopardo fue lo que salvó al padre de Azrael y Raziel de ser el plato principal en la cena de bodas, y lo que cambió el instinto depredador de la señora pantera por instinto reproductivo.
—Por Dziewanna... —dijo Caroline sujetándose los codos. Ahora comenzaba a agradecerles tanto a la diosa ancestral de su pueblo como al dios Rudra que Gabriel no fuese humano.
No quería imaginarse la tragedia que sus propios instintos la habrían obligado a cometer, si el chico-tigre no fuese bestia como ella. Era tal su horror, que comenzó a mover la cabeza para apartar de su mente la imagen de ella asesinándolo a él en una noche de luna llena; la sola idea de eso provocó un terrible dolor en su pecho y un malestar en su estómago.
—Te lo repito una vez más: en las bestias no existe el romance. Al menos no el mismo concepto que tienen los humanos —prosiguió Erzuli—. Por eso, para saber si el chico-tigre es el correcto, deshecha tu perspectiva humana y evalúalo como la bestia que eres. Estoy segura de que él, como avatar del Dios de las Bestias, hará lo mismo contigo. Háganlo antes de que sea demasiado tarde. Te lo aconsejo por mi experiencia de bestia, y por todo lo que sé respecto a los avatares del Dios de las Bestias.
—Yo también te aconsejo que lo hagas, querida cuñada —dijo Raven con una sonrisa comprensiva—. Ármate de confianza y descubre por ti misma sí encontraste al macho con el que compartirás tus sueños, metas y todo lo que implica tu vida. Solo tú puedes averiguarlo, y nunca lo sabrás si no lo intentas.
—Recuerda lo que dice tu madre para motivarlos a ti y a tu hermano: ¡"la sangre de los Rosenthal es sangre de valientes"! —dijo Elsa tocándose el centro del pecho y levantando la barbilla de manera teatral y exagerada.
—Lo recuerdo perfectamente —dijo Caroline suspirando con cansancio, y luego señala con una mano los gestos de Elsa con una sonrisa—. Y mamá no lo dice de esa forma.
—Yo la recuerdo así ¡Ja, ja! —dijo Elsa encogiéndose de hombros y una risa nerviosa.
—Si se tratara de humanos, te podría dar cientos de consejos —decía Clarisse antes riendo también por el consejo de Elsa—. Pero como se trata de bestias, solo puedo decir que escuches a la maestra Erzuli, y actúes como tal. Si de verdad tú y el chico-tigre se aprecian y respetan mucho, seguirán juntos en esta vida y en la siguiente, ya sea como pareja o mejores amigos.
—O amigos con derechos —agregó Raven con una sonrisa burlona.
—Cuñada... —dijo Caroline cerrando los ojos y haciendo un pésimo intento de no reírse.
—Es broma. Chistes de bruja y vampiresa ¡Je, je! —dijo Raven con una risa inocente—. Y gracias, por llamarme cuñada.
—De nada ¡Je, je, je! —Caroline se relaja con un largo suspiro y observa a cada una de las chicas, ahora con mejor humor y denotando más confianza—. De corazón agradezco mucho sus consejos y que intenten ayudarme en esto. Trataré de hacerles caso y... Oh mein Gott... Solo espero que el tigre bobo se lo tome en serio.
—¡Ja! Lo más seguro es que él esté pensando cuántas esposas conseguirá como avatar de Rudra —dijo Angela con diversión sarcástica.
—Créeme Angela, Gabriel no es así —dijo Caroline riéndose por dentro al imaginarse las tonterías que puede estar pensando el joven-tigre.
https://youtu.be/jk3K5e4TvDk
Y más en lo cierto no podía estar la mujer-loba. Ya que en el lado opuesto del barco, después de terminar sus respectivos ejercicios, se sentaron en el suelo, justo en la sombra que ofrecían las velas del barco, descansando un poco antes de empezar a entrenar; el joven-tigre tenía la mente centrada en otro tema.
"¿A la naranja se le llamara así por el color, o el color se llamara así por la fruta?", pensaba Gabriel, estando sentado en posición de meditación con los ojos cerrados, y las manos en sellos manuales conocidos como Rudra Mudra.
Por otro lado Raziel había terminado de despedirse de Nayeli, apago el espejo transmisor con un simple toque en el vidrio, y lo volvió a guardar en la maleta. Luego se recostó en el respaldo, cerró los ojos y suspiro cansado después de tan curiosa charla con la mujer-ciervo lakota.
—Al menos no todo está perdido para ti —dijo Remiel estando acostado en el suelo, con la katana en la mano derecha y el brazo izquierdo encima de sus ojos, mirando de reojo al joven-leopardo con una sonrisa divertida—. Sabiendo ahora que la rojita es la hembra de un jodido dientes de sable, temí que fueras el único de todos nosotros que terminaría soltero.
