Luego de caminar cautelosamente durante unos minutos Hanayama hizo un comentario que todos querían decir

-Esto es extraño, los monstruos ya deberían de habernos atacado, sin embargo no parece que haya uno a kilómetros-

-¿A kilómetros? No hay ni uno en todo el bosque, pero mientras este la neblina no podré estar completamente seguro-Se dijo Sakura a si mismo

Por el momento, los aventureros avanzaron y avanzaron sin más problemas, todo rastro de vida parecía haberse esfumado, hasta que un sendero extrañamente marcado en mitad del bosque llamó la atención del grupo

-Este camino no tendría que estar aquí, es imposible que hayan personas en este punto-Agregó Koyu

Un camino, un sendero bien marcado y definido como si de un lugar recurrente se tratase, como era de esperarse esto generaba incertidumbre y no era para menos, en momentos así nadie sabe qué esperar, así que por más peligroso que podía ser, los aventureros decidieron seguir el camino....

Para su sorpresa, el sendero parecía no tener fin, pero... sin aviso, al lado del camino se hallaba una carroza totalmente destrozada que transportaba una gran jaula. No parecía haber rastro de ninguna persona o animal, así que luego de observar la situación por unos segundos, los temerarios aventureros decidieron acercarse cuidadosamente hasta el lugar.

De todas las cosas que podían haber dentro de la jaula estaba la peor, tal fue el horror del grupo al ver lo que se hallaba dentro que Hanayama deshizo los barrotes solo con su fuerza bruta... dentro de esa prisión de hierro, en una esquina y totalmente desamparada, con ropa totalmente rota y sucia, se encontraba una niña...

Hanayama, Ludami y Yoku se apresuraron a sacar a la niña, pero fueron rápidamente interrumpidos por Koi que como médico, al escuchar que la niña estaba delirando y se encontraba casi inconsciente, ordenó que se detengan.

Luego de que los tres se apartaron, Koi entró a la jaula y cuidadosamente examinó a la chiquilla, rápidamente el joven se dio cuenta de la deshidratación y hambruna extrema que padecía la niña, seguido de una temperatura atroz y un delirio preocupante.

La chica no paraba de repetir a duras penas Papa y Mama, tenía los ojitos completamente cerrados y solo los abrió un poco cuando Koi le administró un sedante.

Mientras Koi trataba a la muchacha, Michiro con su magia junto a Koyu se encargaron de poner en condiciones la carroza, retirando la jaula y poniéndola de vuelta en el camino, decidieron que lo mejor era que subieran a la niña a la carroza, mientras que Koi y Michiro se encargaban de cuidarla. El seguir adelante con el viaje era fundamental, así que lo mejor era tratarla mientras seguían la marcha, ya que quedarse quietos en un lugar así los retrasaría y sería completamente peligroso e irresponsable.

Rápidamente siguieron con su camino, pero de pronto el aire comenzó a sentirse aún más denso y con un aroma peculiar, todos parecieron percatarse de este minúsculo cambio menos Michiro y Koi quienes se encontraban inmersos en sus trabajos, por otra parte, el resto abrió bien los ojos y movían la cabeza para todos lados mientras aumentaban gradualmente la velocidad de sus caballos.

Esta extraña sensación duró por lo menos una hora, una hora en la que los aventureros intentaron ver algo entre la espesa niebla, la vegetación y una oscuridad absorbente. Después de varios minutos de calma, el caballo de Sakura que hasta ese momento lideraba al grupo, se detiene abruptamente mientras intentaba darse la vuelta, casi de inmediato los demás detuvieron la marcha de manera violenta, haciendo que Koi se moleste debido al brusco movimiento que sufrió la carroza.

-¿Qué es lo que sucede? No pueden frenar tan de repente-Preguntó Koi

Pese al acento molesto del médico, este no obtuvo respuestas, sus compañeros bloquean la visión del camino, pero al ver entre las patas de uno de los caballos entendió lo que sucedía.

De la nada, un hombre encapuchado y de aspecto sombrío apareció bloqueando el paso, se mantuvo inmovil en todo momento y ni siquiera cuando Sakura le pregunto que queria se inmuto, lo único que hizo fue señalar hacia donde los aventureros se encontraban. Esto colmó la paciencia de Sakura, quien lleno de sí mismo se bajó del caballo y comenzó a caminar hacia el extraño.

-Esto no me gusta para nada-Dijo Koyu temiendo por lo que podía pasar

Hanayama intentó comunicarle algo a Sakura, pero la lluvia de flechas que comenzó a caer sobre ellos hizo que el mensaje se cortara, por su parte, cuando Sakura se percató intento ayudarlos, pero un enorme muro de piedra rojiza que se alzó de la nada le cortó el paso, y cuando se dio cuenta de su error, algo lo envolvió por la cintura y lo mandó a volar hacia la izquierda con una facilidad que era aterrador.

Sakura era un guerrero de temer, pero esto lo había agarrado desprevenido y para su desgracia, cuando sintió que había dejado de ser arrastrado se dio cuenta que estaba cayendo en una grieta aún más grande que la que ya había visto. Casi sin tiempo a prepararse, el cuerpo del muchacho aterrizó violentamente sobre un suelo rocoso, recibiendo todo el impacto directamente.

De vuelta con los demás aventureros, estos se encontraban en una situacion menos desesperante pero igual de comprometedora. Las cientos de flechas se detuvieron en seco y cayeros despacio alrededor del grupo

-Gracias Michiro, esta vez nos salvaste- Dijo Ludami aliviada

Michiro había rodeado la caravana con un domo protector sin decírselo a nadie, cosa que al final salvó a todos.

Pero todavía seguían recibiendo flechazos de todas direcciones, Yoku determinó que había al menos unos cuatro tiradores, a lo que sin pensarlo, Ludami y Hanayama salieron rápidamente con dirección a dos tiradores distintos, mientras que Koyu comenzó a responder los ataques, pese a todo esto Yoku y Michiro sentían que algo no andaba bien, pero antes de que pudieran hacer algo, otro muro de piedra emergio del suelo encerrando la carroza y atrapando a Michiro junto a Koi.

La situación se había tornado crítica, todo el grupo estaba dividido y se encontraban a merced de sus atacantes, sin embargo, los hermanos elfos no perdieron la compostura y descubrieron algo importante.

-Esto es extraño, el arquero de la izquierda no devuelve los ataques, pero el de la derecha nos dispara con precisión constantemente-Dijo Koyu mientras se cubría

-Tienes razón, además este parece estar considerablemente lejos, lo puedes notar no?-Agrego Yoku mientras disparaba una flecha

-Solo hay una forma de averiguarlo, no es así hermanita?-

-Como en los viejos tiempos-

Luego de ponerse de acuerdo, Yoku cargo una flecha que se prendió fuego antes de salir disparada

-Si tanto quieres jugar al arquero toma esto-Dijo Yoku mientras lanzaba la extraña flecha

El proyectil que disparó la joven elfa, abrió un boquete flameante en el frondoso bosque, y disperso la niebla lo suficiente como para poder avanzar sin problemas.

Así los hermanos se abrieron paso y en poco tiempo se encontraron con el arquero

-Un arco mágico que tira flechas de fuego, no nunca termina de sorprenderse- Exclamó una voz grave

-Impresionante cerebrito, ¿Como supiste que hacía eso? ahora sal de tu escondite cobarde-Dijo Yoku enfurecida

Pronto la joven se arrepentiría de sus palabras, bajando de la copa de un árbol y parándose sobre una de las ramas del árbol, un elfo espeluznante hizo acto de presencia, vistiendo ropa de combate antigua, un pelo canoso que le llegaba hasta los hombros, una cara que adornada con unos ojos violetas brillantes y con un aspecto más pálido que la de un muerto

Pronto los hermanos se dieron cuenta con que clase de elfo estaban tratando

-Es un...-

-Elfo oscuro... que repugnante-

Se le llaman elfos oscuros a los elfos que desertaban de su raza y cometian actos de terrorismo, te podias dar cuenta de que clase de elfo eran gracias a los cortes en sus orejas, ya que los desertores d¿se cortaban las puntas en un acto de rebeldia, pese a todo esto, nada explicaba el peculiar aspecto de sus ojos

-Terminemos con esto par de escorias-Agregó el elfo oscuro

Posterior a sus palabras, el terrorífico elfo hizo un movimiento que desplegó dos cuchillas en cada punta del arco y saltó desde el árbol abalanzándose hacia los jóvenes

-Yo Mahees príncipe de la oscuridad juro por la mano de Morgana que acabare con ustedes-

En ese momento, en ese preciso momento la sangre de los hermanos se congeló.. ¿Morgana? ¿Acaso él era un lacayo de Morgana?

De una manera frenética y sin control, los intercambios de flechas comenzaron..

Árboles ardían, otros explotaban y todo ante una constante lluvia de flechas que provenían de todas direcciones mientras la batalla se adentraba cada vez más en el bosque.

Por más de que los hermanos elfos mantuvieron un perfil bajo, a la hora de la verdad, saltaba a la vista que eran unos de los pocos privilegiados en tener arcos mágicos, por ejemplo, los arcos de Koyu y Yoku están hechos con la madera de un mismo Sambu, con la diferencia de que cada uno fue fabricado en una estación diferente, provocando que luego del hechizo de sangre cada arco desarrollará una habilidad mágica distinta, por un lado tenemos el Arco del Sentimiento que le pertenece a Koyu, la habilidad que posee consiste en que mientras más fuerte se haga el sentimiento predominante del arquero, mas poderoso sera la flecha que lanze el mismo, pudiendo así destrozar árboles como si nada, por otro lado, Yoku usa un arma cuyo nombre es Ardiente, y posee la terrible habilidad de prender fuego todo lo que la flecha toque y consumirlo hasta las cenizas, no imprta que sea, mientras pueda arder, sucumbira ante esta potestosa magia.

Estas habilidades junto con la destreza de sus portadores hacen un combo letal... pero.. se ven totalmente opacadas por Mahees, quien desde el principio, demostro ser lo suficientemente hábil como para pertenecer al ejército de Morgana, y lo que es más, su maldad nto con sus ideales retorcidos y acompañado con la misteriosa habilidad de su arco, lo convierten en un enemigo casi invencible.

-De donde vienen tantas flechas?-Pregunto Yoku gritando

-Es la habilidad de su arco, puede lanzar flechas desde todas las direcciones, o eso creo, está totalmente desquiciado-

Justo cuando ambos hermanos salieron de detrás de los árboles dispuestos a seguir combatiendo, una flecha sale de la nada y como si de un clavo se tratase, se incrusta fuertemente en la pierna derecha de Koyu. Ante esto, su hermana entra en pánico pero al ver que Koyu retiro la flecha sin mas problemas esta vuelve a estar concentrada de vuelta en el combate... pero aunque los dos estaban peleando como si lo hicieran todos los días, era solo para oprimir el temor que sentían al someterse en una situación de tal riesgo, ya que si daban un paso en falso, todo acabaría para ellos.

Por otro lado, de vuelta en el profundo hoyo, Sakura se levantó tambaleándose y rápidamente desenfundó su espada.

Casi inmediatamente, el sujeto que lo había arrastrado hasta ahí, da un salto y cae de pie dentro del ahgujero como si nada, mostrándose imponente y totalmente arrogante frente a Sakura, quien por su parte no podía creer lo que estaba pasando, había quedado totalmente atónito.

-Ya deberías tener los huesos hechos polvo, mal por ti... desearás haber muerto en la caída-Exclamó la misteriosa figura

-¿Con una estrategia tan mediocre esperabas algún resultado? Espero que sepas lo que haces-Contestó Sakura con aún más arrogancia

Después de las palabras del joven, el enigmático sujeto dio unos pasos hacia Sakura, y procedió a sacarse la capucha, revelando así un rostro totalmente perplejo. Mientras observaba a Sakura, comenzó a mover erráticamente su cabeza junto con un extraño movimiento de manos.

-¿Por qué tan sorprendido?-

-Como no estarlo, un insignificante mortal se dirige a mí con tal potestad, tienes suerte de ser débil, de seguro morirás antes de que te torture , y eso me enfurece más-

En un arrebato de ira, el hombre señala a Sakura y de manera instantánea, este es fuertemente atrapado contra la pared mientras aun mas rocas se abalanzan hacia él, dejándolo perfectamente atrapado contra el muro, solo dejando visible su rostro.