Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo X: Izar las Velas Salvajes

"...La Española había zarpado gentilmente, emprendiendo su travesía hacia la Isla del Tesoro."

—La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson.

[Distrito Pashu: Muelles Salvajes]

https://youtu.be/L83nI8Py4qw

El clan Nightfall Angels tuvo la sorpresa de su vida, al descubrir que los padres de Amitiel pagaron la construcción de un barco personal para Uriel, y con el diseño clásico de los barcos que solían usar los piratas en Asia.

Amitiel tuvo la enorme sospecha de que su padre eligió ese diseño, en homenaje a un grupo de estrafalarios piratas indonesios, que lo salvaron una vez en una aventura que tuvo en los mares cerca de Malasia.

Sin perder más tiempo, Uriel, Remiel, Gabriel y Jofiel corrieron a echar un vistazo al barco, mientras que el resto caminaba con calma, siguiendo a la enana Geir y al elfo "Nikola Tesla", quienes les daban un repaso de la estructura del barco y sus funciones. Aunque de vez en cuando Nikolai demostraba cierta hostilidad hacia las dos humanas del grupo (Elsa y Clarisse).

El barco contaba con un camarote privado dividido en nueve habitaciones, cada una con su baño personal, ya que se había construido pensando solo en los nueve integrantes del clan. Pero en el futuro, cuando contasen con más dinero, podrían ampliar la zona añadiendo más habitaciones. También contaba con un almacén para su equipaje y todo lo que ellos necesiten guardar.

Pese a su tamaño y estructura, estaba adaptado para que los miembros bestias pudieran desplazarse con libertad y rapidez de un lado a otro. Así que nueve bestias podrían manejarlo con relativa facilidad, cuando se necesitarían por lo menos quince humanos para ello.

La zona de la rueda del timón tenía integrado una mesa con controles sencillos, para manejar los mecanismos complejos del barco. Y si se necesitaba un guía, había un manual de instrucciones que ayudaría a aprender a manejar la mesa de controles.

En la cubierta del barco había una habitación especial, donde estaba establecido la cocina con todo lo necesario para el trabajo del draconiano rojo, y un comedor con una amplia mesa y nueve sillas de madera; el almacén tenía guardado veinte sillas de madera extras, por si acaso el clan rompía alguna silla en sus típicas peleas infantiles.

Por último, junto al camarote y el almacén, había una habitación especial donde estaban los dos motores del barco; uno principal que se alimentaba con carbón, y uno secundario de emergencia que se alimentaba de energía eléctrica.

Como dato importante, Geir agrego que había tres neveras grandes en la cocina, y cada una tenía un sellado especial mágico que solo se abría con una contraseña, para proteger la comida de algún tripulante travieso con hambre nocturna. Esto por supuesto lo agradecieron bastante Amitiel, Angela y Elsa.

El tour acabo en la proa del barco, donde ambos equipos estaban reunidos con el elfo Nikolai y la enana Geir. Allí, de parte de todo el clan, Miguel le entregó a Geir tres monedas doradas como pago por la reparación de las ropas bestia de ellos. Y la enana le dio al elfo una de las tres monedas doradas, como pago por su ayuda en la construcción del barco.

Una vez arreglado el tema de los pagos, Nikola y Geir procedieron a retirarse a sus respectivos hogares.

—¡Oigan esperen un momento, aun no nos han dicho el nombre de mi barco! —dijo Uriel, dando un par de pasos al frente.

—Su nombre es "Paco" —contestó Nikolai con sarcasmo molesto, deteniéndose y girándose para ver al draconiano rojo.

—Está bien, él lo dice en "broma" —dijo Geir con una sonrisa divertida, también deteniéndose y dándose la vuelta para ver al draconiano rojo—. En realidad el barco sigue sin ser bautizado. Ya que, como eres su dueño, la elección de nombre es tuya.

—Si. El barco es tuyo, así que haz lo que quieras con él —agregó Nikola con una actitud sarcástica y molesta—. Nómbralo como te salga de tus pelotas de dragón.

—Bien, me parece justo —contestó Uriel, de inmediato comenzando a pensar en cómo nombrar su barco.

—Para ser un elfo, este tal "Nikola Tesla" es bastante grosero e imbécil —susurró Elsa al oído de Clarisse, quien estaba igual de sorprendida que ella.

—Tienes razón. Me recuerda mucho a mi abuelo enano Gruñón —dijo Clarisse en voz baja a Elsa.

—Las escuche, par de niñas blancas hijas de sus madres —dijo Nikolai con un claro disgusto casi exagerado.

—Señor Tesla, Tecna o como se llame usted, tal vez sea alguien muy importante en su ciudad, como para ser enviado a innovar la ciencia de la Sociedad Humana, pero debería ser al menos un poco decoroso y respetuoso con Elsa y Clarisse —decía Rafael tratando de ser respetuoso, pero no podía quedarse callado ante la constante falta de respeto que demostraba el elfo, lo cual era muy impropio de la raza elfica.

Los elfos eran una raza muy ligada al ámbito espiritual de los bosques, casi al mismo nivel que los druidas de Irlanda y Escocia. De manera que en promedio los elfos son sabios, elegantes, sencillos y pacíficos, como una auténtica tribu de nativos de los bosques.

Pero este elfo, de seudónimo "Nikola Tesla", era todo lo contrario a la imagen original y verdadera de un elfo; era antipático, vestía como un oficinista, tenía una actitud egocéntrica, vivía de la ciencia mecánica y su vocabulario estaba cargado de sarcasmo ácido y todo tipo de insultos.

—¡Ja, ja, ja! —se reía Nikola como si hubiera escuchado algo que era divertido—. ¡¿Tener respeto por dos humanas?! ¡Ja, ja! ¡Ni en un millón de años respetaría a una malagradecida y estúpida raza mortal como los humanos, que aparenta ser inteligente y racional! ¡Sería como respetar a un montón de monos que lo único que hacen es aprovechar sus manos para rascarse el culo, y se creen la gran cosa solo por usar las manos para eso! ¡Es igual de ilógico y ridículo!

—Pero según escuche, usted fue enviado a la Sociedad Humana, para implementar sus ideas y ciencia eléctrica con la ciencia humana —decía Miguel, un tanto confundido—. Creía que fue porque le tiene al menos un poco de estima al ingenio humano.

—Yo jamás le tendría estima al ingenio de los simios y los monos. La única razón por la que estoy malgastando valiosos años de mi vida en esa sociedad de mierda, es por orden de mis reyes y el maestro Ezequiel, que en su infinita ingenuidad todavía creen que el ingenio humano tiene potencial.

—Entonces ¿usted odia a los humanos? —pregunto Erzuli, entrecerrando los ojos, ya imaginándose la respuesta.

—Pongámoslo de esta manera: si por casualidad voy al Valhalla, y un grupo de valquirias patéticas hijas de perra, llegan hasta mí para pedirme que participe en un torneo, en el que deba representar a los humanos, defenderlos y deba ganar, para que tengan una oportunidad de seguir manchando y destruyendo el planeta Terra con su insalvable y sucia sociedad fracasada, esta sería mi respuesta: "señora, con el debido respeto, agarre todas sus palabras clichés y ridículas, llenas de idealización y favoritismo hacia los humanos, ¡métetelas hasta el fondo de tu puto...!".

Antes de que empezara con la lista de palabrotas no aptas para todo público, Rafael se acercó a Elsa de inmediato y le tapo las orejas con ambas manos. Uriel hizo lo mismo con Amitiel. Mientras que Jofiel hizo lo mismo con Clarisse por pedido de Miguel y Raven. Todo esto, para que ellas que eran las más "inocentes" de los que estaban presentes, no escucharan combinaciones de palabras que sin duda jamás pensaron que existirían en sus respectivos vocabularios.

