Capítulo LXXIII: Yo Soy el Rey Tigre Rudra
"...Es el soberano del cielo y el señor de la tierra."
—Atharvaveda, libro 11: himno 2.
https://youtu.be/9jAYSidsn7Y
[Lado Sur del Reino de Corazones].
Desde el inicio ya empezaba a verse que el combate sería todo menos eso; ha sido una total masacre unilateral.
Raiden Tameemon, el famoso "Rikishi sin Igual" y "Defensor de los Débiles", estaba tumbado sobre un charco de su propia sangre, sin brazos y con la cara deformada por una palmada. El área dentro del círculo de lava estaba casi repleta de sangre, con decenas de partes de brazos y varios dientes rotos.
Mientras tanto el baghatma Gabriel Khanom estaba de pie, bebiendo la sangre que salía del brazo amputado de Raiden, como si de una jarra de cerveza se tratase. Era un espectáculo tan grotesco como aterrador, que sin conocer el contexto cualquier humano pensaría que el "bueno" era Raiden y el "malo" era el hombre-tigre.
El combate ha sido frenético y sangriento. Raiden intentaba todo lo que sabía, llegando incluso a usar técnicas especiales con la magia de su Volund para agrandar sus músculos. Pero nada funcionaba.
Gabriel no llegó a utilizar ni la más simple de sus técnicas, y además esta pelea le traía recuerdos de un momento importante de la existencia de Rudra; el día en que el Rey Tigre derrotó al Valhalla y al guerrero humano Siegfried, para salvar a la legendaria Capitana Valquiria Brynhildr (Brunhilde), quien después se uniría al harem de Rudra como concubina.
En esos recuerdos Gabriel pudo ver más o menos cómo Rudra anuló el vínculo Volund entre Siegfried y Brynhildr, salvando a ésta última de morir al final del combate. El problema radica en poner a prueba lo visto en esos recuerdos, algo que hasta ahora Gabriel no ha intentado y todavía le faltaba práctica en usar el Chi para interactuar con la magia.
—Doscientas derrotas —dijo Gabriel, terminando de beber la sangre del brazo amputado para después comer un pedazo, como si fuera un muslo de pollo—. Te he sacado del círculo cuarenta y ocho veces, puesto de rodillas sesenta y siete veces, y con esta te he derribado ochenta y cinco veces. En las reglas del sumo hacen un total de doscientas derrotas. Creo que estás en una pequeña mala racha.
—Hijo de perra... —murmuró Raiden con absoluta rabia, mezclada con una terrible dolencia. Y con un máximo esfuerzo, comenzó a ponerse de pie otra vez, mientras caían los últimos dientes de su boca, junto con líneas de sangre. Luego empezaron a regenerarse de nuevo sus brazos y dientes a una velocidad sobrenatural.
Pero mientras su cuerpo se reconstruía una y otra vez por su magia Volund, su mente y espíritu se quebraban más. Nunca nadie lo había humillado de esta manera tan cruel, ni siquiera Ezequiel Norris. Literalmente lo único que hacía era alimentar con su propia carne y sangre al baghatma, como una reserva de carne andante; este pensamiento, al cruzarse por la mente de Raiden, lo volvió a enloquecer de rabia.
—¡Bestia inmunda, no soy una reserva de carne andante! —exclamó Raiden con sus ojos brillando de eléctrico color morado, mientras condensaba gran parte de su masa muscular en su mano derecha, dándole un tamaño tan amplio como su torso.
Iba a utilizar una versión mejorada de la técnica Harite del Sumo, que en el estilo Kaminarikishi [Hombre Fuerte del Trueno] de Raiden era su tercera Técnica Prohibida, la cual él rebautizó como Suzaku [Pájaro Bermellón].
—¡Y tú solo eres una escoria que debería comer vegetales como cualquier escoria come currys de tu clase! —agregó Raiden con una sonrisa burlesca, moviendo su gigantesca mano derecha en una amplia bofetada.
Y como sus anteriores dos Técnicas Prohibidas, fue inutilizada por la fuerza bruta de Gabriel, cuando de un solo golpe del puño izquierdo frenó en seco la enorme mano derecha de Raiden, aparte de hacerle un gran agujero en la palma.
—Aborrezco el curry —respondió Gabriel con indiferencia y lanzando el brazo amputado que comía—. Y de comida vegetariana solo me gustan las uvas, las manzanas y los duraznos —Gabriel procedió a patear el estómago de Raiden, aplastando sus órganos internos, aparte de mandarlo a volar fuera del ring—. Doscientas... y una... derrotas.
El rikishi escuchó la enumeración de su nueva derrota en reglas de sumo, y eso lo hizo ponerse de pie bastante rápido. Pero debido a sus heridas todavía sin sanar cayó arrodillado casi de inmediato, vomitando sangre y con su mano derecha volviendo a su tamaño normal a la vez que se regeneraba.
—Maldición... maldición... —murmuraba Raiden con sangre todavía escurriendo por sus dientes—. Esto no puede estar pasándome. Se supone que yo soy el que debe brillar... el que debe humillar a esta escoria hindú.
—Lo siento, Seki Tarokishi —decía Gabriel con burla cruel—, pero aquí no hay nacionalismo ni autores budistas que te salven de ser humillado por un indio hinduista.
—Maldita bestia... —gruñó Raiden con odio puro, y escupiendo más sangre por las heridas en su orgullo. Todo esto que sucedía lo estaba destruyendo en mente y espíritu.
Era una horrible contradicción a lo que él creía que pasaría, cuando Qin Shi Huang le encomendó esta misión...
—Kukulkan, Thor y Fujin serán los encargados de conquistar el portal. Si ellos caen, la misión recaerá en tus manos, Tameemon Raiden. Tengo confianza en que podrás manejarlo por tu cuenta, porque eres el más poderoso de todos mis guerreros y los de Mefisto. Honestamente, eres incluso mucho más poderoso de lo que fuimos Lu Bu y yo en nuestras épocas doradas como humanos. Siéntete orgulloso, eres fuerte.
Fueron las palabras de Qin Shi Huang, cuando empezó a explicarles a sus comandantes las tareas que desempeñarían durante la invasión. Esas palabras motivaron a Raiden y encendieron sus ansias de querer otra revancha contra Ezequiel Norris.
Ahora todo ese orgullo renovado estaba siendo destrozado, de nuevo, por una bestia de la India.
"Ya he usado casi todo lo que tengo, incluso tres de mis Cuatro Técnicas Prohibidas. Y nada funciona. Esta escoria hizo lo que quiso conmigo con solo fuerza bruta... Esto no puede ser más humillante... No tengo otra opción que usar mi mejor ataque", fueron los pensamientos de Raiden, estando al borde de la locura.
https://youtu.be/ZniEkSBk_V8
Después de que su cuerpo terminó de regenerar cada herida, camino hasta entrar de nuevo al círculo de lava. Se mantuvo en el límite del círculo y separó los pies, poniendo el derecho adelante y el izquierdo atrás, con las manos abiertas, teniendo la derecha hacia adelante y la izquierda hacia atrás. Entonces los músculos de todo su cuerpo comenzaron a moverse, comenzando desde los pies hasta arriba, finalizando en el brazo izquierdo.
"Está concentrando toda su fuerza muscular en su mano izquierda. Lo que sea que viene es mucho más fuerte que todos sus trucos anteriores", pensó Gabriel, comprendiendo que lo mejor y lógico será esquivarlo. Pero cuando se preparó para eso, un pensamiento cruzó por su mente y lo hizo mirar de reojo hacia atrás.
Justo en ese instante Raiden se impulsó hacia adelante, con la fuerza muscular de todo su cuerpo concentrada en sus piernas. Y durante el trayecto movió toda esa fuerza muscular hacia el brazo izquierdo, mientras se preparaba para atacar con la palma abierta.
Era la técnica Teppo del Sumo y también la más fuerte de las Cuatro Técnicas Prohibidas de Raiden, que en su estilo Kaminarikishi recibía el nombre de Yatagarasu [Cuervo de Ocho Palmos].
Siendo un ataque en el que se concentraba toda la fuerza muscular en un solo punto, el golpe podría matar incluso a oponentes mucho más fuertes que Raiden. Y Gabriel, en vez de esquivarlo como ya lo había planeado, cruzó los brazos al frente en un intento por bloquearlo.
Toda la zona se sacudió por un aterrador temblor, acompañado de una onda expansiva que partió la tierra y el cielo en una línea horizontal delante de Raiden. Lo más increíble fue que no se escuchó ni el más leve movimiento de las hojas, como si todo el sonido hubiera desaparecido por unos segundos.
Raiden tenía una arrogante sonrisa de victoria mientras frente a él, donde antes estuvo parado el baghatma, ahora solo había una cortina de tierra y polvo. Estaba tan convencido de que había ganado el combate que para él fue como despertar de una horrible pesadilla, para después caer en una peor cuando la tierra y el polvo se disiparon.
—Ma... masaka... —dijo Raiden en japonés, retrocediendo un paso con los ojos tan abiertos del shock que parecían pelotas de golf.
Al límite del círculo de lava se encontraba Gabriel, todavía de pie y cubriéndose con los brazos, aunque sus brazales y camisa fueron hechos pedazos por la potencia del golpe, dejando sus pantalones holgados como única vestimenta.
"Es mi más poderoso ataque, y es más fuerte que la última vez que lo use. Esta escoria hindú debería haber perdido los brazos como mínimo por intentar bloquearlo", fueron los pensamientos de un Raiden incapaz de aceptar lo que sus propios ojos veían.
Lo cierto es que Gabriel no salió del todo ileso del ataque; mientras él bajaba los brazos con lentitud y cuidado, escupió sangre y por un momento dio la sensación de que estaba a punto de caer. Tenía fracturas leves en los huesos de ambos brazos, y casi todo su cuerpo estaba entumecido. Todo esto por haber tenido que soportar los efectos del impacto.
Decidió recibir y absorber el ataque en lugar de esquivarlo, por una razón que su hermana adoptiva, Rosabella Dumont, comprendió bastante rápido.
—Mi hermano nos salvó... —dijo Rosabella con sorpresa y a la vez angustia, ganándose la atención de los que estaban cerca de ella—. Él pudo haber esquivado el ataque. Pero al último segundo se dio cuenta de que nosotros estábamos detrás de él. Y cuando el monstruo japonés inició el ataque, ya era muy tarde para cambiar de lugar. Así que mi hermano solo pensó durante ese instante en quedarse donde estaba para recibir todo el impacto, y evitar que el efecto del golpe llegara hasta nosotros, o que el monstruo japonés continuase avanzando hasta aquí.
"Esta cachorra, sorprendentemente, no se equivocó en nada. Ese gato maldito nos protegió de un ataque aterrador; incluso el mismo impacto creó un vacío que devoró el sonido a cientos de metros. Ni siquiera yo me siento capaz de salir vivo intentando bloquearlo", pensaba Ismael, sorprendido tanto por el entendimiento en combate de la joven Dumont, como por el hecho de que el baghatma sigue en pie después de recibir un ataque así.
Mientras tanto Raiden todavía estaba en un estado de shock, y luego retrocedió un pasó por miedo instintivo cuando Gabriel empezó a caminar hacia él, soportando el dolor y los efectos del golpe con una resistencia y temple casi divina.
—Los débiles... —decía Gabriel, con un semblante sombrío y un tono bajo, pero elevó más la voz para que pudiera ser escuchado—. Seki Tarokichi... ¿Qué son los débiles realmente para ti?
—¿Qué? —dijo Raiden, todavía no entendiendo bien porque apenas estaba despertando del estado de shock—. ¿Por qué preguntas eso ahora?
—En Japón dicen que defiendes a los débiles, que eres un guerrero de los débiles y otras patrañas parecidas. Pero hoy demostraste que también atacas a personas mucho más débiles que tú. ¿Por qué?
—Es muy simple —decía Raiden, cambiando a una expresión indiferente—. Los débiles de otras tierras no me importan, porque sus vidas valen menos que las de un japonés. Y honestamente, aunque me enviasen a luchar por la salvación de toda la humanidad, solo pelearía por mi aldea, el sumo y los débiles de mi tierra. Mi madre me dijo que usara mi fuerza para defender a los débiles, y eso hago. Protejo a los débiles de lastimarse y morir por culpa de su inutilidad. Lamentablemente hay débiles ilusos que se creen fuertes y capaces de lograr algo. Así que les enseñó la realidad para que conozcan su lugar y dejen a los verdaderos fuertes encargarse de todo.
—Y con "verdaderos fuertes" te refieres a los que son fuertes desde el nacimiento como tú, ¿No?
—¡Ja, ja! Obviamente. Un débil siempre será débil sin importar cuánto se esfuerce. En cambio los verdaderos fuertes como yo podemos llegar a cimas más altas, hasta superar a los mismos dioses. Y es nuestro deber cuidar de los que están debajo de nosotros, incluso si es contra su voluntad. Después de todo, un niño debe obedecer las órdenes de su padre sin cuestionar porque es por su bien.
—Niños... Así es como percibes a los débiles... Crees que los débiles jamás podrán ser fuertes, y deben ser sobreprotegidos como criaturas incapaces de defenderse por sí mismos. ¡Je! —Gabriel sonrió con sarcasmo y cerró los ojos—. Ya sabía que alguien como tú jamás podría identificarse con los débiles.
Raiden arqueó una ceja por confusión y retrocedió otro paso cuando el baghatma dejó de caminar y abrió los ojos, mostrando un brillo severo y cruel en esos fieros iris verdes, que era señal del inminente despertar de una fuerza salvaje.
https://youtu.be/2hx3ywI8Eeo
Deva 47%, 36%.
Asura 53%, 64%.
—¿Alguna vez has sentido la rabia de no tener la suficiente fuerza para defenderte de quienes te lastiman día a día? ¿Sabes cómo se siente que la gente a tu alrededor te pisotee y no tengas la fuerza para detenerlos? ¡¿Puedes siquiera imaginar la impotencia de ser débil?! —decía Gabriel en voz alta, dejando de sonreír y empezando a expresar por fin el dolor que por años se ha guardado.
Rosabella no pudo evitar llorar de solo escuchar las palabras de su hermano; también fue lo mismo para su madre, e incluso su padre estaba sorprendido. Ellos no imaginaban llegar a ver al baghatma expresar tales sentimientos que demostraban su lado más emocional y empático.
En cambio Raiden permanecía en silencio, porque en realidad era así; aunque en su juventud como aprendiz de sumo perdió muchas veces contra su instructor, esas derrotas se debieron a que Raiden no quiso utilizar su fuerza real. Las únicas "impotencias" que Raiden ha experimentado fueron la de pasar hambre por falta de dinero, la de no utilizar todo su poder sin lastimarse el cuerpo, y por supuesto la de no poder tener relaciones sexuales sin sus píldoras de virilidad.
Las únicas veces que en verdad sintió algo parecido a ser muy débil fueron en las dos peleas que tuvo con Ezequiel Norris, y también aquella en la que luchó por primera vez contra un hombre-tigre. Pero él no las contaba ni quería contar, porque su percepción alterada de la realidad se negaba a reconocer esas peleas como "justas". A pesar de haber sufrido tres palizas humillantes, seguía creyendo que fueron peleas "regaladas" y que él merecía ganar porque era "más fuerte".
La realidad es que Raiden no sentía empatía real por los débiles ni se podía identificar con ellos, porque desde su nacimiento hasta su muerte era tan fuerte que nadie le dio una verdadera paliza con su fuerza al máximo, y él necesitaba limitarse para no herir de gravedad a otros humanos japoneses, ni tampoco ser comparado con un monstruo por la Sociedad Humana.
Sin embargo, la mayor diferencia entre Raiden y otros casos parecidos al suyo, es que Raiden fue criado con la doble moralidad, las leyes corruptas y la hipocresía de la sociedad japonesa de su época, y aparte nunca tuvo bondad genuina en su corazón; de haberla tenido él habría cuestionado las leyes y forma de pensar de su gente, pero en lugar de ello se esforzó por ser aceptado en la Sociedad Humana, sin importarle el bienestar de los "impopulares" ni tampoco si la forma de pensar de su tierra no era del todo "justa".
Por el contrario Gabriel nació siendo alguien débil que, durante cada segundo de su niñez, debió esforzarse más allá de los límites humanos para ser fuerte, cuestionaba la forma de pensar de cualquier círculo social, rechazó seguir cualquier ley que considerase injusta, nunca le importó ser aceptado por la Sociedad Humana ni quería ganarse el amor de ellos.
Gabriel era todo lo contrario a la imagen heroica y glorificada de Raiden; era un baaghi (rebelde) que actuaba a la manera antigua, caminaba donde sus instintos lo guiaban y eso le valió el rechazo de la Sociedad Humana, pero aun así Gabriel estaba en el sendero correcto: el sendero del honor y la justicia, enseñadas por la selva.
Por un lado estaba un débil de corazón honesto y espíritu fuerte, que nunca se doblegó a la corrupción de la sociedad, y que se esforzó tanto que alcanzó la fuerza necesaria para albergar el alma de uno de los dioses más poderosos de toda la Creación. Y por otro lado estaba un fuerte de corazón hipócrita y mente frágil, que en lo único en que se esforzaba era en ocultar su verdadera fuerza para ser aceptado por una sociedad corrupta.
—Aunque te lo explicara no lo entenderías, porque eres una basura impopular que como todos los de tu misma clase son envidiosos que se rehúsan a respetar a los populares como yo —dijo Raiden mirando con absoluto desprecio al baghatma.
—"Envidia" —repitió Gabriel casi riendo con sarcasmo—. La típica excusa barata de los hipócritas imbéciles al quedarse sin argumentos.
—Insolente... —murmuró Raiden frunciendo el ceño, con una vena resaltando en su frente.
—Si eres popular todos te aplauden, creen y apoyan independientemente de lo que hagas, incluso si eres un asqueroso hipócrita que viola sin remordimiento y pisotea el honor de pueblos que sufren desprecio. Pero si no eres popular solo menosprecian todo lo que haces, te humillan o te utilizan como herramienta para engrandecer aún más a los populares como tú.
—Y tú lo sabes bien, porque los de tu clase, los hinduistas, son el mejor ejemplo de eso —dijo Raiden con el puro deseo de burlarse del baghatma para devolverle la humillación—. Su único propósito en la sociedad es dejarse humillar para hacer brillar a los más populares. Y con populares me refiero a grupos como los budistas, o pueblos como los griegos, nórdicos y el mío. Incluso si alguno de ustedes gana contra alguien de un grupo o pueblo popular, nadie les reconocerá esa victoria, a menos que ustedes sean indios budistas. Así es como funciona la sociedad.
—Básicamente, para ti todo se rige por la popularidad del grupo, raza y pueblo: son los populares los que triunfan y deciden todo lo que está bien y mal —dijo Gabriel con una expresión más seria, y una mejor comprensión de la profundidad que había detrás de la mentalidad simplista de Raiden.
—De no ser así yo jamás hubiera alcanzado la fama —dijo Raiden señalándose con el pulgar izquierdo con egocentrismo—. Yo nací en una aldea pobre, de una familia pobre, y mírame ahora. ¡Alcance fama y un gran número de seguidores incluso fuera de Japón! ¡Y es porque yo soy un humano fuerte de nacimiento, que es fiel seguidor del budismo y pertenece a la tierra más popular y fuerte del mundo! ¡Yo soy la prueba de que todo lo que digo es la Verdad Absoluta!
Cada palabra que salía de la boca de Raiden era como una leña que alimentaba el fuego de la furia de Gabriel. Y conforme subía el medidor de furia, el cuerpo del baghatma volvía a emanar calor y humo, mientras los truenos retumbaban el cielo y los relámpagos iluminaban la tierra, como si la misma naturaleza estuviera anunciando que se aproximaba la peor de las tormentas.
Deva 36%, 33%, 27%, 14%, 05%, 01%.
Asura 64%, 67%, 73%, 86%, 95%, 99%.
—Suponiendo que tus palabras no están lejos de la verdad, entonces lucharé con todo lo que tengo para cambiar esa verdad... No... —decía Gabriel, al final pensando en sus propias palabras y luego las reflexiona mejor, dándose cuenta de que no eran las correctas, por lo que rechazo todo lo que dijo antes y entendió lo que debía hacer.
Ese cambio y nuevo entendimiento provocó a su vez otro cambio en su interior, que reemplazó su furia por una creciente paz.
https://youtu.be/s6uoyThaFwo
Asura 99%, 98%, 97%, 96%, 95%, 86%, 78%, 65%, 42%, 17%.
Deva 01%, 02%, 03%, 04%, 05%, 14%, 22%, 35%, 58%, 83%.
—No, solo tengo que esforzarme más, para convertirme en la prueba de que existe una Verdad sin límites; una en la que incluso los débiles e impopulares pueden superar a los fuertes y alcanzar la gloria, mientras tengan la convicción de jamás rendirse —decía Gabriel, volviendo a caminar hacia adelante, y cerrando el puño derecho ahora envuelto en flamas carmesí—. Voy a convertirme en alguien fuerte, no para proteger a los débiles, sino para darles un ejemplo al que aspirar. Voy a enseñarles a ser fuertes, para que no dependan de escorias idealizadas como tú.
—¡Ja, ja, ja! ¡Muda, muda, muda! (¡Inútil, inútil, inútil!). ¡Tendré que demostrarte el lugar al que perteneces y lo inútil que es tu esfuerzo! —decía Raiden con los ojos desprendiendo chispas eléctricas púrpuras, mientras los músculos de su cuerpo se movían y él se posicionaba para atacar de nuevo con su técnica más fuerte.
—Y yo tendré que enseñarte que no hay ley injusta ni palabra hipócrita que me detengan, porque soportaré cualquier dolor y haré que me haga más fuerte. ¡Si el cielo se interpone, entonces seré la tormenta que haga temblar el cielo! ¡¡Y si la tierra trata de doblegarme, entonces seré el fuego que haga cenizas la tierra!!
Conforme las palabras salían del corazón y alma del baghatma, las flamas en su puño derecho se extendían al resto de su cuerpo, su voz volvía a tener un tono poderoso como el trueno, y lo más extraño es que el pelaje de su puño derecho comenzó a oscurecerse.
Asura 10%, 09%, 08%, 07%, 06%, 05%, 04%, 03%, 02%, 01%.
Deva 90%, 91%, 92%, 93%, 94%, 95%, 96%, 97%, 98%, 99%.
—¡Ja! ¡No me hagas reír! ¡Tú eres solo el ridículo personaje indio destinado a ser humillado para hacerme brillar, porque yo soy el humano japonés aquí! ¡¡Yo soy el protagonista de esta historia!! —exclamó Raiden con orgullo y burla, terminando de concentrar en su mano izquierda la fuerza de todos sus músculos, combinada con descargas eléctricas mágicas. Luego presionó los pies en la tierra y se impulsó hacia adelante para atacar de nuevo con Kaminarikishi: Yatagarasu.
Gabriel se mantuvo en donde estaba para recibir de frente el ataque otra vez. Sin embargo, no lo bloquearía; en lugar de eso, como una forma de desafiar la mentalidad corrupta e hipócrita de Raiden, decidió enfrentarlo con nada más que la voluntad de su espíritu y la convicción de su corazón, depositándolas en la mano derecha en un golpe garra. Y lo haría activando al máximo su Asura Agni: Meng Amok.
La mano con garras envuelta en flamas carmesí chocó contra la palma cargada de electricidad morada. Otra vez el silencio total cayó sobre la región con el choque de ambos ataques. Pero ahora una oscuridad anormal se expandió desde el punto del impacto, bloqueando la visión de ese lugar hasta casi el círculo de lava que rodeaba a ambos peleadores.
Esa oscuridad pareció durar unos pocos minutos, aunque en realidad solo pasaron un par de segundos antes de que se disipara y la claridad volviese al lugar. Casi un segundo después regresó el sonido, y el primer ruido en escucharse fue el grito desgarrador de Raiden Tameemon.
Todos los presentes en el lado de los habitantes de Albion miraron sorprendidos, muchos con horror aparte, que Raiden estaba retrocediendo unos cuantos pasos, gritando de agonía, porque su brazo izquierdo había sido desintegrado desde la mano hasta la mitad del bíceps, y del muñón se desbordaba un chorro de sangre. En cambio Gabriel seguía de pie y firme con el brazo derecho extendido, para nada afectado en comparación a lo que le sucedió a Raiden.
Muchos no entendieron qué fue lo que ocurrió ni qué fue esa oscuridad repentina. Pero algunos ya tenían algunas ideas, y alguien comprendió lo que había pasado.
"El impacto no solo volvió a devorar el sonido, sino también devoró la luz. Lo increíble es que el único que resultó herido fue el luchador de sumo... Es una posibilidad, pero tal vez fue el ataque del gato maldito el que devoró la luz... Si es así, ¿qué clase técnica o poder utilizó en ese ataque?", pensaba Ismael con las mandíbulas y los ojos muy abiertos de la sorpresa.
Entonces sucedió lo que más sorprendió a todos allí, y aterró bastante a Raiden Tameemon: a partir de la mano derecha el color del pelaje del hombre-tigre empezó a revertirse.
El hermoso color naranja rojizo cual amanecer cambió a un aterrador color negro como el carbón. Las rayas negras pasaron a ser de un radiante color carmesí que se mezclaba con las flamas de su cuerpo. La parte de su pelaje que era blanca como las nubes se convirtió en un deprimente color gris ceniza. Los ojos se encendieron en intensas flamas verdes, que contrastaban con las del resto de su cuerpo; flamas que en vez de quemar la tierra bajo sus patas, provocaban un crecimiento acelerado de las plantas y las flores, como si su sola presencia otorgase vida a la Madre Tierra.
https://youtu.be/8sTbSF_J6hw
Lo más impresionante pasó a continuación.
La energía Prana en esas flamas carmesí se endureció en los hombros y la espalda de Gabriel, formando divinas hombreras de reluciente color negro con rayas doradas. Pero además, a partir de esas hombreras, surgió un par de brazos del mismo color y diseño, como brazos autómatas de una aterradora y celestial armadura que mezclaba el estilo tradicional de Asia con tecnología avanzada.
En los antebrazos de Gabriel también aparecieron brazales negros con rayas doradas, iguales a los antebrazos de las cuatro extremidades de Prana. Y el pantalón de Gabriel comenzó a arder, a la vez que era reemplazado por un holgado pantalón blanco con rayas de tigre, cintas rojas como cinturón y piezas de la misma armadura en las patas.
Para Raiden fue una visión aterradora e incomprensible. Era como ver la vida y la muerte al mismo tiempo; la calidez de la luz y la ferocidad de la naturaleza en un mismo ser; la encarnación de un verdadero dios.
Asura 00%.
Deva 100%.
—¡¿Qué es esa transformación?! ¡¿Cómo puedes ser tan poderoso?! ¡¿Quién...?! ¡¿Quién eres?! —exclamaba Raiden lleno de frustración, desconcierto y temor.
—Si eres un seguidor de Buda Gautama ya deberías saberlo, Seki Tarokishi —dijo Gabriel cruzando sus brazos normales, con una calma en su voz de trueno y mirada flameante que daba más miedo que sus muestras de furia—. Yo nací, viví y morí en la sagrada selva de Seeonee. Yo conquiste la muerte, superé el tiempo y forje mi destino con mi propia iluminación.
Cada palabra era pronunciada más fuerte que la anterior. Las flamas de su cuerpo se movían con armonía y calma, mientras la nieve a su alrededor seguía derritiéndose y la vegetación crecía en la tierra bajo sus patas, formando un campo de flores con algunos pétalos siendo arrastrados por el viento. Y los rayos tronaban al ritmo de un coro de trompetas y tambores, como si la misma naturaleza estuviera celebrando el regreso de un rey, una leyenda, un mesías.
—Entre el cielo y la tierra yo soy el más honrado por todas las razas mortales e inmortales —prosiguió el Avatar de Rudra con más fuerza, señalando el cielo con una mano derecha de Prana y con la otra mano izquierda de Prana señalo la tierra, mientras que sus brazos normales los seguía teniendo cruzados.
Entonces el baghatma bajo los brazos, preparándose para rugir sus siguientes palabras. Y tanto el cielo como la tierra temblaron ante su poderosa voz de trueno, que haría eco por cada rincón del Reino de Corazones.
—¡Yo soy el Señor de las bestias, la cacería y la selva! ¡¡Yo soy el Rey Tigre Rudra!!
Raiden no pudo pronunciar palabras ni hacer más que estar boquiabierto y retroceder un paso, sudando frío y temblando de pies a cabeza, con el terror y el desconcierto remarcados en su rostro ante esa revelación.
Finalmente, Gabriel había aceptado el peso de su responsabilidad como Avatar de Rudra, el ser que carga con el honor, el orgullo, las esperanzas y los sueños de no solo las bestias sino también de los humanos y todas las demás criaturas vivientes entre el cielo y la tierra.
Pero su familia y amigos no fueron los únicos que lo escucharon y presenciaron su transformación; decenas de ciudadanos de Albion, entre ellos muchos con conexiones fuera de Albion, acaban de ser testigos y oyentes de todo eso.
En las lejanías otros también se dieron cuenta de lo sucedido de diferentes maneras.
La kumiho Kim Go-eun, estando todavía en el área de las granjas y los cultivos, lo percibió y escuchó esas palabras; eso la hizo sonreír con orgullo y emoción. Lo mismo fue para la licántropo Caroline Rosenthal, quien seguía teniendo su pelea contra Gal Bat Gaspar, Brie Marvel y Tessa "Valkyrie" Johnson.
En el barco de Mabel todos veían lo que pasaba en diferentes partes del reino a través de monitores en la cámara del capitán. Y tanto Mabel como Turiel, Chamuel y Jeremiel quedaron boquiabiertos al reconocer la forma y los ojos del Avatar de Rudra, e incluso Suriel mostró una expresión de asombro.
Otros en cambio sintieron el verdadero terror.
Nostradamus todavía estaba en el cráter, incapaz de moverse ni un centímetro. Se dedicó solo a observar todo lo que ocurría a su alrededor, y al presenciar tanto la transformación como declaración del Avatar de Rudra, lo aterró tanto que era fácil de verlo en su rostro horrorizado, como si hubiera visto una pesadilla cobrar vida.
Incluso Qin Shi Huang en plena pelea se congeló y, para la sorpresa de Miguel y Raven, mostró una expresión de pánico en toda la definición de la palabra; tanto así que el malvado emperador miró en dirección al sur, mientras una cadena de recuerdos pasaban frente a sus ojos, como si estuviera resurgiendo un trauma de su pasado.
Próximo capítulo: Avatar vs Semidios.
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