Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo LVII: Dioses de la Ciencia (II)

"En el interior de la tenue piel chapada de platino del globo, había un cerebro positrónico..."

—Razón de Isaac Asimov.

https://youtu.be/gb_f9Rxdqyg

[Base de Carmilla: Almacén Principal]

La situación alcanzó nuevos niveles de peligro ahora que los hombres de metal habían sacado sus "armas secretas", las cuales eran Inmortales Artificiales.

Jofiel estaba teniendo una batalla contra el modelo Alfa llamado Júpiter, mientras Gabriel había sido seleccionado como objetivo por el modelo Omega llamado Buda. En cuanto al modelo Beta de nombre Hércules, éste escogió como objetivos a los otros que consideraba potenciales amenazas a eliminar de inmediato: Rafael y Azrael. 

Oh fuck —se quejó Azrael, entrecerrando los ojos, al ver que el tercer hombre mecanizado se dirigía volando hacia su ubicación por medio de propulsores debajo de los pies.

Hércules se preparó para atacar con sus propios puños a Azrael. Sin embargo Rafael apartó al eniyamotekun negro del camino y, con sus propias manos, atrapó los puños del hombre mecánico, aunque la fuerza de éste junto con los propulsores hicieron que Rafael terminará retrocediendo. Pero de forma sorprendente el arthdruwid se dio la vuelta y estampo a Hércules contra el suelo. 

En un segundo el hombre mecanizado se puso de pie de modo inverosímil, y al instante comenzó a ser bombardeado por puñetazos de parte de Rafael. Pero de pronto Hércules impacto un potente uppercut debajo de la barbilla del arthdruwid, logrando desorientarlo el tiempo suficiente para empezar a devolverle la lluvia de golpes, dando lugar a una pelea de fuerza bruta entre ambos. 

Mientras tanto Azrael quien a pesar de querer ayudar a Rafael, siguió donde estaban para impedir que los otros enemigos volvieran a activar la Puerta Astral y llamarán refuerzos. Y en cuanto a Raziel, al principio estuvo por ayudar a Remiel en su pelea con el resucitado y mecanizado Sasaki Kojiro, pero terminó luchando contra el último de los espadachines enemigos, al igual que Erzuli. 

La bultungin hembra se defendía con su lanza girándola igual que un torbellino y posicionándose desde diferentes ángulos, al mismo tiempo que contraatacaba con ambos extremos de su lanza, mientras Raziel se dedicaba a esquivar y atacaba solo para alejar a su oponente. Aunque los otros espadachines enemigos no eran samurais, si poseían una asombrosa maestría al luchar con espadas. Y sumado con las extraordinarias capacidades físicas, producto del mejoramiento tecnológico, estaban a la par de cualquier bestia adulta promedio. 

Por el lado de Azrael, éste había reanudado su lucha contra el enemigo llamado Plutón. En contraste con los demás fusileros, éste luchaba a puño limpio y de un modo que recordaba al boxeo tradicional. Es por esto que el eniyamotekun negro no tenía problemas para bloquear y redireccionar sus golpes. De momento Azrael solo se dedicó a bloquear con los codos, antebrazos y muñecas los puños de Plutón para entender su estilo de lucha, y cuando lo hizo entró a la ofensiva. 

Azrael desvió un gancho izquierdo a la derecha, usando el antebrazo derecho, y luego sin perder velocidad se agacho y conectó un codazo izquierdo en la rodilla de Plutón, seguido de un codazo vertical derecho en su mejilla derecha, y luego un codazo izquierdo en descenso que impactó en su rostro; aquellos golpes fueron lo bastante fuertes como para desgarrar la ropa del hombre de metal y la piel de su rostro, revelando que debajo también había metal. 

