VAMPIRO (PJM)
Era de madrugada cuando un pequeño temblor comenzó a mover todo a su alrededor, parecía que el epicentro se encontraba en una pequeña casa situada en un bosque en la ciudad de Busan.
Un hombre de aspecto robusto bajo a la primera planta con agitación, corrió hacia su escritorio, busco con desesperación la cerradura de uno de los cajones del gran pedazo de madera y saco de este una caja de madera, está estaba temblando, Bang PD. El hombre que sostenía la caja, la abrió con desespero y notó como la piedra preciosa temblaba, dando a conocer que en algún lugar de Corea había nacido Paola, una chica especial que había reencarnado por segunda vez.
De inmediato tomo la piedra que en este caso era una amatista, al cerrar los ojos imágenes llegaron a su mente, dándole la información que necesita para buscar a su protegida.
Después de saberlo, se dispuso a irse para apoyar y guiar a la chica.
El cazador de almas llegó hasta donde la piedra le había indicado, desde lo lejos vió como su vida comenzaba, con cosas buenas y malas, pero al fin ella siempre salía adelante, siendo una chica trabajadora y luchadora por alcanzar sus metas en la vida.
Bang la siguió de cerca hasta que Paola cumplió los 18 años, fue entonces que el cazador de almas decidió entrar a su vida para guiarla.
Paola tenia sueños recurrentes, sueños con un hombre, el cual solo lo miraba vagamente, solo podía recordar la palidez del hombre.
Paola comenzó a trabajar en un periódico local de la ciudad, le habían asignado un caso policíaco.
Hace un mes aproximadamente se comenzaron a encontrar cuerpos de chicas y mujeres asesinadas por todo Busan, todas con la misma característica: unos pequeños puntos sobre sus cuellos, en sus senos y por encima del clítoris, los rumores decían que les drenaban la sangre, pero que la muerte les llegaba de forma indolora, se atrevieron a decir que murieron felices después de un orgasmo debatastador, pero solo eran especulaciones.
Le habían asignado un fotógrafo que también podía fungir como camarógrafo, Bang PD. Estos ya tenían como un año de conocerse y por alguna extraña razón, Paola se sentía muy cómoda con el, quién por ser mayor, lo miraba como un padre, quién siempre le daba consejos y apoyaba en su vida.
- Bien... ¿Por donde deberíamos comenzar?... Los oficiales como siempre, no quieren dar alguna pista.... Solo sabemos que las últimas dos chicas habían asistido a un antro llamado "CASANOVA".... ¿Deberíamos ir a ese sitio? - Paola giro su rostro, buscando la respuesta de su amigo.
- Sabes que eso es peligroso... Pero también se que no me harás caso... Así que es mejor que arranques, son las 8 de la noche, no hay tiempo que perder. - PD sabía que Paola era muy obstinada, y de nada serviría que se negara a acompañarla, ella de seguro iría sola.
- ¡¡Por eso te quiero tanto... Eres una hada mágica para mí... No, mejor dicho, como un trol, un trol de la suerte, siempre que estás conmigo me siento protegida... Vamos por nuestra noticia!! - PD la miro horrorizado por la comparación más no tuvo tiempo de reclamarle ya que Paola encendió el coche y salió casi volando del estacionamiento del periódico.
Una hora había pasado y Paola y PD ya se encontraban en el antro, había decidido tener información de primera mano, y la única forma de hacerlo sería siendo la carnada para conocer al asesino.
Por supuesto que esto no se lo dijo a PD, eso sí que no lo abría aceptado, pero ya estaban ahí, rodeados de muchas personas que bailaban y reían escandalosamente.
Paola llevaba un vestido corto en color rojo... Rojo sangre, sin quererlo llamo la atención de muchas personas, tanto hombres como mujeres, y es que Paola tiene en su esencia esa calidez de sus raíces latinas, casi no se ven mujeres así en Corea, con la sangre caliente y apasionadas.
- La verdad, no se que hago aquí... Todos me ven como bicho raro... Creo que soy muy viejo para estos sitios - le comento PD en el oído a Paola, está río burlonamente.
