"Tu pasado será insignificante comparado con tu glorioso futuro."

—Job, capítulo 08:07.

https://youtu.be/nEdvICRBMcQ

[Planeta Wonderland: Lado Norte del Reino de Corazones].

El punto muerto de la lucha entre Raziel Imole y Michel Nostradame culminó con la ventaja del último sobre el primero, y fue por la clarividencia del profeta francés, lo cual podría considerarse algo bastante injusto. Pero a Nostradamus no le importaba lo "justo" mientras pudiese lograr sus objetivos.

Raziel estaba fuera de balance por la pérdida de su cola, por lo que ahora tenía menos probabilidades de protegerse de los orbes mágicos. Así que empezó a recitar rápido un conjuro defensivo.

—No todos los que dicen: "Señor, Dios" entrarán en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en el día del juicio: "Señor, mira que en tu nombre anunciamos el mensaje de Adonai, expulsamos demonios e hicimos milagros. Pero yo les contestaré: "ustedes me son totalmente desconocidos. ¡Apártense de mí, porque han vivido haciendo el mal!".

A medida que Raziel recitaba el cántico, bajo sus pies comenzó a formarse un enorme Círculo Mágico blanco, con grabados en latín que representaban el cántico. Luego, a partir de cuatro puntos de los bordes, surgieron paredes cristalinas de luz para formar un perfecto cubo blanco, con figuras geométricas redondas de color dorado que hacían referencia al Cubo de Metatron.

Y al final del cántico el Círculo Mágico aumentó su radio el triple y, con ello, el cubo también se extendió para abarcar más espacio, mientras se formaban siete escudos heráldicos de cristal blanco, con alas emplumadas y el símbolo del Escudo de David; los siete escudos alados volaban alrededor del cubo como protección extra a velocidades tan altas que dejaban estelas de luz.

—¡Ja, ja, ja! ¡Puedes usar la magia de los cánticos sagrados, y sin necesidad de tener un grimorio en mano! —dijo Nostradamus un poco sorprendido y divertido—. Si mi memoria no me falla, ese cántico activa un campo de protección contra hechizos sagrados enemigos, y además le concede al conjurador más resistencia contra la magia de luz. Es un hechizo muy bueno... pero inútil contra la fuerza de la vida.

Nostradamus chocó las muñecas y extendió las manos hacia adelante, señalando con los dedos índices y medios a Raziel, por lo que casi todos los orbes comenzaron a ser disparados uno por uno como una lluvia de balas de plasma.

Nayeli y Heidy se dieron cuenta del estado de Raziel, e iban a empezar a movilizarse para ayudarlo; estaba ocurriendo tal como lo había predicho Nostradamus en uno de los posibles futuros que vio, y por eso tenía los otros orbes listos para volarle las extremidades a ambas mujeres, antes de destruirles la cabeza con un único disparo. Solo tenía que esperar a que ellas dos estuvieran en la perfecta posición para eso.

Ni siquiera el cubo de magia sagrada pudo detener el ataque, pues los orbes atravesaron la pared frontal del cubo y los escudos alados como balas rompiendo una pared de vidrio.

https://youtu.be/jTQXOHkvUS4

Todo iba según sus predicciones, hasta que un orbe destinado a golpear la otra pierna de Raziel fallo; para Nostradamus no fue algo de que preocuparse, hasta que Raziel esquivo un orbe que debía destrozarle la otra pata, luego esquivo otro que debía golpearle la cara, y otro que iba a golpear su cuello si esquivaba el anterior.

A pesar de las heridas en su pierna izquierda y la falta de equilibrio, Raziel se las arreglaba para moverse a cuatro patas de manera ágil y acrobática hacia donde estaban Nayeli y Heidy. Lo curioso es que Raziel estaba esquivando los orbes, incluso los escondidos, como si ya supiera la trayectoria de cada uno.

"No puede ser... Incluso si tiene la destreza física y firmeza mental suficiente, su falta de equilibrio no le permitiría esquivarlas todas..." pensaba Nostradamus tan estupefacto que detuvo el ataque alzando la mano izquierda.

Raziel también dejó de moverse en cuanto cesó el ataque, aunque ahora estaba tan cerca de los soldados de terracota que diez lanceros se aproximaron a él. Pero no fueron los únicos que se dirigían al eniyamotekun pardo.

—¡Ealain Cridhe Naomh: Òrdugh Coileanaidh! (¡Arte del Corazón Sagrado: Orden de Ejecución!).

—¡Arte Caza-Wendigos: Balas de Viento!

Recitaron Heidy y Nayeli respectivamente, la primera agitando la mano derecha en un amplio movimiento de corte, y la segunda cargando partículas de Maná en su arma con forma de fusil. Y en un instante cinco soldados de terracota fueron decapitados por un delgado resplandor rojizo, mientras que los otros cinco perdieron la cabeza por cinco balas de aire disparados por el fusil. 

—¡¿Ahora es que decides utilizar tu magia?! —le exclamó Nayeli a Heidy, mientras ambas corrían hacia Raziel para ayudarlo. 

—¡No tengo mucho dominio de mi Arte Mágico y además es muy poco práctico en criaturas que no tienen corazón literal y figurativo! —contestó Heidy con igual malhumor.

—¡Por supuesto, tu magia tenía que estar relacionada con los corazones! ¡Qué original!

—¡Para tu maldita información los reinos de corazón, trébol, diamante y pica fueron nombrados como tal por el Arte Mágico que dominaban las casas de sus fundadores!

—¡Entonces aplaudo la originalidad de esos fundadores!

—¡Quieren por favor callarse las dos! —exclamó Raziel con un fuerte rugido, sobresaltando a ambas mujeres de tal manera que detuvo su discusión.

—¡Perdona Raziel! ¡Toda esta locura me tiene hasta la bendita coronilla! —decía Nayeli avergonzada y levantando la otra mano arriba de su cabeza para ejemplificar su nivel de molestia y preocupación.

—Y lo entiendo, pero tenemos que centrarnos en lo más importante aquí —dijo Raziel dándose la vuelta para tener otra vez fijado a Nostradamus, quien seguía paralizado en total shock.

—¿Alguna otra idea? —preguntó Heidy comenzando a acumular partículas de Maná rosas alrededor de su cuerpo, por lo que su cabello y vestido levitaban un poco.

—A mí solo se me ocurre una: intentar sobrevivir hasta que a alguien se le ocurra una idea —respondió Nayeli con un poco de sarcasmo humorístico, mientras cambiaba su arma al modo escopeta de nuevo.

—Eso no es una idea —dijo Heidy entrecerrando los ojos.

—Pero es mejor que nada —argumento Nayeli.

—El plan seguirá siendo el mismo: Nayeli continua protegiendo a la princesa, mientras yo me encargare de Michel Nostradame —dijo Raziel moviendo un poco sus articulaciones y su cola casi regenerada en su totalidad.

—Kitty Blondie, aunque no dudo que seas fuerte, es obvio que te está costando mucho ganarle a ese loco —dijo Nayeli con una sonrisa amarga—. Vas a necesitar nuestra ayuda. Y antes de que tomes una decisión, recuerda que los equipos de tu clan se formaron por motivos estratégicos.

Raziel pensó bien en las palabras de Nayeli, pues eran bastante ciertas. 

https://youtu.be/1-4F88WuUX4

Para la misión del lago de Escocia, Uriel y Amitiel eran los más esenciales por ser capaces de explorar las profundidades del mar. Azrael, si bien era bastante útil en la misión del Reino de Corazones por sus habilidades con el sigilo, era más importante su mente fría y calculadora para la misión en el lago de Escocia, en caso de que ocurriese algún evento inesperado. Y Erzuli podía proporcionar soldados extras con sus muñecos vudú por si tenían que separarse y enfrentar a un gran número de enemigos.

