40. ¡¡CORTEN!!, ¡¡CORTEN!!.
Proverbios 10
31 La boca del justo producirá sabiduría;
Mas la lengua perversa será cortada.
—Caroling —me llama mi madre apenas me estoy comenzando a dormir.
—¿Uumm? —digo en tercer sueño.
—levantese a hacer desayuno para todos y una sopa especial para su hermana que está enferma y ha estado con nauseas estos días.
«Como no».
«Después de lo que hizo».
—de acuerdo —me siento en la cama con los ojos cerrados.
Una hora después.
Luego de haber orado y duchado.
Me encuentro haciendo el desayuno.
Creo que esté desayuno es el desayuno más triste que he hecho en toda mi vida.
Mientras revuelvo la sopa para mí hermana lágrimas salen de mis ojos, incluso una fue a caer en la sopa.
Todavía no termino de asimilar que ella y Mario me fueron infieles.
Me duele tanto el corazón.
No sé hasta cuándo voy a durar así.
No tengo rabia, solo dolor.
Mucho dolor.
Demasiado.
Pensé que si me fijaba en la persona correcta, no iba a sufrir, pero resulte más herida.
—¿Donde esta mi café? —pregunta mi padre entrando en la cocina.
Afortunadamente estoy de espaldas y no puede verme llorar.
Pero eso no significa que ya no esté temblando.
Me da mucho miedo hacerlo enfadar.
Disimuladamente me seco las lágrimas y me doy vuelta rápidamente para no hacerlo enfadar.
Tomo un posillo del platero y le sirvo su café amargo como a él le gusta.
—Dios lo bendiga papá —le digo entregándole el café.
Procuro que no me tiemblen las manos.
—¿Por qué chillas? —me pregunta.
«Oh por Dios».
«Se dio cuenta».
Gracias a Dios mi padre tomó el café o si no lo habría soltado del mero susto.
—¡Te estoy haciendo una pregunta! —sube la voz al ver que no respondo.
Las lágrimas quieren volver a salir.
Sé que si lloro estaré acabada.
Mi padre me pegará.
Si algo odia es que uno llore sin dolor.
—es...es...
No pude más y empecé a llorar.
Mi padre se comenzó a acercar lentamente hacia mi.
El miedo me estaba consumiendo por completo, sé que no le importará tomarse su tiempo y darme mi buena paliza en este momento.
—¿Acaso has hecho algo malo? —me pregunta.
Sus ojos se comienzan a poner rojos.
Eso me da a entender que se enfado.
O mejor aún yo lo hice enfadar.
Yo niego con la cabeza rápidamente.
Él me da un empujón haciendo que mi espalda choque contra la pared.
—no me vaya a pegar —le suplico.
Recuerdo que mañana es día de culto y si me paga no voy a poder asistir.
Decirle esas palabras fue como si le dijera lo contrario.
Levantó su mano.
Que por cierto era una gran mano.
Y sin misericordia la descargó sobre mi.
Cierro mis ojos esperando sentir el dolor.
Pero no sentí nada.
—¡¿Que haces?! —le pregunta mi papá y mi hermano.
Acaba de bloquear el golpe de papá.
—dejeme reprender a su hermana.
—no padre, —le dice él —ella no ha hecho nada malo, es solo que tiene el periodo y por eso se pone así.
Mi padre se comienza a calmar.
Camina hacia el mesón en donde había dejado su tasa de café y se toma un trago.
—odio el periodo —comenta antes de salir de la cocina.
Yo suspiro un poco aliviada y veo a mi hermano agradecida.
—lo hice por el ministerio de papá —me aclara —de lo contrario había dejado que te diera una buena paliza, lo tienes bien merecido.
No digo nada.
Él también sale de la cocina no sin antes servirse su propio café.
Es ahí cuando recuerdo las palabras de Fabricio.
Impedir que mi padre me pegue es casi imposible.
Aún no sé porque me defendió.
Tal vez quiere hacerse el héroe para luego pedir algo a cambio y conmigo se equivocó.
Narra Fabricio:
—no puede ser —digo mirándome en el espejo.
Tengo ojeras.
¿Si lo oyeron?.
¡¡Ojeraaaaaaas!!.
¿Saben que significa?.
Significa que me están volviendo feo.
Lo peor de todo es la causa de esas ojeras.
No pude dormir bien por culpa de esa Luna Caroling.
Sigo sin asimilar porque la ayude.
Bueno de por si yo soy una persona con un gran corazón que se esfuerza por ayudar a todo el mundo.
Pero a ella.
Después de todo lo que me ha hecho, no se merece que yo sea amable.
Recuerdo todo y sonrió para mí mismo.
De verdad que me comporté como todo un héroe.
Ni yo sabía que era capaz de enfrentarme a alguien.
Pero es que con solo recordar cómo ese man levantó su mano para golpearla en mi presencia.
Me dio tanta indignación.
Supongo que eso sucedió porque ella es una chica tan vulnerable.
Lo peor de todo es que se me ha metido en la cabeza y no me la puedo sacar.
Estoy más que seguro que no le han pegado.
Pero aún así sigo preocupado por ella.
Recuerdo lo sucedido el jueves pasado y se me constrista el corazón.
«Pobre chica».
Creo que lo que estoy sintiendo por ella es lástima.
Nadie se merece una vida así.
Suspiro mientras miro mis ojeras.
Necesito estar perfecto para mañana.
«Voy a ver a mi Caroling».
Pero...
¿Que estoy pensando?.
Ella no es mía.
Aunque bueno.
Si quiero que lo sea.
Pero solo por un ratito, nada más.
Día siguiente.
Hoy solo quiero dormir y más dormir.
Anoche la historia se volvió a repetir.
No pude dormir.
Jamás en mi vida una mujer habia irrumpido tanto en mis pensamientos.
No sé porque.
Solo es una chica cualquiera.
Pero no dejo de recordar todo.
Incluso sus palabras.
Él breve tiempo que compartí aquella mañana con ella fue algo inolvidable, a pesar de que no estamos en los mejores términos.
Pero ella me habló.
Aunque estaba súper molesta y solo quería que la dejara en paz.
Comienzo a sonreír al ver lo ilógico que es eso.
Todas las mujeres me aman, desean estar a mi lado.
Pero ella...
Ella solo quiere apartarme.
Y yo solo quiero estar cerca de ella.
Aún sigo preguntándome que estaba haciendo ella por ahí a esas horas.
Cuando la defendí de aquél borracho, recuerdo haber visto su rostro decaído y triste pero luego que me vio su rostro cambio a uno de molestia.
Pero después, un poco antes de que su odioso hermano llegará, ella me sonrió.
Aunque fue solo para pedirme que me fuera.
Pero esa sonrisa fue tan especial.
Es la primera vez que me sonríe de esa manera y eso me hizo feliz.
Incluso por unos instantes me perdí en aquella sonrisa.
En su hermosa e inocente mirada.
También en su hermoso rostro.
Su cabello.
Su cuerpo.
Dios.
Creo que estoy pensando demasiado.
Si algo así voy a terminar mal.
Lo mejor que puedo hacer es dormir más.
Creo que la falta de sueño me está jugando una mala pasada.
Cierro nuevamente los ojos procurando dormir.
—ya, —me dice Erick —tranquilo, no es para tanto.
—¿Como que no es para tanto, si es mi boda?.
—lo sé —responde —pero hay bodas a cada rato.
No digo nada, solo trato de aflojar el nudo de mi corbata porque siento que me está ahorcando.
Tengo mi traje de novio y todos los J5 están aquí conmigo, son los caballeros de honor por así decirlo.
—ya es hora de que salgas —me dice Jak —la novia llegará en contados segundos.
Mi corazón salta de la felicidad.
Finalmente me voy a casar.
Sé que es algo increíble, pero lo logré.
