Capítulo LXXII: Caballero Lobo y Bruja Cuervo
"...El fuerte viento avivó de tal forma las llamas que el templo de Kwang Ing parecía una gema roja."
—Viaje al Oeste, capítulo XVI.
https://youtu.be/06H_6oI4EK4
[Dos Años Atrás. Alemania: Dunkler Wald].
Aunque en las noches el Bosque Oscuro era dominado por un frío sobrenatural y criaturas de las tinieblas, dando significado a su nombre, en el día el bosque se transformaba en un hermoso y cálido ambiente con fascinantes contrastes entre las sombras y la luz solar.
El joven-lobo azabache, Miguel Wolf, hacía lo que acostumbraba a hacer en muchas mañanas: estar acostado en la hierba del bosque, esta vez a una distancia segura de su cabaña, relajándose con la calidez de la luz del sol en su piel. Aparte del collar que le dio Raven la noche en que se conocieron, solo llevaba un simple pantalón para sentir mejor el calor del sol en su cuerpo. Y además podía apreciarse el desarrollo muscular que empezaba a ganar de forma natural por su naturaleza bestial.
—¡Je! Sabes hermanito, es un poco irónico. Ahora eres un hijo de la noche como papá y yo, y continuas prefiriendo la calidez del día
Dijo Caroline con humor divertido, mientras hacía abdominales de cabeza en una rama, bajo las frías sombras de un árbol cerca de donde se hallaba su hermano menor. No llevaba su característica capa roja con capucha, y en lugar de un vestido llevaba un cómodo conjunto rojo de camisa ceñida al torso y un pantalón de licra para entrenar, que resaltaban su figura voluptuosa en desarrollo.
—Aunque me relaja la noche, me gusta más la sensación del calor del sol en mi piel, sobre todo después de una temporada muy fría —contestó Miguel, manteniendo los ojos cerrados por estar concentrado en solo disfrutar de la luz del sol.
—¡Bah! Yo sigo prefiriendo la hermosa noche y el delicioso frío —dijo Caroline parando un momento su ejercicio de abdominales—. Aunque, siendo sincera, reconozco que el sol tiene su encanto, por ejemplo en los amaneceres —dicho esto, continúa su ejercicio.
—Sí, lo sé, por la mezcla de colores rojos y amarillos que adquiere el cielo —dijo Miguel, abriendo los ojos para tomar el intrincado cristal del collar y observarlo con nostalgia—. A mí lo que más me gusta de la noche es la luna llena.
—Y yo sé por qué, hermanito —dijo Caroline deteniendo sus abdominales un momento, con una sonrisa juguetona—. La luna llena te recuerda a esa noche, en la que conociste a tu "caperucita violeta". ¡Ja, ja-ahhh! —decía Caroline, al final soltando un par de carcajadas, antes de gritar de sorpresa cuando la rama en la que se sujetaba con las piernas se desplomó, y ella cayó de cabeza al suelo. Todo eso ocurrió porque Miguel había arrojado una piedra con suficiente fuerza y precisión como para romper parte de la rama.
—En primer lugar, ella ni siquiera llevaba capa o algo con capucha —dijo Miguel con molestia, mientras volvía a acostar la cabeza encima de sus brazos para seguir relajándose con los ojos cerrados—. Y en segundo lugar, dudo mucho que vuelva a verla. Y aún si nos reencontramos, no creo que ella me acepte por ser yo un vukodlak (piel de lobo).
—¿Olvidas que mamá aceptó a papá? —preguntó Caroline con un tono molesto, poniéndose de pie y limpiándose la tierra de la cara.
—No todas las hembras son como mamá. Lo entenderás si llegas a conocer un macho capaz de domesticarte.
En cuanto Miguel dijo eso último, abrió los ojos tras escuchar un extraño ruido, y con una cara de sorpresa se levantó rápido para alejarse, evitando que le cayera encima el árbol en el que Caroline se ejercitaba. Lo que pasó fue que Caroline había empujado con una mano el árbol y, sin el menor esfuerzo, lo derrumbó hacia donde estaba su hermano menor.
—Ay, perdona, querido hermanito —dijo Caroline con una sonrisa humorística y ambas manos en la cintura—. No quería lastimarte. Solo aplastarte con el árbol.
—Me conmueve tu buen corazón —dijo Miguel con sarcasmo y entrecerrando los ojos, terminando de limpiarse con las manos algunas hojas en el cuerpo—. Pero lo del árbol era absolutamente innecesario. Mamá se enfadara mucho.
—Esto es fácil de arreglar —decía Caroline mientras levantaba el árbol con ambas manos, de nuevo sin esfuerzo, y lo colocó de nuevo en su sitio—. ¿Ves? Ya está. Aquí no pasó nada —dijo Caroline con una gran sonrisa y cruzándose de brazos, poco antes de que el árbol volviera a desplomarse a un lado—. Por favor no le digas a mamá ni a papá —pidió Caroline con una sonrisa temblorosa y desviando la mirada.
—¿Que no nos diga qué?
Tanto Caroline como Miguel se estremecieron al escuchar la voz de su madre, Valerie. A su lado también venía el padre del par de hermanos lobos, Ismael, que en este tiempo no tenía su barba, por lo que lucía casi idéntico a Miguel, con la diferencia de que era más alto y un poco más robusto.
—¿Otra vez haciendo desastres con sus "juegos" de lobos? —preguntó Valerie arqueando una ceja y sonriendo con sarcasmo.
—¡Fue...! Mi culpa, madre —dijo Miguel, casi acusando a su hermana mayor, pero al último momento guardó silencio, bajó la mirada y decidió echarse toda la culpa.
—No, no, la culpa fue mía —dijo Caroline frotándose los codos y manteniendo la mirada baja con pena, también eligiendo llevarse la culpa.
A pesar de que Miguel y Caroline han tenido sus choques por sus diferencias, y todavía los siguen teniendo, su relación fraternal nunca se ha roto. Nunca han dejado de ser hermanos que se respetan, admiran y aprecian.
—Bien, entonces ambos arreglaran este desastre —dijo Valerie, suavizando más su semblante y postura por el orgullo que sentía de ver el vínculo inquebrantable de sus dos hijos.
—Sí, madre —dijeron Miguel y Caroline al mismo tiempo.
—Pero será más tarde —dijo Valerie, antes de dirigir la mirada y atención a su marido —. Ahora sentémonos juntos para escuchar a su padre.
https://youtu.be/GXS7HY7oluI
—¿De qué hablaras hoy, papá? —preguntó Miguel mientras se acercaba un poco más a sus padres para sentarse en el suelo de piernas cruzadas. Caroline también se acerca y se recuesta al lado de Miguel, recostando la cabeza en el regazo de él.
—Como ya sabes, Miguel, después de todo tú también heredaste mi naturaleza. Ya te conté de mi gente, los vukodlak —decía Ismael, mientras tomaba asiento en el suelo junto con su esposa—. Así que es hora de que ambos conozcan más de nuestros ancestros, como la Reina Loba Dziewanna, empezando por hablarles de los Primordiales eslavos, Chernobog (Dios Negro) y Belobog (Dios Blanco).
—¿Pero los fundadores del Panteón Eslavo no fueron el Dios Supremo Perun y el Rey Dragón Veles? —preguntó Caroline levantando la mano.
—Sí, pero a estos hermanos Primordiales se les conoce como "eslavos", porque se unieron al Panteón Eslavo después de su fundación. Otros dioses independientes y de reinos pequeños también hicieron lo mismo.
—¿Ya había dioses en la tierra antes que los eslavos? —dijo Miguel sorprendido—. ¿Cómo se llamaba su pueblo?
—Es difícil referirse a todos esos dioses bajo un sólo término, porque en su momento no vivían en un Panteón como tal. Eran dioses autónomos, más parecidos a líderes tribales y gobernantes con reinos en la tierra. Ellos fueron los ancestros de pueblos como los bálticos, letones, búlgaros, finlandeses y sí, los eslavos.
—Actualmente se los clasifica como "dioses indoeuropeos", y entre ellos había inmortales como Svarog, Ukko, Dievas, Rudra y otros más. Lo mismo era con Belobog y Chernobog —simplificó Valerie añadiendo sus conocimientos humanos sobre el tema.
—Pero Belobog y Chernobog eran más que jefes o reyes; fueron los maestros de Perun, Veles y muchos otros dioses y demonios nativos de lo que hoy es Europa. De hecho, gran parte de la cultura nórdica y griega, como el Sistema de Magia, proviene del conocimiento de los dioses indoeuropeos. Belobog y Chernobog se mantuvieron independientes hasta que Perun y Veles unificaron todas las tribus bajo un solo gobierno.
—El Panteón de los Eslavos —dijo Miguel, ya sabiendo esa parte—. ¿Y nosotros de qué tribu descendemos exactamente?
—Por parte mía, y técnicamente de su madre también, los eslavos —respondió Ismael—. Los conocimientos de Belobog y Chernobog, y también el de sus aprendices eslavos, se transmitió entre las criaturas mortales de nuestra tierra. Y gracias a los Volkhv, ha perdurado ese conocimiento entre las tribus de bestias eslavas hasta hoy.
—Tengo otra pregunta curiosa: ¿Qué es un Volkhv? —preguntó Caroline.
—Es uno de los tipos de hechiceros y sacerdotes que hay en nuestro pueblo —explicaba Ismael, denotaba nostalgia y pasión al hablar del tema—. Son la clase que se ocupa de estar en contacto con los inmortales y las almas de los antepasados. También pueden tener visiones del pasado, presente y futuro, por lo que son en parte videntes. Y antes de que alguno de los dos pregunte, no se elige ser un Volkhv; se nace siendo uno...
Durante ese día, y en los posteriores, Ismael les fue relatando poco a poco más sobre la tribu de licántropos a la que él pertenecía, los dioses que gobernaban su tierra, los sacerdotes Volkhv, y el legado que ahora tanto Miguel como Caroline heredarán.
Era una forma de que ambos jóvenes-bestia conocieran sus raíces y aprendieran a cómo fortalecerse. A Caroline le sirvió bastante y la motivó a seguir los pasos de sus ancestros guerreros, desconociendo que su camino la conduciría a la magia. Y en cuanto a Miguel, aunque también eligió un camino guerrero, tampoco llegó a imaginar que en su pueblo un guerrero podía ser tanto un sacerdote como un caballero.
https://youtu.be/xbbb8HBsCKU
[Presente. Planeta Wonderland: Lado Norte del Reino de Corazones].
La batalla entre Miguel y Qin Shi Huang ya tenía un resultado claro: el licántropo azabache consiguió liberar a la chica nórdica Alvitr, le amputó un brazo al emperador malvado y superó sus técnicas más fuertes. La victoria había sido de Miguel, hasta que Qin Shi Huang recurrió a un medio tramposo y desbloqueo la evolución Yaoguai Shi Huang.
La chica nórdica Alvitr estaba todavía sentada en el suelo, paralizada de miedo por la horrenda visión de en lo que se convirtió el malvado emperador que la esclavizó. Ella iba a tardar en reaccionar, por lo que Miguel tuvo que sujetarla por la ropa con una mano para levantarla y forzarla a ponerse de pie.
—Escucha humana, si puedes correr, ve rápido a donde están el hombre-leopardo, la mujer-cierva y la chica pelirroja. Ellos te mantendrán a salvo —le dijo Miguel a la chica Alvitr, tratando de sonar lo más gentil posible, aunque la situación era muy preocupante.
—Pe-pe-pe-pero... —tartamudeaba Alvitr, tomando entre sus pequeñas manos la enorme y fuerte mano del licántropo azabache, con una mirada preocupada y todavía asustada.
—¡Vete ahora! —ordenó Miguel con un gruñido feroz de lobo que espantó a la chica, y la forzó a correr hacia donde estaban Raziel, Nayeli y Heidy.
Sin embargo, antes de terminar de alejarse, Alvitr se detuvo un momento y, mirando por encima del hombro a Miguel, murmuró entre lágrimas: "gracias por salvarme". Luego continúo corriendo sin detenerse, y deseando de corazón que su salvador sobreviviese.
Por otro lado Qin Shi Huang había terminado su autoevaluación superficial y pasó a una evaluación más profunda, inhalando un poco de aire para después liberarlo con un soplido en una bomba de viento, que avanzó cual bala hacia la pequeña chica nórdica. Y lo más impresionante, incluso para Qin Shi Huang, es que la bomba de aire fue bloqueada como si nada por la palma derecha de Miguel.
