"Tienes en tu reino a un hombre en el que mora el espíritu de los dioses santos; en los días de tu padre demostró tener luz, inteligencia y sabiduría propias de los dioses."
—Daniel, capítulo 05: 11.
https://youtu.be/tkTtTa3HnBk
[Horas Atrás. Domhan-Eile: Reino de Albión].
En la noche anterior, mientras los demás se ocupaban en profundizar sus relaciones, todo estaba en total calma en la habitación compartida por Raziel y Nayeli, porque estaban continuando la charla que prometieron tener cuando hablaron por primera vez —Volumen 2: Cap. XXVII—, cuyo tema central era la herencia Lakota que ambos compartían. Y desde que entraron a la habitación pasaron horas hablando; ni siquiera se cambiaron a una ropa más cómoda para dormir.
Nayeli estuvo compartiendo todo lo que sabía de la magia de su pueblo y de otros pueblos nativo americanos, y Raziel entendió rápido que el sistema de los pueblos nativos de Norteamérica giraba en torno al chamanismo, además que los dioses fundadores de esos pueblos, aunque en sus inicios no estaban establecidos como un "Panteón" oficial, con el tiempo se unificaron como un Panteón independiente y legítimo.
Era un caso parecido al reino de los dioses coreanos y filipinos, que al ser reinos pequeños sin un gobierno central no se consideraban "Panteones" como tal, hasta que comenzaron a ganar independencia, poder y méritos para convertirse en Panteones oficiales. De cierta forma estos casos eran similares al de un estado o tierra que, por medio de una guerra de independencia, se convierten en un país autónomo.
Raziel encontró mucha inspiración en la espiritualidad del pueblo natal de Nayeli, pero lo que sí le sorprendió bastante fue el siguiente dato que reveló Nayeli...
—¡¿Los chamanes nativo americanos dominan la energía Chi?! —exclamó Raziel tan sorprendido que su cabello amarillo y manchado se erizo por un momento.
—Igual que los chamanes y brujos de Suramérica —agregó Nayeli casi riendo por la reacción del joven-leopardo—. Tenemos suficiente entendimiento del Chi para emplearlo en algunas acciones o para visualizar objetos, personas, acontecimientos o paisajes, comúnmente a través del humo o el agua. Y en mi pueblo natal, los Lakota, lo que ustedes conocen como Tao nosotros lo llamamos Wakan Tanka (Gran Espíritu), la fuerza que une, gobierna y crea todo en el universo, dio origen a los Primordiales y otorga poder a nuestros espíritus.
—Yo no sabía eso, pues solo me centre en investigar la magia del linaje paterno de mi padre. No tuve tiempo de investigar acerca de su linaje materno —dijo Raziel sorprendido y lamentándose de no haber estudiado también su otro linaje.
—Bueno en tu caso es bastante entendible. Si ya de por sí puede ser complicado tener padres de dos culturas distintas, no puedo imaginar cómo es el caso tuyo y de tu hermano, que son cuatro o más culturas diferentes —dijo Nayeli rascándose la cabeza, sintiendo algo de jaqueca con solo pensar en estar en la misma situación que Raziel.
—No tienes que decírmelo. Camael no lo ha pasado muy bien por eso, y más recientemente que descubrió las consecuencias de lo que hizo aquella noche en que se transformó por primera vez... —dijo Raziel, recordando una charla secreta que tuvo con Camael, respecto a una culpa que el garuda llevaba ocultando desde que regresó de su entrenamiento.
Hasta el momento el garuda no hablo de cómo fue su primera transformación y qué tipo de daños causó. Pero es obvio que no debió ser un primer cambio "pacífico", en especial tratándose de una bestia que creció bajo la crianza de una familia mexicana bastante prejuiciosa, en un pueblo igual de prejuicioso, en el que casi todos lo menospreciaban y maltrataban por creer que él era "europeo".
Y resulta que Camael en realidad no pudo completar su mes de entrenamiento, porque a mitad del mismo regresó por unos días a México para encarar el pasado que tanto odiaba. Y lo que sucedió allá, lo que sea que encontró, lo llenó de más amargura de la que tenía antes.
—Camael... ¿Te refieres al garuda que parece molesto con todo? —dijo Nayeli sorprendiéndose—. Digo, no es por prejuzgarlo, pero en lo poco que vi y escuche de ustedes, él no me parece el tipo de bestia que sienta culpa de algo que hizo.
—Es complicado. Y por respeto a Camael no puedo decirte mucho, excepto que él ahora entiende que sus acciones también pueden afectar a los demás, incluyendo a las pocas personas que en verdad llego a apreciar —dijo Raziel mientras pensaba en el caso de Camael, y también en cuantos conflictos personales deben estar librando sus otros amigos en secreto.
—Sé lo que quieres decir... —dijo Nayeli casi en un susurro y bajando la mirada por un momento—. Todas las decisiones y acciones tienen consecuencias. Incluso la simple acción o decisión de ayudar a alguien, puede conducir a tragedias que jamás podremos haber imaginado.
—Esas palabras... suenan más a experiencia propia que simple conocimiento —dijo Raziel de manera sutil, y con un poco de curiosidad.
—¡Je! No pensaras que mi trasfondo es que soy la estereotipada y cliché mujer empoderada, egocéntrica, única y diferente que soñaba con demostrar su fuerza entre los hombres de su aldea. ¿O sí? —decía Nayeli sonriendo por primera vez de un modo casi forzado.
—La verdad no. A mi me parece que eres una hembra que es dulce y pacifista en esencia. Pero un evento te forzó a llevar esta vida guerrera, y a raíz de ello tienes la costumbre de actuar con buen sentido del humor para sobrellevar malos sentimientos, como la culpa o la tristeza, y que intentas ser graciosa, optimista y amistosa para alegrar a los que están cerca de ti.
—¿Acaso eres un puto psíquico? —pregunto Nayeli fijando su mirada en Raziel, casi pareciendo una policía interrogando a un sospechoso.
—Técnicamente todos los que usan magia son "psíquicos", aunque ahora el término lo suelen emplear para referirse solo a los que tienen habilidades extrasensoriales. En mi caso es solo una combinación de buena observación, análisis psicológico y experiencia personal.
—Impresionante, muy impresionante —dijo Nayeli parpadeando impresionada, antes de entrecerrar los ojos—. Aunque no debería sorprenderme si te llamas "Raziel".
—¡Ja! Eso tiene su explicación. Cuando mi hermano y yo nacimos, nuestros padres nos dieron nombres temporales mientras esperaban un año, para hacernos una pequeña prueba antes de darnos un nombre oficial.
—¿Hicieron algún tipo de "test psicológico" en ustedes?
—Podría decirse que sí. La prueba consistió en poner frente a mi hermano y a mí diferentes objetos, de los cuales teníamos que elegir los que más llamaran nuestra atención. Yo elegí una biblia, después una pluma y por último un cangleska wakan (aro sagrado), por lo que mi padre predijo que yo sería un astrólogo, un erudito o un chamán. Entonces mi madre tuvo la idea de nombrarme "Raziel".
—Eso lo explica todo. Tu padre definitivamente no estuvo tan errado en sus predicciones. ¡Je, je!
—Se puede decir que es algo de nuestras familias —dijo Raziel con un semblante pensativo—. Aunque nuestros padres y abuelos son de por lo menos cuatro culturas diferentes, ahora me he dado cuenta de que todas comparten dos cosas en común: temas de clarividencia y un vínculo con los espíritus.
—Muchos lo llamarían "coincidencia", pero mis padres dirían que fue voluntad de los espíritus de tus antepasados o por influencia del abuelo Wakan Tanka para un propósito específico —dijo Nayeli con una mirada curiosa y fascinada—. Deberías tener en tu sangre un gran potencial espiritual para comunicarte con los espíritus, o una probabilidad cerca del cien para desarrollar clarividencia.
—Realmente no estoy seguro. He estudiado acerca de la energía espiritual desde la perspectiva de las tradiciones de los Antiguos Astros, como el Séptimo Buda Principal Jesús de Nazaret, y no logré avances hasta hace unas horas, gracias a las lecciones de Gabriel.
—¿Qué lecciones?
—De camino para acá, en nuestro barco, Gabriel nos ayudo a fortalecernos compartiendo todo lo que él aprendió sobre el cuerpo y el espíritu. Fueron unas horas de entrenamiento, y en el resto del viaje hicimos algunos repasos en cuanto teníamos oportunidad.
—Genial. Aunque son solo algunas horas, para una bestia promedio equivale casi lo mismo que entrenar por semanas o meses para un humano promedio.
—Sí. Y además de ejercicios físicos, a cada uno nos explicó acerca del Chi de forma que pudiéramos comprenderlo mejor y aplicarlo a nuestras técnicas. Y en la última práctica en el barco solo Miguel, Jofiel, Uriel y mi hermano han mostrado indicios de controlar el Chi dentro de poco. Yo... Apenas pude siquiera aprender a ver mi flujo de Chi.
—Sabes Raziel, no me considero buena analizando a la gente, pero me parece que te cuesta reconocer tus propios dones —dijo Nayeli cruzándose de brazos y frunciendo el ceño, con una actitud más seria.
—No eres la primera que me lo dice —dijo Raziel con una sonrisa penosa—. Desde que tengo memoria, he dependido de mi hermano para enfrentar casi cualquier obstáculo. Mi hermano heredó el lado más despiadado y frío de mamá, junto con la fuerza evolutiva de papá, por lo que ha sido mejor luchador que yo. Hace unos días decidí tratar de mejorar por mi cuenta y demostrarles a todos que soy fuerte, pero no he tenido mucha suerte. Aun hay veces que todavía me siento muy débil... que no he mejorado nada.
—Para empezar deberías desprenderte por completo de ese sentimiento. Si continúas pensando así no podrás descubrir el potencial que tienes. Y la fuerza no es solo el físico; es una mezcla de músculos, espíritu e inteligencia. Si no has logrado grandes avances, tal vez necesitas un nuevo enfoque.
—Gabriel me dijo lo mismo: que debo encontrar mi propia fortaleza y partir de allí. Me recomendó comenzar con el lado espiritual.
https://youtu.be/7VM3W0F1vCY
—Buena sugerencia. Y hoy estás de suerte, porque la espiritualidad es una de las bases centrales de mi tribu —dijo Nayeli sonriendo un poco, antes de tomar aire—. En la cultura lakota no tenemos el mismo concepto de "magia" que en otras tierras como Europa y África, porque para nosotros no existe distinción entre lo "natural" y lo "sobrenatural". En este sentido, interpretamos lo denominado "sobrenatural" como los aspectos espirituales y misteriosos de la naturaleza.
—Creo que lo entiendo. Es parecido a algunas culturas de Asia que consideran la "magia" como algo más espiritual que científico, o como un tipo de arte o poder diferente que complementa a las Artes Marciales y el Chi.
—Más o menos, pero ya empiezas a tener una idea. Ahora bien, siguiendo la concepción que tienes del "alma", en mi tribu el alma está dividida en tres partes: la parte vital, Niya, la parte de nuestra idiosincrasia, Nagi, y la parte de nuestro poder espiritual, Sichum. Creemos que cada alma proviene de las estrellas. Todo está conectado a través de la energía espiritual por la fuerza creadora Wakan Tanka...
Nayeli pasó los próximos minutos instruyendo a Raziel en los conocimientos espirituales de la tribu lakota, de una forma que el joven-leopardo pudiese entenderlo. Luego ayudó a Raziel a practicar la meditación espiritual para visualizar el ambiente a través de su energía Chi.
Con paciencia y dedicación, Raziel comenzó a memorizar cada detalle de su alrededor antes de cerrar los ojos, y después trato de visualizarlo todo a través de la energía Chi, siguiendo una de las bases que Gabriel les había enseñado en el barco Draco Wang.
Al terminar cada uno su respectivo ejercicio y práctica de nuevas técnicas, se sentaron en el suelo, formando un círculo, para escuchar al baghatma hablar sobre el Tao, el Chi y también un poco del Prana, mientras Remiel decía algunas bromas al respecto, como que ellos ocho parecían los "Apóstoles" del Avatar de Rudra, y que Raziel debería anotar lo más destacado para un nuevo Veda o un tercer Testamento.
En esa lección teórica Gabriel les enseño unos cuantos métodos de meditación para cultivar Chi, mientras les indicaba cómo visualizarla.
—Imaginen un universo o una galaxia dentro de ustedes. Después visualicen la energía de ese universo fluyendo a través y alrededor de su cuerpo, como una brisa cósmica; esa energía es el Chi. Traten de visualizarla de una manera distinta a como visualizan el Maná, el Prana o el Kenoplasma; mientras más radical sea la distinción, mejor. Es importante que aprendan esto, porque con la práctica, el conocimiento y la disciplina indicada, la fuerza espiritual puede dominar la fuerza física y la fuerza mental.
La siguiente lección fue un repaso de lo que era el Tao, la fuerza natural que mueve el universo, fluye a través de todo lo existente dentro de la Creación, y no puede ser controlada ni siquiera por los dioses; solo se puede dominar la esencia que el Tao otorga a las almas, el Chi. Y al ser una fuerza compuesta por lados opuestos, denominados "Yin y Yang", otorga Chi a todas las criaturas por igual, sean buenas o malas.
El problema radica en que muchos ajenos al tema, como los griegos y los nórdicos, no entienden la naturaleza compleja del Chi al punto de simplificarlo como "magia", y por esta absoluta carencia de comprensión profunda, sumado a una falta de conexión espiritual y desconocimiento de la naturaleza Yin/Yang de sus almas, son tan incapaces de controlar su Chi que, en el mejor de los casos, aunque logren liberarlo jamás alcanzaran niveles altos de cultivo ni aunque entrenen por millones de años.
Después de todo, la energía espiritual trabaja en conjunto con el cuerpo y la mente, por lo que es necesario tanto un cuerpo fuerte como una mente sabia para dominarla.
Pero Raziel como bestia ya contaba con un cuerpo más que perfecto, y además ya había explorado los caminos espirituales desde el punto de vista astral, lo desarrolló con las enseñanzas taoístas de Gabriel, y ahora los complemento con la sabiduría chamanística de Nayeli. Esto le otorgó una visión más amplia del espíritu y el Tao, logrando conectarse más con su propia alma y, a su vez, con su propio Chi, permitiendo que dicha energía pudiera fluir más fuerte a través de los puntos de su cuerpo físico, conocidos como "meridianos".
Raziel también sabía de sobra que su naturaleza estaba más inclinada hacia el lado Yang, y esto fue el "empuje" que necesitaba para que al fin, en esa habitación, pudiera liberar su energía Chi como un radar de 360 grados que se extendía hasta un radio de dos metros, en el que Raziel podía visualizar las siluetas de cada objeto inanimado, las paredes, el suelo, el techo e incluso el Chi de Nayeli como una "sombra" colorida que era fácil de reconocer.
De cierto modo a Raziel le recordó a la habilidad visual de Gabriel para ver el karma del alma, y ya su apasionada mente teológica comenzó a formular todo tipo de teorías, como que tal vez esa habilidad visual sea una versión avanzada de la "Detección de Chi", que los baghatma tenían gracias a algún tipo de "evolución espiritual" de su especie por herencia genética del Rey Tigre Rudra.
Y si era el caso, Raziel también teorizó que la denominada "clarividencia" era solo una versión avanzada del "Radar de Chi", que incluso permitía visualizar los acontecimientos que pasaron o pasarán en un determinado lugar, o en la vida de una determinada persona.
Pero esas preguntas se las guardo para un estudio futuro. Ahora mismo se concentró en seguir practicando; no tardó en entender que la respiración también era un punto clave a la hora de manipular el Chi, similar a lo que hacen Gabriel y Jofiel cuando utilizan la energía Prana. Otro detalle que noto Raziel fue que de cerca se podía ver bien que el Chi se movía en un patrón diferente al Maná, al Prana y al Kenoplasma, como una especie de "gas nebuloso", y en el caso de Raziel tenía una tonalidad blanquecina.
En palabras simples, la energía Chi se veía como un aura con vórtices de viento espiritual parecidos al de una nebulosa, en contraste con el Maná que era un conjunto de partículas luminiscentes similares a minerales de la tierra, o la energía Prana que al liberarse emulaba una radiante llamarada semejante al fuego, o el Kenoplasma que tenía contornos negros en sus distintas formas sombrías y se movía como el agua.
Raziel intento seguir el camino de la hechicería, y no tuvo tantos avances como se esperaría. Pero ahora, con la magia sagrada y la fuerza espiritual, se sentía capaz de escalar hasta diez escalones en el poder.
https://youtu.be/bOFpAxbLXqs
[Presente. Wonderland: Lado Norte del Reino de Corazones].