- No digas tonterías PD, te apuesto que te ven así porque creen que eres un sugar dady... Ya verás como en unos minutos, llegan las chicas, te vas a divertir. - Paola no entendía por qué PD no era casado, era un hombre muy simpático, amable y de buen corazón.
- Aja... Si, van a estar detrás de un trol, no me hagas...- la mano de una mujer interrumpió las palabras de PD, este al girar su rostro para ver a la dueña de la mano, quedo con la boca abierta, era muy bonita y elegante.
- Disculpa, ¿Ella es tu pareja?... - PD no podía decir palabra alguna.
- Ohh no, yo soy solo una amiga, adelante, invitarlo a un trago, estoy segura que quiere pasar un buen rato, yo voy a bailar, ¿Esta bien PD? - ambas mujeres lo miraron espectantes.
- Ahhh... Si, si... Claro... - Paola había encontrado la forma de quitarse a su amigo de encima por un momento, para poder llevar a cabo su plan.
Desde que llegó al antro, sintio una vibra extraña, el lugar parcial estar cargado de una energía oscura, cada vez que daba un paso, se sentía observada, sentía una respiración en su cuello, pero cuando giraba su rostro no había nadie.
"Vamos Paola, tu puedes, soy una chingona..."
Se dijo a si misma, soltó un profundo suspiro y se encamino hacia la pista de bailé, la música pop mezclada con electrónica seguía a todo lo que daba, Paola comenzó a sentirse cómoda con la melodía, había un pequeño grupo de chicas que estaban bailando, Paola se acercó un poco a ellas y se dejó llevar por la música.
Las chicas la integraron a su grupo al ver lo bien que bailaba, la sensación de sentirse observada seguía en su mente, pero por más que volteaba para todos lado, no encontraba la fuente de esa presencia.
Los minutos pasaban y la música cambio radicalmente, al principio las personas se quedaron sorprendidas, no era comun esa clase de ritmo, una bachata comenzó a sonar.
Pronto la gente siguió con lo suyo, restándole importancia al cambio de música.
"Qué bien te ves
Te adelanto, no me importa quién sea él
Dígame usted
Si ha hecho algo travieso alguna vez
Una aventura es más divertida
Si huele a peligro..."
Paola se sintió extaciada al escuchar la canción, era de sus preferidas y por ser dominicana y sexy mamasita sabía muy bien como bailar.
Comenzó a mover sus sensuales caderas con delicadeza, su cintura seguía el ritmo de la música, cerro sus ojos y se dejó llevar por la música, en segundos una calidez invadió su espalda, unas palmas frías recorrieron su cintura, los vellos de sus brazos se erizaron al sentir el aliento de quién la tenía presa de sus brazos.
Paola siguió bailando, el hombre detrás de ella le siguió el paso como si fuera un bailarín experto.
- Que bien bailas... ¿No eres de aquí cierto? - por primera vez había escuchado la voz de quién la tenía sometida en sus brazos, que bailaba sensualmente a la par de ella, Paola quería verlo, necesitaba hacerlo, pues solo con esas palabras y esos toques, ya se sentía caliente por el.
Cuando al fin pudo girar su cuerpo para quedar frente a el, se quedó completamente sorprendida.
- ¿Qué pasa?.... El gato te comió también la lengua... - por alguna razón, sonó molestó, Paola seguía impresionada por el hombre frente a ella, era como un ángel, pero un ángel caído del cielo...
- ¡¿Qué?!.... - cómo pudo volvió en si, los dos habían parado de bailar, solo estaban ahí, el hombre aún la tenía tomada de la cintura, Paola por su parte, no sabía que hacer, tenia sus manos a cada lado de su cuerpo, mirando con extrañes a ese hombre. - Ohh perdón, es que... Que me habias preguntado. - el hombre soltó una leve sonrisa mientras miraba intensamente a Paola.
- Olvídalo, parece que estás cansada, vamos a la barra, te invito un trago. - Paola no dudo en aceptar, pero se dio cuenta que no había pensado en la respuesta, solo salió de su boca.
