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5

Estacioné el auto en el aparcamiento y con pasos rápidos me adentré en el hospital. Mis mejillas se habían recuperado del todo para mi suerte, sin embargo mi labio inferior aún podía delatarme por lo que decidí usar una mascarilla para poder disimularlo.
Caminaba en dirección a mi oficina cuando frente a mi se hizo presente la silueta de mi mejor amiga, quien rápidamente se acercó a mi para después envolverme en sus brazos, sin pensarlo yo correspondo.

-Yaeri, me alegro tanto de verte cariño. -sonrío a pesar de mantener parte de mi rostro oculto- ¿Qué te ha sucedido?, ¿por qué estas usando una mascarilla? -bajo la mirada- HanSeok ¿verdad?...Lo sabía.

-Ya no importa... ¿Le entregaste todos los papeles a mi paciente?

-Si, hice lo que me pediste pero... Debemos hablar sobre esto.

-Tal ves en mi oficina tenga copias. -dije en un susuro- Debo ir a mi oficina.

-Espera Yaeri. -sostiene mi mano antes de que logre alejarme- Tengo que salir pero después de esto te buscaré y me contarás todo, ¿de acuerdo?

Asentí para después recibir un beso por su parte y dirigirse en otra dirección.
Caminé algunos metros hasta entrar en mi oficina, lancé mi bolso a un lado y comencé a buscar alguna copia relacionada con los papeles de Jungkook, alguna dirección o algo que pudiese conducirme a él. Era mi única esperanza.

(...)

Jungkook

Iba concentrado en el camino mientras conducía en dirección a mi empresa, a pesar de no querer importarme no había dejado de pensar en la llamada de ese licenciado, podía ser un engaño ya que el famoso señor Jeon estaba acostumbrado a eso, a mentir, pero por más que quiera no puede sacármelo de la cabeza.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando el sonido de mi celular se hizo presente, sin dejar de mirar al frente contesté la llamada.

-Señor Jungkook...

-Dime DongYul.

-La mujer que me ha dicho que esperara en el hospital acaba de llegar...

Al escuchar sus palabras rápidamente pisé el freno del auto, si así era, claramente iría en su búsqueda. No podía creerlo, por fin la vería nuevamente.

-¡¿Estás completamente seguro DongYul?!

-Si señor... es Kim Yaeri, la conozco por las revistas y la televisión... estoy completamente seguro.

-Gracias... tu dinero ya está en tu cuenta. -luego de escuchar un agradecimiento por su parte finalicé la llamada

Pisé nuevamente el acelerador esta vez en dirección al hospital, el lugar donde pensé perderme por completo pero donde encontré a mi Luna, mis 145 Lunas. No podía esperar a verla y envolverla en mis brazos otra vez para nunca soltarla, me sentía como un niño cuando recupera un juguete que ama más que nada.

(...)

Entré rápidamente en lugar y con pasos rápidos me dirigí hacia el centro de información. Para mí desgracia nadie estaba al pendiente así que simplemente debía buscarla por mi cuenta.
Caminé hasta el ascensor y precioné el botón de subida... luego de unos segundos las puertas de este se abrieron nuevamente, no sabía en qué piso se encontraría, así que simplemente comenzaría a buscarla desde aquí.

-Disculpe... -la voz de una chica cabellos rubios se hizo presente frente a mi, mientras me analizaba detenidamente- ¿Qué necesita?... Este es el piso de oficinas Señor, no puede estar aquí?

-Estoy buscando a Yaeri.

-Yo soy su Secretaria. -la miro- Su oficina es el segundo pasillo pero... -no la dejé terminar de hablar cuando rápidamente corrí en esa dirección- ¡Oiga Señor no puede pasar!

Ignoré por completo sus gritos y sin importarme nada seguí mi camino, nada me impediría verla esta vez.

-¡Señor me van a despedir!... ¡No puede entrar sin el consentimiento de la Doctora!

Mientras evitaba a la chica tras de mi, mi mirada se dirigió hacia una puerta color blanco, la cual indicaba 'Oficina de Psicología', a pesar de no saber si era la correcta, rápidamente me adentré en lugar, encontrándome con la silueta de aquella chica trigueña que se había robado mi corazón. En solo segundos nuestras miradas conectaron haciendo que ambos nos quedáramos estáticos.
Sinceramente no podía creer que estaba frente a ella, quería correr y abrazarla pero no podía, no lograba ni siquiera decir alguna palabra, solo la admiraba desde lejos.

-¡Doctora Yaeri! -la voz agitada de la chica de antes se hizo presente haciendo que ambos voltearamos en su dirección- Disculpe, no pude evitar que entrara...

-Gracias MinHee... Yo me encargo.

-Si necesita algo más, solo llámeme. -luego de recibir una aceptación por parte de Yaeri, sale de la oficina.

-Jungkook...

-Yaeri... -la interrumpo.

En solo segundos ambos nos acercamos para luego unirnos en un necesitado abrazo. No podía creer lo mucho que necesitaba esto, por fin la tenía entre mis brazos, sin embargo aún sentía que no era lo suficientemente. Lentamente me alejé un poco para poder mirarla a los ojos, logrando así darme cuenta de la mascarilla protectora que llevaba cubriendo su rostro. No tardé mucho en captar el porqué la estaba usando así que simplemente me tomé el atrevimiento de quitarla, encontrándome con una imagen no mi deseable.

-¿Quién te ha hecho esto Yaeri? -la miro con seriedad, ella simplemente baja la mirada- ¿Fue HanSeok?, ¿esa fue la razón por la que nunca llegaste?

-Eso ya no importa, solo... -una pequeña lágrima delineó su rostro- Perdóname por no poder llegar ese día a tiempo...

-Perdóname tu a mi por no poder protegerte. -rápidamente vuelvo a envolverla en mis brazos- Prometo que no volveré a dejarte sola.

Me alejé nuevamente para después sostener su rostro en mis manos y así besar sus labios con necesidad, sin dudarlo ella corresponde. Definitivamente necesitaba volver a sentir sus delicados labios sobre los míos, extrañaba tanto esa sensación maravillosa en la que solo ella me hacía perderme y no querer regresar. En un leve movimiento sostuve fuertemente su cintura para elevarla y así posicionarla sobre su escritorio haciendo que algunos objetos cayeran al suelo, deslicé mis besos hacia la zona de su cuello haciéndola dar un leve gemido lo cual me fascinaba, deseaba hacerla sentir como nadie nunca lo habría hecho, quería mostrarle que solo yo podía hacerla sentir mujer.
Lentamente quité su ropa interior para después adentrarme en ella sacando nuevos gemidos por su parte, ni siquiera podía manejar los deseos que tenía, sentir cada roce de su piel contra mi cuerpo hacían que me estremeciera por completo, simplemente no quería alejarme nunca de Yaeri.

EunWoo

Marqué nuevamente el número de Jungkook y como anteriormente nadie contestó, el hecho de que no contestara su celular por novena vez me preocupaba, no era algo normal en él, además había llamado a la oficina y tampoco había señales de su llegada.
Conducía en dirección hacia una cafetería en el centro de la ciudad, pediría algunas cosas y luego de eso continuaría mi camino a la empresa, tal vez Jungkook ya había llegado y todo esto era paranoia mía.

Me estacioné en el aparcamiento y con pasos rápidos rodeo mi auto para adentrarme en el lugar cuando la silueta de una chica se hace presente frente a mi mientras corría en mi dirección, sin darse cuenta de mi presencia estampó su hombro derecho contra mi haciendo que todos los papeles que llevaba consigo cayeran al suelo y comenzaran a dispersarse por la fuerza del viento.

-¡Deberías fijarte por donde caminas cretino! -me mira con molestia elevando su tono de voz- ¡Mira lo que provocaste!

-¡¿Yo?! -sonrío sarcástico- ¡Tu eres la que venía corriendo como una desquiciada!... ¡Estás loca mujer!

-¡¿Cómo me llamaste infeliz?!

-¡Dije que estás loca!

No logré reaccionar cuando sus manos se aferraron a mi cabello con algo de brusquedad, intentaba soltarme de su agarre pero me era imposible, definitivamente estaba completamente loca y por más que la alejaba de mi hacía mayor presión y sinceramente dolía.

-¡Disculpen! -sin alejarnos ambos volteamos, encontrándonos con la silueta de un oficial de seguridad- Ustedes dos deberán acompañarme, tienen un gran problema por alteración del orden público.

Miré a nuestro alrededor y sin darme cuenta ya habían varias personas observándonos, definitivamente la vergüenza que estaba sintiendo era incomparable y todo por esa maldita desquiciada.

-Por favor... -ambos asentimos para después realizar una reverencia y caminar en la dirección hacia su auto- Díganme sus nombres...

-Jeon EunWoo.

-Kim SoHyun. -ambos nos miramos sin decir nada.

-Bien, no seré tan cruel así que simplemente pagarán un impuesto de 50 mil Wones por cada uno. -ambos asentimos para después entregar el dinero correspondiente por cada uno- Muchas gracias y tengan un buen día.

Una vez quedamos solos volví mi vista hacia la castaña a mi lado, me sentía culpable al ver su mirada de preocupación puesta sobre todos los papeles aún en el suelo así que simplemente me dediqué a recoger al menos la mayoría de sus cosas y así entregárselas.

-Aquí tienes. -le entrego los papeles y ella los toma con brusquedad- ¡Oye intento ser amable!

-Debí haberte dejado calvo.

No logré decir nada más cuando la chica se alejó en dirección a su auto para luego adentrarse en este y marcharse. Luego de esto definitivamente mis ganas de desayunar habían desaparecido, volví nuevamente a mi auto para continuar mi camino a la empresa y así olvidar todo lo que había acabado de suceder, lo único que quería era no volver a encontrarme con esa loca.

Yaeri

Me sentía tan segura en su regazo que no deseaba alejarme, hace mucho tiempo que no me sentía tan completa como lo estaba ahora y eso solo podía lograrlo 'Mi Saturno'. Incluso me gustaba como se escuchaba, el hora mi Saturno y yo sus 145 Lunas.
Amaba tanto estos pequeños instantes en los que solo éramos él y yo, no nos importaba nada más porque solo me sentía perdida en sus ojos, rogando porque nunca se alejara.

-¿Yaeri? -levanto la mirada encontrándome con sus bellos ojos sobre mi- Ven conmigo.

-¿Qué? -me elevó un poco- ¿De que estás hablando?

-Ven conmigo, quiero que estemos juntos. -toma mis manos entre las suyas- Deseo hacer una vida contigo... no puedo soportar verte sufrir de esa manera, nunca sería capaz de hacerte daño, lo único que quiero es hacerte feliz... por favor ven conmigo.

-Jungkook yo... -me mira.

Rápidamente recordé las amenazas de HanSeok aquella noche:

"Soy capaz de matarte antes de darte el divorcio"

Por más que deseaba dejar todo atrás y aceptar la propuesta de Jungkook me era imposible, ya lo había intentado y siempre terminaba más lastimada, tenía mucho miedo de que cumpliera sus palabras más siendo hijo del líder de la policía de Seúl. HanSeok tenía demasiada influencia y no se de que sería capaz si supiera el porqué lo abandonaría.

-Jungkook yo no puedo. -baja la mirada- Por más que lo desee estoy atada a ese maldito infeliz, yo... yo lo siento.

-Yaeri por favor... -se levanta de su asiento mientras pasa sus manos por su cabello en señal de frustración- ¿No ves que no puedo soportar lo que sufres?... yo puedo hacerte feliz, puedo amarte y cuidarte como tu lo mereces, te ruego que vengas conmigo.

-Jungkook mírame. -me acercó hacia él para tomar su rostro en mis manos y besar sus labios- Haré todo lo posible por separarme de ese maldito infeliz pero por favor dame tiempo, no es tan fácil para mi... solo dame tiempo.

-Haré todo lo posible por alejarte de ese cretino, estamos juntos en esto.-asiento lentamente sin dejar de mirarlo- No pienso alejarme de ti porque...

No logró decir algo más cuando las puertas de mi oficina fueron abiertas con algo de brusquedad, respiré profundamente al ver la silueta agitada de mi mejor amiga quien quedó completamente atónita al vernos.

-¿Interrumpo algo? -niego.

-Eh, SoHyun él es Jungkook. -ambos se miran, señalo a la castaña- Ella es mi mejor amiga.

-Es un gusto. -ambos hablan a la vez.

-Bueno, yo creo que debería irme. -la voz del trigueño me hace mirarlo- Supongo que deben conversar. -asiento y se acerca a mi para luego besar mis labios- Estaré al pendiente de ti mi hermosa Luna, no voy a dejarte esta vez.

-Te agradezco 'Mi Saturno' -sonríe lentamente para después besar nuevamente mis labios y salir- ¡Adiós! -volví mi mirada a mi amiga quien aún permanecía en shook- SoHyun yo...

-Yaeri... -rápidamente se acerca mi para abrazarme- Me alegro mucho por ti. -no pude evitar comenzar a llora al escuchar sus palabras, creí q escucharía un fuerte regaño por su parte pero no fue así, solo me regaló la paz que necesito- No llores amiga... -se aleja un poco para limpiar mis lágrimas- Ahora cuéntamelo todo.

-No se por donde empezar. -sonrío y ella me hace tomar aciento- Todo ocurrió sin darme cuenta.

-Él es el paciente que me confiaste para darle el acta. -sonríe- ¿Cómo pasó Yaeri?

Sonreí nuevamente para luego comenzar a contarle todo desde un comienzo y por supuesto estaba más que feliz por mi. SoHyun era como una hermana para mi y su apoyo era lo más importante, pensé que nunca estaría de acuerdo pero me equivoqué.
De alguna forma intentaría acabar con todo y haría hasta lo imposible por alejarme de HanSeok, quería estar con Jungkook, era quien único me importaba y sabía que con él a mi lado sería la persona más feliz de este mundo.

Luego de contar todo y no omitir ningún detalle para mi amiga ambas salimos del hospital por un café. Pasamos la tarde juntas mientras se dedicaba a contarme como un desquiciado tiró todos los papeles de sus pacientes y ella casi lo asesina. Definitivamente las historias de Kim SoHyun eran inigualables, no podía evitar reír al ver su cara de molestia y de enojo, sin embargo me entristecía ya que debía comenzar todo de nuevo.

(...)

Al terminar nuestra cita decidí regresar a mi infierno personal ya que no tenía otro maldito remedio. Entré en casa y todo se mantenía en un silencio total, cosa que agradecí mucho así que simplemente decidí subir a mi habitación, tomar una larga ducha y luego de eso descansar.
Me adentré en mi habitación y lancé mis cosas hacia mi cama para caminar en dirección al cuarto de baño. Desde hace varios meses HanSeok y yo dormíamos a habitaciones individuales, no soportaba tenerlo cerca y aunque eso me costó una fractura en mi muñeca tomé una habitación distinta. Antes de lograr comenzar a desvestirme el sonido de mi celular hizo eco en toda la habitación captando así mi atención, rápidamente tomé este en mis manos y al ver de quien se trataba al instante contesté.

-¡Hola mamá!

-¡Hola mi hermosa niña! -sonrío al escuchar su voz- ¿Cómo estás mi pequeña?

-Estoy muy bien, ¿como está papá?, hace dos días no va al hospital.

-Estamos bien mi amor, simplemente he obligado a tu padre a descansar un poco. -no pude evitar reír ante sus palabras, a pesar de todo mi madre siempre convencía a mi papá a su gusto, invidiaba el amor que existía entre ellos- Por cierto mi niña, necesito que mañana vengas a casa, ¿está bien?

-¿Ocurre algo mamá? -habló con preocupación- ¿Sucede algo?

-No no es eso querida. -escucho una sonrisa al otro lado de la línea- Es solo que deseo conversar con mi hija, te extraño mucho y quiero tenerte un rato conmigo.

-Está bien mamá. -sonrío- Mañana estaré ahí.

-Entonces te esperaré cariño... Hasta mañana.

-Buenas noches mamá.

Finalizo la llamada para luego colocar mi celular en su lugar y continuar con mi actividad y tomar una ducha... Sentí el agua tibia caer sobre todo mi cuerpo quitándome un gran peso de encima, sinceramente hace tiempo no visitaba a mis padres y los extrañaba mucho.
Sonreí al recordar el momento vivido con Jungkook este día, no olvidaba cada roce de su cuerpo contra el mío, sus besos su pasión, sus deseos hacia mi todo me fascinaba y me hacía enloquecer por volver a encontrarnos, necesitaba estar a su lado.

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