Querido Miguel:

¿Cómo es que los sueños pueden convertirse tan fácilmente en pesadillas? Una y otra vez, me vi obligada a ver cómo primero el chico (Eli) y luego el hombre (tú) que amaba elegían a otra antes que a mí. Así que no debería haber sido una sorpresa que cuando Eli por fin me vio, y milagro de milagros, me quiso, me enamoré de él tan rápidamente. Él era todo lo que tú no eras. Normal, dulce, atento.

Él era un amor de persona.

Y yo deseaba que fuera tú.

Había renunciado a todo por el destino de Miyagi-Do. Incluso a mí misma. Incluso a ti. Pero de repente, pensé que podía tener a Eli. Era un premio de consolación, pero estaba cansada de estar sola. Estaba cansada de tener sólo mis propias manos en mi cuerpo, aunque las suyas fueran torpes y pálidas. Cuando él yacía debajo de mí, podía cerrar los ojos y ser llenada por quien quisiera.

Incluso mientras adivinaba que estabas jugando con Tory y yo jugaba con Eli, estaba contigo.

¿Tú también estabas conmigo?

Lawrence.