Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Los problemas de Andrei.

La chica entro a su habitación con un rostro completamente ruborizado, lo había hecho de nuevo, había besado la mejilla de Marian una vez más; la vez pasada no había sufrido tanto ya que habían estado en una cita, pero hoy era diferente, solo se encontraron por pura coincidencia.

- ¿Qué pasa niña?, ¿Por qué estás tan roja como tomate? - preguntó su Kwami.

-Be, bese a Marian. - dijo exageradamente.

- ¡Al fin te decidiste por Marian, me siento muy orgulloso de ti, un beso es perfecto para sellar su relación! - gritaba entusiasmado mientras volaba por el cuarto.

- ¿E, eso crees? - dijo ocultando su rostro.

- ¡Claro que si!, por cierto, ¿cómo se sintieron sus labios? - preguntó de manera pícara.

- ¿¡Eh, de qué hablas!? - descubrió su rostro y miro a Plagg avergonzada.

-Pues del beso, al menos de que solo besaras su mejilla y le tomaras tanta importancia como si hubiera sido en sus labios, ¿es así? - preguntó algo molesto.

La chica no dijo nada y solo asintió lentamente decepcionando a su compañero.

-Niña, besar mejillas es algo muy común, si en verdad te gusta el chico debes ser más agresiva y tomar sus labios.

-Ya se, pero aún estoy indecisa, adoro lo tierno que es conmigo, incluso lo defendí cuando estaban hablando mal de él, pero, sigo sintiendo algo por Prince, incluso espero el beso que me prometió con ansias, pero si lo acepto sentiría que le doy falsas oportunidades a Marian.

-Así que te diste cuenta que le gustas a ese chico ¿cierto? - dijo mientras se acercaba a un plato en el escritorio de Andrei.

-Lleva algo de tiempo que lo descubrí, él siempre actúa nervioso conmigo y eso lo hace algo obvio, al principio fingía no notarlo porque quería conservarlo como amigo, pero ahora, lo veo de una manera diferente.

Se recostó en su sillón y miro al techo para comenzar a pensar, su compañero se acercó con un apestoso pedazo de su queso favorito.

-Seguro tienes más miedo de no saber besar. - dijo acercado el queso a su boca.

- ¡Claro que no es eso, puede ser que nunca haya dado un beso, pero sé que debo besar excelente!

-Mira chiquilla, un beso es algo que se da en el momento y que disfrutas con tu boca, como yo comiendo queso, es una sensación mágica. - dijo para después comer aquel pedazo de queso.

-Se que puede ser algo mágico, pero también sé que la magia se siente solo con la persona indicada, que tal si beso a Marian y no siento nada, o qué tal si siento algo, pero él no. - dijo nerviosa.

-Niña, ninguno tiene experiencia besando...posiblemente, así que no sabrán que es un beso perfecto hasta que lo intenten.

-Aja, y ¿qué quisiste decir con posiblemente? - preguntó molesta.

-Tu no lo sabes, pero es posible que Marian ya haya besado a una chica.

-Espero que no sea así.

-Mira, preocúpate de eso hasta que tomes tu decisión, PrinceBug o Marian, es muy sencillo.

-Es fácil para ti decirlo, me pregunto cuándo veré a Prince.

-Esta noche. - dijo repentinamente.

- ¿¡Qué!?

-Acaso no recuerdas, hace una semana que planearon esta rutina de vigilancia que comenzaría esta misma noche, estuviste hablando de eso toda la semana, me sorprende que se te haya olvidado.

-Así que esta noche, me pregunto qué es lo que haré.

En su cabeza la idea del beso rondaba sin fin, ahora quería saber si los labios de Marian eran vírgenes, y si lo eran ella quería tomar su primera vez, pero ella se sentiría culpable si lo hiciera después de besar a Prince.

- ¡Tome una decisión! - gritó asustando a su compañero.

- !Ahhh~, podrías no gritar de repente!, casi haces que tire mi queso al suelo.

- ¡Iré a casa de Marian y lo invitare a una cita y al final lo besare, comprobaré de quién estoy enamorada realmente!

-Eso suena bien, pero ¿no engañarías a Marian si besas después a Prince?

-Bueno, con respecto a eso...pensare en eso después. - dijo para dirigirse a la ducha.

Tomo su segundo baño del día para después escoger algo de ropa perfecta para una cita; había un vestido rojo de cuerpo completo que lucía la espalda desnuda de quién lo usara, ese fue descartado para otro día; una pequeña falda blanca con bordes rosas, una blusa azul cielo y una chaqueta de tela del mismo color que la falda, guardada para un tal vez; este ciclo se repitió diversas veces hasta que al fin se decidió, un vestido negro y la chaqueta de tela blanca.

Se posó frente al espejo y sacó su caja de maquillaje, dio un toque rosado a sus hermosas mejillas blancas, colocó un labial rojo intenso en sus suaves y deseados labios, puso rímel sobre sus largas y hermosas pestañas, pinto sus largas uñas de un color azul cielo y finalmente cubrió cualquier exceso de brillo en su rostro. Solo faltaba su peinado, intento de diversas formas, dos coletas, una coleta, trenzas, y otros más, pero al final se decidió por el cabello suelto.

- ¡Vaya primor, no te gustaría tener una cita conmigo, comeremos mucho camembert!

-Lo siento, pero ya tengo un chico con el cual salir. - tomo su bolso blanco para salir de su cuarto.

-Claro, si es que acepta una repentina cita. - la chica paro en seco.

-Cierto, podría tener planes hoy, creo que esto fue una mala idea. - dijo con el espíritu bajo.

-Piensa eso antes de arreglarte, aún así, ve y hazlo que tenga una cita contigo, no importa qué planes tenga, yo me quedaré aquí a comer más queso.

-Claro que no, tú vendrás conmigo por si surge una emergencia.

-Bien, solo déjame terminarme este pequeño trozo. - tomo aquel queso y lo comió de un bocado y después entró a la bolsa de la chica.

Camino por las calles de París llamando la atención de cualquiera que la viera, era lógico, una hermosa modelo llama la atención de cualquiera; llego a la panadería de los padres de Marian, entro haciendo que la campana de la puerta sonara.

- ¡Bienvenidos, ¿en qué puedo ayudarle?! - gritó una alegre voz de un hombre.

- ¡Vaya, pero si es Andrei!, ¿en qué podemos ayudarte? - preguntó la madre de Marian.

-Bu, buenas tarde, vengo a buscar a Marian para una ci, digo, para que salgamos juntos. - estaba apenada como para decir cita.

-Ya veo, espera un segundo, voy por el. - dijo la señora con una sonrisa en su rostro.

Subió hasta el cuarto de su hijo y lo llevó hasta donde estaba la chica, sin decirle nada de lo que pasaba.

- ¿Por qué tanto afán de que baje?, ya te dije que estoy cansado del gimnasio. - dijo la voz de un chico.

-Créeme que cuando veas lo que te espera ya no estarás cansado. - dijo riendo.

Llegaron hasta la recepción de la panadería y Marian al ver a Andrei no pudo evitar que su rostro enrojeciera, en especial por aquella hermosa ropa que llevaba puesta.

- ¿¡Andrei, qu, qué haces aquí!? - dijo sorprendido.

-Bueno, venia para preguntarte si querías salir a pasear conmigo.

-S, s, salir, co, co, claro, so, solo espera un segundo.

Subió corriendo nuevamente a su habitación en donde lo esperaba su compañera Kwami.

- ¿Qué sucede Marian?, ¿qué quería decirte tu mamá?

- ¡Andrei está abajo y quiere que salgamos, tengo que cambiarme rápido!

- ¡Wow!, ¡ella te invito a una cita, estoy tan feliz por ti!

-Gracias, pero no sé si podría llamarse cita.

Tomo su ropa y se cambio rápidamente, un pantalón negro con pequeñas rasgaduras en el muslo izquierdo, una camisa a rayas blancas y negras horizontales, una chaqueta de mezclilla negra y finalmente una boina negra.

- ¿Co, como me veo?

- ¡Te ves fabuloso, te ves como si estuvieras listo para lo que sea!

-Gracias Tikki, es momento de irnos.

Aló su chaqueta permitiendo al pequeño Kwami entrar en una bolsa dentro de ella, estaba listo para ir a su cierta cita con la chica de sus sueños. Bajo nuevamente a la panadería, los ojos de Andrei veían al atractivo chico con ojos de romance y al mismo tiempo el chico la veía con un hermoso brillo en sus ojos.

-N, nos vamos. - dijo el chico estirando su mano.

-S, si. - contestó nerviosa.

Tomo su mano y juntos se despidieron de los adultos presentes, salieron de la tienda y comenzaron su hermosa cita. Para comenzar fueron a comprar un helado para después comerlo en un banco de un parque.

-Adoro los helados de ese lugar, ¡son tan delicioso! - dijo sonriente la chica.

Marian la veía boquiabierto y con sus mejillas completamente ruborizadas, la chica más bella del mundo estaba comiendo un helado junto a él, parecía un sueño todo lo que están pasando, ella sonreía mientras hablaba con el; el comía su helado torpemente sin dejar de ver a la chica y aún se preguntaba porque tan de repente lo invito.

-Oye, deberías comer tu helado más rápido o se derretirá. - dijo sin dejar de sonreír.

El chico miro el helado de vainilla apuntó de acabarse y posteriormente vio su helado de chocolate derritiéndose y cayendo por sus manos. Lamió el líquido que comenzaba a caer por los bordes hasta que el cono estuviera en equilibrio de nuevo, miro de nuevo a la chica y ella no paraba de mirar el helado de chocolate.

- ¿Qu, quieres probarlo?

- ¿Pue, puedo? - preguntó de forma inocente.

El chico asintió y acercó el cono al rostro de la chica, ella acercó sus labios y comenzó a chupar una parte del helado como si lo estuviera besando, apartó su cabello con sus manos y dejó expuesto su rostro mientras lamia aquel lácteo chocolatado, Marian miraba esto y no podía dejar de pensar en lo hermosa que se veía, estaba feliz de estar vivo.

- ¡Vaya, está delicioso! - apartó su rostro del helado con una pequeña mancha en su nariz.

-E, espera, te manchaste un poco. - dijo Marian nervioso.

Tomo su pañuelo de su bolsa y con el limpio delicadamente la nariz de Andrei, estaba nervioso y su mano temblaba, pero logró limpiar rápidamente la mancha.

-Gracias, eso fue dulce de tu parte. - dijo tiernamente.

-N, no hay de qué.

Continuaron con su cita dirigiéndose al zoológico de la ciudad, este lugar les traía recuerdos a ambos cuando Andrei había organizado una cita para Nina, pero ahora la cita solo le pertenecía a Andrei; visitaron todas las zonas y al terminar ya era la hora del almuerzo, fueron a un pequeño restaurante donde continuaron con su cita, comieron, platicaron y rieron, hasta el momento se divertían.

La última parada fue al cine al que habían ido el día anterior, entraron a ver la película que no pudieron disfrutar completamente, solo que esta vez iban solos y uno de ellos estaba dispuesto a besar al otro; no compraron palomitas ni refresco, en parte para que no sucediera lo mismo que la vez pasada, vieron la película hasta el final sin soltar sus manos, salieron del cine y fueron a casa de la chica.

- ¿Gu, gustas pasar? - dijo nerviosa y con la mirada baja.

-Ah ¿n, no habría problema?

-No te preocupes, esta bien.

Entraron juntos hasta el cuarto de la chica, Marian lo miraba con admiración ya que era la primera vez que no entraba como PrinceBug a ese lugar; se sentaron juntos en el amplio sillón y la chica recostó su cabeza en el hombro del chico, escuchaba el fuerte latir del corazón de Marian y sabía que ambos estaban nerviosos.

-Sabes, me divertí mucho hoy. - dijo el chico.

- ¿En serio?, me alegro, yo también me divertí. - dijo contenta.

-Me sorprendiste cuando llegaste a invitarme de repente, pero ahora estoy agradecido por eso.

-Si, perdón por eso, pero, quería pasar más tiempo contigo este día.

La chica se levanto y vio a la dirección del chico, sus miradas se cruzaban y no tenían la intención de separarse, el chico no podía hablar ya que estaba hipnotizado por los ojos de la chica, esos bellos ojos como esmeraldas lo atraían y hacía que acercara su rostro al de ella, estaban nerviosos, pero dispuestos a lo que venía, cerraron sus ojos y acercaron sus labios lentamente, un simple roce provocó que sus corazones enloquecieran, pero continuaron. Sus labios unidos se movían lentamente mientras se saboreaban, aquel labial desaparecía rápidamente de los labios de la chica, la respiración de ambos se agravaba con cada segundo que transcurría, al final se separaron cansados y con sus rostros tan rojos como un tomate maduro.

-Eso, fue fabuloso. - dijo la chica con una suave voz.

-Si, lo fue. - él siguió la voz de la chica.

Se quedaron viendo sin decir nada, querían volver a besarse, pero no querían parecer codiciosos frente al otro, Andrei sabía que lo que sentía en ese momento era producto de algo mágico, pero aún no sabía qué sucedería con PrinceBug.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro