— ¿Verdad o reto? 

— Reto.

— Mmm… Te reto, te reto, te reto~... Oh, ¡Ya sé! —Me deslicé entre las sábanas, casi como una serpiente que encontró a su presa indefensa…
Mi sonrisa creció aún más al notar lo avergonzada que estaba.— Te reto a besarme, Luce~...

~__~(°^°)~__~

Mis labios chocaron con los suyos, un exquisito sabor a vainilla invadió toda mi boca; su sabor, la textura y suavidad…;

Era tan perfecta… 

Sin embargo me detuve.

Cuando me separé de ella pude ver su rostro, la insatisfacción era evidente en su rostro, sin embargo aún no era el momento… Paciencia, Lucy, tendremos toda la noche.

Y tanto fue que, luego de horas llenas de coqueteos, provocaciones y burlas, por fin llegó lo que ambos estuvimos esperando con ansias...

— ¿Verdad o reto? —Estaba avergonzada, era evidente. Sin embargo en sus ojos se podía ver la tierna determinación.

— Reto... —Sabía lo que vendría, era tan evidente...

— Hazme tuya.

Una nueva sonrisa invadió mis labios.

Chica traviesa~...

No tardé en sentarme a su lado; tomándola de las mejillas comencé a besarla suavemente, disfrutando de aquél sabor tan adictivo y delicioso.

— Mmng-haah~... —Gimió levemente abriendo su boca cuando le mordí el labio inferior. Retomé el beso, pero esta vez introduje mi lengua en ella, disfrutando de la sensación húmeda y cálida.

— Nnng~'... N-Natsu… —Soltó entre besos y gemidos mi nombre.

Oírla en este estado, sentir su excitación y placer en aumento me encantaba; una mezcla entre inocencia y lujuria en un balance exquisitamente perfecto. 

— Mmngh'... —Se mordió el labio, tratando de callar su dulce voz ante la atención que le estaba dando a su lóbulo derecho.

— Quiero escucharte, Luce… —Solté un susurro ronco cerca de su oído, pude sentir como su cuerpo se estremecía ante tal acción.

Nuevamente fui besando su cuello, esta vez los gemidos de satisfacción salían sin vergüenza de sus besables labios…

Me detuve solo con intención de jugar con la otra parte de su cuello, no sin antes pasar por su rostro; dejaba pequeños besos por su mejilla, ignorando completamente sus labios… Pude notar otra vez como se impacientaba, pero no cedí en lo absoluto.

— N-Natsu… —Gimió incómoda, necesitada de más atención que yo con gusto proveería.

Bajé lentamente por su torso aún cubierto por aquel top negro; di un pequeño beso en su estómago y seguí bajando, iba a torturarla, necesitaba que ella misma me lo pidiese…

Retiré con suma delicadeza su falda roja de encajes dejando al descubierto aquella prenda de color negra.

Fui besando su pierna derecha mientras me acercaba cada vez más a su intimidad...

— Haaaah~... —Gimió otra vez cuando exhalé en su intimidad… 

Pase de largo nuevamente y comencé a besar su otra pierna. Mientras más le besaba más iba subiendo; su piel tan suave, tan dulce, tan delicada… Verdaderamente, iba a volverme loco si seguía así...

— P-Por favor...

— ¿Qué? —Lo sabía, sabía exactamente lo que quería.

— Q-Quiero sentirte más, Natsu...

Sin más, aparté sus bragas e introduje dos dedos en su intimidad.

— ¡Mmngh-haaaah~...! —Ignorando su voz, fui moviendo mis dedos de adentro hacia fuera lenta y tortuosamente; deleitandome con las expresiones extasiadas de ella.— M-Má-nngh'... … Más… P-Por favor… —Aumenté la velocidad poco a poco, haciendo que las embestidas de mis dedos fueran más profundas y duraderas. 
Al final pude sentir como su interior me apretaba fuertemente y luego…— ¡Natsu~! —Su cuerpo temblaba fuertemente, arañó y luego sujetó las sábanas en un intento de aguantar las oleadas y oleadas de placer que inundaban su cuerpo…

Yo simplemente retiré mis dedos de ella y lamí gustosamente su venida...— Eres deliciosa, Luce...

Subí nuevamente hasta su torso y levanté su top, dejando libres sus enormes pechos; me quedé embobado viendo detenidamente aquellos erectos y listos botones rosas...

Sin más los capturé entre mis manos y comencé a masajearlos lentamente. 

Su fina voz salía sin vergüenza, ya no intentaba callar los constantes gemidos que amenazaban con despertar a los vecinos...

Llevé uno de sus pechos a mi boca, lo lamía con un poco más de rapidez mientras que con mi mano libre masajeaba el otro.

Minutos, largos minutos en los que centré mi atención sólo en aquellas dos zonas que parecían ser demasiado sensibles para Lucy… 

Sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar debajo del mío, opté por darle el gusto de tocar el cielo nuevamente con un movimiento que ella no se esperaba; mordí levemente su botoncito rosado a la vez que apreté el otro entre mis dedos.

La respuesta fue inmediata...

— ¡HAAAAH~~...!

Elevó su voz nuevamente, se había corrido otra vez...

— Natsu… N-Natsu~... —Incluso si carecía de fuerza suficiente, la lujuria fue suficiente combustible para ella; pues sus ojos detonaban aún más intenciones de seguir adelante...— T-Te necesito aquí… Dentro… ¡L-Lo quiero dent-¡Oooh~! —Sin más me introduje dentro de ella de forma lenta, pero incluso si tuviese toda la delicadeza, era inevitable que el placer sería igualado por el dolor...— d-duele...

— Pronto pasará, Luce...—Cuando atravesé su pequeña barrera, fue el momento en el que la dejé descansar; la dejé que se acostumbrara a mi tamaño.

No pasó demasiado tiempo hasta que su mirada me dió el permiso por el que estaba tan ansioso de ver...

— S-Se gentil...

Estocadas lentas y profundas producían unos adictos y perfectos sonidos de éxtasis que provenían de mi compañera…

La besé nuevamente mientras masajeaba rudamente sus pechos, ella rompió el beso solo para poder gemir más a gusto mientras arañaba con más fuerza mi espalda.

Me suplicaba entre múltiples gemidos; aumenté la velocidad haciendo que la fuerza de las estocadas aumentara… Yo ya estaba en mi límite y ella también, podía sentirlo debido a los renovados temblores de su cuerpo…

Le di el último beso y ella ahogó su orgasmo entre mis labios; aferró sus piernas a mi cadera me corrí dentro de ella…

Ya exhausto, me recosté al lado de ella mientras tratábamos de normalizar nuestras respiraciones. 

— N-Natsu… Deberíamos jugar a esto m-más seguido...

— Cuando tú quieras, Luce.

¿Cómo podría negarme…?

•Nasho-Sama•