Camino hacia la puerta pero cuando la voy a abrir, una mano pesa sobre mi hombro.
Miro y es Jason.
—¿Estás completamente seguro de lo que vas a hacer?. —pregunta preocupado.
—totalmente seguro —respondo.
—digo... Te vas a atar por toda la vida a una mujer, —continua —sé que ella es hermosa y todo eso, pero ya no podras ser libre como antes.
—lo sé —contesto —pero la amo y solo quiero estar atado a ella por el resto de mis días.
Puedo ver cómo su rostro se contrae.
—creo que quiero vomitar, —comenta —jamas me imaginé que ibas a decir eso de una mujer.
—callate —le dice Erick —no intentes hacerlo cambiar de parecer.
Salimos de aquella habitación y nos dirigimos hacia donde están todos los invitados.
De camino nos encontramos con las damas de honor.
Ahí entre todas está Linda, Emily y Jiseth.
J1y J2 se acercan a saludar a sus esposas.
Veo como J4 sonríe mirando a Jiseth.
—por fin —le dice a ella —cuando él se case, ya nos podemos casar también.
Ahora entiendo el afán de Erick todo este tiempo porque me casará.
Tiempo después.
—los declaró marido y mujer —habla el pastor después de una larga predica acerca del matrimonio —puede besar a la novia.
«Mi momento ha llegado».
Con mucha delicadeza levantó el velo que cubre el rostro de mi amada Luna.
Ella es tan hermosa.
Poco a poco me voy acercando a sus labios.
Es nuestro primer beso, así que estoy muy nervioso.
—¡¡Corten!!, ¡¡Corten!! —grita el director.
Volteo a mirarlo confundido, es ahí cuando veo un poco de cámaras.
Se supone que esto era de verdad.
¿No?.
—ya no vamos a grabar más —termina de decir.
Caroling se aparta de mi.
—que incómodo que era ese velo —comenta mientras va para que le retoquen el maquillaje.
Yo sigo en shock sin terminar de asimilar que es lo que está sucediendo.
Todo parecía tan real.
Abro mis ojos molesto por los rayos de sol que entran por la cortina y dan directamente hacia mi cara.
También estoy molesto porque ni siquiera en los sueños puedo ser feliz.
Eso es injusto.
«Me preguntó, ¿Cómo estará Caroling?».
No sé porque pienso tanto en ella.
Me pongo de pie y lo primero que hago es verme en el espejo.
Definitivamente yo soy muy guapo.
Me despeinó un poco el cabello, tomo una foto y la subo a Instagram.
La demora fue subirla cuando comenzaron a llegar los comentarios.
Los leo mientras sonrió
*Eres guapísimo.
*Eres todo lo que una mujer desea tener.
*Quién me diera el privilegio de despertar a tu lado😍.
Levantó una ceja al leer ese.
*Eres mi todo Fabri.
*Te amo😍😍😍.
*Que lindo se ve recién levantado.
Dejó de leer al ver que no paran de llegar los comentarios.
Lo importante es que me levantaron el ánimo.
¿Por qué pensar en una sola mujer?.
Cuando tengo todas a mis pies.
Sonrío con suficiencia y me meto al baño.
Minutos después.
Acabo de salir de la ducha.
Solo tengo amarrada una toalla en la cintura.
Aprovecho para tomarme otra foto y subirla.
*Woooo🥰.
Comenta la primera.
Después de eso empiezan a llegar muchos más comentarios.
*Que se caiga la toalla.
Creo que está fans está exagerando.
Suelto la carcajada y miro la hora.
«Rayos».
«Ya es tarde».
Tengo que irme para el culto.
Busco rápidamente la ropa que voy a llevarme, opto por algo casual pero que me haga ver la celebridad que soy.
Después de verme en el espejo y hacer unos cambios, ya me veo perfecto.
Salgo de mi apartamento y me dirijo hacia mi ascensor.
Si, mi ascensor.
En vista de que he tenido algunos inconvenientes de acoso, ahora tengo mi propio ascensor.
Entro y marco el número uno y este comienza a descender.
Mientras lo hace miró la hora en mi reloj costoso.
Definitivamente voy a llegar tarde.
No sé porque me importa tanto, si siempre me gusta llegar tarde, incluso ni siquiera me gustaba ir.
Ahora hasta me preocupa llegar tarde.
Que ironía.
A mí mente viene Luna, pero la disipó de mis pensamientos y procuro pensar en otra cosa.
No es sano pensar en una sola persona.
Finalmente llegó a la primer planta y salgo del ascensor.
Él conserje que está en la puerta del edificio ni siquiera sé atreve a mirarme, solo baja su mirada al piso.
—buenos días joven Méndez. —me saluda.
Yo no le contesto.
Pero me siento complacido de que sepa respetar la autoridad.
Llego al parqueadero y me tomo mi tiempo para pensar en que auto me voy a llevar hoy.
Tengo tantos que es un poco complicado decidir ya que todos son únicos.
Al final me decido por la moto deportiva de última generación que compré está semana.
Son de las primeras que han sacado al mercado.
Me pongo el casco, subo en ella y comienzo a acelerar.
Me encanta su sonido cuando uno la acelera.
Llena todo el lugar, es perfecta.
Una hora después.
Finalmente estoy frente al templo y si, llegué tarde.
Me bajo de la moto y está se va a parquear sola.
Camino hacia la puerta principal y veo a un señor de ujier.
Miró hacia la puerta lateral y ahí está una joven, así que optó por ir hacia ahí.
Es entonces cuando me encuentro a unas chicas reunidas hablando mientras mastican chicle.
Son jovencitas que en mi ignorancia supongo que vienen obligadas al culto, porque la mayoría del tiempo se la pasan afuera.
Están tan entretenidas hablando que ni siquiera se han dado cuenta de mi presencia.
—no vino Fabri —se lamenta una.
—¿Ya vieron la última foto que subió al Instagram? —pregunta una emocionada.
Vea pues, yo no sabía que ellas también veían mis fotos, aunque debí suponerlo.
—yo la ví —responde Ema.
Es una de las chicas que tengo bien presente por cuánto supuestamente se iba a casar con Erick.
—¿Cierto que está bien guapo? —vuelve a preguntar la primera chica cuyo nombre ignoro.
—esta como quiere —responde Ema —lastima que la resbalosa hija del pastor ande detrás de él.
—¿Como así? —pregunta otra alterada.
Puedo ver que está súper celosa.
—la hermana Bitia me contó que se había ido a acostar con él en su apartamento. —responde Ema.
Esa hermana Bitia si que exagera.
—wooo —habla otra —no pierde el tiempo.
—es una carnal, —condena Ema —hija del diablo disfrazada de oveja.
—pero, ¿Cual de las dos? —pregunta una que no habia hablado.
—pues la misma que hizo caer al otro hijo de pastor —responde Ema.
Puedo ver que le cae bien mal las gemelas.
Está es una de las razones por las cuales no creo en el evangelio.
Las evangélicas tienen la lengua mas larga que la falda misma.
De repente para colmo de males aparece la hermana Bitia.
—y ¿Por qué Jak no vino al culto? —pregunta una.
Ni siquiera se habían dado cuenta de la presencia de la hermana Bitia.
—imposible que venga después de lo que hizo —habla la hermana Bitia.
Todas las voltean a mirar y esperan su respuesta.
—se puso a defender a la sinvergüenza hija del pastor y tras de repeso ofendió a la otra pobre hija de él que no tiene nada que ver en ese asunto y no contento con eso, cuando el pastor le llamo la atención, se portó super grosero con él y le faltó al respeto.
—¡¡¿Que, que?!!, —exclamo yo por la sorpresa.
Todas me voltean a ver y fingen no saber nada.
—¡¡Fabri!! —dicen emocionadas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro