Hechos 6
2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.

3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

Miro el reloj y me doy cuenta de que es la hora perfecta para hablar con Dios, son las 3am, además hoy es domingo día de ir a la casa de Dios y se hace necesario llegar temprano a buscar su rostro.

Muchas personas creen que soy un cansón, un exigente que le encanta complicarle la vida a las personas que quieren servirle a Dios en la alabanza, pero la verdad es que sino les enseño a buscar el rostro de Dios, ¿Cómo Dios los va a respaldar?.

Es supremamente importante la búsqueda de Dios para cualquier servicio en la iglesia, no solamente en la alabanza.

Ya que de ahí depende que tú seas respaldado, de lo contrario harás las cosas por hacerlas y estarás vacío o vacía.

Si direges un culto sin antes haber buscado el rostro de Dios, no prentendas querer que Dios se glorifique en aquel culto.

Si te paras a dirigir la adoración sin siquiera tener una vida de continua búsqueda de Dios, no pretendas que la gloria de Dios se mueva, porque eso no va a pasar.

Estarás vacío y por lo tanto no tendrás de Dios para dar a otros.

Oh, me extendí.

Creo que he terminado predicando.

Pero esto se tenía que decir y se dijo.

Si sirves a Dios en alguna área de la iglesia, ya sea los ujieres, alabanza, maestros, o ya sea haciendo la actividad de comida para vender en la iglesia, etc, debes saber que es necesario buscar a Dios.

O sino mira las características que debía tener alguien en el libro de hechos 6:2, 3.
solo para servir a las mesas.

Bueno eso era todo.

Dios les bendiga.

Narra Ema:

Abro los ojos con sueño y busco mi teléfono a tientas.

Anoche me quedé dormida mirando una serie y ahora no lo encuentro.

Una serie muy buena.

Trataba de una chica que se casa con un Ceo y obviamente se vuelve multimillonaria.

Ojalá esas cosas pasaran en la realidad.

Aunque no niego que estuve a punto de lograr aquel gran sueño, de no ser porque esa hermana Jiseth se metió.

Pero ya le dí su merecido.

Ahora solo me queda convencer a Erick para que nuevamente vuelva a orar conmigo porque por culpa de ella me dejó.

Pero ahora ella tiene prohibido acercarse a él.

Estoy muy agradecida con Dios por el nuevo pastor que trajo ya que ha sido de gran bendición para mí vida.

Por fin un pastor que me pone atención.

Con esto no quiero decir que él otro pastor que estaba era malo.

De ninguna manera porque incluso es mi suegrito.

Es solo que él nunca me ponía cuidado cuando le ponía quejas de Jiseth, siempre decía que ella y Erick solo eran amigos de infancia y que era normal que fueran así de cercanos.

Pero ahora que tengo nuevo pastor hablé con él y para él esto no fue normal.

Le dije que Jiseth andaba detrás de Erick y no lo dejaba en paz, incluso una vez nos hizo bajar a mi y a mi madre del coche de Erick solo para irse sola con él.

También le aclare que Erick no tenía la culpa de nada de esto, la única culpable era ella.

La idea era hundirla solo a ella jejeje.

Aún recuerdo cuando el pastor la llamo en mi presencia y en junta de mi mamá la acusamos.

De verdad que tengo la mejor mamá del mundo, ella ha estado para mí ahora que más la he necesitado.

Definitivamente cuando me case con Erick, le diré que le dé a ella también una mansión así como la de los Klen.

Una sonrisa se forma en mis labios al recordar como se le llenaron los ojos a Jiseth de lágrimas mientras decía que eso no era verdad y que ella no se había ido sola con Erick en el auto.

Obviamente el pastor no le creyó a ella sino a nosotras ya que él testimonio de dos testigos tiene mucha validez.

Éramos dos contra una así que no se pudo defender y él pastor la puso en observación.

Además la hermana Bitia también testificó que la había visto entrar en los baños de los hombres para asediar a Erick.

Yo quería que la pusiera en disciplina y la hiciera parar en frente de todos en plena dominical y dijera que ella quedaba en disciplina por andar de buscona.

Pero en fin, el pastor se negó a hacer eso, dijo que había que esperar y mirar de cerca su comportamiento antes de hacer algo así.

Desde ese día le prohibió cruzar palabras con mi amadisimo Erick.

Depues de eso yo también hablé con ella en privado y le dije que si se le ocurría abrir la boquita y decirle algo de esto a Erick, la iba a acusar mas con el pastor para que la dejara en disciplina.