—De todos modos a Helena no la veo como una potencial pareja, ni me imagino viviendo con ella. Es solo una amiga que conoce tanto del pueblo materno de mi madre, como el pueblo materno de mi padre —explicó Raziel sin mirar al kitsune albino—. La primera hembra que conoces en la vida, no siempre será quien se convierta en tu compañera de por vida.
—Eso es cierto y muy sabio de tu parte —dijo Jofiel, estando sentado en el suelo junto a los demás en las sombras, y escuchando sin querer lo que decían Raziel y Remiel—. Yo intente buscar una pareja para reproducirme, y ninguna logró convencerme lo suficiente para que fuese una opción. Lo cual es bastante increíble, por el hecho de que mi especie acostumbra a tener por lo menos tres esposas.
—Obviamente tú puedes atraer a cualquier hembra sin esfuerzo. Pero nuestro nakama (camarada) Raziel no conoce a muchas hembras. Y como buenos nakamas que somos, debemos ayudarlo a encontrar a su compañera de por vida, o jamás se desarrollara como bestia.
—No tienen que ayudarme en eso, de veras. Yo mismo esperare hasta que venga la indicada —dijo Raziel abriendo los ojos para mirarlos a todos.
—¡No me vengas con ese cuento occidental barato, Raziel, porque la vida no es esperar; tú mismo tienes que lanzarte a tomar cada mínima oportunidad que la misma vida te ofrezca! Y en este momento, te acaba de ofrecer una nueva con esa mujer-ciervo, bastante divertida e interesante, por cierto.
—Ni siquiera sé si ella está disponible. Digo, ¿al menos crees que tengo oportunidad con una bestia hembra?
—Con depredadoras, es muy dudable, dado a tu actitud bastante... pasiva, para ser un depredador —dijo Jofiel, intentando elegir las palabras correctas para no sonar pesimista—. Pero a las bestias hembras de especies herbívoras les gusta dominar a los machos pasivos. Así que... creo que esta hembra Nayeli puede ser una excelente opción para ti.
—Si es que está disponible —recalco Raziel empezando a hartarse del tema, aunque no daba señales en su rostro de eso.
—¡Oye! Según la maestra Tala, esta chica-ciervo no tiene clan, recién pasó su rito de metamorfosis, y está ansiosa por pertenecer a nuestro clan —dijo Remiel levantando el torso para sentarse y mirar al joven-leopardo.
—Además, por lo que escuchamos, ella no tiene ni siquiera amigos de su vida humana —dijo Jofiel—. De tener ya un macho, o por lo menos uno al que aprecie como posible candidato a ser su pareja, dudo mucho que ella hubiera dicho algo así. Definitivamente tienes oportunidad con ella.
—Ustedes no van a parar, ¿verdad? —dijo Raziel suspirando con una sonrisa divertida, ya acostumbrándose a lo que consideraba tonterías infantiles de sus compañeros de clan—. ¿Y tú, hermano? ¿También estás de acuerdo con ellos?
—Por supuesto. Como tu hermano y única familia, es mi trabajo pensar en tu bienestar y futuro —respondió Azrael, estando sentado en el suelo cerca de Gabriel, también con los ojos cerrados y en posición de meditación—. Y una de las mejores formas de asegurar tu supervivencia, es que seas unido a una poderosa y confiable hembra.
"Van acabar matándome...", pensó Raziel cerrando los ojos y tapándose la cara con una mano, intentando ahogar la frustración para no comenzar una discusión.
Antes de que alguien más continuará la charla, el baghatma se puso de pie y empezó a caminar un poco del resto. Después se detuvo, y giró el cuerpo para dirigirles una mirada seria al arthdruwid, quien estaba sentado en el suelo al lado de Miguel, Camael, Jofiel y Uriel.
—¿En serio vas a intentarlo? —dijo Rafael devolviéndole la mirada al baghatma, con un semblante serio y preocupado.
—¿Acaso no te pareció suficiente casi morir dos veces? —pregunto Azrael con algo de sarcasmo y viendo de reojo al joven-tigre.
—Debo aprender a usar este poder sin sufrir daño —dijo Gabriel con una voz firme—. Y la única forma de asegurarme de que no me vuelva a lastimar, es continuar exponiéndome a ese poder.
—En ese caso, prepárate Uriel para a absorber y concentrar fuego —dijo Miguel suspirando con cansancio.
—Considéralo un hecho, camarada. ¡Ni loco voy a averiguar qué tan resistente es mi barco a un tigre Asura engorilado! —contestó Uriel preocupado por el daño que podría sufrir su barco.
—Rafael, prepárate para sanar a este gato maldito de inmediato. Y Raziel, prepárate para recitar unos cuantos sutras.
—Entendido —contestaron Rafael y Raziel al mismo tiempo, concentrando sus miradas en el baghatma para actuar en cuanto fuese necesario. Jofiel, Azrael, Camael y Remiel también se prepararon por sí su ayuda fuese necesaria.
https://youtu.be/DZyYapMZSec
Gabriel todavía llevaba el Aro Celestial en el cuello, en caso de que necesitara ser contenido de nuevo. Como por ejemplo en este momento en concreto, en el que iba a poner en práctica su poder de Prana, transmitido a su cuerpo físico por el alma de Rudra.
"Asura Agni: Meng Amok. (Fuego del Asura: Atacar y Matar con Furia)", recito Gabriel en su mente, inhalando una considerable cantidad de aire, para entonces comenzar un extraño proceso de transformación.
Su piel adoptó un tono más oscuro, mientras las marcas negras de su cuerpo empezaban a emitir un brillo dorado. Los latidos de su corazón se aceleraron a tal magnitud, que era posible escucharlos con suma claridad, y las venas en todo su cuerpo se resaltaron un poco.
Acto seguido, su cuerpo comenzó a emanar un intenso vapor, el cual se transformó en salvajes llamas rojizas que parecían rugir cual tigre. Los ojos de Gabriel cambiaron a color verde, y emitían llamas verdes que contrastaban con el fuego de todo su cuerpo. Las uñas de sus manos y pies se alargaron cual garras, y sus dientes también cambiaron a colmillos de tigre.
Uriel y Rafael se pusieron de pie al instante en que el cuerpo del baghatma comenzó a emanar las famosas llamas del Fuego del Asura. Pero tanto ellos dos como los demás jóvenes-bestia se sintieron aliviados al ver que las llamas no quemaban el barco ni las velas.
Pero igual permanecieron listos para actuar, debido a los gruñidos furiosos de Gabriel; notaron que él tenía la mandíbula tensa y apretaba los dientes, mientras se clavaba las garras en sus propias palmas. Era la clara señal de que él intentaba soportar el dolor y la furia irracional que lo invadían. El baghatma intentaba concentrarse en el dolor, para no sucumbir a la creciente furia que estaba sintiendo.
"Su corazón late a un ritmo que sería peligroso para un humano. Como consecuencia, su cuerpo transporta sangre mucho más rápido, se sobrecalienta al grado de la combustión, y se potencia su rendimiento físico. Si él fuese un humano, sus vasos sanguíneos podrían explotar", analizó Rafael el extraño estado en el que entraba el baghatma gracias al Prana.
Por otro lado, el baghatma acabó dándose cuenta de un detalle fascinante de su nuevo poder.
"Tal como pensé... No sé si fue una jugarreta del destino, o de verdad alguna fuerza del universo planeó este bizarro encuentro. Pero conocer a Jofiel y copiar su poder de Prana, me enseño a cómo activar y controlar el Meng Amok de Rudra", pensaba Gabriel, no pudiendo evitar sonreír como un desquiciado y reír por la felicidad desbordante que sentía ahora mismo.
Y el narasinja también lo noto.
—Increíble... ¡Ja, ja, ja! ¡El Meng Amok tiene el mismo principio que mi poder! —dijo Jofiel ampliando los ojos de la sorpresa y sonriendo emocionado como un niño.
—¿Qué quieres decir ahora? —pregunto Camael suspirando y mirando al narasinja extravagante, que por momentos parecía racional, y de un segundo para otro actuaba como un loco emocionado.
—Mi poder Pranayama es de tipo Atman. Y como tal, consiste en concentrar mi energía Prana en mis músculos y garras para potenciarlos —explicó Jofiel, sin dejar de ver con fascinación el poder del baghatma—. La técnica que acaba de usar Gabriel, el Meng Amok, sigue el mismo principio que las técnicas Atman. Pero en vez de los músculos o las garras, ¡concentra el Prana en el corazón, y luego en los vasos sanguíneos, generando algo parecido a una combustión y un incremento en el rendimiento físico!
—Pero también trae consecuencias médicas —agregó Rafael con el ceño fruncido—. Una aceleración del ritmo cardíaco como esa, puede provocar daños severos en el cerebro, que podrían conducir a la pérdida de memoria, alucinaciones, desangrado y descontrol psicológico. Gabriel puede resistirlo gracias a su biología de bestia. Pero de todos modos, al no estar acostumbrado a algo así, podría sufrir daños severos como rupturas en los vasos sanguíneos, una pérdida total del sentido del dolor, y un frenesí de furia irracional.
