O2. De Fruit Loops y discusiones tontas.
Definan "ignaro".
Ignaro, adjetivo, significa ignorante.
Ahora, definan "ignorante".
Viene de aquel que posee ignorancia, es decir, un sujeto al que le falta instrucción o conocimiento sobre algo, ya sea general o particular.
Con eso en cuenta...
Todos somos ignorantes en algún momento sobre algún tema, tal vez desconoces de la situación de un par de niños caminando a altas horas de la noche por la calle, ignoras la existencia de una pareja gay coreana compuesta por un rockero y un amargado, no estás atento sobre la existencia de una gira en los planes de tu artista favorito o no sabes sobre lo que está actualmente en tendencias de tus redes sociales más distantes, entre otros ejemplos más. Podrías decir que no, que conoces muchas cosas y tu mente ya sabe todo lo que podrías saber a tu edad, pero en realidad hay muchas cosas que desconocemos, cosas 一objetos, historias, situaciones, actividades...一 de las que somos ignorantes en este momento.
Por ejemplo...
Yeonjun al principio creyó que alimentar a un niño era sencillo.
Solo necesitaba hablarle lindo, un par de gestos divertidos, una canción pegajosa, caricaturas llamativas y sin problemas el pequeño abriría su boca para ser alimentado de forma responsable, limpia y tranquila, tal como un niño grande. Pero oh, no, no, no... Las cosas no funcionan así, y se dio cuenta que no era tan sencillo como lo pensaba en el momento en el que terminó en WikiHow buscando un tutorial para alimentar a una criatura de dos años.
Era un iluso, un ignorante.
Y al final había caído tan bajo que su historial de búsquedas había quedado en algo como...
"Cómo darle de comer a un bebé".
"Cómo calmar a un bebé".
"Cómo hacer que un niño deje la hiperactividad luego de comer chocolate".
Yahoo respuestas resultaba inútil en ese momento.
一Estúpido Yeosang 一murmuró Yeonjun entre dientes mientras seguía tecleando agresivamente su computador en busca de una solución para el dolor de estómago que había hecho llorar al pequeño Kai.
一¡Sigo aquí!
El menor giró su rostro hacia un costado, su expresión era oscura, probablemente su paciencia se había agotado en el momento en el que el ciudadano a su costado había aparecido con papilla para niños de un cuestionable componente principal, componente el cual el pequeño NingNing había escupido en su cara en cuanto sus sensibles papilas gustativas fueron testigos de su asqueroso sabor. La expresión del rubio era ofendida, por otra parte.
一Sigues siendo igual de estúpido.
一No digas cosas feas frente al bebé, imbécil 一pidió el mayor con destellante indignación, cubriendo las orejas del niño que estaba sentado en su pierna derecha con un largo puchero, dando pequeños brincos insistentes porque se quería bajar y el malestar en su pequeña barriguita no se iba.
一Feo tú y nadie te dice nada.
El mayor abrió su boca y sus ojos por igual, plenamente indignado, dispuesto a comenzar una riña.
Cosa que sí hizo, por cierto.
一Eres un malagradecido.
一Al menos soy mucho más responsable de lo que tú lo serás nunca.
一¡Soy muy responsable! 一Objetó el más bajo.
一¿De verdad? ¡Me alegra mucho! Ahora, ¿Podrías recordarme quién fue el que permitió que una iguana llegara a mi nevera hace unas semanas?
一¡¿Cómo iba a saber yo que las iguanas se interesaban en los refrigeradores abiertos?! 一Exclamó en un susurro entre dientes el mayor de los dos supuestos adultos que mantenían ignorante al infante al obstruir su sentido auditivo de una forma pobre.
Ambos discutían cual niños, tirándose insultos tontos, miradas irritadas y mofas ridículas para molestas a su adversario, todo eso mientras buscaban una solución para calmar al bebé de melena castaña que no se sabe cómo había alcanzado a comer una barra de chocolate de la bolsa que había traído Kang desde la tienda hace un rato. Simplemente se descuidaron unos segundos y de la nada ¡Bang! Kai se había comido un chocolate con todo y empaque.
