Capítulo XLI: El Mundo de las Maravillas
"...Casi creyó encontrarse ella también en el País de las Maravillas."
—Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll.
https://youtu.be/3tzE98pQH08
[Reino de Albión: Puerta de Corazones].
En el Domhan-Eile recién empezaba a caer la noche, lo cual permitió ver en el cielo la silueta de un planeta cercano, y poco a poco las nebulosas lejanas adornaban el cielo nocturno junto con las estrellas. Las calles del Reino de Albión comenzaban a ser iluminadas por faroles eléctricos, candelabros, plantas luminiscentes y luces mágicas, dando lugar un hermoso espectáculo de luces en todo el reino.
Lo más destacado fue la luz proveniente de un parque en las afueras del reino, protegido por muros y pequeñas torres de vigilancia, donde yacía establecido la magnífica construcción de dos arcos juntos, semejantes hasta cierto punto al Arco del Triunfo de París, o dos enormes entradas a un castillo. Cada lado de ambos arcos tenía la estatua de un dragón rojo, la estructura estaba decorada con grabados representativos de la cultura celta, y fue construido en mayor parte con hormigón blanco y una aleación de metal azul.
El parque estaba rodeado por ríos que llevaban al interior del reino a través de canales de agua, vinculando además con las cascadas de una de las colinas, donde se encontraba uno de los más grandes lagos de la isla. De manera que la única forma de acceder al parque es por medio de un puente levadizo, bastante protegido, en el que debían pasar por un estricto sistema "tecno-mágico" de identificación y pagando una moneda gris.
Hoy el parque exterior fue el centro de atención, porque terminaron los preparativos para abrir el primer portal público al País de las Maravillas en esa área.
Los caballeros humanos de Albión y los cazadores bestias de San Bestia, caminando entre puntos fijos de la zona, vigilaban cada detalle en busca de amenazas para actuar de inmediato y evitar problemas entre ambos reinos. También había magos e ingenieros profesionales, listos para responder a cualquier problema relacionado con el portal.
El director de la Academia de Magia y Ciencia de Albión, Albus Pendragon, fue responsable de anunciar la apertura del portal, repetir unas cuantas advertencias importantes, y probar por sí mismo la funcionalidad del portal frente a los ojos del público.
Un Círculo Mágico de grabados célticos, trazado en la pared superior de ambos arcos, desprendió una luz que se extendió al espacio vacío de los arcos; la luz era rosa en el arco derecho y blanca en el lado izquierdo, de manera que parecían "puertas" de luz.
La luz en ambos arcos paso a cristalizarse, y al principio las dos recién formadas puertas de cristal mostraban el otro lado de la estructura. Pero luego comenzaron a oscurecerse como si una neblina negra se formase dentro del cristal. Unos pocos segundos después, la neblina negra se despejo y reveló un escenario diferente.
Albus y sus subordinados caballeros y hechiceros fueron los primeros en ingresar al portal, atravesando el cristal rosa como si fuese una pared de hielo que se reconstruía sola. Pasado unos minutos tensos, el Director y sus subordinados regresaron del otro lado, por medio de la puerta de cristal blanca. Entonces Albus anunció que el portal funcionaba a la perfección.
Poco a poco, los civiles que pagaron la entrada al País de las Maravillas se organizaron en filas pequeñas para ingresar al portal, y conocer finalmente a los vecinos del Domhan-Eile. Algunos caballeros mágico, hechiceros e ingenieros también los acompañaron para mayor seguridad. Y así, en cuestión de minutos, el portal se convirtió en la "frontera" de acceso público entre dos mundos.
En el otro lado del portal estaba la misma estructura de doble arco, pero con forma de un par de gigantescos corazones adornados con enredaderas y rosas, de diseño elegante con ornamentas doradas, y las estatuas parecían una especie de hipogrifos. La estructura estaba rodeada por vallas de piedra, y se encontraba establecido en un hermoso campo, en las afueras de un pueblo.
La zona del portal estaba decorada con un piso de piedra pulida, rodeado de monolitos celtas con inscripciones brillantes de color rosa. Y tenía un camino de piedra que llevaba directo a la entrada principal del pueblo. A la distancia podía divisarse kilómetros de bosque y, hasta donde alcanzaba la vista, algunas montañas boscosas y algunos trozos de tierra flotantes, además de una colosal estatua derrumbada en una montaña con una espada de tamaño semejante incrustada en el pecho.
Los civiles, magos, caballeros y cualquier otro investigador ansioso por conocer ese mundo y el Reino de Corazones, fueron recibidos en el pueblo con saludos bastante alegres y festivos de los nativos de la región; una especie humana con rasgos distintivos de los escoceses, tales como la piel clara y pálida, los ojos azules y verdes, y el cabello pelirrojo, aunque había algún que otro rubio, y unos pocos pálidos de cabello castaño y ojos azules o verdes. Sin embargo todos tenían la piel pálida de una rara tonalidad rosa, y aunque sus ropas eran de origen escoces, tenían un estilo más colorido, antiguo y extravagante.
Lucía como un pueblo y reino de origen escocés y britano, mucho más simple que el Reino de Albión. No obstante, de cerca se notaban diferencias claras.
Para empezar, no había ni un solo indicio de tecnología avanzada, ni siquiera industrial. Las casas y las estructuras tenían una arquitectura más simple y extravagante que el Reino de Albión. No había postes ni lámparas de electricidad; solo farolas y lámparas de aceite normales y mágicas. En los mercados vendían pociones, ingredientes para hacerlas, y herramientas mágicas de diseño y utilidad bastante simple en comparación a los de la Sociedad Sobrenatural, que parecían ingredientes para experimentos químicos con propósitos científicos.
Y más adelante del pueblo se alzaba una colina, en la que yacía un elegante castillo escoces de color blanco y rojo con vitrales, ventanas y otros detalles en formas ornamentales de corazón. Las torres de vigilancia parecían colosales rosas. El castillo era protegido por grandes murallas, y estaba adornado por campos de rosas rojas.
En contraste con el Reino de Albión, las casas eran literal cabañas y chozas normales en mayoría, siendo algunas estructuras hechas de ladrillos de piedra blanca. No había barcos voladores. Las herramientas en general eran bastante ortodoxas y algunas seguían siendo primitivas. Los engranajes, poleas y otros mecanismos estaban hechos de madera en la mayoría de los casos, como en los molinos de viento, siendo las de hierro o metal nada más las de alguna herrería. Y solo había prototipos exagerados, muy poco funcionales y hasta ridículos de artefactos más avanzados.
Fue evidente que este reino europeo alterno estaba a mitad de una especie de época medieval; hasta donde se sabía, el Wonderland era una versión alterna del Mundo Mortal, en el que la vida comenzó mucho más atrasada. Y como tal, mientras que en la Sociedad Humana iban ya por la Edad Industrial y la Sociedad Sobrenatural iniciaba la Edad Eléctrica, el Wonderland iba por la Edad de Hierro.
En Wonderland todavía no aprendieron a desarrollar tecnología eléctrica, y ni siquiera estaban muy avanzados en cuanto a la magia. De hecho, les fue posible construir en su mundo su propio enorme portal público al Domhan-Eile, gracias a los planos y conocimientos que el director Albus les concedió a los hechiceros e ingenieros más expertos del Wonderland.
Otros aspectos distintivos de este mundo era que los árboles y las plantas parecían crecer en formas irregulares, y eran tan coloridos que le daban al ambiente un aspecto más mágico. Su sol era un poco más joven que el del Mundo Mortal, además de que solo se llevaban una hora de diferencia, por lo que allí debían ser las 07: 16 de la mañana.
En cuanto a la arquitectura del reino, todo tenía corazones y rosas como decoración o forma. Las casas tenían figuras de corazones como adorno, e incluso había casas y esculturas con dicha forma. Los ríos del reino formaban un corazón. Y había adornos con formas de rosas rojas.
Pero siendo el Reino de Corazones, sería obvio que tendrían el corazón como símbolo "nacional". Lo mismo debía ser para los otros reinos.
Los habitantes del Reino de Corazones festejaban la inauguración y le daban la bienvenida a sus vecinos con un colorido carnaval, como los que solían verse en la edad media. A pesar de que eran dos reinos de mundos diferentes literal, compartían una cultura bastante parecida. Esto se debía a que el Wonderland era, hasta donde se tenía conocimiento, una "Europa Alterna".
En palabras más simples, algunos de los reinos del Wonderland tienen contraparte en el Mundo Mortal.
Reino de Corazones = Escocia.
Reino de Picas = Noruega.
Reino de Tréboles = Irlanda.
Reino de Diamantes = Britania.
Reino de Comodines = Francia.
Reino de Orlas = España.
https://youtu.be/zy_Z7KoIQo4
—Básicamente estamos en una versión alterna de la Escocia medieval. ¡Je, je! Bastante irónico, considerando que nuestros amigos están en la Escocia moderna de nuestro mundo.
Dijo Elsa sorprendida, luego de que Rafael le explicara a ella y al resto del equipo 1 datos importantes sobre el País de las Maravillas. Estaban vistiendo una vez más sus respectivas ropas casuales, y caminaban entre los civiles que habían atravesado el portal al Reino de Corazones.
Miguel y Raven observaban con atención cada rincón del lugar. Gabriel y Caroline también estaban en alerta, pero de vez en cuando miraban a Rafael para escucharlo con más atención. Raziel y Nayeli también prestaban atención a lo que decía el joven-oso, pero la mayor parte del tiempo ambos miraban asombrados cada detalle del escenario, como niños pequeños en un parque de diversiones.
El gato Kumal volvía a estar sobre el hombro derecho de Gabriel, después de haberse quedado durmiendo solo en la habitación de él y Caroline en la torre, porque el dúo no regreso hasta el día siguiente en horario terrestre. Ahora mismo estaba mirando todo en alerta máxima, como lo estaría un gato en un territorio desconocido.
Fue más que evidente darse cuenta de la presencia de ellos, porque los humanos no se les acercaban más de quince metros, y eran el foco de atención por diferentes motivos.
Nayeli y Elsa captaban la atención por el brillo inocente de sus ojos, su belleza juvenil y el contagioso humor risueño que transmitían, como dos tiernas muchachas inocentes. Todo esto contrastado por el aire rudo y tosco de sus respectivas ropas. Además, el hermoso cabello oscuro de la primera y los maravillosos rizos dorados de la segunda les daba a ambas un tipo de contraste fascinante, como si fueran el mismo tipo de chica pero de culturas diferentes.
Raven, teniendo una antinatural piel blanquecina, ojos violetas, cabello oscuro con degradados morados, cuerpo delgado y esbelto con senos de tamaño perfecto y un ajustado vestido gótico, era una belleza europea inusual con exuberante sensualidad sobrenatural, capaz de atraer a cualquier hombre e incluso muchas mujeres. Pero también emanaba un aire tenebroso, como una diablesa disfrazada de ángel.
Caroline atraía la atención por obvias razones; cuerpo alto y bastante tonificado con una suave piel clara. Piernas tonificadas con muslos gruesos, glúteos grandes y cintura estrecha. Senos redondos y firmes de gran talla. Brillantes ojos plateados. Y largo cabello castaño con líneas blancas. Era como una hermosa y ruda diosa europea encarnada. Pero su presencia de alfa, apoyado por el estilo gótico de su vestido, intimidaba a hombres y mujeres por igual.
Luego el asombro se transformó en temor, tan pronto como en la visión del público entraron los cuatro chicos que acompañaban a esas cuatro bellezas; parecían en edad humana hombres jóvenes de entre 18 y 20 años por lo menos, y es debido a sus cuellos gruesos, hombros anchos, brazos fuertes y torsos robustos apretados por sus ropas.
Miguel lucía como un misterioso, frío y calculador joven venido de una tierra invernal hostil e igual de fría. Rafael era el más alto y de apariencia más robusta de los cuatro, y su mirada jovial apenas hacía algo para hacerlo lucir menos intimidante. Incluso Raziel causaba cierta intimidación por los músculos que amenazaban con romper las mangas de su traje. Y Gabriel causaba temor por su apariencia de salvaje y rudo dios asiático.
Mientras el público tenía todo tipo de teorías, algunas muy descabelladas, acerca de quiénes eran ellos, el equipo conversaba de lo más normal.
—Solo espero que aquí las cosas sean un poco diferentes de la época medieval de nuestro mundo, si saben a lo que me refiero —dijo Raven con seriedad y preocupación.
—Si te refieres a los temas de ciencia y magia, pues aquí son muy bien vistas y hasta se incentivan a los jóvenes a estudiarlas —explicó Rafael, al principio feliz, pero luego muestra un poco de decepción—. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de la relación entre los continentes y reinos, además de las diferentes razas.
—Adivinare: ¿los humanos de aquí son iguales a los de nuestro mundo? —pregunto Miguel con un suspiro cansado.
—Más o menos. Comparado con las especies humanas del Domhan-Eile, el Alfheim y nuestro mundo, son un poco más "tolerantes". De hecho, según los informes que leí, los humanos del Reino de Corazones y el Reino de Tréboles toleran hasta cierto punto a las bestias vegetarianas; incluso el consejero y guardián de la Reina de Corazones es un hombre-conejo blanco. No obstante, con las bestias depredadoras es muy diferente.
—Bueno, era de esperarse. Y más con la extraña decisión de fijar el evento de apertura a esta hora —dijo Gabriel adoptando un semblante molesto.
—¿A qué te refieres, Gabriel? —pregunto Elsa bastante confundida y empezando a preocuparse.
—Piénsenlo bien. Si este mundo tiene una hora de diferencia con el nuestro, entonces este evento originalmente iba a ser en horario nocturno de este planeta —explicó Gabriel.
—La hora en que la mayoría de las especies de bestias podemos transformarnos —prosiguió Caroline, entendiendo el punto del baghatma—. Y como no pueden negarnos el paso porque sería discriminatorio, la reina decidió retrasar el evento hasta esta hora, en que somos menos fuertes.
—También pensé en eso —dijo Miguel, luciendo no muy sorprendido—. Es una posibilidad. Aunque no descarto que pueda ser para que, en caso de que aparezca ese tal Atama para ver a la princesa durante el evento, sea menos peligroso ahora que es de día.
—¡Hmf! Si me lo preguntan a mí, yo diría que es una combinación de ambos: por miedo a ese tal Atama del que hablan, y por miedo a nosotros las bestias —dijo Nayeli con una exagerada expresión analítica, para luego mostrarse muy molesta—. No me extrañaría algo así de esta gente. Sea la especie, el mundo y la tierra que sea, los humanos siempre serán prejuiciosos y discriminadores contra todo lo no-humano.
—De todos modos, tendremos que proceder con mucho cuidado —decía Raziel comenzando a preocuparse—. A juzgar por la posición del sol de este planeta, debió amanecer hace tres o cuatro horas. Creo que lo mejor sería esperar hasta el anochecer antes de infiltrarnos al castillo.
—No podemos esperar tanto —dijo Raven al instante, sobresaltando un poco al eniyamotekun amarillo—. Existe una posibilidad enorme de que el perverso Qin Shi Huang intente algo durante este evento, y también de que el poder de la gema en este reino se intensifique durante la noche. Debemos aprovechar la luz del día para recuperarla, antes de que suceda algo inesperado como lo que pasó en la Granja de Vampiros.
—¿Qué opinas tú, Miguel? —preguntó Rafael ahora igual de serio.
—Lo mismo que Raven —respondió Miguel—. No me malentiendan. Lo he estado pensando desde que llegamos a este mundo, y pienso que tendremos que correr todos los riesgos posibles para recuperar la gema. Siendo sincero, no quiero ni imaginar algo como esa piedra maligna en manos de un tirano loco como el maldito Qin Shi Huang.
