Capítulo XIX: Caminos Diferentes, un Destino
"Recorre a menudo la senda que lleva al huerto de tu amigo, no sea que la maleza te impida ver el camino".
—Proverbio Nativo Americano.
https://youtu.be/MhmlVvTvo0A
Raziel aún estaba en shock, por la repentina muerte de la pobre vampiresa. Mientras tanto Azrael estaba en guardia y listo para actuar, ante cualquier movimiento de los 20 Purgadores.
—Vaya, vaya. Vinimos a cazar a unos vampiros, y se nos adelantan unos animales parlanchines —se quejó un Purgador.
—Ve el lado bueno: nos ahorraron el trabajo, y nos pagaran el doble por haber eliminado al vampiro y sus putas, y a un par de animales parlantes —dijo otro Purgador con gran alegría, mientras cargaba sus revólveres.
Raziel, con la mirada baja, se pone firme. Luego ve a los Purgadores, los cuales, algunos no pudieron evitar estremecerse, al ver sus brillantes ojos azules; destellando intensa ira. Él siempre se mostró como una bestia muy pacífica y sensible. Y por primera vez se veía el odio en su mirada.
—Siempre... Siempre es lo mismo... —decía Raziel, con un tono que mezclaba furia, impotencia y tristeza—. Sé que hay algunos humanos buenos... Pero basuras como ustedes solo demuestran lo contrario... Siempre se refieren a lo desconocido como monstruos... cuando en realidad... ¡¡Ustedes son los malditos monstruos!!
Con eso, los Purgadores apuntaron sus armas hacia los hermanos bestia; y estos actuaron: Azrael se sumergió en su propia sombra, impactando a los cazadores a tal grado, que Raziel pudo aprovechar para correr hacia un árbol cercano, y subir por el mismo para esconderse en las hojas. Los Purgadores comenzaron a dispararle a las ramas de los árboles, para abatir al hombre-leopardo, sin conocer el terrible peligro que yacía en sus propias sombras.
Azrael se movía con increíble facilidad y velocidad inhumana, en lo que parecía ser el fondo de un océano púrpura oscuro. Allí no podía respirar, pero sí oír y ver siluetas blancas, que en realidad eran sombras de cualquier cosa en el Plano Normal. Entonces se mueve en dirección a una, y pasando por debajo de la misma, asciende para atravesarla; saliendo de la sombra trasera de un Purgador, del lado izquierdo y detrás de su grupo.
Al instante, el hombre-pantera sujeto la cabeza del hombre, y la dobló hacia atrás; destrozándole las vértebras cervicales. Y de inmediato lanzó el (ahora muerto) Purgador hacia un árbol cercano; donde fue atrapado por Raziel, quien comenzó a usarlo como escudo para los disparos. Algunos de los Purgadores se voltearon, y trataron de dispararle a Azrael; aunque en vano, porque él logró sumergirse en las sombras, justo antes de recibir perdigones con balas de plata.
Desde el interior de las sombras, Azrael saco los brazos, y usó las garras para desgarrar las piernas de dos Purgadores; haciéndolos caer al suelo, para luego rematarlos con cortes en el cuello, al sacar una de sus manos de sus sombras mientras caían. En cuanto a Raziel, seguía moviéndose por las ramas, a la vez que usaba el cadáver del Purgador como escudo para las balas; debido a que no podía, ni iba a tener tiempo, de usar su grimorio. Menos podía acercarse para atacar directamente, por peligro a recibir disparos en puntos vitales.
Por el momento Azrael se hacía cargo de la situación, hasta que Raziel viera una oportunidad para bajar de los árboles y acabar con los Purgadores. No obstante, estos se separaron unos de los otros, y uno de ellos sacó de su chaqueta una pequeña y extraña esfera de plástico, con algo luminiscente en su interior.
—¡Que venga la luz! —grito el Purgador a sus compañeros, y estos cerraron los ojos. Luego el Purgador tiró la esfera al suelo; produciendo un gran haz de luz igual a la del sol, que iluminó totalmente esa parte del bosque.
Tras unos segundos, la luz disminuyó lo suficiente, como para que los demás Purgadores abrieran los ojos sin riesgo de quedar ciegos; aunque todavía seguía presente un poco de aquella luminiscencia antinatural. Desde uno de los árboles, Raziel escucho al Purgador gritar la advertencia, por lo que él, sospechando algo malo, también se cubrió los ojos. No obstante, debido a que su visión nocturna ya estaba adaptada a la oscuridad, ahora debía esperar un poco más para que se adaptara a la luz, que para él, era cegadora.
Mientras tanto, Azrael vio que las sombras cambiaron de posición. Y no solo eso, todos los Purgadores estaban a pocos pasos lejos de los unos y de los otros, de forma estratégica. Y al mismo que unos vigilaban los árboles, atentos a cualquier movimiento que hiciera Raziel, otros vigilaban las sombras de sus compañeros y de los árboles, atentos a cuando él saliera. Por ahora el hombre-pantera buscaba una forma de atacar por sorpresa, pero los Purgadores estaban vigilantes a toda sombra cerca de ellos, y un solo disparo con aquellas balas de plata sería mortal.
Aunque él podría escapar fácilmente, su hermano no. Raziel estaba totalmente quieto en la rama de un árbol, pues, un solo movimiento podría delatar su ubicación, además de que, ahora que todo estaba iluminado, le sería en extremo difícil volver ocultarse o intentar escapar por las ramas. Y para empeorar las cosas, el cadáver que él todavía sujetaba, empezaba a derramar torrentes de sangre en el árbol; por lo que, igualmente, lo descubrirán tarde o temprano.
Ambos hermanos no vieron más opción que intentar, al menos, eliminar a la mayoría de Purgadores, para así escapar; por lo cual, individualmente, comenzaron a pensar rápido en otra estrategia. Tal vez pudieron haber quedado arrinconados, o quizás haber salido de allí con heridas severas. Pero encontraron un nuevo camino, gracias a lo siguiente que pasó: se escuchó a alguien, con un acento oriental, conjurar algo.
https://youtu.be/AV1lGEhNmrQ
—¡Mahō no kaminari: Raitoninguchēn!
(¡Magia de Trueno: Cadena de Relámpagos!)
Acto seguido, en otra dirección, emergió un relámpago azul, que impactó con un Purgador; y de éste, emergieron otros relámpagos, que impactaron con tres Purgadores más; electrocutándolos hasta la muerte. Después, de entre los árboles, salió un kitsune de siete colas, con ropa naranja y una katana imbuida en electricidad; no era otro que Remiel.
El joven-kitsune, en una rápida sucesión, dio un tajo con su katana a un Purgador, todavía sorprendido por el relámpago de recién; justo en el cuello. Aunque el filo de la katana no lo corto, se escuchó claramente que el hueso de su cuello fue destrozado. Y debido a que el arma estaba electrificada, recibió una potente descarga eléctrica, que, aunque hubiera sobrevivido a su lesión, no podía salvarse de ser electrocutado.
Los demás Purgadores (ahora siendo 12), de inmediato comenzaron a recargar, mientras los que ya tenían munición dispararon contra Remiel. Entonces el kitsune respondió rápido; retrocediendo mientras desviaba las balas con veloces movimientos de su katana. Pero apenas conseguía desviarlas todas; pues, algunas llegaron a rozarle la mejilla, los brazos, los hombros y las piernas. Sin embargo, él también recibió algo de ayuda.
—Escritura Sagrada: Y "Ella" caminaba en medio de la oscuridad, llena de tristeza y soledad, así que "Él" creó la luz para darle felicidad.
Conjuro Raziel, ahora pudiendo ver, y con el grimorio en la sección "DEMONIOS". Había soltado el cadáver del Purgador que usaba como escudo, para usar su libro. Y luego de echar una rápida mirada, buscando algo útil en esa situación, recordó el haz de luz de hace un momento; así que él decidió hacerlo también.
Las letras brillaron, y Raziel señaló con su mano libre a los Purgadores; entonces, encima de estos, apareció una esfera de luz blanca, que al instante, explotó en un poderoso haz de luz, cuyo brillo duró pocos segundos. Aquello tomó desprevenido a los Purgadores, por lo que quedaron cegados. Remiel pudo ver la esfera, y dada a su experiencia en la Academia Yokai, pudo reconocerlo como un hechizo cegador; por lo que se tapó los ojos, justo antes de que estallara la esfera de luz.
Durante todo el rato, cada pocos segundos, Azrael sacaba la cabeza ligeramente de las sombras de una roca o árbol, para tomar aliento y volver a sumergirse. Seguía atento a cualquier cambio de las sombras de los Purgadores para atacar. Y entonces vio el esperado cambio, cuando los Purgadores quedaron aturdidos por el repentino flash, provocado por su hermano leopardo; así que el hombre-pantera aprovechó el momento para atacar.
Inmediatamente, Azrael emergió de una sombra, y en una rápida sucesión, mientras entraba y salía continuamente de las mismas, golpeó con gran fuerza a tres Purgadores en el rostro; destrozándoles gran parte del cráneo. Luego, Raziel bajo de los árboles, y sin piedad alguna, desgarro con dos zarpazos la garganta de dos Purgadores. A otro le aplasto el cráneo estampándole la cabeza contra el suelo. Y a otro lo levantó, sujetándolo del cuello y de la pierna, para luego partirle la columna con un potente rodillazo.
Ahora quedando solo cinco Purgadores, estos recobraron la visión, y tiraron sus fusiles y revólveres, para sacar de sus chaquetas, cada uno, dos cuchillos largos de plata. Entonces el joven-kitsune se lanzó como un rayo hacia estos; estando frente a un Purgador, le dio un potente tajo en el cuello; que le fracturó el mismo. Y luego dio un gran salto, seguido de un giro sobre sí mismo en el aire, para terminar con un tajo en descenso; justo en la cabeza de otro Purgador; destrozándole la cabeza internamente por la mitad.
Al aterrizar en el suelo, de inmediato, Remiel bloqueo con su katana los ataques de los últimos tres Purgadores; estos sin duda eran más diestros, pues, atacaban con gran maestría. Sin embargo por muy diestros que fuesen, no eran rivales para un kitsune aprendiz de samurái. A pesar de que Remiel rechazó el camino del guerrero, aprendió lo esencial para usar la katana.
Y durante la búsqueda de su padre y hermano mayor, en compañía de Mabel, estuvo practicando cada vez que podía; logrando grandes avances; no lo suficiente para él, pero sí muy grandes. Por eso, Remiel podía defenderse como un maestro samurái, contra los tres Purgadores. Y tras bloquear once ataques, encendió su katana en electricidad, para lanzar otro hechizo.
—¡Mahō no kaminari: San Katto kaminari!
(¡Magia de Trueno: Tres Corta Truenos!).
Luego, en un mero parpadeo, se vio tres cortes azules eléctricos; en el cuello, torso y mitad del cuerpo de los tres Purgadores respectivamente; seguido de una gran explosión eléctrica, que los mató al instante. Remiel estaba a dos pasos lejos de ellos, agachado y con la katana extendida a su lado derecho, como si hubiera dado un corte horizontal.
https://youtu.be/KZLegMmsZIo
Terminado el combate sangriento, los hermanos bestia se reúnen, y ven sorprendidos al joven-kitsune. Habían oído historias acerca de los míticos zorros-bestia de China, Corea y Japón. Pero jamás pensaron que verían a uno en Norteamérica.
—¿Necesitaban ayuda? —pregunto Remiel sarcásticamente con una sonrisa, mientras se ponía de pie con la katana reposando en su hombro.
—Je, la verdad no. Pero gracias por ayudar —agradeció Azrael igualmente con un poco de sarcasmo.
—En serio muchas gracias —agradeció Raziel, ahora más calmado, después de haber tenido el arranque de ira.
—"Bestias del norte, sur, este u oeste. Todos somos un clan, y debemos apoyarnos mutuamente" —dijo Remiel, tratando de sonar sabio—. O algo así era el lema de ese gremio.
Así fue como ambos hermanos conocieron al joven-kitsune Remiel. Tras terminar la lucha y presentarse, Raziel fue hasta donde quedaba algo de las cenizas de las vampiresas, y las enterró en un pequeño hoyo a los pies de un árbol. Después, los tres conversaron, y no tardaron mucho en saber que tenían el mismo objetivo: encontrar al hombre-lobo Bill Kane; así que, sin discutirlo mucho, los tres viajaron juntos a Atlanta.
Con sus fuerzas y habilidades juntas, podían hacer frente hasta menos de treinta Purgadores; pues, la mayor fuerza de ese grupo radicaba en su número y gran armamento. Pero no poseían a magos en sus filas, porque consideraban la magia como algo "corrupto". Y otro factor que jugaba en su contra, era su ignorancia en algunas cosas; por ejemplo: muchos de ellos consideraban a las bestias en general, como popularmente se conoce al hombre-lobo; criaturas que, en la noche, tienen la mente simple de un animal.
Y también, aunque han logrado lidiar con vampiros en extremo fuertes, no conocen hasta donde pueden llegar estos seres, ni cuán peligrosos pueden ser, sin necesidad de ser fuertes en términos físicos o mágicos. Por ello, tendían a confiarse demasiado, y a subestimar a las demás razas. Por lo que, los tres jóvenes-bestia, juntos pudieron hacerles frente, hasta finalmente llegar a Atlanta, después de varios días de viaje.
https://youtu.be/ImSJc8V4Uxw
Al anochecer, fueron a la Sede de San Bestia, la cual, estaba disfrazada de una iglesia católica de la ciudad. Allí, Azrael y Raziel dijeron el nombre de Franklin y enseñaron el grimorio. Entonces los miembros del gremio les permitieron ver al jefe de la Sede; incluido a Remiel, quien en un principio temía que posiblemente lo arrestaran, por posible complicidad con Mabel. Pero gracias a Azrael y Raziel, y al hecho de que algunos miembros lo reconocieran como hijo de Kainan y hermano menor de Byakko, se salvó de una condena segura.
Uno de los miembros del gremio los guío al interior de la iglesia; a una gran habitación que parecía más la oficina de un gran empresario. La oficina era amplia y en extremo ordenada; con tres estantes y dos escapares en ambos extremos. Y al final, detrás de un escritorio, habían un hombre sentado en una silla de madera, hablando con una mujer parada a su lado izquierdo: allí estaba nada más ni menos que Bill Kane, acompañado de su esposa, Anastasia Lúzhina.
Bill era un hombre joven que aparentaba rondar por los 24 y 26 años; cabello negro alborotado y largo hasta la barbilla. Ojos azules y piel de un tono semi-oscuro. Era alto y poseía un físico notablemente musculoso, aunque no exageradamente. Por último vestía una gabardina elegante de color azul, un pantalón negro y un sombrero de copa de dicho color.
Anastasia era una hermosa mujer de origen ruso, que aparentaba rondar por los 23 y 25 años; cabello rubio pálido, liso y largo hasta por debajo de los hombros. Tenía los ojos verdes y la piel de un tono claro. Era en extremo alta (unos centímetros más que Bill). Y llevaba puesto un vestido elegante blanquecino, con dibujos de flores y hojas en los bordes. Pero lo llamativo eran sus orejas en extremo largas y puntiagudas, y unas pequeñas marcas blancas naturales alrededor de sus ojos y brazos; era una elfa.
—¡Oh! Así que ustedes son los famosos Azrael y Raziel; últimos discípulos de Franklin Wilde —dijo Bill Kane con buen ánimo y una sonrisa amistosa.
—Y el posible cómplice de una gata ladrona —agregó Anastasia de forma severa, mientras se cruzaba los brazos.
Remiel no pudo evitar reírse con vergüenza y pena, ante el comentario implacable de la elfa, mientras que Azrael y Raziel soltaron una pequeña risa. Finalmente los hermanos y el kitsune habían llegado a su destino. Ahí fue cuando comenzaron las preguntas, y cada una fue respondida. Primero; lo que sucedió con el padre y hermano mayor de Remiel. El joven-kitsune explico la razón de su estancia en Norteamérica, y el por qué acompañaba a Mabel Cheshire; aclarando así que él no era cómplice de ella. Entonces preguntó sobre la misión, en la que desaparecieron su padre y hermano mayor.
https://youtu.be/EHvsApnM5Vo
Bill explicó que, desde septiembre de 1879, ha habido varias desapariciones en Alemania. Y entre los desaparecidos, había gente importante de la Sociedad Sobrenatural. Por lo cual, diversas organizaciones europeas han enviado a sus mejores grupos de cazadores, para investigar las desapariciones. Pero varias de ellas tuvieron el mismo destino; entre los grupos desaparecidos estaba el de Kainan y Byakko, y el del hermano menor de Bill, George Kane.
Al final dejaron de enviar grupos, y decidieron concentrarse en investigar de forma externa quien, o qué, podría estar detrás de todo eso. Gracias a los druidas y magos de las organizaciones, pudieron saber que todos los desaparecidos seguían con vida. Pero no podía saber con exactitud su paradero.
Era como si... estuvieran en un Plano totalmente desconocido. Todo lo que pudieron descubrir hasta ahora, era que, en donde ocurrieron las primeras desapariciones, hubo un extraño y peculiar circo, que desapareció de forma misteriosa un mes después. Pero hasta que no descubrieran más acerca de lo que estaban lidiando, no podían enviar más grupos. Ni mucho menos porque, en Alemania, se encontraba la Sede principal del Consejo de las Bestias.
https://youtu.be/88lPiDXJ-yI
Terminado las preguntas de Remiel, ahora siguieron Azrael y Raziel. Bill primero les explicó que, poco después de que Franklin llegará a Norteamérica, se encontró con él. Durante cinco semanas, Franklin estuvo visitando el gremio, con el permiso de Bill, y en ese transcurso de tiempo, aprendió bastante del mundo y de la verdadera historia; logrando encontrar un poco de consuelo, y de algún modo, un motivo para seguir viviendo, tras perderlo todo.
Franklin recopiló información acerca de uno de los libros, que guardan la historia original, antes de ser corrompida por los humanos. Franklin agregó varios fragmentos de esa historia en su grimorio; y de ese modo, completo los cantos originales, entregadas por el Arcángel San Raziel a los primeros "Proto-Humanos" del Panteón Israelita, para que pudieran defenderse de los "Vampiros Primitivos", y otras criaturas oscuras.
Pero esto no fue todo lo que Bill les explicó a los hermanos bestia. También les reveló que sus padres una vez trabajaron para la organización; su padre fue un soldado que luchó en la Guerra Civil Estadounidense, mientras que su madre era una maestra que le enseñaba a los jóvenes-bestia a controlarse, y saber diferenciar de un humano bueno y malo para comer.
Además, Bill revelo lo que sabía de la verdadera ascendencia de ellos. Resulta que, los vampiros no eligen a cualquier humano para ser su familiar; la razón por la que los vampiros tenían a la familia de Sorin como esclavos, era por lo valioso de su linaje; el cual, descendía de un poderoso hechicero, que una vez estuvo al servicio del Segundo Rey Vampiro, Drácula. No obstante, el linaje materno de Azrael y Raziel tampoco se quedaba atrás.
Que Azrael haya podido comunicarse con las almas en pena de los esclavos, que murieron a manos del vampiro Valak, y le hayan ayudado brindándole la Energía del Vacío, junto con una habilidad de los no-muertos, daba a entender que el hombre-pantera tenía una conexión innata con el Plano Astral; igual que algunos psíquicos, como nigromantes o sacerdotes de diferentes culturas. Era muy probable que la madre de ellos, Amanda, descendiera de algún chamán de aquella tribu de bestias africanas.
https://youtu.be/NN2TOdiPtG4
Al terminar de contar esto, fue cuando Azrael y Raziel preguntaron sobre un vampiro, de nombre "Mefisto". La respuesta fue un poco inesperada; ese vampiro era el jefe de todos los Vampiros Dukes y Marqueses de Estados Unidos, y también quien estuvo a cargo de expandir la influencia de la Corte de las Tinieblas en Norteamérica, y del asesinato de Abraham Lincoln y sus seguidores; era el sexto Señor Vampiro Mefisto, la Sombra del Diablo.
Con estas revelaciones, los tres jóvenes-bestia ahora tenían un destino en mente, y un plan: Remiel iría a Alemania para investigar lo que originaba las desapariciones, y Azrael y Raziel debían vengar a sus padres y demás personas, que fueron víctimas del cruel Señor Vampiro. No obstante, aún estaban lejos para cumplir tales objetivos; Remiel debía aprender a manejar, al menos, la mitad del poder de la katana, y Azrael y Raziel debían aprender a usar sus respectivos dones.
https://youtu.be/oPamCZ5PnXc
Los tres tenían un potencial aún sin explotar, y Bill propuso ayudarlos con eso; les brindo ayuda para completar sus respectivos entrenamientos, y ser lo bastante fuertes, como para sobrevivir en un mundo tan hostil; ellos aceptaron. Ahí fue cuando comenzó su entrenamiento, en la Sede Norteamericana de San Bestia; el cual, duró cerca de un año. Para entonces, los tres habían forjado una gran amistad, y llegado a dominar gran parte de sus respectivos poderes y habilidades, a un nivel considerablemente alto; aunque no lo suficiente, como para vencer a enemigos de gran categoría.
Pasado el año de entrenamiento en la Sede, los tres aún no habían decidido si unirse o no a la organización; pues, tenían otros planes en mente. Resulta que, Remiel se enteró, por parte del gremio, que en Cerdeña se llevaría a cabo una gran fiesta de cumpleaños, cuya cumpleañera pertenecía a una de las familias importantes de la isla; la cual tenía conexiones con otras familias de distintos continentes; como Francia.
El kitsune planeaba (a espaldas de la organización) tomar un barco para ir a la mencionada isla italiana, y luego irse como polizón en otro a Francia, para así llegar a Alemania, e investigar por su propia cuenta las desapariciones. Debido a que aún no se podía enviar otro grupo de cazadores a Alemania, Remiel decidió hacerlo por sí solo; pues ya no podía esperar más, ni hacer esperar a su madre y hermanas. Sin embargo no haría el viaje en solitario.
Azrael y Raziel querían visitar la tierra ancestral de su madre, para encontrar la tribu de su abuelo materno, y aprender más de sus orígenes como bestias. Aunque Raziel quería aprender más de su propio legado, Azrael quería ir, más que todo, con la esperanza de que allí, podrían fortalecerse más rápido; para algún día ser lo bastante fuertes, como para vencer a un Señor Vampiro. Obviamente él estaba impaciente por completar su ansiada venganza.
Entonces, sin que el gremio lo supiera, ellos tomaron un barco que los llevaría a África; no obstante, tomarían una pequeña parada en Cerdeña, donde dejarían a Remiel, y los hermanos-bestia continuarían su viaje. Pese a que todo parecía salir bien, la suerte no siempre está del lado del suertudo. Pues, de camino a Cerdeña tuvieron un "contratiempo", en el que terminaron varados en la isla, y se vieron envueltos en aquella batalla contra el dragón abisal, junto a otros jóvenes-bestias.
—Y así señores, esa fue nuestra triste historia —dijo Remiel finalizando su historia, junto a Azrael y Raziel, quienes prosiguieron contando la suya, a partir del momento en que ellos conocieron al kitsune, y juntos terminaron la historia desde sus respectivos puntos de vista.
—Jamás pensé que tu padre pudiera ser otro hombre-tigre —dijo Gabriel, bastante sorprendido, a Remiel.
—¿Pero qué sucedió para que terminaran sin dinero y sin barco? —pregunto Jofiel un tanto curioso.
—Pues, nunca hay que confiarse, ni creer que todo te va a salir bien —dijo Azrael de forma sarcástica.
—Debido a que el gremio no podía saber acerca de nuestro viaje, por lo que planeaba Remiel, nosotros no tuvimos muchas opciones para salir de Estados Unidos, así que tuvimos que pagarle a un humano capitán de un barco pesquero, con destino a África, para que nos dejara abordar —explicaba Raziel de forma penosa—. Pero fue una mala idea. El humano era en realidad un comerciante de esclavos no-humanos, y planeaba vendernos como tal a unos nobles de Arabia.
—Obviamente fue un grave error —prosiguió Azrael—. La "venta" ocurrió en pleno mar, entre Cerdeña y África. Y aunque era de día, no tuvimos problemas con masacrarlos a todos. Pero a cierta persona se le ocurrió usar magia eléctrica, estando todos cerca de un barco de madera, con barriles de pólvora.
—¡¿Queee?! —exclamaron Gabriel, Miguel, Rafael Uriel, Jofiel y Camael al mismo tiempo sumamente impactados.
—Ya les dije que fue un accidente —dijo Remiel a Azrael y Raziel un poco disgustado—. Pues, debido a que mi katana no puede cortar nada que no sea fantasmagórico, comencé a frustrarme, porque todo lo que hacía era golpear con ella. Así que use un hechizo eléctrico para terminar rápido la pelea, y... por accidente, el relámpago generó un incendio en el barco de los árabes, y al parecer estos tenían cargamentos de pólvora. Como consecuencia, hubo una explosión que arrasó con gran parte de ambos barcos.
—Y a mí me tachan de pirómano —bromeo Uriel aguantando la risa.
—Por fortuna Cerdeña estaba muy cerca, así que pudimos llegar a la isla en un bote de remos, que salvamos del incendio —explicó Raziel—. Pero durante la huida olvidamos el dinero y la comida, por lo que terminamos prácticamente sin nada.
—Y tuvimos que cambiar ligeramente el plan, a irnos mi hermano y yo también de polizones. Todo por culpa de ese incendio —decía Azrael en tono molesto.
—Bueno basta de hablar de eso. Camael es tu turno —dijo Remiel un poco disgustado del tema, por lo que trataba de cambiarlo.
—Está bien —dijo Camael de forma quejosa—. Pero les advierto, que no es una historia tan larga como la de ustedes, porque yo no conozco todo mi origen.
[Rumania: Transilvania]
https://youtu.be/sTPDmZx3gKk
Al mismo tiempo, en un pasillo iluminado con antorchas —dentro de lo que parecía un castillo de diseño victoriano— paseaba un joven, que aparentaba estar por los 18 años; de cabello gris y largo erizado un poco hacia atrás y a los lados, ojos azules cual mismo cielo, piel clara semi-oscura (casi moreno), y poseía una musculatura muy desarrollada (pero no a un nivel exagerado). Vestía únicamente un pantalón azul oscuro, junto con un poco de armadura nórdica en antebrazos, piernas y pecho; además de que estaban adornadas con runas azules.
Aunque lo más curioso, era que el joven tenía cierta semejanza con Miguel, pero más alto y maduro, además de tener la forma y color del cabello diferente. Tras unos segundos caminando en silencio, es recibido por dos jóvenes y hermosas vampiresas, quienes iban delante del pasillo. Aparte de sus características distintivas, la primera era de cabello plateado, un poco ondulado y largo hasta la cintura, y llevaba puesto un simple vestido blanco. Mientras que la segunda era de cabello carmesí, liso y corto hasta el pecho, y llevaba un vestido negro gótico.
—¿Qué sucede, Diana y Belona? ¿Porque mandaron llamarme? —preguntó el joven, con una mirada molesta, a la primera y segunda vampiresa respectivamente.
—Joel Fenrísson —dijo Diana con una sonrisa traviesa.
—Nuestra señora requiere su presencia —respondió Belona con una sonrisa depravada.
El joven, Joel, con obvio fastidio las sigue, hasta llegar a una puerta rectangular y negra, en la que entran los tres. La habitación parecía a la de alguien de la nobleza; todo era de estilo gótico mezclado con arte victoriano, y al fondo estaba una enorme cama con sábanas y almohadas negras. Si no fuera por los pocos candelabros del lugar, ubicados en cuatro puntos en las paredes, no se vería casi nada; aparte de quien estaba parada enfrente de la cama.
Era una hermosa mujer vampiresa, que parecía rondar por los 24 años. Aparte de sus características de vampiro, su cabello era negro claro y largo hasta el pecho. Tenía los ojos de un color carmesí, y un delineado negro alrededor de los mismos. Sus labios eran negros, y llevaba puesto un ajustado, gótico y muy revelador camisón rojo oscuro, que hacía gala de su gran figura atlética y esbelta.
—¿Qué es lo que quiere, señora Carmilla? —preguntó Joel, aún con su expresión estoica.
—Tan serio como siempre Joel, mi querido lobo solitario —dijo Carmilla con un tono burlón—. Primero que nada, quiero preguntarte si has sabido de alguna novedad, respecto a la reunión de la corte.
—Aún no. Todo sigue en rumbo, pese a que todavía no hay señal de Terrordar.
—Ese maldito loco sacerdote satánico. ¿Qué estará tramando ahora? Bien, si no envía algún mensaje, entonces la reunión comenzará sin él —dijo Carmilla con una expresión furiosa. Pero al instante cambia a una dulce—. Ahora, la segunda razón por la que te llame, es para felicitarte. ¡Hoy es tu cumpleaños n18!
—¿Y eso que tiene que de importancia para usted?
—¡Demasiado! ¿Cómo puedes pensar que no me interesa? ¿Olvidaste que fui yo, quien te salvo siendo solo un niño?
—En realidad, me salvaste para que fuera tu guardián, por mi linaje.
—Al principio fue por eso. No lo niego. Pero desde entonces, me has ayudado como no tienes idea. Además, fue gracias a ti, que obtuve el puesto como Novena Señora Vampiro; cuando derrotaste y mataste al otro molesto candidato. Por eso estoy en deuda. Y como recompensa, te ayudare a ascender más alto en fuerza.
—¿Cómo?
—Como mencione, hoy acabas de cumplir 18 años. Ya eres un licántropo adulto. Y las bestias depredadoras, cuando alcanzan la mayoría de edad, obtienen nuevos límites de fuerza, al madurar por completo; y solo hay un modo, para que una bestia madure totalmente —mientras Carmilla decía esto, se acercaba a Joel, y al estar frente a frente, le rodeo el cuello con ambos brazos de forma coqueta.
—Me temo que no puedo aceptar. Por mayor que sea mi deseo de ser más fuerte, no puedo usarla a usted, ni a ninguna mujer, como una herramienta, ni menos para alcanzar el poder —dijo Joel cambiando a una expresión sumamente seria, que a Carmilla le encanto—. Y no creo que yo sea digno de...
—Tonterías —le interrumpió Carmilla con una sonrisa maliciosa—. Por tus venas corre la sangre del Lobo Blanco Sagrado Daniel, y la del antiguo Rey de los Licántropos. Posees unos estupendos genes, que "combinan muy bien con los míos". Además, esta es la única forma para que puedas llegar al nivel de "ellos". En especial el Ángel de las Bestias, y esa extraña bestia primitiva. ¿No que ibas a hacer lo que sea, para cumplir tu promesa?
Joel solo miraba a Carmilla directamente a los ojos, con una expresión sumamente seria, y a la vez confusa y disgustada. Habían durado así en silencio durante algunos segundos, hasta que el joven dio un suspiro frustrado.
—De acuerdo... Pero solo acepto, para cumplir mi promesa —dijo Joel con seriedad y molestia.
—¡¡Maravilloso!! —exclamó Carmilla con incontrolable emoción—. Por cierto, espero que no te moleste, pero mis esposas, Diana y Belona, están interesadas en saber si lo que dicen las elfas, hadas y dríades, respecto a los hombres-bestia depredadores, es cierto. Por eso, primero seré yo. Luego mis esposas; ellas decidirán el orden. Y después yo otra vez. Quiero ser la primera en estrenarte, y luego ver cómo lo haces con tu nueva fuerza.
—... ¡Esa no era la condición! —exclamó Joel enfureciendose.
—Nunca dije cómo sería, ni que Diana y Belona se unirían a la diversión. Y como consejo, ten cuidado al probar tus nuevos límites. Algún día puede que te encuentres con otros seres, o bestias, aparte de los que ya mencione, que no puedas vencer; como le pasó a tu antepasado.
Próximo Capítulo: Abre tus Alas y Vuela.
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