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Capítulo V: Tres Bestias, una Trinidad (II)

"...Caperucita Roja no sabía que esa criatura pudiera hacer algún daño, y no tuvo ningún temor hacia él."

—Caperucita Roja de los Hermanos Grimm.

[Francia. 1881]

https://youtu.be/06H_6oI4EK4

Podría ser una noche como cualquier otra, pero no. Esa noche era especial; en esa noche por fin la hermana mayor de Miguel le presentaría a él y a sus padres su primer amigo fuera del Bosque Oscuro.

El joven-lobo ahora tenía 15 años. Su cabello había crecido a una longitud considerable. Media alrededor de 1,68 m y poseía una marcada musculatura. Además llevaba una camisa y pantalón similares a los que tenía a los 13, pero un poco más elegantes y modernos.

Cuando la hermana de Miguel, Caroline, cumplió los 9 años comenzó a manifestar el "don" heredado del padre de ambos. Y cuando llegó la luna llena, fue cuando ella obtuvo su primer "cambio", y también fue cuando sus padres les revelaron su verdadera herencia; su madre, Valerie, era humana. Pero su padre, Ismael, era una bestia de especie licántropo (hombre-lobo).

Sin embargo cuando Miguel cumplió los 9 años no manifestó su primera transformación. Mucho antes él ya poseía algunas habilidades lobunas, como el buen olfato y visión nocturna, pero más allá de eso, nada. Pese a esto, el hecho de que él no se transformara, podría implicar que sería un "humano normal", ya que era común que los cambios comenzarán a partir de los 9 junto con la transformación.

Si ambos padres eran el mismo tipo de bestia, el hijo heredaría la forma a partir de los 9 años. Y en caso de que los padres fuesen bestias de especie distinta, habría un 50% de probabilidades de que el hijo herede la forma de alguno de sus padres a partir de los 9 años. Otro dato importante a mencionar es que se ha visto casos raros, donde el hijo se transforma antes de cumplir los 9 u obtiene una o dos características de su forma bestia. Incluso hay muy raros casos donde nacen ya transformados, lo que puede llevar a la muerte de la madre si ésta no está en su forma bestia.

Pero si alguno de los padres fuese humano, la transformación suele no ser a los 9, sino más adelante. No obstante si el hijo no cambia hasta los 15 años, oficialmente sería humano por la carencia de lo que se conoce como "Genes Bestia" y "Células Bestia". En la actualidad aún se desconoce mucho acerca de estos extraños genes y células; todo lo que se sabe es que los genes son lo que determinan la especie de bestia, mientras que las células bestia, las cuales se encuentran en la sangre, son lo que permite a la bestia transformarse; siendo la luna llena el detonante principal más común.

Sin embargo las Células Bestia no son del todo "naturales", porque no sólo se heredan de padres bestia, o se adquieren cuando un humano normal se contagia de ellas bebiendo sangre de una bestia, o siendo mordido por una bestia con saliva venenosa (como los licántropos). También al parecer pueden "manifestarse de la nada" en el organismo humano, cuando éste es poseído por el alma de un animal, o recibe una maldición en especifica. Y cuando el humano es infectado por estas células, su genética junto con el resto del organismo comienzan a "purificarse", eliminando así todo rastro de humanidad, hasta convertir al humano en una bestia en específico.

Aunque los humanos y las bestias sean dos razas distintas, tienen algo en común, y es que ambas en el principio "nacieron" a partir de simples animales. Del mismo modo en el que el ser humano se originó de un simio, las bestias hicieron lo mismo, solo que de otros animales. Pero en contraste con los humanos, las bestias jamás abandonaron sus fisonomías primitivas —las cuales se manifiestan aún más en su forma bestia—. Por esto último los humanos no son parte de la raza bestial, y también por otro detalle que diferencia genéticamente a ambas razas: los humanos primitivos se mezclaron con los descendientes de los primeros humanos modernos, aquellos hechos a imagen y semejanza de los dioses.

Otro dato importante que hay que mencionar respecto a las bestias es que los denominados "cambiaformas" (humanos que se convierten en animales completos) no son considerados bestias u hombres-bestia, ya que las bestias son criaturas que, en su forma humana, mantienen algunas características de su verdadera forma, y cuando cambian a su verdadera forma siempre va hacer similar a un animal antropomórfico (animal con torso y brazos humanos). Es por esto que un hombre que se transforma en un lobo normal no es considerado licántropo, mientras que un hombre que se transforma en un lobo antropomórfico sí.

Tomando todo lo explicado en cuenta, y dado a que las bestias y los humanos son semejantes hasta cierto punto, la mezcla entre ambas razas puede llevar a que sus descendientes sean impuros (bestia impura o humano impuro). Lo que da como resultado que el hijo de padres humano y bestia puede carecer de células bestia, y a su vez de genes bestia. Y si no posee las suficientes células no podrá transformarse; haciéndolo "humano", aunque conservando algunas células y genética de su herencia bestial, lo que podría hacer que éste tenga una o dos características de dicha herencia.

Por eso los padres de Miguel creían que él sería "humano". Pero después de aquella noche, cuando él entro al bosque oscuro y salvó a Raven, empezó a cambiar. Primero fue el aumento de los otros sentidos, seguido del incremento abrupto de sus habilidades físicas, y después se transformó por primera vez en la siguiente luna llena.

Fue oficial que Miguel también era un licántropo.

Un año después de eso, en cierto día, Ismael llegó a la casa acompañado de un desconocido que, según él y su esposa Valerie, era hijo de uno de aquellos hermanos alemanes quienes le habían dado la misión a su descendencia de ayudar a Ismael y Valerie; una misión que cumplió aquel hombre desconocido, pues fue gracias a él y a aquellos hermanos alemanes que Ismael y Valerie lograron esconderse en el Bosque Oscuro.

No solo a esconderse de la sociedad humana, sino también del temible Consejo de las Bestias; una organización y gobierno secreto con sede principal en Alemania, y con extensiones en otras regiones europeas, que regula las actividades de las bestias en Europa. Y es una de las muchas organizaciones individuales que se ocupan de mantener la existencia de la "Sociedad Sobrenatural" en secreto.

Pero desde que uno de los jóvenes miembros del Consejo de las Bestias, llamado Amadeus Borgia, ascendió al Rango Alfa (máxima autoridad del consejo), las leyes cambiaron, y se creó un nuevo gobierno que prohíbe la coexistencia pacífica entre bestias y humanos. Entre las nuevas leyes está la de que si una bestia desposa o tiene descendencia con un humano, serán ejecutados por herejía y manchar la pureza de la raza bestia.

El nuevo Consejo de las Bestias no solo tenía intolerancia hacia los humanos y los impuros. También, en secreto, abusaban de otras bestias más débiles y con pocos recursos. El Consejo de las Bestias se convirtió en una dictadura por Amadeus. Pero ese cruel líder sigue en el poder, a base del miedo y el control que tiene, por medio de distintos sobornos, engaños y fieles seguidores.

https://youtu.be/ji6xg0dY5os

Es por esa organización que la familia de Miguel vivía aislada de ambas sociedades; a esto se refería la madre de Miguel, sobre que no los aceptarían afuera del Bosque Oscuro. Es por eso que ellos vivían refugiados en aquel bosque. Y el cómo lo hicieron fue gracias a dos hermanos alemanes.

Eran un par humanos que tenían la capacidad de ver "fragmentos del futuro". Hasta ahora se desconoce el alcance de sus visiones, y cuanto del futuro podían ver, ya que no compartieron mucha información de todo lo que veían, ni mencionaron nada de eso al resto de su familia, excepto a sus descendientes y amigos de confianza (aquellos que conocían de la existencia de la Sociedad Sobrenatural).

No obstante debido a que ellos escribieron miles de cuentos, muchos basados en el folclor alemán, se cree que entre esos cuentos algunos eran partes de historias del futuro, o al menos, estaban basadas o inspiradas en un acontecimiento próximo. Y en parte tenían razón. Un ejemplo de ello era el cuento de "Caperucita Roja", y los relatos donde aparece el "Lobo Feroz".

Al parecer ellos habían visto el oscuro futuro que le aguardaba a muchas de las personas y criaturas, de las que se inspiraron para hacer algunos de sus cuentos. Por eso, le encomendaron a sus descendientes la misión de ayudarlos: entre esas personas y criaturas, estaban el hombre-lobo Ismael y la humana Valerie. Y después de que aquel hijo de uno de los hermanos ayudó a la pareja a esconderse, estos no volvieron a saber de él, hasta ahora.

El invitado y descendiente de aquellos hermanos alemanes que los ayudo, se llamaba Auguste Grimm. Y tras muchos años había vuelto a visitarlos, para a ofrecerles una nueva oportunidad; una oportunidad de ir a un mejor futuro.

Miguel y Caroline estaban afuera en el jardín, mientras que Ismael, Valerie y Auguste debatían en el comedor, cada uno sentado en una silla frente a la mesa.

—Sé que gracias a mi padre y mi tío han estado a salvo aquí durante años. Pero no hace falta "visiones del futuro" para saber que esto no durará mucho. Y merecen algo mejor que estar aquí, aislados del mundo y rodeado de terribles criaturas —dijo Auguste bajando la mirada con suma seriedad.

—¿Pero qué hay del Consejo? Cuando renuncie y me fui de allí, no fue a las buenas. Y dudo mucho que esa vieja comadreja no me guarde rencor.

Dijo con seriedad un hombre que parecía rondar entre los 28 y 30 años; de piel clara semi-morena, constitución musculosa, cabello negro, ojos marrones, camisa manga larga hasta los codos de color marrón, pantalón gris y zapatos negros. Era el padre de Miguel y Caroline; Ismael Wolf, el hombre-lobo que inspiró al personaje "el Lobo Feroz".

—Todo ha cambiado afuera en los últimos años. El Consejo ya no tiene mucha influencia en Francia, y estamos muy cerca de la frontera francesa —explicó Auguste alzando la mirada para volver a ver a la pareja.

—No lo sé señor Grimm, esto es muy arriesgado —dijo, bastante preocupada y temerosa, la madre de Miguel y Caroline; Valerie Rosenthal. La humana que inspiró el personaje "Caperucita Roja".

—No se preocupen, conozco un buen lugar cerca de un pueblo bastante tranquilo. Un lugar donde el Consejo no los encontrara. Sé que aun así es peligroso. Pero también deben pensar en sus hijos —decía Auguste juntando los dedos de las manos, con tono directo e igual de preocupado que la pareja—. Ellos no conocen la civilización.

»Y por lo que me contó usted señor Ismael, el joven Miguel ya salió del terreno de la casa y entro al bosque para salvar a una desconocida, y usted tuvo que salvarlos. Ahora es muy probable que Miguel y Caroline ya estén pensando en adentrarse aún más al bosque, e incluso ir al pueblo. No pueden retrasar lo inevitable. Ellos tienen que conocer el mundo exterior; no crecer aquí y ser como los monstruos del Bosque Oscuro.

Aquellas palabras hicieron reflexionar bastante a Ismael y Valerie sobre la situación; lo debatieron una y otra vez, hasta que al final por fin decidieron hacer caso a Auguste Grimm, y una vez más con su ayuda partieron a otro lugar: a Francia. A principios de 1881 se mudaron cerca de un pueblo, ubicado justo al lado de un castillo perteneciente a una encantadora familia noble llamada Dumont. Sin embargo no todo iba a ser color de rosa.

Por precaución y debido al increíble parentesco entre Ismael y Miguel, ambos iban a estar separados de Valerie y Caroline por un tiempo. Aparte había otro detalle a solucionar: Caroline al haberse transformado a los 9 años, casi siempre mostraba características de lobo a propósito porque la hacía sentir libre y que era ella misma. Sin embargo ahora tendría que evitar a toda costa mostrar las características de lobo en público, lo cual no iba a ser tan fácil.

Ella al estar tan acostumbrada a transformarse, las emociones fuertes o la presencia de luna llena hacen que Caroline tienda a mostrar los colmillos, ojos azules e incluso orejas de lobo. Por eso ahora la joven tenía que usar la capucha roja (hecha por su madre) casi todo el tiempo para ocultar mejor esos cambios leves.

Aunque la familia iba a estar separada por un tiempo, hicieron planes para reunirse cada domingo por la noche en el bosque en el territorio de los lobos; un pequeño campo abierto a veces iluminado por la luz de la luna, que curiosamente estaba muy cerca del Castillo Dumont.

De momento no había problemas ni inconvenientes para la familia, hasta que en el cuarto domingo, cuando Caroline iba llegando tarde a la reunión familiar, en el camino conoció a un chico humano, con quien formó una amistad; era un joven de la familia Dumont.

Miguel, al igual que su padre, tenía la preocupación a flor de piel al enterarse sobre eso. Valerie por el contrario estaba muy feliz, porque creía que su hija pasaba por lo mismo que ella en su niñez —cuando conoció a Ismael—, a pesar de que la misma Caroline afirmaba —bastante nerviosa— que aquel chico era solo su amigo, y que de todos modos él no podría verla como algo más por la diferencia de edad que ella le llevaba (Caroline era dos años mayor que él). Pero Valerie se divertía diciéndole que esa insignificante diferencia de edad no era excusa suficiente, como para que no existiera una futura relación.

Después de varios encuentros entre Caroline y el chico, el resto de la familia ya querían conocer qué tipo de chico era él como para haberse ganado la amistad y confianza de la chica-lobo. En especial porque ella ya estaba teniendo ideas de revelarle su "otra cara" a él.

Que la chica-lobo confiara en ese humano hasta ese punto hizo que Ismael y Valerie tomaran la decisión de permitirle a ella traerlo a la reunión familiar el próximo domingo. Pero entonces surgió algo inesperado: un día llegó al pueblo un amigo de Auguste, quien les entregó un mensaje de éste último para informarles que los visitará ese mismo domingo durante la noche, porque quería hablar con ellos sobre algo que incluía a Miguel.

Si, esa noche tendrían dos importantes visitas.

Ismael y Valerie querían posponer una de las dos visitas. Pero el amigo de Auguste Grimm explicó que no podían posponer su visita porque era muy urgente. Además Caroline no quería posponer la suya porque estaba ansiosa por presentarles lo más pronto posible a su primer amigo fuera del Bosque Oscuro —que no era animal—, y los padres de Caroline también querían conocerlo para ver por si mismos si el chico era una buena persona; una persona digna de estar con la chica-lobo, quien jamás ha socializado con nadie más que con su familia y los lobos del bosque.

Con dos visitas urgentes en el mismo día (o mejor dicho noche), en pleno campamento familiar, a Ismael y Valerie no se les ocurrió otra cosa más que recibir ambas visitas: primero conocerían al joven Dumont, y en cuanto Auguste llegará, Caroline, Miguel y el joven Dumont caminarían por el bosque para conocerse mejor —sobretodo a éste último—, también para que así quizás Miguel también pudiera socializar con alguien más.

Entonces llegó el esperado domingo y cayó la ansiosa noche en que ocurriría la reunión; el lugar de encuentro era el mismo campo abierto, el cual justo ahora tenía la luz la luna llena dándole un aspecto azul y fantástico. Caroline fue a buscar a su amigo humano, mientras tanto Miguel, Ismael y Valerie los esperaban allí en el campo.

La madre de los jóvenes-lobo llevaba un vestido rojo y negro simple igual al de su hija, e Ismael llevaba una camiseta azul con chaqueta y pantalón gris. Podrían ponerse algo más elegante, pero era todo lo que tenían.

Auguste aún no había llegado, y mientras Caroline traía a su amigo al campamento familiar, Miguel y sus padres dialogaban cómo sería ese chico; dado a que pertenecía a una familia de muy alta clase, lo más probable que ellos pensaban era que fuese como un príncipe o algo parecido. Aunque eso no les importaba a Miguel y a su padre; mientras no se atreviera a lastimar a Caroline, todo estaría bien.

Después de un largo rato de espera, de entre los árboles a la luz de la luna llena al fin apareció Caroline acompañado de su amigo: Gabriel.

Miguel y sus padres esperaban a alguien de apariencia noble con un traje costoso. Pero parecía un chico común y corriente de clase social bastante baja, e incluso tenía un aire rebelde y a la vez humilde; casi como un joven que ha vivido en la selva. Sin embargo después de que Ismael diera otra breve observación, gracias a su gran experiencia y conocimiento, pudo ver que el chico no era humano; era algo que él no esperaba para nada ver en Francia, o tan siquiera en el continente europeo.

https://youtu.be/beL5yKYlh18

—¡Caroline! ¡Aléjate de él en seguida! —exclamó Ismael alarmado y poniéndose alerta, como si estuviera frente a un verdadero y aterrador monstruo, lo cual confundió y preocupo bastante su esposa e hijos.

—¡¿Papá qué te pasa?! —preguntó Caroline sobresaltada de la inesperada reacción de su padre—. ¿Por qué...?

—¡Él no es humano; es un baghatma! —interrumpió Ismael a su hija, mostrándose aterrado como jamás ésta última, ni Miguel ni la misma Valerie han llegado a ver.

Entonces un brillo azulado envolvió a Ismael como fuego, y éste comenzó a cambiar: su cuerpo aumenta de tamaño al igual que su musculatura, destrozando la mayor parte de su ropa y dejándolo con solo un pantalón un poco roto. Luego le creció un espeso pelaje gris por todo el cuerpo, seguido de una alteración de las rodillas hasta los pies, que los hizo similares a las extremidades traseras de un lobo, pero manteniéndose erguido.

Sus ojos cambiaron a dorados. Luego su rostro se alteró de forma asombrosa y a la vez brusca, hasta ser como la cabeza de un lobo. Y por último le creció una cola de dicho animal. Se había transformado en lo que parecía un enorme lobo antropomórfico; Ismael acababa de cambiar a su forma bestia: un hombre-lobo gris.

Era difícil decir que sorprendía más a Valerie, Miguel y Caroline; que Ismael estuviera tan aterrado, o que se transformará así de repente frente a un desconocido. Pero el que parecía más sorprendido sin duda era el mismo Gabriel.

—¡¿Qué?! ¡¿De qué estás hablando papá?! —decía Caroline llena de confusión y preocupación. Y es por esto que en vez de hacerle caso, decidió proteger a Gabriel, poniéndose delante de éste último. —¡Espera papá! —trataba de razonar Caroline de forma desesperada y alzando los brazos hacia adelante—. ¡Padre cálmate! ¡Por favor no lo lastimes!

Ismael estaba por darle otra advertencia a su testaruda hija. Pero para la mayor sorpresa de todos, en especial para Caroline, un fuego rojizo empezó a envolver a Gabriel, y mientras se destruía casi toda su ropa, dejándolo solo en pantalones semi-rotos, su apariencia también cambiaba; se había transformado en hombre-tigre, dejando a Miguel y Valerie en total shock, e incluso la misma Caroline se alejó de él, sorprendida por completo al ver que el joven Dumont también era una bestia.

Pero la chica-lobo no sentía miedo; al contrario le invadió una inmensa alegría casi antinatural al verlo así, sobretodo al ver sus ojos verdes.

—Señor cálmese. Se lo advierto, no me desafié... —advertía Gabriel, mostrando sus colmillos con ferocidad y alargando sus garras de forma similar a como lo hace un felino.

No obstante Ismael hizo oídos sordo a su advertencia y avanzó directo hacia él para atacarlo; las manos del Lobo Feroz fueron cubiertas por un resplandor azulado, mientras él se disponía a ejecutar un zarpazo derecho. Pero un destello rojizo cubrió durante un segundo los verdes ojos de Gabriel, y éste con la mano izquierda atrapó el brazo de Ismael con una facilidad absurda.

Antes de que Ismael contraatacara, quedó congelado de la sorpresa cuando vio una energía rojiza cubrir la otra mano de Gabriel. Y acto seguido, en menos de un parpadeo, el Lobo Feroz sintió un poderoso golpe en el rostro, que lo envió volando hacia atrás, para luego estrellarse contra un árbol, derribando el mismo con el impacto.

"¿Cómo?... Esa energía fue igual... pero mucho más fuerte... ¿Acaso copio mi habilidad?", se pregunta Ismael en sus pensamientos, desorientado y muy sorprendido, al mismo tiempo en que trataba de levantarse con dificultad debido al dolor por el golpe recibido.

Valerie se llenó de miedo y preocupación al ver lo que le sucedió a su marido, por lo que corrió hacia donde él cayó para ver si estaba mal herido. Mientras tanto Miguel miró con furia salvaje al hombre-tigre, y una luz azul empezó a cubrirlo como fuego, cambiándolo a su forma bestia; su camisa y parte del pantalón fueron destrozadas a medida que su tamaño y musculatura aumentaban, y su apariencia cambiaba hasta convertirse un hombre-lobo igual que su padre, pero un centímetro más bajo y con pelaje color negro.

—¡Considérate gato muerto! —exclamó Miguel entre furiosos gruñidos de lobo, mientras una luz azul eléctrica envolvía sus manos, y sus ojos dorados gañán el mismo brillo.

—Escucha perro al señor le di una advertencia. A ti también te lo advierto. No eres un mal tipo, así que no quiero hacerte daño —decía Gabriel, ahora empezando a denotar una creciente furia en su mirada, al mismo que, una vez más, sus ojos liberaron un destello rojizo por un segundo, y después sus manos fueron cubiertas por una energía rojiza eléctrica muy similar a la de Miguel.

—¡Deténganse! —gritó Caroline desesperada, preocupada y molesta, intentando evitar que su hermano y su amigo se matarán entre sí.

Sin embargo el hombre-tigre y el hombre-lobo en vez de escucharla, se prepararon para su inminente confrontación, la cual iba a ser muy sanguinaria. Pero de la nada un tronco cayó en medio de ambos, impidiendo que se diera inicio a la pelea. Y en la dirección de donde vino el tronco, se escuchó a un desconocido gritar bastante disgustado:

—¡¿Oigan acaso no pueden solo hablar?! ¡¿Por qué será que siempre los perros y los gatos pelean?!




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