No obstante a pesar de haber recibido una serie de brutales golpes, Plutón sujeto a Azrael por la garganta con la mano izquierda, tras recibir aquel último codazo en el rostro. Luego el hombre de metal aumento de tamaño extendiendo la longitud de las piernas de modo anormal hasta ser mucho más alto, y comenzó a aumentar de golpe la fuerza en su agarre al punto en que Azrael sentía como si su cuello era aplastado. 

De inmediato el eniyamotekun comenzó a atacar el brazo de Plutón con una serie de rápidos combos que incluían golpes con el lado opuesto al pulgar, seguido de codazos y golpes con las muñecas y antebrazos. Pero al estar siendo estrangulado no podía ejercer suficiente fuerza, de modo que sus golpes apenas hacían temblar el brazo de Plutón. 

—¡Hermano! —grito Raziel preocupado al ver la situación de su hermano pantera, aunque estaba vulnerable a ser atacado por su oponente mecánico. 

No obstante fue salvado por Erzuli, quien llegó saltando y atacando con su lanza por medio de un tajo descendente que alejó al hombre de metal espadachín. 

—¡Ve a ayudar a tu hermano yo me encargare de este par de escorias! —decía Erzuli poniéndose en guardia y mirando a los dos hombres-máquina espadachines, quienes se acercaban con la guardia alta como caballeros medievales. 

—¡Gracias señora hiena! —agradeció Raziel la ayuda de la bestia hiena femenina y de inmediato se dirigió a salvar a Azrael. 

Mientras tanto Gabriel, quien tenía su confrontación con Buda, no estaba mejor que sus compañeros; tras haber sido arrastrado por el suelo varios metros, comenzó a ser golpeado de forma implacable por los otros tres brazos de Buda. Pero en un momento sujeta dos brazos y atrapo el último mediante una mordida. Acto seguido empleó toda su fuerza en las patas y apartó a Buda con una doble patada. 

Luego el baghatma se levantó del suelo girando hacia atrás y se puso en guardia, mientras que Buda cayó de pie y de inmediato se lanzó a atacar de manera salvaje y furiosa. Entonces se origina un brutal choque entre ambos; aunque Buda atacaba con golpes directos simples, sin ningún estilo de pelea específico, a Gabriel le costaba bloquear y redireccionarlos todos, ya que Buda contaba con cuatro brazos.

El baghatma usaba una combinación del estilo Kalaripayattu con el estilo Godfist, de manera que aparte de los antebrazos y las palmas, también usaba los codos para bloquear y redireccionar los innumerables ataques que llovían frente a él. Además tras haber usado por segunda vez el poder de Rudra, había ganado de forma subconsciente más información de aquel extraño estilo de pelea similar al Silat, y que parecía emular las cualidades de los elementos. 

—¡¿RECUERDAS LO QUE HICISTE ESA NOCHE EN LYON HACE DOS AÑOS?! ¡¿RECUERDAS LA MALDITA MASACRE DE LYON QUE TODOS FINGEN QUE JAMÁS PASÓ?! —exclamó Buda con absoluta furia y desesperación, mientras atacaba sin piedad hasta lograr impactar en el rostro del baghatma un puñetazo con el segundo brazo derecho. 

Aquella pregunta extraña e inesperada sorprendió a Gabriel, más no le hizo sentir confusión; ya que tuvo el presentimiento de que el hombre mecanizado se refería a esa noche, en la que si no fuera por el gremio de los elfos seguiría siendo recordada como el "Ataque del Tigre de Lyon". Es por eso que, tras recibir el golpe, Gabriel contraataco con un codazo izquierdo vertical en el rostro de Buda, y luego se apartó para despejar una duda. 

—Si hablas de la masacre que hubo en Lyon en el invierno de 1879, sí. ¿Y a qué viene esa pregunta? —preguntó Gabriel mientras retrocedía, queriendo saber el motivo específico por el que el joven de metal preguntaba sobre ese suceso en particular. 

—LA RESPUESTA ES OBVIA TIGRE MONSTRUO: ¡¡TE HARÉ PAGAR POR LO QUE HICISTE!! —exclamó Buda, lanzándose otra vez sobre el baghatma, logrando una vez más sujetarle del cuello con la primera mano izquierda y estrellarlo contra el suelo, teniéndolo a su completa merced. 

Gabriel aún no estaba al cien por ciento de su fuerza, además de que sus niveles de Prana seguían bajos y recién aprendió a controlar el Chi; si al menos estuviera al cien por ciento tendría una oportunidad de ganarle a Buda. Pero ahora apenas podía darle pelea, y la única razón por la que seguía con vida era porque el joven de metal así lo quería; quería estar seguro por completo de que la bestia tigre que tenía en frente era el mismo que atacó la ciudad de Lyon. 

—¡RESPONDE: ¿RECUERDAS A ESE ANCIANO QUE MATASTE POCO ANTES DE MARCHARTE?! ¡¿RECUERDAS A ESE CHICO QUE TE DISPARO Y DEJASTE VIVIR?! —preguntaba Buda con rabia asesina, mientras sus ojos brillaban y, con cada palabra, golpeaba el rostro del baghatma. 

"Un chico al que deje vivir...", pensaba Gabriel indagando en sus viejas memorias, intentando recordar lo que sucedió esa noche en que fue controlado por sus instintos, y comenzó una masacre en las calles de la ciudad de Lyon; recordó que entre las escorias que mató y devoró, uno en particular era un viejo militar que se encontraba dentro de una casa, acompañado de una anciana y un joven que también estaba vestido como soldado francés. 

—Je, je, je, ya lo recuerdo —dijo Gabriel entre risas divertidas y teniendo magulladuras en el rostro, al fin entendiendo todo, y con sus risas haciendo que Buda detuviera los golpes para escucharlo—. Lo recuerdo bien. Esa noche tú no tenías un alma tan oscura como para calificar de "malvado". Pero mírate ahora... —Gabriel activa por un momento la visión para ver el alma de Buda—. La venganza no es para nenas lloronas ni cachorros estúpidos, y en definitiva tú resultaste ser el peor de los estúpidos y llorones, porque en tu búsqueda de venganza acabaste teniendo un alma más oscura que la basura que intentas vengar. 

Esas últimas palabras llenaron de tanta furia a Buda, que con su primera mano derecha sujeto al baghatma del cuello y comenzó a estrangularlo, mientras que éste solo lo miraba con molestia y lastima; a pesar de la situación Gabriel solo miraba con lastima a Buda, porque ya tenía una idea de cuánto sacrificio hizo éste último para estar así. 

https://youtu.be/uDs8YgH7gTg

Al mismo tiempo Miguel tenía su pelea con el líder de los hombres de metal; antes de que éste dispara con su revólver o rifle, el licántropo alemán se cargó por completo de poder lunar, se impulsó hacia adelante cuál resplandor azul y conectó un puñetazo derecho en su rostro. Luego en una rápida sucesión Miguel destrozó el rifle aplastándolo con la mano izquierda. 

Acto seguido Sócrates intentó dispararle debajo de la cabeza con el revólver. Pero Miguel esquivó el disparo moviendo la cabeza y sujetándole la muñeca con la mano derecha. Y después de forma rápida el licántropo alemán, con el dorso de la mano izquierda, golpeó la garganta de Sócrates y después con la misma mano le golpeó la mano con la que sostenía el revólver, para luego golpear con el codo izquierdo el rostro de Sócrates. 

Con ese rápido combo consiguió debilitar el agarre de Sócrates sobre el revólver, y de este modo Miguel logró quitarle la extraña arma de fuego, dejándolo así desarmado por completo. Y para asegurarse de que no recuperara las armas, Miguel lo hizo retroceder con una serie de golpes veloces y precisos usando los codos, los nudillos y el talón de las palmas contra el rostro, el cuello y el pecho de tal salvaje forma, que le desgarró la piel a Sócrates y, para la sorpresa del licántropo alemán, también le hizo soltar sangre. 

Una gota de sangre estuvo a punto de caer en uno de los ojos de Miguel, pero éste movió la cabeza y lo esquivo para evitar que la gota de sangre le obstruyera la visión. Sócrates se dispuso a aprovechar ese momento de descuido, ejecutando un golpe con la mano izquierda en forma de estaca directo al rostro del licántropo. No obstante Miguel no era para nada un principiante en el combate, por lo que se defendió al instante mordiendo la mano de Sócrates, y de inmediato intentó desgarrarle el cuello usando las garras de la mano derecha. 

Para su mala suerte Miguel no pudo desgarrarle el cuello como podría hacerlo con alguien de carne y hueso, pero sí consiguió algo: sus garras pudieron perforar lo que sería la laringe en anatomía humana, y al parecer tuvieron un efecto en Sócrates, ya que éste de repente esbozó una expresión semejante a la que haría una persona normal al estar siendo asfixiado. Y como una confirmación de eso, Sócrates sujeto la mano de Miguel, la apartó del cuello y lo alejo a él por medio de un poderoso puñetazo en el pecho. 

Una vez separados, Miguel se paro a analizar la información que obtuvo de ese breve enfrentamiento. 

"A diferencia de los otros tres que se transformaron en eso llamado Alfa, Beta y Omega, este tipo y los otros parecen ser distintos en el interior. Incluso este tal Sócrates tiene sangre", analizaba Miguel en su mente, viendo las heridas superficiales de Sócrates que mientras en algunas se veía el característico metal, en otras se filtraba el vital líquido como en cualquier herida en una criatura de carne y hueso.

—¡Escuchen clan bizarro de bestias! —gritaba Abraham estando parado en la rama desde lo alto de un árbol oscuro—. ¡Los "metal mens" aunque parezcan maquinas de ciencia avanzada su tecnología no es perfecta; no son cien por ciento máquinas; tienen casi las mismas debilidades que un cuerpo humano real! ¡Sus cuerpos son mucho más sensibles en las articulaciones, los golpes super fuertes en sus cabezas o nucas pueden aturdirlos por segundos, y tienen algo parecido a tendones y articulaciones que al ser dañadas dificultan sus movimientos!

»¡Además tienen un sistema respiratorio muy similar al de un humano normal, así que golpes o roturas en la tráquea o en la yugular resultan fatales para ellos! ¡Y los especiales, aunque sus armaduras son casi inmunes a diferentes artes mágicas y a las armas normales, son parcialmente vulnerables a las energías internas y a tipos de magia sagrada muy específicas como la de los druidas por ejemplo!

—Es bueno saberlo... —dijo Azrael con una sonrisa sarcástica y la voz débil, a causa de estar siendo todavía estrangulado por Plutón. 

Entonces, con el talón de la mano derecha, golpea el codo del brazo con el que Plutón lo estrangulaba, y a la vez que, con las garras de los dedos índice y medio de la mano izquierda, perfora la articulación del codo, desgarrando en el acto una serie de cables que simulaban venas y rompiendo una especie de mecanismos. 

Aquello hizo que el agarre de Plutón se aflora, y entonces Azrael se liberó golpeándole el brazo con el antebrazo derecho, para después darse la vuelta y conectar en el rostro de Plutón un codazo izquierdo en reversa. Y como remate llegó Raziel, quien sujeto a Plutón desde atrás de la cabeza, lo estrelló contra el suelo y lo pateó por las costillas con tanta fuerza que lo envió casi seis metros lejos.  

—¡¿Estas bien hermano?! —pregunto Raziel mientras se acercaba a su hermano, pero sin perder de vista al enemigo (Plutón).

—No estoy muerto, eso ya es algo —dijo Azrael sobándose la garganta y teniendo la voz apagada por el reciente estrangulamiento. 

Al mismo tiempo Rafael, quien seguía peleando contra el modelo Beta llamado Hércules, ahora estaba contra las cuerdas; al principio ambos estuvieron parejos por completo, pero luego de un rato el arthdruwid empezó a perder velocidad, y como consecuencia el hombre mecánico conectaba más golpes que él. Y es que, como es obvio, al ser Hércules una criatura mecánica no podía cansarse y además no sentía los golpes que recibía, a diferencia de Rafael.

Pero por fortuna los refuerzos llegaron al fin. 

—¡Llegó la caballería! —grito Uriel cayendo en picada y aterrizando justo detrás de Hércules.

Con su caída destrozó el suelo de concreto y levantó algunos fragmentos, de los cuales el draconiano rojo atrapó uno que estaba filoso. Luego con la cola sujetó el cuello de Hércules y lo hizo caer al suelo, para después golpearle la tráquea con el fragmento filoso de concreto. Aunque el fragmento no pudo atravesar la coraza de Hércules, si lo incito a querer sujetar el brazo de Uriel, tal como planeó éste último.

En un rápido movimiento Uriel, con la misma mano que sujetaba el fragmento filoso, atrapó la mano de Hércules justo antes de que éste le sujetara el brazo. Acto seguido usó los dedos de la propia mano de Hércules para apuñalarle la tráquea, y de forma sorprendente lo consiguió; había conseguido agrietar la armadura del cuello de Hércules. Aunque no pudo ir más allá de la parte superficial de la armadura, al menos pudo abrir una grieta que podría servir como punto débil.

"¡Je, je! Aunque es una máquina, sigue tiene los mismos reflejos defensivos que un humano de carne y hueso. Por instinto el muy idiota intentó apartarse el objeto punzante de su cuello", pensó Uriel divertido mientras soltaba la mano de Hércules, extendía las alas y se elevaba volando. 

—¡Fiuh! ¡Gracias Uriel! ¡Ya estaba perdiendo sensibilidad en los brazos! —dijo Rafael alegré, por fin descansando y estando ahora despreocupado al saber que había llegado los demás compañeros de su clan.

¡Ostia puta! ¡¿Alguien me puede explicar qué diablos pasó?! —exclamó Uriel dando un rápido vistazo de todo lo que estaba sucediendo, y solo llegando a entender que ahora luchaban contra "hombres-máquina".

—Si salimos vivos de esta locura tendrás tus respuestas —dijo Azrael con molestia y seriedad, mientras junto a su hermano se ponía en guardia para luchar contra Plutón, quien había terminado de ponerse de pie. 

—Rafael por casualidad ¿aprendiste algún hechizo druida ofensivo? —pregunto Raziel ya que por lo que dijo Abraham sobre las debilidades de los "exterminadores", esperaba que el joven-oso estuviera armado con algún hechizo druida que fuera para dañar. 

—¡Por supuesto! ¡El señor Ferben fue muy amable en enseñarme un hechizo muy útil y efectivo contra vampiros! —dijo Rafael con una sonrisa que inspiraba confianza, para luego mostrarse apenado—. Pero... ¡No me acuerdo del hechizo!

Con su último comentario Uriel, Azrael, Raziel y Erzuli, quienes eran los que estaban más cerca, casi se caen al suelo tras escuchar eso, mientras Rafael solo se reía con pena.

—¡¿No se supone que eres un druida?! —exclamó Uriel molesto y estupefacto de la falta de "sabiduría" que tanto caracteriza a los druidas. 

—¡Oye memorizar toda una larga lista de hechizos no es tan fácil como parece! —dijo Rafael sonriendo con pena y rascándose la cabeza—. Además por si acaso cada hechizo que aprendo lo anoto en uno de mis cuadernos de notas. ¡Pero por accidente me traje el cuaderno equivocado! ¡Je, je, je!

¡Ohhhh my goood! ¡Uriel ayuda a Rafael a convertir en pieza de arte moderno a ese montón de chatarra! ¡Nosotros nos ocuparemos de que no llamen refuerzos! —ordenó Azrael entre gruñidos furiosos de leopardo, empezando a frustrarse por lo infantil que a veces llegaban a ser algunos sus compañeros de clan. 

—¡JA, JA, JA! TAL PARECE QUE A USTEDES LES ENCANTA HACER REÍR A SUS ENEMIGOS HASTA EL FINAL —decía Hércules con un tono divertido y a la vez frío, mientras daba pequeños aplausos—. HASTA CASI ME HACEN SENTIR LASTIMA POR USTEDES.

—Pues ya estamos a mano "tuerquitas". Por mi parte estoy sintiendo lastima por ti, al pensar cuánto ganaré vendiendo lo que quede de ti cuando terminemos contigo —contestó Uriel con una sonrisa cínica mientras se tronaba los nudillos, y en respuesta Hércules solo se río como un completo loco. 

https://youtu.be/8l3lymXXAB4

Al mismo tiempo Buda, quien seguía estrangulando a Gabriel, comenzó a preparar las dos manos secundarias para arrancarle los ojos al baghatma. Éste último luchaba por quitarse las manos con las que la criatura mecánica le sujetaba el cuello, pero apenas podía ejercer fuerza, y además seguía agotado por la feroz batalla que tuvo contra el licántropo nórdico. 

Sin embargo justo cuando las otras dos manos estuvieron por llegar al rostro de Gabriel, pasó algo que dejó paralizado del shock a Buda; el cuerpo del baghatma fue cubierto por la flameante energía Chi dorada, y desde ambos lados de su cabeza emergió un brazo hecho de ese Chi, los cuales sujetaron los brazos secundarios de Buda con tanta fuerza, que agrietaron el metal de sus muñecas. 

Después, como una especie de karma, Gabriel aprovechó el momento de confusión para perforarle ambos ojos de Buda con los pulgares; esto al parecer tuvo efecto, ya que Buda comenzó a aflojar su agarre y a mover la cabeza de forma errática. Pero aun así el joven de metal se negaba a soltar al "demonio tigre", por lo que seguía sujetándolo del cuello. 

Aunque de todos modos Buda no tenía más opción que soltar al baghatma, debido a que desde el aire descendió Camael, empuñando en cada mano una espada corta encorvada hecha de energía Prana violeta, y apuñaló a Buda por la espalda; ambas espadas lograron atravesar unos centímetros la coraza que era la piel metálica de la espalda de Buda, pero no consiguieron ir más allá como para cortar o dañar algún mecanismo importante. 

—¡Loca de las dagas atacalo con tu magia sagrada! —grito Camael con molestia y levantando la mirada para ver a su aliada y rival. 

—¡Vuelve a llamarme "loca" y haré almohadas con tus plumas! —grito Angela en respuesta con rabia, mientras descendía desde el aire con sus alas de dagas negras igual que un cisne en descenso. 

—¡Puedes intentarlo! —contestó Camael con tono divertido y desafiante. 

Tan pronto como la francesa aterrizó arrodillada en el suelo sin dificultad, cerca de donde estaba el par de bestias y el joven-máquina, extendió las manos a ambos lados, haciendo que las alas de dagas volvieran a separarse de su espalda y volarán por sí solas en el aire. 

—¡Ten por seguro que lo haré! —dijo Angela con una sonrisa arrogante, aceptando con gusto el desafío del garuda, para luego conectar la punta de los dedos y entrecruzar los pulgares de manera que hacía un triángulo con las manos—. ¡Arte Arcano: Plumas Celestiales del Cisne Plateado!

Con la recitación del hechizo, las imponentes y tenebrosas alas de dagas oscuras de Angela cambiaron a su anterior color plateado puro, además de que sus ángulos se volvieron más circulares y menos filosas, dándoles un aspecto más "inofensivo" en comparación a las dagas de obsidiana. Acto seguido las alas se dispersaron en numerosas dagas, las cuales fueron volando en una sola fila directo al joven-máquina. 

El garuda desvaneció sus Sacro Espadas Cortas y se elevó en el aire, justo antes de que la fila de dagas empezará a impactar en la frente de Buda; aunque las dagas luminosas se hacían añicos cual cristal al impactar, estaban logrando agrietar el metal y de seguir así podrían atravesar su cabeza. Es por esto que Buda, por más rabia y deseos de venganza que tuviera, no tuvo otra opción que soltar a Gabriel para alejarse, y en cuanto lo hizo las manos hechas de energía Chi de éste también lo soltó a él y se desvanecieron fundiéndose con el Chi que rodeaba el cuerpo del baghatma. 

Debido a que Buda ahora carecía de ojos, no pudo darse cuenta de la paliza que le llovería tan pronto como intentó retroceder; de un solo movimiento el baghatma se puso de pie y al instante comenzó a atacar sin piedad alguna con puñetazos directos en el rostro y pecho de Buda, seguido de un codazo izquierdo en el rostro, y para terminar el joven-máquina fue sujetado de la cabeza por ambas manos y recibió de lleno en el rostro un poderoso rodillazo derecho cubierto de energía Chi, que agrieto todavía más el rostro metálico de Buda. 

No obstante el joven-máquina no necesitaba ver; contaba con un potente aparato auditivo, y a pesar de que carecía del sentido del tacto, también poseía un sensor especial que le advertía cuando su cuerpo era golpeado o tocaba algo. Es gracias a todo esto que, tan pronto como recibió el rodillazo, inició su contraataque.

—¡NO PERDERÉ CONTRA TI DEMONIO! —exclamó Buda impactando un doble puñetazo con ambos brazos izquierdos en el rostro del baghatma, haciendo retroceder y escupir sangre a éste último.

—No debiste llamarme así... —respondió Gabriel gruñendo igual que un tigre iracundo, mientras pisaba con fuerza el suelo para detener su retroceso.

Y es entonces cuando ejecuto una de las técnicas del Muay Boran, combinada con otra técnica básica que le enseñó el extraño nómada: [Muay Boran: Fan Look Duab X Godfist Style: Planetary Force].

Buda se acercó para intentar atacar de nuevo, y como primer golpe efectuó un puñetazo con el primer brazo derecho. Y en respuesta Gabriel dio un paso adelante, al mismo tiempo en que usó el Chi aplicando el mismo principio que la habilidad de Jofiel para fortalecerse mediante el Prana; se cubrió ambos brazos con todo el Chi del cuerpo, de tal manera que los músculos y huesos de dichas extremidades ganaron más dureza. 

Acto seguido el baghatma redirecciono el puño de Buda usando el antebrazo izquierdo, para luego ejecutar un codazo derecho en diagonal que impactó en el cuello de Buda. Luego Gabriel prosiguió con un rodillazo izquierdo en el estómago del joven-máquina, que hizo retroceder a éste último un paso atrás, y entonces el baghatma dio un pequeño salto e impacto sobre la frente de Buda un codazo derecho en descenso, con el brazo todavía cubierto de Chi.

"Como dijo el tipo raro de la gabardina, las energías internas y ciertos tipos de magia sagrada pueden causar un considerable daño a la armadura de estos pedazos de hojalata", pensaba Camael mientras estaba en el aire, notando que la frente de Buda, tras recibir una implacable lluvia de dagas de magia sagrada y continuos golpes cubiertos de Chi, empezaba a abollarse como el metal corriente. 

Pero su atención se vio interrumpida cuando noto que cerca de allí los árboles oscuros y las paredes rocosas estaban siendo derribadas, debido a la violenta pelea que estaba teniendo Jofiel contra Júpiter; éste último atacaba como un verdadero experto en el combate, mientras que el narasinja solo se dedicaba a bloquear y evadir la mayor cantidad de ataques posibles, ya que aún no se recuperaba y además esperaba a tener suficiente Prana para atacar, ya que al igual que los demás escuchó sobre las vulnerabilidades de los hombres de metal.

Viendo que tanto el baghatma como el narasinja luchaban cada uno contra uno de esos "hombre-maquina especiales", Camael comenzó a pensar en cómo brindar ayuda a ambos para vencer a sus respectivos oponentes. 

—¡Camael, Angela, ayuden a Gabriel! —grito Jofiel mientras se cubría con ambos brazos para protegerse de la lluvia de derechazos que daba Júpiter. 

—¿Estás seguro león lunático? —pregunto Camael para nada sorprendido de la respuesta del narasinja.

—¡Sí; él está en un estado peor que yo, así que es el que más necesita ayuda! —dijo Jofiel, para luego sonreír con absoluta confianza y en un parpadeo pasar de cubrirse a impactar un codazo en el rostro de Júpiter, haciendo retroceder a éste último dos pasos—. ¡Puedo encargarme por mi mismo de este infeliz por otro buen rato!

—Como digas "peleón"—dijo Camael con indiferencia y diciendo el apodo en su lengua materna. 

El garuda no dudaba de la fuerza y habilidad del narasinja, por lo que no estaba tan preocupado de dejarlo luchar solo por un rato más. Así que le hace caso y aterriza en el suelo cerca de la francesa, con el propósito de ayudar al baghatma. 

—Si no escuche mal, el tipo de la gabardina dijo que algunas artes mágicas sagradas les hacen daño a estos monstruos de metal —dijo Angela con molestia, mientras invocaba más dagas plateadas alrededor de ella.

—Exacto. No estoy seguro que tan efectivo es tu arte mágico sagrado, pero ve preparando lo mejor que tengas. La zona más dañada de "don tornillos" es la frente, así que sigamos atacando en ese punto hasta hacerle perder la cabeza, literalmente —decía Camael con un tono emocionado, ya que le empezaba a invadir la característica emoción que tienen las bestias al tener una pelea desafiante. 

—¡Ja, ja, ja! Hasta que por fin dices algo bueno y divertido —comentó Angela ahora sonriendo divertida de lo que dijo el garuda.

Por otro lado, tras el codazo que Buda recibió en la frente, éste pareció desorientado igual a como sucedió con Júpiter, solo que en el caso de Buda la confusión duró unos pocos segundos, por lo que terminó cayendo al suelo. Mientras Gabriel aprovechó eso para alejarse por medio de un salto hacia atrás, y aterrizó cerca del garuda y la humana francesa

—Rayado ¿puedes hacer uno de los mejores ataques que tengas en tu repertorio? —pregunto Camael rápido y directo al baghatma para planear el ataque conjunto con el fin de acabar rápido al joven-máquina. 

—Lamento decírtelo, pero por desgracia aun no me he recuperado lo suficiente para volver a usar el Prana —decía Gabriel mientras se arrodillaba para recuperar el aliento—. ¡Je, je! Puede que ya lo hayas notado, pero aunque ahora soy capaz de usar el Chi en combate, en mi estado actual no puedo liberarla tan rápido como lo haría con el Prana... Sin embargo...

—¿Qué? —pregunto Camael curioso de eso último y dispuesto a aceptar cualquier sugerencia.

—Ahora que puedo liberar el Chi, también puedo usar técnicas que antes no podía por falta de ese requisito. Y conozco una especial que con suerte podría volarle la cabeza a este desgraciado —decía Gabriel mientras recordaba la penúltima técnica que le mostró el extraño nómada—. Pero necesitare un poco de tiempo para prepararla. Al menos un minuto. 

—Entonces te daremos algo de tiempo. Cuando estés listo dale en la cabeza, justo en la frente —dijo Camael ahora feliz de tener un plan de ataque. 




Próximo capítulo: Dioses de la Ciencia (III)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro