Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo LII: Corazón de Metal (I)

"Una nueva luz pareció iluminar mi mente..."

—Frankenstein o el Moderno Prometeo de Mary W. Shelley.

https://youtu.be/YHkGSzRBo8Q

[Base de Carmilla: Almacen Principal]

Después de que Uriel volará al laboratorio para evitar peleas innecesarias entre Camael y Ángela, al poco se escuchó el sonido de alguien caminando sobre charcos de agua. Al principio ambos grupos se pusieron alertas y se prepararon para atacar al primer monstruo o vampiro que vieran, pero cuando voltearon a ver en la dirección de la que se escuchaban los pasos, vieron que solo se trataba del reciente aliado que los salvó.

—¡Tranquilos jóvenes de todas las razas soy yo! —grito Abraham saludando de forma casual con la mano izquierda y teniendo en la otra mano su bolso, mientras salía desde la parte trasera de los restos de un barco, y se acercaba caminando al grupo con la misma naturalidad de alguien que pasea por la calle en su día a día.

—¡Hola de nuevo señor Van Helsing! —saludo Rafael desde lejos agitando su mano izquierda, mientras seguía teniendo la otra a pocos centímetros por encima del pecho del inconsciente Gabriel, para evitar que el hechizo sanador se detuviera. 

—Hola otra vez chico-oso. ¡Ufff! Menuda batalla de dioses ha tenido tu amigo tigre y ese extraño licántropo —dijo Abraham estupefacto, para luego dar un rápido vistazo a todo el lugar, sorprendiéndose cada vez más de lo destrozado que quedó tras el destructivo combate entre Gabriel y Joel.

Ya no quedaba ni un barco y vehículo intacto; había cráteres en el suelo junto con partes derrumbadas de puentes, columnas, paredes y parte de pisos superiores. Además el hielo sólido había desaparecido cuando su conjurador abandonó el área, mientras que la nieve seguía cubriendo algunas zonas. Pero debido al calor de las llamas y la luz que invadió toda la base hace varios minutos, gran parte de la nieve se había derretido, formando enormes charcos de agua en algunos puntos.

—¿Fue usted el que causo esa explosión de luz? —pregunto Erzuli sorprendida y confundida.

—No sería yo si fuera un simple plan nada brillante —dijo Abraham de forma divertida—. Y este plan fue bastante brillante.

—Literal —agregó Remiel casi riéndose al recordar la cegadora luz celeste y las flamas.

—¿Pero qué fue lo que hizo exactamente? —preguntó Azrael de forma directa y cruzándose de brazos, bastante intrigado del modo en que Van Helsing se las ingenio para lograr semejante hazaña.

—Si no le molesta, nos encantaría saber qué hizo para crear esa luz y ese fuego —dijo Miguel de un modo más cortés y amable, sin ocultar su enorme interés en saber que era ese hechizo o arma que erradicó a los vampiros.

—En realidad no es la gran cosa —decía Abraham mientras hacía un par de gestos con la mano izquierda y se detenía a cinco pasos cerca de ambos grupos—. Tomen nota, porque esto les puede salvar la vida en más de una ocasión. Pero más importante, niños, recomiendo que no lo intenten en casa.

Una vez dicho eso, Van Helsing comenzó a explicar parte por parte la elaboración de lo que él llamaba "Brillante Plan Anti-Malignos".

Lo primero que hizo fue ir a un mercado de enanos del Domhan-Eile, para comprar un Frosið Sólarljós, un cristal especial que se forma en lo más alto de las montañas del Alfheim, donde habitan los elfos luminosos, y que es capaz de absorber la luz solar. Sin embargo al contrario de los cristales lunares, estos tipos de cristales solares, en tamaños pequeños, pueden llegar a explotar si absorben demasiada energía solar y no hay lugar donde liberarla (como la tierra donde se formó).

La siguiente parte consistió en conseguir algo para mantener el cristal en el aire; entre las posibles opciones Van Helsing recurrió a lo más económico: una bolsa grande, agua, aceite, cuerdas, algodón, una hoja fina de estaño, una taza grande, madera y tornillos. En la taza se vertió agua por la mitad y después un poco de aceite; lo siguiente que hizo fue moldear el algodón hasta hacerlo similar a un palillo, y luego envolverlo por el medio con un pedazo de la hoja de estaño, con la cual se mantuviera flotando en el aceite, obteniendo de este modo una lámpara de aceite casera.

Después de tener la lámpara de aceite, Van Helsing trabajó con las tablas de madera, usando herramientas de carpintería, para construir un soporte del cual se pudiera colocar debajo el cristal solar y encima la lámpara de aceite, para así crear un globo aerostático en miniatura con el cristal solar. Pero debido al tamaño de dicho cristal, el globo no podría mantenerse en el aire por mucho tiempo, de modo que tenía que ser puesto en un lugar bastante alto. Y en caso de no haber una fuente de luz semejante al sol, Abraham consiguió un espejo transmisor, aunque para no gastar tanto se vio obligado a comprar uno con inteligencia artificial.

Y por último, para que el fuego solo dañara a los vampiros y otras criaturas oscuras que posiblemente utilicen como peones, Abraham consiguió que un verdadero sacerdote bendijera el cristal solar. Pero debido a que el cristal sería demasiado pequeño, la liberación de luz y fuego lo destrozaría de manera que ya no podría absorber más luz, por lo que sería un arma de un solo uso y que debía ser utilizado en situaciones necesarias. Sin embargo el cristal, al estar bendito, el fuego y la luz solar que liberaría con la explosión causaría un daño multiplicado por diez a las criaturas de origen oscuro, lo que compensaría su uso tan limitado. 

Con esto Van Helsing finalizó su explicación de cómo logró crear tan poderosa arma anti-vampiros, dejando sorprendidos y estupefactos al clan y a las doncellas por lo sencillo que era en realidad. 

—Pero tengo una duda: ¿Qué hubiera pasado si lo de bendecir el cristal no funcionaba? —pregunto Jofiel por pura curiosidad, luego de que Van Helsing terminara de explicar cómo formuló su plan.

—Pues posiblemente tú y el resto de tus compañeros bestia serían los únicos sobrevivientes, con quemaduras de grados aún no descubiertos médicamente, mientras que el draconiano rojo sería el único ileso —respondió Abraham de forma jovial y despreocupada, como si no fuera nada importante, aunque el saber esto no fue nada reconfortante para ambos grupos.

"Este tipo es un genio y a la vez un demente", pensó Raven estupefacta de lo suicida que era el plan, y del modo tan optimista con el que Van Helsing decía la parte impredecible y riesgosa de la misma.

—Eh... ¡Je, je, je! Entonces me alegra que el plan haya resultado tan bien —dijo Miguel de forma divertida para disimular lo nervioso y preocupado que estaba al saber que todo pudo haber sido peor, si lo de bendecir el cristal no hubiera funcionado. 

Yare yare daze. Ahora que sé que lo de bendecir funciona en cristales, me hace pensar en otras dudas muy dudosas —decía Remiel rascándose la cabeza y mirando el suelo, bastante pensativo—. Si se puede bendecir cristales y el agua, ¿Se podrá bendecir el océano? ¿O tiene límite de alcance? ¿Se puede bendecir la comida para tener protección contra posesiones diabólicas y maldiciones? ¿También se puede bendecir la tierra para que sea tierra santa literalmente?

—Mejor haz lo mismo que Rafael; déjalo en la lista de cosas por investigar cuando volvamos a la base —dijo Azrael mientras se ponía una mano en la cara por pena.

—De cualquier forma agradecemos mucho que haya compartido esa información con nosotros, señor Van Helsing —dijo Raziel, feliz de conocer una nueva arma para enfrentar a los vampiros.

—Consideralo un regalo por la pequeña ayuda que me dio tu amigo oso para poder ejecutar el plan. Y estoy dispuesto a aceptar francos, euros o a lo mucho libras esterlinas, como pago por ayudarlos a ustedes a eliminar a los vampiros de este antro —decía Abraham mostrando una sonrisa amistosa.

—A juzgar por el conocimiento demostrado, la edad que aparenta y la forma tan... "relajada" con la que se comporta en esta situación, puedo deducir que ya es un veterano en este trabajo. El dinero no puede ser ni un pequeño problema para usted —dijo Miguel fijándose en cada detalle mencionado.

—Excelente deducción detective lobuno. Pero solo por el simple hecho de que sea un cazador de monstruos veterano, no significa que tenga una lujosa mansión con mi propia base subterránea, como el clásico justiciero nocturno de una novela visual americana —contestó Abraham ahora con verdadera molestia—. La mayor parte de lo que gano lo usó para pagar los estudios de mi hijo rebelde, y los destrozos que causan los objetivos en mis misiones. En mi última misión tuve que pagar los daños que un maldito basilisco causó en un museo en Grecia, lo cual no es nada barato. 

—Sí, lo entiendo bien —dijo Jofiel sonriendo con pena, ya que sabía de sobra lo costoso que era el tener que pagar los daños a algo valioso como un objeto histórico en Italia o Grecia. 

—Pero también me conformo con que me ofrezcan una oferta de trabajo de tiempo corto en sus regiones o en alguna de sus bases. Tengo experiencia en muchas áreas, aparte de salir por las noches cazando horrores —dijo Abraham, para luego sacar de un bolsillo interno de su chaqueta una tarjeta negra, la cual arroja a Miguel.

El licántropo atrapa la tarjeta con suma facilidad usando solo los dedos índice y medio. Raven se acercó a Miguel por curiosidad de ver aquella tarjeta, mientras el licántropo amplió los ojos y quedó boquiabierto, cuando vio que la tarjeta tenía escrita en letras doradas la lista de oficios de Van Helsing.

"Abraham Van Helsing: doctor, veterinario, filósofo, abogado, carpintero, biólogo, metafísico, químico, profesor de idiomas, armero, alquimista, teólogo, cazador de monstruos. Se aceptan pagos con francos, euros y libras esterlinas. Si eres político el sueldo será el triple y si eres objetivo de una misión de cacería deberá pagar por adelantado antes de matarte". 

—Ja, si que sabe aprovechar su tiempo libre. Aunque no se compara a la lista de oficios de mis padres —dijo Raven no muy impresionada de la lista de oficios de Van Helsing.

—No me sorprende que digas algo así, ahora que conozco tu historia —dijo Miguel cerrando los ojos, sonriendo divertido y bajando las orejas con pena. 

—Ahora que me acuerdo, en donde vivimos Miguel, Gabriel y yo hace falta un doctor debido a que... pues... —decía Rafael llamando la atención y teniendo dificultades para decir lo último. 

—El anterior doctor resultó ser un maldito violador, y de modo irónico Gabriel lo desolló vivo —termino de explicar Miguel—. También hace falta un profesor de idiomas. Actualmente Gabriel, por todo esto de ser cazador y sus peligrosos ataques de ira, no ha podido asistir mucho a clases, por lo que tiene que estudiar en casa. 

—A decir verdad, en este punto ya no hay casi nada nuevo que las escuelas y universidades puedan enseñarme... 

https://youtu.be/FQAglerQqTg

De inmediato Miguel, Remiel, Azrael, Raziel y Jofiel, al igual que Van Helsing y las doncellas, centraron sus miradas en donde se encontraba el arthdruwid al escuchar una conocida voz; el clan se alegró mucho, incluido el mismo licántropo, al ver que su compañero tigre por fin había despertado, y ahora trataba de levantarse, pero Rafael solo lo ayudaba a quedarse sentado, debido a que el baghatma parecía estar todavía muy débil.

—Cada día mi "amigo del alma" me transmite el conocimiento de sus anteriores vidas mortales; algunos conocimientos importantes como cientos de idiomas asiáticas que ni conocía, y otros aburridos como la maldita historia entera del Imperio Bizantino. A este paso ni necesitare estudiar, al menos no en la subdesarrollada Sociedad Humana —dijo Gabriel con una sonrisa sarcástica, pero denotando un poco de dolor al moverse, además de tener la voz ronca como si le doliera la garganta. 

—¿Imperio Bizantino? Entonces debiste adquirir algo de conocimiento del avatar que se comió a ese xenofóbico y discriminador dios llamado Zeus —dijo Remiel rascándose la cabeza, bastante sorprendido de ese detalle—. Si mal no recuerdo, creo que su nombre era Dante Tigerheart. 

Con la sola mención de ese nombre, en la mente de Gabriel vino de golpe la imagen de aquella memoria pasada que tuvo durante su pelea con Joel, y antes de que usara por primera vez el Asura Agni. Recordar otra vez esa escena le causó al baghatma un ligero dolor de cabeza, que al ser tan repentino se tocó la cara por puro reflejo. 

—¿Te encuentras bien? —pregunto Jofiel mientras se inclinaba para ver a su compañero tigre.

—Sí... Solo son "resacas" de la batalla —respondió Gabriel apartando la mano del rostro para mirarse la palma, y empezar a recordar todo lo que sucedió tras dejarse llevar por el deseo de pelear y la furia irracional que le producía el estado Meng Amok.

—No me sorprende. Tu nivel de Prana está peligrosamente bajo. Intenta recuperar Prana respirando lento y tranquilo, para evitar que tus pulmones sufran daños innecesarios que atrasen la recuperación del resto de tu cuerpo —decía Jofiel con una pequeña sonrisa y un contagioso buen humor, más que todo para evitar preocupaciones al decir la gravedad del estado en que se encontraba el baghatma.

—Además trata de no esforzarte. Acabo de literalmente sanarte ochenta huesos fracturados, incluyendo el cráneo —dijo Rafael ahora con el tono serio como pocas veces suele tener, además de denotar la preocupación de un hermano mayor.

—No exageres. Esto no es nada comparado a cuando Caroline y yo entrenamos juntos con la maestra Kondo en Japón —dijo Gabriel con una sonrisa relajada, como si su estado no fuera algo de lo que preocuparse.

—¡Je, je! Creanlo. Uriel y yo perdimos la cuenta de las veces que Kondo-sensei lo estrellaba contra el suelo. Y también cuando la sexy hermana mayor de Miguel aprendió karate, Gabriel no ganaba sin tener al menos un par de huesos fracturados —comentó Remiel casi entre risas al recordar las palizas que recibía el baghatma al entrenar con la maestra Kondo, y las dolorosas fracturas que sufría al entrenar con Caroline. 

—Dices otro comentario así sobre mi hermana y solo recibirás el 20% del pago de nuestras próximas misiones, zorro bufón —amenazó Miguel centrando la mirada en el kitsune, a la vez que fruncía el ceño.

—¡Pero si no he dicho nada malo! Además no puede evitarse; gracias a la biología de bestia y años de ejercicios ella, según la misma Rosabella, tiene 92 de pecho, 64 de cintura y 92 de cadera. ¡En estándares humanos es una hermosura! —decía Remiel de forma divertida y a la vez quejosa de la actitud sobreprotectora del licántropo.

—En eso estoy de acuerdo —comentó Gabriel con tono divertido.

—Corrección; ustedes dos solo tendrán el 10% del pago —dijo Miguel con más seriedad y molestia, haciendo que Raven soltara una pequeña risa.

—¡Por favor Miguel ten piedad somos de la familia canina! —exclamó Remiel casi de modo suplicante y dramático.

—En realidad los lobos y los zorros, aunque pertenecen a la misma familia, no tienen una relación muuuuy "amistosa" que digamos —comentó Rafael como dato curioso.

—¡No estás ayudando! —se quejó Remiel ahora molesto de verdad.

—Tu clan es bastante "peculiar" Azrael —pregunto Erzuli con una sonrisa divertida al eniyamotekun negro, mientras sucedía la nueva discusión en el clan.

—Sí, es lo que nos dicen siempre —respondió Azrael sonriendo con sarcasmo, ya empezando a acostumbrarse a las discusiones ridículas de sus compañeros.

"Sin duda este es el clan de bestias más bizarro que he conocido en mi loca vida", pensó Abraham sonriendo divertido y cruzándose de brazos, no dejando de sorprenderse con lo surrealista que era ese curioso clan de jóvenes-bestia de distintos territorios. 

Pero le alegraba verlos tener una pequeña discusión infantil, como niños o cachorros pequeños, porque le recordaba cuan "humanos" eran en realidad las bestias, mucho más que la gran mayoría de humanos. Lo cual contradecía con las descripciones de incontables grupos humanos, que siempre retractaran a las bestias y todo lo que sea en apariencia "inhumana" como monstruos carentes de humanidad.

Mientras Remiel discutía con Miguel sobre el pago de la misión, Gabriel solo sonreía como un niño despreocupado que ve discutir a sus compañeros por algo absurdo. Pero luego su atención fue directo a la nueva memoria pasada que había tenido; según el mismo kitsune, el nombre de ese avatar era Dante Tigerheart. Y además también estaba ese recuerdo, de cuando Rudra triunfo sobre la tiranía del prejuicioso primer Buda Humano

Con aquellos dos recuerdos el baghatma aprendió, o mejor dicho, "recordó" los dos estilos del Dios de las Bestias, que reflejan su naturaleza caótica, la dualidad del karma en los dioses y la chispa del Fuego Primordial que lo vincula con toda la existencia y el vacío infinito: el Fuego del Asura y el Rayo del Deva. Y por extraño que parezca, Gabriel ya sabía cómo funcionaban, de modo que podía volver a utilizarlos; lo más probable era que también adquiriera el conocimiento de dichas técnicas, como si él las hubiera creado. 

Sin embargo por ahora Gabriel solo tenía conocimiento del Tuphanu Garjana y el Meng Amok, pero también era consciente de que su cuerpo aún no estaba adaptado para soportar semejante poder; todavía sentía un terrible entumecimiento en todo el cuerpo a causa del Meng Amok, junto con un horrible dolor en la garganta y los pulmones por el Tuphanu Garjana, como si le hubieran golpeado el pecho con un martillo y se hubiera tragado clavos. 

Tal como supuso, solo corriendo el riesgo mortal de estar entre la vida y la muerte pudo lograr acceder a más recuerdos esenciales, que le servirían para fortalecerse. Tras haber aprendido el Prana la "síntesis" entre su cuerpo y el alma de Rudra se ha acelerado tanto, que en menos de dos meses había avanzado bastante, y eso se debe gracias a que, además de haberse sometido a entrenamientos y luchas en extremo difíciles con oponentes muy por encima de su nivel (Caroline Rosenthal, Ezequiel Norris, Syuri Kondo y Kira Ginoh), existe un detalle que lo conecta bastante con Rudra: su propia personalidad.

Después de que Ezequiel hiciera que Gabriel liberara el alma de Rudra frente al resto del clan, explicó que debían prepararse para ayudar al baghatma a controlar las emociones salvajes y caóticas del Dios de las Bestias, que con el tiempo comenzarían a emerger con mayor fuerza, porque de todos los avatares, Gabriel era el más parecido en personalidad a Rudra, cuando éste último era todavía un tigre mortal en búsqueda de la paz interna.

El obsesivo deseo de proteger a quienes consideraba familia, la carencia total de discriminación, el gusto por el color blanco, el sentimiento de pertenecer a la selva (la sentía desde mucho antes de convertirse en bestia), el curioso sueño de admirar el cielo y la selva desde una colina alta (el monte Rudraksha), y el deseo de encontrar la paz. Todo esto más otros detalles que Ezequiel no menciono y el grupo todavía no descubría; aunque en la sede japonesa la maestra Syuri comento algo muy intrigante, poco después de que el baghatma y la licantropo blanca tuvieran su pequeño enfrentamiento con la kitsune coreana en el dojo.

—¡Es emocionante "Gao-kun"! Tu camino te llevó hacia Caroline-chan y Kira-chan. Por extraña obra de la Rueda del Destino y el "hilo" entre las almas de ustedes tres, pudiste "reencontrarte" con tus dos "lunas". ¡Qué emoción!

Por lo visto el baghatma no solo compartía muchas similitudes con Rudra en cuanto a personalidad, sino también compartía una semejanza en cuanto a lo personal, y de alguna manera estaba relacionado con Caroline y Kira. 

Justo ahora Gabriel estaba haciendo un repaso de todas las memorias pasadas que ha tenido hasta el momento, junto con todo lo que ha descubierto sobre el Dios de las Bestias, y entonces recordó aquel recuerdo en el que pudo ver por primera vez la silueta de Rudra en su forma hombre-tigre, y lo escucho mencionar un nombre que parecía muy significativo: "Raksha".

—Escuchen con atención. Mientras Camael, Uriel y Ángela se encargan de cubrir el último piso, nosotros nos dividiremos en grupos e iremos a distintos puntos en piso por piso. Por nada del mundo deben rondar solos aunque el lugar parezca abandonado —decía Miguel, explicando con detenimiento lo que el clan y las doncellas harán a continuación.

Gabriel estaba tan concentrado en sus propios pensamientos, que no se dio cuenta del momento en que terminaron las discusiones, y ahora Miguel empezaba a decir cómo llevarían a cabo la investigación y destrucción de la base vampirica. Gracias a esto el baghatma pudo volver a centrar su atención en el presente, y pudo vislumbrar por un momento un mensaje en su mente, dada por el propio Rudra: "¡Cúbranse de inmediato!".

Tan pronto como leyó esas palabras en su mente, el baghatma agudizó sus sentidos al máximo y miró a los alrededores tan rápido como su estado débil se lo permitiese, y entonces escuchó varios pasos acercándose desde la puerta que daba a esa zona de la base, seguido del característico sonido de un arma de fuego cargándose.

—¡Cúbranse todos! —exclamó Gabriel literal lo primero que tenía en la mente para alertar a todos. 

Los demás no tardaron en entrar en alerta máxima con la advertencia del baghatma, a pesar de que no sabían con exactitud cuál era el peligro: lo más evidente que pensaron fue que Gabriel se dio cuenta de alguna posible emboscada, por parte de los vampiros o monstruos. Pero Rafael logró ser el primero en ver cuál era el peligro, por lo que actuó rápido.

¡Magia de Tierra: Paredes del Úlster! —recito Rafael alzando la mano derecha a la altura de la cabeza, con el dedo índice y medio más extendidos hacia arriba que los otros dedos.

https://youtu.be/MhmlVvTvo0A

Acto seguido a veinte metros, cerca de donde se hallaba la puerta que llevaba a las habitaciones del Sello de Sangre, el suelo se partió en línea recta, debido a que emergió una larga pared de roca sólida con grabados célticos en los mismos. Pero no duró mucho debido a que parte de la misma colapso al ser golpeada desde el otro lado por una esfera luminosa de color blanco, que se aproximaba hacia el clan. 

No obstante Jofiel actuó rápido; a una velocidad inhumana se situó delante de todos, envolvió su brazo derecho con energía Prana, y golpeó con el codo aquella esfera, logrando redirigirla en otra dirección, aunque impactó contra la destrozada zona del piso cuatro, causando que parte de la misma se viniera abajo. Luego de eso, Rafael volvió a actuar y creo paredes rocosas en distintos puntos cercanos a ambos grupos, con mayor grosor que la primera pared, pero de menor longitud y altura. 

Aunque el arthdruwid creo esas paredes con la finalidad de que sus compañeros y los demás se pusieran a cubierto, también funcionó como distractor, ya que el clan y las doncellas se dividieron en grupos y se refugiaron detrás de distintas paredes, dejando las otras como señuelos. Van Helsing por su parte se refugió detrás de los restos de un carro brindado, a una distancia segura y a la vez cerca de donde se encontraba la nueva amenaza. 

—¡Mentiría si dijera que no esperaba verlo aquí, señor Van Helsing!

Se escuchó la voz masculina de un adulto, con cierto tono dramático y teatral, proveniente de la parte destrozada de la primera pared rocosa que creó Rafael, donde ahora pasaban los mismos ocho hombres con los broches de mochuelo europeo, armados con extraños rifles y trabucos, listos para disparar igual que militares veteranos en medio de una guerra. 

Cinco de ellos portaban intrincados rifles, hechos por completo de un metal color dorado en su mayoría y un metal marrón oscuro en menor medida, de cuerpo ancho con un pequeño mecanismo dorado delante del gatillo y el soporte donde se sujeta, que se asemejaba a un engranaje tipo recto, y en la parte superior del rifle se encontraba otro "engranaje" igual, pero con un pequeño "telescopio" incorporado encima. Además la zona donde se suponía debía estar la munición tenía una palanca arriba, y en medio, justo detrás del cañón, yacía incorporado un cartucho rectangular.

Mientras los otros tres hombres iban armados con una especie de trabuco, de color marrón oscuro y partes doradas, con un tubo incorporado en el centro que irradiaba un brillo celeste, y conectaba con la zona de la munición, la cual era una esfera metálica. Aparte el cañón tenía incorporado cuatro picos que apuntaban al centro del mismo, y generaban chispas eléctricas de color blanquecino. 

No obstante uno de ellos en particular, de cabello oscuro, ojos azules, piel clara y de traje mucho más formal que sus compañeros, además del rifle también portaba en su mano derecha un revolver marrón metálico, que en vez de balas estaba cargada con cápsulas luminiscentes de color azul, y cuyo cañón parecía el pico de un ave. 

—¡Pero lo que sí es cierto es que jamás esperé verlo luchar al lado de semejante grupo de fenómenos! —prosiguió el hombre con lo que decía antes. 

—¡Y yo mentiría si dijera que esperaba no tener que volver a lidiar con budistas locos como ustedes! —respondió Abraham al comentario cínico del sujeto, que parecía ser el líder de aquel grupo.

—"Loco" es un término muy ofensivo e inadecuado para referirse a nosotros. El término más acertado que aceptamos en la orden es "Iluminados" —dijo el hombre, esbozando una sonrisa divertida que junto a su tono lo hizo ver casi siniestro.

—¡¿De verdad?! ¡Pues en las noches la pocilga donde vivo está más "iluminada" que las perturbadas mentes de ustedes, y el resto de su sociedad secreta no tan secreta! —dijo Abraham con sarcasmo molesto, mientras se sentaba en el suelo y sacaba de su chaqueta una daga curvada.

—¡Je, je! Me alegra ver que no perdió el sentido del humor —contestó el hombre sin mostrar nada de molestia—. A veces la comedia ayuda a sobrellevar dolores tanto físicos como emocionales. Y considerando el traumante historial que tiene alguien como usted, le hace falta bastante comedia.

Mientras Van Helsing tenía su pequeña charla con el jefe de los nuevos enemigos, los demás se encontraban sentados detrás de las paredes de roca sólida más alejadas de los "humanos" armados; Azrael, Erzuli, Jofiel y Clarisse estaban juntos, mientras que en una pared rocosa ubicada en el lado derecho se encontraban Miguel, Raven, Rafael y Raziel, y en una pared de roca ubicada en el lado izquierdo se hallaban Gabriel y Remiel.

—¿Ahora quién diablos son esos locos? —dijo Azrael en voz baja y disgustado por no entender lo que pasaba.

—"Humanos" anti-criaturas no-humanas. Larga historia hermano —respondió Raziel a la pregunta de su hermano, ya que gracias a sus altos sentidos auditivos podía escucharlo, pese a la considerable distancia que se encontraban las paredes donde se ocultaban. 

Por otro lado, el licántropo intento asomar la cabeza con cuidado para ver quiénes eran los enemigos, cuál era su número y si estaban armados; debido a las paredes que había adelante él no podía ver con exactitud cuántos eran en realidad, pero sí pudo comprobar que parecían humanos y portaban extrañas armas que sin duda no podrían usarse en la Sociedad Humana.

—¿Logras ver algo Miguel? —pregunto Raven en voz baja, con seriedad y una calma más que indicada para la situación crítica actual.

—Sí, y no es una buena vista. Atacarlos directamente no es una opción —decía Miguel mientras volvía a esconder la cabeza detrás de la pared rocosa y recostaba la espalda—. Parece que todos están armados con juguetes grandes, que a los malditos militares de mi país les encantaría probar en una guerra mundial. 

—No lo entiendo. Cuando entraron al burdel no llevaban armas ni nada donde esconderlas todas —dijo Rafael, confundido al escuchar al licántropo mencionar aquello.

—¿Quieres ir y preguntarles cómo lograron esconderlas Rafael? —pregunto Azrael a modo de sarcasmo.

—No, mejor no —contesto Rafael con sinceridad a la pregunta sarcástica de su compañero pantera. 

—Por favor dime que tienes una idea jefe —preguntó Remiel, estando refugiado detrás de una pared junto con Gabriel.

—Tal vez una o dos malas. La primera, esperar a que vengan Uriel, Camael y Ángela para que hagan caer una lluvia de flechas, dagas y fuego sobre esos bastardos —dijo Miguel con molestia—. Y la segunda, pensar en un plan rápido para eliminarlos por nuestra propia cuenta.

—Me parece más segura la primera opción —dijo Jofiel con una sonrisa optimista.

—¿Cuál opción? ¿De qué están hablando? —preguntó Clarisse inquieta de la preocupación, y queriendo saber si alguien tenía un plan, ya que no podía escuchar bien lo que murmuraban los miembros bestia entre sí. 

—Básicamente esperar refuerzos —contesto Jofiel a la pregunta de la británica para tranquilizarla.

—Si es que Camael y Uriel pudieron escuchar todo este jaleo —comentó Gabriel, también escuchando los murmullos entre sus compañeros, y empezando a molestarse por los nuevos enemigos que los amenazaban. 




Próximo capítulo: Corazón de Metal (II)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro