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Capítulo LVIII: Dioses de la Ciencia (III)

"La verdadera ciencia de las artes marciales significa practicarlas de tal forma que sean útiles en cualquier ocasión, y enseñarlas de tal forma que sean útiles en todos los caminos."

—Musashi Miyamoto.

https://youtu.be/K0jto4T4yrA

La batalla entre el clan Nightfall Angels y las Twilight Maidens contra los hombres-máquina estaba por llegar a su clímax.

En un lado Camael y Angela fueron a atacar al mismo tiempo a Buda, aprovechando que éste se encontraba todavía tirado en el suelo. Y mientras la francesa iba a atacar desde diferentes direcciones con sus dagas plateadas, el garuda atacaría con unas nuevas armas que aprendió a crear durante su estancia en la India. 

¡Luz en la Guerra: Sacro Chakra! —conjuro Camael creando en cada mano suya una filosa arma circular. Era un tipo de arma muy común en las tierras asiáticas inspirado en la segunda arma más poderosa de los dioses hinduistas.

Teniendo sus armas Camael se dispuso a atacar primero. Pero se detuvo al ver que de repente el cuerpo de Buda comenzó a emanar un brillo blanquecino, el cual aumentó de golpe en un poderoso haz de luz semejante a la del sol; era un arma preparada para los vampiros, pero el joven-máquina se vio obligado a usarla como ataque segador, lo cual funciono ya que cegó por un momento a Angela y a Camael. 

La luz solo duró un segundo, pero fue tiempo suficiente para que en el segundo siguiente Buda se pusiera de pie y atacará al mismo tiempo al dúo de aves; con el puño de su primer brazo derecho golpeo el estomago de Angela y con el pie izquierdo golpeó el rostro de Camael. Aunque éste último resistió el golpe, la francesa fue enviada a chocar contra un árbol oscuro, y escupió sangre al impactar su espalda contra la corteza negra del árbol. 

Luego cuando Angela cayó sentada al suelo, dando quejidos de dolor, Buda comenzó a correr directo hacia ella; es obvio que sus sistemas detectaron el ruido que hizo Angela, y en el estado de furia asesina en el que se encontraba el joven-máquina, estaba dispuesto a atacar cualquier fuente de sonido. Camael, pese a que aún no se aclaraba su vista, se dio cuenta de lo que intentaba el enemigo, y es por eso que de un solo aleteó se impulsó hacia adelante, utilizó su pata derecha de águila para sujetar la cabeza de Buda y estrelló a éste de cara contra el suelo. 

Sin embargo las manos de los brazos secundarios de Buda sujetaron la pierna de Camael, y estampo a éste de frente contra el suelo. Al instante el joven-máquina se levantó y se paró en la espalda del garuda; se disponía a pisotearlo hasta romperle algún hueso, pero las manos de sus brazos primarios atraparon las alas de Camael, dándole a entender a Buda que luchaba contra una criatura alada. Es por eso que cambio de plan: decidió arrancarle las alas al garuda. 

Pero antes de lograr su cometido, Buda empezó a ser bombardeado por otra fila de dagas plateadas por parte de Angela, quien a pesar de estar adolorida, escupiendo sangre y también tener la vista nublada, seguía dispuesta a seguir peleando y podía divisar la silueta inconfundible de Buda. Gracias a su intervención, Camael se levantó del suelo por medio de un fuerte aleteo, se dio la vuelta en el aire para dejar caer a Buda y se alejó con otro aleteo.

Durante la escapada del garuda, Angela controló la dirección de las dagas lo mejor que pudo para evitar golpear a su aliado bestia por accidente —aunque en el fondo si quería—. Consiguió hacerlo sin herir al garuda, y cuando éste estuvo lejos de inmediato Angela comenzó a acribillar a Buda con una lluvia de dagas plateadas; debido al ángulo y a la situación intensa la francesa no se enfocó en atacar la frente, por lo que las dagas plateadas impactaban en distintas partes del cuerpo del joven-máquina. 

Mientras el dúo bestia águila y humana cisne enfrentaban al enemigo, Gabriel se mantenía parado en el mismo sitio, quieto en su totalidad, con la mano derecha en forma de palma, cerca del pecho y ubicada frente a la mano izquierda en la que estaba condensando todo el Chi que su debilitado cuerpo podía liberar. 

—Esta es la segunda técnica más poderosa del Estilo Godfist. La cree basándome en la famosa explosión que dio origen a las estrellas y todo lo que conocemos. Por lo tanto alberga un poder y calor que en escalas altas puede ser comparado con una estrella a punto de explotar. Cuando domines el Chi y decidas usar esta técnica, recuerda no reunir más Chi de lo que tu cuerpo físico es capaz de soportar. Mi tercer hijo se rompió un brazo cuando la usó por primera vez en su máxima potencia en una pelea. 

"Je, a estas alturas romperse un hueso no es nada", pensaba Gabriel con sarcasmo tras recordar la advertencia del extraño nómada sobre la técnica, y esforzándose más en reunir Chi con mayor rapidez en su mano izquierda. 

https://youtu.be/-0LleH30XZE

Al mismo tiempo Remiel se encontraba otra vez luchando contra el resucitado y mecanizado samurái Sasaki Kojiro, quien ahora estaba en un estado de psicosis completa tras las sinceras y realistas palabras del kitsune. Como es de esperarse la vasta experiencia de Sasaki le daba la ventaja en la lucha de armas contra Remiel, por lo que éste se encontraba contra las cuerdas; lo mejor que podía hacer el kitsune era retroceder y bloquear.

—¡Ja, ja, ja! ¡Estas acabado basura inhumana! ¡Esta será mi gloriosa victoria; el gran paso hacia la gloria de la humanidad y hacia mi reconocimiento como uno de los guerreros más fuertes de la humanidad! —decía Sasaki igual que un verdadero enfermo mental, mientras ejecutaba un tajo descendente, el cual a pesar de ser bloqueado por Remiel, hizo que éste se arrodillara—. ¡Yo soy el protagonista de esta historia y como tal por fin obtendré mi merecida victoria!

—No eres maravilloso, ni siquiera un guerrero fuerte, "Bakaki Sagiro". Solo eres un pedazo de escoria que no merece actuar en nombre de la humanidad, ¡ni menos merece llamarse "humano"! —dijo Remiel frunciendo el ceño con molestia y esbozando una sonrisa burlona—. ¡Magia de Rayo: Garra del Tigre Celestial! 

Tras recitar el conjuro la katana de Remiel fue cubierta por una energía eléctrica celeste tan poderosa, que el filo se tornó brillante y de un blanco puro. Además la hoja empezó a generar tanto calor, que en un segundo derritió las katanas de Sasaki, dejando a éste tan desconcertado que, sin darse cuenta, el kitsune prosiguió con un triple corte que dio la ilusión de un verdadero relámpago. Para cuando Sasaki termino de procesar lo sucedido, ya estaba tirado en el suelo sin brazos y con el torso partido por la mitad.

En tan solo dos segundos, tras cortar las katanas de Sasaki, Remiel se apartó dando un giro de 360 grados, y antes de terminar de darse la vuelta ejecutó un ardiente tajo hacia arriba que cortó los brazos de Sasaki —justo en la articulación del codo—. Después el kitsune movió la katana hacia el lado derecho y siguió con un rápido tajo vertical izquierdo, que partió al viejo samurái por la mitad, bañando el suelo con sangre y extraños órganos artificiales de color blanco. Aparte se podía ver que el esqueleto de Sasaki era un raro metal negro con brillantes venas violetas. 

—Y por desgracia para ti, este no es un cuento de hadas ni tampoco una novela visual fanática y buffeadora de humanos —comentó Remiel a modo de parodia humorística, para después con la punta de la katana apuñalar el cráneo de Sasaki Kojiro, dando por finalizado el combate. 

Mientras tanto Erzuli, quien luchaba contra los otros dos espadachines restantes, al saber ahora las debilidades de los hombres-máquina decidió ponerse seria y matar a sus oponentes de una vez por todas. 

¡Umzingeli Amathunzi: Usizo Oluvela Ngale! (¡Cazador de Sombras: Ayuda Desde el Más Allá!) —conjuro Erzuli en su idioma materno mientras saltaba hacia atrás para esquivar un tajo conjunto de los hombres-máquina. 

Después de recitar el conjuro la lanza que portaba la bultungin chamana fue cubierta una vez más por aquella fantasmal energía verdosa, y cuando ella aterrizó en el suelo golpeó el mismo con el filo de la lanza, causando que la propia sombra de la bultungin se expandiera hasta llegar a donde se encontraban los dos hombres-máquina. Acto seguido de la sombra emergieron seres humanoides sombríos de brillantes ojos verdes, que comenzaron a sujetar a los dos espadachines desde distintos ángulos. 

Aquellos seres que parecían espectros carecían de la fuerza suficiente para retener a los dos hombres-máquina. Pero su propósito no era atraparlos, sino distraerlos. Y cumplieron el objetivo por el que fueron traídos desde la Dimensión Astral; Erzuli aprovechó el momento para acercarse y por medio de un poderoso, preciso y único estoque, apuñalar la cabeza de los dos hombres-máquina.

"Ella también puede usar la Energía del Vacío, pero mucho mejor que yo", pensaba Azrael girando la mirada, dándose cuenta de que la bultungin hembra era como él, y eso le hizo sentir interés y cierta fascinación hacia ella. 

—¡No me ignores miserable monstruo! —exclamó Plutón con furia al creer que el eniyamotekun negro no le prestaba atención porque lo consideraba débil, ahora que no podía mover la mano izquierda. 

La acción anterior de Azrael para liberarse resultó bastante efectiva, ya que había roto un mecanismo especial, que servía para la movilidad de la mano del hombre-máquina, de modo que dejó a éste último con un solo brazo funcional. Pero aun así Plutón no se dejó intimidar, por lo que avanzó dispuesto a seguir peleando con su único brazo. No obstante Azrael, ahora sin ninguna señal de estar alerta, desvío el puñetazo derecho de Plutón usando el codo izquierdo, para después contraatacar con un brutal codazo derecho descendente, que impactó justo encima de la cabeza de Plutón.

Posterior a eso Azrael atacó con un rodillazo derecho en el estómago de Plutón; después le sujeto detrás de la cabeza y lo envió directo hacia el puño derecho de Raziel, quien prosiguió con un rodillazo derecho debajo de la mandíbula de Plutón. Acto seguido Azrael impacto un codazo izquierdo en el rostro del hombre-máquina, que envió la cabeza de éste hacia el puño izquierdo de Raziel, para luego recibir también por parte de éste último un derechazo en el rostro. 

Aquella serie de golpes consecutivos en la cabeza de Plutón, aunque el único daño visible que hacían eran los desgarres en su piel externa, eran lo bastante fuertes como para provocar terribles temblores en el interior de la cabeza del hombre-máquina, haciendo que éste estuviera en un estado de completo aturdimiento en el que no podía defenderse. No obstante, con la poca conciencia que tenía, sacó de la palma de su mano derecha una larga espada, para intentar atacar a quien estuviera cerca como un intento desesperado por salir de esa situación. 

Sin embargo los rápidos reflejos felinos de Raziel fueron superiores, de manera que éste con la mano derecha atrapó el brazo de Plutón, sujetándolo por la muñeca. Y antes de que el hombre-máquina intentará algo más, el eniyamotekun se movió a su lado derecho, le sujeto de la nuca con la otra mano y lo arrastró hacia atrás, haciendo que el cuello de Plutón estuviera vulnerable por completo.

—¡Hasta la vista idiota! —dijo Azrael con una sonrisa cruel, mientras aprovechaba la oportunidad de atacar que le brindó su hermano. No se arriesgo atacando con una mordida, sino usando el codo izquierdo para golpear la tráquea del hombre-máquina con tanta fuerza, que se escuchó el sonido de un tubo de plástico lleno de aire rompiéndose. 

Y por si acaso aquello no fue suficiente para "matar" al hombre-máquina, Raziel levantó el brazo derecho de Plutón, e hizo que éste se hundiera su propia espada en el rostro, y luego Azrael sujeto el filo de la espada desde el otro extremo y la hundió más en el rostro de Plutón. 

https://youtu.be/BY1vbU9ZqIM

Por otro lado Uriel seguía luchando contra el modelo Beta Hércules, mientras Rafael se mantenía atrás intentando recordar un hechizo ofensivo para vencer al hombre-maquina. De momento el draconiano se dedicó a solo atacar cuerpo a cuerpo. Pero la fuerza de Hércules le superaba tanto que cada golpe hacía retroceder un paso al draconiano. Es por eso que Uriel decidió cambiar de estrategia; extendió las alas y se elevó en el aire.

—¡¿A DONDE CREES QUE VAS DINOSAURIO CON ALAS?! —preguntó Hércules a modo de broma, para luego empezar a volar mediante los propulsores de sus pies. 

—¡Mierda! —exclamó Uriel sorprendiéndose de lo que hizo Hércules. Pero no se dejó paralizar de la sorpresa, de modo que giró la cabeza a la derecha para esquivar un izquierdazo del hombre-máquina, y luego Uriel conectó con éxito un uppercut izquierdo debajo de la mandíbula de Hércules.

Mientras se desataba una lucha aérea entre el draconiano y el Exterminador Beta, en el suelo Rafael no conseguía recordar el hechizo druida de ataque, sobre todo ahora que estaba nervioso por la situación crítica en la que se encontraba él y su clan. Es por eso que se puso a pensar en una alternativa; es cierto que no contaba con una extensa sabiduría o un talento prodigioso en lo intelectual, tal como la mayoría de los druidas. Pero como bestia con capacidad de usar el Maná, no era tonto.

Sabía que la rama secundaria de las artes druídicas estaba enfocada en la sanación y restauración ambiental. Pero también era consciente de que ambas ramas no eran tan distintas en realidad; el mismo Ferben lo confirmó un día mientras conversaba con Rafael, para hablarle sobre el padre de éste, Angus Talamh, quien en su juventud llegó a la tribu de hombres-oso celtas que se encontraba dentro de la Sede Nórdica de San Bestia, para aprender de ellos el camino del Druida.

—Las Artes Druídicas son, junto con el Arte de los Jotnar, uno de los artes mágicos más poderosos del Mundo Mortal —explicaba Ferben con el tono de un viejo sabio, aunque tenía la sonrisa de un joven adolescente despreocupado—. Y no es por tener asombrosos hechizos de destrucción masiva, sino por sus increíbles aplicaciones en distintas áreas. Es cierto que su función principal es la de sanar, pero muchos idiotas olvidan el principio básico de eso. Los hechizos de sanación en el Arte Druida consisten en reconstruir un sistema biológico a nivel atómico. 

»Pero si usas bien la cabeza, descubrirás que esos hechizos "básicos" pueden hacer mucho más. Si un hechizo es capaz de controlar un organismo biológico para que se aceleren sus funciones, como la regeneración natural, entonces en teoría también puede controlar otras funciones. Solo hay que ser un poco ingenioso. Tu padre descubrió increíbles formas de usar su magia de sanación cuando vino a mi sede a entrenar. Y aunque él era más un sanador que un guerrero, fue un peleador muy formidable. ¡Incluso venció a tu madre, Lagertha Sterkur, quien era conocida como una de las Skjaldmö más fuertes de la Tribu Berserker!

Como demostración de lo que decía, más tarde el mismo Ferben le enseñaría a Rafael un hechizo druida que consistía en restaurar la tierra y usarla para atacar; este era el hechizo ofensivo del Arte Druida, que ahora mismo el arthdruwid no podía recordar bien. No obstante comenzó a pensar en otra solución. 

"Las Artes Druidas pueden controlar el sistema de un organismo biológico. Si pueden acelerar la regeneración, entonces también podrían...", pensaba Rafael con detenimiento, hasta que empezó a formularse una idea en su mente. 

¡Cómo fastidias inútil! —exclamó Uriel en su lengua española, mientras endurecía las escamas del codo derecho y conectaba un potente codazo en el rostro de Hércules—. ¡Voy a destruirte y te venderé como chatarra!

—¡CHATARRA TU ABUELA! —contestó Hércules con un tono molesto, a la vez que ejecutaba un gancho izquierdo y activaba del codo izquierdo un propulsor, el cual hizo que su puño avanzará con tal velocidad que al impactar en el rostro de Uriel, le agrieto las escamas y lo hizo retroceder diez metros en el aire.

—Nunca conocí a la madre de mi padre. Y en realidad yo jamás les caí bien a los padres de mi madre. Así que el insultar a mi abuela es más bien un halago —decía Uriel con una dientuda sonrisa divertida tras detenerse en el aire. 

—MALA SUERTE POR TENER TAN PÉSIMOS ABUELOS —dijo Hércules con tono divertido y cínico, para luego sacar de sus nudillos puntas filosas hechas de plata

Es entonces que ambos volvieron a chocar entre sí; esta vez Uriel sujeto de las muñecas a Hércules. Pero éste en vez de oponer resistencia solo se río, y entonces abrió la mano derecha para revelar un incandescente círculo rojizo en la palma; tras un pequeño brillo el mencionado círculo disparó un poderoso láser rojizo en la cara del draconiano. 

—Como se nota que a pesar de ser en parte máquinas, no todos ustedes son tan listillos —decía Uriel con un tono divertido, mostrando que los láseres no le hacían ni un rasguño a sus escamas—. No sé qué clase de arma usas. Pero parece funcionar con fuego. Y atacar a un dragón rojo con fuego, es como atacar a un dios del rayo con electricidad normal; es tan poco efectivo que es casi inútil. 

Si Hércules tuviera una cara más "humanizada", pondría una expresión que reflejaría la sorpresa que le produjo escuchar las palabras del draconiano rojo. De inmediato detuvo el láser e iba abrir la otra palma para intentar algo más. Pero Uriel no se lo permitió; lo aturdió con un feroz cabezazo en el rostro, lo castigó con un despiadado rodillazo derecho en el estómago, y lo estrelló contra el suelo por medio de un golpe con ambas manos en la espalda. 

Y para rematar Hércules recibió de lleno una violenta llamarada proveniente de las fauces del propio Uriel. Pero el nivel de calor de las llamas del draconiano resultó ser también muy poco eficaz, ya que de entre las mismas llamas emergió una pequeña cuchilla encorvada, conectada a una larga cadena pequeña hecha de plata pura, la cual envolvió el cuello de Uriel, y atrajo a éste al suelo con tanta fuerza que al estrellarse creó un pequeño cráter. 

El arma era un tipo de kusarigama que salió disparada de la misma palma izquierda de Hércules. Y tras haberla usado para traer al draconiano rojo al suelo, de inmediato voló hasta estar a su espalda y prosiguió con estrangularlo con la misma cadena de la kusarigama.

—¡ADMITO QUE TU RESISTENCIA AL CALOR ES UNA MOLESTIA PERO SOLO TIENES ESO! ¡SIGUES SIENDO DÉBIL EN COMPARACIÓN A MI HEROICO, HERMOSO Y HERCÚLEO CUERPO! —decía Hércules con diversión y orgullo exagerado, mientras estrangulaba con más fuerza al draconiano. 

—Sí... ¡Eres hercúleamente débil, sobreestimado y patético! —exclamó Uriel con dificultad y esbozando una sonrisa divertida mientras sujetaba las cadenas, endurecía las escamas de su cuello y, con pura fuerza bruta, destrozó las cadenas de plata de la kusarigama. 

Acto seguido el draconiano rojo, con su cola reptiliana, golpeo detrás de la rodilla izquierda de Hércules, obligándolo a arrodillarse a dicho lado y recibir de lleno en el rostro un devastador golpe con el dorso de la mano izquierda de Uriel. Después éste último saltó hacia atrás, a la vez que sujetaba la cabeza de Hércules con ambas manos, y entonces Uriel impactó un rodillazo derecho en la nuca del hombre-máquina. 

Magia de Fuego: Cadenas del Caos —conjuro Uriel antes de aterrizar en el suelo, creando alrededor de sus antebrazos cadenas mágicas hechas de fuego, las cuales envolvieron el cuello del hombre-máquina antes de que éste se desplomara aturdido por el golpe en la nuca. 

Lo siguiente que sucedió fue que Uriel retrocedió tres pasos, mientras sus cadenas de fuego se alargaban un poco, para después alzar los brazos, darse la vuelta y bajar los brazos con fuerza, haciendo que Hércules fuese  levantado y luego estrellado contra el suelo, destrozando algunos árboles oscuros con el impacto. Lo siguiente que hizo Uriel fue retraer un poco las cadenas, para después girar a la derecha tres veces y luego estrellar a Hércules contra el suelo, esta vez con mucha más fuerza que la vez anterior. 

Uriel desactivo las cadenas de fuego, y tras hacerlo salieron volando pedazos del suelo cuando Hércules se levantó del cráter gruñendo con rabia, igual que un niño malcriado al ser golpeado por otro niño. Entonces comenzó a preparar los propulsores de sus codos y pies para atacar de frente al draconiano, sin ningún plan más que el de molerlo a golpes. Sin embargo antes de eso sus sensores de audio detectaron alguien acercándose por detrás; alguien bastante pesado que corría a cuatro patas: Rafael. 

https://youtu.be/HBg3yTIvQBw

—¡¿OTRA VEZ TÚ?! —exclamó Hércules dándose la vuelta y preparando su puño derecho, además de tener ahora un tono divertido y vanidoso—. ADMITO QUE TU FUERZA FÍSICA ES "CASI" IGUAL A LA MÍA. ¡PERO TU VELOCIDAD SIGUE SIENDO MUY INFE...!

 —¡Celf Druwides: Cyflymiad y Galon! (¡Arte Druida: Aceleración del Corazón!) —conjuro Rafael en su lengua céltica, mientras se ponía de pie a dos pasos de llegar hasta donde se encontraba Hércules, y entonces sucedió algo extraordinario. 

Los tatuajes celtas se hicieron visibles en el pecho y rostro de Rafael por medio de un resplandor verde claro, a la vez que todo su cuerpo era cubierto por un manto de energía verde hoja que parecía la manifestación de la vida misma. Fue entonces que se pudo escuchar con una claridad aterradora el palpitar del corazón de Rafael, debido a que su ritmo cardíaco aumentó a un grado que para un humano sería demasiado peligroso. 

Y con la aceleración del corazón de Rafael, su producción de sangre también aumentó, dando como lugar a una abrupta aceleración en los movimientos del joven arthdruwid, de manera que cuando Hércules iba a atacar con un gancho derecho, Rafael fue el primero en conectar un golpe; atacó con un zarpazo derecho, apuntando a la yugular de Hércules y con las garras imbuidas de esa energía mágica verdosa, y al momento de impacto las garras desgarraron gran parte del cuello de Hércules.

Aquel ataque, aparte de sorprender y destruir el dispositivo que le permitía a Hércules hablar, también abrió un pequeño agujero que mostraba el interior de su garganta, por lo que se podía ver parte de un tubo que simulaba la garganta de un cuerpo humano de carne y hueso. Acto seguido Rafael ejecutó un zarpazo izquierdo en ascenso, apuntando en la abertura que su anterior ataque creó. 

Como resultado de la velocidad acelerada y el aumento de fuerza que esto conllevo, la cabeza de Hércules terminó de ser separada de su mecánico cuerpo, y acabó empalado desde abajo en las garras de la mano izquierda de Rafael. El cuerpo sin cabeza del hombre-máquina se desplomo por completo, mientras se desvanecía la luz de los ojos de la cabeza todavía clavada en las garras de Rafael. 

Ni siquiera los tres hombres-máquina especiales podían seguir funcionando sin una cabeza —al menos esos modelos—, de manera que por fin Rafael, con ayuda de Uriel, logró matar al modelo Beta llamado Hércules. Y justo a tiempo porque el arthdruwid tuvo que desactivar el hechizo para que su ritmo cardiaco se normalizará, debido a que, tras decapitar al enemigo, Rafael comenzó a vomitar sangre y cayó arrodillado al suelo, sujetándose el pecho con la otra mientras respiraba con dificultad.

Fue algo obvio que, a pesar de las virtudes biológicas que le ofrecía su cuerpo de bestia, de todos modos Rafael no estaba exento a sufrir alguna consecuencia por una violenta y forzada aceleración cardiaca, sobre todo ahora que era la primera vez que hacía algo así.

Todo eso sucedió muy cerca de donde se desarrollaba la pelea entre el dúo Camael y Angela contra el modelo Omega llamado Buda. De reojo tanto el garuda como la humana vieron lo sucedido, y sintieron un pequeño alivio al saber que los demás ya habían eliminado una de las tres potenciales amenazas que habían presenciado ambos, junto a Uriel y el monstruo de Frankenstein, con anterioridad desde uno de los puentes de los pisos superiores. 

En el caso del baghatma, éste estaba más concentrado y sorprendido con lo que hizo Rafael para vencer al hombre-máquina especial; no necesitaba tener un super sentido del oído para escuchar los acelerados latidos del corazón del arthdruwid tras haber conjurado aquel hechizo. Y la razón por la que Gabriel se sorprendió al ver aquel hechizo, fue porque le recordó a una de las ramas del Godfist que le mostró el extraño nómada.

Durante la demostración aquel extraño también le explica al joven baghatma el sistema del Godfist, el cual estaba dividido en cinco ramas, siendo cada una inspirada en las cualidades especiales de la naturaleza y el universo: agua, aire, tierra, rayo y fuego. El nómada empezó por mostrarle técnicas básicas de la fase agua, después el aire, seguido de la tierra y dejó para el final el rayo y el fuego, por ser estas dos últimas las más peligrosas tanto para el oponente como el propio usuario. 

Mientras las técnicas de la clase fuego consistían en concentrar el Chi en poderosas y destructivas ráfagas, las técnicas de la clase rayo consistían en acelerar el flujo de sangre para aumentar la velocidad de movimientos, y así ejecutar veloces golpes directos. El nómada podía hacer esto último con suma facilidad, gracias a que él ya poseía un extraordinario control de su propio cuerpo. Pero aun así aseguró que con la energía Chi también se puede hacer tal cosa, y se lo enseño junto con una explicación de los riesgos que conlleva tales técnicas.

Y ahora que el arthdruwid usó un hechizo que funcionaba similar a las técnicas rayo del Estilo Godfist, el baghatma se le ocurrió otra excelente idea de ataque, y justo a tiempo porque Camael y Angela estaban teniendo problemas para seguir peleando.

El garuda luchaba usando los Chakras de Prana contra el modelo Omega, mientras Angela se mantenía atacando desde lejos al joven-máquina en distintos ángulos, con el propósito de distraerlo lo suficiente como para que el garuda pudiera conectar un buen golpe.

Camael tenía graves dificultades para luchar contra un oponente que poseía cuatro brazos. Y aunque usaba las alas para moverse más rápido en distintas direcciones, apenas podía evitar los ataques sorpresa de algún brazo extra de Buda, por lo que terminaba recibiendo un golpe en el rostro, pecho o costado. Además el filo de las armas de Prana apenas lograban hundirse en la piel metálica del joven-máquina.

Sin embargo lo peor de todo es que todo el sonido que producía la pelea le estaba dando un mapa mental a Buda sobre la zona, por lo que poco a poco éste estaba pasando de luchar igual a un guerrero ciego a uno que de verdad podía ver. Es por eso que, tras una brutal lucha tan igualada, Buda por fin empezó a ganar ventaja; sus ataques se volvían más precisos, respondía mejor y bloqueaba los tajos frontales que daba Camael. 

Tanto el garuda como la guerrera humana se percataron de ello, de manera que empezaban a sentir las primeras chispas de la desesperación. Y fue en medio de esa desesperación que llegó el rayo de luz.

—¡Chicos el "Rompedor de Estrellas" está listo! —avisó Gabriel esbozando una sonrisa emocionada, mientras el chi acumulado en su mano izquierda tomaba la forma de una pequeña estrella.





Próximo capítulo: Dioses de la Ciencia (IV).

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