Se sintió envuelta por el hombre misterioso que le había dado el pase para que fuera delante de ella, Paola no era una chica temerosa o asustadiza, pero este hombre le provocaba nerviosismo.
Al llegar a la barra, Paola busco con la mirada a PD, quién se encontraba platicando amenamente con la mujer de hace un rato.
- Veo que tú amigo está muy ocupado, ¿Qué deseas tomar? - el cuerpo musculoso del hombre sexi roso el de Paola, provocándole electricidad por todo el cuerpo, sus bocas casi se tocaban, por la manera tan invasiva en la que el sujeto se acercó, la miro a los ojos, Paola quedó hipnotizada cuando creyó ver qué esos ojos, habían cambiado a rojo por un segundo, su lengua delineó un poco sus dientes delanteros con deseó, deseó por ella.
- Bueno... Yo quisiera.... Primero quisiera saber... Tu nombre... - Paola sin darse cuenta se relamio los labios al ver los contrarios, había algo que le llamaba, tal vez... Todo el.
- Mucho gusto, soy Park Jimin, un placer conocerte, Paola. - tomo una de sus manos y beso el dorso de esta, como los caballeros antiguos, ese beso provocó algo en Paola, un recuerdo... Tal vez un amigo que conoció hace muchos años... O en otra vida.
- Mucho gusto... Yo... Me llamo... - recordó que Jimin le hablo por su nombre. - Espera, ¿cómo sabes mi nombre?, No te lo había dicho aún - a pesar de sentirse atraída por el rubio, se separó un poco de el, recordó que estaba en una misión.
- Claro que sí, cuando estábamos bailando, ya.... No lo recuerdas. - sus palabras eran como sobniferos que calmaban cualquier instituto de alerta .
- Ahhh, ¿En serio?... - Jimin tomo a Paola de la cintura y volvió a apegarla más a su cuerpo, la diferencia de altura no era mucha, pero suficiente como para que Jimin la pudiera ver desde arriba.
- Sabes... Espere tanto para este momento... Te reconocí apenas cruzaste la puerta, tu aroma es exquisito... - Paola se sentía mareada de pronto, más no podia dejar de ver los ojos de Jimin, sus palabras se le hicieron sumamente extrañas, pero solo podía pensar en como sabrían los labios de Jimin.
En ese momento, el cazador de almas sintió que lo recorría un escalofrío, busco con la mirada a Paola, cuando la vio sus ojos se agrandaron de inmediato, se levantó de la silla rápidamente, saldría en su ayuda, pero la mujer sentada a su lado, volvió a sentarlo.
- ¿Qué pretendes hacer PD?.... - la fuerza que ejerció la mujer en el cazador lo hizo comprobar, que ella no era cualquier mujer.
- ¿Quién eres tú?.... Ya me lo había imaginando, tu no eres una humana - la mujer de rostro pálido sonrió.
- Me conoces bien, no entiendo por qué te haces el que no sabe, tu fiel compañera, la muerte, debés dejar que la vida siga su curso, Paola debe seguir adelante, al menos lo poco que le queda, no seas aguafiestas... - tomo un shot de Tequila.
- ¡¡Ya lo sé... No tienes por qué repetirmelo, es solo que cada vez me cuesta más, Paola... Le he tomado cariño, quiero.... Quiero que viva por más tiempo, ese vampiro la va a...!! - no fue capaz de terminar la frase.
- Lo sé, pero es el precio por amar a seres mágicos, tu lo sabes bien, además... Ese vampiro la ama, espero muchos años por ella, déjalos ser felices, si la quieres, debes dejarla . - las palabras sabias se la muerte lo hicieron recapacitar.
[___***___]
Los ojos de Jimin cambiaron de un rojo tenue a uno más intenso, incluso podría decirse que brillaban, Paola no pudo más con la intensidad de esos orbes y fue ella quien plantó un beso desesperado, el vampiro correspondió inmediatamente al beso que por años había deseado.
La lengua de Jimin se abrió paso a la cantidad bucal de Paola con maestría, quería todo de ella, su sangre, su cuerpo, su vida...