Jofiel era una pieza clave por su fuerza y durabilidad, y sumado con el talento de Clarisse y Remiel en combate con armas mágicas, los tres podían ocuparse de un ejército de enemigos armados y desarmados. En cuanto a Camael y Angela, también eran importantes por su respectiva capacidad de volar que puede servir para explorar el lago desde las alturas, o brindar apoyo atacando a los enemigos a distancia, además de que son muy versátiles contra diferentes clases de oponentes.

Mientras que en la misión del Reino de Corazones, Miguel y Raven eran esenciales como líderes y principales estrategas por lo impredecible y delicado que era la misión. Gabriel, Caroline y Elsa tenían suficiente poder como para acabar con ejércitos enteros, por lo que eran importantes para la misión en caso de que tuvieran que enfrentarse al ejército del Reino de Corazones o algún otro de ese mundo extraño. 

Rafael era muy importante por ser un sanador capaz de defenderse por sí mismo (algo muy poco usual), y que además su magia de tierra podía ser bastante útil por el tipo de mundo al que se dirigían. Raziel era esencial por su mantra para sellar el poder de Rudra en caso de emergencia. Y Nayeli podía ayudar al grupo sirviendo como apoyo por su talento en combate a larga distancia, el cual acaba de demostrar.

Todo esto no era más que la mitad de los propósitos por los que Miguel y Raven seleccionaron a cada miembro para ambos equipos, pues los dos tuvieron presente muchos factores, incluyendo la compatibilidad del estilo de lucha y la psicología entre los miembros de cada equipo.

—Sí, lo recuerdo —dijo Raziel tras pensarlo por unos segundos—. Pero si quieres ayudarme en mi combate, ya debes tener una idea del nivel de Michel Nostradame.

—Puedo imaginarlo. Es un hijo de puta bastante fuerte —dijo Nayeli.

—No, es mucho más débil que antes —dijo Raziel, sorprendiendo bastante a Nayeli y también a Heidy.

—¡¡¿Cómo que es más débil que antes?!! —exclamó Nayeli estupefacta.

—Michel ya debería de habernos matado y arrebatado la gema después de que le di el primer golpe. Y aunque su magia sagrada es poco efectiva en nosotros, su poder de Prana lo compensa.

—¿No estarás diciendo que este loco hijo de puta de verdad es tan fuerte como decía esa lista que hicieron Inglaterra y Japón? ¿La de los supuestos "Trece Humanos Más Fuertes de la Historia"? —decía Nayeli, recordando haber oído algo de eso por parte de su maestra Tala.

—De esa lista el único en verdad fuerte es Adán, aunque no es el humano más fuerte como lo pintan los humanos japoneses y los británicos. Por otro lado Michel Nostradame no es ni de cerca uno de los humanos más fuertes, pero es un experto de la magia astrológica y la magia botánica, con un misterioso don para predecir posibles eventos futuros.

—Básicamente es un psíquico con una desarrollada clarividencia o precognición, ¿cierto? —dijo Nayeli todavía incrédula de que Nostradamus era más fuerte de lo que parecía. 

—Solo he leído teorías. Hasta ahora su don, el cómo funciona y cómo lo utiliza, han sido un misterio incluso para la Sociedad Sobrenatural. Y estoy seguro de que él acaba de utilizarlo dos veces —explicó Raziel, recordando la primera vez que los orbes lograron alcanzarlo de manera muy sospechosa, y también recordó cuando miro directo los ojos de Nostradamus.

—¿Cómo estás seguro de que él utilizó su brujería de ver el futuro? —preguntó Heidy sorprendida y un poco escéptica con lo que escuchaba, incluso si ya escucho historias de individuos así de parte del joven-smilodon.

—No sé cómo explicárselos. Es... "instinto"... —decía Raziel, expresando su confusión y dificultad para explicar lo que pasó cuando vio directo a los ojos de Nostradamus, mientras éste último estaba en ese trance.