Nota: Hay que enseñarle a Kai como abrir un empaque.
Aún así, continuando con la dupla mayor...
Las burlas en la discusión eran pobres, pero aún así mantenían su supuesta "conversación de adultos" que se acercaba más a una malcriadez infantil llena de estrés. Y es que aún así era divertido, tanto Kang como Choi 一aunque fueran muy buenos amigos que se apoyaban veinticuatro siete一 se insultaban cada que podían con discusiones que no los llevaban a ningún lado y que eran parte de su paquete de amistad.
Tómalo o déjalo.
Sencillamente hilarante.
Mientras ellos tenían su momento, Kai concentraba su vista en su nariz, mareándose a tal punto que frunció su ceño, aún sin dejar su entretenida actividad la cual lo mantenía distraído de su "sufrimiento".
一Mira, tú, cabello de avatar 一llamó el rubio con una expresión irritada.
一¿Cómo me llamaste, enano aplastado? 一Inquirió Yeonjun.
一¿No escuchaste, pitufo estirado?
一Habla un poco más alto, no quiero encorvarme para escuchar al chichón de piso.
Entonces las manos de Yeosang pasaron de cubrir las orejas de Kai a intentar asfixiar 一no seriamente一 al de cabello cual metileno.
Confuso, pero aprovechando la situación, Kai se había bajado de su lugar en la pierna del rubio, al tocar el suelo sonrió, sus ojos brillando por haber logrado su cometido. Ahora estaba corriendo como un pingüino 一tal vez por el pañal o por ninguna razón particular一 en dirección a la cocina gran cocina de color bancos y grices, al cruzar el umbral del gran marco que cumplía su papel como divisor, el pequeño se sintió como un gran explorador en tierras desconocidas, una gran aventura se estaba maquinando en su creativo cerebro. Con la emoción de un niño con una misión asignada, el bebé inició su búsqueda de aquello que había visto, pero no le dejaron ni tocar, desde su lugar detalló los alrededores, la cocina convirtiéndose en la cueva de metal y de ultra tecnología de un científico loco que tenía en su poder algo de suma importancia para la humanidad.
Fruit Loops.
Aros de cereal con sabor frutal, llenos de azúcar, con un olor espectacular y unos colores vibrantes que le decían al niño "cómeme".
Y Kai no era quien para decirle que no a esa tentadora caja de cereal en el gabinete de puerta transparente que en su cabeza parecía una travesía única para salvar al mundo.
Pero, esperen, su estómago dolía. ¿Cómo iba a llegar hasta allá?
Dramático, el bebé suspiró, cruzando sus bracitos de una forma adorable.
A la popó, ¿A quién le importa un dolor de estómago? Ni que fuera a escalar con la barriga.
Mientras tanto, en la sala de estar continuaban Yeonjun y Yeosang, ignorantes de la gran travesía que estaba llevando el pequeño Choi, manteniéndose encerrados en su momento. Ahora estaban uno encima del otro de una forma comprometedora para alguien sin contexto, agresiva para el rubio que tomaba y jalaba con fuerza los cabellos de la nuca del menor y para el peliazul que sacudía los hombros del más bajo mientras que con sus pulgares presionaba por encima de sus clavículas.
Batalla campal.
一Me vas a hacer una marca, imbécil 一se quejó Kang con voz distorsionada.
一¡Tú me vas a dejar calvo!
一Yo no, el tinte.
Y los mayores no dejaron de discutir en ningún momento, al menos no hasta que escucharon un estruendoso golpe en la cocina, ollas cayendo, un plato quebrándose y una silla rodando hasta impactar contra el suelo. Ambos se detuvieron en seco y se miraron fijamente por un momento con sus ojos bien abiertos.
一¿Dónde está Kai? 一Preguntó Yeonjun.
Yeosang se mantuvo en silencio, el peliazul igual y parpadearon un par de veces antes de salir corriendo hasta el lugar del suceso.
Al llegar allá, el corazón de Yeonjun dejó de latir por tres segundos.
La escena era entre graciosa y dolorosa.
En el suelo había un pequeño niño castaño con una caja de cereal en su cabeza, aros de cereal de fruta caían del empaque, estaban sobre él y a su alrededor, ensuciando todo el suelo. Un plato de porcelana estaba quebrado un poco más atrás de él, el alto banco que había escalado para llegar hasta su objetivo había caído, y para sorpresa de los mayores, el niño solo estaba moviendo su cabeza de lado a lado, preguntándose curiosamente quién había apagado las luces.
一¡Esto no es mi culpa! 一Se excusó Kang en el primer momento.
一¡Si dices que no es tu culpa de primero pareciera que sí!
Yeosang comenzó a alegar a su favor, buscando mi excusas para probar su inocencia, mientras que Yeonjun lo regañaba como si fuese mayor de la relación, señalándolo insistentemente con su dedo índice e incluso jalando su oreja como una anciana enojada, logrando que Yeosang chillara como un animalito, sin que ninguno en realidad se diera cuenta que Kai estaba tosiendo y dando arcadas dentro de la caja que continuaba sobre su cabeza, haciendo que más Aroa de frutas cayeran cada que carraspeaba.
¿Sabían que algunos bebés no pueden digerir bien el chocolate?
一¡Tú le diste chocolate! 一Aseguró Yeonjun, en el fondo se escuchó a Kai toser.
一¡Mentiras! Él lo robó de mi bolsa, ¡Eso era para mí! 一Más tos abrumó al infante.
一¿Compraste chocolate para ti con mi tarjeta? 一Inquirió el de cabello azul con una mirada filosa, como si en cualquier momento fuera a arañar al rubio.
A este punto de la historia Kai ya se había quitado la caja de la cabeza por su propia cuenta, su cara estaba completamente rojita y la tos no cesaba, más bien parecía aumentar. El menor caminó con sus pequeñas piernas hasta donde los mayores, quienes seguían en su propio mundo donde parecían ser esposos en una pelea matrimonial, pero en todo el camino el pequeño no había dejado de hacer aquellas arcadas involuntarias.
一'Ap-...
一¿Crees que trabajo para comprarte chucherías? ¿Eh?
一Ya, no es para tanto. Al rato te lo pago.
一P-... Pap-...
一¡Ya!, Il riti ti li pigui 一se mofó el menor, haciendo una irritante imitación sobre la voz del rubio一. Patrañas, Yeosang, ¡Vas a tardar quince años en devolverme mil wones!
一¡'Ap-...!
一¿Ves? ¡No es nada! Tu salario es suficiente par-...
Y Yeosang pudo haber terminado de hablar de no haber sentido algo tibio sobre sus pies y escuchar como algo líquido caía al suelo de forma repentina. Espeso, caliente y con un asqueroso olor a saliva que se sentía lejos. Yeonjun al sentirlo también, 一y teniendo algo de miedo de lo que iba a ver一 bajó la mirada hasta sus pies al mismo tiempo que el rubio frente a él.
一Oh, mierda... 一Soltó Yeonjun con un tono y expresión de pleno asco.
一No, no, mierda no. Vómito 一corrigió Yeosang con simpleza, solo para molestar.
El peliazul miró a su mayor por unos meses de forma irritada, su ceño fruncido y ojos entrecerrados hubiesen intimidado a cualquiera, a excepción del mayor, quien lo vio de reojo e inmediatamente lo comparó con un burro con sueño. Un par de segundos después regresaron sus vistas al punto inicial, observando con una mueca de desahrado el líquido espeso de color amarillo tendiente a marrón y temperatura cálida que se escurría lentamente por los pies de ambos hasta el suelo.
Por otro lado, Kai se sentía mejor.
一Esto es tu culpa 一aseguró Yeonjun, dispuesto a iniciar otra ridícula discusión.
一Hijo de p-...
Entonces el bebé hizo el ademán de volver vomitar y los dos mayores exclamaron por igual:
一¡KAI, NO!
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