Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8. VENGANZA.

Nota:Dios les bendiga hoy y siempre.

Este capítulo lo quiero dedicar para una persona muy especial como lo es JaelKaren.

Espero que estés disfrutando el libro yo me gozo de verte en las notificaciones.

Dios te bendiga.


Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 15
21 La necedad es alegría al falto de entendimiento;
Mas el hombre entendido endereza sus pasos.



«Definitivamente la voy a matar».

Uno quiere ser buena persona pero la gente como esa demonia no ayudan para nada.

Un retorcijon en mi estómago hace que suelte un quejido.

—¿Seguro que estás bien? —vuelve a preguntar la chica.

—seguro —respondo —es solo que me estoy tomando mi tiempo, no es más.

Tomo aire tratando de aguantar este terrible dolor de estómago que me está matando.

«Me temo que voy a ser mamá sin siquiera pensarlo».

«Voy a ser mamá soltera».

Con dificultad marco el número de uno de mis hombres.

—digame joven Méndez —contesta.

Aprieto los dientes con fuerza para no gritar al sentir una nueva punzada.

—necesito que le hagas llegar el regalo de bodas a la esposa de J2, no importa si ya está al otro lado del mundo. —le ordeno.

Nuevamente me sigo quejando de este horrible dolor.

—como usted mande joven Méndez —responde.

Eso es lo que me gusta de mis hombres, que sean gente eficiente no unos buenos para nada.

—tambien necesito medicina para calmar el daño de estómago ahora mismo —le exijo.

—si señor —contesta.

Una hora después.

Finalmente vuelvo a ser yo.

Me rio de manera maliciosa al saber que mi regalo para Linda va de camino, solo espero que llegue en el momento ideal y que todo salga como lo tengo planeado, aunque no será muy agradable ver el regalo si Deimond está ahí con ella, pero bueno.

Ahora que me siento bien terminaré lo que había empezado.

Llegó dónde está mi chica, se encuentra sentada en el mueble viendo una película.

Me siento a su lado giro su rostro y me acerco para besarla.

No alcance siquiera a tocar sus labios cuando el timbre del apartamento sonó.

«Tiene que ser una bendita broma».

«Dónde llegue a ser ese chófer, lo despido».

Me paro y voy hacia la puerta pero antes de abrir miro por la pantalla.

«¿Es enserio?».

La persona que está tocando el timbre es nada más y nada menos que Elisa.

«Que fastidio».

«¿Acaso no se cansa de mendigar amor?».

Me alejo de la puerta y voy hacia donde esta mi chica.

—¿Quien es? —pregunta ella.

—alguien sin importancia —respondo.

La cargo en mis brazos y la beso como si no hubiera un mañana mientras camino con ella hacia la habitación.

Horas después.

Me encuentro acostado en la cama mientras la chica descansa en mi pecho.

Se ve hermosa, es solo que ya se me pasó el gusto, ya no la veo como antes.

Siempre es lo mismo, después de estar con una mujer, ya no quiero saber de ella.

Por eso estoy más que seguro que jamás me enamoraré.

Tomo mi teléfono y le envío un mensaje al director mientras ella duerme plácidamente.

Su teléfono comienza a timbrar, ella se va despertando poco a poco.

—¿Si? —contesta la llamada.

Sé perfectamente quién es, pero hago como sino supiera.

—enseguida director —dice parandose rápidamente de la cama.

«Eso si que fue rápido».

—lo siento amor —dice recogiendo su ropa que está en el suelo —tengo que irme, el director me acaba de llamar. —hace un puchero.

Yo finjo pesar.

—y yo que te quería conmigo toda la noche —me lamento.

—ya será en otra ocasión —dice terminando de vestirse, me manda un beso en el aire.

«No habrá otra ocasión».

—dejame despedirte —me pongo de pie y busco una pantaloneta.

Peino un poco mis cabellos con los dedos y voy hacia la salida con ella.

Me da un beso al cual no correspondí antes de salir.

Abro la puerta y para sorpresa mía ahí está Elisa.

No puedo creer que halla esperado tanto tiempo, eso es no tener amor propio.

La chica se queda mirándola de manera despectiva de pies a cabeza al ver que parece puro una monja vestida.