—Comúnmente hay villanos patéticos que solo hacen sentir lástima por ellos —decía Miguel con un semblante hostil—. Pero tú te estás ganando el premio a supervillano del año, porque logras muy bien hacerte odiar —Miguel miró de reojo por encima de su hombro que Alvitr ya estaba cerca de llegar a Raziel y compañía—. ¡Raziel y Nayeli llevense a la humana y la princesa, ahora!
—¡¿Qué?! —exclamó Raziel sorprendido, pues ya tenía la intención de ir a ayudar a su líder.
—¡Jefe ¿acaso todavía estás en modo perro loco?! —gritó Nayeli también estupefacta.
—¡Al contrario, tengo la mente tan clara como jamás la he tenido! —respondió Miguel—. ¡Váyanse ahora que tienen la oportunidad! ¡Nos encontraremos más tarde en dónde acordamos!
—Perro maldito, ¿Sigues con la inútil ilusión de lograr derrotarme? —dijo Qin Shi Huang con un tono más gutural y fuerte, poco a poco liberando su Chi en una nebulosa negruzca con formas rosadas y amarillas, mientras se formaban cristales amatistas a su alrededor.
—Técnicamente ya te derrote. Tú aceptaste la derrota en el momento en que decidiste recurrir a esas píldoras en pleno combate. El que seas demasiado terco para reconocerlo es otro tema —contestó Miguel con una pequeña sonrisa burlesca, y el emperador malvado rugió como un colosal lagarto.
—¡Ya estoy harto de ti! ¡¡No voy tolerar más tus insolencias!! —rugió Qin Shi Huang, desatando toda su ira e instinto asesino en un masivo torrente de Kenoplasma verde que llegó hasta el cielo tormentoso, dispersando la nieve y provocando que el suelo temblara en un radio de cincuenta metros.
—Aquí vamos de nuevo —dijo Miguel, dando un suspiro cansado al final—. Creo es inútil decirte que también te vayas, Raven.
—Bastante inútil. Miguel, aunque sea en contra de tus deseos, voy a seguirte hasta en los valles de las sombras y los fríos confines del infierno —dijo Raven con voz firme y mirando con determinación a su amante.
—Ya imaginaba que dirías algo así de dramático —dijo Miguel con una sarcástica sonrisa.
—¡Je, je! Además, de todos modos, esta pelea dejó de ser justa cuando ese tramposo hijo de perra se trago esas píldoras —dijo Raven, arrancando un trozo de tela de su falda para amarrarse el cabello en una coleta larga.
—Es un buen punto. Entonces será así: juntos contra el infierno, mi bruja cuervo —dijo Miguel con una pequeña sonrisa, y empezó a caminar hacia adelante.
—Juntos contra el infierno, mi caballero lobo —contestó Raven con una sonrisa confiada, para luego seguir a su amado a la batalla.
Por otra parte Qin Shi Huang también se preparó: de sus aterradores brazales surgió una hoja de doble filo, tan larga como sus brazos y de estilo semejante al de su espada Shi Huang Goujian.
—¡Vengan! —rugió Qin Shi Huang en desafío, y la pareja respondió liberando su respectivo poder.
https://youtu.be/0Dl42S7_Us4
Miguel liberó su energía Maná en un circundante vendaval, amplificando el resplandor azul de sus marcas y cambiando el dorado de sus fieros ojos por un azul real. Esas marcas y ese poder eran la versión original del hechizo Úlfhednar (Piel de Lobo) de la magia nórdica.
Sin saberlo, Miguel había despertado la forma imperfecta de su magia sagrada por herencia eslava, Volkhv Sztuka: Starvukodlak [Arte Volkhv: Piel de Lobo Ancestral].
Raven también dejó libre todo su poder mágico restante, en forma de partículas de Maná con tonalidades rosadas, púrpuras y rojas, formando un tipo de resplandor diferente al del Kenoplasma, pero igual de aterrador. De nuevo surgieron en su espalda las enormes alas de cuervo y sus ojos se oscurecieron con los iris violetas cambiando a rojo sangre sin pupila.
Y sin necesidad de recitar en voz alta, conjuro Ars Goetia: Malphas Construction Consilia [Arte de la Magia Impía: Planos de Construcción de Malphas].
Después, como si se leyeran la mente, licántropo alemán y dhampiresa rumana aceleraron el paso al mismo tiempo, el primero a cuatro patas como un verdadero lobo y la segunda volando como un cuervo auténtico.
El primero en atacar fue Miguel con un rápido zarpazo de su mano derecha, que Qin Shi Huang bloqueó levantando la rodilla izquierda, formando a partir de la rodillera un escudo espinoso por unos segundos. Luego Qin Shi Huang estiró la pierna izquierda en una patada frontal, que golpeó la cabeza de Miguel y lo hizo retroceder.
Raven creó entre sus manos un barrote de materia oscura, con un diseño apropiado para una valla de estilo gótico, que planeó usar como un bastón para atacar desde arriba. Pero el barrote fue atrapado sin dificultad por las dos manos de Qin Shi Huang, quien con un soplido creó una bomba de aire que golpeó la cara de Raven y la mandó a volar lejos.
Qin Shi Huang avanzó un paso más y, cruzando los brazos, atacó con la espada de ambos brazales en un doble corte horizontal, que Miguel ya estaba preparado para bloquear. No obstante ambas espadas chocaron contra un par de pilares de materia oscura, cada uno surgido del suelo a ambos lados de Miguel, por acto de la magia de Raven.
Entonces Raven extendió los brazos a los lados, haciendo que ambos pilares se alejaran una de la otra en dirección opuesta, forzando a Qin Shi Huang a separar los brazos y exponer su barbilla a un exitoso golpe del puño derecho de Miguel. Y como remate Raven descendió en picada como un verdadero cuervo, impactando ambas botas sobre la cara del malvado emperador.
Qin Shi Huang cayó de espalda y fue empujado varios metros lejos, antes de levantarse con una voltereta hacía atrás. Vio que la pareja se acercaba de nuevo para un ataque conjunto, así que Qin Shi Huang levantó la pierna derecha hasta señalar al cielo con el pie, y de la armadura de la pierna surgió una larga alabarda, para entonces partir el suelo por cincuenta metros con una patada descendente.
Miguel y Raven se vieron forzados a separarse del otro para esquivar el ataque, pero sin perder velocidad se posicionaron en lados opuestos con Qin Shi Huang en el centro, para atacar al mismo tiempo. Miguel se acercaba con viento mágico celeste en la mano derecha, y Raven con una bola de fuego rosa en la mano izquierda. Así que Qin Shi Huang devolvió su greba derecha y brazales a la normalidad, para formar encima de los brazales un par de ballestas; con una disparó una flecha mágica de agua a Raven, y con la otra una flecha mágica de fuego a Miguel.
Por supuesto que Raven esquivó la flecha elevándose en el aire con un aleteo, y Miguel desvío la otra con un movimiento fluido del antebrazo izquierdo. Y mientras Qin Shi Huang cambiaba sus ballestas por un par de escudos que podían juntarse como uno solo, Raven disparó cuatro bolas de fuego rosa, las cuales fueron desviadas por los escudos de Qin Shi Huang, antes de que éste último se diera la vuelta para juntar los escudos y bloquear un golpe de palma derecho de Miguel.
El emperador demoníaco no anticipó que una de las bolas de fuego rosa, tras ser desviada, se dirigiera hacia Miguel por control remoto de la mano izquierda de Raven. De manera que la bola de fuego se puso delante de los escudos de Qin Shi Huang. Y con el impacto del golpe de palma de Miguel, estalló un poderoso golpe de viento que se fusionó con la bola de fuego, originando un explosivo torbellino de flamas azules y rosadas que aturdió y empujó a Qin Shi Huang unos metros hacia atrás.
En ese instante Raven descendió con fuerza en el suelo, detrás de Qin Shi Huang, y con una secuencia de gestos de ambas manos creó una estructura circular gótica de materia oscura que aprisionó a Qin Shi Huang, atrapando sus extremidades. Entonces Miguel se acercó y, con todas sus fuerzas, enterró las garras de sus manos en los costados de Qin Shi Huang, logrando atravesar la armadura y pasar entre las costillas para alcanzar los pulmones.
Luego Qin Shi Huang comenzó a rugir de agonía, no por el ataque, sino por la horrible sensación de que su pecho iba a explotar. El origen de esto era que el interior de su torso estaba siendo inflado, como un globo a punto de estallar, por el aire mágico que le estaba introduciendo Miguel a través de las garras de las manos.
Era una táctica despiadada que estaba resultando efectiva. Pero entonces Miguel y Raven notaron que Qin Shi Huang cambió los escudos por los brazales, y toda su armadura empezó a moverse como si fuera metal líquido.
https://youtu.be/rYK2ibUpZNU
La pareja tuvo un mal presentimiento por igual y, al mismo tiempo, se alejaron unos cuantos metros, evitando que los alcanzarán algunas de las lanzas que surgieron de la armadura de Qin Shi Huang, como espinas de un erizo. Las lanzas atravesaron la estructura de materia oscura y la debilitaron lo suficiente para que el emperador malvado, de un solo movimiento, se liberase destrozando toda la estructura.
"Ya lo comprendo. Esa armadura puede generar las armas de las que se basan sus estilos, casi como lo que hacía con su magia Volund", pensaba Raven mientras aterrizaba en el suelo tras alejarse con un fuerte aleteo de sus alas. Entonces vio que Qin Shi Huang disolvió las lanzas de toda la armadura como líquido, devolviendo la armadura a su forma base, y el malvado emperador volteó a verla de reojo con odio puro.
Con tres gestos Raven levantó del suelo frente a ella tres muros de materia oscura, que después serían derribados por los puños de Qin Shi Huang, quien al final lanzó un devastador golpe con el puño izquierdo. Raven intentó bloquearlo cubriéndose con los brazos y las alas, pero solo consiguió mitigar el daño para recibir fracturas en los brazos y las alas, además de un daño considerable en los órganos internos, seguido de un fuerte dolor en casi todo el cuerpo después de atravesar una casa entera y caer de bruces en el suelo.
—¡Raven! —exclamó Miguel con el corazón golpeando su pecho por la preocupación.
—¿En dónde nos habíamos quedado antes, perro maldito? —decía Qin Shi Huang con burlesco y sádico tono, mientras volvía a formar el par de espadas en sus brazales—. Ah, sí, ya me acordé: ¡Me arrancaste un brazo y me separaste de mi esclava, después de lucirte humillándome y riéndote de mí! ¡¡Ahora siente el dolor que yo sentí!!
Luego de esas palabras, llenas de pura ira y rencor, Qin Shi Huang llegó hasta Miguel con un salto acrobático a velocidad demoníaca, y mientras se agachaba movió la espada derecha en un amplió ataque bajo, que Miguel esquivo haciendo una voltereta a la izquierda. Entonces Qin Shi Huang se dio la vuelta a la izquierda, realizando un estoque improvisado con la espada izquierda, que Miguel desvío atrapando la hoja desde ambos lados.
Pero al ser un movimiento ya visto, Qin Shi Huang se anticipó esta vez y se protegió la cara con la palma derecha de un golpe del puño izquierdo de Miguel. Entonces el licántropo azabache tomó la decisión sabia de retroceder, descubriendo rápido que tuvo razón tras llevarse un corte profundo en el pecho, debido a que Qin Shi Huang cambió la forma de sus brazales para tener las espadas por encima de los nudillos, y descendió la espada derecha en un tajo diagonal.
De forma inesperada Qin Shi Huang disolvió sus espadas para volver a formar sus ballestas, ambas cargadas con una flecha de fuego. Y debido a la cercanía, Miguel no pudo hacer más que cubrirse con los brazos, lo cual fue aún más contraproducente por la magia de viento, por lo que el impacto de las flechas de fuego provocó una explosión de mayor magnitud y fuerza, que arrojó a Miguel contra la pared de una casa.
El licántropo azabache escupió sangre y su vista estaba borrosa por un momento, pero aún así respondió de inmediato para atrapar con las palmas los puños de Qin Shi Huang, evitando que éste cruzara los brazos para atacar con las espadas de los brazales. No obstante, Qin Shi Huang disolvió las espadas y las volvió a formar arriba del dorso de las manos, atravesando las palmas de Miguel.
De esa forma Qin Shi Huang se aseguró de que Miguel no podría escapar de una bomba de aire. Y justo cuando abrió las fauces para ese ataque, se llevó la humillante sorpresa de recibir en la cara una bomba de aire aún más poderosa, que Miguel disparó con un simple soplido.
Luego Miguel, con máximo esfuerzo, movió los brazos hacia atrás, dejando que las hojas cortasen sus palmas hasta salir por entre los dedos medios y angulares. Pasó a comprimir viento mágico en sus palmas y, al extender los brazos hacia adelante, liberó un explosivo golpe de viento que mandó a volar unos cuantos metros a Qin Shi Huang. En ese instante Raven descendió cerca de allí y, con un golpe de la mano izquierda en el suelo, hizo surgir del suelo un pilar de materia oscura, cuyo extremo superior golpeó la espalda del emperador malvado.
El golpe mandó a Qin Shi Huang volando por los aires en vueltas, y durante uno de esos giros sus ojos emitieron un resplandor más intenso. Después el emperador malvado detuvo su vuelo descontrolado con un iracundo rugido, y su cuerpo liberó una alta concentración de partículas de Maná color celeste, mientras que detrás de él se formaba un Círculo Mágico con sinogramas y los símbolos de las Cinco Fases de la Naturaleza. Acto seguido, en cinco puntos alrededor suyo, las partículas de Maná se condensaron para transformarse en cinco chorros de metal líquido plateado.
El licántropo azabache y la dhampiresa se movilizaron rápido para alejarse del metal líquido, llevándose la sorpresa de que esas corrientes se dispersaron y solidificaron en variadas formas de armas, tales como espadas, lanzas, alabardas y flechas. Miguel logró desviar algunas con las garras y Raven apartó otras con esferas de fuego profano en las manos.
—Magia de mercurio —dijo Miguel, inspeccionando las armas plateadas en el suelo, mientras se acercaba a Raven.
—¿Hasta cuándo este hijo de mil perras va a seguir sacándose "guionazos" de la Era Heian? —dijo Raven con un resoplido molesto al inicio.
—En realidad es de la Dinastía Qin —dijo Qin Shi Huang, estando parado sobre una plataforma flotante de mercurio con diseño elegante—. Era el Arte Mágico de Chiyou. Lo aprendí al final de mis días mortales. Y ahora puedo usarla en este cuerpo gracias a las píldoras de cultivo. Además... —Qin Shi Huang extiende las manos a los lados, formando encima de cada palma una esfera de mercurio líquido—, lo mejor es que la toxicidad del mercurio ralentiza la regeneración de las bestias y los vampiros. Gong Fa: Buxiu Yin Yu (Método de Mercurio: Lluvia de Plata Inmortal).
https://youtu.be/NPHqfYfHx7s
—¡Raven la magia de mercurio es débil a la magia de fuego! —avisó Miguel moviendo el brazo derecho en círculos para crear vientos celestes alrededor de él y su amante.
—¡Entiendo! —respondió Raven juntando las yemas de los dedos índice, meñique y pulgar, junto con los nudillos de los dedos medios, generando alrededor de ella y su amado esferas de fuego profano.
Sin necesidad de muchas palabras, la dhampiresa comprendió el plan del licántropo azabache; lo demostró al fusionar las flamas rosadas con los vientos celestes. Al mismo tiempo Qin Shi Huang había arrojado al cielo el par de esferas de mercurio líquido, y un segundo después las esferas se dispersaron en una lluvia plateada, con cada gota de mercurio solidificada en forma de estaca.
No obstante, la magia combinada de Miguel y Raven creó un torbellino de flamas que los protegió a ambos de la lluvia de estacas. Qin Shi Huang, con un pensamiento, movió la plataforma de mercurio para tomar más distancia de ese torbellino flameante, llevándose la sorpresa de que, a través de las flamas del extremo superior del torbellino, saldría Raven con casi todo su vestido deshecho, permaneciendo intacto la parte de la camisa y el pantalón de licra que cubren su ropa interior.
Raven giró el cuerpo a la derecha y levantó la pierna izquierda en una patada alta, que Qin Shi Huang esquivó por poco al mover la cabeza y la plataforma de mercurio. En ese instante Qin Shi Huang vio el extremo de una luminiscente cuerda púrpura atada en la pierna izquierda de Raven, y al siguiente segundo su vista se nublo tras recibir en la cara el puño izquierdo de Miguel, cuya armadura también estaba deshecha en mayor parte, y en su brazo derecho tenía el otro extremo de la cuerda luminiscente.
Poco antes, durante la formación del torbellino flameante, Raven se había elevado con un batir de sus alas, y en el proceso utilizó su magia de hilo para disolver casi todo su vestido y gran parte de la ropa de Miguel, con el propósito de crear una improvisada cuerda que ella envolvió en su pierna izquierda y en el brazo derecho de Miguel. Con esa cuerda mágica la dhampiresa se llevó consigo al licántropo azabache, y lo guío hasta Qin Shi Huang para un ataque sorpresa. Además el objetivo de la patada que hizo Raven no era golpear a Qin Shi Huang, sino proporcionarle a Miguel una mejor trayectoria y más impulso, para amplificar la fuerza del golpe que éste último le daría al malvado emperador.
El plan había funcionado a la perfección. Y como remate el golpe envió a Qin Shi Huang hacia Raven, quien ya había creado un gigantesco bloque de materia oscura, que ella descendió sobre el emperador malvado y lo estrelló contra el suelo como un meteorito.
Raven deshizo la cuerda mágica para reconstruir la tela de la armadura de Miguel, y lo sobrante lo utilizó para restaurar su propia ropa en un estado mejor a cómo estaba antes, aunque todavía le faltaba la falda y parte del pantalón de licra. También creó a su lado una plataforma flotante de materia oscura en la que Miguel pudiera pararse y estar a su lado.
Luego la pareja vio que el bloque de materia oscura fue cubierto por mercurio líquido, y después levantado por Qin Shi Huang con una sola mano mientras él se ponía de pie. Luego el bloque de mercurio se transformó en una corriente líquida que fluyó por el aire, tomando la forma voluble de un dragón asiático de brillantes ojos verdes y considerable tamaño, que rodeó de manera protectora al emperador malvado.
Lejos de allí Raziel y Nayeli pensaron en muchos momentos en ir a ayudar a sus amigos, pero el combate se desarrollaba tan rápido que el dominio cambiaba de un momento a otro, siendo la pareja licántropo y dhampiresa la que parecía tener la ventaja al final gracias a su increíble coordinación.
—Santa... Madre... Que combate más loco. Tuve mis dudas al inicio, pero ahora vuelvo a sentir un poquito de pena por el loco "Juan" —dijo Nayeli estupefacta con una mano en la cabeza y parpadeando un par de veces.
—Yo no. Estoy sintiendo una satisfacción sublime viendo cómo masacran a ese malnacido —dijo Heidy cruzada de brazos con una sonrisa sádica.
La chica nórdica Alvitr, que ahora estaba al lado de Nayeli, también disfrutaba viendo la paliza que estaba recibiendo el malvado emperador, aunque no lo demostrara por la preocupación que tenía por su salvador.
—También estoy impresionado —decía Raziel, sorprendido y un poco más relajado ahora que veía cómo se desarrollaba el combate—. Miguel y Raven se complementan muy bien, tienen una coordinación perfecta y entienden rápido los planes del otro, como si estuvieran sincronizados en mente y alma. Ambos son más que capaces de enfrentar a Qin Shi Huang sin nosotros.
—Si no nos necesitan entonces debemos apresurarnos en rematar al loquito de las bolas de luz —dijo Heidy, recordando que Nostradamus seguía vivo—, y luego ir a donde está mi mamá. Ahora la situación allá debe estar más calmada.
—Espero que sí —dijo Raziel asintiendo con la cabeza, y con ayuda de Nayeli comenzó a moverse junto con Heidy y Alvitr para regresar a donde se encontraba el moribundo Nostradamus.
Raziel decidió confiar y tener fe en que Miguel y Raven no solo vencerían al psicótico Qin Shi Huang, sino también lo matarían de una vez por todas. Ya que el Reino de Corazones no estará a salvo hasta que Qin Shi Huang esté muerto.
Y aun así todavía quedaba una amenaza mucho mayor que Qin Shi Huang. Un falso héroe de Japón que estaba por superar sus límites para enfrentar al Avatar de Rudra.
Próximo capítulo: Yo Soy el Rey Tigre Rudra.
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