Todavía no superó su cara de tristeza y dolor cuando vio que los niños salieron a su escuela dominical y ella no pudo darles la clase porque estaba suspendida.

Incluso algunos niños se volvieron a preguntarle que porque no les daba clase.

Ella no decía nada, pero sus lágrimas bajaban por las mejillas.

Eso le pasa por meterse en mi relación con Erick.

Finalmente encuentro mi teléfono y veo que son las 3:15am.

«Ora de orar».

Se me viene un pensamiento.

Que él Señor reprenda al diablo.

Ni que estuviera loca para pararme a orar a estas horas de la mañana.

Estás son horas de dormir.

Pongo mi teléfono en la cabecera y cierro los ojos para seguir durmiendo.

Pero él sueño se me va.

Me volteo para el otro lado para dormir mejor.

Pero nada.

Cuando me doy cuenta tengo los ojos bien abiertos sin rastro de sueño alguno.

«Bueno al menos lo intente».

Considerando que no tengo sueño, me voy a terminar de ver la serie que estaba bien buena.

Lo bueno es que hoy es domingo así que no hay que trabajar.

Tampoco tengo que madrugar a llegar al culto porque por el momento no estoy sirviendo en ninguna área de la iglesia.

Se preguntarán ¿Por qué?.

Pues por la sencilla razón de que los hermanos mayores lo molestan a uno y no le dejan servir a Dios.

Por ejemplo el hn Jak.

Según él si uno quiere cantar en la alabanza tiene que estar a las 7am ahí.

Y si solo fuera eso pues bueno, pero para los principiantes los pone a limpiar los instrumentos como sino hubiera ujieres que se encarguen de eso.

También se la pasa diciendo que toca ayunar, vigilar, orar y todas esas cosas.

Si miran como le complica la vida a uno.

Es por eso que no sirvo en nada.

Además ya me es suficiente aguantarlo en las reuniones de jóvenes por cuánto él es el líder.

Lo único bueno es que es bien guapo y me gusta quedarme mirándolo.

Pero cuando su mirada se posa en mi, si que da miedo.

Creo que él no sabe mirar bonito o definitivamente le caigo mal.

Busco en Youtube la serie y pongo el capítulo 75 que es en dónde voy.

Horas después.

—¡Ema, Ema! —mi mamá me mueve —¡Despierta!.

—uumm —me arruncho más en la cobija.

—ya es hora de ir al culto —me informa.

—no quiero, —le digo —no me siento bien.

—¿Que tienes? —pregunta.

—tengo mucho sueño —respondo casi soñando.

Pensé que me dejaría en paz pero al contrario me quito la cobija de una sola.

—¡Me hace el favor y se levanta ya que nos vamos! —habla con autoridad.

—no quiero —digo haciendo un puchero mientras me vuelvo un ovillo —y tu no me puedes obligar sino quiero.

—de acuerdo —suspira con cansancio.

Definitivamente me salí con la mía.

—después no se queje cuando la hermana Caroling le quite a Erick —dice saliendo de la habitación.

Aquellas palabras me espantaron el sueño de una.

Habia olvidado que esa fornicaria anda detrás de mi amado Erick.

Seguramente lo quiere hacer caer como hizo caer al prometido.

Otra que también tengo que poner en su lugar y enseñarle como son las cosas.

Una hora después.

Finalmente llegamos al templo, mi madre se va en busca de puestos, yo mientras tanto busco con la mirada a mi futuro esposo.

Por fe así será.

Recorro mi mirada por todo el lugar pero no hay rastro de él.

Decido salir para ver si está en los alrededores porque ya ví en el parqueadero y ahí está su auto.

Apenas salgo efectivamente me lo encuentro bajando las escaleras de la casa pastoral, viene con una gran sonrisa de oreja a oreja.

Hasta a mi se me alegra el corazón verlo así.

Muy pronto esa sonrisa solo será mía y de nadie más.

La alegría se me va al ver con quién viene.

Nada más que con esa Caroling.

De verdad que ya me empieza a caer mal.

Solo sé la pasa con Erick.

Eso no me está gustando para nada.

Tras de repeso como si fuera poco la hermana Jiseth pasa por mi lado.

Puedo ver cómo Erick la mira directamente a los ojos, pero ella de una evade su mirada.

«Me agrada que sepa lo que le conviene».

Apenas pasan por su lado la hermana Caroling se detiene.

Por cierto esa hermana parece que estrena todos los días, tiene un estilo de vestir demasiado único.

Ojalá algún día yo me pueda vestir así con esos vestidos tan elegantes y costosos.

—Dios te bendiga —saluda a Jiseth con una dulce sonrisa.

Jiseth le dedica una sonrisa de boca cerrada.

—amén —dice con voz casi inaudible.

Erick continúa su camino.

—¿No vas a saludar? —Caroling lo detiene.

Parece que le cae bien Jiseth y eso es malo, muy malo.

Erick se da vuelta y camina hacia donde esta Jiseth, veo como su rostro se comienza a poner rojo.

De repente ella sale corriendo antes de que Erick llegue a dónde está.

—¿Ahora entiendes porque no la saludo? —le dice Erick a Caroling.

Caroling se queda pensativa mientras mira en dirección a dónde se fue Jiseth.

—hablaré con ella —dice preocupada e intenta ir hacia donde fue Jiseth.

Pero Erick la detiene del brazo.

Mis ojos se abrieron más de lo normal al ver ese acto.

—dejala —le dice.

—okey —le dice ella con una sonrisa —pero me tienes que contar que es lo que pasa —le guiña el ojo.

Ahora sí se me van a salir los ojos.

Ella le guiño el ojo.

Para completar él le sonrió y le hizo ojitos.

Definitivamente tengo que hacer algo al respecto de lo contrario me lo va a quitar.

Tengo que marcar territorio si o si.

Camino rápidamente hacia ellos.

—¡Dios te bendiga Erick! —saludo con una gran sonrisa.

—amén —responde seco sin darme la mano y entra al templo acompañado de Caroling la cuál ni siquiera me saludo.

Estaban tan cerca los dos que lo único que les faltaba era darsen la mano.

Me entro al templo y ni siquiera me arrodilló a orar.

Tengo tanta ira que no quiero nada.

Lo único que quiero es que Erick venga y se disculpé conmigo por esa actitud.

Desde aquí miro a Caroling y lo único que hago es darle miradas llenas de odió.

Lo más es que ella ni siquiera se percata de eso.

Pero si cree que va a hacer caer en fornicación a Erick como lo hizo con ese otro hijo de pastor, está muy pero muy equivocada.

Primero tendra que pasar por mi cadáver.

Al final no me hallo más aquí y me voy para el parqueadero a tomar un poco de aire puro.

Llegó y me acerco al carro de Erick y me recuesto.

«Muy pronto este auto será mío».

Escucho el sonido de unos tacones.

Volteo a ver y es Caroling.

Creo que es mi oportunidad perfecta para dejarle las cosas bien claras.

Llega hasta el auto del pastor y abre el maletero.

Se queda mirando como si buscará algo.

—Dios la bendiga —me acerco a ella —¿Será que podemos hablar?.

Ella fija su mirada en mi y me da una sonrisa de boca cerrada.

—¿Ema verdad? —pregunta.

—si —respondo.

Ella ríe sin ánimos.

—ya he escuchado hablar de ti.

«Seguramente Erick ya le ha dicho lo mucho que me ama».

—si deseas hablamos luego —continua diciendo —porque el culto está a punto de comenzar.

—pero...

Cierra el maletero y se va, dejándome con la palabra en la boca.

«Que chica tan mal educada».

Si antes tenía mal genio, ahora sí que estoy echando humo por los oídos.

—si deseas hablamos luego —le arremedo.

Seguramente se cree la gran cosa solo porque es hija de pastor.

Nuevamente escucho los tacones, levanto mi mirada y es ella que ha vuelto.

Nuevamente abre el maletero y ni siquiera me mira.

—de verdad que necesito hablar contigo —le digo seria.

Ella me voltea a mirar de pies a cabeza de manera despectiva.

—¿Tu necesitas hablar conmigo? —me señala.

Por personas así es que la gente tiene la autoestima en el piso.

—si, yo —respondo.

—tu no eres nadie para hablar conmigo —contesta —ni siquiera estamos en el mismo nivel.

Mete su mano en el maletero y saca una caja de pastillas y se va.

Me revisto de valentía y la tomo del codo.

—¡¿Quien te crees para tratarme así?! —le reclamo.

Ella se suelta de mi y se mira el codo con asco.

Definitivamente tengo ganas de dejarla calva.

Tras de sinvergüenza resulto ser orgullosa.

—alguien con suficiente amor propio que no anda rogando migajas —responde de manera lenta y pausada haciendo que sus palabras duelen más.

Luego de eso se da la vuelta y se va caminando con toda la elegancia del mundo.