Tu secreto.
Andrei estaba en una cama del hospital y Marian se encontraba sentado al lado de ella, la chica había caído en un sueño profundo por la incompatibilidad de haber sido Akumatizado por su padre, ¿o por lo menos eso es lo que cree Gabriel Agreste?, la mañana de un nuevo día ilumina el rostro de la chica y ocultaba el cansancio del chico.
Un hombre corría apresurado al oír la noticia de que su hija había sido hospitalizada, al entrar al cuarto miro a su hija dormida y a un chico vigilándola en todo momento, no apartaba su mirada de ella ni por un solo segundo.
-¡Andrei, escuche lo sucedido y corrí lo más rápido que pude!
Una actitud que no se había visto en este hombre desde hace mucho tiempo, no desde aquel incidente con su esposa, un incidente en el cual solo él estuvo presente. Miro a su hija en la cama y no noto reacción alguna en ella; Marian lo vio y se sentía un poco molesto con él.
Gabriel se acercó con su compostura recuperado y se paró frente al chico, lo miro con indiferencia.
-Gracias por traer a mi hija al hospital, ya que estoy aquí creo que ya puedes irte a casa.
Diciéndole que no era necesaria su presencia la iré de Marian llegó a cierto límite, miro una vez a más a Andrei y contuvo su ira.
-Si me permite decirle, no me iré, no importa lo que diga, yo soy su novio y me quedaré siempre a su lado, no importa lo que suceda.
-Palabras vacías viniendo de alguien de tu edad. - dijo de un modo arrogante.
Marian no podía aguantar más, la ira lo recorría y debía liberarla, se para de su asiento y tomo al hombre de su traje, lo miro con un rostro lleno de rabia y gritó lo que debía.
-¡Escúcheme, usted a tratado a Andrei como si fuera su objeto personal y se a olvidado de que es su hija, es una chica con sentimientos que usted intenta reprimir, si usted quiere desaparecer sus sentimientos por ella por mi bien, pero si intenta hacer que sus sentimientos desaparezcan!, ¡¡lo perseguiré por el resto de su vida!!
Marian aún lo sostenía mientras respiraba bruscamente, gritar le hizo perder el aliento. Gabriel solo lo miro sin decir nada, unos segundos después retiró las manos del chico y se acercó a la puerta tranquilamente, se detuvo en seco antes de salir.
-Si tienes la resolución para retarme entonces tienes lo necesario para cuidar a mi hija.
Dijo justo antes de irse del cuarto, callo de rodillas mientras aún respiraba bruscamente, ¿lo había logrado?, ¿había logrado la aprobación del padre de Andrei?, aún no lo sabía, esto podía ser simplemente una desilusión de su mente, bueno realmente no lo era, pero ya se sabe lo paranoico que puede ser Marian.
-Hmm, haah.
Varios quejidos y algunos suspiros se podían escuchar provenientes de Andrei, la chica finalmente estaba despertando, Marian se levanto rápidamente del suelo y se dirigió al lado de ella.
-¡Andrei, finalmente despiertas!
Al ver a Andrei con los ojos abiertos hizo sentir a Marian una fuerte felicidad, cayó sobre el pecho de la chica y soltó las lágrimas que había estado reservándose, Andrei vio a Marian en un estado infantil, no sabía bien lo que había sucedido, pero le gustaba ver a Marian junto a ella, pero le preocupaba no ver a su padre siquiera visitándola en el hospital.
-Marian, gracias.
Levanto la cabeza de Marian y beso su mejilla, el chico levanto la mirada y vio los ojos algo llorosos de Andrei, tomó su mentón y acercó su rostro lentamente al de ella, beso los suaves labios de Andrei, los suaves y temblorosos labios de una chica que aún sienten preocupación.
-Haah, Marian, yo...más, quiero que me beses aún más.
Marian vio el rostro de la chica, un fuerte rubor y unos ojos perdidos en busca de un sentimiento placentero, Marian comenzó a besarla lentamente mientras acariciaba la mejilla de la chica constantemente.
-Disculpen, vengo a revisar a la paciente Andrei Agreste.
La voz de una mujer se escuchó detrás de la puerta cerrado, al instante ambos se separaron y nerviosos se quedaron como piedras, la enfermera entro a la habitación y miro a ambos chicos avergonzados, dio una pequeña risa y se acercó a la cama de la chica.
-Vaya, parece que despertaste, me alegra, tu amigo aquí te trajo cuando estabas inconsciente y estuvo preocupado por ti, ¿qué te sucedió?
-Bu, bueno yo, creo que, tal vez solo fue un pequeño ataque de anemia.
-Bueno, te haré un chequeo rápido, pero creo que tu amigo debería salir por un minuto.
Sin decir nada Marian salió nervioso, pego el oído a la puerta y escucho los diversos quejidos de Andrei.
-¡Ah, está frío, no, ¿en donde me está revisando?, ¿qué clase de chequeo es este?!
Después hubo silencio, Marian espero por varios minutos hasta que al fin la puerta se abrió, la enfermera salió con un termómetro en su mano y con una sonrisa en su rostro.
-Parece que todo está bien, puedes irte cuando gustes, además de que estás en un día perfecto para, bueno, lo dejaré a su imaginación.
Marian evitó la mirada de la enfermera y entro de nuevo con su novia, ella había terminado de cambiarse a su ropa de diario ocultando su rostro de vergüenza, al verla Marian sabía que algo extraño había sucedido en esta habitación.
Sin decir nada salieron del hospital y se dirigieron a un parque, se sentaron en una banca y nerviosos y con los rostros ruborizados ambos hablaron.
-Yo lo...
-Tu primero. - dijo Marian.
-Bueno, la verdad es que, lamento lo que sucedió con mi padre, sé que no puedo desobedecerlo, pero aún así estaré contigo, te amo y nada ni nadie cambiara eso.
-Yo también siento eso, pero hay algo que quiero que sepas, yo, conozco tu secreto.
-¿Se, secreto?, no me digas que...
-Si, sé que eres ChatFille.
-Eh, y, yo, n, no...¿cómo lo descubriste?
-Un día te vi destransformándote en un salón de clases.
-Ya veo, creo que fui muy descuidada, ¿y qué es lo que piensas?
-Me siento, feliz, feliz de descubrir lo maravillosa que eres, pero me encanta aún más la dulce chica que eres, realmente te amo.
-Jejeje, gracias, yo también te amo.
Ambos se tomaron de la mano y se besaron, continuaron aquello que habían empezado en el hospital, claro que en este caso también fueron interrumpidos.
-¡Mama, esos chicos se están besando!
-Hijo, déjalos tranquilos, así se demuestran su amor.
Algo vergonzoso, pero era cierto, estaban en un parque de niños así que era muy extraño para los niños ver a dos jóvenes besándose.
-¡Iuugh, dos personas besándose, consíganse un cuarto!
Un niño impetuoso gritó a la joven pareja, Marian y Andrei salieron del parque apenados y caminaron por las calles de París sin saber a dónde ir. Andrei pensaba, no podían regresar a la mansión Agreste porque si no su tiempo con Marian terminaría, la única opción que quedaba era la casa de Marian.
-Oye, ¿podría quedarme a dormir a tu casa?
Preguntó Andrei parando en seco, Marian la vio y con una cálida sonrisa le dijo.
-Si, claro que puedes.
Estaban en casa de Marian, la cual estaba completamente vacía ya que los padres de Marian habían viajado a cierto evento en el hotel perteneciente al alcalde de París, un evento cuyo significado no se necesita saber.
Ambos entraron al cuarto de Marian algo penosos, se sentaron sobre la cama y continuaron con aquel acto de profundo romance, se besaron con pasión y se acariciaban con cariño, ambos estaban listos para continuar al siguiente nivel de su relación, el amor entre ellos llego a la copa de una montaña, ambos finalmente habían hecho aquel acto conocido como amor.
Otro nuevo día llegó al mundo, el cuerpo de dos jóvenes era cubierto por los rayos de sol mientras abrían los ojos al mismo tiempo. Miraron sus rostros y un suave rubor apareció en ellos, ocultaban sus cuerpos con las cobijas, pero aún así podían sentir el calor que producían.
-Jejeje, buenos días dormilona, ¿cómo dormiste?
-Perfecto al saber que estabas a mi lado.
-Sabes, anoche fue muy, extraño, pero me gusto mucho.
-A mí también me gusto, después de todo lo hicimos juntos.
-Hmm, sabes, espero que después de anoche no solo me quieras por mi cuerpo.
-Bueno, no es como si no te quisiera por el, pero sabes que hay muchas más cosas que amo de ti.
-Jeje, lo sé, pero, tal vez me enamore más de tu, bueno, de tu cuerpo.
Ambos soltaron una pequeña risa antes de abrazarse y volver a dormir gracias al calor que su amor producía, pero ¿qué es lo que sigue para ambos después de lo sucedido anoche?
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