Luego sin decir palabra alguna, pasa por su lado y se va.

Elisa se queda mirándola hasta que se sube al ascensor.

—¿Quien es ella? —comienza a reclamarme.

Suspiro con cansancio.

«Está chica por veces me saca de quicio».

«¿Quien ser cree para venir a reclamarme?».

—una amiga —respondo dandome vuelta para entrar.

Camino hacia la sala y me tiró en el mueble.

Después de lo que pasó me siento un poco agotado.

Elisa me sigue hasta ahí y se para frente a mi.

—¿Amiga? —repite incrédula.

—¡Siiii! —digo con molestia —pero una amiga con derechos con la cual me puedo acostar y no me está exigiendo nada.

Los ojos de Elisa se cristalizan.

«Si quería la verdad ahí la tiene».

Ya no tengo porque fingir, estoy cansado de ella.

—haré de cuenta como si no hubiera oído eso. —dice con la voz quebrada. —no entiendo porque lo haces, tu dijiste que me amabas y que por mi estabas dispuesto a dejar la actuación y volverte cristiano, además hablarías con mi padre para que nos dejara casarnos.

Me comienzo a reír.

No entiendo cómo pueden haber mujeres tan ton*** como ella.

Uno les promete la luna con toda la galaxia y ellas se comen el cuento.

Creen que en verdad uno va hacer eso, cuando lo único que uno quiere es pasar un buen rato y eso es todo.

Ella sigue llorando como una chiquilla, haciendo que se me agote el poquito de paciencia que tenía.

—¡¿Por qué Fabricio?!, ¡¿Por qué?! —grita chillando a moco tendido.

Me paro de mi lugar y la miro fijamente para responder, ojalá después de esto entienda y me deje la bendita vida en paz porque enserio que ya no la soporto.

—¡Porque solo quería revolcarme contigo y nada más! —alzo la voz igual que ella —¡Quería saber que tan buena evangélica eras, y me di cuenta de que no eres nada!.

—¿So....solo lo hiciste por eso? —pregunta con dificultad mientras las lágrimas ruedan sin parar por sus mejillas —¿Nunca me...me amaste?.

—si, —respondo más calmado —solo lo hice por eso y en realidad jamás te amé.

No sé si a ustedes les pase, pero se siente súper bien decir la verdad, es como que uno se quita un peso de encima y de verdad que lo de Elisa me tenía bastante agotado.

Cae sentada en el piso sin dejar de llorar.

—¿Cómo pude ser tan tonta? —se dice a si misma —¿Cómo pude creer que un chico tan guapo y adinerado como tu, se iba a fijar en mi?.

«Me alegra que se de cuenta».

La dejo ahí sola reflexionando consigo misma y me voy para la cocina a prepararme algo.

Apenas entro abro el refrigerador.

Es en ese momento cuando me doy cuenta de que no sé que hacer, porque aunque tengo el refrigerador lleno, lamentablemente no sé cocinar.

Saco una caja de leche, me sirvo en un vaso con algunas galletas oreo.

Mientras como me pongo a ver mi Instagram y veo todo lo que han comentado y como aumentan mis seguidores.

Sonrió plácidamente.

Así como voy llegaré a la cúspide de la fama.

La última foto que subí, supera todos los récord de las fotos de los demás famosos.

Reviso mi correo y veo como me han escrito para muchas entrevistas y muchos directores quieren que grave con ellos.

«¿Que más le puedo pedir a la vida?».

«Si lo tengo todo».

Entra una llamada, veo la pantalla y es J5.

—hola —contesto.

—vamos por una copa —me invita —yo pago.

Me comienzo a reír.

—¿Ahora si me invitas? —pregunto con diversión —recuerdo cuando decías que yo era un mocoso y que no era digno de pertenecer al grupo.

—sigue siendo cierto —responde —es solo que los otros ya se volvieron evangélicos así que él único cuerdo todavía eres tú, solo aspiró que después de tanto ir al culto, no te terminen lavando el cerebro.

Jajajaja.

—eso si que es un buen chiste —le digo riendo —jamas me metería en algo así, eso sería darle fin a mi preciada carrera y no puedo permitirlo.

—ojalá no cambies de parecer —contesta —te estaré esperando en mi bar.

—me agrada tu invitación pero la verdad es que...

Corta la llamada.

No creo que sea buena idea revolver alcohol con medicamentos.

Termino de comer y camino hacia mi habitación pero me encuentro con Elisa.

Está sentada ahí en el piso, todavía sigue llorando.

Yo hasta me había olvidado de ella.

Pensé que todavía le quedaba un poco de dignidad, que había tomado su bolsito y se había largado.

—lo lamento —le digo —pero ya es hora de que te vayas y no vuelvas a venir —trato de ser lo mas amable posible.

Ella levanta su mirada y me mira.

—lo deje todo por ti —me dice —¡Deje a Dios por tí!.

«¿Otra vez?».

—¿Así? —le digo —¿Y que quiere que yo haga?, ese no es mi problema.

—si lo es —rebate.

—¡No lo es! —alzo la voz para que me entienda.

«Que mal que hallan mujeres así».

«Son un fastidio».

Me acerco a ella, la levanto de un brazo y comienzo a llevarla a la puerta.

Ella trata de hacer resistencia pero yo soy más fuerte.

—¡Suéltame! —grita —¡Me lastimas!.

—¡No me dejas otra opción, —digo con rabia —quiero que te largues de una vez por todas!.

—esta bien, está bien —se suelta de mi agarre —ya me voy.

Finalmente camina por su propia voluntad hacia la puerta.

Se siente tan bien que me dan ganas de aplaudir.

Pero justo cuando estaba a punto de abrir la puerta el timbre suena.

Ella mira la pantalla aterrada y corre hacia mi.

—es mi hermano con el hermano Deimond —me dice en voz baja.

Puedo ver lo pálida que está y a la vez nerviosa.

Corro a verificar por mi mismo.

Efectivamente ahí están mirando a la cámara.

—¡Abre la puerta! —dice Erick. —sabemos que estás aquí.

Mientras tanto Deimond toca el timbre de manera desesperada.

«Esto no debería de estar pasando».

—¿Que se supone que hace aquí? —pregunto mirando a Deimond —debería de estar de luna de miel.

—no lo sé —responde Elisa temblando.

«¿Será que viene a reclamarme por el regalo?».

«Pero si él regalo era esclusivamente para Linda».

—¿Y ahora que hacemos? —pregunta.

Por mi fuera, la dejaría en descubierto pero recuerdo que él que está allá fuera es su hermano de sangre y dónde se le llegue a olvidar que es evangélico, es capaz de matarme.

Todavía recuerdo lo que me hizo hace años atrás cuando lo eché al agua con Jiseth.

Fue algo horrible.

Hasta me da escalofrío con solo recordarlo.

No pensé que alguien como él, fuera más aterrador que él mismo Jason o similar a Jak.

—esperemos hasta que se vayan —respondo.

«Ojalá sea rápido».

—sino nos abres, entraremos por nuestra propia cuenta —dice Erick.

Deja de mirar a la camara y comienza a tratar de descifrar la clave.

Tengo el vago presentimiento de que lo va a lograr.

—¿Que hago?, ¿Que hago? —dice Elisa volviendo a llorar.

—metete en el closet —le digo.

La demora fue que ella se fuera cuando la puerta se abrió.

Deimond y Erick me miran por unos cuantos segundos luego se comienzan a reír.

—pareces un papel —me dice Erick.

—estas pálido —comenta Deimond de manera divertida, luego mira a su alrededor —¿No me digas que estás con una chica?.

—¡Nooo!, —me apresuro a responder —nunca.

Erick y Deimond se miran entre si como si se estuvieran hablando de manera telepatíca.

«Esto es grave, muy grave».

«No me gusta para nada».

Deimond vuelva a fijar su mirada en mi y asiente de manera afirmativa mientras sonríe.

—definitivamente si estás con una chica.

Abro mis labios para negar pero los odiosos se van corriendo hacia mi habitación.

En ese momento me imagino lo peor.

Corro con todas mis fuerzas y llegó primero, me paro en la puerta impidiendo el paso.

—¡No se atrevan a entrar en mi habitación! —hablo con tono amenazante.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro