"Tengo que ir a ese lugar" pensé.

Estaba entretenida cuando escuche como algo se caía, me di la vuelta y vi algunos de mis libros acomodados y uno de ellos estaba tirado, lo levanté "el lado obscuro del tiempo" del autor Mario Cruz (un autor Mexicano independiente), uno de mis libros favoritos, lo abrace con fuerza mientras cerraba mis ojos, después de un largo suspiro lo deje en mi cama y saque los libros del librero, y los fui acomodando por orden emocional, los que más me habían llegado al corazón iban en la parte de arriba, los que me habían hecho sentir nuevas emociones pero comunes iban en la parte media, los que no me habían hecho sentir casi nada iban en la parte media-baja, por último aquellos libros sobre el mundo y sus descubrimientos.

Observe mi habitación, estaba perfectamente ordenada, la luna se podía ver desde la ventana que quedaba a lado de mi cama, los rayos de la luna daban hacia el piso y éste mostraba destellos de colores, simplemente hermosos.

Sonreí al recordar el libro que había puesto en mi cama, me acosté, acomode una almohada en mi espalda y comencé a leerlo.

"Que no está muerto lo que puede yacer eternamente, y con los ecos extraños aun la muerte puede morir"
-H. P. Lovecraft.

El primer fragmento de éste libro es "Virginia"
Un fragmento hermoso y espeluznante.

Vi una cita subrayada de color anaranjado, que significaba que me había encantado; Me sabía de memoria esa pequeña cita y comencé a decirla en voz alta:

"¡Qué injusticia! ¡Morir cuando la vida y el amor apenas comienzan! ¡Sí yo hubiera nacido un siglo antes, si hubiera podido conocerla, no lo habría permitido!".

"¿Quién dice que el amor no existe?" pensé al recordar de que trataba este fragmento.

Escuche que alguien susurraba, cerré el libro y me acerque a la puerta.

"No, no puedo decirle, me va a decir que estoy loca".

"Sí, ya se que solamente yo puedo hablar con ustedes, pero si le digo a Van me dirá loca como Thomas en la cena".

"Esta bien, si esta despierta yo le diré."

Al escuchar eso corrí a mi cama, al poco rato Matilda toco la puerta.

-Van, ¿puedo pasar?.- dijo susurrando.

-Pasa princesa.- le dije acomodándome en la cama.

Abrió la puerta y se sentó a lado mío.

-Badila me dijo que tu nombre es "Alice" que tienes que recordar tu pasado y abrir tu mente.- me dijo muy apenada.

-¿Quién es Badila?.- pregunté temerosa.

-¡Una Hada muy hermosa, Dice que viven en este bosque, pero no todos pueden entrar a su mundo, me prometió que si la ayudaba yo podría ir contigo!.- me dijo muy emocionada.

-¿Estas segura?.-

-¿Piensas qué estoy loca?.- me dijo agachando su cabeza.

-No, princesa solamente me sorprende todo esto.- le dije abrazándola.

-Ella es muy pequeña, y puede volar, ¡dijo que en Always Dreams todos pueden volar!, tenemos que ir, ¡yo quiero volar!.- me dijo muy feliz.

-Princesa, mis papás no deben saber de esto.-

-Ya lo sé, Badali me regaño, por ser tan descuidada.-

-¿Quién es Badali?.-

-Su hermana mayor, ella es muy gritona y se enoja muy rápido; pero Badila me defendió y le pidió que no se enojara conmigo, que los humanos no creen en ellas y que me tomarían como loca, así como Thomas.-

-¿Quieres dormir conmigo esta noche?.- la abrace y le di un beso en la frente.

-¡Siiiiiii!.- se acostó.

Me acomode con ella a mi lado, y cerré los ojos.

Me despertó el sonido de unas vocesitas muy agudas y afinadas, me asome a la ventana, había muchas Hadas de colores, una se me acerco.

-¡Hola Alice!.-

Aquí el segundo capítulo, espero que les guste.

♥-♥
Hadas
† magia †