Habitación.
Caminó hacia la habitación que compartían.
Los frascos con medicamentos, las recetas médicas, todo estaba ahí perfectamente ordenado.
Se acercó a ellas con una bolsa en mano y comenzó a llenarlas en la bolsa.
Ahora se podían apreciar perfectamente los portaretratos.
Dejó la bolsa en el cesto de basura y caminó hacia la cama.
Se acostó en el lado izquierdo como era de costumbre y colocó la palma de su mano en el lado derecho, buscaba el calor de Peridot en aquellas sábanas pero no estaba porque ella ya no estaba ahí.
Jaló su almohada y aspiró el aroma...
Lapis sabe que las noches ya no serán las mismas porque ella ya no volverá...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro