Capítulo LX: Monstruos de los Cuentos
"Ha tenido pesadillas y ha estado hablando de monstruos y de gatos."
—La Señora Frisby y las Ratas de NIMH, de Robert C. O'Brien.
https://youtu.be/d9WcL0O1Pa8
[Lado Norte del Reino de Corazones].
De un segundo para otro lo que era una batalla uno contra uno se convirtió en una batalla de un ejército contra dos. Qin Shi Huang, al haberle quedado más que claro su inminente derrota, comenzó a invocar su Ejército de Terracota. Y en unos segundos toda la zona estaba repleta de espadachines, lanceros, arqueros, figuras budistas, monjes shaolin y leones de Buda, todos hechos de cerámica con brillantes ojos verdes.
Miguel había desarrollado su disciplina hasta un nuevo nivel, gracias a su capacidad evolutiva y a la experiencia que ganaba enfrentando a tantos enemigos a la vez. Aprendió a utilizar mejor sus muñecas, manos y garras para desviar las armas de sus atacantes y, casi al mismo tiempo, atacar en movimientos fluidos y carentes de formas, mientras empleaba la magia de viento en algunos ataques para destruir grupos enteros de enemigos.
Raven tampoco tenía inconvenientes, ya que con solo hacer un gesto de sus manos juntaba las partículas de Maná en masa sólida oscura en distintas formas, y ráfagas mágicas de color negro con variados tonos de morado, que eran la "manifestación visual" de la materia oscura. Raven controlaba cada creación de materia oscura para protegerse y a la vez atacar a los monstruos de cerámica, sin resultar un estorbo para su pareja.
El jefe final, Qin Shi Huang, se encontraba parado en la cima de un montículo de tierra, cruzado de brazos con un aire relajado, mientras sus creaciones peleaban por él, como lo haría un ejército de no-muertos comandado por un nigromante. Y de hecho, Qin Shi Huang diseño ese Arte Mágico en el pasado para enfrentarse a un rey infernal, y salió victorioso como es de suponerse.
Si esta pelea continuaba así, Miguel y Raven podrían terminar agotándose primero, mientras que Qin Shi Huang todavía contaba con Chi y Kenoplasma para seguir peleando. La pareja licántropo y dhampiresa necesitaba acabar con el combate rápido y mientras el emperador permanecía en ese cuerpo artificial todavía en desarrollo, por lo que ambos pensaron en un plan de emergencia.
—¡Raven ¿recuerdas que cuando nos hablaste de tu plan inicial para robar la gema de aquella base de vampiros, mencionaste que usarías un hechizo definitivo?! —dijo Miguel arrancándole los brazos a una gigantesca estatua de Buda, para luego utilizar esos mismos brazos para destruirle la cabeza y defenderse de unos espadachines de terracota.
—¡Sí, y en realidad ya he pensado en ello! ¡Desde que comenzó la batalla estuve reuniendo Maná para eso mismo! —contestó Raven moviendo las manos en variados gestos elegantes como si compusiese una sinfonía lúgubre de muerte y guerra, muy acorde a toda la destrucción que su magia demoníaca hacía caer sobre los monstruos de cerámica a su alrededor.
—¡Entonces hazlo cuando puedas, porque luchar con este desgraciado es como enfrentar a un nigromante! —dijo Miguel haciendo pedazos los brazos de cerámica sobre las cabezas de dos leones de Buda. Después procedió a moverse para sujetar la cara de un espadachín de terracota, y estrellarlo contra otros dos espadachines que estaban detrás del primero.
Mientras Miguel y Raven planeaban en conjunto su nueva estrategia, Qin Shi Huang ya estaba poniendo en marcha la suya propia: detrás del emperador chino aterrizó una enorme estatua de un general robusto y de armadura acorazada, que entre sus manos flotaban tres pequeñas píldoras redondas de intenso color rojo sangre y energía sombría.
