Vol.4
Las lágrimas no son una respuesta verosímil para este suplicio vacío. No son una razón para este infame desinterés que me supura en las entrañas.
Y es que tu dios me hizo así y es su culpa.
Es culpa de ese alguien en quien no creo, en quien no creeré jamás, así como creo en la seria disposición de mis dolores altruistas.
Es culpa –también– de todos mis yo: eternos soñadores de lo imposible que debaten y combaten con los ojos vendados, con las manos atadas, con los pies encadenados.
Porque el llorar se ha quedado recluido en mi misma habitación y no encuentro las llaves para dejarle salir.
Las lágrimas no son suficientes.
La búsqueda no es suficiente.
Estarse es la únicarespuesta.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro