"A veces pienso que la prueba más fehaciente de que existe vida inteligente en el universo es que nadie ha intentado contactar con nosotros."

—Bill Watterson.

https://youtu.be/Vv9Wgd3dMjE

[Estribor del Barco Dumont]

—¿Una piedra roja? —preguntó Gabriel confundido.

—Tal como lo oyes —dijo Uriel, sentado en su silla, y mirando el océano, estando sumido en sus pensamientos.

El joven-tigre se encontraba junto a los demás, sentado en una silla al lado de la mesa, donde jugaban Miguel, Rafael, Jofiel y Camael a Escaleras y Serpientes. Rosabella también estaba sentada a su lado. El grupo había enviado al joven-león a buscar a Gabriel, pues, Uriel iba a hablar sobre algo interesante, respecto al dragón abisal, y quería compartirlo con el resto. Y Rosabella, por curiosidad, se unió también a la conversación.

—¿Cómo que había una piedra roja? ¿Qué tiene que ver con el dragón? —le preguntaba Gabriel a Uriel, todavía confundido.

—Cuando fui a ver a Amitiel, después del interrogatorio —explicaba Uriel—, para saber cómo iban las reparaciones del castillo, ambos vimos a un grupo de elfos inspeccionando el cadáver del dragón, antes de teletransportarlo al Alfheim; de repente hubo un extraño resplandor rojizo, en la sangre del dragón; justo donde dos elfos, trataban de sacar algo de la sangre con unas pinzas, e iban a guardarlo en una extraña caja metálica de color blanco. 

»Aquel resplandor... sentí que no era algo... "normal". Y Amitiel también lo percibió. Por eso, ambos nos acercamos lo más que pudimos, para averiguar qué era lo que produjo aquel extraño resplandor, y pudimos ver que fue una piedra roja, que parecía un rubí. Sin embargo, definitivamente no lo era. Luego los elfos la guardaron en la extraña caja, y conjuraron algo en nórdico antiguo, poco después de cerrarla.

—Yo también vi esa extraña caja —dijo Rafael, igualmente pensativo, y recordando que, poco después de que termino la interrogación, vio desde la ventana de la habitación de huéspedes, a un par de elfos disfrazados de humanos, que salían de un barco en el puerto, transportando ambos en mano una caja metálica, considerablemente grande—. Era de un metal color blanco puro, con extraños dibujos de runas doradas, que reconozco bien; son runas de protección y sellado.

—Exactamente —dijo Uriel sorprendido de que Rafael también la haya visto.

—Por como ambos describen esa caja, creo que ya sé lo que es —decía Raziel igualmente pensativo—. En la Sede de San Bestia, descubrí que, cierto material blanco, llamado comúnmente como Metal Santo, por sus propiedades sagradas, es usado para fabricar cajas u bóvedas, para contener artefactos de energía oscura incontrolables, o dañinas.

—Si es así, entonces, suponen que esa piedra era un objeto maldito, embrujado ¿o algo así? —pregunto Rosabella bastante sorprendida y curiosa.

—No es una suposición, porque el supervisor orejas largas me lo confirmo —respondió Uriel con seriedad, pese al apodo, con el que nombro al supervisor Havaxinek.

—¿A qué te refieres? —pregunto Miguel un poco confundido con eso último, y bastante interesado en el tema, además de preocupado.

—En privado, hable con el supervisor, respecto a la caja, y esa extraña piedra —explicaba Uriel—. Él no me dijo mucho, debido a que aún se estaba investigando lo sucedido. Pero aparentemente, aquella piedra estaba en el interior del dragón abisal, y obviamente no era normal; emanaba una notable energía oscura tan pura, que podría ser... demoníaca.

—¿Y qué piensas? ¿Qué esa piedra pudo haber hecho que el dragón se volviera loco? —pregunto Camael casualmente, aunque intrigado en el tema.

—No sería tan descabellado pensarlo —dijo Azrael ahora pensativo.

—Azrael tiene razón —decía Miguel con seriedad—. El dragón era de clase Abisal, y dicha especie tiene una afinidad por la magia oscura. Y esa piedra emanaba una energía tan oscura, que podría considerarse demoníaca. Tal vez, de ahí es donde obtenía tanto poder de repente. Vimos claramente que, justo cuando lo estábamos venciendo, de la nada incremento su poder, y evolucionó su habilidad.

—Además, hay algo que me preocupa —decía Uriel con seriedad—. He visto muchas joyas y minerales en mi vida, y por eso, aunque solo vi aquella piedra una vez, fue suficiente para darme cuenta de un detalle, sobre su forma; las marcas y fracturas en un extremo, indican que estuvo pegada algo. Es muy probable que, anteriormente, estuvo unida a una piedra más grande, y fue separada por un potente tajo; tal vez por una espada muy filosa.

—Eso quiere decir... ¿Qué hay más piedras como esa? —pregunto Azrael perplejo y preocupado, por lo que podría significar eso.

—Solo es una hipótesis. No es seguro, si es un fragmento de una piedra más grande —respondió Uriel, tratando de relajar el tema, aunque él mismo no podía evitar preocuparse.

https://youtu.be/rmRBZB_o8MM

Ciertamente era algo misterioso, y preocupante. Pero hasta no saber más, no siguieron especulando, y continuaron hablando sobre otros temas. Por ejemplo: Camael aprovecho para preguntarle a Gabriel sobre la India, y éste le dijo todo lo que sabía, aunque nada más de donde vivía, porque al contrario de lo que se cree, la India no es una, sino varias culturas diferentes, con alguna que otra similitud en sí, que las une. Y Gabriel proviene del sur de la India, la cual es diferente a la del norte. Por esto, Rosabella ayudó explicando más cosas, de las que desconocía su "hermano". Y Camael cada vez quedo más fascinado, por la otra tierra, a la que pertenece.

Mientras tanto, Azrael le pregunto a Miguel, si tenía más parientes paternos, que también fueran descendientes del Lobo Blanco Daniel. El joven-lobo reveló que tiempo atrás, su padre, Ismael, tenía una hermana mayor, que se mudó a Noruega, tras casarse con un licántropo que provenía de allí. Pero desgraciadamente, ella y su pareja fueron asesinados por un grupo de científicos humanos, que se dedicaba a experimentar con criaturas sobrenaturales. Sin embargo, aquel crimen no quedo impune; un año después, misteriosamente, aquel grupo de crueles humanos fue totalmente aniquilado, por soldados vampiros.

Después, Rafael le pidió a Uriel si podía decirles algo de la Atlántida; a lo que él reveló lo que tenía permitido decir. Y como dato curioso, menciono que las denominadas "sirenas africanas", las Mami Wata, en realidad no son sirenas, sino espíritus africanos del agua, similares a las ninfas acuáticas, y no son exclusivamente "mitad-pez", dado a que, al ser espíritus del agua, pueden adoptar formas híbridas de distintos animales marinos, y ni siquiera se parecen a la verdadera forma de una sirena marina. Pero la forma que más adquieren las Mami Wata, es la de una mujer mitad serpiente, para viajar mejor en tierra firme. Por esto, en realidad no son sirenas, ni menos criaturas marinas.

Además, el joven-dragón agregó que, debido a que las sirenas acuáticas han pasado siglos viviendo en lo profundo del océano, se han adaptado de tal manera, que han perdido colores oscuros en sus pieles; por lo que, de manera similar al caso de los enanos, todos los tritones y sirenas son pálidos y grises, o a lo mucho bronceados, si pasan bastante tiempo bajo el sol, como en el caso de Ariel y Amitiel.

—Es algo simplemente lógico —decía Uriel, respecto al tema—. Y al igual que en las bestias, aunque un tritón o sirena tuviera descendencia con alguien de piel morena u oscura, los descendientes tritones y sirenas tendrán la piel y características naturales de su raza. Por esto, una sirena africana es tan ilógico y descabellado, como un elfo obeso, enano alto, orco afeminado, e incluso un dios nórdico o asiático negro, y un dios africano o indio blanco.

—O incluso una Mulan europea y un Arturo africano —comentó Azrael con sarcasmo—. Y no sería la primera vez que inventan tonterías así. Según escuche, hubo un grupo de humanos en el Alfheim, que trataron de reescribir totalmente la cultura e historia de la ciudad humana de allí; cambiando a varios personajes y acontecimientos, tanto históricos como ficticios, solo para no "ofender" y haber "diversidad". Incluso trataron de cambiar la historia de los héroes Daniel, Isaac, Jacob y Absalón, y hacerlos de otras etnias y géneros. Y ni siquiera eran versiones buenas, sino una verdadera bazofia.

—He leído sobre ese grupo —dijo Rosabella un poco pensativa—. Eran un grupo de humanos dictadores y discriminadores, que se creían unos "justicieros sociales". Pero lo que hacían era dividir a la población humana del Alfheim, según la creencia, condición física, género y demás, bajo el pretexto de "igualdad", y luchaban para imponer su ideología en la nación de los elfos y los orcos. Obviamente estos se negaban a aceptar esa ideología, y aunque querían hacer algo, necesitaban una excusa más fuerte, para intervenir en la nación humana.

—Je. Y no solo eso —agregó Remiel con diversión—. Por lo que leímos Azrael, Raziel y yo en San Bestia, por culpa de ese grupo, ya no había libertad de expresión, la raza humana de ese mundo estaba extinguiéndose, las culturas estaban siendo denigradas, la historia era censurada y cambiada, y debía hacerse lo que para ese grupo era "correcto". Básicamente querían tener a la población débil y lavada mentalmente, para tener dominio del Alfheim.

https://youtu.be/m8qoV-S9q6g

—Pero afortunadamente —decía Jofiel—, el Sabio de las Cenizas llegó a ese mundo, derrotó a ese grupo dictador, unificó a la población humana, y restableció sus culturas y la historia a como era antes; trayendo así, la verdadera paz e igualdad.

—¿Pero quién es ese? —preguntó Rafael un tanto confundido, pues no había oído de esa persona.

—Es uno de los cinco seres más fuertes del mundo —explicaba Jofiel con orgullo—. Es el actual avatar de Skanda, el hijo del Dios Hindú del Fuego, Agni. Y además, es el marido de la actual Reina de las Nieves; la sacerdotisa hechicera que protege los mundos Alfheim y Niflheim, por mandato de los Dioses Nórdicos Vanir, y también es una de los cinco más fuertes.

—¿Pero de verdad ese tal sabio es la reencarnación de un dios? —pregunto Rosabella maravillada.

—Indudablemente —respondió Azrael con simpleza, pero denotando honestidad pura.

—¡¿Y cómo es él?! —volvió a preguntar Rosabella, ahora más fascinada.

—Pues, todos los que han llegado a conocerlo, lo describen como una persona humilde, que prefiere evitar los conflictos siempre que pueda, y solo usa la violencia en defensa propia, o para defender a otros. Y tiene un código de no matar —explicó Raziel, con un poco de admiración en su tono.

—Básicamente es un Jesús o Buda moderno con esteroides, y que es artista marcial y maestro Pyromancer —comentó Camael con un poco de sarcasmo.

—¡Oye hablando de Pyromancer! —dijo Gabriel, recordando algo importante, que quería preguntarles a Uriel, Remiel y Raziel, quienes eran unos expertos en el tema del mana—. ¡Uriel, Remiel, Raziel, quiero pedirles que me enseñen a manejar el mana! Debido a que no sé usarla, mi habilidad está demasiado limitada, y no puedo aprender hechizos que requieran mana.

—No es algo tan sencillo como parece —respondió Uriel con seriedad—. No todos los seres vivos tienen la capacidad para manejar el maná, e incluso usar magia. Y aprender a manejar el mana no es algo fácil. Requiere meses de práctica, disciplina, estudios y paz mental, y por lo que nos has contado de ti, careces de muchas de estas cosas.

—De todos modos, primero hay que saber si eres un usuario de maná, en cuanto lleguemos a la Sede —decía Raziel siendo bastante comprensivo.

—Realmente espero serlo —dijo Gabriel un poco angustiado, y temiendo no ser un usuario de mana, puesto que, lo que él más quería, era usar magia de fuego y electricidad.

—Pero aun así, aunque puedas manejar el mana, usar magia no es simplemente conjurar cualquier cosa y hacerlo todo, ni que podrás aprender cualquier hechizo —explicaba Remiel de manera científica (aunque exagerada)—. La magia consiste en manipular la energía material con el poder de la mente, para controlar y transformar la materia y energía del espacio; por lo tanto, está sujeta a las leyes universales. Por esto, el desarrollo del maná y del arte depende principalmente del coeficiente intelectual, el talento e inteligencia del individuo, y meses de puro estudio.

—Y es por eso que no entiendo, cómo es que tu magia es tan poderosa —comentó Camael con sarcasmo, haciendo que los demás rieran un poco, y el joven-zorro lo mirara con disgusto, porque entendieron la referencia.

—Volviendo al tema —decía Uriel volviéndose serio—, es por esto que en épocas pasadas, la magia fue vista, y sigue viéndose, como pura brujería y bibidi babidi bu; porque no se entiende la ciencia detrás de ella. Y sobretodo, porque se cree que puede lograr lo que sea, cuando no es así. Como dijo Remiel, la magia está sujeta a leyes, y por lo tanto, tiene sus límites. Y muchos de esos límites son casi imposibles de alcanzar en su totalidad; como el nivel Quantum.

—De todos modos Gabriel, en realidad no necesitas aprender magia. Con el Prana, el Muay Boran y tu habilidad, serás bastante fuerte. Y si llegas a aprender a usar el Chi, la magia prácticamente será obsoleta para ti —decía Jofiel de forma motivadora—. Un claro ejemplo de lo grande que puedes llegar a ser con tiempo y entrenamiento, serían los hombres-tigre Absalón Khan y Shivam Baahubali.

—¿Shivam Baahubali? —dijo Gabriel sorprendido, y antes de preguntar por dicha persona, el grito de sorpresa de Rosabella lo distrajo.

—¡¡Miren ya llegamos!! —grito Rosabella llena de emoción, y apuntando en dirección al frente del barco, y el resto al mirar, se da cuenta de que se estaban acercando al puerto de una ciudad.

—Bueno amigos, ya llegamos a nuestro destino —dijo Miguel con una sonrisa que denotaba emoción.

https://youtu.be/LIomxDU_lVU

El barco finalmente había llegado a Francia; específicamente al puerto de la ciudad de Marsella; Puerto Viejo. Obviamente, dado a lo lejos que se encontraba París, no tendrían otra opción, que usar un Salón Astral, y por ello, tendrían que ir al más cercano, cuya ruta estaba cerca de la Basílica de Notre-Dame. Después de prepararse y desembarcar, los jóvenes-bestia, Auguste y la familia Dumont, se dirigieron a un rincón del puerto, lo bastante apartado de la muchedumbre, donde se podría hablar más cómodamente, para despedirse; porque, dado a que la familia y los sirvientes iban a regresar al castillo, tomarían una ruta diferente.

Los jóvenes-bestias llevaban ropas casuales, pero elegantes, como para asistir a una reunión de trabajo. Aunque la ropa que llevaban Rafael y Azrael era la menos formal, debido a la incomodidad de ellos por ese tipo de traje. Remiel, pese a que ahora llevaba ropa europea, se arregló lo más que pudo al estilo de su tierra, para sentirse cómodo. Y Jofiel llevaba la ropa más formal y cara que pudo tener, para estar lo más presentable posible.

—Con suerte, terminaremos con esto antes del anochecer —le decía Auguste a Adán y Bella.

—De acuerdo —dijo Adán, y luego se dirige a Miguel y Rafael—. En cuanto lleguemos al castillo, le contaremos a los Wolf y a Elsa sobre lo sucedido.

—Entendido, y gracias por la hospitalidad —agradeció Miguel con enorme amabilidad.

—Y lamentamos los problemas ocasionadas, je, je —se disculpó Rafael con una sonrisa apenada.

—Entonces traten de no hacer más locuras —dijo Bella sonriendo amablemente.

—No sé porque presiento que eso no será posible —comentó Camael en voz baja y de forma sarcástica, e inmediatamente recibió un codazo en las costillas, por parte de Azrael, quien escuchó su comentario.

—Y Gabriel... —decía Bella, con un rostro que denotaba toda la preocupación, que una madre puede tener, mientras se dirigía a su hijo adoptivo—, por favor, trata de mantener a tu... "amigo" bajo control. Al menos, hasta que salgas de la ciudad.

—Lo intentaré —dijo Gabriel con molestia, y cruzándose de brazos. Entonces recibe un fuerte abrazo de despedida, por parte de su hermana adoptiva.

—¡Buena suerte hermano! —dijo Rosabella con su característica gran alegría.

—Cero abrazos aquí por favor —dijo Gabriel bastante avergonzado, puesto que estaba frente a los demás; por lo que trataba de separarse de Rosabella.

Tras despedirse, los jóvenes-bestia siguieron a Auguste, a donde encontrarían un Salón Astral. En cuanto llegaron a los pies de la colina, en la que está construida la basílica, se dirigieron a un edificio de cuatro pisos, con un letrero en la puerta que decía: "Agencia de Ciencias y Ocultismo". Era el edificio de una agencia francesa, que se encarga de investigar sucesos que la ciencia no puede explicar, de manera similar a la organización islandesa, que usa el gremio de elfos como fachada. Y obviamente esta agencia en particular, no era una excepción; en el letrero estaba la misma extraña cruz, que vio Camael en la Sede Mexicana de San Bestia.

El lugar parecía un departamento común y corriente. La recepción era pequeña; había un par de puertas cerca de la entrada, y una escalera en ambos lados de la recepción, que conducían al segundo piso. Aparte de los empleados y guardias de seguridad que se encontraban allí, también había bastantes clientes. 

Lo bueno era que el personal que atendía la clientela en la recepción eran diez (seis hombres y cuatro mujeres), por lo que el grupo no tardó mucho en tener su turno. Fueron recibidos por una de las damas del mostrador, que aparentaba rondar cerca de los treinta. 

La recepcionista supo quienes eran ellos, porque Ezequiel aviso que vendrían a la agencia. Ella les dijo al grupo que fueran la oficina N.7, a lo que Auguste supo de inmediato cual era. Entonces él se dirigió a las escaleras de la izquierda, seguido por los jóvenes-bestia, y llegaron a un pasillo, que conectaba con otros cuatro del segundo piso; en todos había innumerables puertas, y cada una tenía un número; el grupo entró en la que tenía el número "7".

El interior de la habitación no era nada fuera de lo común; dos sillones, un escritorio, un estante, una mesilla y un sofá. No tenía ventanas, y en una de las paredes había un mapa del mundo, con el símbolo de los cuatro puntos cardinales en un extremo. Auguste camino hasta el mapa y sacó de su chaqueta un guante negro para su mano derecha; tras ponérselo, con dicha mano toco los cuatro puntos del símbolo, y luego el centro.

—Bealach isteach chuig Domhan-Eile —recito Auguste al tocar el centro de los cuatro puntos cardinales, y de inmediato, del suelo al techo, rodeando el mapa, aparecieron líneas que formaban una puerta. Luego el mapa desapareció; quedando solo la pared; la cual, ahora parecía estar congelada—. Ya podemos pasar.

Auguste avanza a la pared, y en vez de chocar, pareció como si atravesara una pared de hielo frágil, y la misma en vez de caerse a pedazos, se rearmara (sin perder las grietas). Entonces, los jóvenes-bestia lo siguieron, y cada uno fue atravesando la pared cristalina, y sintieron lo mismo que Camael, cuando éste ingresó a la entrada de la Sede Mexicana de San Bestia por primera vez.

—Para los que no lo conocen, bienvenidos a Bláth an Ghleann, la ciudad gemela de Marsella en Domhan-Eile —anuncio Auguste con una sonrisa, mientras él y el resto emergían de una enorme puerta ovalada cristalina, y contemplaron el nuevo sitio en el que estaban.

https://youtu.be/6oG6PXWadIw

Detrás de ellos había una muralla, llena de puertas iguales a la que habían salido, y de las que salían alguna que otra persona. El terreno era alto y amplió. El piso era de cerámica gris detallada. A lo lejos, bajando una de tantas escaleras que había alrededor del terreno, estaba un gran letrero de piedra decorada, que ponía en letras verdes luminiscentes, y en idioma irlandés: "Entrada a Bláth an Ghleann". Y más adelante del letrero, estaba lo realmente interesante.

El terreno estaba dentro de un pueblo comparable, y muy similar, a las grandes ciudades de Irlanda y Francia —aunque menos modernizada, de manera que conservaba bastante el toque medieval—. Y pese a que era de día, parecía ser más temprano que en Francia. No obstante, lo realmente increíble y poco natural, eran los habitantes del pueblo; al menos la mayoría, sin duda no eran humanos a simple vista.

Paseaban elfos en su verdadera forma por todo el lugar; los varones tenían astas de ciervo, mientras que las hembras carecían de ello, además de que todos vestían ropas caras y elegantes. Sin embargo la mitad difería entre sí, porque eran dos especies diferentes; eran elfos luminosos y oscuros.

Los tonos de piel de los elfos luminosos variaba de pálidos, claros y algunos un poco bronceados; el color de sus cabellos variaba de rubios y pelirrojos, siendo algunos pocos de cabello verde claro, mientras que el color de sus ojos variaba de azul, verde y dorado. 

En cuanto a los elfos oscuros, sus tonos de piel variaba de violeta, púrpura y algunos rosados, mientras que los colores de sus cabellos en su mayoría eran de color plateado y azul real, con algunas excepciones que eran lavanda, y sus ojos tendían a ser de color rojo, verde y púrpura. 

Y además las dos especies de elfos tenían marcas distintivas en el rostro, y su color dependía de la especie (blanco en los elfos luminosos y negro en los elfos oscuros).

La otra raza que obviamente no parecía humana, eran hombres y mujeres de una estatura baja (medían menos de la mitad de un humano adulto promedio). La mayoría era de constitución robusta y un poco obesa, y la minoría, aunque no se le notaba obesidad, todavía poseían una notable musculatura, y en el caso de las mujeres, todavía tenían un visible nivel de corpulencia.

Y por último el color de sus cabellos iba de rojo, marrón, negro y blanco, y el de sus ojos eran entre azules, marrones y grises. No obstante, lo que hacía entender que no eran humanos, eran el color de sus pieles, el cual variaba de un tono en extremo pálido a un gris claro, y había algunos que eran azules. Estos eran la raza de los enanos.

La otra raza presente en el pueblo contaba con piel de diferentes tonos de verde, y tanto hombres como mujeres e incluso niños tenían la musculatura bastante desarrollada, siendo los varones mucho más robustos que las hembras. La estatura de los adultos superaba a la de un humano adulto promedio. El color de cabello de todos en su mayoría era negro, y unos pocos lo tenían de color blanco y rojizo. La mayoría también tenía los ojos rojos, siendo algunos pocos los que los tenían dorados o verdes.

Otro detalle distintivo que tenían era un par de colmillos inferiores que sobresalían de sus labios, por lo que podrían confundirse con ogros, de no ser por su apariencia más "humana". Aparte, a diferencia del resto de los habitantes del pueblo, cada uno de esta raza vestía armadura de cuero ligera con un notorio estilo celta o eslavo, e incluso muchos contaban con tatuajes tribales de ambas culturas, por lo que lucían listos para cualquier conflicto. Esta era la raza de los orcos.

Los que parecían humanos, obviamente no lo eran (al menos la mayoría). No hacían falta más señales para ver que muchos eran bestias en su forma humanizada. Sin embargo, había otros que a simple vista se notaba que eran criaturas no-humanas, como centauros y faunos.

https://youtu.be/OVhyoOkQFqs

Todos iban de un lado a otro, por diversas calles del pueblo. A lo lejos, se veía también unos estrafalarios y modernos carruajes que, en vez de ser tirados por caballos, se movían por sí mismos, y el conductor los controlaba —principalmente y a simple vista— con un timón de barco integrado enfrente, de donde se sienta el conductor. 

Además, en el cielo azul sobrevolaban grandes dirigibles, y unos extraños y masivos barcos hechos —de lo que parecía— madera y metal. Algunos se veían más mecanizados, y los barcos voladores portaban velas en ambos extremos, que se asemejaban a alas, y tenían propulsores integrados en puntos específicos (algunos pequeños en la parte baja, y unos más grandes en la parte trasera), de los que emanaban luz blanca. El diseño de los barcos y dirigibles variaba, aunque la estructura de los que parecían más metal que madera, se asemejaba a la de una colosal y desconocida criatura.

—¿Qué estás haciendo Rafael? —pregunto Jofiel, notando que el joven-oso escribía con vigor en un bloc de notas.

—¡Empezando a anotar el nombre de este lugar! —decía Rafael con gran emoción, y sin dejar de escribir.

—Como les dijimos antes, Rafael ha estado más aislado de la civilización que yo —decía Miguel—. Y por eso, decidió anotar todo lo importante, o que considera interesante, para investigarlo después. Creo que ya es como su pasatiempo.

—¡Además es interesante este lugar! —agregó Rafael emocionado como un niño—. La primera vez que visite este mundo, fue cuando Elsa y yo acompañamos al Sr. Grimm y los otros dos cazadores, para tomar un atajo, y llegar más rápido a Francia. Aquella vez estuvimos en otro pueblo del Domhan-Eile, por lo que este es nuevo para mí.

—Igual yo —decía Miguel, con felicidad al ver el lugar—. La primera y última vez que visite este mundo, fue junto a mi hermana y padres, para viajar a Francia.

—Je, je Y tal parece, que a alguien más le fascinó bastante este lugar —comentó Remiel un poco divertido, mientras veía que Camael miraba el cielo y los alrededores, con gran fascinación.

—¿Cómo no estarlo? —decía Camael un poco sarcástico, aunque seguía maravillado—. En México, dado a que no se ha terminado los pasajes, hacia los pueblos superiores de este mundo, solo hay acceso a algunas regiones subterráneas; como el reino de bestias mexicanas, donde conocí a mi maestro, y entrene. Por lo que, es mi primera vez viendo la superficie de este lugar. Y ciertamente, es mejor de lo que espere.

—Yo también —decía Jofiel, mirando todo con detenimiento, y gran admiración—. E escuchado sobre los mundos y pueblos, donde se reúnen todos los de la Sociedad Sobrenatural. Y esta es la primera vez que visito uno de ellos.

—Los entiendo. Yo estuve igual, cuando visite este lugar por primera vez —decía Uriel con una sonrisa, mientras veía el cielo.

—Bueno, si ya terminaron de admirarlo todo, ¡démonos prisa! —decía Azrael con indiferencia, aunque tampoco podía ocultar su emoción de visitar aquel mundo.

—¡Sí! ¡Vamos a explorar! —dijo Raziel con gran entusiasmo.

—Exploraremos un poco, mientras vamos al Santuario Astral. No podemos hacer esperar más a Ezequiel —decía Auguste con seriedad, desilusionando a los que querían explorar el pueblo.

Luego, el Sr. Grimm avanza hacia adelante, mientras los jóvenes-bestia lo seguían. Bajaron por unas escaleras, y salieron de la zona de portales, para dirigirse al lado sur del pueblo; donde sobresalía por encima de las casas, y muy cerca de allí, lo que parecía una gran catedral de la época renacentista. Durante la caminata, los jóvenes-bestia miraban las estrafalarias y fantásticas calles, que si no fuera por los seres no-humanos, parecería un pueblo-ciudad como cualquier otra.

El Domhan-Eile (Otro Mundo en irlandés). Es el principal mundo, que sirve como punto de reunión para diversas razas de la Sociedad Sobrenatural, y está ubicado en el mismo "espacio" que el mundo de los enanos, el Svartalfaheim. 

A menudo era llamado "Mundo Subterráneo", porque los pasajes que conducen al Domhan-Eile, comúnmente estaban en cuevas de Irlanda, y casi siempre dichos pasajes conducían a una serie de cavernas subterráneas, hechas antiguamente por enanos, que habitaron temporalmente ese mundo, para buscar minerales especiales. Sin embargo, no fueron los únicos en vivir allí; fue descubierto siglos atrás por los Dioses Celtas, y tras perder Irlanda, el Dios Céltico Dagda guío a su tribu, los Tuatha Dé Danann, a mudarse en el Domhan-Eile.

—Luego de otros cuantos siglos, el Primer Hijo del Arcángel Mensajero y la Diosa Celta del Fuego, creó un nuevo hogar para su madre, la madre de cuatro de sus hermanos menores, y los demás Dioses Celta; por lo que el Domhan-Eile quedó deshabitado. Y cuando fue redescubierto por mi ancestro, Isaac, y el ancestro de Jofiel, Jacob, se decretó que sería el mundo principal de la Sociedad Sobrenatural —repasaba Rafael sus notas, y todo lo que investigó, respecto a ese mundo, mientras avanzaba al lado del grupo por la calle, siguiendo a Auguste.

—Vaya que te has puesto al día con la historia —dijo Miguel sorprendido del progreso de su amigo oso.

—Sí. Es que la historia de la que se formó la Sociedad Sobrenatural es increíble —decía Rafael bastante entusiasmado—. ¿No es así Ga...? ¿Gabriel?

https://youtu.be/jrW4qjFow2o

Miguel y Rafael, y los demás, notan que el joven-tigre se había quedado muy atrás, y contemplaba un mural frente a él, con ilustraciones de diversos escenarios y personajes. Y él miraba uno en específico, en el que estaban el dibujo de tres mujeres y un hombre. 

La primera mujer era una pelirroja irlandesa de piel clara, que llevaba un vestido blanco decorado con flores. La segunda era de piel mortalmente pálida, cabello negro y vestía una ligera armadura púrpura celta. Y la tercera era una egipcia de cabello negro azulado, piel bronceada, un poco más baja que las otras dos, y portaba un báculo con el Ojo de Horus. En cuanto al hombre, era de piel morena clara, cabello plateado, físico fuerte, y llevaba armadura ligera de color negra con detalles dorados, aunque lo más destacado eran las grandes alas emplumadas de color blanco, que tenía en la espalda.

En la parte superior de la ilustración ponía en cursiva: La Unión de Brigit, Diosa Celta del Fuego, Morrigan, Diosa Celta de la Muerte, y Wadjet, Diosa Egipcia del Calor, con aquel que está por encima del Poder Divino, el Alto Príncipe San...

—¡Gabriel! ¡¿Te vas a quedar ahí?! —grito Azrael, haciendo reaccionar al joven-tigre, y éste sin decir palabra, regresó con ellos.

—¿Muy impresionante el mural? —pregunto Remiel casualmente y con humor.

—Si... Y muy... familiar... —dijo Gabriel, bastante estupefacto, y sorprendido.

—¿Qué? —pregunto Raziel bastante confundido por el comentario.

—Olvídenlo. Continuemos —dijo Gabriel cambiando a una expresión seria, y empieza a caminar.

El grupo, aunque seguía confundido por el comportamiento del joven-tigre, reanuda su marcha, en cuanto Auguste lo hace. No obstante, ahora, durante el camino, Gabriel estaba sumido en sus pensamientos, porque al ver la imagen de aquel hombre en el mural, se le vino a la mente aquel extraño que, aunque solo estuvo con él por un par de días, se había convertido en lo más cercano a un verdadero padre.

Próximo capítulo: Resurrección y Transmigración.