Capítulo LX: Dioses de la Ciencia (V)
"La verdadera sabiduría es reconocer tu propia ignorancia".
—Sócrates.
https://youtu.be/WP7u3EF3Mns
Gabriel tenía el brazo izquierdo desde la mano hasta el codo carbonizado y sangrando, además de que los huesos de dicha extremidad estaban agrietados casi como cuando Jofiel usa más poder del que su cuerpo es capaz de soportar. No obstante el baghatma todavía era capaz de mover el brazo y hacer un puño, y aunque eso le produjera un dolor inimaginable lo ignoraba por completo, porque ahora él solo pensaba en terminar con lo que consideraba el resultado de sus acciones pasadas.
Igual que un tigre común enfurecido el baghatma salto tan alto que aterrizó encima de Buda, estampando a éste contra el suelo mediante un brutal puñetazo derecho. Al instante Gabriel dio un giro hacia adelante y aterrizó de pie en el suelo, al mismo tiempo en que Buda también se levantaba, aunque con mucha torpeza y debilidad en las articulaciones, de manera que no pudo atacar de inmediato y quedó vulnerable a la lluvia de golpes por parte del baghatma.
Sin tener piedad alguna Gabriel atacaba de frente, mediante combinaciones de cada una de las técnicas de golpes normales de las tres disciplinas que conocía; puñetazos directos, golpes de palma con los dedos cerrados, distintos tipos de codazos e incluso golpes de palma con las garras.
En algunos momentos Buda intentó atacar. Pero sus extremidades estaban demasiado dañadas como para moverse igual que antes de recibir aquella llamarada de fuego blanco. De modo que Gabriel, con todo el esfuerzo que su estado debilitado le permitía, bloqueaba las patadas usando las rodillas y redireccionaba los puñetazos mediante los antebrazos, para luego contraatacar de inmediato con distintos tipos de golpes.
Y tras diez segundos de brutal castigo, el baghatma finalizó la golpiza con un cruel codazo derecho ascendente debajo de la barbilla de Buda, que elevó a éste a varios metros en el aire, para después ser estampado otra vez en el suelo por Camael, quien había aterrizado sobre su espalda y lo hizo chocar de cara contra el suelo. Acto seguido, como venganza por la paliza anterior, el garuda sujeto los brazos secundarios de Buda y, aplicando toda la fuerza que podía, se las arrancó.
Luego de eso Camael tiró los brazos, sujeto a Buda detrás de la cabeza usando la mano izquierda y lo levantó del suelo para rematarlo de una vez.
—¡Luz en la Guerra: Sacro Kerambi! —recito Camael invocando en su mano derecha una filosa daga encorvada similar a una garra de tigre, un arma bastante popular en las tierras asiáticas—. ¡Vete al puto Naraka pinche chîn xụ!
Tras decir aquel insulto en su lengua materna mezclado con algo de su lengua paterna (chîn xụ, "pedazo de mierda"), el garuda apuñaló la frente de Buda, mientras éste daba un grito lleno de furia e impotencia. El joven-máquina solo quedó en silencio cuando su "cerebro" fue destrozado por el filo del kerambit de Prana de Camael.
Por si acaso el garuda movió el filo del kerambit en círculos dentro del cráneo del joven-máquina para asegurarse de destruir el "cerebro", o lo que sea que mantuviera funcionando el cuerpo mecanico de Buda. Y solo entonces cuando estuvo un 100% seguro, desvaneció la daga y tiró al suelo el cuerpo inerte del joven-máquina.
Luego Camael le dirigió una mirada a Angela, quien se acercaba caminando mientras se sujetaba el estómago, todavía adolorida por el golpe que recibió antes. El garuda asintió con la cabeza, y Angela esbozo una sonrisa alegré al saber que por fin vencieron al enemigo.
Sin embargo había alguien que no estaba para nada feliz.
—¡No! ¡Imposible! ¡Esto no puede estar pasando! —exclamaba Sócrates incapaz de creer que sus subordinados hayan sido derrotados por completo.
—Por lo que he visto, ustedes vinieron más que preparados para exterminar a un ejército de vampiros. No dudo de que, tal vez, si no fuera por mi clan ustedes se habrían apoderado de esta base. Con algunas bajas, pero habrían tenido éxito al fin y al cabo —decía Miguel con un tono divertido, para luego cambiar a un semblante serio y feroz—. No obstante, como dije antes, ¡tuvieron la más grande de las malas suertes al meterse en nuestro camino!
https://youtu.be/CXhBAhQ0TcQ
Socrates solo dio como respuesta un gruñido iracundo mientras apretaba los dientes con rabia; es entonces que alzó el brazo izquierdo al frente, y de la parte inferior de su antebrazo emergió un tubo metálico, rasgando la piel y la tela de la chaqueta en el proceso. Y al instante el tubo se convirtió en una pequeña ballesta, la cual estaba cargada con una filosa estaca de plata que tenía como objetivo fijado al licántropo alemán.
No obstante en el momento en que Sócrates disparó la ballesta presionando la palma con los dedos medio y angular, su antebrazo fue golpeado por un shuriken arrojado por el mismo Abraham Van Helsing desde el suelo, cerca de donde se encontraba la zona carbonizada por el torrente de fuego blanco.
Y aunque el impacto no le cortó el antebrazo, si fue lo bastante fuerte para moverlo lo suficiente como para que su disparo solo pudiera rozarle la mejilla derecha a Miguel, quien había empezado a moverse a cuatro patas hacia Sócrates para atacar con una nueva técnica.
—¡Fuerza Lunar: Corte de Media Luna! —recito Miguel poniéndose de pie, entrecruzando sus brazos con las manos encima de los hombros, y concentrando toda su energía lunar en los dedos de sus manos.
La energía lunar comenzó a condensarse en las garras del licántropo hasta que, en menos de un segundo, tomaron la forma de largas garras azules hechas de pura energía lunar; era una nueva capacidad que el licántropo alemán descubrió en el mes de entrenamiento junto con los elfos nocturnos de la sede principal de San Bestia.
Miguel también dedicó parte de su tiempo para investigar nuevas formas útiles de usar su habilidad, más allá de simples aumentos de fuerza y velocidad. Y para eso recurrió a la ayuda de los elfos nocturnos, ya que al igual que los licántropos poseen una afinidad natural con la luna. Con ellos descubrió que la energía lunar, de cierto modo, era similar al mana y a las energías internas en el sentido de que está bastante influenciada por la sugestión.
Debido a que con el paso del tiempo los licántropos, como cualquier bestia, van desbloqueando poco a poco todo su potencial interno, el porcentaje de los aumentos de poder dados por Fuerza Lunar comienza a reducirse hasta ser menos del 5%, lo cual hace de la habilidad casi inútil en determinadas peleas. Sin embargo la habilidad también puede usarse de otros modos; como por ejemplo ser condensada y moldeada para tomar formas específicas.
En este caso Miguel las condenso para convertirlas en una extensión más larga de sus propias garras. Y además tenía otro uso, el cual el mismo licántropo demostró alzando los brazos a ambos lados en una "X", y en el acto liberó la energía lunar en diez rafagas delgadas y filosas con la misma forma en que él ejecutó el movimiento.
Aquellas rafagas impactaron de lleno en Socrates; desgarraron su piel de carne y su piel de metal con tanta profundidad que se formó casi de inmediato un charco de sangre bajo sus pies. La parte más afectada fue su estómago, del cual se podía ver tripas artificiales y parte de las costillas metálicas. Miguel al ver esto se aproximo casi en un instante y, con las garras de la mano derecha, le abrió en canal el pecho a Sócrates a partir del corte en el estómago.
Con semejante herida Sócrates se desplomó en el suelo y dejó de moverse, con el rostro en completo shock. Pero para no dejar dudas, Miguel le sujeto las articulaciones del codo y, con las garras clavadas en la piel de Sócrates, le arranco los brazos de un bestial estirón.
Luego de ganar el combate, Miguel retrocedió respirando con ligera agitación, y dirigió la mirada hacia Van Helsing, quien se le acercaba caminando a paso lento hacia él.
—Gracias por los consejos y por la reciente ayuda, señor Van Helsing —agradeció Miguel, ahora con buen humor, mientras tiraba lejos los brazos mutilados de Sócrates.
—¡Hai! (¡Sí!) ¡Gracias a usted no morimos en nuestra primera misión! —decía Remiel entre risas, acercándose a Miguel.
Los demás miembros del clan también se estaban acercando a donde estaba Miguel, mientras que las doncellas iban hacia donde estaba Raven, quien al ver que todo acabó, salió de su escondite para ir a caminando a paso rápido hacia donde se encontraba Miguel, aunque a once pasos de llegar fue recibida por sus propias subordinadas.
https://youtu.be/K0a9a8PUPrA
—¡Je! Primera misión. "Será fácil" decían. "Es solo una simple Granja de Vampiros" decían. ¡Ja! ¡"Fácil" su madre la del pueblo asqueroso! —decía Uriel con bastante mal humor y sarcasmo, hasta insultando en su lengua materna—. No sé ustedes, ¡pero definitivamente yo exigiré que nos paguen el triple-no, no, no; exigiré que nos paguen diez veces lo que valía completar esta puta "misión de novatos" o los demandaré hasta la muerte!
—Estoy de acuerdo contigo —decía Gabriel también con mal humor, mientras era ayudado a caminar por Camael, quien le sujetaba del brazo derecho con cuidado—. Al final lo que era una simple misión de destruir una Granja de Vampiros, acabó convirtiéndose en una jodida lucha contra ejércitos de vampiros, un licántropo vikingo gigante, máquinas vivientes y fenómenos dentro de una fábrica de monstruos tipo Frankenstein o el Moderno Prometeo.
—Y todo eso en nuestra primera misión oficial. ¡Imagina cómo serán nuestras siguientes misiones y las más difíciles! —decía Rafael emocionado como un niño.
—¡Tienes razón Rafael; esto cada vez es más emocionante! —respondió Jofiel igual de emocionado y levantando el pulgar izquierdo.
—No sé cómo pueden emocionarse con algo así —dijo Raziel cerrando los ojos, bajando los hombros y teniendo una expresión cansada.
—Lamento no compartir el mismo entusiasmo, peeeero... ¡Puede decirme alguien quién diablos es él! —decía Azrael con molestia y confusión para después señalar a la criatura humanoide que los seguía desde atrás, muy cerca de Camael y Angela.
—Después se lo explicamos. Por ahora solo conformense con saber que no es un enemigo, sino una víctima —dijo Camael con seriedad y sin ánimos de dar explicaciones, mientras se giraba para ver a la criatura de Frankenstein, y seguía ayudando al baghatma a mantenerse de pie.
—Confiare en tu juicio Camael —dijo Miguel con igual seriedad, aunque más relajado al saber que aquella criatura se ganó el voto de confianza del garuda, quien no era exactamente el tipo de persona que suele confiar en la gente.
Luego de asegurarse de que nadie en el clan necesitaba con urgencia un médico, el licántropo alemán hecho un breve vistazo a la criatura, que ahora solo se dedicaba a ver con asombro a cada individuo, en especial los miembros bestias; a los ojos de Miguel la criatura parecía un niño que descubre personajes de cuentos y leyendas.
Pero la atención del licántropo cambió de inmediato cuando vio de reojo el grupo de doncellas guerreras reunidas cerca de Raven, quien había llegado caminando hacia ellos con la piedra aún flotando en aquella burbuja oscura.
—¡Raven! —dijo Miguel mostrándose preocupado, y empezó a caminar hacia ella.
"¡¡¿Raven?!!", pensaron los demás miembros del clan al mismo tiempo, sorprendiéndose al tener la sospecha de que esa mujer era aquella niña que Miguel salvo en el pasado.
—No te preocupes Miguel, todavía tengo mana suficiente para seguir reteniendo la gema —decía Raven levantando la mano derecha para impedir que Miguel se acercara más.
—¿Pero tú te encuentras bien? —preguntó Miguel notando un ligero cansancio en los ojos de la dhampiresa.
—Ah, sí, es sólo agotamiento mental. La magia puede cansar bastante la mente, ¿sabes? —decía Raven mostrándose sorprendida por un breve segundo, para luego cruzarse los brazos, desviar la mirada a otro lado y esbozar una pequeña sonrisa alegre.
—Odio interrumpir los momentos tiernos, ¿pero podemos centrarnos en lo esencial? —decía Angela con bastante mal humor, y luego extiende los brazos a los lados—. ¡¿Quiénes son estos locos que los atacaron de repente?!
—Son miembros de una antigua orden originaria de Grecia, que fue revivida hace unas décadas —decía Abraham ahora con un semblante serio, mientras miraba al caído Sócrates—. Son como ese culto de locos adoradores de los dioses griegos, con la diferencia de que estos pedazos de hojalata son un montón de locos ateos y escépticos; básicamente son como budistas y científicos extremistas, que no pudieron soportar el descubrir de pronto que toda la "verdad absoluta" que tanto se enorgullecían en decir que creían, fuese una completa mentira. ¡Ufff! Semejante experiencia es un golpe psicológico tan fuerte, que en la mayoría de los casos termina con el supuesto escéptico a dos pasos del manicomio.
—No me sorprende. En cada grupo político, científico y religioso siempre habrán locos extremistas y malditos imbéciles —comentó Gabriel con molestia y teniendo una sonrisa sarcástica.
—Y uno de ellos resultó ser un maldito fraude de mi tierra —dijo Remiel casi entre risas divertidas.
—Eso no es nada raro kitsune albino. Muchos de estos bastardos son en realidad antiguos guerreros, filósofos, científicos y figuras importantes de la raza humana. Y el resto son seguidores que abandonaron sus propios nombres, y ahora se identifican con apodos o nombres en código en base a sus nuevos "cuerpos" —explicaba Abraham poniéndose ambas manos en la cintura.
—Entonces ¿este loco malnacido es el verdadero filósofo Sócrates? —pregunto Uriel bastante decepcionado del profundo abismo en que cayó uno de los más grandes filósofos de la raza humana.
—Algo así. En realidad este es un cuerpo que el maldito Sócrates controla desde el agujero donde se esconde; lo mismo es para el resto que ustedes acaban de "matar". Se podría decir que destruyeron sus cuerpos, pero sus "mentes" siguen viviendo en otro sitio. Tal vez dentro de una especie de "máquina maestra avanzada" u otro cuerpo mecánico —explicaba Abraham dando un suspiro molesto al final.
—Maldita sea. Eso quiere decir que esta no será la última vez que veamos a estos chiflados —dijo Azrael con molestia al entender que quizás vuelvan a enfrentarse a esos mismos sujetos en el futuro.
—Conociendo nuestra suerte, probablemente... —comentó Gabriel con la mirada baja, denotando cierto aire deprimido.
—Je, je, je...
Todos los presentes se callaron un momento al escuchar una risa proveniente del cuerpo mutilado de Sócrates; se sorprendieron un poco al ver que seguía con "vida", a pesar de tener el pecho abierto. "Lo diseñaron bastante bien", pensó Uriel sorprendido y pensando en que quizás diseñaron mejor el cuerpo artificial de Sócrates.
—Han ganado la batalla... Pero no la guerra... La próxima vez... estaremos mejor preparados... —decía el moribundo Sócrates, para luego esbozar una enorme sonrisa que solo podría pertenecer al de un psicópata—. Alithiní sofía eínai na anagnorízeis ti dikí sou ágnoia (La verdadera sabiduría es reconocer tu propia ignorancia).
https://youtu.be/ZGQQMVLYcpY
Cuando dijo aquella frase en su verdadera lengua, de repente sus ojos y las partes internas de su cuerpo comenzaron a brillar de blanco; lo mismo empezó a suceder con los restos de los otros hombres-máquina. Fue un suceso extraño que alertó a todos, sobre todo a Abraham, quien reconoció bien lo que estaba por suceder.
—¡Tenemos que irnos ahora! —exclamó Abraham con un tono alarmado, lo cual era una muy mala señal—. ¡Los cuerpos de estos chatarreros van a explotar!
—¡¡¡¿Nani?!!! —exclamó Remiel tan sorprendido y asustado que amplió los ojos, todo su pelaje se volvió puntiagudo por un momento y se sujetó la cabeza.
—¡¿Alguien conoce algún tipo de hechizo teletransportador?! —preguntó Abraham rápido, mientras veía a cada individuo del clan de bestias y el grupo de doncellas guerreras, pero todavía mostrando un gran nivel de calma que era digno de un verdadero veterano. Y es que tenía un plan de contingencia para salir de allí, aunque el plan solo funcionaba para él. No obstante quería asegurarse de que entre sus nuevos aliados ya hubiese alguien que pudiera sacarlos a todos de la base.
—¡¿Raven puedes...?! —preguntaba Miguel girando la mirada hacia Raven, recordando al instante que antes la dhampiresa había traído a sus subordinadas junto con algunos miembros del clan Nightfall Angels a la base, por medio de algún tipo de conjuro de teletransporte.
Pero el licántropo aleman dejo de hablar, a la vez que su esperanza se desvanecía, al ver que Raven agitaba la cabeza a los lados en señal de negación.
—Mi hechizo de teletransportación solo funciona para traer personas hacia mi posición, no para ir a otro lugar —explicaba Raven con una notable molestia, sin embargo al rato esbozo una sonrisa confiada—. ¡Pero siempre tengo un plan de respaldo! —tras decir esto dirigió la mirada hacia la humana francesa.
—¡Muy bien es tu turno Angela: sácanos a todos de aquí ahora! —dijo Erzuli esbozando una gran sonrisa, al entender lo que quería decir la dhampiresa con "plan de respaldo".
—¡Estaba por hacerlo maestra Erzuli y jefa Raven! —respondió Angela con una sonrisa que desbordaba arrogancia pura, mientras conectaba cada uno de los dedos de las manos frente a su pecho—. ¡Todos acérquense a nosotras pero no demasiado o los dejaré aquí a rostizarse!
Cumpliendo lo dicho todo el clan Nightfall Angels, el cazador Van Helsing y la criatura de Frankenstein se acercaron al grupo de doncellas, pero manteniendo cierta distancia de ellas; aunque Erzuli no tuvo problemas con estar tan cerca de Azrael, igual que a Clarisse y Raven no les incomodó la cercanía de Jofiel y Miguel respectivamente.
—¡Arte Arcano: Intercambio Astral! —conjuro Angela y al instante en el espacio entre sus palmas se generó una esfera de energía luminosa semitransparente, la cual se agrandó de golpe hasta cubrirlos a todos en menos de un segundo.
Y en el siguiente segundo todos desaparecieron en un fugaz resplandor celeste, y en su lugar apareció una roca con el símbolo de géminis tallado en un lado; esto sucedió justo antes de que cada uno de los restos de los hombres-máquina estallará en una masiva explosión que arrasó con la base entera.
[Ciudad de Lille: Forêt de Silence]
No había cambiado casi nada en la ciudad desde que todos ingresaron a la Granja de Vampiros, excepto por el detalle de que el burdel ya había cerrado sin previo aviso. Faltaban cinco horas para que amaneciera, por lo que casi todos los que no eran trabajadores nocturnos dormían. Y los que seguían despiertos seguían evitando a toda costa el bosque aterrador de la ciudad; es por eso que nadie fue testigo del pequeño y momentáneo resplandor que hubo en medio del bosque.
Debido a la oscuridad no podía verse que en un pequeño espacio libre de césped estaba pintado un círculo de color celeste, con figuras parecidas a símbolos astrológicos y en cuyo centro se encontraba la misma piedra con el símbolo de géminis tallado. Entonces la pintura comenzó a brillar de blanco, para un segundo después provocar aquel destello cegador. Y cuando se disipo la luz, la piedra ya no estaba allí, y en su lugar estaba el clan Nightfall Angels, el grupo Twlight Maidens, Van Helsing y la criatura de Frankenstein.
https://youtu.be/h_lph2pCYug
—¡Por la Madre Tierra eso estuvo muy cerca! —exclamó Rafael sentándose en el suelo, al igual que el resto de sus amigos de clan, dando un largo suspiro de alivio.
—¡Por todos los kamis jamás pensé que me alegría tanto de ver este lugar del terror! —decía Remiel tirándose de cara al suelo y luego empezó a besar la tierra como un loco.
—Gracias al cielo. Al fin termino todo —decía Raziel bajando la cabeza y cerrando los ojos.
—No del todo. Tenemos que informar al gremio sobre esta enferma Granja de Vampiros nivel "jefe final". Luego pensar en qué hacer con la criatura —decía Camael cerrando los ojos y frunciendo el ceño con molestia, mientras señalaba a la criatura de Frankenstein, para luego señalar la piedra que todavía flotaba alrededor de Raven—. Y después ustedes nos deben una explicación sobre la piedra y qué mierdas hacían aquí.
—¡Nosotras no les debemos ninguna explicación! ¡Nuestros caminos solo se cruzaron por casualidad y unimos fuerzas por un objetivo en común! —decía Angela con rabia e indignación—. ¡No somos amigos ni menos un equipo...!
—Lo entendemos —le interrumpió Raven—. Después de que aseguremos la piedra abisal y descansemos, mañana les contaremos todo, porque a partir de ahora serán nuestros aliados.
—¡¡¿Qué?!! ¡Pero Raven ellos...! —decía Angela en total shock.
—Son nuestros nuevos amigos, y serán de gran ayuda en nuestra aventura —decía Erzuli con una sonrisa amistosa y evaluando con la mirada a cada miembro del clan Nightfall Angels, sobre todo a Azrael, quien le devolvió la mirada también con una sonrisa amistosa—. Aunque ninguno de ellos es un "adulto completo", su fuerza individual y conjunta es muy asombrosa. Son muy fuertes y habilidosos, para ser bestias "pre-adultas".
—Gracias por el cumplido, pero en serio no hace falta dejar tan en claro que tenemos mala suerte con las mujeres —dijo Remiel estando sentado en el suelo, tan decaído y deprimido que empezó a llorar de un modo exagerado.
—¡La verdad yo tampoco tengo problemas en trabajar con ellos! ¡Me agradan! —decía Clarisse con emoción y felicidad, mientras fijaba la mirada en Jofiel, quien luego empezó a temblar de incomodidad.
—¿De verdad quieres que te ayudemos en tu búsqueda fantástica de esas gemas? —preguntaba Miguel confundido de la anormal rapidez con la que Raven sugería tenerlo a él y a su clan como aliados en esa aventura—. ¿Acaso no tienes ayuda de sobra con los guardias, grupos y demás contactos que tienen tus padres?
—Puedes estar seguro de que lo tendría, si mis padres y su organización supieran donde estoy —reveló Raven con una sonrisa irónica—. Mi equipo y yo estamos trabajando por nuestra propia cuenta, sin la aprobación de mis padres ni la ayuda de alguna organización sobrenatural.
—¡¿Qué?! —exclamó Miguel levantándose del suelo y ampliando los ojos por la sorpresa, ya que no se esperó eso.
—Motivos de confiabilidad y... porque temo que mi padre ya no es el mismo de antes; no desde que la gema en nuestro hogar "despertó" de tan extraña forma —explicaba Raven desviando la mirada al suelo, con un notable semblante preocupado que intentaba ocultar—. Cuando estemos en un sitio seguro lo explicare.
—No sé porque presiento que las gemas de las que hablan no son del infinito ni piedras filosofales —comentó Uriel con sarcasmo, notando la gravedad y preocupación con la que mencionan las gemas, y también dándose cuenta del extraordinario parecido entre la piedra que sacaron del estómago del dragón abisal y la piedra que flotaba alrededor de la dhampiresa.
—Damas y bestias, solo tengo teorías de lo que hablan y me gustaría reservarlo para futuras investigaciones. Pero por ahora céntrense en llamar a cualquier organización para ordenar toda esta catástrofe, y oculten todo lo sobrenatural —decía Abraham con un tono sarcástico y teniendo la mirada fija en otra dirección, para luego voltear la mirada hacia el grupo y señalar con la mano izquierda la dirección en la que veía antes—. Sorpresa; ya tenemos espectadores bastante maravillados con la vista.
De inmediato todos miran en la dirección que señalaba Van Helsing, y se dan cuenta de que un grupo de tres jóvenes humanos que paseaban cerca —quizás delincuentes o aventureros intentando parecer valientes adentrándose en un bosque siniestro—, ahora estaban parados, boquiabiertos, inmóviles y con la mirada fija en ellos. La escena que los jóvenes humanos presenciaron fue tan surrealista y difícil de procesar para hasta la mente más abierta, que al rato se desmayaron.
—Oh rayos... —comentó Gabriel entrecerrando los ojos y dando un suspiro molesto.
—Y bien, ¿Qué van hacer? —preguntó Clarise sonriendo y temblando de emoción, mientras veía al clan Nightfall Angels—. ¿Van a sacar una varita mágica o tecnológica que disparará un flash que les borrara la memoria a esos ignorantes civiles de la sociedad humana?
—Leíste demasiadas historias de sociedades secretas —comentó Camael con pena.
—Claro que no. Haremos algo más seguro —decía Uriel con una sonrisa divertida—. Primero llamaremos a elfos disfrazados de "agentes policiales", que se los llevarán a un centro policial perteneciente al gremio de elfos, donde un elfo hechicero experto en el área cerebral modificara sus memorias. Quizás solo recuerden esto como un fumado "festival de disfraces" bien loco y drogado. Pero es mejor eso a que crean que vieron una escena sacada de una novela de fantasía oscura surrealista inspirada en cuentos y leyendas culturales.
Tras explicar eso, no perdieron más tiempo y todos comenzaron a ocultar cualquier señal que fuera sobrenatural. Remiel convirtió su katana en su medallón, Raven oculto la piedra en una bolsa dada por Erzuli —reduciendo la burbuja de contención a la forma de la piedra—, Clarisse transformó su espada en una pulsera plateada en su muñeca izquierda, Angela desapareció las dagas que aún flotaban a su alrededor, y por último los miembros bestias comenzaron a destransformarse.
Las características luces envolvieron a cada miembro del clan Nightfall Angels, haciéndolos retornar a sus formas humanizadas junto con sus uniformes secundarios intactas; aunque los que todavía tenían heridas sin sanar del todo, ahora tenían sus ropas humanas con manchas de sangre, que más tarde tendrían que intentar ocultar.
Por otro lado, en el caso de Erzuli, ésta fue envuelta por una luz verdosa fantasmal, revelando por fin su forma humanizada; era una mujer joven de origen africana pura que aparentaba estar cerca de los 23 años; de largo cabello afro color marrón oscuro (casi negro) y ojos azules. Tenía un físico delgado, pero a la vez lo bastante atlético como para lucir una figura muy esbelta, además de tener pechos medianos.
Como ropa humana llevaba una camisa ajustada sin mangas, de color café oscuro, que cubría desde su cuello hasta debajo de sus pechos —dejando la barriga visible—, una falda larga a juego con un corte en el lado izquierdo que dejaba ver su pierna, un cinturón dorado, y por último traía brazaletes dorados y sandalias simples, además de un collar tribal africano de origen vudú en el que guardaba su ropa de bestia.
—¿Qué? —pregunto Erzuli arqueando una ceja al notar un pequeño sentimiento de sorpresa en los ojos del eniyamotekun negro al verla en su forma humanizada—. ¿Esperabas que yo fuera una cachorra?
—No en realidad —respondió Azrael con indiferencia, aunque en el fondo estaba un poco sorprendido al no esperarse que la mujer-hiena fuera mayor de 20 años. Y eso es porque en los momentos en que estuvieron más cerca, él pudo oler en ella el aroma de la "inocencia juvenil" que caracteriza a las bestias que aún no han tenido su primer apareamiento (del mismo modo en que ella lo detecto en todo el clan cuando estos se acercaron a las doncellas antes de que fuesen teletransportados).
Tras vencer al grupo de "falsos humanos" guiado por el antiguo filósofo Sócrates, quien resultó ser todo lo contrario a lo que la historia le atribuye, los miembros del clan Nightfall Angels pudieron respirar tranquilos, además de que ganaron una alianza con una criatura nacida de la ciencia humana, un legendario cazador veterano, y un singular grupo de guerreras procedentes de diferentes tierras, de las cuales la madre de Raven viajó para buscar poderosos aliados.
Y también fue cuando algunos miembros del clan Nightfall Angels encontraron a una guerrera, que será su guía y su oportunidad para ser más fuertes, y así estar preparados para enfrentar la "plaga" que apenas había comenzado a hacerse notar en la Sociedad Sobrenatural, producto del despertar de quien procede tan tóxico y maligno poder.
Próximo capítulo: Las Bellas y las Bestias.
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