Luego de una agradable cena, los menores se fueron a dormir. Se acurrucaron entre ellos para mantener el calor y de ese modo estar más cómodos. 

Durante la noche, cierto jashinista no podía parar de moverse, en sus sueños podía ver a aquel hombre que por años había amado, repitiendo una y otra vez aquellas palabras que lo destrozaron por dentro. 

De golpe el chico de los rituales abrió los ojos algo agitado por aquellos recuerdos que lo seguían atormentando. 

"Soy tan patético" pensó Hidan para girarse hacia el otro lado, topándose con Ren, que ahora estaba en su forma de cachorro. 

-¿Quién es Kakuzu?- preguntó el lobito moviendo la cola de un lado a otro, mostrando así una gran curiosidad. 

El menor parpadeó varias veces procesando la imagen de aquel sujeto que ahora parecía un tierno perrito. 

-Estabas murmurando cosas raras, algo como, "Kakuzu, Kakuzu no te vayas, no me dejes"- dijo el mayor tratando de imitar al creyente. 

Hidan se sonrojó y sin pensarlo dos veces, tomó al guardián por el pelaje para luego acercarlo a su cara. 

-Escucha saco de pulgas, si llegas a mencionarle esto a alguien, juro que te aplastaré hasta hacerte puré y luego me haré una linda bufanda con tu cuerpo, ¿te quedó claro?- dijo el menor con tono de verdad amenazante. 

Ren lo observó con sus grandes ojos amarillos para después lamerle la cara, dejando un gran rastro de babá desde el mentón hasta la frente. 

-¡QUÉ PUTO ASCO!- gritó el fanático asqueado, que no dudo en soltar al guardián para limpiarse la cara. 

El lobito se reía de lo lindo, por ver qué si travesura había molestado a ese ninja tan grosero.

Deidara despertó gracias al gran alboroto que su amigo había armado, seguido por Itachi que no entendía como a primera hora de la mañana Hidan ya estaba de mal humor. 

Ren al ver que los otros chicos se habían despertado se les acercó para que lo notaran. 

-¡Buenos días!- los saludó con mucha alegría. 

Deidara le sonrió para después estirar sus brazos, tomar al cachorro y alzarlo. 

-No sabía que podrías volverte tan pequeñito, te ves muy lindo así, hm- dijo el artista haciendo que el lobito moviera su colita emocionado. 

El Uchiha se acercó a Ren para verlo mejor cuando de la nada sus fosas nasales captaron un olor en verdad desagradable. 

-¿Por qué tú pelaje huele así?- preguntó Itachi cubriendo su nariz. 

-¿Así como?- preguntó el mayor un poco confundido.

El rubio que no se había percatado de ese detalle, olfateó al guardián y de inmediato hizo una mueca por su descubrimiento.

-Ren, hueles como a podrido, hm- el menor colocó al cachorro sobre el piso, algo asqueado ya que sus manos de seguro se habían apestado.

-mmmm tal vez sea por lo que comí hace rato- soltó el mayor llamando la atención de los presentes.

-¿De qué estás hablando?, ¿te quedó hambre después de todo lo que comimos anoche?- preguntó el jashinista sin poder creer tal apetito.

-No soy un ser humano como tal, sino me alimento cada ciertas horas mi cuerpo podría enfermarse- contestó Ren agachando un poco las orejas. 

-De acuerdo, esa parte la entendemos bien, pero, ¿por qué la comida tendría efecto en tu olor?- preguntó el Uchiha.

-Oh, es que usualmente cuando me levanto a cazar hace mucho frío, así que primero me encargo de devorar los órganos de mi presa y luego me meto en su cuerpo para de ese modo mantener el calor y no congelarme- explicó el guardián. 

Fue en ese instante que los menores se arrepintieron de ser tan preguntones. 

-¡REN, VETE A BAÑAR!- gritaron los ninjas al mismo tiempo.

El lobito retrocedió un poco ante el aura tan amenazante que desprendían esos jóvenes. 

-¿A-Ahora?- 

-¡SÍ, AHORA!- 

-Es-Esta bien- entonces Ren se sentó lo más cómodo posible y comenzó a lamer sus patitas, dejando a los chicos en shock.

-¿Qué se supone que estás haciendo, estúpido animal sarnoso?- Hidan no comprendía a qué estaba jugando el mayor.

-Me estoy bañando- contestó el cachorro, provocando nuevos gritos. 

Deidara se dió un golpe en la frente demostrando su poca paciencia.

-No, ve al baño, lávate el cuerpo con agua y con jabón, hm- 

Hubo un minuto hasta que Ren decidió volver a expresarse. 

-¡No!- 

Los menores fruncieron el ceño claramente molestos. 

-¡Todavía está nevando, si me mojo ahora, mi pelaje se quedará helado para siempre!- gritó el guardián con horror.

-No seas estúpido, solo calienta agua y secate con una toalla, ayer compramos todo lo necesario para que estés cómodo, hm- 

-¡Mentirosos, ustedes solo quieren matarme!- el lobito se puso a la defensiva, haciendo que los tres jóvenes perdieran por completo la cordura.

El jashinista se levantó del suelo, mostrándole a su superior una mirada feroz y llena de ira. 

-¡VEN AQUÍ, MALDITO PAGANO DE MIERDA!- 

Al ver el peligro, el animal se echó a correr a toda velocidad. 

Y así comenzó una divertida persecución por toda la cueva. Curiosamente Ren era demasiado ágil y veloz en esa forma, por lo que los chicos de verdad estaban batallando por atraparlo.

Tras desacomodar gran parte de la propiedad, el lobito decidió salir de ahí para esconderse en el bosque, pues de ese modo tendría mayor ventaja, ya que conocía el terreno a la perfección. 

Ren se metió dentro de un viejo tronco, con la esperanza de que esos niños con las horas se cansarán. 

Mientras tanto los ex miembros de Akatsuki caminaban por la nieve con mucho cuidado de no hacer ruido. Itachi que se estaba quedando sin energía, activó su sharingan y de inmediato dió con la ubicación del guardian. 

El Uchiha les hizo un gesto con la mano para que de ese modo sus amigos se dieran cuenta en dónde estaba ese tipo tan problemáticos. 

Poco a poco se aproximaron al trozo de madera, y de un solo movimiento el creyente lo levantó obligando al animal a salir. 

Deidara lo atrapó en el aire, apretandolo de modo que no pudiera escapar. 

De regreso a la guarida, el pobre guardián no paraba de gritar, aullar y quejarse, en verdad no deseaba tocar para nada el agua. 

-¡NOOOOOOO!, ¡NO QUIERO, NO QUIERO, NO QUIEROOO!, ¡AUXILIÓ!- 

Los menores ignoraron sus quejidos, para meterlo en el baño y encerrarlo, ya que todavía se debía de preparar el agua y las demás cosas para asearlo. 

Unos 20 minutos después los chicos estaban listos para iniciar el espectaculo, pero se quedaron en blanco al ver cómo ahora el lobo estaba de un tamaño un poco más grande y aruñaba las paredes como si quisiera hacer un hoyo. 

Itachi y Hidan se le fueron encima tratando de inmovilizarlo. 

-¡Con un carajo Ren, no te muevas!- 

-¡Relájate, esto será rápido!- señaló el Uchiha. 

Sin perder más el tiempo, el artista tomo un recipiente y comenzó a mojar al guardián, comenzando por su cabeza. 

Al sentir ese cálido liquido, el animal comenzó a relajarse hasta apoyarse contra el suelo. 

-Que bien se siente- dijo Ren con una gran calma que sorprendió a los ninjas. 

Aprovechando el buen humor del mayor, terminaron de empaparlo, para luego echarlo shampoo y esparcirlo, formando en el camino mucha espuma junto con algunas burbujas que entretuvieron al lobo, ya que jugaba a atraparlas con el osico. 

Al terminar de enjuagarlo, estos acercaron las toallas teniando un mal presentimiento. 

-Ren quédate quieto, ni se te ocurra- pero el rubio no logró terminar esa oración ya que lo que más temían estaba ocurriendo. El lobo se sacudió de tal modo que mojo por completo a los menores. 

Resignados decidieron secar a su anfitrión, dejándolo con el pelaje súper esponjoso, así que tuvieron que ir por unos cepillos para acomodarselo. 

-¡Listo!- gritaron los amigos al mismo tiempo, orgullosos de su trabajo. 

El guardián estaba increíblemente reluciente, casi parecía un ser lindo y doméstico. 

-¡Me siento increíble!, ¿quién hubiera pensado que el agua caliente era tan asombrosa?- dijo Ren notando cómo los chicos reposaban sobre el piso. 

-Estoy…. agotado, hm- susurró el rubio. 

-Pero que infierno- señaló Hidan. 

-Ya no puedo dar un paso más- dijo Itachi sintiendo que le pesaban los párpados.

Entonces notaron cómo aquel lobo se les acercó con la intención de olfatearlos. 

-Cachorritos- 

-¿Qué?- preguntaron los ninjas.

-Apestan- soltó Ren mientras movía la cola para todos lados. 

Unos segundos después un fuerte grito se escuchó por toda la montaña, ya que nuevamente el guardián estaba siendo perseguido por los menores. 

Tenía muchas ganas de escribir sobre esta familia 🥰✨❤️

Espero les guste el capítulo ✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