"Tenía pensado usarlo si aparecía Yuda Uwais o Ezequiel Norris. Pero de todos modos esta será una estupenda oportunidad para descubrir si este cuerpo es el indicado", fueron los pensamientos de Qin Shi Huang, quien observaba de reojo con diversión sádica las tres píldoras que tenía el enorme comandante de terracota.
https://youtu.be/AfYLFYYiJhY
[Lado Sur del Reino de Corazones].
La situación había tomado un giro drástico en este lado del reino, ya que los otros comandantes de Qin Shi Huang tuvieron la más grande mala suerte de toparse con monstruos entre los civiles.
"Ese boxeador mexicano acaba de cometer una tremenda estupidez. Hizo que Adán recordase el Savate callejero y lo que sentía pelear", pensó Bella con una mezcla de preocupación y alegría, mientras que Rosabella tenía una hilarante y exagerada cara de asombro por el repentino cambio de personalidad de su padre.
Savate, un estilo de lucha deportivo originario de Francia, desarrollado alrededor del siglo XVII en el sur del puerto de Marsella por marineros, quienes luchaban con golpes de palmas abiertas, estocadas y patadas altas que aprendieron en sus viajes a los mares de China. En contraste con otros estilos de lucha, como el Muay Boran del sudeste asiático, no se utilizan los codos ni las rodillas; solo las manos y los pies.
No obstante la versión moderna tuvo su origen en 1825 por la regulación de Michel Casseux con reglas estrictas, y después con la reformación en 1830 por Charles Lecour al incorporar técnicas de boxeo moderno con técnicas de patadas. Estas regulaciones y reformas se debían a que el estilo de lucha se había extendido a París y otras regiones de Italia y España como una sangrienta forma de pelea callejera.
En los barrios, bares y otros lugares marginales los peleadores utilizaban el Savate con golpes despiadados y patadas con botas especiales, como vestigio de sus orígenes por las botas de los militares y marineros que hicieron conocer al estilo como "Savate" (zapato viejo).
Adán aprendió el estilo callejero del Savate en París a los 8 años, para defenderse de los otros niños y adolescentes que lo agredían por ser de una familia de clase social alta, aunque en esa época la familia de Adán pasaba por una mala situación económica por un conflicto pasado entre Francia y México durante los años 1838 y 1839. Pero a los 12 años Adán viajaría a España, y bajo la tutela de un luchador español desarrolló un estilo más despiadado del Savate, con el que triunfaría en cientos de luchas clandestinas entre Francia, España e Italia, en las que conseguiría el dinero necesario para salvar su hogar y tierras.
Antes de convertirse en una bestia, Adán ya tenía un salvajismo animal y una conducta despiadada como resultado de toda la crueldad que enfrentó para sobrevivir. Siendo tan solo un niño ya había cruzado la "línea" que separaba a los peleadores normales de los monstruos.
Incluso el mismo Ricardo pudo comprenderlo con solo ver los enloquecidos ojos de Adán. Y a pesar de ello, mantuvo la calma y se acercó para atacar con otra serie de jabs. Entonces de un segundo para otro Ricardo se encontraba cayendo de espalda como si se hubiera resbalado con la cáscara de un plátano. Pero en vez de una resbalón en realidad fue la pierna izquierda de Adán que le golpeó los pies a Ricardo, antes de estrellar a éste último contra el suelo por medio de un golpe en la cara con la mano izquierda abierta.
A pesar de tener la vista borrosa, Ricardo reaccionó a tiempo para salir de allí rodando como un tronco por el suelo, y se levantó rápido con el puño derecho listo para responder con un poderoso uppercut, que también fue detenido como si nada por la mano izquierda de Adán.
—También quiero agradecerte por otra cosa... —decía Adán con su sonriente expresión de loco. Y al siguiente segundo Ricardo sintió como si le hubieran golpeado con un martillo en el costado izquierdo, en vez de la pierna derecha de Adán como sí pasó en realidad. —¡Quiero agradecerte por recordarme cómo era pelear! —prosiguió Adán, antes de agarrar a Ricardo del cabello con la mano izquierda para comenzar a golpearle la cara con la otra mano varias veces, casi como un padre despiadado castigando a un hijo malcriado.
Entonces, de manera repentina, Adán detuvo el brutal castigo para retroceder unos pasos y, gracias a esto, esquivar con éxito un gancho derecho.
—¡Je, je, je! Ahora entiendo por qué te consideras como la cima del boxeo. Obviamente cruzaste la "línea", y ahora entre los humanos eres un "monstruo" —decía Adán riendo con diversión, porque ahora el boxeador mexicano también había cambiado.
Ricardo ahora mostraba sus dientes ensangrentados en una pequeña sonrisa desquiciada, y sus ojos estaban enrojecidos con un brillo de locura en su iris. Pero mientras el brillo en los ojos de Adán era de un primitivo instinto animal, el de Ricardo era de un diabólico instinto asesino.
—No sucedió en un ring de boxeo, ni fue con un boxeador. Pero al menos encontré a otro que está en la misma cima que yo —dijo Ricardo con una diversión sádica en su voz, que en comparación a su anterior tono tranquilo y frío, era bastante aterrador.
—Yo no estoy en tu misma cima, sino en la mía. Y mi cima está mucho más arriba de la tuya —dijo Adán tensando los músculos de las manos de tal forma que sus venas resaltaron.
Una vez más Ricardo iba a tomar la iniciativa con otra serie de jabs, los cuales Adán esquivo cinco al inicio antes de pararlos atrapando la muñeca con la mano derecha, tal como lo esperaba Ricardo, quien respondió de inmediato con el puño derecho en un sorpresivo golpe cruzado que conectó en la cara de Adán. Lo que el boxeador mexicano no se espero fue que Adán giraría a la derecha la cabeza justo en el momento del impacto, para luego golpear la cara de Ricardo con la mano izquierda.
Lo increíble fue que esa bofetada le había dejado al boxeador mexicano en la cara cuatro horribles cortes, muy parecidos al zarpazo de un depredador, que de milagro no alcanzaron su ojo derecho; lo curioso es que se parecían a la cicatriz que tenía Adonis Gastón en la cara.
Ese ataque inhumano sorprendió a Ricardo, y por la forma en que se agrando su sonrisa estaba claro que lo emocionó más. Pero en vez de continuar decidió retroceder, y gracias a esta decisión solo se llevó cuatro cortes superficiales en el pecho, después de que Adán alzara la mano derecha en un zarpazo diagonal a la izquierda.
De inmediato Ricardo atacó con un gancho izquierdo apuntando a la cara, y Adán lo esquivo girando la cabeza a la izquierda, mientras levantaba el brazo izquierdo para descenderlo en un zarpazo vertical, que Ricardo también esquivó moviéndose hacia la derecha en el momento preciso.
En ese instante el boxeador mexicano, sonriendo como un desquiciado, aprovechó el ángulo para lanzar con el puño derecho un golpe overhand, que en muchos casos sería un knockout, y en este solo resultó en un rasguño en la mejilla izquierda del oponente.
Ricardo no esperaba que Adán estuviera esperando ese tipo de contragolpe, y por ende reaccionaría perfecto girando la cabeza a la derecha junto con el torso. De inmediato Ricardo trató de girar el cuerpo para atacar con el puño izquierdo; antes de poder hacerlo sintió como si hubiera recibido directo en la cara la onda expansiva de una explosión, y después le llegó de golpe la sensación de haber caído varios metros al suelo.
Lo que pasó fue que Adán giró el cuerpo de tal forma que, con la mano derecha, golpeo la cara de Ricardo como un látigo y lo estrelló de espalda contra el suelo, casi hundiendo al boxeador mexicano en la tierra. Pero Adán no se detuvo allí; prosiguió el castigo con un despiadado golpe de la mano izquierda en la cara, seguido de otro golpe de la mano derecha, luego otra con la izquierda, una más con la derecha, otra con la izquierda y para finalizar cerró la mano derecha para golpear con el puño.
No obstante Adán se abstuvo de atacar con el puño, y no fue porque había matado a Ricardo, sino todo lo contrario; aunque el boxeador mexicano tenía la cara ensangrentada y deformada con los ojos en blanco, todavía respiraba, y era por una simple razón.
—Tienes suerte de que mi hija y mi esposa están aquí, o de lo contrario yo habría peleado con intención de matarte. Ya es demasiado que ellas volvieran a presenciar una parte de esta horrible faceta mía —decía Adán poco a poco volviendo a su expresión seria, y mirando con nada más que lástima al boxeador mexicano—. Agradécele a dios porque me conociste ahora, y no cuando era un rey o una bestia.
Dicho eso, Adán se puso de pie y, mientras intentaba arreglarse el cabello, camino de regreso a donde estaba su esposa e hija. Bella sonreía feliz y orgullosa de que Adán haya podido controlarse para no ir demasiado lejos, en especial frente a la hija de ambos; aunque para Rosabella no fue nada aterrador ver a su padre así, sino que le pareció asombroso y emocionante.
https://youtu.be/UQOAMpWgFDQ
Mientras tanto otro pequeño enfrentamiento también estaba por llegar a su fin, y era una situación peor que la que vivió Ricardo.
—¡¿Qué mierda eres tú?! —exclamó Karl volviendo a atacar con el puño izquierdo, el cual fue detenido también con facilidad absurda por la otra mano de Brunocingetorix
"Ese vikingo loco ya está muerto. Cuando Bruno comienza a referirse a sí mismo por su nombre completo y guarda la espada, ya no es más un educado y gentil hombre francés, sino el despiadado guerrero galo que de niño se cayó en ese caldero mágico celta", pensaba Cinderella sintiendo lastima por el vikingo moderno, mientras que Cinder estaba emocionada de ver otra vez a su padre así.
La madre de Bruno era una de las hijas del anterior príncipe de Ciudad Esmeralda, mientras que el padre de Bruno era un humilde sastre nativo de una tribu de descendientes directos de los antiguos galos. Y el nombre "Brunocingetorix" lo recibió él como homenaje a los antiguos héroes del pueblo galo, tales como Ambiorix y Vercigentorix.
Siendo hijo de un galo genuino, Brunocingetorix a menudo visitaba la aldea de su padre para conocer el legado de los galos. Y a los 10 años en una de esas visitas el pequeño Brunocingetorix se infiltró en la cabaña del druida de la tribu, para probar un poco de un brebaje especial que potenciaba las capacidades físicas de los galos por un tiempo limitado.
La inocente curiosidad de Brunocingetorix lo hizo tropezar y caer por accidente dentro del caldero donde la poción había sido preparada. Lo sorprendente no solo fue que él sobrevivió sin ningún tipo de daño; los efectos de la poción se hicieron permanentes en él. Ahora tenía una fuerza sobrehumana que él disfrutaba y aprovechaba para salir en muchas aventuras, convirtiéndose con el tiempo en un héroe para los galos y un monstruo para los demás humanos.
Pero a Brunocingetorix no le molestaba ser comparado con un monstruo; al contrario le parecía más que maravilloso, porque para él era como en el caso de sus antepasados que eran considerados monstruos por los romanos, en especial tres figuras legendarias del pueblo galo que pasarían a la historia como los tres más grandes héroes de la antigüedad.
—Escuche que a los vikingos no les asusta la muerte, mientras puedan morir en batalla —decía Brunocingetorix con los ojos entrecerrados y una pequeña sonrisa—. Pero si yo fuera tú tendría miedo, porque esto será todo menos una batalla.
Dicho eso, Karl sintió que se le saldrían los intestinos por la boca y de sus cuencas volarían sus ojos, por el brutal puñetazo derecho que le dio el guerrero galo en el estómago. Y lo siguiente que el vikingo moderno supo es que se encontraba cayendo del cielo, con la barbilla deformada por un puñetazo; había sido enviado a las nubes por un golpe del puño izquierdo de Brunocingetorix en la barbilla.
El guerrero galo espero paciente a que el vikingo nórdico terminara de caer; incluso utilizó el hacha para trazar en la tierra una "X" donde creía que aterrizaría su enemigo. Había calculado bien, ya que Karl estaba por caer de espalda en la "X" marcada en la tierra, y Brunocingetorix lo "ayudó" en eso golpeándole la cara con el puño derecho.
Lo siguiente que pasó fue un temblor, seguido de tierra y rocas volando por los alrededores. La "X" había sido reemplazada por un hoyo profundo con la forma de Karl, en el que yacía él hundido, sin vida, y con la cara ahuecada por la marca del puñetazo.
—Envíame saludos a tus amiguitos vikingos en el infierno, si es que llegas al mismo donde están ellos. ¡Je, je, je! —se burló Brunocingetorix riendo y limpiándose las manos mientras regresaba con su esposa e hija.
Cinderella se río un poco, ya que ha pasado mucho desde que veía esos momentos absurdos de su marido usando su fuerza mágica contra un enemigo. Cinder estaba más que feliz porque su padre salió ileso del combate, más que todo porque a diferencia de la lucha anterior, Brunocingetorix sí peleó con intención de matar.
https://youtu.be/vFhpcJcz_Jc
Pero el guerrero galo no era el único que luchaba con la intención de acabar con la vida de su oponente.
"Ese vampiro japonés tuvo la peor de las malas suertes al tener como oponente a Ismael. Aunque hace más de una década que Ismael no utiliza su Arte Mágico, su vínculo con la magia y la naturaleza sigue igual de fuerte" pensaba Valerie, con una mezcla de felicidad y orgullo por ver algo que creía jamás volver a ver.
Su marido licántropo Ismael Wolf volvía a utilizar la magia elemental de viento que lo hizo tan poderoso en el pasado.
Aparte de las organizaciones dentro de la Sociedad Sobrenatural, también existían diferentes gobiernos que dirigían los pueblos de cada raza mortal; como el Reino de los Elfos en el Alfheim y el Reino de Oz en el Domhan-Eile. En el caso de las bestias, las tribus eran lideradas por diferentes reinos dependiendo del continente, tal como sucede en Asia con el reino de los garudas, nagas y dragones que eran las tribus dominantes.
En Europa el gobierno estaba conformado por un grupo de jefes tribales, encabezados por un "alfa" como el representante de todos ellos, el que tiene la última palabra en los juicios y el más poderoso de las bestias europeas; este era el gobierno al que llamaban "Consejo de las Bestias", cuyo actual rey/alfa continúa siendo Amadeus Borgia.
Y como se ha mencionado antes, Ismael formó parte del Consejo de las Bestias. Trabajo como investigador y también como líder de un clan encargado de eliminar a las potenciales amenazas para Europa; amenazas que iban desde vampiros buscando nuevas tierras a conquistar, hasta bestias que incumplían con las leyes del gobierno de Amadeus.
Durante esos años Ismael investigó a muchos objetivos que en su mayoría serían asesinados y, en otras ocasiones, él mismo debía asesinar. Una de esas misiones fue localizar y matar a dos de tres enanos hermanos de la casa Rauðrvillisvin (Jabalí Rojo), que trabajaban en la forja y tráfico de armas y herramientas anti-bestias.
Los tres hermanos enanos vivían por separado en tres casas reforzadas con materiales encantados, magia de su pueblo y herramientas especiales; era fácil distinguir las tres casas porque una parecía una cabaña de paja, la segunda una granja de madera y la tercera un pequeño castillo de ladrillos. Pero estaba claro que fueron construidas por magia, ya que ni el mismo Ismael pudo derribarlas con sus puños.
Pero su magia de viento tuvo el poder de destruir la casa que parecía de paja; después siguió con la de madera. Y aunque no pudo hacer lo mismo con la casa de ladrillos por incompatibilidad elemental, encontró a los dos enanos que debía eliminar. Luego utilizó la astucia para capturarlos y eliminarlos, dejando vivo al tercer hermano que no tenía nada que ver con las armas anti-bestias.
Sin embargo no todas sus misiones trataban de matar a codiciosos traficantes de armas; también involucró a personas que no hicieron nada malo en realidad, o que ni siquiera sabían que estaban cometiendo un crimen, como sucedió con seis de los siete hijos de una humana pastora de cabras.
