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Capítulo XXI: Rencor de una Mujer

"여자가 한을 품으면 오뉴월에도 서리가 내린다. (La nieve puede caer incluso en Mayo, si una mujer guarda rencor)."

—Proverbio coreano.

https://youtu.be/tSJx_2eQ5qk

[Recuerdo].

Sin importar cuanto tiempo pase, el destino no deja de causarme dolor y sufrimiento. Desde que era una cachorra humana, no dejan de perseguirme. Desde que nací en aquel dojo, todo lo que he conocido ha sido dolor y sufrimiento. 

Todavía recuerdo que, para olvidarme del dolor y el sufrimiento, mamá me contaba historias de nuestro pueblo antes de dormir, pese al peligro que ella se exponía al hacerlo.

Ese maldito humano japonés que se hacía llamar mi padre le tenía prohibido a mi madre hablar sobre el reino de Corea. Ni siquiera le permitía a mamá hablar su idioma natal. Así que en las noches, cuando nos encerraban en esos cuartos oscuros y vacíos que llamaban "nuestros dormitorios", mamá podía hablarme sobre nuestro pueblo.

Pero aun así mi dolor crecía con la impotencia que sentía al ver a mi madre siendo abusada y maltratada por esas escorias humanas. Por eso trate de buscar una forma de que pudiéramos escapar.

En la aldea cercana a ese maldito dojo también vivían más humanos del pueblo de mi madre. Y al igual que ella, todos eran usados, maltratados, abusados, oprimidos hasta la muerte, por esos malditos humanos de Japón. Debía haber aunque sea un grupo de mi gente planeando una rebelión, porque no podía quedarse así. Alguien debía hacer algo; alguien tenía que actuar para salvar a mamá. No me importaba lo que me pasara a mí, siempre y cuando mi madre pudiera vivir libre al fin de ese infierno.

Esos humanos de Japón... De sólo recordarlos sentía náuseas. A los hombres de mi tierra les arrebataban sus hermanas, esposas, madres e hijas, para usarlas como objetos de placer hasta la muerte. Mientras que los hermanos, padres, maridos e hijos de las mujeres de mi tierra los usaban para aplastarlos y humillarlos, con el propósito de divertirse, promocionarse, alimentarse el ego y glorificarse como el "Reino Supremo de Asia y la Humanidad".

Esas sabandijas pisoteaban el orgullo, la cultura y las vidas de mi pueblo. Y lo peor es que tienen el descaro de hacerse las víctimas, los verdaderos guerreros y héroes honorables de la historia, ignorando por completo todo lo que han hecho y siguen haciendo.

Si por lo menos reconocieran lo que hacen y han hecho, en vez de pretender que jamás hicieron nada, tal vez las cosas podrían ser diferentes... Pero no es así... Esos malditos hipócritas y discriminadores... Malditos humanos de Japón... Malditos amantes de los hipócritas budistas, los racistas griegos y los esclavistas nórdicos... Malditos sean...

Fui una ilusa al creer que vendría alguien a salvarnos. Y por culpa de mi ilusión infantil, mamá no pudo tener el final feliz que merecía... Ya no voy a seguir esperando más por mi final feliz; ahora yo misma luchare para conseguirlo.

Al igual que aquella noche de luna llena que marcó mis once años como la edad en que inicio mi vida de kumiho, actuare contra las adversidades para alcanzar mi merecido final feliz. Haré pedazos a cualquiera que se interponga en mi camino hacia la paz, como lo hice con esos malditos samuráis y el resto de humanos japoneses que se divertían haciendo sufrir a mamá y a mi pueblo.

Por mi querida madre que me dio la vida, por el honor manchado y las vidas pisoteadas de mi pueblo, por la demonio-zorro que me concedió las garras y los colmillos para proteger esta nueva vida, y por el hombre-tigre que me enseñó a ser fuerte, lucharé hasta alcanzar la paz que no pude tener como humana. 

Luchare para estar de nuevo al lado de mi amor, y formar una nueva familia con él...

https://youtu.be/JmYfcwW6xtg

[Presente].

"¡Alcanzare mi final feliz! ¡Y para ello tengo que destruir el más grande obstáculo en mi camino: tengo que destruirte a ti, perra malnacida!", era lo que pensaba Kira, con la frente y los dientes cubiertos de sangre, debido a que ella seguía en medio del feroz intercambio de golpes contra su enemiga Caroline, quien también tenía sangre en la boca y algunos moretones en el rostro.

En la colina donde se llevaba la pelea Caroline vs Kira, ambas se atacaban la una a la otra con sus respectivos estilos de lucha.

Mientras que Kira utilizaba una variedad de técnicas, en su mayoría con los brazos por la poca distancia entre ella y su enemiga, Caroline contraatacaba más con fuerza bruta que con técnicas de su propia disciplina. Y cada golpe impactado entre ambas hacía temblar el lugar de tal modo, que daba la sensación de que todo se iba a derrumbar.

Al mismo tiempo, en el barco Revenge Cry, la situación había tomado un mejor rumbo ahora que Remiel comenzó a actuar, tras comprobar la clara ventaja que tenía sobre Mabel.

La mujer-gata británica seguía incrédula por lo fuerte que era ahora el kitsune bromista. Tal era su incredulidad, que aún no pensaba en cómo reaccionar. De hecho, no hizo nada por lo ocupada que estaba en controlar su furia para no actuar sin pensar.

—Yo en tu lugar me rendiría sin tanto drama. Solo es cuestión de tiempo para que mi clan y el clan de la novia de mi jefe derroten a tu clan y tripulación —decía Remiel con una sonrisa divertida—. Solo déjanos marchar, y nosotros también te dejaremos ir.

—¡Ja, ja, ja! ¿Dejarlos ir, cuando al fin estoy tan cerca de vengarme? —decía Mabel con diversión, viendo de reojo al kitsune bromista—. Eso ni pensarlo.

—Si continúas deseando esta ridícula e innecesaria venganza, solo terminaras peor que antes —decía Remiel adoptando un semblante más serio.

—La venganza de una hembra no conoce límites —dijo Mabel, mientras dejaba descender a su derecha la garra de la kusarigama al suelo con lentitud, manteniendo sujetada la cadena con ambas manos—. O como dice un proverbio del pueblo coreano de Go-eun: yeojaga han-eul pum-eumyeon onyuwol-edo seoliga naelinda (la nieve puede caer incluso en Mayo, si una mujer guarda rencor).

Sin que Remiel lo supiera, Mabel esperaba el momento oportuno para su siguiente movimiento. Y por supuesto que ese momento llegaría de una forma que ella no esperaba, desde la colina donde antes resonaban el sonido de puñetazos y se desataban ondas de viento.

En la colina cercana al barco Revenge Cry, la violenta pelea entre la licántropo blanca y la kumiho coreana había tenido una pequeña pausa.

Durante el intercambio de golpes ambas bestias hembras se golpearon la una a la otra en un ataque simultáneo: Kira atacó con un rodillazo derecho, a la vez que usaba la mano izquierda para protegerse la cara de un puñetazo derecho de Caroline, quien también bloqueó el rodillazo con el antebrazo izquierdo.

El ataque y bloqueo mutuo provocó otra onda expansiva, que agrieto casi toda la colina, y alejó a ambas peleadoras a casi diez metros.

https://youtu.be/7XnkTZ1p6Z0

Caroline se mantenía en una postura defensiva y serena con ambos puños a la altura y cerca del pecho, casi entrecruzados. Veía con furia a su enemiga, pero también respiraba con calma para recuperar el aliento. El daño en su cuerpo apenas terminaba de sanar, tenía el cabello un poco desordenado, y además se limpió la línea de sangre de su boca usando la lengua como una verdadera loba.

Kira, por su parte, estaba en una postura ofensiva con la pierna derecha levantada y la rodilla doblada, similar a una postura del Taekwondo. Gruñía como un animal rabioso, tenía su cabello por completo despeinado, respiraba de modo agitado, y miraba a su enemiga con odio puro. Sus heridas también terminaron de sanar, y se limpió la sangre en la boca con el dorso de la mano izquierda, para después escupir más sangre al suelo.

"Sus golpes duelen demasiado. Aparte es una desquiciada obstinada con mucho aguante; resiste todos mis golpes como si no le dolieran... En ese caso, tendré que empezar a usar lo mejor de mi arsenal", decía Kira en su mente, para luego empezar a emanar en todo el cuerpo luminiscentes partículas de color morado, que juntas formaba un aura brillante. Era Maná concentrado a un nivel tan alto, que era visible al ojo normal.

—Así que al fin vas a usar tu magia. Eso quiere decir que dejaras de lucirte, porque sabes que te puedo matar a golpes —decía Caroline de forma burlona, aunque seguía teniendo una expresión molesta.

—Perrita monstruo, vas a lamentar haberme hecho enojar —decía Kira con odio en sus palabras—. Tú y tu chico-tigre, han conseguido hacerme enojar como muy pocas criaturas han hecho. Y ahora están a punto de lamentarlo mucho.

—Muchos ladridos y pocos ovarios —decía Caroline de forma severa, que solo enojaba todavía más a la kumiho—. Pero ya que vas a usar tu magia, entonces no tengo más opción que usar la mía.

—¡¿Qué?! ¡Caroline, ¿acaso tú puedes usar magia?! —exclamó Gabriel sorprendido y empezando a sentir envidia.

—No quería decirlo hasta pulirlo bien para cuando tuviéramos nuestra revancha, Gabriel. Pero apareció esta zorra maldita y arruinó todo —decía Caroline con decepción y molestia—. La maestra Kondo fue quien me lo explico: que la energía Maná es la energía de la materia, como la luna. Por lo tanto, la energía lunar que cultivamos los licántropos en nuestro cuerpo, es más que simple "combustible" de potenciación. También es energía Maná transmitida por la misma luna. Bajo ese sentido, aparte de usar la energía lunar como una breve "potenciación física", también podemos aprovecharla como una fuente secundaria de Maná, para hacer algo como esto...

Tras dar esa explicación, Caroline se paró firme y empezó a inhalar aire por medio de la boca, a la vez que mostraba su energía lunar en forma de un resplandor morado eléctrico por todo el cuerpo, tal como lo hacen Miguel e Ismael. Ella siguió inhalando grandes bocanadas de aire, y a su vez la energía lunar pasaba a transformarse en partículas de Maná, que también eran absorbidas por la mujer-loba a través del aire inhalado.

Después de llenar sus pulmones de aire y energía Maná, Caroline recito en su mente el primer encantamiento que aprendió, y de su propio Arte Mágico obtenido por herencia de sus ancestros eslavos, Wiatr Magia: Orkan Oddech [Magia de Viento: Aliento de Huracán].

Entonces, haciendo honor a su legado como hija del Lobo Feroz, Caroline libero todo el aire y Maná acumulado en sus pulmones con un fuerte soplido, el cual se transformó en un vendaval comparable a un ciclón en miniatura.

El ataque tomó a Kira tan por sorpresa, que ella recibió de lleno el ciclón pequeño, cuya potencia destruyó parte de la cima de aquella colina, y le proporcionó a Mabel Cheshire el momento oportuno para actuar.

El barco Revenge Cry también se estremeció por la fuerza de aquel ciclón mágico, que fue visto muy de cerca por Remiel y Mabel. Aunque lo sucedido tomó por sorpresa a ambos, la mujer-gata supo aprovecharlo para patear la garra de la kusarigama con el pie derecho, y con esto hizo que la garra volara hacia arriba, captando la atención del kitsune bromista.

https://youtu.be/lO-gzAAfUr0

Gracias a esa segunda distracción, Mabel pudo darse la vuelta girando a la izquierda, mientras se alejaba agachándose y deslizándose por el suelo. De esta manera ella movió la garra de la kusarigama para realizar un corte giratorio en diagonal, que podría haber golpeado a Remiel si éste no se hubiera inclinado hacia atrás de una forma un poco ridícula. Después Remiel se alejó unos cuantos pasos tan rápido que simulo un flash celeste.

—¡Imbécil! ¡Tu katana no puede cortar nada que no sea un fantasma! ¡Me lo dijiste en nuestra primera noche juntos! —decía Mabel arrodillándose, para luego recuperar su kusarigama con un tirón de la cadena—. ¡Ni siquiera tu estilo samurái te servirá, porque dedique todo este tiempo a aprender a luchar contra diferentes estilos de samuráis para estar lista a este momento!

—¡Que mal para ti, porque si en algo tienes razón es que soy un comediante! —decía Remiel de forma burlona, para entonces hacer algo que dejo estupefacta a Mabel.

El kitsune bromista, haciendo honor a su humor, comenzó a esquivar los ataques veloces de la kusarigama, pero de una forma que no era muy propio de un samurái, ni menos de un peleador con sentido de la dignidad y el orgullo. Se encorvaba a los lados de forma exagerada, daba brincos haciendo poses ridículas, giraba igual que un bailarín, y rodaba por el suelo como un tronco.

—¡¿Qué demonios haces?! ¡Por lo menos esquiva con algo de estilo y dignidad! ¡Sé más como un samurái! —se quejaba Mabel estupefacta, moviendo el cuerpo entero para agitar los dos extremos de la kusarigama con ambas manos, cada vez más rápido y en ataques más frenéticos y descontrolados, hasta llegar a un nivel de velocidad en que era casi imposible para el ojo humano ver la cadena.

—¡En realidad este es mi estilo natural! ¡Solo lucho como samurái contra oponentes débiles, así que debes sentirte honrada! —decía Remiel, todavía haciendo aquellos esquives ridículos y exagerados.

—¡Jamás me sentiría honrada de pelear contra un bufón!

—¡Y por eso jamás me ganaras; porque luchar contra mí no es enfrentar a un aburrido samurái, sino a un bufón armado con una katana eléctrica! ¡Ja, ja, ja!

—¡Desgraciado! —exclamó Mabel ahora quedándose de pie, nada más moviendo los brazos para atacar con ambos extremos de la kusarigama en diferentes ángulos casi como un par de látigos—. ¡Pero tu estilo ridículo y esa velocidad no te serán suficientes para vencerme!

—¿Y qué dices de mí?

Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer-gata, cuando escucho la voz de Jofiel detrás de ella. No necesito darse la vuelta para saber que detrás se encontraba el narasinja, cruzado de brazos y sonriendo como si fuese alguien amigable, cuando su aura hostil decía lo contrario.

Como toda una experta, Mabel se dio la vuelta a la vez que daba un paso atrás, se agachaba y atacaba con el cascabel de la kusarigama en un golpe diagonal en descenso hacia el lado derecho de su nuevo enemigo. No obstante Jofiel desvió la esfera de cascabel golpeándola con el dedo medio de la mano izquierda, como si apartara una simple mosca.

Ahora sintiendo verdadera preocupación, Mabel dio otro paso atrás y ataco con la garra de la Kusarigama desde el otro lado. Pero Jofiel lo detuvo, nada más atrapando la cadena con la misma mano izquierda.

—Así que usas plata en tu arma —dijo Jofiel, notando que el filo de las garras de la kusarigama estaban hechas de plata pura—. Debes de ser muy talentosa manejando esto, o muy desesperada por vengarte, para que lleves un arma muy peligrosa para ti.

—¡¿Cómo llegaste aquí si hace un momento estabas rodeado de Yokais?! —exclamaba Mabel tan alterada que ya no podía pensar bien.

—Oh, hablando de eso, ¡perdón Remiel por tardar mucho en subir aquí! —decía Jofiel dirigiendo la vista hacia el kitsune, rascándose la nuca con la mano derecha y sonriendo con pena—. Tuve que esforzarme para no emocionarme demasiado. Ya que no podía arriesgarme a matar a ningún Yokai por accidente.

Como explico Jofiel, en la cubierta de la proa estaban todos los Yokai del barco tumbados en el suelo, la mayoría inconscientes con la cara deformada por un golpe, y los demás estaban tan heridos que su regeneración tardaba mucho en hacerlos capaces de levantarse del suelo.

—Está bien Jofiel. De todos modos ya tenía todo controlado ¡ja, ja, ja! —contesto Remiel anulando su hechizo de potenciación, mientras se ponía en el hombro derecho la hoja de la katana—. Pero ya que estas aquí, podemos volver con los demás. De seguro Miguel ya debe estar tan histérico que está echando espuma por la boca.

—¡Ja, ja, ja! ¡Sí, tienes razón! —dijo Jofiel entre risas—. Gabriel y Caroline parece que lo están controlando todo, así que podemos esperarlos abajo en el hielo con los demás.

—¡Par de imbéciles no hablen como si yo fuera a dejarlos marcharse así nada más...!

Exclamaba Mabel con furia, antes de que Jofiel la interrumpiese jalando la cadena de la kusarigama, y con ello atrajo a Mabel directo hacia él, para luego aturdirla con un fuerte rodillazo izquierdo en el estómago.

El golpe no era muy fuerte, pero basto para que Mabel tuviera que arrodillarse, escupir sangre y no poder moverse a tiempo para atacar a Jofiel y Remiel, quienes emprendieron la huida saltando por el barandal hacia la primera cubierta. Mientras que Mabel no podía hacer más que gruñir de rabia, golpear el suelo con una mano y sujetarse el estómago con la otra, intentando levantarse pese al terrible dolor.

Mientras tanto en la colina donde ocurría la pelea que dio lugar aquel devastador ciclón mágico, la kumiho intentaba resistir la tremenda fuerza de aquel vendaval, cubriéndose con ambos brazos y esforzándose por avanzar contra el viento. Sin embargo aquello no era un viento normal.

https://youtu.be/gGTAmmTiD_Y

La kumiho sentía lo mismo que alguien al ser golpeado por la onda expansiva de una explosión, sumado con el daño de ser golpeada por cuchillas filosas en todo el cuerpo, aunque en realidad no recibía ni un solo corte. Ese ciclón mágico era más poderoso de lo que la propia kumiho había creído. Y por eso ella termino volando junto con las rocas, al no haber podido seguir resistiéndose contra la fuerza de ese viento mágico.

"¡Maldición! ¡No voy a dejar que esta perra desgraciada siga burlándose de mí!", pensó Kira haciendo una voltereta en reversa, para entonces pisar una de las rocas que volaban, en la cual preparó su magia sintoísta.

¡¡Hono Maho: Kitsune no Hi!! (¡¡Magia de Fuego: Fuego Zorruno!!).

Recito Kira en idioma japonés —con notable desagrado—, para luego impulsarse hacia adelante, mientras se transformaba en una bola de flamas azules, que avanzó a través del ciclón sin problema alguno, destrozando las rocas que volaban en su camino.

"¡Lo había olvidado; la sensei Kondo menciono que Kira tiene magia de fuego! ¡Y la magia de fuego es justamente poderosa contra la magia de viento, como la de Caroline!", pensó Gabriel con la preocupación hasta las nubes, sujetándose de la tierra con las garras, y protegiéndose del poderoso ciclón mágico mediante un manto ardiente de energía Prana.

Bajo la forma de fuego factuo azul, Kira regreso al borde de la cima de la colina. Y antes de tocar el suelo, la bola de fuego pasó a ser Kira de nuevo, a la vez que ella atacaba por medio de una técnica con Chi de su Arte Marcial, Taehodo: Yueya Jian [Taehodo: Espada de Luna Creciente].

Todavía con las llamas azules cubriendo su cuerpo, Kira hizo un giro de 360 grados en el aire a la izquierda, mientras descendía la pierna derecha en una patada descendente, cargada de un siniestro Chi de color negro con tonalidades blancas. Y para cuando su pie toco el suelo, libero aquel Chi en la forma de un corte de guadaña, que avanzó hacia adelante, dividiendo en dos el ciclón mágico.

Aquel tajo de Chi siguió su curso, igual que el filo de una espada que corta el aire, y podría haber impactado en Caroline, si no hubiera sido por Gabriel, quien la salvó empujándola fuera de la trayectoria del ataque, sujetándola del torso con ambos brazos, mediante un salto un salto bastante poderoso que casi los hace caer al mar, ya que ambos rodaron juntos por la tierra hasta la orilla de aquella colina.

—¡Estaba por bloquear ese ataque! ¡No necesitaba que me ayudaras, Gabriel! —decía Caroline bastante furiosa y sentándose en el suelo, mirando al joven-tigre levantarse.

—Esa técnica tenía Chi de elemento metal. Y por si ya lo olvidaste, en el ciclo Wu Xing el metal corta la madera. Y el aire forma parte del elemento madera —decía Gabriel sujetando el antebrazo derecho de la mujer-loba, y con un solo estirón la ayudó a ponerse de pie.

Antes de que la licántropo blanca siguiera discutiendo, ella y el baghatma quedaron atónitos al voltear la mirada y contemplar lo que causó el ataque de la kumiho.

No solo había dividido toda la colina por la mitad, sino que además siguió su curso hasta desvanecerse a más de tres kilómetros en el mar. Y en todo su trayecto dividió otras dos enormes colinas de roca sólida, junto con las nubes y cientos de metros de profundidad del mar, como si una gigantesca espada hubiera caído desde el cielo y rebanado toda esa zona.

—¿Todavía crees que podrías haber resistido ese ataque? —preguntó Gabriel todavía sorprendido.

—Pues... Tal vez me hubiera lastimado... solo un "poco" —contestó Caroline, con un tono que no sonaba muy sincero ni convencido, aparte de que ella lucía tan sorprendida como él.

—Creo que se me fue el pie en este ataque —comento Kira de forma burlona y cínica, estando ahora de pie en el suelo con ambas manos en la cintura, viendo a su odiado par de oponentes—. Pero ustedes dos ya me tienen harta. ¡Les devolveré todo este dolor el triple, el cuádruple, el quíntuple! ¡Todas las veces necesarias y lo más multiplicado posible hasta sentirme satisfecha!

Cada palabra dicha por la kumiho estaba llena de tanto resentimiento, que su cuerpo emanaba una sombría energía de tonalidades rosas fantasmales, la cual se extendió en la parte baja de la espalda de Kira, y adoptó la forma de nueve colas. De hecho, el baghatma y la licántropo blanca alcanzaron un nuevo nivel de sorpresa, al comprender lo que era en realidad esa aura sombría.

https://youtu.be/7YOAu7G2-8A

—Energía Kenoplasma... —dijo Gabriel expresando desconcierto absoluto.

¡¿Was hast du gesagt?! (¡¿Qué has dicho?!). ¡Arte Marcial con Chi, un Arte Mágico elemental, ¿y ahora también Kenoplasma?! —exclamó Caroline con total incredulidad, al principio en idioma alemán—. ¡¡¿Esta zorra maldita puede manejar tres energías?!!

—¿En serio creían que yo desperdicie cuatrocientos años de vida, aprendiendo solo a luchar con mis extremidades? —decía Kira con una sonrisa cruel, levantando un poco la mirada para ver al dúo desde arriba de forma arrogante—. Para alcanzar la cima del poder, decidí dominar las tres potencias de la existencia: cuerpo, espíritu y mente. Lo primero que domine fue mi poder del Wuji, Amhugumi (Nueve Colas de las Tinieblas).

»El siguiente paso fue aprender magia, con las Artes Mágicas de los sacerdotes sintoístas de Japón, los taoístas Wu de China, y los chamanes Mugyo de mi gloriosa tierra natal. Y como "ingrediente" final, después de aprender el Karate de la tribu dragón de Japón, regrese a mi tierra para aprender de mi verdadero pueblo el maravilloso Taekkyon, ¡con el que finalmente complete el espíritu de mi pueblo natal: el Taehodo! ¡Ja, ja, ja, ja!

Taekkyon, un ancestral Arte Marcial originario de Corea, caracterizado por artísticos y rápidos movimientos fluidos, espontáneos y geométricos de brazos y piernas, que se asemejan al ritmo de una danza (similar al Capoeira).

En contraste con otros Artes Marciales, se utilizan muy poco los golpes con puño, a favor de los golpes con la palma abierta. Y emplea el uso de los brazos para mejorar los reflejos, la capacidad de respuesta y el equilibrio del cuerpo, aparte de ayudar a distraer la atención del oponente antes del contraataque. También fomenta los esquives en lugar de los bloqueos. Y a diferencia de las técnicas de patadas en las Artes Marciales chinas, que suelen ser largas y estiradas, las del Taekkyon son ligeras y a la vez potentes, circulares, más continuas y fluidas.

Pero la característica más singular de Taekkyon, y la que le ha dado tanta fama, es su increíble trabajo de pies triangular, conocido como pumbalki, que le da al Arte Marcial el estilo de un baile. Permite cambiar el centro de gravedad y fortalece la cintura junto con la parte inferior del cuerpo para armonizar el ataque y la defensa, además de efectuar movimientos acrobáticos con las rodillas dobladas.

Tal es la fama de sus patadas, que era conocida como "Cien Técnicas de Piernas Voladoras Divinas" (Baek Gisintong Bigaksul), "Arte de Piernas" (Gak Sul) y "Habilidades de Piernas Voladoras" (Bi Gak sul). Y en el futuro sirvió como base, junto con el Karate-Do de Japón, para que el general surcoreano Choi Hong-hi creará el famoso Arte Marcial conocido como Taekwondo.

Del mismo modo en que el general Choi Hong-hi creó el Taekwondo, Kira desarrolló un nuevo Arte Marcial, combinando las bases del Taekkyon y el Karate-Do. Un Arte Marcial que ella definía ahora como "Taehodo" (Camino del Zorro y la Patada), de los caracteres "Tae" (técnicas de patada, pie), "Ho" (zorro) y "Do" (camino) en el sistema de escritura Hanja de Corea. O como también sería definido por las bestias en el futuro: "Taekwondo Estilo Zorro".

—Deberían sentirse honrados, ¡porque ahora los voy a aplastar con mi ataque favorito! ¡Ja, ja, ja! —decía Kira con una mirada y sonrisa de lunática, con los colmillos de zorro expuestos—. ¡Los masacrare con Amhugumi: Chouhen Emo Qiu (Nueve Colas de las Tinieblas: Esfera Demoníaca del Rencor)!

Tras revelar el nombre de su ataque —en un extraño dialecto muy parecido al chino mandarín—, llevo el extremo de cada una de sus colas de Kenoplasma hacia adelante, apuntando al frente de su rostro. Entonces unas partículas de Maná, tan grandes como canicas y de color rojo, comenzaron a aparecer alrededor de Kira, quien procedió a abrir la boca e inhalar las partículas de Maná, junto con Kenoplasma transmitido por medio de sus nueve colas sombrías.

"La zorra maldita no solo está concentrando Kenoplasma en el interior de su garganta. También está liberando una alta concentración de Maná puro, para luego devorarlo junto con el Kenoplasma. Está preparando un ataque de gran escala, combinando dos de sus energías", pensó Caroline frunciendo el ceño y apretando los dientes, comenzando a sentir chispas de preocupación, lo cual la molestaba.

—Caroline, ¿puedes hacer otro super soplido mágico? —preguntó Gabriel con un semblante serio y preocupado, que dejaba en claro la gravedad de la situación.

https://youtu.be/iZcQowG3uL8

—Sí. Aunque de todos modos, es el único hechizo que domino bien por ahora —contestó Caroline sin apartar la mirada de su enemiga.

—Genial, porque tengo una idea para deshacernos de esta loca y volver con los demás. No sé si lograremos vencerla, pero al menos ganaremos una oportunidad para retirarnos.

—Me sorprende que quieras retirarte de una pelea, sobre todo una que podemos ganar sin problemas uniendo fuerzas —comentó Caroline esbozando una sonrisa sarcástica.

—Hablo en serio cuando digo que me molesta tener que abandonar una pelea. Y aunque logremos vencerla, este combate seguirá extendiéndose. Lo más seguro es que los demás también estén pensando lo mismo. Por eso tenemos que retirarnos, regresar al Draco Wang con Remiel y salir de aquí, o llegaremos tarde a la isla de Avalon, y nuestras misiones serán anuladas. Lo más importante ahora es llegar a tiempo a nuestras misiones.

—A mi hermanito le hubiera enorgullecido mucho escucharte decir eso. Está bien, por esta vez nos retiraremos. Pero luego me debes una muy grande.

—Te lo pagaré con lo que quieras cuando quieras, excepto cocinarte la comida. Te aviso que soy muy malo en eso —contestó Gabriel también sonriendo con sarcasmo, y Caroline soltó una carcajada por el comentario. 

"El gato desgraciado y la perra malnacida deben de estar muy confiados, como para hablar y planear una estrategia frente a su oponente, sin la más mínima intención de atacar cuando parece más vulnerable. Y pensar que decidí ahorrar mi energía Chi para moverme, por si se acercaban a atacarme... Malditos... ¡¡Los voy a aplastar por burlarse de mí!!", pensaba Kira en su mente, enfadándose tanto por lo ofendida que se sentía, que se resaltaban un par de venas más en su rostro.

—¡Muy bien kumiho loca, si vas a atacar con tu ataque favorito, entonces responderemos con los nuestros! —decía Gabriel sonriendo aún más, ahora con los dientes filosos y los ojos brillando de color verde cual tigre, mientras liberaba su energía Prana de forma explosiva.

—¡Aunque es el primer hechizo que domino bien, sin duda se ha convertido en mi favorito! —decía Caroline con sus ojos brillando de color azul, una gran sonrisa dientuda y liberando su energía Maná en un vendaval con luces moradas. Había entendido la idea del joven-tigre, y eso la emocionó bastante. 

Entonces, por separado, comenzaron a cargar sus respectivos ataques: ambos abrieron sus bocas y empezaron a llenar sus pulmones con aire y sus respectivas energías. Pero mientras Gabriel emanaba descargas eléctricas doradas en su garganta, Caroline emanaba un resplandor violeta en la suya.

Viendo que sus oponentes responderían al ataque, Kira dejo de absorber Kenoplasma y Maná, para esperar a que sus oponentes también terminaran de cargar sus propios ataques. Y fue por una simple razón.

"Muy bien, responderé a sus desafíos. ¡Será más divertido y satisfactorio aplastarlos junto con sus mejores ataques!", pensaba Kira, una vez más dejándose llevar por la confianza. De modo que los dejo cargar sus respectivos ataques. Aunque no tardaron demasiado, porque tras unos cuantos segundos, los dos dejaron de inhalar. 

Caroline volvió a usar Wiatr Magia: Orkan Oddech [Magia de Viento: Aliento de Huracán]. Mientras que Gabriel usó Deva Merupu: Tuphanu Garjana [Rayo del Deva: Rugido de Tormenta].

Y como si estuvieran sincronizados, la mujer-loba creó otro ciclón mágico de luz morada con su poderoso soplido, al mismo tiempo en que el joven-tigre creó un torbellino eléctrico dorado con su rugido igual de poderoso. De manera que, tal como lo habían planeado, el torbellino de rayos dorados y el ciclón de luz morada se fusionaron en un masivo ataque conjunto de viento, rayo, Prana y Maná.

Mientras la kumiho hizo el gesto de vomitar, y lo que expulsó fue una explosiva ráfaga de Kenoplasma, combinada con grandes partículas de Maná, que al instante se transformó en una enorme esfera sombría con luminiscencia rosa fantasmal, rodeada de nueve esferas de Maná que giraban alrededor igual que lunas alrededor de un planeta.

Entonces la esfera de oscuridad de Kira chocó contra el ataque combinado de Gabriel y Caroline, creando una onda expansiva que empezó a derrumbar la colina. Aunque semejante choque de poderes estaba a la vista de todos los presentes en la zona, los demás estaban muy ocupados emprendiendo la retirada, aprovechando esa nueva distracción que causó la destructiva pelea en la colina. 




Próximo capítulo: Regresemos al Draco Wang.

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