Si ya de por sí era una locura la batalla que se estaba llevando a cabo cerca del castillo de la reina de corazones, poco a poco se estaba convirtiendo en un caos sacado de una historia de apocalipsis zombi, porque la zona era una guerra contra un ejército de terracota.
Nayeli se estaba ocupando de eliminar a los soldados de terracota cercanos, para que no molestaran la concentración de Raziel y lo hicieran estar en desventaja contra Nostradamus. Podría ser bastante difícil para muchos que luchan con armas de fuego, pero la mujer-ciervo se las estaba arreglando bastante bien gracias a su arma personalizada que podía alternar entre diferentes formas.
La primera demostración fue cuando ella cambió el diseño de fusil por uno de escopeta que disparaba ráfagas de partículas de Maná como metralla, capaces de reducir a pedazos a un soldado de terracota acorazado y a las estatuas budistas. El inconveniente es que su cadencia de tiro era mucho más lenta que en su forma fusil, como cualquier escopeta normal.
Después Nayeli cambio el diseño de escopeta por uno parecido a una ametralladora gatling 1862, con una manivela en un extremo que servía para disparar decenas de balas de Maná por segundo. El defecto era que el arma tenía menos alcance, más dificultades para apuntar, y las balas causaban menos daño que los dos tipos de arma anteriores.
Por último, si algún soldado de terracota estaba demasiado cerca, Nayeli lo destrozaba golpeándolo con la propia arma multiforme, o cambiando el diseño al de un modelo avanzado de un hacha tomahawk, con la hoja hecha de piedra blanca e imbuida de poderosa magia sagrada.
Otro detalle curioso del arma multiforme de Nayeli es que, al momento de transformarse, pasaba por un veloz y extraordinario proceso en el que las partes se separaban y reorganizaban, mostrando que la estructura interna del arma era pura magia sagrada, y también partes de piedra blanca con descargas eléctricas, luciendo más como una compleja arma de tecnología avanzada que un simple artefacto mágico.
—¡Cuando Tala me habló de la absurda primera misión oficial de este clan no pensé que la siguiente también sería una locura! —dijo Nayeli mientras cortaba cabezas de monstruos de cerámica con su hacha tomahawk, para al final arrojarlo como un boomerang, de manera que el arma comenzó a destruir una línea de lanceros de terracota en su camino.
—¡Créeme Nayeli que yo tampoco creí que podría ser peor que lo que pasamos en aquella base de vampiros! —contestó Raziel todavía defendiéndose de los orbes luminosos, pues no hallaba el momento indicado para acercarse, y cada paso que daba hacia adelante Nostradamus retrocedía otro.
—¡Si esto ya de por sí es una puta locura no quiero ni imaginar lo que están viviendo tus otros compañeros en Escocia! ¡¿Es que acaso quieren superar el nivel de surrealismo en cada misión que les dan?! —decía Nayeli saltando encima de una estatua budista, para luego recuperar su tomahawk atrapándola en el aire y usarla para destrozar la cabeza de la estatua budista.
—¡Honestamente dudo mucho que pueda ocurrir algo más surrealista que todo esto!
—¡Y honestamente yo no quiero averiguarlo! ¡No me pagan lo suficiente para estar en este tipo de situaciones absurdas!
—¡Si tienes tiempo y energía para quejarte mejor resérvalo para terminar con esta desquiciada guerra que está destruyendo mi reino y acabando con la vida de mis caballeros! —gritaba Heidy mientras se mantenía cerca de Nayeli, vigilando a toda costa sus alrededores para que ningún monstruo de cerámica la atacara por sorpresa.
—¡Ve el lado bueno princesa, tu reino tendrá tanta cerámica de sobra que podrán usarla para comerciar y ganar mucho dinero! —dijo Nayeli, transformando su tomahawk por la forma fusil y, de un disparo certero, le voló la cabeza a un lancero de terracota que estaba cerca de llegar hasta Heidy.
Por otro lado, Nostradamus ya había perdido la paciencia; a este paso el combate terminaría extendiéndose demasiado, y no se sentía seguro de ganarle al hombre-leopardo de esta forma. Así que decidió arriesgarse para terminar rápido el combate, usando lo que era su "as" bajo la manga.
"Todavía no he recuperado gran parte de mi poder original, pero aun así puedo utilizar la parte esencial de mi premonición", pensaba Nostradamus con una sonrisa divertida, sin dejar de realizar todo tipo de sellos manuales para no dejar de crear orbes mágicos y dispararlos.
Fue en ese momento en que Raziel noto casi de inmediato un detalle que, por la situación frenética y carente de cualquier segundo de descanso, casi nadie sería capaz de verlo.
"Algo no anda bien. Estos orbes seguían un patrón casi aleatorio, como si trataran de ser difíciles de predecir. Pero ahora, de un segundo a otro, su patrón cambio a uno específico, como si estuvieran moviéndose en sentido automático", fueron los pensamientos de Raziel, y en una oportunidad aprovecho para mirar bien a Nostradamus.
Debido a la luz de los orbes apareciendo, moviéndose y desapareciendo de manera constante a velocidades desquiciantes, era muy difícil darse cuenta que los ojos de Nostradamus comenzaron a brillar, y por momentos su pupila parecía intentar cambiar de forma. Pero Raziel pudo verlo bien, y también noto que Nostradamus pasó de hacer sellos manuales y cualquier otro gesto a estar por completo quieto, con una aparente mirada vacía, como si estuviera sumido en un profundo trance.
Lo que él no sabía es que Nostradamus conjuro sus orbes para atacar de manera automática, porque ahora mismo iba a dejar de mirar el presente para ver el futuro.
"Puedo verlo... Todos los movimientos que vas a hacer... Y también a dónde se moverán la princesa y la mujer-ciervo con la gema", fue lo que pensó Nostradamus, mientras frente a sus ojos todo adquirió una tonalidad azul y avanzaba como un video que está siendo adelantado.
Entonces la luz sobrenatural en sus ojos se desvaneció, y todo lo sucedido comenzó a retroceder a una mayor velocidad hasta detenerse en el punto presente; un punto en el que transcurrieron casi diez segundos desde que él entró a ese trance.
—¡Fuiste un buen juguete para poner en práctica este nuevo cuerpo, pero la hora de jugar terminó! —dijo Nostradamus sonriendo como un loco, para luego cruzar los brazos con los dedos índice y medio extendidos—. ¡Navi Kokhavim: Astrologia! (¡Profeta de las Estrellas: Estudio de los Astros).
https://youtu.be/PhiSgXz_l20
Después de aquel gesto y un encantamiento conformado primero por una frase hebrea, seguida de un término en latín, la lluvia de orbes blancos se detuvo en seco y volvió a reorganizarse en nuevas posiciones a su alrededor, mientras ganaban una coloración dorada.
En la frente de Nostradamus se manifestó el símbolo de una estrella de cuatro puntas, semejante al símbolo de los cuatro puntos cardinales, con una parpadeante luz roja en el centro. Y con una luminosa onda expansiva el cuerpo de Nostradamus libero una llamarada blanca de patrón familiar, que Raziel reconoció al instante.
—¡¿Energía Prana?! —pensó Raziel en voz alta por la sorpresa e incredulidad que le invadió tan pronto como reconoció parte de energía Prana en esos orbes mágicos.
—¿De qué te sorprende? ¿No sabías que los Pranayamas de tipo Mantra los suelen tener chamanes, sacerdotes, monjes y por supuesto clarividentes? —decía Nostradamus riendo por la reacción de Raziel.
—Un Pranayama de tipo Mantra... Claro, tiene sentido que alguien como tú tenga ese tipo de poder —dijo Raziel, recordando acerca de la clasificación de los poderes de Prana explicada por Jofiel en capítulos anteriores.
Cada poder de Prana está relacionado con la naturaleza biológica del individuo, incluido el cerebro. En este sentido, mientras que los poderes tipo Atman potencian partes del cuerpo como los músculos, los huesos y la piel, lo que hace el tipo Mantra es potenciar los sentidos y los aspectos del cerebro, incluyendo la energía Maná expulsada a través del pensamiento, la voz o la vista en cada hechizo.
El tipo Mantra también permite utilizar la energía Prana como un "sustituto" de Maná para Artes Mágicos elementales, porque compensa la insuficiencia de Maná causada por la carencia de un contenedor. Además, cuando se combina con un Arte Mágico sagrado, puede evolucionar la magia a una versión más poderosa y propia del usuario, con hechizos que sobrepasan los que usan solo Maná. Esto convierte a los Pranayama de tipo Mantra en el que tiene más variedad de "técnicas", solo por debajo del tipo Brahman.
Y dado a que es un poder muy típico de individuos como clarividentes y profetas, era obvio que alguien como Nostradamus tendría ese tipo de poder de Prana.
—Tal vez mis ambiciones puedan ser cuestionables desde tu punto de vista, pero no soy una persona de vicios que contaminan el cuerpo, la mente y el espíritu, ni tampoco soy alguien que mata por placer —decía Nostradamus, preparándose para chasquear los dedos de ambas manos—. Yo solo mato cuando es necesario, ya no siento ningún apego mundano, y el camino que elegí para la felicidad del mundo es mi propio sendero hacia mi propia "iluminación", como lo fue Siddhartha Gautama antes de conocer y seguir al Dios de las Bestias.
Luego de esas palabras, Nostradamus señalo a Raziel con una mano y, en respuesta, diez de los nuevos y mejorados orbes mágicos volaron hacia el objetivo fijado a una velocidad comparable a la de un rayo. De nuevo Raziel reaccionó rápido para desviar y destruir los orbes mágicos, descubriendo dos cosas: la potencia de los orbes aumento tanto que le causo un daño considerable en los brazos, y lo otro es que no logró defenderse de todos.
Lo supo porque una le había cortado la mitad de la cola, otra le fracturo la rodilla izquierda con solo el impacto, y otra le destrozó la pata izquierda. Raziel cayo arrodillado, no solo por las heridas en su pierna, sino también porque un fuerte mareo le golpeo con fuerza.
"No debería haber fallado. Mi velocidad de movimiento y reacción fue perfecta. No... En realidad él escondió esos orbes detrás de otros, y las dirigió hacia mis puntos ciegos como si ya supiera cuáles serían mis movimientos... Como si ya sabía..." pensaba Raziel, y al final comprendió lo que en realidad pasó.
—Algo interesante que sé de las bestias, es que dependiendo de la especie, tienen una debilidad física que mantienen por gran parte de su vida, a no ser que entrenen para superarla cuanto antes —decía Nostradamus sonriendo con diversión inocente, como un niño jugando con un juguete—. En el caso de las bestias como tú, sufren algo parecido a una pérdida del sentido del equilibrio cuando se les corta la cola. Aunque es solo temporal, porque de todos modos les volverá a crecer la cola, es una desventaja grave en batallas frenéticas.
Dicho eso, Nostradamus señaló el suelo y al instante un orbe mágico oculto descendió cual bala desde arriba de Raziel, volviéndole a cortar otra parte de la cola justo cuando comenzaba a regenerarse; lo peor es que el ataque dejó una quemadura severa en la herida.
—Y también sé que las heridas por quemadura tardan más en sanar que los cortes y desgarres —añadió Nostradamus, mientras movía las manos como un compositor musical, y los orbes seguían sus movimientos en una aparente danza armoniosa.
Nostradamus volvió a entrar en ese breve trance, con sus ojos parpadeando de color dorado, y esta vez Raziel lo noto con claridad viéndole directo a los ojos, aunque el trance duró menos de un minuto en esta ocasión; un minuto en que Nostradamus visualizo decenas de posibles eventos acontecidos entre los diez y quince minutos futuros. Y en todos descubrió cómo llegar a un único resultado: su victoria y la gema del abismo en sus manos
"Nah, yo ganaré", pensó Nostradamus con despreocupada confianza, considerando "innecesario" el haber tenido que hacer tantas predicciones, porque creía con firmeza que el único resultado posible era su victoria.
Lástima que por haber estado en ese breve trance no pudo ver que Raziel, cuando lo miró directo a los ojos, también se manifestó la misma luz sobrenatural en los ojos del eniyamotekun pardo. Una luz que reveló la imagen de un nuevo futuro, que Nostradamus tal vez podría haber visto si hubiera indagado entre los futuros menos posibles y más surrealistas.
Próximo capítulo: Reescribiendo el Futuro.
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