O3. De pañales y conferencias.
En una tarde cualquiera de un día de semana, con el sol entrando animadamente por las ventanas, Yeonjun arreglaba de forma insistente y exageradamente perfeccionista sus mechones de cabello que estaban algo revueltos sobre su cara frente al gran espejo de la sala de estar, al mismo tiempo intentaba decidir si debía usar o no lentes para su importante reunión junto a los ejecutivos del bufete de abogados.
¿Con o sin? Esa era la cuestión.
Se colocó los lentes, se miró en el espejo, se los quitó y se volvió a detallar. Suspiró al no poderse decidir.
一Kai 一llamó Yeonjun al niño que ignorante estaba jugando con sus peluches en el sofá y volteó a verlo de inmediato一, ¿Lentes? 一Preguntó, señalando el accesorio que llevaba puesto.
El infante frunció sus pequeñas cejas al no poder reconocer al señor frente a él.
一Feo 一fue todo lo que dijo el bebé antes de volver a los importantes asuntos de Toobin y el señor comisario Toto.
A Yeonjun, por otra parte, se le fue la mandíbula al suelo por la indignación, ¿Cómo un bebé puede herir tanto tú orgullo en una simple palabra?
Dolido, el peliazul hizo un mohín, se sacó los lentes que cargaba y los dejó en cualquier parte mientras continuaba arreglándose.
Él había llamado a su empresa hace unos días atrás, notificando que por problemas "personales" debía comenzar a trabajar desde casa. Gracias al hecho de ser uno de los abogados destacados en el cuadro de honor, no fue muy complicado endulzar a sus superiores y conseguir el permiso para continuar con su oficio desde donde pudiera asegurarse que Kai no saldría volando por el segundo piso mientras no estaba.
Entre todas las cosas de trabajo de casa había una reunión verdaderamente importante a la que no podía faltar. Sin embargo había un detalle; tenía a Kai a su cargo ahora. No podía llevar al bebé a la oficina, mucho menos dejarlo a cargo de Yeosang 一tampoco era como que el rubio tuviera tiempo para ello entre su trabajo de medio tiempo y sus competencias de LOL en Twitch junto a sus amigos一, no tenía tiempo para contratar una niñera y dependiendo de su desempeño en la reunión sabría si le aumentaban el sueldo o no.
Así fue como terminó llegando al acuerdo de hacer su parte por videollamada.
Luego de darle vueltas a la cabeza, decidió que colocaría todo en el comedor, usando una de sus paredes grices como fondo sólido, su material de defensa estaba cerca y todo parecía en orden. Computadora, audífonos inalámbricos para poder ponerse de pie, notas escondidas, internet medianamente decente, el internet del vecino por si el suyo fallaba, ¡Estaba completamente listo! Revisó la hora en su teléfono al terminar con su revoltoso cabello azul, y al notar que solo le quedaban díez minutos más para empezar, cargó a Kai en sus brazos 一quien con una pequeña carita sorprendida llevó a Toobin y Toto con él一 y caminó hasta su habitación en el segundo piso de la vivienda.
一Kai, necesito que te quedes tranquilo ¿Bien? 一Explicó Yeonjun, dejando al niño en su cama con sus peluches y la televisión encendida a un volúmen moderado en un canal infantil.
Alejó cualquier cosa peligrosa 一tijeras, medicamentos, shampoo incluso...一 y las guardó en un cajón lo suficientemente alto como para que el pequeño castaño no pudiera alcanzarlo.
Al terminar se dio la vuelta, vio como el bebé continuaba jugando con sus dos amigos de felpa sobre la cama, usando la tele como banda sonora, y se fue, dejando la puerta entre abierta por si el infante lo llamaba o necesitaba salir.
Estando ya en el comedor encendió su computador y conectó todo lo necesario para iniciar la conferencia, respirando hondo a la vez que repasaba sus líneas con concentración.
Todo iba a salir bien.
(...)
Veinte minutos habían pasado, y ahora Kai estaba mirando con el ceño fruncido aquel programa de aspecto muy colorido y que tenía una cerda bastante irritante como protagonista, sintiéndose confundido por la misma existencia del personaje.
¿Por qué era tan egoísta y mandona?
Le caía mal.
Luego de resoplar con todo el fastidio que su pequeño cuerpo podría acumular, el niño miró a su alrededor, buscando la caja mágica con la que Yeonjun le había dado vida a la televisión y encontrando el objeto lo poco después en el mueble que estaba junto a la puerta.
Se bajó de la alta cama como un montañista profesional, agarrándose de la sábana azul para bajar lento en lugar de caer estrepitosamente, ignorando que había desordenado todo, luego de lograr su cometido se encaminó hasta el mueble mencionado. Hizo lo que había aprendido en casa; se subió hasta la parte de arriba con ayuda de la manillas de los cajones y estirando su pequeño brazo lo más que pudo alcanzó a tomar el control remoto.
Con cuidado bajó, ya estando en el suelo dio pequeños saltos similares a los de un pingüino hasta llegar frente a la televisión y apuntar al gran aparato con el control que quedaba realmente grande para sus pequeñas manos.
一Chao pupa 一se despidió el castaño al momento en el que presionó cualquier botón con la esperanza que fuera para cambiar el canal.
Pero no fue así.
El infante juntó sus cejas, presionó de forma brusca otro de esos botones de colores y símbolos raros, logrando cambiar de canal luego de mucho esfuerzo, pero arrepintiéndose en cuanto una gran cosa fea saltó hacia la pantalla.
Del espanto el bebé cayó sentado en el suelo y con los ojos muy abiertos a la vez que sentía un peso en su pañal.
Oh-oh.
(...)
一... Considero que el caso de la señora Hamilton debería quedar aquí, ella no está dispuesta a colaborar con nosotros y la ley está de su lado 一alegaba Yeonjun, respaldando su punto de vista bajo la atención de aquellas trece personas que lo miraban al otro lado de la pantalla.
Alguien más tuvo la palabra cuando sintió como algo 一o alguien一 jalaba de su pantalón. Disimuladamente miró de reojo al niño a su costado.
一¿Qué pasa? 一Interrogó en un susurro Yeonjun al niño que señalaba su propio pantalón.
一Pop 一respondió Kai, inflando sus mofletes de una forma graciosa.
Razón por la que el peliazul creyó que simplemente quería algo de atención.
一Kai, no puedo jug-...
一Señor Choi, ¿Con quién habla? 一Interrogó su jefe al otro lado de la pantalla, detallándolo con una ceja enarcada.
一Co'migo 一contestó Kai en voz alta, Yeonjun lo disimuló carraspeando.
一Con nadie, señor Cha 一mintió fluidamente el aludido con una sonrisa avergonzada一. Continue, por favor.
Poco convencido, el CEO Cha dio luz verde y la conferencia continuó con la explicación de Choi Soobin, y Yeonjun realmente intentó mantenerse atento, pero Kai no dejó de intentar llamar la atención del mayor, su pañal se sentía tan pesado que era molesto.
一'Apa 一Llamó Kai mientras jalaba el borde de su saco negro一, papa~.
Pero a pesar de todos sus llamados y los cientos de pequeños golpeas que dejó en su muslo, Yeonjun no dejaba de ver aquella rara caja plana. Kai frunció el ceño en desagrado, estaba sufriendo grandemente y el mayor no se daba cuenta por estar concentrado en ese extraño, pero sorprendente aparato. Suspirando de forma exageradamente dramática, dejó el saco del mayor en paz.
Yeonjun suspiró internamente cuando sintió que Kai se detuvo, creyó que finalmente podría acabar la conferencia, pero se alarmó en demasía cuando pudo ver de reojo como el bebé movía una silla hasta su lado, empujándola y dejando que sus patas chillaran escandalosamente al hacer fricción contra el piso.
一Kai, no 一regañó Choi entre dientes, falsamente sonriendo y sin poder mirar al niño realmente, manteniendo su vista en la pantalla一. Choi Kai, detente.
El bebé de todas formas 一ignorando completamente los ojos abiertos en advertencia del mayor一 llevó la gran silla hasta un costado de Yeonjun, alertando a las otras personas en la conferencia que pudieron escuchar el ruido que provocaba la silla y confundiéndolos al no ver reacción por parte de Yeonjun.
Todos hubiesen ignorado eso al igual que Yeonjun si no fuera porque un bebé montado en una silla inconscientemente hizo aparición a un costado de la pantalla.
一¡'APA VAYO! 一Exclamó Kai en un tono mucho más agudo que el suyo, reclamando atención.
Ante el grito del bebé todos quedaron estáticos en su lugar, Soobin 一quien tenía la palabra en ese momento一 dejó caer su mandíbula al ver aquella desconocida melena castaña. Yeonjun, deseando que la tierra lo tragara, giró su cabeza lento hasta que alcanzó a ver al niño.
一¿Baño? 一Inquirió Yeonjun, ya resignado.
Kai asintió frenéticamente.
El peliazul asintió como respuesta, regresó momentáneamente su atención a sus compañeros y jefes de nuevo, todos impactados aún.
一Señor, lo lamento mucho, debo atender un asunto. El ni-...
一¡Popó! 一Vociferó Kai, interrumpiendo y adelantándose a la excusa del mayor mientras miraba a la pantalla también y fruncía el ceño al ver un montón de hombres ancianos o feos.
Feos porque por ellos Chonyun no le prestaba atención.
Por otro lado, el mayor asintió.
—Eso.
El peliazul se levantó de la silla y tomó al bebé entre sus brazos, cargándolo con cuidado, para luego 一con algo de dificultad一 hacer una pequeña reverencia y finalizar la llamada.
Ya luego pensaría en qué decirle a sus superiores sobre el niño.
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