
Capítulo XVIII: Una Luz en la Oscuridad (II)
"¿Quién es éste que sin muerte va por el reino de la gente muerta?"
—Infierno de Dante: Canto 84-85
https://youtu.be/2LhaXf3iTHo
Después de esa noche, ambos hermanos comenzaron su viaje a Atlanta, Georgia. No obstante, ahora estaban armados con las enseñanza, en cuanto a defensa contra cazadores y vampiros, de Franklin Wilde; junto con un extraño libro, que más tarde descubrieron que en realidad era un Grimorio Sagrado (libro con información, encantamientos e instrucciones sobre magia sagrada), cuyo propietario y autor no era otro que Franklin Wilde.
En la primera página del mismo estaba escrito lo que parecía ser la información del mismo: explicaba que las oraciones eran en realidad "cantos", que al ser recitados, desencadenaban hechizos que podían dañar o paralizar a enemigos específicos, dependiendo del encantamiento; como las criaturas de la noche y usuarios de magia oscura. Pero las bestias no estaban incluidas en la lista, porque son creaciones de los dioses; por lo que no son criaturas oscuras, al contrario, son criaturas sagradas.
Gracias al gran corazón puro de Raziel, éste era capaz de usar los encantamientos. Sin embargo había un detalle: debido a que él no hizo entrenamiento ni ejercicios mentales, no ha despertado la capacidad de usar mana; por lo que, cada vez que usa algún hechizo, se agota tanto mental como físicamente. Por lo cual, el máximo de hechizos que podía conjurar eran entre tres y cinco al día (dependiendo de la potencia del hechizo).
También estaba el detalle de que, para que un conjuro se active, el usuario debe recitar el canto completo sin interrupción; y en el proceso, el usuario quedaba vulnerable a posibles ataques. Por estas desventajas, Raziel debía usar los conjuros sabiamente y en el momento indicado. En cuanto a cómo lo iban a guardar, durante el viaje, ambos robaron una mochila de correa, en la que Raziel podía guardar perfectamente su libro de forma segura.
Aunque estaban en contra de robar, el sujeto al que robaron era un humano lacayo de un vampiro, por lo que consideraron mejor robarle a él, que a alguien inocente. Ellos podían identificar muy bien a los sirvientes humanos de los vampiros, por un distintivo que tenían todos; un único y extraño tatuaje, comúnmente en el cuello, mano o pecho, que representaba la casa noble de algún vampiro. Y durante el camino se han encontrado con varios de ellos. Pero lograron huir antes de llamar la atención de alguno de sus amos.
Después de varias semanas viajando, por fin llegaron al condado de Georgia; a un bosque que conectaba los límites con Tennessee. Y al llegar, tuvieron un encuentro, que no solo fue el tercer momento cumbre de sus vidas, sino también el momento en el que tuvieron una meta concreta, para sobrevivir y ser más fuertes.
Era de noche, cuando Azrael y Raziel, en sus formas bestias y llevando unos pantalones simples, cruzaban aquel bosque. Pese a que el cielo estaba despejado, haciendo que la luna menguante trajera algo de brillo al lugar, todo se encontraba cubierto por una extraña niebla, que aparte de oscurecer el bosque, le daba un aspecto de lo más siniestro.
Sin embargo ellos podían ver un poco gracias a su visión nocturna; por lo que no tenían problemas para moverse por las ramas de los árboles, y pudieron haber salido en menos de una hora; de no ser porque escucharon gritos y pedidos de ayuda llenos de terror y angustia. Ambos habrían ignorado aquellos gritos, de no haber sido por su alta intolerancia hacia las injusticias y la maldad, inculcada por sus honorables padres, y su maestro Franklin. Por ello, sin dudar, doblaron a su derecha, y fueron al sitio de donde provenían los gritos.