Le era difícil explicar la extraña experiencia de haber visto en tercera persona su propia muerte en diferentes maneras por unos segundos, y que al momento del ataque su cuerpo solo reacciono por memoria muscular, como si él ya hubiera vivido esos eventos. Era la primera vez que a Raziel le sucedía algo así, pues ya había tenido encuentros con algunos clarividentes brujos y chamanes en las sedes principal y africana de San Bestia. 

Sin embargo, Raziel tuvo en cuenta un factor importante que diferenciaba este encuentro de los anteriores: ahora mismo Raziel podía utilizar hasta cierto punto el Chi, y antes había teorizado que la clarividencia era en realidad una versión avanzada del "Detector de Chi". 

Durante toda esa charla Nostradamus no volvió a atacar, porque su mente estaba enfocada en procesar la más inesperada de las circunstancias que podrían haberle ocurrido. Y tenía toda la razón para estar así.

"Cuanto menor sea el tiempo futuro que visualice, más posibilidades habrá de que se hagan realidad esas predicciones. Dicho esto, no predije más de quince minutos. El futuro que vi debía hacerse realidad, pero no fue así. Es imposible que algo así sucediera. Es imposible reescribir un futuro...", eran los otros pensamientos Nostradamus, quien no paraba de tener la vista fijada en Raziel.

Muy en el fondo Nostradamus tenía un mal presentimiento, porque comenzó a sentir una familiar vibra provenir del hombre-leopardo. 

https://youtu.be/DrGDQHw_-Ck

—Honestamente no me disgusta luchar en equipo contra ese loco. De todos modos mi Arte Mágico funciona mejor como soporte —dijo Heidy aceptando la idea de luchar en equipo contra Nostradamus.

—No necesitan luchar a mi lado, porque ya sé cómo derrotar a Michel —dijo Raziel con un gruñido hostil, mientras crujían los huesos de sus manos con solo apretar los puños y mover las muñecas—. Si necesito su ayuda les daré una señal. Pero mantengan su enfoque en evitar que los soldados de terracota se entrometan, y no se arriesguen demasiado.

—Ahora transmites mucha más confianza que antes. ¿Descubriste algo más mientras peleabas? ¿O acaso...? —decía Nayeli arqueando una ceja, y entonces cambia a una expresión de sorpresa antes de continuar—. ¿Sucedió cuando él utilizó su visión del futuro?

—Sí —contestó Raziel, entendiendo lo que se refería Nayeli—. Y eso no es todo. Aunque no tengo algo parecido a la habilidad visual de Gabriel, he aprendido mucho viendo a Michel.

—¿De qué están hablando ahora? —preguntó Heidy sin entender nada de nada. 

—No tengo tiempo de explicárselo princesa. Solo continúen con el plan acordado, y tengan algo de fe —dijo Raziel con total seguridad, para después empezar a caminar hacia Nostradamus.

Nayeli y Heidy no dijeron más nada, porque la confianza que transmitía ahora Raziel también les dio confianza a ambas para creer que ahora todo iba a estar bien. Así que se concentraron en evitar intromisiones en la pelea entre Raziel y Nostradamus. 

Los soldados de terracota, estando ahora bastante reducidos en número, aguardaron a que surgieran más para continuar presionando al grupo que enfrentaba Nostradamus. Y ahora que su número había vuelto a crecer, comenzaron a acercarse como un ejército marchando lento y firme hacía un ejército enemigo, aunque eran solo una mujer-ciervo y una princesa.

—Antes de luchar necesito saber una cosa: ¿Tu magia es a distancia o de corto alcance? —pregunto Nayeli sujetando ambos extremos de su fusil.

—A distancia. Jamás se me ha dado bien luchar cuerpo a cuerpo, ni siquiera con armas como espadas o lanzas —contesto Heidy cruzando las muñecas a la altura del estómago, con los dedos índice y medios extendidos, haciendo que la energía Maná se concentrara en sus manos. 

