Una segunda oportunidad
Luego de superar el mal momento, los menores fueron invitados a pasar a una gran estancia donde los esperaba una cálida chimenea.
Para su sorpresa el sitio no estaba tan desordenado, incluso lograron sentarse en el suelo sin problema.
El guardián de las montañas tomó asiento frente a ellos para verlos mejor.
-Permítanme presentarme como se debe ternuritas, mi nombre es Makami Ren, descendiente de los grandes lobos oscuros y seguidores de la Luna-
Los jóvenes sonrieron al presenciar tal acto de formalidad.
-Yo soy Hidan, seguidor del gran Dios Jashin, devoto a mí fe con la misión de transmitir el dolor a otros- dijo el creyente con una tétrica sonrisa.
Al escuchar eso el rubio aclaró su garganta para también presentarse de una forma bastante arrogante.
-Mi nombre es Deidara, artista es su máximo esplendor, mi sueño es que todo el mundo reconozca el potencial de mis esculturas y que les quede claro que la verdadera belleza está en la explosión, hm-
El Uchiha por otro lado soltó un gran suspiro, apenado por el gran discurso por parte de sus hermanos.
-Un placer conocerlo, yo soy Uchiha Itachi, vengo de Konoha- y así el chico de grandes ojeras dió por terminada la presentación.
Ren se quedó callado unos minutos como meditando la información que acababa de recibir.
-¿Les molesta si los llamó bebé, muñequito y cachorro?-
Esa pregunta dejó en shock a los ninjas que de forma inmediata regresaron en sí para gritar.
-¡POR SUPUESTO QUE NOS MOLESTA, LOBO IDIOTA!- gritaron al mismo tiempo los ninjas, haciendo que Ren explotará en risas.
-Jajajajaja son realmente adorables y parecen muy unidos, casi como si fueran hermanos- dijo el lobo haciendo que los presentes se avergonzarán un poco.
Deidara tratando de ignorar sus emociones saco de una de las mochilas un empaque de galletas, que desde luego llamaron la atención de ese hombre salvaje.
-¿Qué es eso?, huele delicioso- dijo Ren señalando con su dedo el paquete.
-¿Eh?, pero si solo son postres con chispas de chocolate, hm- y así el rubio le extendió una galleta.
Este la tomó un poco dudoso pero al final se armó de valor para probarla.
-¡Oh por Dios!, ¡pero que delicioso manjar!- y de forma desesperada el guardián devoró el resto, dejando a los menores impactados.
-¿De verdad nunca habías comido una?- preguntó Hidan sin poder creer tal cosa.
-¡No, jamás!, ¡mi comida siempre tiene que ser cazada!, ¿¡puedo comer otra!?- de la emoción a Ren se le salieron las orejas de lobo haciendo reír un poco a los chicos.
-Te las regalo, no tengo tanta hambre, hm-
Casi con desesperación el guardián las tomo.
El religioso alzó una ceja con una idea en mente.
-Entonces me imagino que tampoco has comido nada de esto- Hidan abrió su equipaje dejando caer varias bolsas de papas, latas de refrescos, dulces y panes.
Los ojos del mayor se iluminaron al notar los envoltorios tan coloridos.
Y en menos de 20 minutos Ren había terminado con todos los bocadillos.
Ese hombre tan salvaje estaba acostado sintiendo su panza satisfecha.
Itachi sonrió para ver a lo lejos una cocina deteriorada, sucia y abandonada. Del otro lado había una sala casi en ruinas sin mencionar que parecía no haber agua o alguna fuente de luz que no fuera el fuego.
-Este lugar tiene un gran potencial para ser un hogar cómodo y habitable, entonces, ¿por qué prefieres vivir como un animal?- preguntó el Uchiha haciendo que el semblante del lobo cambiará.
-Hace años esta cueva era muy diferente, la razón de que sea tan grande es porque todo mi clan vivía justo aquí- respondió Ren para nuevamente sentarse.
-¿Y a dónde se fueron todos, hm?-
-Mi gente abandonó estás montañas para ir y explorar el mundo, parece que les gustó tanto que decidieron nunca más volver- soltó el guardián.
-¿Por qué no fuiste con ellos?- pidió saber Hidan.
-Porque este es mi lugar, desde pequeño supe que mi destino era vivir y cuidar de estás montañas hasta ser llamado por la Luna-
Los chicos se miraron comprendiendo la situación.
-Cuando me quedé solo, me olvidé de las comodidades, deje de usar los artefactos de la cueva, y decidí sobrevivir de la naturaleza- aclaró Ren.
-¿Quieres decir que comes animales del bosque y te bañas en el río?- dijo Hidan a modo de burla.
-¡Exacto!- contestó el lobito con mucha emoción.
-Eres tan raro, hm- comentó Deidara haciendo reír al mayor.
-También mencionaste que hay un pueblo cerca, tal vez debamos ir para allá, de ese modo ya no te causaremos molestias- señaló Itachi pero al ver la expresión de tristeza reflejado en el rostro de Ren de inmediato se arrepintió.
-Jajaja, si creo que será lo mejor, es decir, después de todo ustedes son humanos y se sentirán más cómodos en una casa cálida, bueno, me iré a dormir, si no los vuelvo a ver por la mañana quiero que sepan que me dió gusto tenerlos en este chiste de cueva- y de forma rápida el guardián se levantó para abandonar la estancia.
Deidara y Hidan miraron al Uchiha dedicándole una mala mirada.
-Me parece que metiste la pata- comentó el creyente.
-Y en grande, hm-
Cómo respuesta el Uchiha se dió vuelta para acostarse y darle la espalda a sus amigos, ahora todo lo que quería era dormir un poco, ya que sabía que el día de mañana sería muy pesado.
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En cuanto los primeros rayos de Sol aparecieron los chicos tomaron sus armas para dejar la cueva y bajar a la pequeña aldea.
En el camino los menores platicaban sobre pagarle el favor al lobo ya que los había salvado de morir congelados.
-¿Crees que con limpiarle su mugrero estaremos a mano?- preguntó Hidan recordando la basura acumulada.
-Le mostraremos que vivir cómodamente no es tan malo- dijo Itachi.
-Que bueno que tenemos dinero, porque de otro modo no podríamos conseguir los productos para hacer el aseo, hm-
-Calma, tenemos más que suficiente, antes de dejar Akatsuki pase al cuarto de Yahiko y me robe todos sus ahorros- dijo el religioso sacando de su bolsillo un gran fajo de billetes.
Ante eso, Deidara y Hidan chocaron los cinco, mientras que Itachi solo negaba con la cabeza, pero debía admitir que en ese momento el dinero extra era de mucha ayuda.
Recorrieron casi todas las tiendas, y en el transcurso llamaron la atención de los habitantes que no estaban acostumbrados a los turistas y menos unos tan únicos y atractivos.
Por la tarde decidieron entrar a un restaurante para reposar un rato y llenar sus estómagos.
El mesero que los atendía no resistió la curiosidad y decidió tener una charla con los ninjas.
-¿De dónde vienen, jóvenes?, espero que les esté gustando el lugar-
El Uchiha dejó a un lado su bebida para poder contestarle.
-Somos del país del fuego, decidimos hacer una pausa en nuestro viaje-
-Ya veo, ¿y en qué posada se hospedan?-
-Por ahora nos está dando refugio un apestoso lobo- dijo el fanático haciendo que todas las personas los mirarán con horror.
-E-Eso es imposible, ¿se están quedando con Ren-sama?- preguntó una señora.
Ese comportamiento extraño a los menores.
-Si, ¿por qué eso es tan sorprendente?, hm-
El mesero se sobó el cuello antes de responder.
-Verás, Ren-sama es el encargado de proteger estas tierras y a pesar de que nunca ha sido una amenaza para nosotros, sabemos que siente un odio muy grande hacia los humanos, tanto así que cuando se pasea por el pueblo solo lo hace en su forma de lobo, dice que su transformación está prohibida y si lo llegamos a ver tendrá que asesinarnos-
Los chicos no podían creer nada de eso, ya que el guardián con su humor y apoyo les había demostrado todo lo contrario.
Al final decidieron seguir con su comida para ir directo a la montaña.
Para su sorpresa al llegar a ese hoyo notaron que el lobo no se encontraba por ningún lado, lo que les daba la gran oportunidad de sorprenderlo.
-¡Manos a la obra!-
Sacaron la basura, barrieron cadáveres, quitaron telarañas, dejaron impecable la cocina y añadieron nuevos trastes. Organizaron las recámaras, desinfectaron el baño, gracias a los conocimientos de Deidara lograron conectar nuevamente la electricidad, Hidan destapó las tuberías e Itachi consiguió más madera.
Casi al caer la noche, el lobito caminó hacia su hogar pero al estar algunos metros, se percató que todo tenía una nueva fragancia.
Se apresuró hacia la entrada para encontrar un sitio habitable, acomodado y aseado.
Y al fondo los ninjas que se veían cansados y desalineados, dejaron de lado las escobas y los cubos de agua para saludarlo.
-Bienvenido a casa saco de pulgas- dijo Hidan con una gran sonrisa.
-Ponte cómodo, te preparamos una comida caliente, hm-
-Espero no te moleste, pero ahora tienes iluminación- y así las viejas luces prendieron dando una sensación agradable.
Ren podía sentir un nudo en la garganta, era la primera vez en años que alguien tenía detalles con él y eso de verdad le encantó.
Aquí les traigo el capítulo nwn ❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨espero les guste.
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