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Capítulo XXIV: El Tigre Guardián de Malasia

"Los dos barcos con los cuales iba a emprender el Tigre su audaz expedición, no eran dos paraos corrientes".

—Los Tigres de Mompracem, de Emilio Salgari.

https://youtu.be/Ndt_iQ5EGZ4

[Años Atrás. Islas de Indonesia].

En Asia son muchas las leyendas acerca de los hombres-tigre. Y la mayoría concuerda en que son bestias divinas que encarnan la furia y la venganza. En las tierras donde viven los malayos, como las islas de Indonesia, está la leyenda del harimau jadian. Pero también está la leyenda sobre el Hantu Belian, el espíritu de un tigre rencoroso que posee a un hombre y lo hace entrar en un estado de furia asesina, conocido como "Meng Amok". 

En esta leyenda en particular había una vez un niño malayo rechazado incluso por su propia familia. Un niño salvaje y fuerte cuyas únicas figuras paterna y materna eran una pareja de maestros del ancestral Arte Marcial Silat. Y su único "hermano" era un tigre nacido en cautiverio; un tigre que, al igual que él, fue criado bajo el mismo cruel hombre musulmán al que el niño era obligado a llamar "padre de sangre".

El niño y el tigre crecieron como "hermanos", y como tal surgió una amistad fraternal entre ambos, porque lo que más los conectaba era el sueño de ser libres. Sin embargo, aparte de sus queridos maestros y "hermano", el niño no estaba del todo solo.

Una joven profesora europea que trabajaba en la escuela de la aldea, habiendo descubierto la terrible vida que sufría el Niño Salvaje, intentó brindarle apoyo y felicidad para que se convirtiera en un buen hombre. Y el Niño Salvaje, al principio desconfiado de todo como un animal en la selva, poco a poco comenzó a aceptar la nueva amistad que le brindó aquella Profesora amable.

Pero llegaría el día que marcaría la tragedia en esta leyenda.

A la isla llegó un joven Guerrero Japonés maestro de Karate y Sumó Antiguo, descendiente de un poderoso linaje de samuráis con fama y gloria en Japón. El Guerrero Japonés estuvo interesado en la Profesora Europea, tan pronto como la vio durante una simple caminata en la calle. Y no dudo en intentar hacer que ella se uniera al harén de él a la fuerza.

Sin embargo el Niño Salvaje, como un animal dispuesto a defender lo que es suyo, atacó sin piedad al Guerrero Japonés para defender a la amable Profesora Europea, y logró ponerlo de rodillas frente a la vista incrédula de toda la aldea, lo cual en el sumo significaba la derrota absoluta. Esto condujo a que el Niño Salvaje se ganara el odio del Guerrero Japonés, y de los fanáticos que adoraban a éste último como un "héroe invencible".

Después de aquel evento, el Hermano Tigre logró escapar de su jaula por primera vez en su vida. Pero en vez de huir a la selva, corrió a ayudar al Niño Salvaje contra un grupo de fanáticos de aquel Guerrero Japonés. Y durante la sangrienta lucha sacrificó su propia vida para evitar que el Niño Salvaje muriera a manos de esos asesinos.

Luego de ese trágico suceso, la amable Profesora Europea intentó llegar a un acuerdo con el Guerrero Japonés para que dejara en paz al Niño Salvaje. Aunque al final tuvo que aceptar convertirse en una de las esposas de ese depravado hombre de Japón, estaba feliz de que podría al menos salvar la vida del chico malayo.

No obstante el Niño Salvaje, lleno de furia por la muerte de su "hermano" tigre, no iba a permitir que otro ser querido suyo perdiese la libertad. Así que en la siguiente noche, una en la que brillaba la luna llena, fue a salvar a la amable Profesora como lo hizo el Hermano Tigre por él.

En su camino mató a muchos otros discípulos y seguidores del Guerrero Japonés, hasta que finalmente llegó a él y lo confronto en un sangriento duelo final. Aquel depravado hombre de Japón resultó ser demasiado fuerte. Por lo que el Niño Salvaje cayó derrotado. Sin embargo el guerrero japonés no se conformaba con solo humillarlo y matarlo; quería destrozarlo por completo tanto en cuerpo como en mente y espíritu.

Así que, luego de burlarse de la gente del Niño Salvaje, su cultura, su honor e incluso sus ancestrales dioses, planeo divertirse abusando de la Profesora en ese mismo instante. Por mucho que la Profesora luchara, o incluso el padre de ella intentara defenderla, nadie podía hacer nada contra ese depravado hombre de Japón idolatrado como un "héroe". Ni tampoco había quienes estuvieran dispuestos a morir enfrentando a los samuráis que lo acompañaban. Y los soldados musulmanes que estaban allí no querían ayudar a una europea cristiana.

Todo lo que el Niño Salvaje pudo hacer fue rezarle al dios ancestral de su pueblo y maestros; le rezo al Dios de las Bestias, Rudra, no por ayuda o un milagro, sino para vengarse de aquel hombre perverso y sus seguidores. Fue una plegaria a Rudra por una venganza justa. Y desde los mismos cielos el Hermano Tigre descendió para salvar al Niño Salvaje una vez más, como un honorable ángel guardián o un feroz demonio vengativo.

Antes de que el Guerrero Japonés ultrajara a la inocente Profesora Europea, todos los que estaban allí presentes fueron testigos de la aterradora transformación del Niño Salvaje en una imponente bestia, que rompió las cadenas mentales y físicas que aprisionaban la naturaleza animal de su propia alma.

Despojado de su carne humana, el Niño Salvaje convertido en hombre-tigre le arrancó los brazos al Guerrero Japonés, y luego destrozó la cabeza con una brutal mordida, antes de pasar a matar también al resto de los samuráis y soldados musulmanes que oprimían esa isla de Indonesia. Había salvado a la gentil Profesora, restauró el honor pisoteado de su pueblo, vengo a muchas vidas inocentes, y tomo venganza contra su perversa familia biológica.

Ahora con su "hermano" viviendo en su alma, y con todas las cuentas pendientes saldadas, el niño malayo convertido en bestia emprendió un viaje más allá de su tierra natal, para vivir su libertad. 

https://youtu.be/L83nI8Py4qw

[Presente. Mar Atlántico Sur del Domhan-Eile].

Al igual que los mares del planeta Terra, los del Domhan-Eile estaban plagados de todo tipo de peligros impredecibles, de los cuales la mayoría eran ataques de monstruos marinos, piratas o barcos fantasmas. Y también existían peligros que venían desde el cielo en forma de wyvern y otras amenazas, aparte de un mal clima.

Es por eso que los clanes Nightfall Angels y Twilight Maidens no sabían si sentirse afortunados de que solo estaban teniendo encuentros con barcos hostiles. Aunque en realidad, tras haber huido de Mabel, el nuevo barco que los estaba siguiendo no lucía muy hostil. El extraño barco casi había llegado hasta el Draco Wang, poco después de que fuese divisado. Así que no hubo tiempo para planear otra huida. 

Clarisse y Jofiel aliviaron un poco la tensión diciendo que tal vez no eran piratas, sino un barco mercante. Uriel valido esta suposición explicando que en el Domhan-Eile había "barcos-restaurantes" y "barcos-mercados", dedicados a reabastecer barcos y ayudar a náufragos. También, aunque no fuese ninguno de los dos tipos de barco, era común que algunos barcos se acercarán entre sí para comerciar algún tipo de intercambio.

De cualquier modo, antes de siquiera pensar en un mejor rumbo de acción, el extraño barco estaba pasando cerca de ellos y se mantuvo navegando a su lado. Así que, mientras Gabriel y Caroline se limpiaban la sangre seca en el fregadero de la cocina, los demás se dirigieron al estribor del Draco Wang para descubrir con quienes trataban ahora. El dúo tigre y loba no tardó en limpiarse y reunirse con ellos, aunque sus ropas todavía estaban manchadas con sangre, al igual que la de Azrael y Jofiel. Pero a los cuatro no les importo; de hecho lo consideraron como una excelente forma de intimidación, en caso de que el barco extraño resultase hostil.

No obstante la presentación fue mucho más amigable que la que recibieron de parte del Revenge Cry.

Para empezar, el extraño barco era hermoso. La longitud de la popa a la proa, la anchura del estribor al babor, y la altura de la quilla a la cubierta principal, eran un poco mayores que el Draco Wang. Su diseño se asemejaba al de un bergantín, por lo que solo tenía dos mástiles y sus velas eran cuadradas, con una vela latina en la popa. Tenía el tamaño suficiente para ser manejado por una tripulación mínima de 20 personas. Su cuerpo estaba hecho en mayor parte de madera oscura, con bordes metálicos de un reluciente color verde.

La popa era bastante amplia y alta, con una habitación enorme que parecía ser un cuarto de mando en vez de ser un simple espacio con una rueda de timón. Como prueba de esto, sus ventanas eran lo bastante extensas como para permitir una visión amplia de las cuatro direcciones de la popa. Además el diseño de los barandales, la estructura de la habitación de la popa y demás detalles estéticos eran de un notorio estilo celta.

Por último su bandera era roja con el símbolo de las cuatro direcciones en un intrincado diseño dorado. Y la estatua en su proa era un tipo de hada con armadura celta.

Santas ostras... Ojala que no sea un barco hostil —dijo Uriel con los ojos muy abiertos.

—¿Por qué lo dices? —pregunto Raziel sorprendido por el comentario de Uriel.

—Porque me dolería en el alma dañar un barco tan hermoso como este.

—Que el universo te oiga —dijo Miguel estando de mal humor.

—No creo que sean malos. ¡Su barco tiene muy buena vibra y se ven animados! —dijo Clarisse sonriendo con optimismo, mientras señalaba el barco.

Como menciono la británica rubia, en el extraño barco el ambiente era muy animado. Una mujer cantaba una hermosa canción en idioma hawaiano, mientras el resto de la tripulación se movía de un lado a otro al ritmo de la canción. Pero el clan no tardó en darse cuenta de algo curioso.

Toda la tripulación del barco parecía estar integrado nada más que por mujeres.

Solo podían divisar mujeres atléticas, quienes se dividían en tres europeas —una pelirroja y dos rubias—, dos hawaianas —hermanas al parecer— y tres asiáticas —una china, otra japonesa y otra coreana—. Pero también se podía apreciar que había una de origen venezolana y otra que era india. La mayoría aparentaban rondar entre los 25 y 30 años, siendo la venezolana la única que aparentaba un poco menos.

No obstante todas vestían de la misma manera: uniformes negros de cuero ceñidos al cuerpo que consistían en botas, ajustados pantalones y chaqueta sin mangas, reforzadas con algunas placas metálicas de una forma que podría confundirse por simple estética. En cierto modo, sus uniformes tenían un estilo parecido a los uniformes insignia de San Bestia.

De momento nadie en el extraño barco daba indicios de querer comunicarse con la tripulación del Draco Wang. Pero la mujer pelirroja gritó algo en idioma islandés. Después la puerta del puente de mando en la popa se abrió, y por las escaleras descendió a la cubierta otra mujer.

Tanto Azrael como Jofiel, Miguel, Raven, Camael, Angela, Gabriel y Caroline entraron en alerta máxima, tras ver la apariencia de la nueva mujer, quien se acercó al barandal del extraño barco para hablar con ellos.

La mujer era europea y lucía muy joven. Tenía el cabello de color rubio platino y ondulado con un flequillo largo frente a su rostro carente de imperfecciones. Sombreado negro en los párpados, y labios carnosos con labial rojo. Llevaba un vestido rojo oscuro que abrazaba su delgado cuerpo como una segunda piel, resaltando su cintura estrecha, sus caderas esbeltas y trasero firme. Tenía un escote y un corte en la falda, que hacían gala de sus senos grandes y su pierna izquierda, revelando además que ella usaba pantimedias negras semitransparentes de diseño gótico, los cuales hacían juego con guantes largos que cubrían sus manos hasta sus codos. Y por último llevaba tacones no muy altos que combinaban con su ropa.

Sin embargo lo más destacado de la mujer europea era su suave piel blanca, ojos de color rojo como la sangre, y colmillos superiores largos como agujas que sobresalían de sus labios por su sonrisa amable. Y como si todas estas señales no fueran suficientes, la mujer europea portaba en su mano derecha una sombrilla negra abierta que le ofrecía sombra contra la luz del sol.

Estaba más que claro que ella era una vampiresa.

https://youtu.be/7sALMd4Pojc

—¡Oh, tranquilos no se alarmen! —dijo la extraña vampiresa, con un marcado acento británico, llevándose cerca de su boca los dedos de su mano libre en una expresión de sorpresa, que lucía demasiado adorable para ser ella una vampiresa—. Entiendo que les preocupe la repentina aparición de un barco con un vampiro a bordo. Pero si me permiten un momento, por favor, les puedo demostrar que no soy como otros vampiros que han enfrentado.

Cada uno de los miembros de Nightfall Angels y Twilight Maidens, incluyendo los más serios, estaban boquiabiertos de la sorpresa. Y con razón: les había preocupado que de repente tuvieran que luchar ahora de cerca contra un barco dirigido por un vampiro. 

Pero esta vampiresa expresaba tanta bondad, ternura y amor en sus ojos, gestos y voz, que por un segundo dudaron de que ella fuese realmente un vampiro. Ya que los vampiros suelen expresar malicia, orgullo y seducción siniestra. Aun cuando hicieran el intento de ocultarlo, en sus ojos se apreciaría un destello de esas emociones.

Raven era la excepción por ser una híbrida. Y a pesar de eso, no podía evitar mostrar indicios de malicia cuando se enfadaba y peleaba. Incluso cuando le hacía el amor a Miguel expresó una lujuria erotica comparable a la de una insaciable súcubo, y todavía lo suele mostrar cuando Miguel hace o dice algo que la cautiva.

En cambio esta vampiresa no tenía ni pizca de aire malicioso, orgulloso o seductor en su mirada o sonrisa. Era solo un amor tan puro que, en vez de un demonio, parecería un ángel.

—No sé si es cosa mía, pero esta hembra parece demasiado... "tierna" para ser un vampiro —susurró Rafael en el oído de Miguel.

—Lo sé. Es muy rara —dijo Miguel, volviendo a tener un semblante serio antes de dirigir la vista hacia la extraña vampiresa—. ¡Ejem! Está bien madame, hable.

—Sé que algunos de ustedes no me creerá, y hasta prefiera arrancarme la cabeza antes de dialogar. Así que le pueden decir al avatar de Rudra que me juzgue con sus ojos, para que vean que no soy malvada —dijo la vampiresa, fijando la mirada en el baghatma. Y todos quedaron aún más boquiabiertos.

—¡Usted sabe sobre mí! —decía Gabriel tan sorprendido que por un momento dio la ilusión de que su cabello se levantó en puntas.

—Sí. También sé que ustedes son el recién graduado clan Nightfall Angels, y justo hoy partieron hacia dos misiones especiales que les dio Ezequiel "Cross" Norris —dijo la vampiresa casi soltando una pequeña risa adorable.

—¡¡¡¿Ehhhhh...?!!! —exclamaron todos los jóvenes-bestia y doncellas al mismo tiempo, igual de desconcertados.

—¡¿Quién diablos es usted?! —exclamó Azrael sorprendido y cada vez más alerta. Incluso Erzuli tuvo que tocarle el hombro izquierdo para que se calmara, ya que estaba por sacar una de las tantas dagas que llevaba consigo para amenazar a la extraña vampiresa.

—¡Je, je, je! ¡Calma, calma por favor! —decía la vampiresa entre risas alegres y agitando la mano libre, dándose cuenta de lo hostil que estaba el eniyamotekun negro—. Soy Irina "Venus" Cullen. Profesora de química, cultura humana, filosofía e idiomas, y maestra cazadora de vampiros de la Sede India de San Bestia.

—¡Irina "Venus" Cullen! —exclamaron todas las guerreras del clan Twilight Maidens.

—¡De la Sede India de San Bestia! —exclamaron todos los miembros del clan Nightfall Angels.

—¡¿Ustedes la conocen?! —preguntó Miguel sorprendido a Raven.

—¡Hemos escuchado de ella! —decía Raven igual de sorprendida—. ¡Se unió al Aquelarre de mi madre para convertirse en una bruja, después luchó contra mi abuela para escapar del Aquelarre, y también participó en la guerra contra el resucitado emperador chino malvado Qin Shi Huang!

—¡Y eso no es todo! —decía Camael bastante sorprendido, y luego señaló a la vampiresa con una mano temblorosa—. ¡Si es la misma condesa vampiro Venus de la que he oído hablar, entonces ella es la cuarta esposa de...!

—¡Mi amor, ya estamos al lado del barco de tus estudiantes! —interrumpiendo Venus al garuda gritando en dirección a la popa del barco.

—¡Voy enseguida!

https://youtu.be/5VBHFFGCX-A

Contestó una voz masculina desde el interior del puente de mando. Y un segundo después alguien más salió de la habitación tan rápido que ni siquiera uso las escaleras para bajar a la cubierta. Solo bajo con un salto acrobático y aterrizó sin problemas como un felino. Luego comenzó a caminar hacia la vampiresa, mientras explicaba la razón de su tardanza.

—Perdóname por tardar en salir. Estaba ocupado asegurándome de que los propulsores no se dañaron con el despegue. ¡Je, je! Ha pasado mucho desde que los usamos para viajar de esta forma.

La voz del hombre resulto bastante conocida por Jofiel, Camael, Angela y Clarisse, quienes no pudieron ocultar el asombro que sintieron al descubrieron quién era él. Aunque solo lo vieron una vez y fue de modo casual en aquel banco, era difícil olvidar a tan peculiar hombre-tigre indonesio.

Era el maestro Yuda Uwais.

—¡Usted...! —exclamó Angela tras reconocer al hombre-tigre indonesio.

—¡Hola de nuevo cachorros! —saludo Yuda con una sonrisa amistosa, como alguien que se reencuentra con viejos amigos. Y al terminar de acercarse a la vampiresa, ésta lo recibió con un cariñoso beso en los labios, confirmando las sospechas de los jóvenes-bestia.

—¡¿Usted es el maestro Yuda Uwais?! —exclamó Camael con un mayor desconcierto.

—¡¡¡¿Ehhhhhhh?!!! —exclamaron otra vez los demás, ahora sorprendidos por lo que dijo el garuda.

—No puedo creer que hasta ahora se hayan dado cuenta.

Tanto Miguel como Raven, Rafael y Elsa volvieron a sorprenderse al escuchar una conocida voz femenina; vieron a la licántropo nativo americana Tala Powhatan descender por las escaleras de la popa, y acercarse caminando a Yuda y Venus.

"Facking" shit. ¿Hasta cuándo esos niñatos van a seguir montando tanto escándalo?

Se quejó otra mujer descendiendo por las escaleras de la popa, con un notable mal humor y un marcado acento muy común de los campos rurales del suroeste de Estados Unidos, mientras fumaba un tabaco bastante caro.

Aparentaba rondar en sus 30 años, y parecía ser de ascendencia europea por sus rasgos, además de su piel clara, la cual estaba un poco bronceada por exposición continúa al sol. Su cabello era de un color castaño rojizo, y lo mantenía amarrado en una larga coleta francesa que descansaba encima del hombro izquierdo. Ojos azules. Cuerpo atlético, alto y esbelto con pechos grandes.

Vestía un ajustado pantalón azul oscuro y una camisa a juego que mostraba su estómago tonificado. En el cuello traía un pañuelo azul. Encima de la camisa llevaba una chaqueta negra de cuero, que hacía juego con sus elegantes botas y su sombrero de vaquero. Además portaba en su cinturón negro un par de fundas: en el derecho guardaba un revólver Colt Peacemaker personalizado de color plateado, y en el izquierdo un cuchillo largo con mango negro.

—Es Matilda Wayne —dijo Raziel sorprendido de ver a la mujer vaquera—. Antigua cazadora de monstruos del estado de Texas de Estados Unidos, y actual quinta esposa del maestro Yuda Uwais.

—Espero que ustedes también hayan oído de mí.

Dijo otra mujer con un tono seductor y humorístico, que bajaba las escaleras siguiendo a Matilda Wayne hacia donde estaban ahora Tala y Venus con Yuda.

La nueva mujer era alta y de origen irlandesa, por lo que era pelirroja. Aunque su cabellera era de un rojo intenso, además de rizado y largo hasta la cintura. Su piel clara era de un tono casi pálido, y sus ojos de color verde. Parecía ser de la misma edad que Venus. Y llevaba puesto un elegante vestido de color verde hoja, con mangas largas y bordes dorados, que resaltaba su cintura bastante estrecha, y tenía un par de cortes en la falda que ofrecía una breve vista de sus voluminosas y largas piernas.

El vestido también tenía un pequeño escote que hacía gala de sus enormes y firmes senos, e incluía una capa azul celeste con capucha adornada con trazados célticos dorados. Traía botas verdes adornadas con placas doradas, que combinaban muy bien con su vestido y le permitían a ella moverse en diferentes terrenos. Y por último traía un llamativo brazalete plateado de intrincado diseño en la muñeca izquierda con el símbolo de la cruz celta.

—Si mal no recuerdo, la pelirroja irlandesa es Amy O'Coileain, segunda directora de la academia de magia en Escocia, y sexta esposa del maestro Yuda Uwais —decía Rafael, esforzándose un poco por recordar la información que escucho en la Sede Principal de San Bestia.

Mamma mía. ¡El maestro Yuda y su tripulación de esposas rudas están aquí en persona! —dijo Jofiel emocionado como un niño al ver a otro de los grandes veteranos y maestros de San Bestia.

—¡Espera, espera un momento, ¿el león desquiciado dijo "tripulación de esposas"?! —decía Angela agitando las manos, y luego señala a Yuda con un dedo índice—. ¡Esta bestia salvaje se folla a todas las mujeres de su barco!

—Sí —contestó Tala como si fuese lo más normal del mundo—. Hrist, Merida y nosotras somos las esposas "oficiales", y el resto de las guerreras de nuestro barco son sus concubinas.

¡¿Quoi?! —exclamó Angela atónita en francés y quedando boquiabierta.

—¡¿Y cómo es que este tigre malayo consiguió a tantas hembras hermosas?! —exclamó Remiel bastante impactado.

—Larga historia —contestó Yuda desviando la mirada y sonriendo con vergüenza, como alguien que siente pena al hablar de un evento demasiado hilarante.

—Una muy surrealista y llena de aventuras locas —agregó Amy llevándose el dorso de la mano derecha cerca de la boca para controlar sus risas internas.

—Pues todo comenzó en una isla de Indonesia. Yo trabajaba como profesora en la misma escuela donde estudiaba Yuda. Él era un niño bastante inteligente y solitario. Aunque faltaba mucho a clases para ir a jugar con su "hermano". Además, debo admitir que fue mi alumno favorito. ¡Je, je! —relataba Venus con pasión y nostalgia.

—¡Por favor Venus, este no es un buen momento para hablar de eso! —decía Yuda comenzando sonrojarse por vergüenza, mientras Amy y Matilda se reían, e incluso Tala sonrío con diversión.

—Perdón mi amor. Pero jamás me canso de contar la historia de cuando nos conocimos y me salvaste la vida —decía Venus cerrando los ojos y sonriendo de forma inocente, luciendo todavía más tierna. 

"Si los vampiros son un tipo de demonio, esta vampiresa debe de ser un tipo de ángel. Jamás en mi vida creí que un vampiro pudiera verse tan... adorable", pensó Miguel con los ojos muy abiertos y parpadeando un par de veces, incrédulo de cómo era la condesa Venus.

—Sabes Tiger-Man, tenías razón cuando me hablaste de este grupo tan bizarro. Parece un zoológico sobrenatural. ¡Je, je, je! —decía Matilda sonriendo divertida, mientras evaluaba a cada uno de la tripulación del Draco Wang con un vistazo rápido. Luego de reírse un poco, procedió con fumar su tabaco.

—Y entre ellos hay un león, dos lobos y un dragón —agregó Tala, teniendo una expresión estoica—. No puedo imaginar cómo pueden convivir sin luchar entre sí por el dominio del clan.

—Nah. Estamos demasiado ocupados con nuestras propias vidas, como para preocuparnos por dirigir este zoológico —bromeo Uriel con algo de honestidad, y todavía sorprendido por la presencia del maestro Yuda. 

—Por eso le dejamos toda la responsabilidad al más imbécil —agregó Gabriel sonriendo con burla y señalando con el pulgar al licántropo alemán, quien se dio cuenta de esto.

—Gracias, gato maldito, gracias —dijo Miguel entrecerrando los ojos, frunciendo el ceño y gruñendo como un lobo molesto.

—¡Ja, ja, ja! ¡Y también son muy graciosos! —dijo Amy entre carcajadas fuertes—. ¡Yuda, me recuerdan mucho a cuando te uniste a un clan oficial de San Bestia! ¡Ja, ja, ja!

—Sí, supongo que sí —dijo Yuda, para su vergüenza, estando de acuerdo con su esposa irlandesa.

https://youtu.be/uhG-lH4Pht8

—Por cierto, maestro Yuda —decía Gabriel, centrando la atención en el otro baghatma, y adoptando una expresión un poco más seria—, no he escuchado ni leído mucho de usted. Pero hasta donde sé, "Yuda" no es un nombre muy propio de una bestia. En Indonesia se podría traducir como "Guerra", así que una de dos: es el nombre de un guerrero popular en Asia, o...

—O es que en realidad soy una bestia que antes fue humano —le interrumpió Yuda, mientras daba un par de pasos hacia adelante, quedando casi frente al barandal—. La verdad es que no podría considerarme "humano", porque al igual que tú crecí como cualquier otro animal de la selva, cruce la "línea", y me convertí en esto a la edad en que las bestias normales comienzan a despertar la transformación. Al igual que tú, convertirme en un harimau jadian no me cambio, al contrario solo sacó a relucir mi verdadera naturaleza.

"¿Él cruzó la 'línea' antes de ser una bestia? ¿Y siendo un niño?" pensó Jofiel aún más impresionado.

—Pero también puedo decir lo mismo de ti —decía Yuda ahora con una expresión seria—. "Gabriel" si es un nombre que llevaría una bestia, en vez de un nombre tan raro como "Bheka".

Al mencionar el último nombre, el joven-tigre indio se puso rígido de pies a cabeza, sus pupilas se encogieron y su mandíbula se tensó.

—¿Bheka? —repitió Rafael con notable confusión—. ¿Qué clase de nombre es...?

Un rugido furioso de tigre interrumpió al joven-oso. Y tanto él como sus amigos se sobresaltaron en diferentes niveles cuando vieron a Gabriel casi subirse al barandal del Draco Wang, gruñendo de rabia y con las garras listas para saltar y atacar al maestro baghatma. Fue evidente que estaba de nuevo en uno de sus estados de furia, porque enseñaba sus colmillos de tigre y sus ojos brillaban otra vez de color verde con la intensidad de un volcán.

No hizo nada más que gruñir, porque antes de lanzarse a atacar había sido sujetado del estómago por el brazo izquierdo de Caroline.

—¡¿Ahora qué te pasa, gato maldito?! —exclamó Miguel molesto y alterado. Se había preocupado bastante, porque al igual que los demás, se dio cuenta de que las esposas de Yuda adoptaron un semblante agresivo, sobre todo Tala y Venus, como hembras alfas listas para defender a su macho alfa de un enemigo.

Aunque Yuda seguía mirando al joven baghatma con una expresión serena, carente de hostilidad, como un adulto sabio evaluando la conducta de un niño problemático.

—¡Gabriel tranquilízate ahora mismo!

La voz severa y preocupada de Caroline logro hacer que el joven-tigre dejará de gruñir, volviera a tener uñas y dientes humanos, y sus ojos cambiaran a color azul cielo. Continuaba teniendo una mirada amenazante, pero regresó a donde estaba antes, y además retrocedió un paso más. La mujer-loba lo soltó tras asegurarse de que el joven-tigre estaba calmado, mientras las esposas de Yuda también se relajaron, y a su vez se tranquilizó el resto de la tripulación del Draco Wang.

—Me disculpo por mi reacción, maestro Yuda —dijo Gabriel inclinando el torso un poco hacia adelante con la mirada al suelo en señal de disculpa—. Pero le pido por favor que no vuelva a mencionar ese nombre en mi presencia. Jamás.

—Por lo visto sigues sin controlar del todo esa ira —dijo Yuda con un tono comprensivo—. Pero no te culpo. Yo a tu edad era mucho peor.

—Eso es muy cierto —dijo Venus otra vez con su sonrisa amable, y luego dirigió la vista hacia los demás jóvenes-bestia y doncellas—. Descuiden damas y bestias, no se preocupen. Ni tampoco tú, niño tigre. Esta no es la primera vez que Yuda trata con un joven... "malhumorado" de su misma especie. No tomes mal que te llame malhumorado. Me refiero a que tu especie es...

—Esta bien, lo entiendo —le interrumpió Gabriel volviendo a erguir la espalda, sin mirar a la extraña condesa vampiro bondadosa—. De todos modos, me han dicho de peores formas.

—Estoy al tanto de eso —decía Yuda todavía con una expresión que era la calma personificada—. Todavía me sigue pareciendo hilarante que Bella te considere un pobre niño.

—¿Conoce a la familia Dumont? —preguntó Gabriel levantando su mirada fiera hacia el baghatma adulto.

—Yo fui el encargado de hacer que les llegara el mensaje de Auguste, y explicarles más o menos la situación. Adán estaba feliz por ayudar a un niño que pasa casi por lo mismo que él pasó en su juventud. Y Bella estaba emocionada por brindarle el amor maternal a un niño que todo lo que recibió fue rechazo, prejuicio y odio. 

—De Bella me lo creo. De Adán... no tanto —dijo Gabriel con algo de sarcasmo, sin dejar de mirar los ojos del baghatma adulto de forma desafiante y con molestia. Mientras Yuda le devolvía la mirada, ahora con el mismo aire amenazante.

—Sin embargo, ellos desconocían el tipo de cachorro que eras, y me refiero a antes de ser una bestia. No les hemos dicho que el Rey Tigre "técnicamente" no te cambio, sino liberó al animal que ya estaba dentro de tu propia alma —dijo Yuda, y en respuesta Gabriel solo gruño—. Pero no he venido de tan lejos solo para decirte esto —Yuda dirigió la mirada hacia los demás jóvenes bestia—, o verles a ustedes la cara más de cerca.

—Entonces ¿cuál es la razón? —pregunto Jofiel interesado y hablando por todos.

—Estamos aquí para informarles acerca de una... "amenaza" adicional en sus misiones —respondió Tala, caminando dos pasos al frente, y dejándoles al clan Nightfall Angels un muy mal presentimiento con sus palabras y el tono con el que las dijo.

Después todo, en base a las experiencias recientes, y al hecho de que eran misiones de alto rango, no podían esperar a que fuesen fáciles o su nivel de dificultad se redujera por algún milagro. 

Solo podían esperar un incremento en la dificultad. 




Próximo capítulo: Amenazas de la Prehistoria. 

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