Paola se sintió débil con cada caricia que la lengua del vampiro le hacía a la suya, no se dio cuenta, pero había caído dormida en los brazos del vampiro.
- Preciosa, necesito que despiertes, quiero más de tus dulces labios... Por favor, he esperado mucho por esto. - la suave voz de Jimin estaba logrando despertar a Paola de ese sueño relajante que está teniendo.
- ¿Qué?... ¿Qué está pasando?... ¿Dónde estoy?... - sentía que estaba encima de una suave nube, cuando pudo abrir bien los ojos noto que estaba en una habitación, la cama en la que estaba tenía cortinas de seda que se sostenían en juntas por unos listones.
Recordó que había estádo bailando con un chico por demás hermoso, un beso desesperado y un sueño profundo.
-¡¡ Ohh no... Ese hombre debe ser el asesino de las chicas!!... - quiso levantarse de la cama, pero sus piernas le fallaron, observó a todos lados, pero no había nadie más que ella.
- Bravo... Diste con tu objetivo... Y yo con el mío.... - la voz se escucha por toda la habitación, pero no habia nadie, o al menos eso pensó Paola.
- ¡¡¡Eres el asesino, lo sabía, lo sabía!!! - estaba alegre al darse cuenta que su plan había funcionado, pero recordó un pequeño detalle.... Ahora ella sería otra más de sus víctimas... - ¡¡Ohhh mierda, ¿Dónde estás?... Da la cara ahora!! - salió de sus entrañas la valentía, que solo duró unos segundos, ya que encima de ella, se encontraba el asesino.
Jimin la miro intensamente, detallando su rostro, una sonrisa torsida adorno su sonrisa...
- Aquí estoy... Mi preciosa Paola. - soltó frente a ella, sus manos estaban arriba de su cabeza, Jimin había sujetado las dos palmas con una sola de las suyas.
- ¿Me vas a?... ¿Me vas a asesinar?... - La valentía abandono su cuerpo al tener encima de el a ese hombre tan imponente y sexy.
- ¿Tu que crees?... - la punta de su naríz acaricio una de sus mejillas, Paola sintió como su cuerpo reaccionó a ese tacto.
Su aliento erizó su piel logrando sacarle un jadeo, Jimin gruño al escucharla, siguió bajando, hasta que llegó hasta su perfumado cuello, sus colmillos sobresalieron de sus labios, la necesidad de clavarlos en la Paola se hacía cada vez más fuerte, la desesperación lo hizo lamer la superficie deseada, sacándole otro jadeo.
Su vestido le apretaba el pecho, su intimidad palpitaba y se mojaba por completo con solo esos simples toques.
- ¡¡Ohh ... Jimin~...!! - quiso callar su propia voz, no entendía por qué su cuerpo deseaba tanto los toques del asesino.
- ¡¡Si~... Dilo... Di mi nombre cada vez que te tocó... Estoy ambriento ... Necesito de ti!!- hablo contra su clavícula.
El animal que Jimin había tratado de calamar por tantos años, se desató en su interior.
Le soltó las manos y dirigió sus manos hacia el inicio del vestido, paola no supo cómo, pero algo afinado comenzó a cortar la tela roja.
Paola había quedado expuesta totalmente ante el, no llevaba sostén y lo único que le quedaba era una diminuta tanga del mismo color que su vestido.
- ¡¡Estabas preparada para mí... Te vez, deliciosa!! - Paola no sabía que decir o hacer, es cierto que cuando busco que ponerse, algo en su interior la hizo escoger prendas sensuales en ese color, el color de la sangre.
Sus tetas apetitosas le llamaron a probarlos, por fin, por primera vez en años, podía probarlos, ambas manos se llenaron de su sus tetas, las masajeó deseoso, sus labios no aguantaron más, su lengua puntiaguda delineó la aureola sensible, el cuerpo de Paola vibro al sentirlo.
- ¡¡Ohhh Dios!! - la punta de su pezon fue succionaba con desesperación, la sensación era deliciosa, magnífica, sentía como mamaba con fuerza de su teta.
Una punzada dolorosa la hizo abrir los ojos , al mirar a Jimin chupando su pezón erecto se dio cuenta que algunas gotas de sangre escurrían de los labios voluminosos se Paola.
- Te prohíbo que metas a Dios en esto... Soy yo quien te tiene gimiendo... Solo yo y mis colmillos. - Paola soltó otro sonoro quejido, al estar libre de las manos, decidido tomar a Jimin de la nuca, para intensificar su succión, su cuerpo entero vibraba, el placer y el dolor se mezclaron logrando que Paola se sintiera desfallecer de placer.
Jimin sonrió dejando que sus colmillos fueran visibles, los ojos de Paola se abrieeon de más, fijo sus ojos a los del contrario...
- ¡¡¿Qué eres tú?!! - dijo horrorizada, Jimin se burlo de ella y la hizo cayar con un beso, a pesar de todo, su cuerpo reaccionó a sus labios, correspondiendo de inmediato.
La hombria de Jimin rozo la intimidad de Paola, logrando que sus labios se unieran con más fuerza .
- Soy... Soy tu hombre... A partir de hoy, eres mía, mía y de nadie más, tus besos siempre serán mios, al menos en esta vida. - dijo contra sus labios rojos e hinchados.
Paola no sabía por qué, pero le encantó su forma de hacerle saber que era suya.
- En esta vida.... Soy tuya Park Jimin - el recuerdo de Jimin se hizo presente en su mente.
En ese recuerdo, Jimin solo era su amigo, no podía verlo como algo más, pero ahora las cosas habían cambiado.
Paola no resistió más y ahora fue ella quien tomo a Jimin para unir sus labios, esto logro sacarle un gruñido fuerte e intenso.
- ¡¡Ohhh nena, acabas de condenarte!! - sin que se diera cuenta, Paola ahora se encontraba en recargada en la pared de la habitación, las manos de Jimin amasaban las tetas de Paola con deseo.
Fue alzada como si nada, por los fuertes brazos de Jimin, las piernas de Paola estaban abiertas, descansaban en sus hombros, mientras que su rostro estánba frente a su vagina aún cubierta por una delicada tela de encaje.
Paola se sostenía de las muñecas de Jimin, y aunque tenia miedo de caer, la respiración de Jimin en su centro la tenían a punto de olvda hasta su propio nombre.
Su lengua se paseo por el clítoris cubierto, Paola tembló al sentirlo, sus piernas se tensaron de inmediato.
- ¡¡Ohhh... Ji... JIMIN... Tu lengua es... Ahhh!!- no alcanzo a terminar, pues con ayuda de sus dientes Jimin pudo alejar la tela, dejando expuesta su vagina caliente y chorreante.
Unio sus labios a los a toda su hendidura, su lengua se hundió en esta con fuerza, metiendo y sacando su sin hueso mojando la aun más en el proceso.
Los dedos del vampiro pellizcanron sus pezones duros logrando tenerla al borde del clímax.
- Ohhh no, ni lo pienses, si te vas a correr será con mi polla dentro de tu caliente coño , llenandote de mi esperma. - una vez más su cuerpo se encontraba en el suave colchón, no sabía cómo era que Jimin era tan rápido, pero no le importo, tendria mucho tiempo para averiguarlo.
Jimin se encontraba entre sus piernas, se alzó para poder quitarse la camisa negra que llevaba, mientras esto sucedía Paola noto el bulto prominente se había notar.
Los ojos de la chica se agrandaron al ver el torso desnudo del vampiro, una hermoso tatuaje adornaba una de sus costillas, y sus pectorales eran de ensueño, Jimin no le quitaba la mirada de encima, quería poseerla .
Ambos parecían hipnotizados por el cuerpo del otro, las manos venosas de Jimin tomaron su cinturón, la forma de quistselo le resultó sumamente erótico a Paola, quien tenia el coño chorreando, necesitaba un pequeño descansó en su vagina hinchada y mientras Jimin terminaba de bajar sus pantalones junto a sus boxers, está llevo dos de sus dedos hasta su vagina y comenzó a masajear su clítoris.
-¡¡ Oohh mira Jimin, me estoy tocando por tu culpa... Dame tu verga caliente para poder aliviar mi calor ¡! - Jimin sonrió perverso, tomo su gran falo y comenzó a frotarlo rudamente.
- ¡¡Mírame a mi, me tienes con la cabeza goteante y rosada, muero por taladrarte el coño y dejarte bañada en mi lefa!! - Paola mordió su labio inferior, esto los estaba matando a los dos.
- Pues que esperas... Méteme tu polla caliente, por favor... - abrió sus labios vaginales ante la atenta mirada de Jimin, este no pudo más y se avalanzo había ella, como un lobo hambriento.
Su dura polla entro en Paola sin contemplaciones, se hundió en ella de una sola vez, la humedad de su vagina lo hizo todo más fácil, y ambos gimieron al sentirse.
Paola fue tomada del pelo por la mano ruda de Jimin, quién en efecto, la estaba taladrando rudamente, le hizo el rostro a un lado para tener acceso a su cuello, se avalanzo a este y mordí con rudeza, Paola solo podía gemir.
Sentia que su vida se iba con cada enviaste y succión en su cuello, pero se sentía tan jodidamente bien que no le importaba el leve dolor que sentía.
- ¡¡Justo como me imaginé que sabrías, eres deliciosa, y tú coño es tan caliente y apretado!! - soltó por fin su cuello, se miraron a los ojos, Jimin seguía con su mirada penetrante, mordió su labio, logrando herirse en el proceso.
Paola lo atrajo hacia ella para pasar su lengua por la sangre brotaba de su vampiro, las embestidas seguian y seguían rudamente.
Paola estaba por desfallecer por el orgasmo que se estaba formando en su vientre.
- ¡¡No puedo más, Jimin, por favor, correrte, quiero que te corras dentro de mí!! - Jimin también estaba a punto, asi que para poder terminar, tomo a Paola del cuello, apretó un poco para poder dominarla, ambos estaban a nada de correrse, sus ojos lo reflejaban ...
- ¡¡Paola.... Mi leche está apunto de salir... Te voy a llenar, eres mía, al fin eres mía!! - Después de eso se dejó llevar por el orgasmo, derramandose dentro de Paola.
Los ojos de Paola se abrieron pesadamente, se sentía débil, muy débil, pero feliz, completamente extaciada.
- Ohh que bueno que despiertas, pensé que me había pasado contigo, te traje el desayuno, te veo muy débil, come preciosa. - Paola recordó de a poco la noche anterior, todo lo vivido.
- Me... Me siento muy débil, no se supone que al beber tu sangre, yo me convertiría en... Vampiro ... - Jimin la miro con tristeza
- Eso mismo pensé yo, pero creo que no es posible... Aún así... ¿Te quedarás conmigo... Cierto? - tomo una de sus manos para darle un tierno beso.
- Claro que sí... En esta vida yo te pertenezco y tú a mí. - no entendía el por qué sabía cosas como esas.
- Esto, es para ti, mi querida Paola, te haré muy feliz, te lo juro. - le tendió una pequeña caja, Paola la abrió y noto un hermoso anillo, con un diamante rojo incrustado, era precioso, tanto como la pareja que recién se había formado.
- Jimin... ¿Por qué siento que te conozco de hace mucho tiempo?... Por qué.... ¿Por qué no me asusta que seas un ... Vampiro...- Paola quería saber.
- Te lo diré todo, pero primero debes hablar con el cazador de almas... El te dirá mejor que nadie por qué sientes que me conoces, mientras tanto... Solo déjame poseerte ....- los labios de Jimin deboraron los de Paola una y otra vez...
-Señor, se encuentra usted bien, lo veo muy agitado-
-Si, estoy bien.... -
- ¿Otra vez volvió a, soñar con la misma mujer mi señor? -
-Si, Nunu, necesito saber ¿porque?....
Escrito por:
BTS_love_Xielo
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