Capítulo XLIX: Defendiendo el Legado
"Yo te mostraré lo grande que soy."
—Muhammad Ali.
https://youtu.be/Fxj1InKR1Oo
[Base de Carmilla: Laboratorio Frankenstein]
—¡¡¿Qué santo diablo es eso?!! —exclamó un vampiro dando un paso atrás, aterrado por completo al ver algo que estaba fuera de su comprensión. Y no era solo él.
Cuando surgió aquel fuego en el baghatma Gabriel Khanom, cada uno de los vampiros sintió un repentino y anormal terror, muy diferente al que sintieron cuando Joel mostró su poder. Ninguno de ellos sabía que era ese miedo, excepto Carmilla; ella supo de inmediato que ese miedo era el que sentía una presa cuando se topaba con un depredador. Todos los vampiros sentían terror ante la presencia de un depredador, lo cual no podía ser posible, porque ellos no tenían depredadores naturales en el Mundo Mortal.
[Almacén Principal]
"¿Qué es esta extraña sensación?", pensaba Raven sorprendida al sentir de repente un extraño escalofrío en su espalda, junto con una necesidad antinatural por escapar de allí. Debido a su herencia paterna, estaba sintiendo el miedo natural de los vampiros ante un depredador desconocido que no sabían que tenían, y que ahora hacía acto de presencia.
—¡Ohhhh! ¡Ahora eso si que es otra onda! —exclamó Remiel emocionado y fascinado como un niño al reconocer aquellas famosas llamas primordiales, capaces de iluminar todo el cosmos y que caracterizan al dios Rudra por ser de los pocos seres que la liberaban.
—¡Esta noche cada vez se pone mejor! —grito Jofiel igual de emocionado que el kitsune al ver que su compañero tigre por fin desató su poder como avatar de Rudra.
—Tienen razón: es increíble. Pero hay algo raro —dijo Rafael sorprendido y a la vez preocupado, porque notaba algo extraño, aunque no sabía con exactitud qué era.
"Rafael tiene razón; algo no anda bien. Esas llamas son muy diferentes a cuando él usó aquella rara danza; parecen más caóticas que antes", decía Miguel en su mente, notando que en contraste con aquel día cuando Gabriel empezó a usar el poder de Rudra por primera vez, las llamas de ese momento parecían más tranquilas que las de ahora, lo cual no tranquilizo para nada al licántropo alemán.
Mientras tanto en la batalla, Gabriel caminaba por el puente de hielo a paso lento, mientras el fuego iracundo que lo envolvía derretía toda la escarcha cercana con la misma lentitud. Joel permaneció pensando en silencio cómo fue posible que el hielo del Niflheim se estuviera derritiendo, cuando no existía ningún fuego, magia o energía que pudiera lograr tal cosa, al menos no dentro del Panteón Nórdico.
—No sé cómo es que lograste derretir el hielo del Niflheim. Es una hazaña más allá de lo impresionante y que jamás imagine ver. Admito que me impresionaste. Pero aun así la diferencia de fuerza física sigue siendo obvia. Y no creas que con simples técnicas copiadas o solo enfadándote, podrás ganarme —decía Joel con un semblante serio y denotando total seguridad en sí mismo, hasta que noto algo que lo sorprendió aún más.
—Descuida. Verás algo mucho mejor que "simples técnicas copiadas" —respondió Gabriel, esbozando una pequeña sonrisa que reflejaba cierta crueldad, a la vez de una desbordante confianza que antes no demostraba—. Prepárate para ver y sentir más de cuatrocientos mil años de artes marciales asiáticas.
Aquellas palabras llenas de una confianza que daba miedo, tomó tanto por sorpresa a Joel, que le hizo preguntarse qué fue lo que le sucedió al baghatma, para que ahora actuase así. Y mientras pensaba en esto, su cuerpo reaccionó por instinto para protegerse de un codazo diagonal derecho, por parte de Gabriel, que no vio venir y cuya fuerza lo hizo retroceder diez metros hasta volver a las cámaras del tercer piso del lado oeste de la base.
Joel vio que aquel golpe agrieto el hielo que le cubría la mano, por lo que decidió luchar sin contenerse demasiado. Sin embargo antes de siquiera pensar en atacar, tuvo que defenderse de nuevo, esta vez para bloquear un poderoso rodillazo izquierdo, que le hizo sentir como si hubiera sido atropellado por un camión. Esto le hizo comprender que la fuerza de Gabriel se había amplificado mucho más que cuando usaba Poder del Rey.
Necesitaba entender qué sucedía y que tipo de técnica, magia o habilidad estaba usando el baghatma, por lo que usó toda su velocidad para retroceder y luego rodear al oponente. No obstante para su sorpresa los ojos de Gabriel fueron cubiertos de un fuego verde, y de golpe su velocidad también aumentó, de modo que siguió al licántropo nórdico y continuó atacándolo.
—¡No creas que tus artes marciales funcionaran de nuevo! —exclamó Joel empezando a enfurecerse y preparándose para contrarrestar las técnicas de karate o kung-fu del baghatma.
Pero una vez más volvió a sorprenderse por algo que no vio venir: durante un par de segundos detrás de Gabriel se manifestó la colosal sombra de un hombre joven, de cabello largo y atado en una trenza, brillantes ojos azules, vestía armadura ligera medieval de estilo indio con el torso descubierto, de modo que se podía apreciar resplandecientes tatuajes dorados sagrados Sak Yant, que arriba de su pecho formaban una oración, y en su espalda otra con la imagen de dos tigres gemelos encima.
Era la imagen del Dios Hindú de la Guerra y hermano mayor del dios Ganesha, Karttikeya.
Acto seguido las llamas de los brazos y piernas de Gabriel se tornaron doradas, al mismo en que éste giraba a la derecha, ejecutando un codazo izquierdo vertical tan poderoso e inesperado, que al impactar en el rostro de Joel lo hizo atravesar cinco paredes y aterrizar en un puente del tercer piso, ubicado muy cerca de donde se encontraban Raven y el resto de las doncellas.
"Esa sombra... es similar a cuando yo uso un hechizo especial de mi ancestro", pensaba Joel intrigado, estupefacto e impresionado, mientras se levantaba del suelo y se reacomodaba la mandíbula, pues se le había dislocado tras recibir aquel golpe. No obstante sus preguntas iban a tener que esperar, porque tuvo que cubrirse la cabeza con ambos brazos para bloquear un codazo derecho descendente por parte del baghatma, cuya fuerza partió el puente por la mitad.
Mientras ambos caían Joel aprovecho para sujetar el brazo derecho de Gabriel, y golpearle el rostro con tanta fuerza que lo hizo estrellarse contra una pared. Sin embargo cuando el licántropo nórdico aterrizó de pie en el suelo del primer piso, tuvo que empezar a retroceder debido a que el baghatma, justo antes de chocar contra la pared, dio varios giros en el aire, pateó la pared para impulsarse hacia el punto donde se hallaba Joel y atacar con un zarpazo izquierdo. Pero solo consiguió dejarle un corte superficial en el pecho, debido a que éste último se apartó a tiempo para evitar aquel zarpazo.
No obstante Gabriel volvió a girar en el aire, esta vez para aterrizar arrodillado en el suelo, y avanzar directo hacia su oponente para atacar con otra ronda de combos. El licántropo nórdico creyó que el baghatma estaba usando el estilo de lucha de Jofiel, de modo que intentó atacarlo con un agarre sorpresa.
Pero terminó con la visión borrosa, la mente aturdida y luego sin darse cuenta quedo en medio de una lluvia de golpes; todo esto ocurrió porque antes de sujetar a su oponente, éste atacó con un sorpresivo rodillazo izquierdo con salto, seguido de un codazo diagonal derecho, para después agacharse y conectar un codazo vertical izquierdo en el estómago, y proseguir con una serie de puñetazos directos similares al boxeo clásico.
https://youtu.be/cyw6Ps_aUuQ
Fue en ese momento en que los miembros del clan se dieron cuenta de algo...
"¡Gabriel está usando el Muay Boran Original!", pensó todo el clan Nightfall Angels al mismo tiempo, igual que conmocionados al ver que su amigo tigre ahora era capaz de usar el temido Arte de la Guerra, igual que Ezequiel. Pero eso no fue todo; también notaron que los ojos de su amigo ahora desprendían flamas verdes, y mostraba una expresión seria que a la vez denotaba una serenidad similar a la que demuestra una persona experimentada, como es en el caso del mencionado líder de San Bestia y otros maestros del gremio.
Tras recibir de lleno numerosos golpes, Joel volvió a recuperar el sentido y sujeto ambas manos del baghatma; se había frustrado y como tal iba a pelear en serio. Por ello activó una vez más el hechizo Úlfhéðnar. No obstante el avatar de Rudra no se dejó doblegar ni intimidar, por lo que respondió de inmediato con una poderosa patada frontal, que afectó lo suficiente a Joel como para soltarlo y alejarse un poco.
Pero Joel ya no iba a retroceder; había empezado a memorizar el patrón de ataque del baghadami, de modo que ahora ya estaba preparado para contrarrestar sus técnicas. Por ello pisó el suelo con estrepitosa fuerza y de inmediato volvió a estar frente a su oponente, con el puño derecho listo para reventarle el estómago.
Y como resultado él fue el que terminó herido en el estómago, luego de que Gabriel volviera a cambiar el estilo de pelea a uno nuevo, usando la palma de la mano izquierda para redireccionar a un lado el puñetazo de Joel, luego acercársele e impactar un devastador golpe de palma derecho en el estómago.
Con la frustración a un nivel asesino, Joel aguanto el daño y se giró para atacar por medio de un rodillazo izquierdo. Pero una vez más fue sorprendido por una nueva técnica, cuando Gabriel bloqueo el rodillazo con el codo derecho, y al instante respondió con un codazo izquierdo en el rostro del licántropo nórdico.
En este punto Joel perdió la paciencia e intentó atacar con simples golpes al azar, los cuales eran redireccionados y contrarrestados a la misma velocidad, ahora por las palmas y antebrazos del baghatma. Posterior a esto, Gabriel atacó con un golpe de palma derecho en el estómago, seguido de un codazo izquierdo ascendente que Joel pudo evitar por poco moviendo la cabeza. Sin embargo el licántropo nórdico no pudo prever que su rival usaría la palma del mismo brazo izquierdo para atacar, logrando así impactar un sólido golpe en el rostro.
No obstante Joel seguía sin ceder, por lo que atacó de inmediato con un gancho izquierdo, el cual Gabriel apartó con el codo derecho, para luego atacar con un uppercut usando el mismo brazo, logrando conectar exitosamente en el rostro de Joel. Acto seguido el licántropo nórdico tomó distancia para atacar con un poderoso gancho derecho, esta vez esperando que el baghatma intentara redireccionarlo o bloquearlo.
Pero una vez más sus predicciones fueron erróneas, cuando en vez de un bloqueo o redirección, Gabriel esquivo el puñetazo y luego mordió el antebrazo de Joel. Esto fue por dos razones: la primera para distraer al oponente, y segundo para evitar que escapara de la ronda de golpes que lloverían después. Debido a la posición y a los golpes constantes, Joel no pudo hacer más que intentar cubrirse con el otro brazo, lo cual servía de muy poco dado a que no conseguía bloquear todos los golpes de su oponente.
Como un acto de desesperación, Joel usó toda su fuerza para tomar distancia, teniendo como resultado que los poderosos y filosos dientes de Gabriel, los cuales ahora estaban bañados en llamas salvajes, arrancaran parte del hielo junto con una porción de piel del antebrazo de Joel. Sin embargo esto no creo consecuencias para éste último, pues casi de inmediato su antebrazo regenero la piel faltante y reparó el hielo volviéndolo a formar.
Mientras tanto Gabriel escupió el trozo de hielo y carne que consiguió arrancar de su rival, tomó un poco de distancia y se puso en una extraña guardia, en la que juntaba sus brazos en forma de "X", con las palmas abiertas y las piernas un poco separadas. Era una posición que parecía una mezcla entre la guardia del kalaripayattu, con un arte marcial que el clan Nightfall Angels ya conocía.
—Ese nuevo estilo de lucha... se parece a tu silat, Azrael —dijo Rafael, notando cierto parecido entre el arte marcial de su compañero pantera con el que usaba ahora su amigo tigre.
—No estás del todo equivocado —dijo Azrael frunciendo el ceño, también sorprendido e intrigado de lo que veía—. Parece tener las mismas bases que el silat. Pero es distinto en la forma en cómo ataca. Parece más una versión mejorada de su kalaripayattu, en la que aplica técnicas de un arte marcial con bases parecidas al silat.
El eniyamotekun negro tenía razón en algo: aquel nuevo arte marcial que usaba Gabriel era una versión mejorada del kalaripayattu, en la que usaba técnicas de otro arte marcial que lo complementaba, cuyo maestro era una sola persona muy querida para el baghatma; el extraño que se convirtió en su primer maestro. Y ahora en plena batalla, por unos instantes aquel hombre misterioso estaba siendo reflejada en las llamas de la espalda de Gabriel, del mismo modo en que se manifestó la sombra del Dios Hindú de la Guerra.
https://youtu.be/OffzslJ8UIw
Joel fue testigo una vez más de cómo en la espalda del baghatma las llamas, durante unos breves segundos, mostraron la sombra de un hombre joven de cabello largo y plateado, resplandecientes ojos naranjas y que vestía una extraña armadura de origen desconocido, además de que en su propia espalda se extendieron un par de enormes alas de ave tan blancas, como las nubes del más brillante cielo diurno.
—Al final estuviste equivocado —dijo Gabriel con un tono sereno que contrastaba con el aura ardiente y salvaje que lo envolvía, despertando a Joel de su estado de sorpresa y desconcierto absoluto, haciéndole ver que aquella sombra desapareció—. Antes dijiste que lo único importante es la fuerza para prevalecer ante las adversidades. Sí es así, ¿entonces de qué sirve abandonar todo y cerrarte al mundo entero por el poder, si al final del camino no tienes a nadie con quien celebrarlo? La verdad es que el poder no significa nada sin compañeros ni nadie con quien reír y sentir que el pasar cada sufrimiento en ese camino valió la pena.
»Lo único que importa es tener al menos a alguien que te motive a ser cada día mejor, y que te haga desear ser más fuerte para proteger su sonrisa, porque la verdadera fuerza nace cuando creas lazos que quieres proteger con tu propia vida. Honor, valor, vínculos, confianza y voluntad son los verdaderos poderes que hacen de alguien un guerrero invencible y le otorgan la fuerza para lograr lo imposible. Ese es el verdadero poder absoluto. Créeme; te lo dice alguien que antes de abandonar su humanidad, no fue tratado mejor que un animal de feria por su propia familia de sangre, y que solo pudo volverse fuerte, gracias al haber conocido maestros y personas a los que llamar "familia".
Tras decir esas palabras, llenas de seriedad mezclada con una gran compasión y extraña sabiduría, el licántropo nórdico respondió con un feroz gruñido; era como si un adulto estuviera regañando a un cachorro, lo cual era irónico. Además esta vez fue el turno de Joel por enfadarse al escuchar tales palabras; le habían traído recuerdos de un pasado feliz, que le dolía recordar: la felicidad y el honor que perdió por culpa de las ambiciones de un grupo de humanos ignorantes, condenándolo a no poder volver a ver a su manada hasta que recuperase ese honor perdido.
Con tan solo recordar lo que perdió, la furia berserker se apodero de Joel, haciéndolo abalanzarse sobre su enemigo igual que un verdadero lobo rabioso. Aquella rabia le dio el impulso suficiente para sorprender a Gabriel, y sujetarle del cuello con una mano para empezar a arrastrarlo por el suelo. Sin embargo tras recorrer casi ocho metros, el baghatma le sujetó el brazo y se apoyó en él, para darle una doble patada tan poderosa que, aparte de hacerlo escupir sangre, lo hizo estrellarse contra la pared del cuarto piso del lado este de la base.
Sin embargo la mayor parte de la pared colapsó, dejando ver el interior de los pisos 5, 4 y 3, debido a una poderosa ventisca que surgió de los escombros donde se hallaba Joel parado en una creciente colina de hielo sólido. En respuesta Gabriel se levantó del suelo, ahora esbozando una expresión que reflejaba agresividad animal pura, mientras se limpiaba la sangre del hocico y a la vez que las llamas en su cuerpo aumentaban la intensidad, al grado de parecer una creciente tormenta de fuego.
Es entonces que en ambos hombres-bestia surgió un círculo hecho de sus respectivas energías y elementos, con los símbolos de su respectiva tierra. En este punto tanto Azrael como Camael, se dieron cuenta de algo.
—¡Esto es malo! —exclamó Azrael ampliando los ojos por la sorpresa y preocupación.
—¡Tienes razón! ¡El licántropo vikingo se está frustrando cada vez más! ¡Parece que es la primera vez que tiene una pelea así de difícil! —dijo Rafael preocupado de lo que puede llegar a pasar si el hombre-bestia enemigo, siendo alguien que ha demostrado ser tranquilo, llegué a enfadarse.
—¡No es solo eso! ¡Gabriel también es el problema: no está usando el poder de su lado Deva como en la batalla contra Ezequiel! ¡Está usando los poderes de su lado Asura! —explicó Azrael, elevando la preocupación en sus compañeros por lo que implicaba eso.
Cuando Ezequiel reveló que Gabriel era un nuevo avatar del dios Rudra, explicó la naturaleza con la que tendría que vivir el baghatma a partir de ahora.
El Panteón Hinduista, al igual que muchos Panteones, está dividido en tribus y clanes, siendo tres los principales en este caso: el Reino de los Devas gobernado por el rey Indra, el Consejo de los Asuras dirigido por una trinidad de reyes y el Imperio de los Rakshasas liderados por diferentes jefes de guerra.
Los Rakshasas son inmortales que en el pasado, tras obtener la inmortalidad junto a los demás inmortales hinduistas gracias a los Tres Entes Supremos (Shiva, Vishnu y Brahma), se distanciaron de los demás clanes, formaron sus propios reinos y se dejaron llevar por los anhelos innecesarios, al punto de ser consumidos por la gula, y entonces degeneraron en monstruosos demonios al cometer el más terrible pecado: comer humanos por placer. Y como tal sus poderes vienen de las energías negativas que ellos mismos generan al causar males injustificados.
Por otro lado los Devas son dioses menores que luego de obtener la inmortalidad, se volvieron encarnaciones de los conceptos positivos el universo y fundaron un reino único en el universo creado originalmente por el Primordial Hinduista, y heredado por sus únicos tres hijos: Brahma, Vishnu y Shiva. Los Devas al ser dioses puros, sus poderes provienen de la paz espiritual y mental, las cuales les otorgan un inigualable poder defensivo que les permiten evadir y bloquear casi cualquier poder enemigo; mientras mayor sea su pureza y paz, mayor será su poder.
Por último están los Asuras; aterradores dioses oscuros comúnmente confundidos por los demonios. Tal como las dos tribus mencionadas antes, los Asuras obtuvieron la inmortalidad con ayuda de los Devas, y luego viajaron por distintos mundos con el fin de expandir su clan y reinado, formando el temido Imperio de los Asuras. Al ser dioses oscuros encarnan fuerzas universales caóticas y por ende, en contraste con los Devas, los Asuras obtienen sus poderes con la furia, obteniendo así incrementos de fuerza y poder mientras más se enfurezcan. Y la ira de ellos no tiene límite.
Sabiendo esto, ya puede tenerse una idea del aterrador poder de Rudra, quien por su naturaleza conflictiva y contraria lo hace caminar en la delgada línea entre un Deva y un Asura, las cuales le dotan de un poder defensivo y ofensivo que crece según sus emociones y estabilidad interna, lo que le valió el título de un verdadero y único ser imparable e impredecible.
Y Gabriel había usado los poderes de su lado Deva cuando enfrentó a Ezequiel. Pero ahora estaba usando la impredecible fuerza de su lado Asura. Pero aparte de este detalle preocupante para todo el clan Nightfall Angels, Camael sintió una especie de deja vu al ver a su compañero tigre luchar contra aquel licántropo nórdico; le pareció similar a aquel papiro que vio en México tiempo atrás, el cual describía la batalla que tuvieron Rudra y Fenrir.
Era una imagen que ganó fuerza, cuando continuó el combate.
https://youtu.be/IGUEQh5gdFA
Sin pronunciar otra palabra el baghatma salto hacia el licántropo nórdico para atacarlo de frente. Éste reaccionó alzando la mano derecha hacia arriba, creando una pared de hielo, cuyo centro avanzó hacia el enemigo mientras tomaba la forma de un mazo gigante. Sin embargo Gabriel giró en el aire y aterrizó de pie en el mazo, para luego ir deslizándose hacia el punto de donde emergió el hielo, y golpear el sólido muro que conformaba el cuerpo del mazo, logrando romperlo y llegar hasta Joel.
No obstante el licántropo nórdico ya no se encontraba allí en frente, sino del lado derecho del baghatma, listo para atacarlo por sorpresa con un puñetazo izquierdo, el cual Gabriel bloqueo justo a tiempo con el antebrazo derecho. Pero de todos modos el golpe lo hizo retroceder quince metros hasta el final del pasillo donde se encontraban, llegando a una área del piso donde no había paredes y en vez de ello los pisos superiores eran sostenidos por pilares.
El brazo derecho del baghatma fue dislocado por el golpe que bloqueo. Sin embargo volvió a reacomodárselo con un sencillo movimiento, y a tiempo para redireccionar con el antebrazo izquierdo un puñetazo derecho de Joel, para después contraatacar con un codazo derecho en su rostro. Acto seguido Gabriel atacó de inmediato con un puñetazo directo izquierdo en el rostro, pero a costa de recibir también en su propio rostro un puñetazo izquierdo que no vio venir.
Luego de aquel contraataque mutuo, Gabriel pateó la pierna de Joel y ataco con un codazo izquierdo, el cual aunque fue bloqueado con éxito por éste último, el baghatma aprovechó ese momento de distracción para moverse a la derecha del enemigo, y luego golpear sus costillas con un puñetazo bajo. Joel hizo, pero girando a la izquierda mientras atacaba con un codazo invertido.
No obstante Gabriel esquivo el ataque agachándose, para después impactar un codazo vertical izquierdo en el pecho de Joel, seguido de un codazo derecho ascendente debajo de la mandíbula y rematado con un codazo diagonal izquierdo en el rostro. Pero en este último golpe Joel logró impactar un puñetazo en el pecho de Gabriel, de modo que ambos terminaron separándose cinco pasos lejos del otro por la fuerza del ataque mutuo.
Al instante Joel salto directo hacia su oponente con el objetivo de atacarlo con un zarpazo derecho. Sin embargo Gabriel reaccionó, más por instinto, moviéndose al lado izquierdo, al mismo tiempo en que redireccionaba con la palma derecha el zarpazo de Joel a un lado, causando que la fuerza de aquel ataque redirigido causara un vendaval que destruyó el pasillo y gran parte de las cámaras que se encontraban allí.
Posterior a esta redirección, Gabriel conectó un golpe de palma izquierdo en el rostro de Joel, que lo desoriento un poco. Pero el licántropo nórdico, ahora estando consumido por la furia, por instinto ataco con el mismo brazo derecho en un golpe giratorio horizontal. Como resultado el baghatma volvió a agacharse, mientras retrocedía y concentraba la mayor parte de las llamas en la mano derecha, para después atacar con un poderoso golpe de palma derecho, que al impactar en el pecho de Joel provocó un estallido de fuego que arrasó con la mayor parte del cuarto piso, dejó a la vista del Almacén Principal el interior de las cámaras de los pasillos, e hizo que el licántropo nórdico quedará estampado en la pared de concreto al final del pasillo.
Acto seguido el baghatma avanzó por el mismo fuego y hundió la cabeza de Joel contra la pared, haciéndolo atravesar el muro junto con otros dos que había detrás. Sin embargo al momento del impactar el golpe, el licántropo nórdico atacó al mismo tiempo con un gancho izquierdo en el rostro de Gabriel, que además de hacerle escupir sangre lo arrojó contra los pilares que se hallaban al fondo de la base, en la zona de los barcos destruidos.
Entonces Joel emergió de los escombros del pasillo en una explosiva energía celeste, dirigiéndose hacia el baghatma, quien tras atravesar dos pilares giro en el aire y liberó parte del fuego de sus manos detrás de sí igual que propulsores, que lo impulsaron hacia el licántropo nórdico. Luego ambos, bajo la forma de un destello azul escarchado y un rayo de fuego carmesí, comenzaran a chocar entre sí, al mismo tiempo en que corrían y saltaban por los puentes y pilares que se encontraban en el camino.
Los feroces choques terminaron cuando en un determinado momento, estando en el aire Joel atrapó el puño derecho de Gabriel y contraatacó de inmediato con un derechazo, que impactó de lleno en el rostro del baghatma, enviándolo al suelo del Almacén Principal de una forma tan violenta, que atravesó un puente y pedazos de barcos antes de aterrizar en el suelo.
Mientras seguía deslizándose de espalda por el suelo —agrietándolo en el acto—, el baghatma se sujetó de la cerámica y se puso de pie ejecutando un giro invertido hacia atrás. Después de recuperarse levantó la mirada para mirar a los lados en busca de su enemigo; lo vio en las ruinas del quinto piso del área esté, parado en un pilar de hielo creado por él mismo, conjurando una fría ventisca que formaba delante de él una enorme estatua de hielo, que parecía pertenecer a un anciano barbudo con una armadura nórdica, en cuya pechera tenía escrito unas runas violetas que decían "YMIR".
https://youtu.be/0iU28-Ve18c
—¡¡Töfralist Jotun: Miskunnsöm Refsing Ymir!! (¡¡Arte Jotun: Castigo Misericordioso de Ymir!!) —recito Joel con furia total, mientras alzaba el brazo derecho hacia arriba y luego hacia adelante, de modo que apuntaba con la mano a su enemigo.
En respuesta a su conjuro, el cual pareció más un grito de guerra, la estatua se preparó para atacar con un puñetazo directo y firme, de modo que Gabriel también se preparó; no para evadir el inminente ataque sino para recibirlo. Y tal como lo previó, la estatua impacto su gigantesco puño en el baghatma, quien intentó bloquearlo con ambas manos.
Aquel choque causó una onda expansiva que levantó los escombros de los barcos cercanos, agitó toda la base e hizo temblar el suelo. Pero a pesar de la fuerza abismal y el tamaño de la estatua de hielo, el baghatma seguía sosteniendo el colosal puño para no ser aplastado. No obstante los huesos de sus brazos comenzaban a quebrarse; tarde o temprano acabaría cediendo, y eso él no lo quería.
A pesar de que la diferencia de poder seguía siendo grande, no quería rendirse; ya no quería ser débil para no volver a sufrir como en el pasado, y para proteger a la familia que encontró en el camino. Por eso estaba decidido a no rendirse; es gracias a está determinación inquebrantable que desbloquea una nueva memoria pasada, similar al momento presente.
En su mente vuelve a formarse un remolino de recuerdos, que lo conducen a una memoria específica que le cambia la visión de los ojos; ahora ya no sostenía un puño de hielo a punto de aplastarlo, sino una mano tan grande que parecía un continente, hecha de piedra blanca y en cuya palma estaban escritos caracteres chinos "成佛之路" (El Camino Hacia Buda).
—¡Deva Merupu: Tuphanu Garjana! (¡Rayo del Deva: Rugido de la Tormenta!)
De repente se oyó una familiar voz de trueno recitar una antigua técnica, y lo siguiente que se vio fue el inicio de un tornado envuelto en electricidad dorada, el cual empezó a destrozar la gigantesca palma, junto con el brazo del colosal ser al que le pertenecía aquella mano; haciendo que el recuerdo finalice y devuelva la mente de Gabriel al presente, donde él seguía luchando para evitar ser aplastado por aquel puño gigante de hielo.
Sin embargo ahora el cuerpo del baghatma empezó a liberar poderosas descargas eléctricas de color dorado, las cuales fueron concentrándose en su garganta. Luego detrás del baghatma vuelve a manifestarse el círculo dorado, esta vez con el símbolo del tridente en medio. Posterior a esto, como si se tratara de un movimiento instintivo, Gabriel soltó un majestuoso rugido que resonó en toda la base, y del cual liberó un masivo tornado envuelto en relámpagos dorados, naranjas y rojizos.
Aquella pequeña tormenta salida de las mismas fauces del baghatma destrozó el puño de la estatua de hielo, junto con el brazo y el resto de la estatua, además de levantar todo lo que había cerca y destrozar en el proceso los puentes y columnas que se encontraban cerca. Los otros miembros del clan y las doncellas tuvieron que hacer un pequeño esfuerzo para no ser arrastrados por aquel feroz torbellino, que incluso se llevó a varios mutantes y vampiros que al poco fueron reducidos a cenizas al ser impactados innumerables veces por los relámpagos dentro del ciclón.
No obstante aquel torbellino eléctrico empezó a dispersarse al cabo de unos segundos; al mismo tiempo entre los fragmentos del coloso de hielo iba saltando de uno en uno Joel, mientras esquivaba aquellos relámpagos salvajes y aumentaba el tamaño del hielo en la mano izquierda, con el fin de llegar al baghatma y atacarlo con un puñetazo izquierdo.
Sin embargo el avatar de Rudra una vez más se negó a retroceder o esquivar, por lo que se preparó para responder al ataque enemigo; apretó su puño derecho y, mientras alzaba el brazo hacia adelante, las flamas doradas que envolvían dicha extremidad comenzaron a tomar forma de un extraño guantelete dorado, en cuya parte superior resplandecía de color verde una oración en idioma siamés: "หนึ่ง คุณธรรม" (Una Virtud).
Entonces cuando el puño de ambos hombres-bestia choca, el hielo y la armadura ardiente que envolvían sus respectivos brazos fueron destrozadas, y los huesos se rompieron cual porcelana. El licántropo nórdico aterrizó arrodillado unos metros atrás, mientras el baghatma retrocedió unos cuantos pasos. Pero casi al instante en que sus miradas llenas de furia se cruzaron, volvieron a arrojarse contra el otro igual que animales salvajes dispuestos a despedazarse el uno al otro; ambos atacaron con sus respectivos brazos sanos y terminaron golpeándose en el rostro al mismo tiempo.
Mientras tanto el factor curativo de Gabriel y Joel comenzó a sanar sus respectivos brazos rotos casi a la misma velocidad, y tan pronto como pudieron moverlos volvieron a atacarse a la vez; el primero conectó un codazo derecho en el rostro, mientras que el segundo conectó un uppercut en el estómago. A este punto ya nada les importaba al baghatma y al licántropo nórdico, más que matar al otro, y como tal comenzaron a golpearse entre sí en un frenesí salvaje, manchando el suelo y todo lo cercano con la sangre que perdían con cada golpe impactado.
—¡Es genial! ¡Gabriel ha logrado ponerse a su nivel! —dijo Remiel emocionado y feliz al ver lo igualado que estaba el combate.
—No fíjate bien —dijo Jofiel denotando preocupación tanto en su mirada como en tono—. A simple vista parece que están al mismo nivel. De hecho; en términos de velocidad Gabriel es solo un poco superior. Pero en términos de fuerza física aún sigue siendo inferior al licántropo vikingo. Con cada dos o tres golpes que Gabriel logra impactar, el licántropo vikingo le provoca casi la misma cantidad de daño con solo un golpe. Pero Gabriel compensa esa falta de fuerza con ese extraño frenesí salvaje, el cual lo hace insensible por completo al dolor.
—¿Entonces él está como un berserker? —preguntó Rafael, sorprendiéndose de ese detalle y comparándolo con aquel famoso estado de los guerreros humanos y bestias del Territorio Nórdico.
—No. Es más como un estado aún más agresivo y salvaje, muy conocido en una región del sudeste asiático conocida como "Malaca" —explicaba Jofiel, mientras recordaba su tiempo en Birmania, cuando escucho historias acerca de esa tierra malaya—. Desde tiempos antiguos, había guerreros y personas que sufrían una especie de furia ciega, que los incitaba a matar todo ser vivo que se le ponía de frente, aunque terminarán también muriendo en el acto. A este estado lo conocen en idioma malayo como Meng-Amok.
—Entonces no importa cuánto daño siga sufriendo. Gabriel no se detendrá hasta matar a su oponente, aunque también termine muriendo en el proceso —dijo Miguel, frunciendo preocupándose cada vez más de la situación por la gravedad que ameritaba ese peligroso estado salvaje. Y no es que estuviera preocupado por el bienestar de su compañero tigre, sino más bien le preocupaba cuánto le afectaría a Caroline si algo muy malo le llegaba a pasar al baghatma.
—Dudo mucho que sea así de fácil —dijo Rafael, frunciendo el ceño y teniendo también un tono no muy reconfortante, mientras dirigía la mirada de vuelta a la sanguinaria lucha entre el baghatma y su enemigo—. Su factor curativo también aumentó, al grado de que se regenera casi tan pronto en que recibe daño. Pero eso depende de cuánto dure su resistencia. Y dado a que el licántropo nórdico ya tuvo una pelea difícil con Jofiel, al punto en que necesito activar ese extraño estado, es probable que ya no esté en total apogeo si nos referimos a resistencia física y mental. Así que su capacidad regenerativa pronto va empezar a perder eficiencia.
Tal como dijo el arthdrui, el factor curativo de toda bestia en sí no es perfecto, porque depende más que todo de la resistencia, ya que cuando el cuerpo de la bestia comienza el proceso de regeneración consume un porcentaje de la resistencia física que, dependiendo de la gravedad y cantidad del daño, puede llegar a ser alto. Es por esto que las bestias, aun teniendo una capacidad de regeneración muy por encima de otras criaturas vivientes, prefieren evitar el mayor daño posible en las batallas, en especial durante las peleas largas, porque mientras más agotados estén, menor es el tiempo en que tarda en regenerarse sus cuerpos.
Es por ello que era cuestión de tiempo para que el baghatma y el licántropo nórdico empiecen a ceder ante el daño, y uno de los dos deje de regenerarse. Pero aun así eso no evitará que sigan luchando hasta que uno de los dos esté muerto.
Próximo capítulo: Primera Misión Completada.
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