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Capítulo LXIII: Mujer Troll de la Montaña

"Aceptaría encantado tales regalos, si fueras una mujer cristiana. Pero sé que eres la peor de las mujeres troll de la montaña, el engendro de Näcken y el Diablo."

—Herr Mannelig.

https://youtu.be/caFPI3hBsFQ

[Lado Este del Reino de Corazones].

Mientras en el oeste y el sur se desarrollaba la pelea contra las verdaderas amenazas del ejercito de Qin Shi Huang, en el este Rafael estaba ocupado enfrentado a un mal que hasta ahora ha vivido sin recibir castigo, y por el bien del clan, los inocentes y la humana Hlǫkk , no podía permitir que este mal escapará.

Después de haber despojado a Jack de su inventario mágico, ambos permanecieron en sus lugares, con la misma idea de ordenar sus estrategias y elegir el siguiente movimiento.

Jack se acomodó el monóculo que llevaba, y con el dedo índice giro el engranaje sobresaliente del monóculo. La acción cambió la tonalidad del vidrio a un rosa claro, con el que ahora mostraba un círculo blanco que señalaba a Rafael. Y al lado del círculo se veía la cantidad restante de Maná del arthdruwid bajo el número y texto "10% de Maná".

"Lo sabía. Su fuente de Maná se ha vaciado bastante por haber extendido su dominio. Solo le debe quedar suficiente para sanar algunas heridas leves o activar hechizos simples de tierra", fueron los pensamientos de Jack. Luego, tras haber visto lo que necesitaba, se quitó el monóculo y lo guardó en un bolsillo dentro de su gabardina para protegerlo, porque a partir de ahora el combate iba a ser más a corta distancia.

—Si no vas a volver a acercarte, entonces me acercaré yo —dijo Rafael entrecerrando los ojos, para después comenzar a caminar a paso lento y seguro hacia el doctor asesino.

—Acércate tranquilamente todo lo que quieras. Pero te advierto que lograste conectarme un golpe, porque no me esperaba a que salieras del subsuelo como un rata-topo. Es un error que no se volverá a repetir —dijo Jack con una expresión tranquila, pese a su situación desfavorable.

—Estoy seguro de eso. Si vas a pelear contra una bestia y esperas ganar, debes estar listo para morir —dijo Rafael, empezando a crujirse las manos como señal amenazante de lo que venía.

—Todo asesino profesional debe estar listo para morir una vez ingresa a este mundo. Y si en algo estoy también seguro, es que eres un mal mentiroso —dijo Jack guardándose las manos en un par de bolsillos externos de su gabardina—. Tengo la certeza de que tratas de ganar tiempo, hasta averiguar cómo salvar a mi valquiria personal o matarme sin matarla a ella. Eso significa que, incluso si atacas con auténtica intención letal, en realidad todos tus ataques están cuidadosamente planeados para causarme daño sin matarme.

—Tiene lógica. Pero, suponiendo que estás en lo correcto, eso también implica una cosa: el hecho de que no pueda matarte, no significa que no pueda dejarte inválido —dijo Rafael, dando el último paso para tener a Jack en su rango de alcance.

Y dentro de ese alcance Rafael extendió el puño izquierdo hacia adelante, apuntando al rostro de Jack. Pero a mitad de camino detuvo el puño por instinto, debido a que lo tenía atrapado en hilos de plata enredados entre las manos de Jack.

Un segundo antes de que Rafael atacará, Jack reaccionó a tiempo sacando las manos de los bolsillos, las junto y luego extendió hacia adelante, con más de esos hilos entre sus manos. De manera que el puño izquierdo de Rafael avanzó directo a los hilos como un insecto volando a una red de telarañas. Y en ese preciso momento Jack convirtió los hilos en plata pura, por lo que ahora estaban cortando y quemando el puño izquierdo del arthdruwid.

Incluso si el puño de Rafael hubiera logrado alcanzar el rostro de Jack, esos hilos le hubieran terminado cortando algunos dedos por la propia velocidad del golpe, siendo el dedo meñique uno de ellos. Y sin el dedo meñique, el puño hubiera perdido una gran parte de su fuerza, además de que Rafael tendría que gastar energía Maná para hacer regenerar sus dedos más rápido.

El que se hubiera detenido tomó un poco por sorpresa a Jack, pues la rápida reacción de Rafael también fue una indicación de que ya se esperaba algo así. Sin embargo Jack mantuvo la mente fría, lo que le permitió saltar a tiempo para esquivar con éxito una patada baja izquierda de Rafael.

De inmediato Jack descubrió que fue un mal movimiento, porque Rafael abrió la mano izquierda para agarrar la red de hilos de plata, y entonces azotar a Jack casi de cabeza contra la tierra. Luego Rafael se dio cuenta de que Jack, con experta destreza, deslizó las manos fuera de los hilos de plata y llevo la izquierda al suelo para agarrar tierra. Entonces Rafael reaccionó rápido alejándose con un brinco y cubriéndose con los brazos, porque Jack le había arrojado esa porción de tierra ahora convertida en plata.

https://youtu.be/IfGcG2NmyaI

—Como ya no tiene caso seguir ocultando la verdadera magia de mis guantes, puedo utilizarla con total libertad. Y aun sin mi inventario, todavía tengo muchas herramientas a mi alrededor que pueden servir como "armas divinas" —se burló Jack mientras se ponía de pie, con algunas piedras en su otra mano, las cuales transformó en plata pura—. No eres el único que está literalmente en su elemento.

—Sí, y es un poco irónico. Tierra contra plata, druida contra doctor, bestia honorable contra humano tramposo —dijo Rafael con un aparente humor despreocupado.

—Puedes llamarme tramposo. Como humano eso para mí es un halago, porque soy realista. En una batalla justa y pareja, un humano jamás podría ganarle a una bestia adulta. La única forma en que un humano triunfe, es en lo que mejor se le da: el ingenio. Y para usar el ingenio sin límites, no hay que estar sujeto a ningún límite moral.

—Básicamente te riges por la filosofía "el humano es malo por naturaleza" —dijo Rafael con una mirada de pura lastima—. Elsa me habla mucho de lo turbio y siniestro que puede ser la Sociedad Humana. Y ahora, después de conocerte, entiendo mucho mejor por qué ella piensa así. Te comportas como un aristócrata británico de gustos finos, con cierta pasión por Shakespeare, y hablas de una vida tranquila sin vicios ni preocupaciones. Un humano como tú puede pasar su vida entera sin llamar la atención ni sospechas, porque nadie se imaginaría que el caballero que camina cerca de ellos esconde un lado turbio y siniestro.

—Felicidades, cavernícola animal. Acabas de describir la Sociedad Humana moderna —dijo Jack agrandando más su sonrisa humorística. Luego sacó cuatro cuchillos de su manga izquierda, los sujeto entre los dedos y los arrojó todos a la vez de tal forma que los hizo girar durante la trayectoria. Y no hacía falta decir que los cuchillos fueron convertidos también en plata pura.

Rafael, entrecerrando los ojos como un gesto de "¿en serio?", todo lo que hizo fue mover los dedos índice y medio de la mano derecha en un gesto de señalar hacia arriba, y cuatro rocas emergieron del suelo en el momento indicado para bloquear los cuchillos de plata.

Jack volvió a arrojar otra tanda de ocho cuchillos de plata al mismo tiempo, esta vez sacados del interior de su gabardina. Y Rafael, como intención de intimidación, desvió todos los cuchillos utilizando las garras de sus manos con una precisión igual de aterradora que su velocidad.

No obstante dos de esos cuchillos resultaron estar atados a hilos enredados en los dedos de las manos de Jack. Y mediante un movimiento coordinado de las manos, el doctor asesino agito los hilos para redirigir el filo de las dagas a los ojos del arthdruwid. Claro que Rafael, teniendo ya conocimiento de esos hilos, se esperó un movimiento así, por lo que reaccionó a tiempo aplaudiendo con tal fuerza que la onda de choque apartó los dos cuchillos.

Antes de que Jack volviera a utilizar aquellos hilos de plata para algo más, Rafael cerro la distancia entre ambos corriendo a cuatro patas como un verdadero oso. Y tan pronto como lo tuvo a su alcance, Rafael volvió a erguirse y lanzó un golpe con la mano derecha, que combinaba el clásico derechazo del boxeo con un bestial zarpazo de oso.

Para la sorpresa de Rafael, su ataque solo rozo la gabardina de Jack, debido a que él reaccionó a tiempo para retroceder y esquivar el ataque. Rafael volvió a atacar bajando la mano izquierda en un zarpazo diagonal parecido a un gancho izquierdo, que Jack también esquivó por poco. Sin embargo los esquives de Jack eran más por predicción que velocidad y reflejos; eso lo supo Rafael bastante rápido.

"Como lo sospeche. Mientras estuve peleando con los soldados egipcios y romanos, el muy infeliz investigaba de lejos mis movimientos. Y al parecer ya cuenta con experiencia enfrentando tanto a boxeadores como a criaturas que atacan con garras. Pero también tiene reflejos y velocidad superiores al de un humano promedio", fueron los pensamientos de Rafael, tomando distancia por un momento, antes de reanudar el ataque con un clásico golpe directo.

El puño derecho de Rafael logró alcanzar a Jack, a costa de también lastimarse un poco, debido a que el maestro asesino bloqueo el puño usando como escudo una tapa de alcantarilla, la cual tomó del suelo y convirtió en plata. Aun así el puño de Rafael aboyo la tapa de alcantarilla e hizo que Jack fuera arrastrado hacia cinco metros hacia atrás, con un terrible entumecimiento en el cuerpo y varias fracturas que sanarían casi enseguida.

Rafael aprovechó el leve aturdimiento del oponente para acercarse en un parpadeo, con la intención de partirle las piernas con una patada baja derecha. Pero Jack lo esquivó saltando a la izquierda, para luego rodar por el suelo con la tapa de alcantarilla como escudo, y al final ponerse de pie casi al instante, aunque escupiendo un poco de sangre.

"Y además, aunque en esta forma todavía tengo bastante libertad para hacer patadas, son más torpes que en mi forma humanizada y casi igual de lentas. Supongo que todavía me falta mucho por completar mi forma de pelear", agregó Rafael en sus pensamientos, dándose cuenta que su tipo de boxeo hombre-oso celta aún no estaba completo.

Estaba bastante concentrado en el aspecto técnico e intelectual de su forma de pelear, porque en lo que se refiere la fuerza bruta ya había alcanzado un nivel más alto que el de sus compañeros de clan. El propio Gabriel se lo explico en el barco Draco Wang durante los ejercicios y el entrenamiento.

—Rafael, ya has alcanzado un nivel superior a casi todos nosotros en términos físicos, y por ahora solo Jofiel está a la par contigo en ese aspecto. No te digo que descuides tu entrenamiento en fuerza y resistencia. Solo te recomiendo que por ahora te centres en mejorar tu técnica y estrategia. Jofiel puede ayudarte en la parte técnica y Azrael en la parte estratégica.

Tal vez haya sido cosa del destino o por mera casualidad, pero Rafael agradeció que haya tenido la oportunidad de luchar contra este tipo de oponente, porque le estaba ayudando a desarrollar la parte que le faltaba para avanzar aún más alto. Hacía mucho tiempo que no se esforzó tanto para pensar, improvisar y planificar tanto en tan pocos segundos; tal vez no sea un gran estratega como Miguel o Azrael, pero tenía su propia astucia como druida y depredador. 

Mientras tanto al otro lado de la zona continuaba luchando Elsa Goldilocks contra la guardiana kushita Shuri Wakamba. Y de principio no estaba teniendo muchos problemas, en mayor parte gracias a la particular manera con la que peleaba.

Shuri estaba luchando con un estilo salvaje y casi animalesco, utilizando nada más que las garras de sus guanteletes y botas. Pero Elsa esquivaba y contraatacaba de una forma muy poco convencional; por momentos utilizaba golpes clásicos del boxeo, pero mezclados con movimientos improvisados y a la vez efectivos que no aparecerían en ningún libro de lucha.

Siendo más exacto, Elsa peleaba como una agresiva luchadora callejera sin dignidad.

—¡No puedo decir si eres buena científica, pero como guerrera das asco! —se burló Elsa mientras hacía volar a Shuri unos metros en el aire con un brutal puñetazo derecho bajo la barbilla.

La guardiana kushita giro en el aire para aterrizar de pie, tambaleándose un poco, pero aun así volvió a arremeter con ferocidad lanzando zarpazos. Y Elsa respondió con una simple patada alta izquierda, que Shuri esquivó agachándose y retrocediendo un paso; luego Shuri volvió a impulsarse hacia adelante, sin pensar que Elsa giraría a la derecha y la recibiría con el puño izquierdo.

Aquel puñetazo impacto en la cara de Shuri y le estremeció el casco, como si su cabeza estuviera dentro de una campana. Lo peor vino cuando su cabeza chocó con el suelo, luego de que Elsa se agachó y le golpeó las piernas con el brazo derecho. Y como remate Elsa le hundió la cabeza en la tierra con un fuerte pisotón del pie derecho, llegando incluso a destrozar la tierra.

"No puedo creer que una rubia idiota me esté dando una paliza como esta. Si esto sigue así, va a terminar matándome... Maldita sea, maldita sea, ¡maldita sea!", pensaba Shuri con su sangre hirviendo de rabia, mientras una espectral luz verde fluía por los detalles y bordes de su armadura negra.

Elsa arqueo una ceja y, por un momento, miro confundida esa siniestra luz verdosa que empezó a emanar la armadura de su enemiga, y se dio cuenta que era igual a la energía fantasmal que emanaba Erzuli al utilizar el Kenoplasma. Pero antes de llegar a una conclusión, esa breve distracción le impidió a Elsa haber visto que alguien le había arrojado un carruaje con la misma facilidad con que se arroja una canica. Fue inevitable que el carruaje golpeara a Elsa y la estrellase con la pared de una casa pequeña, la cual se vino abajo como un castillo de naipes.

—No necesito tu ayuda, ogresa —dijo Shuri poniéndose de pie con un rencor puro en su voz, ya sabiendo quién la acaba de salvar sin necesidad de mirarla.

—Lo sé. Pero vi la oportunidad de atacar a esa rubia idiota y decidí aprovecharlo para dejar de perder el tiempo.

Contestó otra mujer acercándose a Shuri con paso lento y despreocupado, pero tampoco podía considerarse humana.

Sobrepasaba los dos metros y medio de alta, con brazos largos casi simiescos, y contaba con una definición muscular superior a cualquier humana e incluso orco hembra, además de rasgos un poco más primitivos que algunos compararían con los de un neandertal. Otros de sus rasgos eran cabello de negro verdoso, piel marrón de tonalidad amarillenta, mandíbula inferior prominente con colmillos grandes, orejas puntiagudas y ojos verdes con pupila cuadrada, aparte de que vestía una sencilla armadura nórdica de acero color negro con tela púrpura.

Se trataba de Tatiana Walker, una humana estadounidense misandrica de mente frágil y baja autoestima que estudiaba para tratar de convertirse en abogada, hasta que un incidente en Noruega con magia rúnica le dio, como maldición, la capacidad de transformarse en una híbrida humana-ogresa nórdica.

Su psicología inestable, sumada con su bajo autoestima y su mentalidad de creer que sus problemas "femeninos" eran mayores que el de cualquier hombre, la convirtieron en una criatura mucho más temperamental y agresiva que las ogresas nórdicas normales; lo suficiente como para que el Señor Vampiro Mefisto se interesara en su fuerza.

Gracias a Mefisto fue que Tatiana consiguió ser abogada en Estados Unidos, y por esto ella aceptó convertirse en su guardaespaldas y abogada personal en la Sociedad Humana. Y ahora, para defender los derechos de los ogros nórdicos y los vampiros, Tatiana aceptó la orden de Mefisto de ayudar a Qin Shi Huang en invadir el Reino de Corazones.

—Ahora que ya terminamos aquí, tenemos que ir al oeste. Brie, Valkyrie y la amazona están teniendo problemas contra una mujer-lobo eslava y... —decía Tatiana con seriedad, hasta que guarda silencio tras escuchar y ver que los escombros de la casa se levantaban y apartaban, porque Elsa comenzó a ponerse de pie sin esfuerzo alguno, como si estuviera saliendo de un montón de trozos de cartón.

—¿Quién eres tú? ¿Y también qué eres? ¿Algún tipo de ogresa evolucionada? —preguntaba Elsa sorprendida y confundida de ver a la mujer-ogresa. 

—Aunque es pequeña, tiene una fuerza y resistencia anormal. Pero, aunque percibo un fuerte aroma a oso en ella, no es una bestia —dijo Tatiana frunciendo el ceño e ignorando la pregunta de Elsa. 

—Ya lo sospechaba. Muy pocas bestias pelearían de una forma tan vulgar como esta rubia estúpida —dijo Shuri todavía muy molesta.

—Oye, ogresa, si no quieres decirme tu nombre esta bien. De todos modos eres un personaje secundario que no durará mucho. ¡Ja, ja, ja! —dijo Elsa en burla y riendo con humor risueño. 

—No necesito darle mi nombre a una vulgar chiquilla bonita que no volveré a ver jamás, porque de aquí no saldrás con vida —dijo Tatiana gruñendo con molestia.

—¿Ya te han dicho que tienes un humor de ogro? Lo digo porque "pa-re-ces" tenerlo. ¡Ja! —dijo Elsa entre risas y enfatizando en el "pareces", todavía riendo, ganándose más el odio de Tatiana—. En fin. Me alegra que sean dos contra mí; así el combate estará más balanceado. 

Dicho eso, fue el turno de Elsa en ser la primera en atacar; ella presiono el suelo con fuerza y empezó a correr de frente, lista para atacar con el puño derecho. En respuesta Shuri camino unos pasos al frente y volvió a emanar esa fantasmal luz verdosa, la cual se dispersó por todo su cuerpo y se transformó en segundas placas para la mayor parte de su armadura; esas placas parecían un metal verde negruzco con un siniestro brillo espectral todavía presente.

Esta vez la guardiana kushita atrapó el puño derecho de Elsa con la mano izquierda, y logró frenar el ataque de la ricitos de oro. Elsa se sorprendió un poco por esto, y más porque el ruido característico del puño chocando con metal tuvo un efecto bastante extraño en esta ocasión, casi como el ruido fuera absorbido.

—¿Kenoplasma? —pensó Elsa en voz alta y abriendo bastante los ojos con sorpresa, ya que al fin reconoció ese tipo de poder.

Era obvio que esas nuevas placas eran un poder del Vacío de tipo coraza, que Shuri nombró Nero Leopardus: Vibrandum.

—Claro que es Kenoplasma, rubia idiota. ¡Los Territorios Mortales de África se caracterizan por tener el Kenoplasma como la base principal de todo nuestro sistema de pelea! —dijo Shuri, mientras la coraza verde de su armadura emanaba con más intensidad esa espectral luz, para entonces liberar una estruendosa onda expansiva de su mano izquierda, que hizo retroceder a Elsa varios metros con fracturas leves en la mano derecha.

"¡¿Eso fue...?! ¡¿Me acaba de devolver la fuerza de mi propio golpe?!", fue lo que pensó Elsa, atónita por el daño que sufrió en su mano derecha, y reconociendo que eso fue su propia fuerza que rebotó hacia ella, sumado con la fuerza de Shuri.

Antes de hacer más suposiciones, Elsa levantó los puños en una postura defensiva clásica para defenderse de la guardiana kushita que ahora se aproximaba con más agresividad. Elsa la recibió con un gancho derecho en la cara, seguido de un uppercut izquierdo también en la cabeza y por último un golpe directo en la cara, todos de una manera muy poco profesional y que aun así conectó de lleno, porque Shuri se dejó golpear.

El casco de la guardiana kushita brilló otra vez con esa espectral luz verde, la cual se extendió casi de inmediato por el resto de la armadura. Y cuando Elsa prosiguió con una callejera patada izquierda apuntando a la entrepierna, Shuri bloqueó su ataque agarrándole la pierna con la mano izquierda, para luego fracturarle la pierna con un apretón.

A pesar de la gravedad de las heridas, Elsa apretó los dientes e ignoró el dolor para atacar con el puño izquierdo, que resultó en una cadena de fracturas graves en su brazo izquierdo al chocar con el puño derecho de la guardiana kushita, generando otra ruidosa onda de choque a través de la coraza verde en el guantelete de Shuri.

Dentro del casco de Shuri se dibujó una desquiciada sonrisa, porque al fin se estaba vengando de la humillante paliza que ha estado teniendo en toda la pelea; la sonrisa se le borró por la sorpresa de recibir un devastador golpe en el costado izquierdo, justo donde no tenía coraza de Kenoplasma; el golpe había venido del puño derecho fracturado de Elsa.

Aún más sorprendente fue que Elsa atacó el costado derecho de Shuri con el puño izquierdo, que tenía fracturas peores que en la otra mano, e incluso se vio con claridad la sangre goteando de la mano izquierda de Elsa. 

"¡Su puños y muy posiblemente gran parte de sus brazos están fracturados, ¿y aun así quiere seguir golpeando?!", pensó Shuri atónita de la increíble determinación y tolerancia al dolor de Elsa, quien no parecía el tipo de chica capaz de lograr algo así. 

La sorpresa comenzó a convertirse en temor luego de llevar la vista a esos feroces ojos rojos, que poco a poco iban tornándose de un color naranja. Tatiana se dio cuenta rápido de que Shuri estaba paralizada de la sorpresa y el miedo, por lo que decidió volver a intervenir.

Elsa paró de atacar para retroceder y levantar la rodilla derecha, con el propósito de bloquear una patada baja derecha de Tatiana, quien se acercó a una velocidad extraordinaria. Y a pesar de que la ricitos de oro consiguió bloquear el golpe, sufrió terribles daños en la rodilla derecha.

—¡Este tonto juego infantil se terminó, estúpida rubia! —exclamó Tatiana moviendo el puño izquierdo directo al costado derecho de Elsa, ocasionándole otra serie de fracturas severas, aparte de hacerla vomitar sangre.

Aquel golpe resultó tener una potencia tremenda, que incluso generó una devastadora onda de choque y envió a Elsa tan lejos que rebotó en el suelo, antes de atravesar una casa entera y al final estrellarse contra una torre alta, ocasionando también el colapso de ambas estructuras.

—Tal vez esa pequeña rubia era más fuerte de lo que pensamos, pero no es más fuerte que mi furia —dijo Tatiana poniéndose una mano en la cadera, y al final gruñendo como un jabalí—. Vayamos rápido a ayudar a nuestras compañeras y al emperador loco en terminar con esta invasión. Mefisto me necesita para un juicio en una semana.

—Ese juicio tendrá que retrasarse, porque esto no se ha terminado... —dijo Shuri todavía en un estado de perplejidad, mientras veía con atención la zona donde se estrelló la ricitos de oro—. Fíjate bien. Algo está pasando allá.

—¿De qué hablas...? —decía Tatiana confundida y exasperada, y después queda en silencio al notar algo extraño.

https://youtu.be/bWdyklMFQQc

Al principio solo había una nube de polvo y tierra por el colapso de los dos edificios. No obstante, a medida que fue dispersándose el polvo, se hacía evidente que una extraña oscuridad cayó sobre la zona, como si algo sobrenatural impidiera que la luz llegara allí.

Entonces los escombros de la torre se levantaron y volaron por los aires, como si hubiera ocurrido una explosión. La oscuridad antinatural comenzó a encogerse y, poco a poco, a tomar la silueta de una persona que caminaba hacia la guardiana kushita y la humana-ogresa. Luego un espectral y aterrador rugido femenino, proveniente de esa figura, hizo temblar las paredes de los edificios, rompió el vidrio de las ventanas y disperso por completo el polvo restante de los escombros.

—¡¿Pero qué demonios es eso?! —exclamó Tatiana con sorpresa mientras que a su lado Shuri también se sobresaltó.

Gracias a que el polvo restante se dispersó, ahora podía verse que la figura en esa neblina oscura era Elsa, cuya metamorfosis al fin se había completado.

Ahora lucía como una mujer de entre 20 y 25 años, con busto de talla grande y figura voluptuosa, aparte del bastante obvio detalle de que alcanzó los dos metros y medio de altura. Su ropa había crecido de forma mágica para adaptarse a su nuevo cuerpo, pero estaba ajustada y sufrió cortes en varias partes, quedando la falda bastante arruinada, permitiendo una mejor vista de la definición muscular que Elsa había desarrollado. 

Sus ojos ahora brillaban por completo de color dorado, con un punto blanco que funcionaba como "pupila". El hermoso dorado de su largo cabello rizado fue reemplazado por un oscurecido color plateado. Sus orejas se estiraron hasta ser largas y puntiagudas. La tez blanca de su piel adoptó una coloración grisácea que se mezclaba muy bien con las colinas rocosas de Noruega. Le crecieron largos colmillos, y en la parte baja de la espalda desarrolló una cola con pelaje negro en la punta.

Sus guantes rúnicos cambiaron de forma; ahora parecían manos rocosas que se extendían hasta sus codos y se adherían a sus brazos como una segunda piel; desde sus pies hasta las rodillas también creció la misma piel rocosa. La punta de todos sus dedos eran garras. Y ahora las runas que una vez estuvieron en sus guantes las tenía en los antebrazos y piernas, brillando de color amarillo.

Shuri y Tatiana estaban igual de desconcertadas por la transformación de la pequeña ricitos de oro; sus mentes no paraban de repasar toda una lista de las criaturas que conocían, para tratar de comprender qué tipo de monstruo enfrentaban. Y entonces recordaron un tipo particular de criatura del cual pertenecía el gigante Grendel, un descendiente del Rey Vampiro Caín y los gigantes Jotnar de hielo.

En el pasado algunos gigantes Jotnar, debido a la persecución constante de los sádicos Æsir y a la falta de comida en el Territorio Nórdico, tuvieron que abandonar la filosofía, la ciencia, la espiritualidad y las leyes de su pueblo natal para sobrevivir; tuvieron que recurrir a comer carne humana y de otros Jotnar, provocando su degeneración a formas primitivas que más tarde se les conocería como Eotenas, aunque luego derivarían en la especie conocida como trolls.

Aparte de los más primitivos y salvajes trolls de los bosques de Alemania y otros países del norte de Europa, también existe un tipo de troll ancestral, nativo de las montañas de Noruega, los montes helados del Alfheim y las cavernas gélidas del Svartalfheim, que todavía conserva gran parte de su esencia Jotun, como cierto grado de inteligencia y empatía, por lo que suelen ser menos hostiles y más amigables que sus contrapartes del bosque; el gigante Grendel, por parte paterna, era un híbrido entre humano y esta clase de troll ancestral.

Aunque este tipo de híbridos no pueden lograrse de manera natural existen maldiciones, rituales y otros medios, a menudo empleados por vampiros y brujas, para convertir a sirvientes humanos en toda clase de hibridaciones antinaturales, como humano-orco, humano-ogro y otros parecidos, los cuales sí podían tener descendencia con humanos e incluso con vampiros varones, para engendrar más mutantes o nuevas clases de vampiros.

Siguiendo ese ejemplo, Elsa se había transformado en una híbrida mutante de humana-tröllkona, también conocida como mujer troll de la montaña.

Ef ykkur báðar er sama... þá ætla ég að binda enda á þessa baráttu fljótt... því ég er mjög svangur núna... Og ég sé tvo mjög girnilega kjötbita. (Si a ambas no les importa... Voy a terminar esta pelea rápido... porque ahora mismo tengo mucha hambre... Y veo dos trozos de carne muy deliciosos).

Hablo Elsa en un dialecto que parecía islandés, en un tono melodioso de balada, mientras movía la cabeza un poco a los lados con una gran sonrisa y una línea de saliva escurriéndose de sus labios, sin dejar de mirar a Shuri y Tatiana como un perro hambriento miraría dos jugosos filetes servidos en un plato. 

A pesar de que la guardiana kushita y la humana-ogresa no entendieron ninguna palabra, un terrible escalofrío recorrió sus cuerpos. Y a pesar de esto Tatiana tomó el riesgo de atacar primero, porque se tranquilizaba con la creencia de que Elsa todavía estaba con fracturas graves; esta creencia fue aplastada luego de que Elsa le atrapó los puños sin aparente dificultad, iniciando un forcejeo que comenzó a partir el suelo en medio de ellas dos. 

"¡No puede ser! ¡Estoy segura de que se rompió las manos por el Kenoplasma de Shuri! ¡No debería de ejercer esta fuerza monstruosa!", pensaba Tatiana atónita y comenzando a entrar en pánico, pues lo que ella no sabía es que Elsa ahora también contaba con regeneración de Troll. Y además la fuerza de Elsa alcanzó un nuevo nivel, que le permitió fracturarle los puños a la humana-ogresa sin esforzarse demasiado.

Lo más aterrador es que Elsa seguía enseñando sus colmillos en una gran sonrisa inocente, mientras salivaba como un depredador hambriento, soltaba risitas infantiles, y sus aterradores ojos brillaban con locura. 




Próximo capítulo: Chica Skogsrå del Bosque. 

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