—Qué diagnóstico tan desalentador —dijo Camael haciendo una mueca de dolor.
—Y bastante peligroso si sus reservas de Prana se agotan demasiado —agregó Jofiel con una actitud más seria—. La energía Prana es pura fuerza vital del cuerpo. Agotar demasiado esa fuerza vital puede provocar desde una disminución en la esperanza de vida, hasta fallas temporales en el organismo. En nuestro caso, por ejemplo, puede causar que nuestro factor curativo tarde mucho en actuar.
—Así que fue por eso que Gabriel no podía regenerarse rápido, cuando el Rugido de Tormenta le lastimó la caja torácica —dijo Raziel comprendiendo al completo aquella situación.
—Un poder de tipo Atman, y una técnica que parece de tipo Mantra. Entonces es cierto que el Pranayama de este tigre bizarro es de tipo Brahman —dijo Camael volviendo a mirar al baghatma, ahora con un notable asombro parecido al de Jofiel.
—Oigan bobos, como alfa de esta manada, debo conocer las cualidades de todos mis "hermanos". Y eso incluye saber qué diablos es un "Pranayama" —dijo Miguel con molestia, mirando de reojo a Jofiel y a Camael, antes de volver a mirar atento al baghatma.
—¡Ja, ja, ja! Claro, nunca te hemos explicado al cien por ciento las bendiciones que nos otorga el Prana —dijo Jofiel riéndose un poco—. Discúlpanos esa, Miguel. Todavía no soy bueno dando clases de esto. Pero tratare de resumírtelo...
Jofiel pasó a explicar lo que él y Camael aprendieron durante el mes de entrenamiento: los poderes que otorga el Prana cuando es liberado por completo. En las tierras de Asia los poderes de Prana son conocidos como "Pranayama" (Control de la Fuerza Vital). Y al igual que sucede con el Kenoplasma, se clasifica en cinco especialidades con un promedio de usuarios.
Armamento: muy raro, especializado en crear cualquier tipo de arma.
Equipamiento: muy común, especializado en crear todo tipo de armaduras.
Atman: común, especializado en fortalecer las capacidades biológicas.
Mantra: raro, especializado en artes mágicas sagradas.
Brahman: único, con múltiples especialidades
Bajo esta clasificación, el poder de Jofiel era de tipo Atman. El de Camael todavía seguía siendo un misterio porque aún no despierta del todo. Y el de Gabriel sería de tipo Brahman.
Los de tipo Brahman, al igual que los de tipo Azathoth en el Kenoplasma, son poderes extremadamente raros con especialidades múltiples, lo cual hace que sean imposibles de clasificarse.
Aunque si existe un tipo de poder Brahman y Azathoth que es fácil de reconocer, porque en esencia parte de una misma base: consiste en concentrar el Prana o el Kenoplasma fuera del cuerpo físico para formar un cuerpo nuevo, conectado a la consciencia del usuario por medio del Chi, que se ocuparía de luchar y hacer todo lo que el usuario no puede hacer.
Es el mismo poder que han usado Elegidos, como los avatares Ashoka Vardhana, Jesús de Nazaret y Siddhartha Gautama, o el Príncipe de las Tinieblas.
—Debo decir que es increíble —dijo Miguel maravillado por los poderes de Prana, pero entonces su expresión cambia a una de preocupación—. Solo espero que este gato maldito aprenda a usar su poder de su lado Asura sin enloquecer, antes de que desarrolle sus otras técnicas de Prana
—¿Por qué lo dices? —pregunto Azrael, captando el tono preocupado del licántropo alemán.
—Si su poder tiene múltiples especialidades, incluyendo los de tipo Mantra, ¿te imaginas lo que pasaría si aprende a usarlo para recitar sutras, mientras está en uno de sus estados de furia?
—Supongo que no nos dará un concierto Metal and Rock de mantras celestiales —dijo Azrael con algo de sarcasmo.
—¡Je! No estás del todo equivocado. En su estado irracional de Asura, podría recitar los sutras para romper el sello del Aro Celestial en su cuello —dijo Jofiel, entendiendo la preocupación de Miguel.
—Ostia puta, chaval... Eso definitivamente entra en la lista de catastróficas desdichas que debemos evitar —dijo Uriel sorprendido y nervioso al escuchar eso.
—Estoy muy, pero muy de acuerdo contigo, Uriel —dijo Miguel, todo el tiempo sin dejar de ver atento al baghatma, por si se presentaba algún cambio peligroso—. Sin el Aro Celestial que le dio el maestro Ezequiel, será casi imposible contener a este gato maldito sin llegar a matarlo, o sin que su propio poder lo mate.
Próximo capítulo: Necesitamos un Maestro.
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