A medida que se acercaban, notaron que la niebla aumentaba de forma anormal, como si se aproximarán a algo que la provocaba. Y fue entonces que, pudieron divisar no muy lejos, a una pareja de adolescentes, huyendo de un extraño hombre joven: cabello color negro bien peinado, constitución delgada, facciones finas y delicadas, piel en extremo pálida, orejas puntiagudas, y brillantes ojos rosados con pupila hendida. Por último llevaba puesto un elegante traje, de color blanco y azul, como el que llevaría algún noble: era un vampiro.
https://youtu.be/ESXUoun15VE
La pareja trataba de huir con gran desespero y terror. Pero el vampiro cada vez estaba más cerca de ellos; apenas se movía, y parecía que en vez de caminar, simplemente flotara a pocos centímetros del suelo, lo cual no se notaba, por una anormal oscuridad que lo cubría por los bordes de su cuerpo y pies. Entonces mostró una horrible y cínica sonrisa, que aparte de revelar su par de colmillos superiores delgados y filosos cual agujas, también dio a entender que se cansó de jugar con sus presas.
Con un simple movimiento de su mano, de repente, la joven que estaba al lado del otro, cayó al suelo, y comenzó a ser arrastrada por algo invisible y sombrío; directo hacia el vampiro. El joven se devolvió para ayudarla, pero el vampiro hizo otro gesto con la otra mano, y el joven fue golpeado por algo invisible, que le hizo caer al suelo. Los gritos de la joven aumentaron, cuando el vampiro la sostuvo del cuello con su mano derecha.
Azrael y Raziel estaban a punto de intervenir, cuando, al mirar más de cerca, notaron algo que los motivó aún más, a despedazar al nosferatu; en la chaqueta de éste, colgaba un broche metálico negro con un cristal rojizo, cuya forma era parecida a la de un pentagrama, con el rostro de un murciélago en medio. Aquel vampiro llevaba el mismo broche, que los vampiros que mataron a los padres de Azrael y Raziel.
El vampiro sonreía con lujuria, mientras abría la boca, y su lengua se estiraba igual a la de un sapo, para lamer la cara de la aterrada joven. Pero se detuvo, cuando notó que una luz se aproximaba a su izquierda. Y al voltearse, quedo sin palabras, al ver una inmensa cruz blanca de energía pura, aproximándose a él; la cual, fue conjurada por Raziel desde un árbol, con el grimorio abierto en la sección "VAMPIROS".
La cruz llegó hasta su objetivo; provocando un pequeño estallido de luz. La joven cayó a unos cuantos pasos lejos libre de su agresor, y sin ningún daño recibido por parte del ataque sagrado. Aunque no se puede decir lo mismo del vampiro, quien estaba a varios pasos lejos, con parte de la ropa y piel horriblemente quemada; algo que no le gusto, pues, empezó a gruñir como un perro furioso, mientras buscaba a su atacante. Luego se convierte en neblina oscura, esquivando la embestida furiosa de Azrael, quien lo había atacado desde lo alto de uno de los árboles cercanos.
Mientras tanto la chica, aterrada de todo lo que sucedía, corrió hacia el chico tirado en el suelo, y tras ayudarlo a levantarse, ambos huyen del lugar. Azrael y Raziel se alegraron al ver que los jóvenes escaparon, aunque el primero se alegraba más por el hecho de no tener distracciones; ya que para él, ahora mismo era más importante matar al miserable vampiro.
De repente toda la neblina del lugar se intensificó de forma antinatural, y a unos cuantos pasos lejos de Azrael, el vampiro reaparece entre la neblina; sus quemaduras habían sanado, aunque eso no alivió su ira. Luego dio un potente silbido, similar al de un murciélago; parecía que llamaba a alguien. Y efectivamente era así. En el árbol, Raziel iba a lanzar otro conjuro, pero escucho algo moviéndose en las ramas, por lo que salta; esquivando el zarpazo de una mano humana pálida, con filosas y largas uñas.
El hombre-leopardo aterriza de pie en el suelo, y se aleja por precaución. Fue ahí cuando él y su hermano vieron a tres jóvenes y hermosas mujeres pálidas; de cabello negro, rubio y marrón respectivamente, las tres tenías los ojos rojos y llevaban vestidos blancos, en extremo reveladores; además, todas tenían dos agujeros cicatrizados en sus cuellos. Ellas eran vampiros esclavos. Aquello horrorizo a Raziel, y enfado aún más a Azrael.
—¡Hermano encárgate de ellas! ¡Yo matare al infeliz! —dijo Azrael.
—¡Esta... bien! —dijo Raziel, aún horrorizado, por el cruel destino que sufrieron aquellas pobres mujeres; haciéndole ver que lo mismo iba a sufrir la joven de recién, si él y su hermano no hubiesen intervenido.
Mientras tanto, Azrael se lanzó para atacar al vampiro. No obstante, todos sus zarpazos eran evadidos con facilidad, debido a que el nosferatu se movía con una facilidad sobrehumana; seguía pareciendo como si flotara, y que se deslizaba por el hielo. Entonces el vampiro hizo un gesto con los dedos, y Azrael recibió un golpe invisible; obligándolo a retroceder un poco.
—He notado que miras mucho mi emblema, y eso te enfada más —dijo el vampiro bastante intrigado, pero aún con su semblante molesto—. Y además, no son de ese molesto gremio San Bestia. ¿Acaso hice algo que los molesto, para que evitaran que yo tomara a mi presa y futura concubina? Porque jamás los he visto. Aunque... no puedo evitar sentir que me son conocidos, sobretodo tu hermano leopardo.
—Quizás tu no. Pero tu maldito grupo sí, parásito inmundo —dijo Azrael con intensa furia, para luego lanzarse para atacar nuevamente, quien se mostró muy ofendido por el insulto.
—¡¡Animal blasfemante mi nombre es Valak!! ¡¡Recuérdalo antes de que te mate!! —exclamó el vampiro furioso, mientras se presentaba, y levantaba el brazo derecho; haciendo que la neblina del alrededor se acumulara, y fuera disparada como una marejada contra el hombre-pantera.
Azrael se cubría con los brazos, y empezó a sentir varios cortes en su cuerpo, como si algo cuchillas invisibles lo atacaran en diferentes direcciones. No obstante, él y Raziel, al escuchar el nombre del vampiro, recordaron instantáneamente una conversación de sus padres. Cuando Sorin y Amanda les relataban a sus hijos un poco sobre sus respectivos pasados y familias, en una ocasión, mientras Sorin hablaba del cruel amo de su familia, menciono el nombre "Valak".
Además, el vampiro era en extremo fuerte; dando a entender que no era un Iniciado. Y ahora mismo, Azrael y Raziel estaban en Georgia, uno de los estados que fue parte de los Estados Confederados del Sur, los cuales fueron parte de la Aristocracia Vampírica. Y por último, el vampiro decía que le era familiar Azrael y Raziel. Todo esto les hizo suponer a ambos hermanos, que aquel vampiro, debía ser el mismo amo, que tenía como sirviente a la familia de Sorin.
Esta suposición lleno a Azrael de tanta furia, que éste atravesó la marejada de niebla cortante, ignorando totalmente todo el dolor, producido por los cortes. Sin embargo, la misma furia lo cegó, por lo que, cuando tuvo al vampiro de frente, éste se convirtió en niebla, y luego se movió a la izquierda de Azrael. Después, en un mero segundo, el hombre-pantera recibió de lleno otra poderosa ráfaga de niebla oscura desde su izquierda, que lo hizo estrellar contra un árbol.
Raziel miro lo sucedido y, mortalmente preocupado por su hermano, estuvo a punto de ir a ayudarlo. Pero su camino fue bloqueado por las tres vampiresas. Sabiendo que no hay más opción, guarda el grimorio en la mochila de su cinturón (pues no podrá usarlo en una pelea cercana) y extiende sus garras; preparándose para pelear.
La vampiresa de cabello rubio se corta la palma de sus manos, con sus propias uñas filosas, y crea cuchillas hechas con su propia sangre, la cual se cristalizó. La otra vampiresa, la de cabello negro, abre su boca a proporciones antinaturales; revelando una lengua larga y prensil con punta filosa, igual a la cola de un escorpión. Y la última vampiresa extiende sus uñas a grandes longitudes, simulando cuchillas.
Pese a lo aterrador que se veía, Raziel no temía para nada. Sin embargo, no podía evitar sentir lástima por ellas; algo que le impedía atacar. Mientras tanto, de vuelta con Azrael, éste estaba encima del árbol, ahora derrumbado por la fuerza del golpe. El hombre-pantera comenzó a escupir sangre; sentía como si hubiera sido golpeado por una avalancha de rocas; aunque sus heridas ya empezaban a sanar, no era lo suficientemente rápido; el vampiro estaba acercándose a él.
Valak, aún con su expresión furiosa, comenzó a acumular energía sombría en su mano derecha; hasta formar la punta de una lanza; preparándose para dar el golpe de gracia al joven-bestia. Aunque todo parecía perdido, el hombre-pantera no se rindió para nada. No podía morir ahora, y dejar a su hermano solo, en ese mundo tan cruel; lleno de humanos y vampiros perversos que tratarían de matarlo sin piedad alguna. Y Raziel ya no soportaría otra pérdida. Azrael debía seguir allí para protegerlo. Y por eso, se rehusaba totalmente a morir.
Fue entonces que, de repente, el hombre-pantera se dio cuenta de que todo se tornó mucho más oscuro de lo normal, además de adoptar un tono turquesa, y parecía que el tiempo se detuvo. Él creyó que era de esos momentos, en los que uno siente los segundos como una eternidad; una experiencia cercana a la muerte. Sospecha que quedó casi confirmada, cuando Azrael vio a su alrededor incontables y extrañas sombras, que fueron aclarándose y tomando forma, hasta tener apariencias humanas: todos eran hombres, mujeres y niños de origen africano.
Azrael no entendía que pasaba. Pero antes de sacar más conclusiones, sintió una agradable y relajante sensación; era como estar bajo el velo de un suave manto. Entonces noto una imponente figura, parada de espalda detrás de él, muy diferente a las demás: debía medir al menos 1,92 mts, y vestía una especie de sudario negro con capucha. Aunque no podía verle el rostro, podía ver sus manos, las cuales tenían un tono pálido natural.
https://youtu.be/hb6wSV3d75o
—Es triste e injusto ¿no? —dijo el Extraño con un tono de voz melodiosa, y a la vez imponente, que hizo entender que era un hombre—. Y eso que, ni siquiera son la mitad, de los que sufrieron a manos del ser al que te enfrentas.
El Extraño obviamente se refería a los espíritus de gente africana que los rodeaba. No obstante, Azrael no dijo nada, y siguió escuchándolo.
—Te comprendo perfectamente —decía el Extraño—. Cuanta ira debes de sentir ahora. Yo alguna vez lo sentí también, cuando mi madre murió. Y mi hermano mayor, consumido por la ira y la tristeza de perderla, intentó ir en contra de los últimos deseos de ella y de mi padre, bajo la creencia de que estaba haciendo lo mejor, para la seguridad de nuestra familia. Y por ello, tuvo que ser exiliado y encarcelado, por el bien suyo y de todos. Toda mi familia quedó devastada por tantas tragedias, especialmente padre y yo.
Cada palabra del hombre, estaba llena de tanta tristeza y pesar, que Azrael no podía evitar sentirlas también; no podía evitar sentir su dolor.
—¿Quién eres? —pregunto Azrael inconscientemente.
—Me han llamado de muchas maneras. Incluso, me han llegado a confundir con dos de mis hermanos mayores. Pero mi nombre no importa. Lo que realmente importa, es lo que te voy a decir, y no debes olvidar: a pesar de que mi familia y yo sufrimos tanto, pudimos encontrar algo de felicidad. Yo la encontré, en alguien llamada Hela. Y sin importar las adversidades, o con quien me enfrentaba, yo luche para proteger esa felicidad. Cuando deseamos algo, y luchamos por lograrlo, ni el destino podrá detenernos; siempre y cuando tengamos en cuenta a los demás, y no los hagamos a un lado como hace la mayoría. ¿Y cuál es tu deseo?
Era una pregunta simple, pero directa y poderosa, que sumió a Azrael en lo más hondo de sus pensamientos. A decir verdad, él y su hermano no tenían grandes aspiraciones, ni metas en específico, aparte de sobrevivir y encontrar un sitio al que llamar hogar. Estaban a la deriva. Sin embargo, todo lo que ha ocurrido desde que conocieron a Franklin Wilde, sumado a este momento: hizo que Azrael se trazara, justo ahora, un único propósito, que aunque podría considerarse trivial, era su más grande aspiración.
https://youtu.be/sc_kHrRL4JM
—Mi deseo, es proteger a mi hermano, matar al responsable de la muerte de nuestros padres, y no dejar que nadie más tenga que sufrir a manos de los vampiros, ni a manos de los perversos humanos como los Purgadores, ¡¡Porque los masacrare a todos!! ¡¡Extinguiré a los miserables vampiros y perversos humanos de este maldito mundo!! —exclamó Azrael, con determinación y furia sin igual, mientras sus ojos brillaban como una luz en la oscuridad; pues, en medio de toda esa oscuridad, obtuvo su propia luz.
Con aquella respuesta, los espectros mostraron una sonrisa cálida y feliz, que irradiaba esperanza. Luego todos se convirtieron en energía sombría pura; la cual, fue rodeando a Azrael, y lo envolvieron como un manto. El hombre-pantera brillo de color púrpura, y dicho brillo comenzó a tornarse cada vez más oscuro; hasta ser como las sombras que lo envolvían.
—Entonces lucha. Y pase lo que pase, no permitas que el odio saque lo peor de ti. Castiga y venga, sin dejarte dominar por la furia. Venga a estas almas sumidas en tinieblas, para que descansen en paz y puedan ir hacia la luz. Y más importante, recuerda que toda la tribu es una familia, y las huellas de quienes caminaron juntos, nunca se borraran —dijo el Extraño, mientras desaparecía detrás de las sombras, que envolvían a Azrael.
Aquellas últimas palabras impactaron a Azrael; eran dos frases, que su madre siempre le decía a él y a su hermano. Pero la sorpresa fue cortada, cuando empezó a sentir que su corazón se detenía lentamente. No obstante, al poco, su corazón volvió acelerarse con gran vigor; haciéndolo sentir más vivo que nunca.
Y mientras las sombras se desvanecían, y el ambiente volvía a la normalidad, en su mente oía innumerables voces, diciéndole lo que parecía instrucciones de algo. Pero repetían especialmente tres únicas palabras, y otras cuatro después de estas.
—¿Unas últimas palabras? —dijo el vampiro riéndose de forma triunfal.
—Je, solo siete: Cazador de Sombras: Uno con la sombra —dijo Azrael, con una sonrisa burlona, mientras las sombras lo envolvían, y éste se sumergía en ellas igual que en agua; impactando enormemente al vampiro.
https://youtu.be/TqPtvJuZfho
—¡¡¡¿Queeeee?!!! —exclamó Valak. "Esta sensación... ¡es Energía del Vacío...!". Pensaba sumamente impactado. Pero su pensamiento fue cortado, al sentir un insoportable dolor en su pierna derecha.
Cuando el nosferatu miro al suelo, vio que Azrael había salido de su sombra como si emergiera del agua, y le había mordido. Valak, ahora mortalmente preocupado, se corta su propia pierna con su mano-lanza, y se aleja flotando en el aire. Entonces Azrael sale de la sombra, con la pierna del vampiro aún en su mandíbula; la cual, fue deshaciéndose en forma de cenizas. Además, en el corte de la pierna del vampiro, también caían algunos trozos de cenizas, pero el deterioro no avanzaba al resto del cuerpo.
—Así que es cierto. El veneno de bestia es letal para los vampiros. Entonces una sola mordida en un punto fatal, implicaría tu inevitable muerte —dijo Azrael, después de escupir lo que quedó de la pierna del vampiro. Y nuevamente se sumerge en las sombras.
El vampiro ahora estaba alterándose. Pero no dejo que eso lo distrajera; por lo que, tras quedarse quieto un momento, se convirtió en niebla; evitando que el hombre-pantera le perforara el corazón, con su mano derecha en forma de estaca, después de haber salido de las sombras de atrás. No obstante, Azrael extendió la otra mano, ahora envuelta en energía sombría, y sostuvo algo sólido en la niebla. Posteriormente, saca de la misma al vampiro; quien estaba indescriptiblemente sorprendido de tal hazaña.
—Ahora no existe niebla, oscuridad ni sombra, en la que puedas esconderte de mí —dijo Azrael, de forma implacable y fría, y apunto de rematar al vampiro. Pero éste se defendió con su mano-lanza; obligando al hombre-pantera soltarlo y alejarse, para evitar ser decapitado.
Azrael se tira de espaldas, y vuelve a sumergirse en las sombras. Luego, el nosferatu, ahora desesperado y furioso, hace un gesto con los dedos, y toda la niebla del lugar empieza a desvanecerse. La luz de la luna comenzó a iluminar el lugar; haciendo que las únicas sombras que quedaban fueran las de los árboles; las cuales, el vampiro estaba en total alerta; con su lanza-mano lista para atacar.
Entonces Azrael apareció, saltando desde lo alto de las ramas de un árbol, para atacar desde arriba al vampiro. No obstante éste sonrió, y dio un estoque ascendente con su lanza. Después, el hombre-pantera cayó de pie en la tierra; con la lanza atravesándole la palma de la mano izquierda. Acto seguido, él contraataco con la otra mano; dando un zarpazo al brazo del vampiro, quien retiró su brazo-lanza a tiempo; evitando que fuese cortado, y en vez de eso recibiera un rasguño.
Luego el nosferatu convirtió su otra mano en una lanza sombría, y apuñaló al hombre-pantera. No obstante éste, con ambas manos, agarró el brazo del vampiro; logrando desviar la lanza hacia su hombro. Pero el vampiro se propuso a atacar con otra ráfaga sombría desde su otro brazo; solo para descubrir que ya no sentía el mismo. Valak quedó horrorizado, al ver que su brazo derecho se desintegraba como ceniza, desde donde recibió el rasguño.
El vampiro miró las garras de Azrael, y su horror aumentó cuando vio que estaban humedecidas, y perforaban su otro brazo. En algún momento, el hombre-pantera se había lamido las garras, para que así, tuvieran un poco del veneno de bestia. Inevitablemente Valak perdió su brazo izquierdo, y como reacción en cadena, la oscuridad que lo envolvía desapareció, y él cayó de espalda contra el suelo; pues había dejado de flotar y solo tenía una pierna.
—Por lo que pude ver anteriormente, esquivabas y te movías con facilidad, gracias a las sombras. Y en cada movimiento, hacías gestos con tus dedos, como si movieras una marioneta —dijo Azrael con una sonrisa llena de diversión sádica—. Eso quiere decir, que sin tus brazos, no puedes usar tus poderes. Además, tu pierna no se ha regenerado; lo cual quiere decir, que las heridas infringidas con veneno de bestia, tardan demasiado en sanar. No fue difícil descubrirlo.
Valak comprendió que ahora estaba arrinconado; así que se volteó para llamar a las vampiresas; su preocupación aumentó, cuando vio que no iban a poder ayudarlo. Desde que comenzó la lucha, Raziel lo que hacía era evadir y bloquear los ataques de las vampiresas, porque aún dudaba de lastimarlas. Sin embargo, reuniendo toda la fuerza que tenía, y con sumo pesar, decidió darles un final rápido.
La de cabello rubio, en cuanto atacó con sus cuchillas de sangre, Raziel contraataco con sus garras; en una rápida sucesión, corto los brazos de la vampiresa, y luego le cortó la cabeza; acto seguido, el cuerpo y la cabeza de ella se vuelven cenizas. La siguiente, la de pelo negro, atacó desde atrás con su lengua-aguijón.
Pero el hombre-leopardo giró sobre sí mismo. Luego, con una mano, agarró la lengua-aguijón y atrajo a la vampiresa hasta él; para después apuñalarle el corazón con la otra mano en forma de estaca, y ella también se vuelve cenizas. Ahora quedaba la de las garras. Sin embargo, desde que comenzó la lucha, ella no se había movido, ni siquiera para ayudar a sus compañeras.
—¡¡Oye tu ayúdame rápido!! —ordenó Valak a la vampiresa, la cual, no le hacía ni caso—. ¡¡No puedes negar mi orden!! ¡¡Soy tu amo así que obedece!!
Los ojos de la vampiresa destellaron, y ella movió la cabeza; como si se resistiera a algo. Luego cayó arrodillada al suelo, y devolvió sus uñas a la normalidad; mientras miraba con repulsión e intenso odio al nosferatu.
—Tal parece que ella no te va ayudar —dijo Azrael, mientras se acercaba más al vampiro—. Ahora me dirás, lo que necesito saber. En el otoño del año pasado, unos vampiros que llevaban ese mismo broche tuyo, atacaron a una pareja de bestias, llamados Sorin y Amanda. ¿Quiénes fueron los asesinos? ¿Fuiste tú quien ordenó el ataque?
—¿El maldito esclavo traidor y su esposa mestiza? —dijo Valak sorprendido—. ¿Por qué demonios quieres...? Oh... ya entiendo... Je, je. Sabía que los malditos Caballeros de la Muerte cometieron un error al dejarlos a ustedes escapar, por creer que no sobrevivirían. Pero es de admirar, que no fue así. Pese a ser bestias, ustedes hacen honor a vuestro antepasado.
—Entonces eres el vampiro, al que la familia de nuestro padre servía —dijo Azrael, sintiendo cada vez más ira, pero la contuvo.
https://youtu.be/NN2TOdiPtG4
—Y ustedes son sus patéticos cachorros mestizos —dijo Valak, con una sonrisa que reflejaba ironía—. Respondiendo a tu pregunta, lamento desilusionarte, pero en realidad yo no era el amo de esa familia, sino el que transmitía las órdenes de su verdadero amo: el señor Mefisto.
—¿Quién mierdas es él? ¿Y dónde está?
—¿De verdad piensas que te lo diré? Solo te dije su nombre, para que sepas quien los perseguirá a ustedes si me matan. Eliminarme, es igual a meterse en el camino del señor Mefisto. Y lo que menos le gusta a él, es que se entrometan en su camino. Y no importa a donde vayan, él los buscara hasta el fin del mundo.
—Eso espero. Quiero que él sepa, y recuerde, quien lo enviará al infierno; como hice contigo —respondió Azrael con una sonrisa fría, y en un instante, se agachó para morder brutalmente el cuello del vampiro.
https://youtu.be/V3UPQ_3peBg
Luego el hombre-pantera se aleja, y contempla como Valak se retuerce de dolor; mientras la mordedura de su cuello se tornaba negra, y dicho color se expandía por el resto del cuerpo. Por último, el vampiro se marchito hasta ser cenizas. Terminado el combate, Azrael se voltea, y ve que la última vampiresa aún seguía arrodillada en el césped, mientras Raziel, estando frente a ella, la miraba con lastima.
El hombre-pantera se acerca, con intención de matar a la vampiresa de una vez. Pero su hermano leopardo lo detiene con la mano izquierda. Raziel miraba los ojos de la vampiresa, y lo que veía era dolor, tristeza y desesperación; además, no hacía falta palabras, para saber lo que ella le decía con la mirada: "por favor, matame".
El hombre-leopardo estaba volviendo a dudar de si matarla o no. Aunque quería cumplir con su deseo, ahora no se sentía capaz de hacerlo. Pero antes de hacer algo, el instinto de Raziel se disparó, cuando se escuchó un disparo, y él se movió a la derecha; esquivando por poco una bala de plata, que le rozo la pierna. Azrael, preocupado y alterado, se acercó su hermano para ver si estaba bien; y aunque lo estaba, no se puede decir lo mismo de la vampiresa; porque la bala le había atravesado el corazón.
Raziel se le acercó rápido y la sostuvo antes de que cayera al suelo. No obstante ya no podía hacer nada. Ella empezó a ser reducida a cenizas. Pero antes de eso, el hombre-leopardo vio que ella lloraba; no de tristeza sino de felicidad; porque finalmente podrá descansar en paz. Entonces, Azrael miró en dirección de donde vino el disparo, y ve que, de entre los árboles, aparecieron alrededor de 20 hombres con trajes de cuero; armados con revólveres S&W Nuevo Modelo 3, y fusiles Winchester Modelo 1873; además, todos ellos llevaban el mismo medallón con el símbolo "P". Obviamente eran Purgadores.
Próximo capítulo: Caminos Diferentes, un Destino.
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