—Una maga en toda regla. Yo también soy pésima luchando cuerpo a cuerpo, pero cuando se trata de disparar, no importa la distancia —dijo Nayeli con una sonrisa orgullosa, cambiando su arma al modo escopeta.

A pesar de todo ambas se sentían bastante seguras, y fue por la confianza que les contagió Raziel; confianza que no venía del orgullo, sino de la fe en que podría triunfar. Y ahora Raziel tenía más fe de la que ha tenido en toda su vida; una fe depositada en todo lo que aprendió en San Bestia, de Gabriel y ahora también de Nayeli.

Tenía fe en que todo lo que aprendió le ayudaría a superarse por fin.

"Aunque me disgusta rechazar una ayuda, solo yo puedo enfrentar las predicciones de Michel Nostradame. Además también necesito librar esta pelea por mí mismo, porque sino jamás descubriré lo fuerte que soy, ni tampoco si podré evitar que se repita esa noche", fueron los pensamientos de Raziel, recordando con dolor, rabia e impotencia aquella trágica noche en que sus padres se sacrificaron para que él y su hermano pudieran escapar. 

Muchas veces en la vida hay momentos en los que todos desean lograr algo por sí mismos; superar una prueba intelectual, ganar una competición física, pasar una entrevista para conseguir un empleo, o incluso algo más cotidiano como cocinar una excelente comida. Son momentos que pueden parecer triviales o irrelevantes para otros, pero representan un logro personal para el individuo; una meta que deben superar para ser mejores, sentir que pueden superarse, que pueden evolucionar.

Es un rasgo compartido por todos los seres vivos en menor y mayor grado, incluso entre los animales; un animal no podrá considerarse "adulto" por sus semejantes hasta que sea lo bastante fuerte como para no seguir dependiendo de sus padres, hasta que aprenda a conseguir alimento por sí mismo, hasta que aprenda a sobrevivir por su propia cuenta.

En el caso de un depredador, como lo es Raziel, no pueden considerarse capaces de valerse por sí mismos hasta que cacen su primera presa por sí mismos. Como hombres-bestia, Raziel deseaba descubrir si al fin podía valerse por sí mismo para, en un futuro, ser capaz de proteger a su propia familia para que no se repita la misma tragedia que vivieron él y su hermano.

—Denotas mucha calma para ser alguien que sobrevivió por extraña casualidad —dijo Nostradamus frunciendo el ceño con disgusto.

—Estoy calmado, porque ahora sé que no debo preocuparme de nada más —dijo Raziel con más seguridad y calma de la que tuvo hasta ahora.

—¿Ni siquiera por tus otros amigos que están en Escocia? —dijo Nostradamus arqueando una ceja—. Quizás te interese saber lo que estoy viendo ahora. Creo que podrían sobrevivir la sirena, la harpía, la mujer-hiena e incluso la elfa y el otro clan de bestias que llegó a la escena. Pero los otros cinco hombres-bestias de tu clan, les tocó enfrentar a las verdaderas amenazas.

—Ya hemos enfrentado peligros que jamás imaginamos tener que superar tan pronto. Estoy seguro de que Uriel, Remiel, Jofiel, Camael y mi hermano ganaran y se harán más fuertes.

—¿Tan seguro estás? Por lo que puedo ver, el dragón rojo intenta detener los planes de un científico genocida llamado Nikola Tesla. Tu hermano, el chamán pantera, está enfrentando a un monje lunático, que a decir verdad me resulta bastante familiar. El kitsune está ocupado lidiando con un tal Okita Souji. El narasinja fue desafiado a un combate a muerte por el llorica rey espartano Leónidas. Y el garuda pelea contra el dictador traumado Tenoch Nomar del reino submarino azteca.

—Agradezco la información. Pero serán ellos los que cuenten todo lo que pasó en Escocia, cuando nos reunamos —decía Raziel, al fin deteniéndose a una distancia segura de Nostradamus—. Ya he visto que existe la posibilidad de ese futuro. Y aunque las posibilidades sean mínimas, mientras siga existiendo esa posibilidad será suficiente.

—Confiar en las probabilidades más bajas es un disparate. Existen tantos futuros posibles como estrellas hay en el universo. Y aunque podamos apreciar la luz de cada estrella, lo cierto es que esa luz puede ser todo lo que lleguemos a ver de algunas.

—Igualmente es cierto que nacerán más estrellas, tal como nacen nuevos futuros. Solo es cuestión de perspectiva —dijo Raziel, antes de tomar un profundo respiro y comenzar a emanar de su cuerpo partículas azules de Maná.

—Cuanta inocencia... En ese caso, voy a tener que quitarte esa ilusión ingenua —dijo Nostradamus frunciendo el ceño y poniendo la mano derecha en un gesto semejante al de Buda, mientras el punto rojo de la estrella en su frente resplandecía con mayor intensidad.

—Ser optimista no es lo mismo que ser ingenuo. Puedo ser bastante gentil y preferir la paz antes de que pelear como cualquier bestia —decía Raziel, para luego inhalar bastante aire y cambiar su manto de Maná por un aura blanquecina de Chi, mientras adoptaba una postura defensiva un poco encorvada con los antebrazos extendidos y cruzados hacia adelante—. Pero ya no volveré a huir, porque ya no soy un cachorro débil.

Luego de esas palabras volvieron a manifestarse los círculos espirituales que marcan su rango de ataque; esta vez apareció un nuevo círculo y el rango aumento, llegando a abarcar entre 4-8-12-16 metros.

—Aunque sepas manejar el Chi es inútil si no tienes técnicas de espíritu con las que puedas combinar el Maná —dijo Nostradamus, mientras sus orbes empezaban a reorganizarse de nuevo para continuar el ataque con un nuevo patrón.

—Por ahora no me hace falta, gracias a ti —contestó Raziel, antes de que su aura de Chi fuera reemplazado por el manto azul de Maná—. Quizás haya sido obra del Wakan Tanka, o fue algún tipo de "magnetismo" entre nuestras almas. Pero me serviste de ejemplo para entender cómo funciona un poder de Prana de clase Mantra.

—¿Y eso de qué te va a servir...? —preguntaba Nostradamus, y casi no había terminado de hablar cuando su pregunta se respondió con lo que vio a continuación.

https://youtu.be/ZhETi8XwONk

El manto de Maná de Raziel fue reemplazado de nuevo por el aura de Chi tras un rápido respiro. Después empezó a respirar a un ritmo lento, y el aura cambió casi de inmediato por una explosiva llamarada de energía blanquecina de tonalidad turquesa. No había rastros de viento nebuloso, tampoco partículas de Maná ni contornos negros, así que era obvio de qué se trataba.

—¡¡¿Qué?!! ¡¿Tú también podías usar el Prana?! —exclamó Nostradamus con sus ojos agrandados de lo atónito que había quedado. 

—Antes no, pero gracias a ti ahora sí puedo hacerlo —respondió Raziel, intentando controlar el ritmo de su respiración para mantener la flameante energía turquesa que liberaba su cuerpo—. Gracias a ti descubrí la forma correcta en que yo debía canalizar mi energía Prana. 

"¡¿Este bastardo estuvo alternando entre cargar su energía Chi y Maná hace un momento, porque estaba recién aprendiendo a canalizar la energía Prana como yo lo hago, y además lo consiguió en tan poco tiempo?! ¡¿Él tiene el mismo tipo de poder que yo?!" fueron algunos de los pensamientos de un Nostradamus tan sorprendido que le costó procesar lo que acaba de suceder.

Y por si eso no fuera suficiente, casi se le salen los ojos de las cuencas por la nueva sorpresa que presenció a continuación.

—¡Shaliakh Kokhavim: Astrologia! (¡Apóstol de las Estrellas: Estudio de los Astros!) —conjuro Raziel separando los brazos para después poner las palmas cerca de la otra, mientras el fuego turquesa se concentraba en el espacio de sus palmas y se juntaban partículas cristalinas azules de Maná, formando un orbe igual a los que controlaba Nostradamus, pero de tonalidad turquesa.