—Sí, te entiendo. A mí tampoco me agrada la idea de lo que podría causar la gema demoníaca en una tierra donde abunda la magia —dijo Rafael, echando otro vistazo al pueblo por el que caminaban ellos entre algunos de los civiles de Albión—. Tuvimos suerte de que las dos gemas que encontramos estuvieran en la Sociedad Humana, donde la magia se está volviendo inexistente. Pero en esta tierra abunda la magia. La gema podría provocar un caos mayor aquí que la que causó el dragón abisal en Cerdeña.
—Entonces, lo que tenemos que hacer es infiltrarnos en el castillo, tener la maldita suerte del universo en que no nos detecten, la mayor conveniencia de encontrar la gema en ese gigantesco castillo, y luego tener otro golpe de suerte para salir de allí sin causar alboroto —dijo Gabriel con un suspiro exasperado—. Creo que es mejor mi plan de solo romper los muros, darle una paliza al ejército del castillo, robar la gema y salir de allí como los amos del lugar.
—Me fascina esa idea —dijo Caroline frunciendo el ceño y esbozando una sonrisa cruel.
—Si me permiten sugerir una opción menos destructiva y más discreta —decía Raziel asustado de la idea del baghatma—, les diría que creo tener la solución para obtener la gema, sin tanto alboroto ni pasar por peligros innecesarios.
—Adelante Raziel, dilo —dijo Miguel con una sonrisa tranquilizadora.
—Pues resulta que la Princesa de Corazones va a dar un discurso de bienvenida en la plaza de este pueblo. Podríamos aprovecharlo para intentar acercarnos a ella, hablarle de nuestra situación y pedir su ayuda para que nos entregue la gema, o podamos acompañarla a su castillo para buscarla.
—No es un mal plan. Pero hay un pequeño problema: ¿Cómo estás tan seguro de que ella nos ayudará? —pregunto Elsa confundida.
—Pues en parte me lo debe, por la información que le di sobre Norteamérica y los lugares donde vivieron las bestias smilodon —respondió Raziel sonriendo con nerviosismo—. Es la misma humana de las que les hable.
—¡¡¿Qué?!! —exclamó Elsa impactada, sobre todo al darse cuenta de que nadie más parecía sorprendido—. ¡Espera, ¿desde cuándo lo saben todos?!
—La verdad es que no fue nada complicado adivinarlo —decía Raziel, mientras se señalaba el rostro con una mano—. Entre otras características, ella tiene una marca de nacimiento con forma de corazón en el rostro, un rasgo que solo la realeza del Reino de Corazones tiene, según escuche en la Sede Principal de San Bestia.
—También está la noticia de que ese día la princesa volvió a fugarse y estuvo desaparecida por unas horas; el tiempo de desaparición y encuentro concuerdan con el momento en que Raziel conoció a esa humana pelirroja —agregó Rafael, recordando los eventos de ese día.
—¡Ja! Son demasiadas coincidencias como para ser una casualidad —dijo Miguel con una risa divertida—. Rafael, Jofiel y yo lo sospechamos al día siguiente. Raziel y los demás también lo hicieron en los días posteriores. Incluso Gabriel llegó a la misma conclusión por sí mismo, cuando le contamos sobre la desaparición de la princesa y el encuentro con esa extraña chica pelirroja.
—Y el último en descubrirlo fue Remiel —dijo Gabriel entrecerrando los ojos, recordando lo sorprendido e incrédulo que estaba el kitsune cuando hablaron del tema. Ocurrió en el Distrito Pashu de la Ciudad Esmeralda, después de que el clan se dividiera en tres grupos; su reacción no tuvo precio.
—¡Sensacional! ¡Ustedes son hombres-bestias increíbles! —exclamó Nayeli con los ojos brillando de admiración por la inteligencia y perspicacia que demostraban los chicos-bestia de su clan.
—Entonces chicos, ¿qué opinan de mi idea? —pregunto Raziel con notable vergüenza del halago de la chica ciervo—. La última carta que me envió la princesa dice que quiere reunirse conmigo y mi clan en un sitio específico de la plaza, después del discurso de bienvenida.
—No perdemos nada con intentarlo. ¡Apoyo el plan de kitty blondy! —dijo Nayeli golpeando la fuerte espalda del joven-leopardo con una palmada.
—De acuerdo, podemos empezar con eso —dijo Miguel después pensar bien en ese plan—. Si existe la posibilidad de resolver todo esto pacíficamente, debemos aprovecharla. Tampoco quiero pensar en lo que haría la Reina de Corazones si descubre que un clan de bestias, procedentes del Reino de Albión, le robo una de sus joyas durante la apertura de la puerta entre su reino y Albión.
—O peor: si en el proceso de escapar terminamos destruyendo medio castillo —dijo Rafael sonriendo con pena al imaginarse ese hipotético escenario.
—Lo más seguro es que resonaría en todo este reino sus gritos de: "¡rodaran las cabezas de los culpables de esto!" —dijo Elsa al principio divertida, y al final imitando de forma exagerada y burlesca la posible reacción de la Reina de Corazones, lo cual hizo que sus amigos soltaran una carcajada por lo infantil y ridículo que les pareció esa imitación.
—¡Je, je! Eso lo decide todo: intentaremos hablar con la Princesa de Corazones después de su discurso en la plaza —dijo Raven con sus preocupaciones aliviándose por el humor risueño de la pequeña ricitos de oro.
Ya sea por casualidad u obra de algún inmortal aliado de Rudra, consiguieron una oportunidad de obtener una nueva gema sin necesidad de infiltraciones arriesgadas, peleas con destrucción innecesaria y conflictos que llevarían a consecuencias graves. Era lógico que preferirían el camino pacífico, aunque muy en el fondo los miembros bestias se lamentaban de no tener la oportunidad de pelear contra un ejército.
Sin embargo, en esta situación no existía forma de que ellos supieran que el tipo de ejército que terminarían enfrentando no sería el del Reino de Corazones.
https://youtu.be/KZLegMmsZIo
—Frère! (¡Hermano!).
—Kya/was?! (¡¿Qué?!) —exclamaron Gabriel y Caroline al mismo tiempo en su respectivo idioma natal, con incredulidad y sorpresa, tras escuchar una dulce voz muy familiar.
El baghatma se dio rápido la vuelta, y apenas pudo creer que vio a su pequeña hermana adoptiva corriendo feliz a abrazarlo, como acostumbraba a hacer ella cuando lo veía después de estar separados más de cinco horas. El resto del equipo también se detuvo para voltearse y ver a la pequeña humana francesa, quien abrazaba con fuerza a su hermano adoptivo con todo el amor de una hermana feliz.
—Sí... Lo había olvidado. Ustedes también vendrían a este lugar —dijo Gabriel con una expresión indiferente, mientras veía a sus padres adoptivos y a la familia Bernard acercándose.
Entre ellos también venía Valerie Rosenthal, vestida con una ropa rojiza y negra muy similar a la que usaba su hija, solo que menos sofisticado a favor de un estilo más hermoso en estética. Y a su lado venía un hombre joven bastante parecido a Miguel en aspecto y edad, con la diferencia clara de que vestía un elegante uniforme negro con gabardina azul oscuro.
—¿Y tú quién eres? ¿El doppelganger de Miguel? —decía Gabriel entrecerrando los ojos y señalando al chico parecido a su líder de clan.
—¡Grrr! ¡Gato maldito, no te hagas el imbécil! ¡Soy yo! —exclamó el hombre parecido a Miguel, revelándose como el padre de éste y de Caroline, Ismael Wolf.
—Ohhhh eres tú, Lobo Feroz. ¡Rayos y centellas, ¿Qué te pasó?! ¿Te hiciste un nuevo peinado? —preguntó Gabriel ampliando los ojos con sorpresa, sonriendo y rascándose la cabeza. Claro que Valerie y Caroline consideraron esto algo divertido, pero Ismael solo gruño como un lobo molesto y Miguel suspiro de exasperación.
Ismael Wolf se había afeitado la barba con sus propias garras y se arregló un poco el cabello, para estar más presentable a un evento tan importante como ese. Y sumado con la ropa elegante que llevaba, parecía casi una copia de su hijo Miguel.
—Por Ymir... Sin su barba, luce bastante joven. Podría hacerse pasar por un hermano de Miguel —dijo Elsa tan atónita como lo estaba Raven.
—Se los dije —comentó Caroline divertida, y luego dirige la vista hacia a su madre—. Tú también te ves maravillosa, mamá. Me alegra de que por fin decidieras volver a vestir esas ropas bonitas.
—Confieso que no pude decir "no" cuando Bella me presento este vestido —contesto Valerie sonriendo y agarrando la falda de su vestido—. Pero tú también te ves maravillosa. Hoy te noto más "deslumbrante" y madura, como si finalmente fueses una mujer completa.
—Eh-eh-eso-eh-oh-¡ah! ¡Gracias mamá! —dijo Caroline tartamudeando, moviendo rápido los ojos y cambiando su expresión por una de sorpresa, luego una nerviosa y al final cerró los ojos con una gran sonrisa feliz, todo en un rápido momento.
—Señor Ismael, ¿no le preocupa que Amadeus Borgia sepa que estás aquí? —preguntó Rafael preocupado por eso.
—¡Je! En realidad, sí me preocupa. Pero confío en que el Reino de Albión no permitirá el paso a alguien como él, por más fuerte y aterrador que parezca. Ni tampoco a la comadreja asquerosa que cumple sus mandatos —dijo Ismael, tratando de forzarse a sonreír para no preocupar a nadie, ni mucho menos a su familia—. Gracias por tu preocupación, Rafael.
—¿Rafael? ¡¿Tú eres el Rafael del que tanto escuche hablar?! ¡¿En serio eres un hombre-oso druida?! —decía Bruno con brillos de emoción en los ojos por ver al joven-oso.
—Pues sí, lo soy. Pero ¿ustedes quiénes son? —preguntó Rafael confundido y un poco incómodo de la repentina muestra de admiración del extraño humano francés.
—¡Claro, me disculpo por mi reacción! ¡Je, je! Soy un estudioso investigador y arqueólogo apasionado de la cultura celta, por lo que suelo emocionarme de más al conocer a un celta genuino como tú —decía Bruno recuperando la compostura seria casi de inmediato.
—Lo comprendo —dijo Rafael sintiéndose identificado con el hombre.
Bruno, Cinderella y Cinder procedieron a presentarse a los miembros del clan quienes jamás los habían conocido hasta ahora. Y además también saludaron al baghatma, a quien ya conocían por visitas previas de ellos al Castillo Dumont; el equipo 1 también aprovechó la ocasión para presentar a Nayeli Faline, y además a Raziel a la familia Bernard.
Lo curioso es que Cinder había saludado con timidez y ternura al hombre-tigre, mientras que con la mujer-loba uso un saludo indiferente y rápido, que disgustó bastante a ésta última.
—Son unos viejos amigos que me brindaron apoyo cuando me convertí en narasinja —explicó Adán, después de terminar los saludos y las presentaciones—. Si no fuera por ellos, los humanos habrían descubierto el camino que conduce a mi castillo, y hubiera sido más difícil liberarme de mi maldición.
—Que tonto. Yo hubiera preferido quedarme como hombre-bestia —dijo Gabriel en voz alta para que su padre adoptivo lo escuchara, lo cual paso, y molesto a éste último.
—Guao. Bella no bromeaba cuando dijo que cambiaste bastante, Gabriel —dijo Cinderella, parpadeando un par de veces, impresionada por el cambio físico del baghatma—. Te ves muy diferente ahora. Pareces un antepasado indoeuropeo de las primeras tribus humanas de Asia. Y ese color azul verdoso de tus ojos es hermoso.
—¿Verdosos? —dijo Gabriel arqueando una ceja, confundido.
—¡Oh la, la! ¡Es cierto! —dijo Rosabella dando un pequeño brinco para tomar entre sus manos el rostro de su hermano adoptivo e inspeccionarlo con más detenimiento—. La señora Cinderella está en lo correcto. ¡Tus ojos están cambiando a verde más rápido que antes! ¡Que lindo! ¡Me recuerda a los gatitos cuando empiezan a cambiar sus ojos azules por verdes cuando crecen!
—Sí, es parecido —dijo Gabriel soltando una risa por la comparación, mientras sujetaba las pequeñas y suaves manos de la niña francesa para apartarlas.
—Cinderella... Si no recuerdo mal, de tu historia surgió el conocido cuento de Cenicienta. ¿Es cierto eso? —pregunto Raven, recordando haber oído algo sobre esa familia y su relación con el mencionado cuento europeo.
—Se podría decir que sí. Aunque no es tal cual como se cuenta. ¡Je, je! —dijo Cinderella con algo de vergüenza al hablar de su popular pasado—. Digamos que mis hermanastras en el fondo no eran tan malas en realidad, y las ayude a alcanzar su propia felicidad.
—¡Je, je! Lo creo. A veces no todo es tan "simple" como parece —dijo Raven sonriendo.
—¿Y qué los trae por estas tierras? —pregunto Elsa un poco curiosa e igual de sorprendida de verlos allí.
—Rosabella estaba emocionada por conocer este mundo; más aún cuando se enteró de que su hermano estaría aquí —contestó Adán con los ojos entrecerrados—. Y a Bella le pareció una excelente oportunidad para conocer la Europa medieval de este mundo.
—La historia siempre me ha parecido fascinante, y que merece ser estudiada en vez de olvidada o "reescrita" por estupideces como agenda política —se explicó Bella sonriendo, y luego fija la mirada en su hijo adoptivo—. Por cierto, Gabriel, no estoy segura de cómo te llevas con la tecnología mágica, pero creo que alguien de tu clan podría haberte ayudado a usar un Espejo Transmisor, en vez de solo enviarnos una carta para informarnos que despertaste y que serías enviado a Albión.
—Pensé que sería una pérdida de tiempo, y creí que una tradicional carta sería suficiente. Además hace mucho que no escribo algo en francés —contestó Gabriel con esa expresión relajada que ha empezado a acostumbrarse a mostrar casi todo el tiempo, como si viviese despreocupado.
—Hermano eres malo —dijo Rosabella molesta y agarrando fuerte la camisa del baghatma.
—Ya imaginaba una respuesta así —dijo Adán mirando al cielo por un segundo con un suspiro molesto.
—¡No seas imbécil y ten algo de consideración! ¡Tu familia estuvo muy angustiada por ti! —dijo Cinder disgustada.
—Lo sé. ¿Y qué puedo decir? El dramatismo y la cursilería no son lo mío, por lo que soy terrible expresándome en momentos así —decía Gabriel con la misma actitud serena, aunque frunció el ceño un poco—. Apreció su preocupación y me disculpó por causarla. Pero entiendan que no soy humano; soy un hombre-bestia. Mi vida será tan peligrosa como en mis días en la selva. Y por eso, todo lo que puedo hacer, es disculparme por las preocupaciones que les traeré a partir de ahora.
"Puede ser mi imaginación, pero Gabriel es muy diferente ahora, y no es solo en lo físico. Hay algo diferente en su ser. Y el aire inocente, muy característico de un niño, desapareció de él; en su lugar veo madurez y fuerza como... como la de un hombre adulto", fue lo que pensó Bella, atónita de la evolución que ha tenido su hijo adoptivo. Adán también lo noto, pero supo ocultar mejor el asombro.
Para ambos fue increíble cuánto había empezado a cambiar el baghatma, desde aquella noche en que conoció a la licántropo hembra Caroline Rosenthal.
Próximo capítulo: Amistad y Apariencias.
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