Incluso Angela, Camael, Uriel, Azrael y Gabriel, quienes eran los que tenían un vocabulario más "colorido" entre todos ellos, estaban boquiabiertos por la lista combinada de insultos y palabras fuertes de Nikola Tesla, cargadas de tanto desprecio, odio y prejuicio contra los humanos, que ya podía pensarse que él debió tener una experiencia muy mala y personal, como para comparar a la raza humana con una plaga de monos innecesarios para la naturaleza.

Nikola Tesla, quien en el futuro sería famoso y reconocido en la Sociedad Humana como uno de los "humanos" más grandiosos de todos, en realidad solo era un elfo oficinista y mal hablador, lleno de rencor y desprecio hacia los humanos y todo lo creado por ellos, que si estuviera en su poder los aniquilaría a todos sin dudar.

Luego de descargar todo su odio hacia los humanos, Nikola tomo un respiro para tranquilizarse, y los demás apartaron las orejas de las chicas inocentes del grupo.

—Bien, ahora si me disculpan, aunque en realidad no me importa, tengo que ir a mi casa a tomar una taza de té caliente —dijo Nikola mientras se giraba, para entonces retirarse del lugar, con un estilo tan egocéntrico como el de un tirano, y despedirse en alemán—. Auf Wiedersehen (Hasta que nos veamos de nuevo).

—Sé que podrá parecer un loco con ansias de matar humanos —decía Geir con una sonrisa penosa, estando todavía allí presente, dirigiendo la mirada hacia el grupo—. Pero en el fondo es una buena persona. Es solo que... no ha tenido una buena vida entre los humanos, antes de llegar hasta donde está.

—Si no lo dices no nos damos cuenta, ni con la colorida lista de palabras misantrópicas que dijo —comentó Gabriel con sarcasmo, limpiándose la oreja derecha con una uña filosa de su mano de mismo lado.

—Concuerdo contigo. Su actitud me recordó bastante a Leonardo Da Vinci —comentó Jofiel sonriendo con lastima y pasándose la mano izquierda por el cabello. 

—¡Je, je! ¡Lo dices como si hubieras conocido a Da Vinci! —dijo Elsa entre risas divertidas por lo que creía que era una broma. 

—No bromeo. En serio lo conocí y hablé con él hace un año —contestó Jofiel. 

—¡Eso no puede ser! ¡Leonardo Da Vinci murió hace más de trescientos años! —exclamó Elsa con estupefacta incredulidad.

—En realidad no murió. Solo volvió a su casa en el Alfheim —explicó Amitiel, teniendo el auténtico conocimiento sobre la identidad del famoso pintor y arquitecto. 

—¡¡¿Ehhh?!! —exclamó Elsa, no esperándose esa revelación—. ¡¡¿Pero cuantos elfos se han infiltrado en la Sociedad Humana?!!

—Más de lo que podrás imaginarte, eso te lo aseguro —dijo Raven sonriendo de diversión, y luego dirige la mirada hacia la enana—. En fin, gracias por el barco chica enana. 

—Si, fue un excelente regalo, después de tantas locuras que nos suelen ocurrir cada semana —dijo Miguel sonriendo de emoción con la idea de que su clan al fin tuviese su propio barco. 

—¡Me alegro de que les haya gustado! —contesto Geir con una radiante sonrisa, luego centró la mirada en el draconiano rojo, que parecía bastante feliz por algo—. ¿Ya pensaste en un nombre para tu barco, dragoncito de rubí?

—Sí. Lo voy a nombrar "Drako Wang" (Rey Dragón) —respondió Uriel con una sonrisa confiada—. Los dragones de Asia son los gobernantes del océano en general, mientras que los dragones de Europa son los reyes indiscutibles de los cielos. Así que para viajar entre el cielo y el océano, no existe mejor equipo que un dragón de Europa y un dragón de Asia.

https://youtu.be/mWzIvOBWSJY

—¡Excelente elección de nombre! ¡Fue por eso mismo que los padres de tu novia sirena eligieron el diseño de un dragón de Asia para la proa! —dijo Geir dando tres aplausos alegres—. Te recomiendo que lo bautices con una botella, para que tengan buena suerte. La necesitaran en su próxima misión.

—¿Sabes a dónde vamos? —pregunto Raziel sorprendido.

—Si, por el maestro Yuda —explicaba Geir, haciendo memoria de algo que ocurrió hace dos días en su casa—. El maestro de la sede india de San Bestia, Yuda Uwais, llego a la herrería de mi familia, de parte de Ezequiel, para preguntarnos sobre cuanto cobrábamos por fabricar un barco. Al parecer planeaban darles a ustedes un barco personal, como recompensa por haber completado dos nuevas misiones que recibirían más tarde.

—Ya se estaban tardando —dijo Camael a modo de queja—. Literal, nosotros somos los últimos novatos de la organización en recibir un barco personal para nuestro clan.

—Pues planeaban darles uno al fin, como recompensa por completar dos misiones de alto nivel. Pero mi hermano mayor le explicó que ya habíamos construido un barco para el caballero dragón. Así que el maestro Yuda nos aconsejó que, si el barco ya estaba terminado, se los entregáramos a ustedes el día de hoy. Mi padre le preguntó el motivo de la urgencia, y el maestro solo le respondió diciendo que ustedes iban a viajar muy lejos. Específicamente a Escocia y al Reino de Albión.

—¿Y cuál es el problema en esas tierras? —pregunto Raven bastante curiosa, y también para tener precaución.

—Con el Reino de Albión, pues no hace falta mencionar que deben cuidarse de no hacer enojar a la Reina de Corazones, cuando abran la puerta oficial hacia el País de las Maravillas. Y respecto a Escocia, escuche que en la frontera de esa tierra han sido avistados familiares del credo de un Señor Vampiro; tal vez ya hayan escuchado de ellos, son el credo Yensid.

—¿Yensid...? —dijo Miguel poniéndose la mano en la barbilla, indagando en sus memorias para saber si ya había escuchado ese nombre antes, pero no recordó nada—. Al revés sería "Disney", pero ambas versiones del nombre no me suenan para nada. ¿Tú sabes algo, Raven?

—Lo suficiente —respondió Raven con un tono disgustado—. Son un conjunto de organizaciones de familiares, conformados en su mayoría por humanos resentidos con la sociedad en general, y llenos de odio y prejuicios contra los europeos, sobre todo contra la gente de piel blanca y los pelirrojos. Es dirigido por un Señor Vampiro, conocido por su alias humano "Walter Yensid", pero su nombre de vampiro es...

—Mefisto... —prosiguió Azrael, frunciendo el ceño y denotando un profundo rencor en su voz.

—Sí... Mefisto... —dijo Erzuli, también denotando un profundo odio—. Ese maldito le ha estado dando muy mala reputación a la gente de mi tierra, porque le gusta aprovecharse de los descendientes de nativos de África. Ese bastardo promueve el resentimiento que tienen esos descendientes y otros resentidos con la sociedad, para manipularlos y utilizarlos como fieles "lacayos", haciéndose pasar por su "justiciero social" o el que les dará "privilegios" en la sociedad.

—Adivinare: ¿ese tipo era en su vida humana un político? —comentó Remiel arqueando una ceja.

—De hecho sí. El único dato sobre él, del que se tiene total certeza, es que fue algún tipo de "mente emprendedora" importante en un círculo político de Estados Unidos —dijo Raven, sorprendida de ese análisis rápido por parte del joven-kitsune—. ¿Cómo lo supiste?

—Con solo la descripción de la mujer-hiena, deduzco que ese tal Mefisto tiene la mentalidad típica de un político —explicó Remiel levantando los hombros y dando un suspiro molesto.

—Pienso lo mismo —dijeron Camael y Angela al mismo tiempo, quienes al poco se sorprendieron de la irónica respuesta sincrónica entre ambos. Y tras cruzar miradas, vieron a otro lado con molestia.

—Como sea, ese tipo sabe cómo ganarse el fanatismo de la gente —decía Raven con el ceño fruncido—. A lo largo de los años ha estado reclutando a figuras y grupos destacados de todas las sociedades, que se han vendido a la discriminación contra los blancos. Un humano escritor famoso del Reino Humano de Alfheim, llamado Neil Grayman, una organización de africanos colonizadores, llamada "Amazon", y un grupo de supremacistas estadounidenses, llamado "Xilften". Tiene toda una red de contactos humanos alrededor del mundo, sobre todo en Inglaterra y Japón.

—Parece ser el Señor Vampiro con más influencia fuera de Rumania —dijo Elsa sorprendida.

—En parte sí. Él es quien se encarga de la mayoría de intentos de expandir la influencia de la Corte de las Tinieblas en tierras fuera de Europa. Mientras que los demás se ocupan de expandir la influencia en el resto de reinos europeos.

—Así es. Ese Mefisto es el más problemático de los Señores Vampiros, por su talento para conseguir compañías de seguidores —dijo Geir, ahora con una expresión seria que contrastaba con la alegre de hace un momento—. Y es bien conocido por ser el más rencoroso de todos los Señores Vampiros. Por eso, si llegan a enfrentarse a sus seguidores, será mejor que sean muy cuidadosos a partir de entonces.

—No es muy diferente a vivir en la selva —dijo Gabriel con una sonrisa divertida.

—Exactamente. Para una bestia, cada día es una lucha por sobrevivir. Nos lo apañaremos bien contra ese Señor Vampiro y su guardería de niños resentidos —dijo Jofiel con una sonrisa confiada, mientras chocaba el puño derecho en la palma de la mano izquierda.

—¡Seguro que sí! —dijo Geir, recuperando su expresión risueña al ver la confianza de los jóvenes-bestias—. ¡No todos los días se ve un clan tan peculiar como ustedes! ¡Entre todos se complementan tanto, que podrían enfrentar cualquier amenaza de cualquier tierra! ¡Ah, y antes de que se me olvide...!

Con la mano izquierda, la enana sujeto algo invisible en su cintura. Después lo levanto, y el objeto se reveló como una pequeña bolsa, la cual se agrando de forma inverosímil. Y de esa bolsa sacó una botella de vino, procedente de una marca de origen islandesa.

—¡Necesitaran esto para bautizar el barco! —dijo Geir enseñando la botella de vino.

—¡¿Qué clase de "bolsillo mágico" es ese?! —pregunto Remiel con los ojos tan agrandados que parecían salirse de sus cuencas.

—Es mi Inventario Mágico —respondió Geir con una sonrisa orgullosa, volviendo a poner el saco en la correa de su cintura, y al instante dicho saco volvió a encogerse y hacerse invisible—. Todos los herreros calificados tenemos uno, para almacenar la mayor cantidad de materiales posibles. Si quieren uno, tendrán que comprarlo en un mercado de aventureros en el Reino de Albión, o en una herrería de mi pueblo.

—¿Y en cuanto nos lo vendes tú? —preguntó Rafael, interesado en ese tipo de herramientas que sin duda les sería muy útil, y que le haría sentirse como un verdadero aventurero de una historia de fantasía.

—¡Hoy están en ofertas, así que pueden llevarse uno por cien monedas doradas! —respondió Geir con emoción.

—Paso —dijeron Gabriel, Miguel, Uriel y Camael al instante y al mismo tiempo, perdiendo de inmediato toda la ilusión de tener un Inventario Mágico al escuchar el precio tan absurdo. Algo que le causó tanta gracia a la enana que la hizo reír.

Después de la charla, Uriel tomó la botella de vino y la usó para bautizar su barco, rompiendo la botella en la popa en honor a los Reyes Dragón de las diferentes tribus. Luego voló a donde estaba el timón, y como un auténtico capitán empezó a instruir a sus compañeros en las diferentes tareas del barco.

https://youtu.be/KZLegMmsZIo

Camael se ocuparía de ser el vigía por su aguda visión natural. 

Azrael y Rafael serían los encargados de reparar el barco, además de ayudar a Remiel en alimentar el motor primario. 

Raziel y Jofiel tendrían como trabajo izar y cerrar las velas, y cuando fuese necesario preparar las defensas del barco. 

Gabriel se ocuparía de la limpieza general del barco, exceptuando los camarotes de sus compañeros. 

Y por último Miguel sería el "co-capitan" del barco, relevando a Uriel cuando éste necesitara descansar.

En cuanto al clan femenino Twilight Maidens, al tener que compartir el barco con el clan Nightfall Angels, también puso de su parte en los trabajos.

En el caso de Angela, al no contar con habilidades manuales, tuvo que ayudar a Camael con el puesto de vigía, siendo su relevo cuando él necesitase descansar. 

Erzuli, Elsa y Caroline ayudarían en la reparación del barco y también con las velas. 

Clarisse decidió ayudar a Gabriel con la limpieza del barco. 

Por último, Raven y Amitiel serían las encargadas de ayudar a Miguel y Uriel en el manejo del barco, ocupándose de controlar la maquinaría cerca de la rueda del timón.

Una vez repartido el rol principal que ocuparía cada uno de los que integraban la tripulación del barco, elevaron anclas y zarparon hacia su nueva aventura; en el puerto la enana Geir se despedía de ellos y les deseaba suerte en su nueva aventura. También estaba Nikolai, aunque solo para ver su nuevo trabajo emprender su primer viaje. 

Poco a poco el barco se alejaba de los muelles y los demás barcos que zarpaban y atracaban, mientras la calma y la alegría llenaban el ambiente de la cubierta del barco. Tanto era la calma, que lo único de lo que el grupo se podía quejar ahora mismo, era de la discusión infantil entre el capitán y el líder del clan.

—¡Ya te lo dije lobo envidioso, sé manejar este barco!

—¡Uriel, manejar un barco volador no tiene nada que ver con manejar un barco normal!

—¡Ya lo sé, pero no se diferencian mucho en realidad! ¡Solo confía en mi talento materno!

—¡Confiare en ti cuando empieces a madurar, hasta entonces yo seré el navegante principal!

—¡No voy a darte el control total de mi barco! ¡Sería como entregarle a un desconocido la custodia de un hijo mío!

—¡¿Ves?! ¡A eso me refiero! ¡No puedo confiar en un inmaduro como tú para el puesto de navegante!

Discutía Uriel con Miguel, mientras manejaba la rueda del timón e intentaba alejarlo de las manos del licántropo alemán. Por otro lado Raven y Amitiel se ocupaban de seguir estudiando los controles de la nave, mientras daban una pequeña risa divertida por la discusión infantil del joven-dragón y el joven-lobo.

Al mismo tiempo los demás miembros de ambos clanes recién terminaban de preparar el barco; izaron las velas, alimentaron el motor principal y llevaron a cubierta dos cajas con balas de cañón. Estando la mayor parte de los trabajos realizados, la mayoría de miembros del grupo ahora podía estar en la cubierta, disfrutando de la vista al mar. Pero esa calma fue desvanecida por un nuevo problema a bordo. 

—¡¡Haaaaaaaa!!

Mientras en la zona del timón ocurría la discusión infantil entre el alfa y el navegante, en la proa los demás miembros de ambos clanes se sobresaltaron al escuchar los gritos de Angela, quien salía corriendo de la cocina y se escondió detrás de Erzuli, como si hubiera visto algo aterrador. Así que todos los presentes en la proa detuvieron lo que hacían para saber qué pasó.

—Ahora ¿qué diablos sucede? —pregunto Camael con fastidio a la harpía cisne, estando sentado en el borde de la proa.

—¡Ha-a-a-ay un bicho horrible y grande en el comedor! —respondió Angela asqueada y asustada, dejando estupefactos a los jóvenes-bestia con la respuesta.

—¿Solo por eso te asustaste? ¿Es en serio? —pregunto Camael entrecerrando los ojos con incredulidad.