"¡¡¿Este animal también puede usar la magia de los astros?!! ¡¡¿Quién demonios es él?!!", pensaba Nostradamus tan estupefacto e incrédulo que empezó a cuestionar si esto era simple casualidad. 

Tal vez era casualidad, o quizás resultado de una alineación de eventos establecidos por una fuerza superior.

"Gracias, señor Franklin. Gracias a usted y a su regalo, este futuro fue posible", dijo Raziel en su mente, mientras surgían más orbes pequeños a partir del primero que había creado, y recordaba todo lo que leyó del grimorio que le entregó el sacerdote humano Franklin Wilde.

Después de repasar tantas veces los cánticos escritos en el grimorio Palabra de los Santos, Raziel empezó a entender que había descripciones acerca del Cubo de Metatrón, la magia heredada por el arcángel San Raziel a los Proto-Humanos Adán y Eva, los símbolos geométricos de la astrología, las Diez Sefirot del Árbol de la Vida, las enseñanzas espirituales del Séptimo Buda Humano Jesús de Nazaret, la fuerza del Tao bajo el término hebreo Ein Sof (el Infinito). 

Todo ese conocimiento estaba registrado y guardado en los cánticos. Solo era cuestión de tiempo para que Raziel aprendiera a organizar las secuencias de símbolos geométricos y textos en latín para utilizar la magia Ars Angelus. Y al combinar el Arte Mágico con su recién despertado poder pránico, obtuvo su Shaliakh Kokhavim. 

Lo último que necesitaba Raziel era un maestro indicado que lo guiase, o ver un ejemplo como base. Y al final el ejemplo que le ayudó a evolucionar resultó ser el propio Michel Nostradame. 

"¡Tengo que eliminar a este animal antes de que se haga más fuerte!", pensó Nostradamus, comprendiendo que él y Raziel eran casi la misma clase de guerrero, por lo que el eniyamotekun pardo estaba evolucionando a un ritmo alarmante usando al propio Nostradamus como ejemplo.

Nostradamus organizó todos sus orbes en columnas delante de él como una muralla de estrellas pequeñas. Luego entró en un breve trance para predecir los siguientes dos minutos, y disparó todos sus orbes con solo extender su mano izquierda hacia adelante. Había predicho cómo Raziel se defendería de ese ataque, por lo que estaba preparado para volver a contrarrestarlo.

Una vez más se puso pálido de los nervios, debido a que Raziel disparó sus propios orbes en una trayectoria diferente a la predicha. Nostradamus volvió a convocar nuevos orbes, visualizo los próximos tres minutos y disparó los orbes en otra secuencia, solo para terminar siendo contrarrestado de nuevo por los orbes mágicos de Raziel, quien se había anticipado a todos los ataques sorpresivos.

Consumido por la negación y la terquedad, Nostradamus siguió disparando más orbes con nuevos ataques sorpresas basados en predicciones, las cuales terminaron siendo un rotundo fracaso.

Hundió un orbe en la tierra para que luego saliera del suelo a atacar la pierna de Raziel, y éste último lo esquivo con sorprendente anticipación. Elevó tres orbes a una gran altura y los hizo descender como meteoros sobre Raziel, quien lo volvió a prever apartándose en el momento preciso. Escondió orbes detrás de otros para ataques sorpresa, y Raziel respondió destruyendo primero los orbes escondidos antes de bloquear los primeros con los antebrazos. 

En este punto fue bastante claro para Nostradamus que no podía ser solo casualidad o instinto; Raziel estaba anticipándose a sus predicciones. 

https://youtu.be/dJ-QLl5qjLg

"¡Esto no puede estar pasando! ¡Incluso si puede leer mentes yo lo habría previsto! ¡No puede estar prediciendo mis visiones! ¡No puede ser como yo!", decía Nostradamus en su mente, al borde de un ataque de nervios por la situación absurda e imprevista en la que se encontraba.

La magia astrológica del Mundo Mortal es tan antigua como las primeras civilizaciones. Tal es así que el término "mago" era usado en la antigüedad para referirse a los astrólogos, como es el caso de los magos orientales que siguieron la denominada "Estrella de Belén". Y al ser una magia ancestral, está bastante arraigada en el linaje de ciertos pueblos, como los del Territorio Israelita. 

Durante siglos hombres y mujeres de origen judío se han establecido en varias partes de Europa, resultando en la unión de la mayoría de ellos con nativos de regiones europeas, añadiendo el vínculo con la magia astral a unos cuantos descendientes, gracias a la conexión del linaje eslavo con su propia magia astral heredada de los Primordiales Eslavos.

Una de esas familias de origen judía fue la del padre de Michel, Jaume Nostradame. El padre de Jaume era un judío que se había convertido al catolicismo, adoptando el nombre "Pierre" junto con el apellido "Nostradame" (Nuestra Señora). Pero el linaje judío seguía presente hasta Michel Nostradame, permitiéndole alcanzar la maestría y la cima en la magia ancestral del pueblo israelita, aparte de obtener el "don" de la clarividencia. 

Y tal como sucedió con la familia del padre de Michel Nostradame, también era un caso similar con un ancestro de la familia europea de Sorin, el padre de Raziel y Azrael. Aunque Nostradamus no tenía forma de saber esto, ya tenía la hipótesis de que Raziel también descendía de un linaje de hechiceros astrólogos y clarividentes, que le habían heredado el potencial de despertar dichos dones; un potencial amplificado por la extraordinaria capacidad evolutiva de las bestias en los conflictos.

En un sentido irónico, Raziel estaba reescribiendo los futuros que visualizaba Nostradamus.

—¡Navi Kokhavim: Ultima Lux Priscum Astro! (¡Profeta de las Estrellas: Luz Final de la Estrella Ancestral!) —recitó Nostradamus entrelazando los dedos de sus manos, dejando un espacio considerable entre sus palmas. Y en respuesta se manifestó un Círculo Mágico de color blanco al frente de sus manos, con los grabados en latín y el símbolo geométrico de una estrella de cuatro puntas. 

Todos los orbes nuevos que había invocado comenzaron a fusionarse arriba de él para crear una esfera masiva de flameante luz roja, asemejándose a una estrella a punto de explotar. Y con un simple gesto de una mano, Nostradamus arrojo el orbe gigante hacia el eniyamotekun pardo, quien ya estaba preparándose para contrarrestarlo.

Raziel empezó a reorganizar sus propios orbes mágicos, basándose en los gestos que hacía Nostradamus con las manos. Después los disparó todos a la vez y, emulando una familiar secuencia de gestos con las manos, provocó la alineación de sus orbes a una formación de cruz, que las transformó en un flameante crucifijo turquesa muy parecido a lo que hizo Nostradamus al inicio del combate.

El impacto de la cruz de flamas turquesa con el gigantesco orbe rojo desencadeno una explosiva muralla de fuego, junto con una onda expansiva que estremeció el suelo e hizo pedazos a algunos soldados de terracota bastante cerca. Tal era la fuerza de la explosión que Nostradamus tuvo que convocar un Círculo Mágico de protección con su mano izquierda para protegerse.

Y no se esperó a que Raziel afrontaría el enorme riesgo de atravesar las flamas, para luego correr a cuatro patas, y acercarse a Nostradamus con el doble de la velocidad máxima de un leopardo. El profeta astrólogo apenas tuvo tiempo de convocar cinco orbes mágicos, y aún así Raziel no frenó: esquivo tres orbes, destruyó los siguientes dos con un par de zarpazos, y con un aterrador rugido de leopardo lanzó un tercer zarpazo que hizo pedazos el Círculo Mágico de protección, junto con la mano izquierda de Nostradamus y casi todos sus posibles futuros triunfantes.

Próximo capítulo: Luz de la Selva.