Sonaban los gritos de Sizu y los tres chicos, llamando a Jasón en alguna playa lejana. "Jasón, ¿dónde estás?", gritaba Kevin. Desde que pasó la tormenta de los genios del viento, la dragona y los jóvenes buscaban desesperadamente a su Dios.

Cuando Jasón se precipitó en el abismo, Sizu intentó seguirlo, pero el viento los había arrastrado lejos. Después de que los gigantes dejaron de pelear, la dragona junto a sus jinetes buscaron a Jasón en el mar, pero ya no estaba allí. Lo único que encontraron fue su pentagrama dorado enredado en un coral.

"No, sin su pentagrama dorado estará indefenso", dijo Kevin. "Esto es culpa mía, debí haberlo protegido, pero me dejé llevar por mi ira", lamentó el joven de cabellos negros. "Escucha, Kevin", dijo Tristán poniendo una mano en su hombro. "No debemos culparnos, eso no ayudará en nada. Ahora debemos estar unidos para encontrar a Jasón lo antes posible y salvar a este planeta", dijo el rubio con una amabilidad que nunca antes había mostrado. "Gracias, Tristán", dijo Kevin secando sus lágrimas. "¿Qué te ha pasado, chico zorro?", dijo Adnan. "¿Desde cuándo eres tan amable?". "No te acostumbres", contestó el cambiaformas. "No perdamos tiempo y comencemos a buscar a Jasón".

Mientras tanto, Naitray y Bloody Rose vagaban por las calles oscuras de una ciudad abandonada, que se asemejaba a una ciudad de la Tierra y recordaba a Naitray la película "El Pianista". No había un solo edificio que no estuviera destrozado y algunos transmitían una extraña sensación, como si estuvieran embrujados. Caminaron sin rumbo y entraron a algunos edificios, pero solo encontraron muebles rotos. Una vez encontraron sobre una mesa un plato con un viscoso líquido negro y un trozo de pan duro como roca. Naitray tenía mucha hambre así que comió de ambas cosas, aunque le parecieron repulsivas, lograron quitarle el hambre.

Solo pensaba en lo mucho que le gustaba el pastel de chocolate de su madre y al mismo tiempo en lo mucho que la extrañaba. "Nunca debí irme de la Tierra", pensó y se prometió a sí misma encontrar la forma de volver a su hogar.

Las dos chicas volvieron a vagar sin rumbo por la ciudad durante horas, atravesando barrios, pero Naitray no le prestaba atención a nada. Eran dos solitarias vagabundas, como dos espíritus lamentándose.

Pero de pronto se detuvieron al escuchar gritos desgarradores, desesperados e inconsolables que no se detenían. Las chicas se voltearon para ver de dónde venían. "¿Y si buscamos el origen de ese grito?", preguntó Rose. "Está bien, ya no tenemos nada que perder", dijo Naitray con su nueva actitud indiferente hacia todo.

Las chicas caminaron guiadas por el sonido hasta llegar a un lugar aún más oscuro y sucio. Allí encontraron una jaula de hierro, similar a la que había encadenado a Rose antes, pero dentro de esta estaba encerrado un muchacho pálido, de cabello negro como el ébano y ojos rojos como la sangre. Naitray y Rose se acercaron sin hacer ruido, pero el chico aún así notó sus presencias. Levantó la cabeza y sus ojos se encendieron como llamas del infierno. Durante un rato, los tres se miraron fijamente sin decir una palabra.

Porfión, el chico, dejó salir su profunda voz, seductora y peligrosa. "Váyanse de aquí", dijo. "Déjenme morir tranquilo". Las chicas no se movieron y Naitray casi en un susurro contestó, "Te oímos gritar, por eso vinimos". El chico echó hacia atrás la cabeza. "Yo no las llamé", dijo. "Solo me estaba lamentando". "¿Quién eres?", preguntó Rose mientras Naitray se acercaba más. "Mi nombre es Barney", dijo el chico. "¿Por qué estás en esa jaula?", preguntó Naitray. "Me olvidaron cuando los habitantes de esta ciudad se fueron. Ellos me encerraron aquí", respondió. "¿Adónde se fueron?", preguntó Naitray.

Pero el chico no respondió. "Tú eres de aquí", dijo el chico señalando a Rose, "pero tú no, pequeña extranjera", dijo señalando a Naitray. "¿Qué estás haciendo aquí?", Naitray bajó la cabeza. "No sé cómo llegué aquí, ni siquiera sé cómo se llama este lugar", dijo la chica de cabello azul. "Esta es la Ciudad de las Sombras, la capital del país de los horrores", dijo el chico, sorprendido de que esa chica extranjera no mostrara miedo al estar junto a él.

"Y ustedes, ¿quién son?", preguntó el de ojos rojos. "No somos nadie", contestó Rose. "¿Qué quiere decir eso?", preguntó el chico enjaulado. "Eso significa", contestó Naitray, "que alguna vez fuimos alguien, pero ya no". El chico se humedeció los labios; él conocía muy bien la sensación de cuando una persona olvida quién fue alguna vez.

"Si eso es así", dijo el chico, "podemos hablar un rato más, porque nadie me estará escuchando". Las chicas asintieron. Luego Naitray preguntó, "¿Y no podría nadie sacarte de esa jaula?" Los ojos de Barney volvieron a arder y comenzó a jadear como si estuviera excitado.

"Y tú, ¿quieres ser libre?", preguntó la chica. De pronto, el chico pareció muy cansado. "No puedes. Y si estás a mi alcance, las haré pedazos a las dos", dijo Barney. "¿Y qué pasa si yo te destrozo primero?", dijo Rose de forma amenazante pero al mismo tiempo dulce.

Naitray reflexionó. "Tal vez pueda encontrar algo de comida para ti", dijo. Barney abrió los ojos y la boca. "Vete a la mierda, perra necia. ¿Acaso quieres que viva hasta que llegue la oscuridad?"

"Pensé", dijo Naitray, "que si te daba comida, ya no querrías destrozarnos y podría encontrar la forma de sacarte de esa jaula". Barney rió. "Si fuera una jaula normal la que me detuviera, ya la habría destruido. Pero esta jaula tiene un hechizo; no desaparecerá hasta que yo muera", dijo el chico.

"¿Y quién te encerró allí?", preguntó Naitray. Barney comenzó a gemir y cuando terminó dijo, "Fue Eclipse, el príncipe de las tinieblas". "¿Y dónde fue él?", preguntó Naitray. "Él y todos los de esta ciudad se lanzaron a la oscuridad".

Naitray recordó las sombras que vio lanzarse a la oscuridad hace un rato. "¿Y por qué no huyeron?", preguntó la joven de cabellos azules. "Ellos eran fanáticos de la oscuridad; la veían como su Dios. ¿Y quién no quiere unirse a su Dios?", dijo Barney. "Además, ningún habitante de Oblivion puede resistirse mucho tiempo a la oscuridad".

Después de decir eso, Barney volvió a reír. "Y tú, ¿quién eres?", dijo Naitray. "Hablas como si no fueras un habitante de Oblivion". "No lo soy", dijo Barney. "¿Entonces qué eres?", preguntó Rose. "No saben qué soy", dijo Barney. Las chicas negaron con la cabeza. "Yo no soy de este mundo. Hay otros mundos, como el de los humanos: el mundo visible y el mundo invisible. Yo soy de estos últimos; de los que pueden pasar de un mundo a otro. En el mundo de los hijos de Adán, soy solo un concepto , una voz que está dentro de la cabeza de todos , y si alguien me escucha lo suficientemente bien , los demás lo llamaran loco - dijo Barney .

- pero aquí tengo mi propio cuerpo físico- las chicas se sentaron en el suelo polvoriento , - así que tu también estas en el mundo de los hombres - dijo Naitray , - puedes enseñarme el camino para llegar allí, - los ojos de Barney volvieron a brillar , - para ustedes llegar allí es muy fácil- dijo el chico, - que tengo que hacer para ir- pregunto Naitray , con determinación .

- lo mismo que todos an estado haciendo, saltar a la oscuridad - Naitray se puso de pie , - gracias, gracias a ti ahora se que hacer - , - yo iré contigo - dijo Rose .

- espere un poco - dijo Barney , - una vez que estén allá, ya no serán lo que son aquí, - , - y que vamos a ser - pregunto Rose - , Barney no hablo por un largo rato , hasta que porfin inhaló profundo y dijo .

- serán sueños , - dijo el chico - sueños que siegan a los humanos , de forma en la que ya no distinguen la realidad de la fantasía, allí los llaman a ustedes mentiras- , Naitray y Rose se quedaron pasmadas , - allí los llaman , mentiras fantasías, niñerías , para ellos ustedes solo son personajes , en papel , o el la pantalla de un televisor , allí ustedes solo son fantasías, que los humanos tienen cuando son niños , y si cuando crecen no se olvidan de ustedes , los envían psiquiátricos , - eso hizo temblar a Naitray .

- para ellos , ustedes no son reales solo son entretenimiento , - dijo Barney , - los humanos los crean para hacer negocios, o para convencer a los demás de pensar igual a ellos - dijo con una sonrisa llena de malicia .

Naitray y Rose cayeron al piso, Rose estaba con los ojos lagrimeando , y Naitray , estaba pensando , - así es como ellos me ven - , - pero no se apresuren - dijo Barney - tarde o temprano, la oscuridad también las absorberá , y serán solo fantasías en la mente , de un muchacho que no sabe nada de la vida Real- Naitray soltó una lágrima al oír eso .

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Continuará.