—Angela es muy sensible cerca de criaturas como los insectos. Le dan tanto asco que le aterra hasta una mosca grande —explicó Clarisse con una escoba en mano, debido a que ya estaba ayudando al joven-tigre a barrer el suelo.

—Interesante dato —dijo Camael con una sonrisa aún más divertida.

—¡¡Clarisse!! —exclamó Angela con furia, porque ahora su más mortal "rival" en el clan conocía ese dato sobre ella.

—¿Ahora que dije? —preguntó Clarisse de forma inocente, no entendiendo que dijo para molestar a su amiga harpía.

—Remiel, hazle un favor a la dama y ve a matar al insecto "grande y aterrador" —dijo Jofiel con una sonrisa, no pudiendo evitar divertirse también de lo miedosa que era la harpía cisne.

—¡Je, je, je! ¡En seguida príncipe león! —respondió Remiel también divertido, para luego dirigirse caminando hacia la habitación del comedor—. ¡Je, je! ¡Pero que absurdez! ¿Por qué será que a la mayoría de las hembras les aterran pequeños y diminutos insectos?

Todavía riéndose, el joven-kitsune entró al comedor. Hubo unos segundos de silencio, y justo cuando todos iban a retornar a sus respectivos labores, se oyó un grito muy infantil por parte del mismo joven-kitsune, quien al rato salió corriendo del comedor tan aterrado y asqueado como la harpía cisne.

—¡Chicos, hay un bicho gigante y espantoso allí adentro! —dijo Remiel en las puertas del comedor, tan asustado que se pensaría que vio un monstruo de pesadilla.

—¡¿Ya ven?! ¡Se los dije! —exclamó Angela, señalando el comedor con la mano derecha.

—¡No nos dijiste que el bicho era una cucaracha del tamaño de un mapache! —agrego Remiel bastante furioso.

—¿Le tienes miedo a las cucarachas? —pregunto Jofiel ampliando los ojos, y sonriendo por lo hilarante que le parecía algo como eso.

—¡Oye no me juzgues! ¡Ya deberías saber que todos son valientes, hasta que la cucaracha vuela! —argumento Remiel, aunque igual le seguía pareciendo hilarante al joven-león y a los demás jóvenes-bestia allí presentes.

—Es increible esto... —dijo Erzuli casi riéndose de la absurda situación, y entonces centra la mirada en el baghatma—. Por favor ve tú, chico tigre, que pareces uno de los más valientes de tu clan.

—Así aprovechas para limpiar el comedor de una vez —agregó Azrael, tapándose el rostro con una mano por la lástima que le daban tanto la harpía cisne como el kitsune.

—Está bien, ya voy —contestó Gabriel de mala gana y teniendo en mano su escoba—. Ven Kumal, necesitare apoyo si el bicho empieza a volar.

«Que gato grandulón tan miedoso» comentó Kumal en un maullido largo.

—No es miedo. Es solo que me incomoda cuando vuelan —respondió Gabriel, mientras caminaba hacia el comedor para hacerse cargo de la situación absurda, siendo seguido por su fiel amigo gato Kumal.

—Yo iré con él, por si acaso también hay una araña "gigante" —dijo Caroline con una actitud exasperada, para luego seguir desde atrás al joven-tigre, sin ánimos de que se presentara otra escena ridícula.

https://youtu.be/ZL7L_Dgi9pQ

Después de que los tres entraron al comedor, Caroline cerró la puerta para evitar que el bicho escapara. Unos segundos después, comenzó a oírse dentro sonidos de una mesa y sillas cayéndose, además de una escoba golpeando las paredes. Gracias a que el comedor contaba con tres ventanas que mostraban el exterior de la cubierta, se podía ver desde afuera la silueta de una enorme cucaracha volando adentro, intentando huir de los golpes de la escoba de Gabriel y los asaltos sorpresas de Kumal.

—¡Caroline, Gabriel, Kumal, ¿necesitan ayuda?! —pregunto Elsa en voz alta, preocupándose de que la situación se saliera de control.

—¡No, Gabriel y Kumal ya tienen al bicho acorralado! —respondió Caroline desde el interior del comedor, con un tono despreocupado que daba a entender que la situación estaba controlada.

—Increíble los problemas que causa un "simple" bicho —comentó Camael con indignación, mientras volvía a dirigir la mirada al frente del barco.

—Por lo menos es solo un problema de plagas —decía Clarisse con una sonrisa optimista—. Digo, ahora mismo hay tanta paz y tranquilidad, que ya nada puede...

—¡No lo digas! —le callo Camael girándose al instante para ver a la rubia británica, quien se sobresalto un poco con el repentino grito.

—¿Qué no diga qué? —preguntó Clarisse confundida.

—La frase detona problemas —explico Camael—. Este es el clásico momento tranquilo en que alguien dice esa frase, y entonces comienzan las estupideces.

—¿No estarás exagerando un "poco", Camael? —pregunto Jofiel, incrédulo de que el garuda le tuviera pavor a algo tan absurdo como eso.

—Sé que sonara descabellado, incluso viniendo de mí. Pero he leído suficientes historias para saber que cuando todo va muy bien, el gracioso de turno dice la frase maldita y todo se va a la chingada.

—Yo también he leído muchas historias, así que comprendo lo que te refieres —decía Rafael con la mano en la barbilla—. Pero en mi opinión, dudo mucho que algo así pase en la realidad.

—Pues, para quienes no lo sepan, existe una frase curiosa que dice: "la realidad supera a la ficción" —comento Erzuli con una sonrisa humorística—. Aunque para ser sincera, no tengo tanta experiencia como para afirmar si es cierto o no. Jamás pase por momentos así de surrealistas.

—¡¡Damas y bestias les tengo una buena noticia!!

Todos los presentes en la proa centraron la mirada en la zona alta del barco, donde estaba la rueda del timón y la mesa de controles. Al parecer Uriel y Miguel llegaron a un acuerdo, porque dejaron de discutir y el joven-dragón controlaba el timón con total libertad y calma, aunque el joven-lobo lucía molesto.

—¡Ya casi hemos llegado a los límites marítimos de Cathair Emerald, así que pronto podremos elevar al cielo esta belleza de los mares de Asia! —aviso Uriel con un humor risueño y emocionado que lo hacía parecer un niño en dulcería—. ¡Todo va tan bien, que ya nada puede salir mal!

Un segundo después de que dijo la frase, considerada por Camael como una "frase maldita", el aire resonó y casi todos cayeron al suelo por un movimiento brusco e inesperado del barco. Todo esto sucedió a causa de un proyectil, de alto poder destructivo, que impactó en el agua muy cerca del estribor del barco.

—¡¿Qué fue eso?! —pregunto Elsa asustada y recién levantándose del suelo tras haber caído por el movimiento brusco del barco.

—Alguien nos disparó con algún tipo de cañón. Y me juego mi melena a que lo hizo desde un barco —dijo Jofiel frunciendo el ceño, reconociendo muy bien aquel ruido.

La bala de cañón aterrizó en el agua cerca del estribor del barco, así que por lógica todos ellos miraron a dicha dirección, y no tardaron en divisar a su atacante.

Al estribor, desde los muelles, les seguía un buque de guerra también de diseño similar a un barco Junco, con velas negras y estructura acorazada intimidante. Lo más destacado del barco, era que la estatua de su proa tenía el diseño de un esqueleto humanoide con cuernos, sus velas portaban la imagen blanca de un delfín, y su tripulación eran criaturas vestidas con armaduras y ropajes de origen japonés, que Remiel y Uriel reconocieron como monstruos Yokais.

¡Me cago en la leche, es que hablo y sube el pan! —se quejó Uriel en su lengua española, golpeando con la mano el timón de una forma que de milagro no lo partió.

—¡Pues entonces no abras tu estúpido hocico! —dijo Angela, entendiendo lo que decía el draconiano rojo en idioma español, y empezando a entrar en una crisis nerviosa. 






Próximo capítulo: Piratas de Japón. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro