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Capítulo XXIII: Viaje a San Bestia

"Sé la razón por la que alguien sonría hoy."

—Anónimo.

https://youtu.be/ZYuS4COuNSE

[Transilvania: La Corte de las Tinieblas]

—¿A que se debe la interrupción, Baltazar?

Se quejo una mujer pálida, sentada en un elegante sillón rojo; no era otra que Carmilla. Ahora llevaba puesto un sencillo, pero elegante, vestido gótico rosado, con degradado oscuro en las mangas, falda y escote. Y a su derecha e izquierda, estaban paradas Diana y Bellona respectivamente; ambas llevaban sus respectivos vestidos. 

Se encontraban en una habitación digna de un aristócrata de la antigüedad; pared y techo color rojo con intrincados diseños negros, piso de cerámica blanco, iluminado con candelabros colgando del techo, sin ninguna ventana, y curiosamente, detrás de Carmilla, estaba el cuadro de Elizabeth Bathory. Por último, frente a la Señora Vampiro, a cinco pasos lejos, estaba arrodillado un joven vampiro de cabello negro, liso y largo hasta los hombros, y vestido con un traje de aristócrata antiguo color rojo.

—Lamento haberla molestado, señora Carmilla. Pero vengo a informarle, que acaban de llegar los señores Orlok y Maldibion —dijo el vampiro llamado Baltazar—. Ahora solo faltarían los señores Mefisto y Terrordar, para dar inicio a la Reunión de la Corte.

—Mefisto no creo que venga —opino Diana un poco pensativa.

—Si. A lo mucho enviara a su loco Caballero de la Muerte, como siempre —decía Bellona con molestia—. Al muy infeliz le encanta permanecer en las sombras.

—Tienen razón —decía Carmilla igualmente molesta—. Y en cuanto a Terrordar, todavía no hay mensaje suyo; lo cual es muy raro. Pero no hace falta. Ya esta todo listo, para comenzar la Reunión en la Corte. Por lo tanto, le informaremos al resto, ahora mismo, que iniciemos esta molesta reunión de una vez. Ya quiero regresar a casa.

—Entendido —dijo Baltazar, aunque podía notarse un leve enojo en su voz.

—A juzgar por tu tono, hay algo que te molesta. ¿Puedo saber que es? —pregunto Carmilla con curiosidad, mientras cruzaba las piernas.

—Señora, me he enterado, por parte de las sirvientas, que hace casi una hora, en la habitación de huéspedes donde usted se aloja, ha compartido el lecho con vuestra mascota licantropo.

—Es verdad, ¿y cual es el problema? —pregunto Carmilla de manera casual.

—Señora, le recuerdo que usted, además de pertenecer al gran linaje Bathory, también tiene relación con el linaje de Vlad III Tepes. Aparte del traidor hijo dhampiro de él, usted es la única que guarda vinculo sanguíneo, con el linaje de Drácula. Y mancharlo, mezclándose con una bestia, es una deshonra total para vuestra familia.

—Como si a mi me importara esa maldita familia —gruño Carmilla con enorme frialdad y crueldad.

—Pero según tengo entendido, la razón del por qué usted, jamás volvió a ser comprometida, para que engendrara a un heredero, fue porque no le interesa los hombres. Incluso tomo como esposas a dos humanas, a las que convirtió en vampiresas.

—*Suspiro* Hombres, mujeres, a mi me da igual el genero. Si tienen cuerpo masculino o femenino, y están hechos de carne, sirven para "jugar" —dijo Carmilla de una forma traviesa, que hizo reír a Diana y Bellona.

—Aún así, si lo que quería era un momento placentero, solo debía notificarlo, y encontraríamos a un vampiro digno de...

—Ningún hombre vampiro, ni menos humano, es tan digno como un hombre-bestia —le interrumpió Bellona con brusquedad.

—Así es. Las bestias podrán ser muchas cosas, y cometer muchas atrocidades. Pero no atacan por la espalda, esclavizan, violan, ni menos matan por placer, y solo tienen relaciones sexuales para reproducirse —decía Carmilla de forma halagadora—. Por eso, tuve la más grande de las fortunas, al encontrarme, y forjar una amistad irrompible, con una bestia masculina, que podré disfrutar al máximo. Además, Joel no es cualquier bestia; aparte de su increíble linaje, también viene de una tribu de licántropos del norte, que veneran a un héroe del Panteón Nórdico, el Gigante-Lobo Fenrir. Por lo cual, Joel tiene un código tribal estricto y honorable. Para mi, no hay hombre más digno, que él.

—Más claro no puede ser, y menos difícil de entender imposible —dijo Diana con diversión—. ¿De verdad creíste que los hombres vampiro valen tanto? O quizás... tienes envidia, de que la Señora prefiera a un licantropo, que a una basura como tú.

—Cuida tu lenguaje albina —dijo Baltazar poniéndose de pie, y comenzando a enfurecerse—. Yo al menos también soy de la nobleza. Ofrecí mi total lealtad a la familia Bathory hace más de quinientos años. Soy de rango Duque; aquel que comanda a los Marqueses, al servicio de la condesa Carmilla. Y aparte, también soy uno de sus guerreros más fuertes. ¡Yo valgo mucho más que una misero animal parlante!

—En ese caso no tendrás problemas en demostrarlo —dijo Carmilla con una sonrisa llena de maldad, mientras daba tres fuertes aplausos.

https://youtu.be/uK98K5XDjG8

De inmediato, la puerta se abrió, y entra a la habitación nada más ni menos que Joel, con su armadura nórdica, quien avanzo, pasando al lado de Baltazar, hasta estar frente de la condesa vampira.

—Querido Joel, te llame para informarte, que ya es hora, de que pruebes tu fuerza, ahora que has obtenido tu Despertar, como toda bestia adulta —dijo Carmilla, ahora con dulzura y malicia.

—Obtenido gracias a nosotras, no lo olvides —agrego Diana con una sonrisa lujuriosa.

—Tu oponente sera Baltazar, así que no te contengas, ni un poco —dijo Bellona con una sonrisa divertida—. La señora te da permiso, de usar toda tu fuerza.

—De acuerdo —respondió Joel, mostrando una sonrisa levemente emocionada. Luego se volteó, y miro al vampiro Duque, quien lo miraba con extrema ira.

—No te confíes tanto, animal inmundo —gruño Baltazar, mientras emanaba fuego rosado con tintes oscuros en sus manos—. Yo soy un vampiro de nacimiento, y también de rango Duque; un titulo único, que solo es otorgado a pocos, y a los nobles de nacimiento más fuertes. Y al igual que el que porta la Señora, no puede llevar cualquier basura.

—¿Eso importa? —pregunto Joel con aburrimiento, mientras se acercaba a paso lento, a la vez que emanaba una energía eléctrica azul, y le aparecían extrañas marcas azules en el cuerpo, similares a tatuajes tribales de origen nórdico—, porque en la selva, lo único que importa, es la fuerza —al decir esto, los ojos de Joel se tornan dorados, y empieza a crecerle un pelaje gris por todo el cuerpo.

Mientras tanto, en otro lugar del castillo, un grupo de seis guardia patrullaban uno de los tantos pasillos del lugar; la armadura de ellos, aunque era de diseño europeo medieval color gris, tenía una notable influencia egipcia (incluso el casco era similar a la corona de un faraón). Entonces notan como todo comienza a temblar, sumado con el extraño sonido de algo derrumbándose. Antes de siquiera preguntarse que ocurría, delante de ellos, ambas paredes se vinieron abajo, cuando algo emergió de la pared izquierda, e impacto con la otra. 

Luego, al despejarse la nube de polvo, los soldados echaron un vistazo al hoyo en la pared derecha, viendo que al fondo, después de haber atravesado otras seis gruesas paredes más, en la última estaba estampado un inconsciente Baltazar, con un hoyo en su estomago. Entonces, la tropa miro a la pared contraría —de la que vino el vampiro duque—, y notaron al fondo, la silueta de un gran y fornido lobo antromorfico, aunque por un momento; porque, en luz azulada, tomo forma humana; obviamente era Joel. En en la habitación, el joven-lobo gris dejo de emanar energía, y miraba con molestia su puño derecho.

—Que decepción. No pudo ni aguantar un golpe —se quejo Joel totalmente decepcionado. Luego mira de nuevo a Carmilla, quien tenía una gran sonrisa llena de satisfacción, mientras que Diana tenía una mano en su boca y la otra en el estomago, intentando no estallar en carcajadas, y Bellona solo se reía tranquilamente con los brazos cruzados—. ¿Seguro que no habrá problemas por esto?

—Por supuesto que no. En cada reunión hay un destrozo semejante en el castillo —dijo Carmilla casualmente—. Por cierto Joel, a Diana y Bellona también les encanto su "momento contigo". Por eso, habrá un cambio cuando regresemos a casa. Por ejemplo, compraremos una cama más grande, porque ahora, te nos unirás a la "diversión".

Con aquella respuesta, el joven-lobo gris simplemente dio un suspiro molesto.

—¿Oh? No sabía que eras...

—No me malinterpretes —interrumpido Joel a Carmilla—. Me atraen únicamente las hembras. Pero me incomoda mucho, el hecho de aparearme con tres vampiresas, que me criaron desde niño, igual que madres adoptivas. Me parece enfermizo.

—Pero no te educamos para ser nuestro hijo, sino para ser el perfecto guerrero y guardián, que sera el padre de nuestros hijos —revelo Carmilla con una sonrisa picara. Entonces se levanta y camina hacia Joel—. Tal como te dije anteriormente, has hecho tanto por nosotras, que te has ganado un preciado lugar a nuestro lado; un lugar, que nadie más puede ocupar —se detiene enfrente del joven-lobo gris, y lo abraza de manera dulce—. Además, velo como una forma de recompensarnos, por haberte salvado, y brindado mayor posibilidad, de cumplir tu promesa. ¿Que mejor regalo para nosotras, que un poderoso hijo híbrido, con incalculable potencial?

https://youtu.be/BbqQl7t8R8A

[Mar Mediterráneo]

—Por kami. No puedo creer que tengamos que hacer esto.

—Es esta tontería, ¿o prefieres volver al Reino Yokai sin posibilidad de retorno?

—Lo dices como si tu caso no fuera tan grave de lo que en realidad es.

—Ya amigos. Lo bueno es que todo se va a solucionar.

Decían Remiel, Uriel, Azrael y Raziel respectivamente. Los cuatro se encontraban en la cubierta del barco de la familia Dumont, específicamente en el estribor, acostados cada uno en una camilla, descansando y tomando el sol del mediodía; por lo que solamente llevaban simples pantalones cortos y sandalias.

Poco después de la charla con el supervisor, recibieron la visita de nada más ni menos que Auguste Grimm, para ayudarles con el dilema en el que se habían metido; el cual era mucho más grave de lo que parecía. Auguste y Havaxinek explicaron más a fondo el dilema, en el que estaban.

Empezando por Remiel, quien había huido de casa, y al igual que Azrael y Raziel, salió de forma ilegal de Estados Unidos. Y aparte, los tres, cuando incendiaron por accidente el barco en el que iban, mataron a unos árabes que tenían mucha influencia en Arabia, lo cual generó un gran descontento en la realeza de dicha tierra, que tuvo que ser calmado a la fuerza, por la Sede Africana de San Bestia; algo que no fue sencillo. Por todo esto, aunque Azrael y Raziel tenían una oportunidad de salvarse de un castigo, Remiel corría gran peligro de ser devuelto al Reino Yokai.

Luego esta el problema de Miguel y Rafael, quienes al no estar afiliados a ninguna tribu ni gremio, fácilmente podrían ser tomados como "Mala Sangre", o Bestias Renegadas; por lo cual, tienen muchas posibilidades de pasar un largo tiempo encerrados, como castigo por infligir las normas de la Sociedad Sobrenatural. Aunque el que tiene mayor posibilidad es Rafael, debido a que es huérfano. Y aparte, dado a que ambos vivían bajo el techo de la familia Dumont, estos debían pagar una parte del daño que ellos hicieron, y tuvieron que arreglar el gremio Verndarálful.

Uriel tenía los mismos problemas que Miguel y Rafael, y sumado con el largo historial de robos que él ha hecho, le dan mayor probabilidad de ser declarado bestia renegada. Además el pago por los destrozos, que él provoco durante la pelea, era mucho más grande que todos los que la familia Blunavy ha pagado, cuando su codicia natural lo metía en problemas (en ocasiones muy grandes).

El problema de Gabriel también era grave; aparte de que su familia adoptiva tenía que pagar el daño que hizo él durante la pelea, también estaba el detalle de que, por el caos que desató en sus primeras noches, él está en la lista negra de diferentes gremios, y lo sucedido en Cerdeña podría tomarse como excusa para también encerrarlo, o por lo menos devolverlo a la India, por lo que terminaría separándose de la familia Dumont, y ellos no querían eso.

En cuanto a Jofiel, su familia podría pagar los destrozos sin problemas. Pero actualmente el reino pasaba por una crisis económica, por lo que, la familia no podía gastar dinero en problemas ajenos al reino. Y el tipo de moneda con el que debían pagar, era tanto de la Sociedad Sobrenatural, como humana, y de momento no contaban con tanto dinero.

Sin duda el que menos problemas tenían era Camael, dado a que, técnicamente, era aprendiz de guerrero de un gremio; por lo cual, su caso, al igual que el de Remiel, Azrael y Raziel, tenía una solución rápida que era obligatoria, dado a que se involucraron en una lucha, en el que peligraban vidas humanas: la solución era terminar de afiliarse al gremio San Bestia. Y dicha solución, también fue propuesta al resto del grupo, por parte de Auguste.

Si ellos se afiliaban definitivamente al gremio San Bestia, no solo se unirían a una tribu, también obtendrían pase, permiso y ayuda extra del gremio, para actuar en eventos como el ocurrido en Cerdeña. Aparte, una vez siendo cazadores de la organización, podrán pagar ellos mismos sus propios destrozos en la mencionada isla. Y también, en dicho gremio, cada uno, obtendrá las llaves para abrir las puertas, que los llevarán más cerca de cumplir sus diferentes metas; esta vez con ayuda adicional y mejores posibilidades. Sin tener otras opciones, y cada uno con sus propias motivaciones, el grupo aceptó el rol que tendrían en la Sociedad Sobrenatural, y en el mundo.

Entonces, sin perder más tiempo, le informaron a la familia Dumont y Blunavy sobre lo que se decidió. Eric, Ariel y Amitiel estaban en extremo felices por el camino que eligió Uriel, e igualmente lo estaban Adán, Bella y Rosabella por Gabriel, Rafael y Miguel. También se le fue enviado un mensaje a la Sede Norteamericana y Mexicana de San Bestia, y a la familia de Jofiel, sobre lo sucedido en Cerdeña, y el destino de él, y Remiel, Azrael y Raziel.

En cuanto a Elsa y la familia de Miguel, también lo sabrían, en cuanto llegaran a Francia. Resulta que el líder de San Bestia, cuando se enteró de lo sucedido en Cerdeña, envió a Auguste para explicarles el asunto al grupo, y de aceptar estos la propuesta, decirles que serán entrenados en la Sede Principal. La razón de esto, al parecer, era porque cada uno de ellos llamó la atención del líder, y él quiere verlos en persona. Y respecto a el por qué ellos consiguieron su atención, lo sabrían en cuanto llegaran a la Sede. Entonces, después de despedirse de los Blunavy, todos abordaron el barco de la familia Dumont, y partieron con destino a Francia.

https://youtu.be/p1R7rQu0W5Q

—Pero ¿como es que ustedes también son catalogados aprendices del gremio? —pregunto Camael a Remiel, Azrael y Raziel, estando sentado en una silla al lado de una mesa cuadrada, en la que también estaban Miguel, Rafael y Jofiel. El garuda llevaba un simple traje de marinero, mientras que Miguel y Rafael llevaban ropa casual simple, y Jofiel un elegante traje azul. Los cuatro estaban jugando un juego de mesa, que parecía escaleras y serpientes.

—No trabajamos como cazadores aprendices. Pero si ocupamos trabajos simples, como repartir mensajes, limpiar los almacenes, ordenar los inventarios y demás —respondió Raziel a la pregunta del joven-águila.

—Sin embargo, también se nos dio el trato de aprendices, puesto que entrenábamos con los candidatos a cazadores. Por eso, se nos concedió una oportunidad, para unirnos al gremio cuando quisiéramos —agregó Azrael

—Como ahora —agrego Remiel con mal humor.

—Pues a mi no me vendría mal un trabajo como cazador, dado a la situación financiera de mis tierras —dijo Jofiel mientras tiraba los dados en la mesa—. Además sería algo poético para nosotros tres, Miguel y Rafael, dado a que nuestros antepasados fundaron esa organización.

—¡En eso tienes razón! —dijo Rafael obviamente emocionado—. Y según Auguste, en el gremio hay mucha información sobre la tribu celta de mi especie. Ya estoy ansioso por llegar allá.

—Igual nosotros —dijo Raziel igualmente emocionado—. Como el Sr. Grimm nos contó que en la Sede Principal, podrían darnos misiones en África, dado a que allí también hay una Sede del gremio; por lo cual, ya no tenemos tanta urgencia por ir allá.

—A mi tampoco me vendría mal. Creo que sería un buena forma, de hacer honor a mi antepasado —dijo Miguel con obvia felicidad.

—Je, pues yo tampoco lo veo tan mal. Sería un buen comienzo para mi, dado a que no tengo a donde ir —dijo Camael con un tono sarcástico—. Y por cierto, ¿dónde está Gabriel? Él viene de la India, y quiero hacerle unas preguntas sobre esa tierra, puesto que él la conoce de sobra.

—Está ocupado meditando —respondió Rafael—. En ocasiones medita o canta un mantra, dedicado a un dios de la India, llamado Shiva. Y puede tardar entre cinco o seis minutos, o eso dice Rosabella.

—De momento confórmate con lo que yo sé —dijo Jofiel de forma intelectual—. Por ejemplo, este juego —señala el juego de mesa.

—¿Escaleras y serpientes? —dijo Camael un poco confundido.

—También conocido como Paramapada Sopaanam, o la Escalera de la Salvación —explicaba Jofiel—: Es un juego tradicional, originario de la India, que representa la filosofía hindú sobre el karma. Por ejemplo, las escaleras representan virtudes como la generosidad, la fe y la humildad, mientras que las serpientes son vicios como la lujuria, el asesinato y el robo. Y el objetivo del mismo, el cual es llegar a la meta, simboliza alcanzar el moksha, o liberación espiritual.

—¿Todo eso en este juego? —dijo Rafael tan sorprendido como un niño, mientras miraba el juego con fascinación.

—In... creible —dijo Camael fascinado por la gran simbolizaría que guarda un simple juego de mesa de su tierra paterna—, tanto como el Ullamaliztli.

—¿El qué? —pregunto Remiel bastante confundido.

—Es un juego de pelota de mi tierra materna —explicaba Camael ahora con buen humor—. Fue creado miles de años atrás por las bestias mexicanas, como una forma de entretenimiento y lucha para los jóvenes, y para resolver disputas entre diferentes tribus de forma amistosa.

—He oído de ese juego. ¿No sacrificaban a los perdedores o sí? —pregunto Azrael por pura curiosidad.

—Por supuesto que no —negó Camael bastante ofendido—. La costumbre de sacrificar es solo de los humanos mexicanos. Las bestias mexicanas no aceptaron esa costumbre, por considerarla algo deshonorable y estúpido. Y a los dioses de allí no les importo eso, porque se conformaban con que las bestias cumplieran su propósito.

—Si es así, entonces, me apetecería jugarlo algún día —dijo Raziel con anhelo.

—Pues, si quieren, puedo enseñarles como se juega el Ullamaliztli. Hasta podríamos jugar un partido —sugirió Camael.

—No creo que sea buena idea, con la rivalidad de perro y gato cerca —aconsejo Rafael con un poco de pena.

https://youtu.be/VCtUlhfMK4k

—¿Que estas insinuando oso de circo? —preguntó Miguel con molestia, obvio entendiendo la referencia.

—Sin ofender, creo que se refiere a tu conflicto con el Gabriel —dijo Raziel con un poco de sutileza. 

—Obviamente no pueden ser nadie más. Y no  entiendo de dónde viene tanto odio —comentó Uriel bastante confundido—. Entiendo eso de que perros y gatos se detestan, pero en serio, lo tuyo parece un odio natural.

—Creo que es algo que llevan en la sangre —comentó Camael un poco pensativo—. Según he oído, la rivalidad entre baghatmas y licántropos empezó cuando el primer Rey de los Licántropos e hijo del Dios Nórdico Loki, el Gigante-Lobo Fenrir, perdió en una pelea contra el Dios-Tigre Shere Khan. Aunque luego ambos hicieron las paces, cuando éste último salvo a los Gigantes de la extinción a manos del tirano y paranoico Odín.

—Conozco esa historia, y no tiene que ver —dijo Miguel con molestia—. Lo que pasa es que él es desesperante. Y aparte, como sabrán, tiene una amistad demasiado cercana con mi hermana mayor, y no confió en que ella estará segura con una bestia dos almas como él.

—Pero no deberías preocuparte. Sabes perfectamente que los baghatma, por naturaleza, no pueden herir inocentes. Así que tu hermana estará a salvo —dijo Uriel con una sonrisa despreocupada.

—Además, por lo que nos dijiste, ella tiene dieciocho años. Ya es bastante mayor como para que la estés protegiendo tanto y de forma exagerada —aconsejo Jofiel con notable pena y escepticismo.

—Pueden decirme que Caroline ya es mayor, o algo por el estilo. Pero la seguiré protegiendo igualmente —dijo Miguel con severidad—. Ella, aunque es determinada e independiente, no conoce mucho del mundo exterior, ni es tan socialmente abierta a las personas como yo. A diferencia de mi, ella es igual a una "loba solitaria". Y me preocupa cuánto podría afectarle sufrir una mala amistad, o mal "romance". Tuvimos que crecer rápido en un lugar tan horrible como el Bosque Oscuro, y ahora que estamos en el exterior, me preocupa lo que podría pasarle a ella, ahora que está lejos del ambiente al que está acostumbrada.

—Ya estás pareciendo como su hermano mayor —comentó Camael con molestia, mientras movía una ficha del juego de mesa—. Yo no puedo opinar, dado a que no tengo hermanos, por lo que sé claro. Pero deberías tratar de dejar que ella explore, aunque sea un poco, este nuevo mundo por sí sola. Como todo lobo solitario adulto, deberá enfrentar el mundo y aprender del mismo, hasta hallar una manada, o hacerse la suya. Y tal como la describes, ella me recuerda un poco a Gabriel en cuanto a personalidad y forma de ser. Tal vez, dejar que Caroline este con alguien que la comprende y es... un "tigre solitario", la ayude a desenvolverse mejor y aprender más. Aparte será algo beneficioso para ellos dos, créeme.

—Para ser un águila malhumorada, a veces puedes sonar muy sabio; aunque también te pasas de directo —menciono Uriel bastante sorprendido de ese aspecto del garuda.

—Efecto secundario de haber pasado dos años entrenando al lado de un Paladín —dijo Camael con algo de humor sarcástico.

—Bonita reflexión Camael. Agradezco el consejo, y quizás la tome en cuenta. Pero por ahora, seguiré firme con mi decisión —dijo Miguel con firmeza.

—Hasta entonces, tendré que seguir evitando vuestras molestas peleas —menciono Rafael con molestia y decepción, mientras movía una ficha del juego de mesa.

—Lo tuyo también es algo poético Rafael —comentó Azrael con una sonrisa sarcástica—. Tu especie es una de las más poderosas, pero también una de las más pacíficas, de modo que no tienen rivales naturales, y en vez de ello, desde la antigüedad, han sido los que arreglaban conflictos entre diferentes tribus de bestias, dado a la cercanía que tienen ustedes con la naturaleza, como druidas claro.

—Je, je lo sé. Y a veces me pregunto, si esto es la broma de mal gusto de algún dios o entidad inmortal —dijo Rafael con una sonrisa apenada.

—A estas alturas, no me sorprendería —comentó Uriel con sarcasmo divertido.

—Je, igual yo —estuvo de acuerdo Jofiel con una sonrisa despreocupada.

https://youtu.be/RXjIZHqDI9A

[Escotilla del Barco Dumont]

Mientras tanto, en una de las tantas habitaciones del interior del barco, se encontraba Gabriel sentando en medio del suelo, en posición de loto con los ojos cerrados, y sumido en una concentración total; solamente llevaba puesto un pantalón rojo, sujetado con una cinta negra en la cintura, y tenía las manos envueltas con cintas blancas; por lo que estaba descalzo y tenía el torso descubierto, revelando que poseía algunas y apenas notorias marcas oscuras semejantes a rayas.

En la habitación no había nada más que un sofá —en la que estaba una camisa roja que hacía juego con el pantalón del joven-tigre—, un candelabro de cristal en dos paredes, un espejo colgando en una pared, y en otra, enfrente de Gabriel, colgaba un cuadro, en el que estaba pintado una imagen del Dios Hindú Shiva. Era la habitación personal del joven-tigre, en donde podía meditar tranquilo. Y de hecho fue allí a hacerlo, y recitar un mantra para relajar la mente, después de un extraño sueño como el que tuvo hace poco.

El hombre en el sueño, llamado Shivam, se parecía mucho a él, solo que más adulto y maduro. Cualquier otra persona se quedaría creyendo que era solo un sueño. Pero el joven-tigre había visto lo suficiente, como para saber que no lo era. Intentó preguntarle al espíritu del tigre por medio de la mente sobre ese sueño, y hasta ahora no recibió respuesta. 

Tras largos minutos de meditación, Gabriel abrió los ojos y se levantó del suelo; además del sueño no podía sacarse de la mente el extraño estilo de lucha con el que peleaba Shivam. Analizaba su forma de pelear, y pudo reconocer dos estilos diferentes: el primero era similar a la forma en la que ataca un animal salvaje, y el otro se parecía un poco al lethwei; éste último le parecía muy interesante. 

Debido a que Gabriel no sabía manejar el mana (o tal vez no era un usuario), su habilidad estaba demasiado limitada, por lo que se dedicaba a aprender todo lo que podía para compensar sus límites: por ello, justo ahora,  empezó a concentrarse en recordar aquel sueño, para repetir los movimientos y, con suerte, aprenderlos. 

https://youtu.be/NctBaC7ct5g

Algo que aprobó el tigre, porque de pronto a Gabriel le invadieron extraños recuerdos, en los que veía posturas y movimientos de aquel arte, ejecutadas por un hombre que él no alcanzaba a identificar, pues los recuerdos eran oscuros. 

Pero podía apreciar que llevaba una armadura, como la que usaría un gran general de la antigua India, y estaba en la cumbre de una montaña selvática. Primero Gabriel levantó la pierna derecha a la altura del pecho, y flexiono la rodilla hasta tener los dedos del pie apuntando al suelo. Luego situó ambos brazos adelante y flexionados hacia arriba, con el brazo derecho encima de la pierna levantada, y la mano izquierda a la altura del hombro.

Posterior a eso, dio un fuerte paso hacia adelante con el pie derecho, manteniendo la pierna izquierda hacia atrás, y la otra adelante con la rodilla flexionada junto con los brazos adelante; parecía la guardia de un boxeador. Pero no lo era, puesto que el siguiente movimiento que hizo, fue dar una patada derecha diagonal al aire, seguido de un pequeño salto ejecutando un rodillazo ascendente, y terminado con un codazo en descenso. 

Después giró dando un codazo horizontal en reversa, junto con una patada frontal alta, y terminado con un golpe ascendente con ambos puños; todo esto, mientras tenía los ojos cerrados, y en su mente oía una voz masculina y juvenil que él desconocía, la cual decía: 

—Primera lección: las espadas, las lanzas, los escudos y el resto, son solo herramientas. Las verdaderas armas del cuerpo, son las extremidades. Y yo cree este arte para usar las ocho extremidades, y ganar la guerra contra todo aquel que perjudique al inocente. Este es el Arte de la Guerra, el Arte de las Ocho Extremidades. Pero para usarla, es necesario la liberación espiritual

—¡Woah!

Gabriel se detuvo en seco al escuchar de repente una voz femenina muy conocida; miro en dirección a la puerta y se da cuenta de que ahí estaba Rosabella, acompañada de Jofiel, quienes lo miraban sorprendidos. La hermana adoptiva del joven-tigre llevaba un vestido sencillo casual de color amarillo, sin mangas y con diseños de rosas en la falda.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Gabriel enderezándose, un poco molesto de haber sido interrumpido en medio de su entrenamiento.

—Lamento interrumpir tu entrenamiento hermano. Pero Jofiel te estaba buscando —decía Rosabella un poco apenada.

—Venía a decirte si podías por favor venir a cubierta, porque vamos a hablar sobre algo importante, y nos gustaría que estuvieras presente —explicaba Jofiel, todavía sorprendido—. Pero si aún no...

—No, está bien; ya termine de entrenar y meditar. Voy ahora mismo —dijo Gabriel retornando a su actitud calmada.

—Hermano... ¡¿por qué no dijiste que sabías Muay Boran?! —pregunto Rosabella emocionada igual que una niña.

—Muay... —decía Gabriel confundido por un momento, pero al final se dio cuenta de cuál era el arte que practicaba—. Es... ¡Lo que sucede es que recién lo estoy aprendiendo! ¡Je je!

—¡Jo! ¡Eso es genial! —exclamó Jofiel ahora con un enorme entusiasmo—. ¡Cuando termines de aprenderlo, por favor, tengamos un combate! ¡El Muay Boran es similar al Lethwei y me encantaría luchar contra una bestia que conoce ese arte!

—¿Eh? De... acuerdo —acepto Gabriel el desafió, aunque sorprendido por el desbordante deseo de luchar del joven-león—. Ahora que lo pienso, Rosabella, ¿cómo es que conoces ese arte?

—Muy fácil. Cuando papá y mamá me dijeron que tendría un hermano adoptivo de la India, investigue todo lo referente a esa tierra; la cultura, la historia, todo —explicaba Rosabella con radiante energía—. Incluyendo la historia de las artes marciales de allí. Por lo que he descubierto, el Muay Boran es aprendido en el Reino de Siam, tiene más de dos mil años de antigüedad. Y aunque se desconoce la fecha exacta de su creación, gracias a las historias preservadas de las bestias de la India se sabe, al menos en la Sociedad Sobrenatural, que el creador del sistema de combate original, del que derivó el Muay y las demás artes similares, fue el Dios Hindú de la Guerra, Karttikeya, el primogénito del dios Shiva y la encarnación mortal de la diosa Durga, Parvati.

Decir que el joven-tigre quedó sorprendido, sería muy poco: quedó congelado de pies a cabeza, porque con esa revelación recordó las palabras en su mente y al extraño hombre que ejecutaba el arte marcial en su mente.

—Hey ¿Estas bien? Parece que viste un fantasma o algo parecido—dijo Jofiel preocupándose, y haciendo que el joven-tigre recobrara el sentido.

—Si... es solo que no deja de sorprenderme cuánto ha investigado Rosabella por mi. En serio, no hacía falta —dijo Gabriel con toda la naturalidad del mundo, y de inmediato fue al sofá para ponerse la camisa.

—Solo quería conocer todo sobre mi nuevo hermano, para que no se sintiera tan fuera de lugar, en una tierra muy diferente a la que conoce —decía Rosabella con una sonrisa avergonzada, aunque luego pone una expresión curiosa, al notar que algunas rayas en la espalda de su "hermano", parecían estar tomando una forma específica, similar a un tridente.




Próximo capítulo: La Sociedad Sobrenatural.

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