Después de abandonar ese camino, Ismael juro no volver a utilizar su magia, hasta este momento en especial, después de haber empezado a reconocer que ya no era aquel lobo feroz que tanta muerte trajo. Iba a volver a ser un monstruo, pero para proteger a su familia y amigos.
—¡No, no, no, no! ¡Tú no deberías tener tal poder! ¡Eres un licántropo, una bestia inmunda que solo muerte y ataca con sus garras! —decía Tsukune con desesperación y negación absoluta, agitando las manos en todo tipo de sellos manuales para intentar controlar el Maná dentro del viento en el ambiente.
Pero el viento y el Maná sólo respondían a Ismael.
—Las bestias somos criaturas que desde el nacimiento ya tenemos una profunda conexión con la naturaleza. Somos casi "dioses" entre humanos y animales comunes —decía Ismael, poco a poco moviendo la mano derecha hacia sus fauces, para acercar el Círculo Mágico al frente de su cabeza de lobo—. No espero que un fanático de los vampiros como tú lo entienda. Ya he lidiado con muchas escorias iguales en el pasado.
Tsukune continuaba negándose a aceptar lo inferior que era; intentaba todo tipo de combinaciones de sellos manuales, y se esforzaba tanto que se intensificaba la luz en las flechas de su piel. Logró apenas formar la silueta de diez Shuriken y katanas con el viento, solo para que se disolvieran y, junto con el resto del aire y Maná, comenzaran a ser absorbidas por el Círculo Mágico de Ismael.
El lobo feroz había comenzado a aspirar con su hocico, y todo el aire inhalado pasaba primero por el Círculo Mágico antes de llegar al interior de sus fauces, con incontables partículas turquesas de Maná. Luego el Círculo Mágico se disolvió en más partículas que también aspiró Ismael, y haciendo honor a su apodo de Lobo Feroz libero todo ese aire y Maná acumulado en sus pulmones con un poderoso soplido, que se transformó en un pequeño torbellino.
No era un ciclón mágico tan grande como el que su hija creó, pero el poder destructivo que poseía destrozó la tierra a su paso y derrumbó un edificio de cinco pisos ubicado más adelante, mientras cortaba a Tsukune en millones de pedazos sin darle tiempo a hacer nada más que gritar de horrible agonía hasta ser reducido a diminutos pedazos sangrientos.
Valerie sonreía con orgullo por su marido, y deseaba que sus hijos estuviesen allí presentes para que pudieran ser testigos de Ismael demostrando su poderoso dominio sobre la magia de viento. En especial ahora que Ismael comenzaba a aceptar su propio pasado.
Al mismo tiempo, muy cerca de allí, el Cait-Sidhe Kumal había logrado atrapar a la Hellhound del collar con los dientes para azotarla contra el suelo, y lo hizo con tanta violencia que le arrancó el collar. El gato hada escupió el collar y saltó sobre la can infernal; la sometió pisándole el cuello con una de las patas delanteras, y en vez de rematarla solo la miro a los ojos.
Kumal quería asegurarse de algo, porque en el momento en que le arranco ese collar, la can infernal pudo haber aprovechado ese momento para atacarlo y tener ventaja. Sin embargo ella parecía estar confundida y sorprendida. Además, ahora que él la miraba de frente, ya no veía en los ojos de ella rabia y deseo de luchar; solo miedo.
De hecho, ahora que Kumal se ponía a pensarlo, esta can infernal de nombre Judith era la única de todos esas criaturas que tenía un collar, y también la única que era diferente. Muchas teorías pasaban por la mente de Kumal en esos breves segundos, y antes de poder llegar a una conclusión o decidir el destino de esta Hellhound hembra, escucho el batir de unas poderosas alas.
https://youtu.be/gXBmFic7tcM
Las alas del Alebrije Jaguar que ahora estaba descendiendo cual ave predadora a donde estaba Kumal, y lo hacía con las garras de las patas delanteras más que listas para despedazar.
El Cait-Sidhe reaccionó a tiempo por instinto, y su acción instintiva fue la de apartarse de allí rodando por el suelo, sujetando con las patas delanteras a la Hellhound hembra para salvarla también hasta llegar a una distancia segura. Allí Kumal vio que el Alebrije Jaguar destrozó el suelo al descender, lo cual era una prueba sólida de que esa criatura no tenía pensado ayudar a la Hellhound hembra.
"Ese felino pájaro me atacó con intención de matar, mientras la canina hembra todavía estaba debajo de mí... Debió esperar a que yo me debilitara luchando con esta canina, y luego atacó sin importarle que pudiese matarla a ella también", pensaba Kumal mientras se paraba, dejando a la can hembra en el suelo a su lado, e ignoro que ella lo estaba mirando con absoluta incredulidad por haberla salvado.
Una vez más Kumal se movió como un veloz resplandor azul, pero antes de llegar al Alebrije Jaguar hundió las patas en la tierra para detenerse, y salvarse por poco de recibir un zarpazo derecho en la cara.
"Ya no puedo moverme tan rápido como en un inicio por mi lucha con la canina. Sin lugar a dudas este felino alado espero a que yo estuviera más débil para matarme él mismo", fueron los pensamientos de Kumal mientras se alejaba un poco, comprendiendo que esta gárgola con forma de jaguar era más inteligente que los que parecían perros. Así que opto mejor por atacar desde lejos exhalando un orbe de fuego azul desde sus fauces.
La acción del Alebrije Jaguar ante el ataque fue avanzar hacia adelante, recibiendo la bola de fuego de lleno en la cabeza, y aun así atravesó las flamas sagradas sin el más mínimo daño. Kumal se sorprendió tanto por eso que apenas reaccionó a tiempo para atacarlo con un zarpazo izquierdo, que solo le hizo un rasguño superficial a la dura piel de la cara del Alebrije Jaguar.
La acción del Alebrije Jaguar ante el ataque fue avanzar hacia adelante, recibiendo la bola de fuego de lleno en la cabeza, y aun así atravesó las flamas sagradas sin el más mínimo daño. Kumal se sorprendió tanto por eso que apenas reaccionó a tiempo para atacarlo con un zarpazo izquierdo, que solo le hizo un rasguño superficial a la dura piel de la cara del Alebrije Jaguar.
Ambos felinos mágicos chocaron entre sí y rodaron por el suelo, gruñendo y atacándose como dos tigres, leones o leopardos tratando de matarse entre ellos. Cada zarpazo era despiadado y tenía toda la intención de destrozar al otro. En medio de esa feroz lucha Kumal descubrió que la piel de esta gárgola era mucho más dura que la de los que parecían perros.
También tuvo la desgracia de descubrir que las garras de esta criatura eran igual de duras, porque cortaban la piel de Kumal con la misma facilidad con que un cuchillo de carnicero corta un filete. Las alas de esa criatura también eran igual de duras, ya que el Alebrije Jaguar las utilizo como escudos.
El Cait-Sidhe no tuvo más opción que retroceder para transformarse otra vez en un resplandor y moverse por las paredes de los edificios de la zona, para así atacar desde otros ángulos. No obstante apenas se elevó unos metros en el aire, cuando el Alebrije Jaguar lo alcanzó elevándose también con un batir de alas, y lo atrapó mordiéndole una de las patas traseras, para después azotar al gato hada contra la tierra.
—¡Kumal sal rápido de ahí! —le advertía Rosabella preocupada, porque a diferencia de su padre y sus amigos, el gato hada sí estaba teniendo dificultades graves en su pelea.
Adán, Ismael y Bruno no podían ir a ayudar al Cait-Sidhe, porque todavía tienen que proteger a las mujeres y las dos niñas de los vampiros y criaturas que aún aguardaban lejos, sin mencionar que también les preocupaba el hecho de que aún estaba viva la Hellhound, que por cierto había escapado de la vista de todos.
Lo bueno es que Kumal reaccionó rápido girando en la tierra para estar boca arriba y defenderse con las garras, ya que el Alebrije Jaguar cayó sobre él para intentar desgarrarle el estómago. A pesar de que las garras del gato hada no podían atravesar la dura piel del jaguar gárgola, consiguió mantener a raya sus colmillos y garras de cualquier parte vulnerable, golpeándole sin cesar la cabeza hasta por fin arrancarle un ojo.
Como es obvio el Alebrije Jaguar rugió con tanta ira que la misma tierra tembló. Levantó la pata derecha hasta donde podía y descendió sus garras en un amplio zarpazo que cortó la garganta del gato hada. Sin embargo había sido un corte bastante superficial, debido a que Kumal se había hundido unos centímetros en la tierra, que ahora estaba carbonizada, por lo que las garras del Alebrije Jaguar apenas alcanzaron la garganta de Kumal.
"Kumal uso las flamas de su espalda para incinerar la tierra y hundirse lo suficiente como para evitar que su cuello fuera rebanado por las garras de ese jaguar con alas", pensó Cinder sorprendida, después de haber visto que las flamas en la espalda del gato hada se intensificaron de forma repentina poco antes de que el Alebrije Jaguar atacara con ese zarpazo.
Habiéndose salvado por los pelos, Kumal reunió toda la fuerza en sus patas traseras y se quitó de encima al Alebrije Jaguar empujándolo hacia arriba. Pero el monstruoso jaguar gargola extendió las alas y planeo en el aire para aterrizar seguro y de pie en la tierra, con sangre purpura goteando su estómago; sangre de unos cortes profundos que Kumal le había hecho con las patas traseras durante la lucha.
Esa revelación le ayudó a Kumal a deducir que el Alebrije Jaguar era mucho más vulnerable en la parte inferior del torso. Así que se levantó rápido del suelo y rugió de forma desafiante con un plan en mente. El Alebrije Jaguar rugió en respuesta y extendió las alas de forma amenazante, para después elevarse varios metros en el aire y descender en picada como un águila sobre un ratón. Y Kumal, en vez de esquivarlo, también saltó hacia él.
No obstante Kumal calcular la fuerza, la distancia y la altitud para pasar justo por debajo del Alebrije Jaguar, y en el trayecto levantó la pata delantera derecha con las garras extendidas hacia arriba, provocando que por el impulso de ambos las garras del Cait-Sidhe desgarraran en línea recta toda la parte inferior del torso del Alebrije Jaguar, que en efecto resultó mucho más débil en comparación al resto del cuerpo.
En la tierra cayó un chorro de sangre púrpura junto con las tripas, el corazón y otros órganos internos del Alebrije Jaguar, mientras que éste último rugió de dolor por última vez antes de desplomarse en el suelo. Al lado contrario aterrizó el Cait-Sidhe con orgullo, quien volteó a ver a su perverso enemigo; no necesito ir a rematarlo, porque el brillo en el único ojo y el resto del cuerpo del Alebrije Jaguar comenzó a apagarse.
Los vampiros y demás criaturas en la zona perdieron a sus comandantes y al alfa, por lo que su acción lógica fue una retirada rápida. Kumal los vio retirarse y no se molestó en perseguirlos; lo que sí hizo fue tratar de buscar con la vista a la Hellhound Judith, pero no detectó su presencia por lo menos cerca de allí. De todos modos tenía el presentimiento de que no sería la última vez que la vería.
Como último esfuerzo se transformó en un resplandor azul y regresó a donde estaban Rosabella y Cinder. Pero cuando se disiparon las flamas azules, Kumal estaba de nuevo en su forma de gato normal, aunque con algunas heridas que todavía estaban en proceso de sanar. Las dos chicas cargaron al gato y lo abrazaron felices de que él estuviera bien. Los adultos se acercaron primero a ver cómo estaba el gato y después agradecieron su ayuda.
Esta vez Kumal se dejó acariciar y abrazar, porque ahora estaba feliz por haber defendido con éxito a su familia.
Próximo capítulo: Gabriel vs Raiden Tameemon.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro